SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.20 número3Medicina regenerativa: Células madre embrionarias y adultasHepcidina: nueva molécula, nuevos horizontes índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia

versión impresa ISSN 0864-0289versión On-line ISSN 1561-2996

Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter v.20 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2004

 

Instituto de Hematología e Inmunología

Subclases de IgG en enfermedades: significado clínico

Lic. Ada Amalia Arce Hernández y Lic. Rinaldo Villaescusa Blanco

Resumen

Las deficiencias de subclases de IgG representan posibles alteraciones de la respuesta inmune, aunque en diversos estudios se han demostrado bajas concentraciones en individuos asintomáticos. Se describe un grupo de enfermedades asociadas con niveles aumentados o disminuidos de subclases de IgG, así como las indicaciones para su medición.

Palabras clave: alteraciones de la respuesta inmune, subclases de IgG.

Las inmunoglobulinas (IgG, IgA, IgM, IgD e IgE), son moléculas proteicas que poseen actividad de anticuerpo, que es la propiedad de combinación específica con la sustancia que provoca su formación.1 Representan aproximadamente el 20 % del total de proteínas plasmáticas. Estudios realizados en la década de los 60, con antisuero policlonal de conejo contra proteínas de mieloma de la clase IgG, revelaron en humanos la existencia de 4subclases de IgG humana, las que fueron designadas IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4. 2,3 En los años 1980 se obtuvieron anticuerpos monoclonales contra IgG humano y sus subclases, que permitieron mediciones más reproducibles y posibilitaron desarrollar estudios de los niveles de subclases de IgG en una variedad de enfermedades. 4,5

Deficiencias de subclases de IgG indican alteraciones de la respuesta inmune, aunque niveles disminuidos de subclases de IgG se han observado en individuos asintomáticos.6 Diversos estados patológicos están asociados con niveles disminuidos o aumentados de las subclases de IgG .7-9

Una respuesta de anticuerpos puede producir cambios en la distribución de subclases de IgG en plasma, dependiendo de la naturaleza del antígeno (proteínas o polisacáridos), así como la frecuencia y duración del estímulo antigénico. Esto puede resultar en un incremento o disminución de una o más subclases de IgG. La consecuencia más importante de la deficiencia de una de las subclases de IgG es un defecto de la inmunidad humoral, aunque esto no necesariamente lleva a manifestaciones clínicas. 10,11

Aún cuando una disminución de los niveles de subclases de IgG individuales presenta consecuencias menos dramáticas que las deficiencias de IgG total, importantes infecciones pueden ocurrir. Deficiencias de subclases de IgG pueden ser subdivididas en diferentes grupos. Una deficiencia completa de una o más subclases causadas por deleciones en el cromosoma 14, son raras.

La ausencia total de una o más subclases de IgG debido a deleciones de los genes que codifican para la región constante de la cadena pesada de inmunoglobulina, se demuestra en ocasiones en individuos sanos. El hecho que estos individuos producen aún títulos de anticuerpos protectores en las clases y subclases de inmunoglobulinas residuales, sugiere que la deleción del isotipo (s) ocurre al azar, y puede ser adecuadamente compensada. 12

En las deficiencias relativas, los niveles de una o más subclases de IgG se encuentran por debajo del rango normal. La asociación de bajos niveles de subclases de IgG con infecciones recurrentes, se hace más evidente cuando la deficiencia es una expresión de disregulación de la respuesta inmune, como por ejemplo al nivel de la producción de citocinas. Entre las deficiencias combinadas de subclases de IgG predominan las de IgG2/ IgG4.13,14

Una disminución de la concentración de una subclase de IgG puede estar acompañada por un incremento de una o más de las restantes, el nivel de IgG total puede ser normal. Por lo tanto, la determinación de los niveles de subclases de IgG es importante aún cuando los niveles de IgG total estén dentro o ligeramente por debajo del rango normal.

Una deficiencia en las subclases de IgG puede resultar en la producción alterada de ciertas categorías de anticuerpos. La deficiencia selectiva de anticuerpos más frecuentemente identificada es una respuesta defectuosa a antígenos de polisacáridos, como los presente en la cápsula de pneumococos, meningococos y Hemophilus influenzae tipo B. Dado que la IgG2 es el isotipo de anticuerpo predominante en respuesta a determinados polisacáridos, no es una sorpresa que pacientes con niveles disminuidos de esta subclase de IgG presenten una pobre respuesta a infecciones con bacterias encapsuladas.15

La indicación clínica principal para la medición de subclases de IgG es la ocurrencia de infecciones severas prolongadas o anormalmente frecuentes, que no pueden ser explicadas por la información obtenida con la clínica y el laboratorio. Es aconsejable la determinación de subclases de IgG en aquellos pacientes que requieren ser tratados con IgG; 7 en un elevado número de estos casos se demuestran niveles disminuidos de subclases de IgG.

La demostración de un nivel disminuido de una de las subclases de IgG no ofrece un diagnóstico definitivo, pero debe ser considerado como una indicación de una alteración del sistema inmune, lo que requiere profundizar en la investigación diagnóstica.

Se ha establecido que deficiencias de IgG1 y/o IgG3 están relacionadas con infecciones respiratorias bajas, crónicas o recurrentes, mientras que deficiencias de IgG2 y/o IgG4 con otitis o sinusitis. 7

Alteraciones en los niveles o ausencia de subclases de IgG individuales pueden traer diversas consecuencias:

IgG1: deficiencias de esta subclase comúnmente resultan en una disminución en los niveles de IgG total. La disminución de esta importante subclase está asociada con infecciones recurrentes y puede presentarse en combinación con deficiencias individuales de otras subclases, como por ejemplo con la IgG3. En una evaluación realizada en un grupo de pacientes adultos (n = 1 175) con sospecha de alteraciones en las subclases de IgG, se observó que el 28 % presentó niveles disminuidos de IgG1, 17 % IgG2, 13 % IgG3 y 9 % IgG4. 12

IgG2: aproximadamente en en la mitad de todas las deficiencias de subclases de IgG las concentraciones de IgG2 están disminuidas. La deficiencia aislada de IgG2 está asociada con una respuesta deprimida a infecciones con bacterias encapsuladas y luego de la inmunización con polisacáridos.16, 17 Estos pacientes muestran infecciones recurrentes del tracto respiratorio con pneumococos y/o Hemophilus influenzae tipo B. 18-21 Bajas concentraciones de IgG2 ocurren frecuentemente en asociación con una deficiencia de IgG4 e IgA.

IgG3: junto con la IgG1, la IgG3 es la más frecuente en la respuesta de anticuerpos a antígenos proteicos. Disminución en los niveles de IgG3 se han asociado con una historia de infecciones recurrentes que llevan a enfermedades pulmonares crónicas. Deficiencias de IgG3 se asocian frecuentemente con bajos niveles de IgG1. 10

IgG4: las deficiencias de esta subclase son difíciles de establecer por su baja concentración en individuos sanos. Los métodos empleados en la actualidad para medir IgG4 no siempre tienen la sensibilidad adecuada para distinguir la ausencia completa de los niveles bajos / normales de IgG4. Aún cuando diversos estudios han establecido que pacientes con infecciones recurrentes del tracto respiratorio presentan bajas concentraciones de IgG4, el significado de estos hallazgos no resulta convincente, debido a que en un elevado porcentaje de individuos sanos se han demostrado niveles disminuidos de esta subclase de IgG. 10, 22,23

Subclases de IgG y enfermedades

Alergia: entre los anticuerpos alergenos específicos en individuos alérgicos existe una preponderancia de IgG1 e IgG4, mientras que la respuesta a IgG2 e IgG3 es pobre. Otros hallazgos en pacientes alérgicos incluyen:

  • Concentraciones elevadas de IgG4 se observan frecuentemente en pacientes con eczema y dematitis atópica, probablemente como resultado de una prolongada estimulación antigénica.
  • En las reacciones alérgicas a diferentes alergenos, los anticuerpos de la clase IgG, alergeno -específicos, son predominantemente de la subclase IgG4 y sus niveles se incrementan durante la terapia de desensibilización. 7, 11

Anticuerpos alergeno-específicos de la subclase IgG4: se ha señalado la dualidad de ser potencialmente dañinos, así como protectores. El efecto protector se encuentra en debate, particularmente en el campo de la parasitología, donde existen evidencias de que la IgG4, bajo ciertas condiciones, interfiere en la activación de células efectoras, mediadas por IgE e inducidas por alergenos, lo que significa que actúa como un anticuerpo bloqueador. Datos recientes indican la similitud en relación con el tipo de antígeno que activa la respuesta a IgG4 e IgE. El empleo de ensayos para medir los niveles de anticuerpos de la subclase IgG4 en el monitoreo de la inmunoterapia es justificable; si no ocurre la inducción de la síntesis de anticuerpos IgG4, la terapia se considera inefectiva. La inmunoterapia se considera efectiva si se produce un incremento entre 10 y 100 veces en los niveles de IgG4 alérgeno-específica. 24

Infecciones: en la mayoría de las infecciones el primer anticuerpo es de la clase IgM, mientras que aquellos de la clase IgG se producirán posteriormente. En general, antígenos proteicos microbianos inducirán, fundamentalmente, una respuesta de anticuerpos de la subclase IgG1 e IgG3. Por otra parte, antígenos de polisacáridos inducirán, preferencialmente, una respuesta de anticuerpos IgG2. 10. 18

Algunas observaciones específicas de enfermedades:

  • La otitis media por pneumococos en niños está asociada con una disminución en los niveles de IgG2.
  • Pacientes con infecciones recurrentes por bacterias encapsuladas muestran comúnmente niveles disminuidos de IgG2 e IgG4.
  • Infecciones respiratorias recurrentes con bronquiectasia están asociadas con una disminución de IgG2, IgG3 e IgG4.
  • La fibrosis quística con infección crónica por Pseudomonas aeruginosa está asociada con un aumento de IgG2 e IgG3, la última con significación pronóstica. 7, 17

Autoinmunidad: en enfermedades autoinmunes los niveles de subclases de IgG no difieren significativemente de aquellos en individuos normales; ahora autoanticuerpos específicos muestran restricciones de subclases variables: frecuentemente los autoanticuerpos son de las subclases IgG1 e IgG3. 25-27

Pacientes con artritis reumatoidea tienen niveles de IgG1 significativamente elevados, en asociación con niveles disminuidos de IgG2 e IgG4.28 Diversas investigaciones han demostrado que las 4 subclases de IgG están representadas en los fluidos sinoviales reumatoideos; las proporciones relativas son las mismas que se encuentran en suero. 29, 30

Los factores reumatoideos (FR) en humanos se definen como anticuerpos de la clase IgG, IgA o IgM específicos contra el fragmento Fc de inmunoglobulinas, en la mayoría de los casos de la IgG. En relación con su especificidad por subclase, se ha demostrado que los FR reaccionan con la IgG1, seguido de las IgG2 e IgG4. La unión a IgG3 es rara.

Se ha reportado una relación IgG1:IgG2 anormal en pacientes con enfermedad del tejido conectivo. En aquellos casos donde se demuestre un aumento policlonal selectivo de IgG1, debe tenerse en cuenta la posibilidad de un síndrome de Sjögren. Se ha sugerido que esta alteración de las inmunoglobulinas es el producto de una respuesta de células B oligoclonal restringida y puede ser la consecuencia de un linfoma de células B benigno. 31-35

Anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA): son predominantemente de las subclases IgG1 e IgG4. 36-40 Autoanticuerpos IgG3 se demuestran fundamentalmente en pacientes con trastornos renales. 37

Se ha demostrado que anticuerpos antiespermatozoides, causantes de infertilidad en el hombre, están restringidos a las subclases IgG1 e IgG2. 41

Enfermedad hemolítica del recién nacido: anticuerpos contra antígenos de grupo sanguíneo muestran un perfil de subclase de IgG distintivo. La influencia de determinadas subclases de IgG anti-Rh (D) en relación con la severidad de la enfermedad, ha sido investigada por diferentes grupos de trabajo. 42-45 En la mayoría de las muestras estudiadas se detecta IgG1 e IgG3, expresándose con más severidad la enfermedad hemolítica que cuando se demuestra IgG1 solamente. Anticuerpos contra grupos sanguíneos de la subclase IgG4, en contraste con aquellos de las subclases IgG1, IgG2 e IgG3, no producen hemólisis, debido a la incapacidad de estos de activar el sistema complemento. 46-49 La determinación de subclases de IgG debe realizarse cuando exista una discrepancia entre los hallazgos serológicos y signos de un aumento de destrucción de eritrocitos in vivo. 50

Indicaciones para la medición de los niveles de subclases de IgG: como se mencionó anteriormente, deficiencias específicas de subclases de IgG pueden estar asociadas con enfermedades, como por ejemplo bronquiectasia, otitis media, sinusitis, neumonía y bronquitis. La posibilidad de una deficiencia de subclase de IgG debe ser considerada en niños con infecciones recurrentes y bronquitis obstructiva crónica. Se ha demostrado una asociación entre deficiencias de IgG2 e infecciones recurrentes severas del tracto respiratorio en niños, causadas por bacterias encapsuladas, de ahí la importancia de su medición en estos pacientes. Debe tenerse en cuenta que las deficiencias de subclases de IgG en niños pueden ser transitorias. Los niveles de IgG2 se incrementan relativamente tarde en la niñez, por esta razón, cuando se demuestran niveles de IgG2 disminuidos por debajo de 2 - 3 años de edad, es aconsejable monitorear dichos niveles en el curso del tiempo, ya que puede ser debido a un proceso de maduración temporal. 51

Obviamente, deficiencias de subclases de IgG pueden ocurrir también en todos los pacientes con riesgo de infecciones debido a estados de inmunodeficiencias.

En general, los niveles de subclases de IgG deben ser medidos siempre que ocurra una disminución en los niveles de IgG total. No se excluye una deficiencia de subclase de IgG aún con concentraciones de IgG total elevadas o normales, 7 por lo tanto, resulta esencial la medición de los niveles de subclases de IgG individuales. 52-53 Existen diversas enfermedades en las que se recomienda la medición de subclases de IgG:

  • Infecciones tales como meningitis causada por neumococos, Haemophilus influenzae tipo B, osteomelitis y neumonía severa.
  • Infecciones purulentas recurrentes del tracto respiratorio alto y bajo.
  • Bronquiectasia y/o infecciones purulentas de etiología no definida como la fibrosis quística.
  • Deficiencias de IgA asociada con enfermedades infecciosas como la neumonía, sinusitis, etc.

Summary

IgG subclass deficiencies represent possible disturbances of immune responses, although several studies have shown low concentrations of IgG subclasses in asymptomatic individuals. A number of diseases associated with increased or decreased levels of IgG subclasses as well as indications for their measurement were described in this paper.

Key words: disturbances in immune response, IgG subclasses

Referencias bibliográficas

1. Gergely J. Structural studies of immunoglobulins. Immunochemistry 1967;4:101-4.

2. Grey HH, Kunkel HG. H - chain subgroup of myeloma proteins and normal 7S globulin. J Exp Med 1964;120:253-66.

3. Terry WD, Fahey JL. Subclasses of human g - globulin based on differences in the heavy polypeptide chains. Science 1964;146:400-1.

4. Jefferis R. Policlonal and monoclonal reagents specific for IgG subclasses. Monograf Allergy 1986;19:71-5.

5. Harada S, Nishumura S, Saiga A, Hosoi S, Mikawa H. Evaluation of production and characterization of monoclonal antibodies to human IgG of four subclasses. Microbiol Immunol 1989;33(7):579-92.

6. Herrod HH. Management of the patient with IgG subclass deficiency and/or selective antibody deficiency. Ann Allergy 1993;70:1-5.

7. Shakib F, Stanworth DR. Human IgG subclasses in health and disease. La Ricerca Clin Lab 1980;10:561-80.

8. Yan Y, Cui Z, Zhao MH. The distribution and clinical significance of IgG subclasses of anti-glomerular basement membrane antibodies. Beijing Da Xue Xue Bao 2004;36(5):501-4.

9. Kuroki A, Shibata T, Houda H, Totsuka D, Kobayashi K, Sugisaka T. Glomerular and serum IgG subclasses in diffuse proliferative lupus nephritis, membranous lupus nephritis and idiopathic membranous nephropathy. Intern Med 2002;41(11):936-42.

10. Goodman JW. Estructura y función de las inmunoglobulinas. En: Stites DP, Terr AI (eds) Inmunología Básica y Clínica. México: Manual Moderno; 1993.p.121-34.

11. Herrod HG. Clinical significance of IgG subclasses. Curr Opin Pediatr 1993;5(6):696-9.

12. Whittingham S, Propert DN. Gm and Km allotypes, immune response and disease susceptibility. Monogr Allergy 1986;19:52-70.

13. Aucouturier P, Bremard-Oury C, Clauvel JP. Serum IgG subclass levels in primary and adquired immunodeficiency. Monogr Allergy 1986;19:156-63.

14. Jelley-Gibbs DM. Differences in IgG subclasses do not effect immune complex-enhanced T cell activation despite differencial binding to antigen presenting cells. Hum Immunol 1999;60(6):469-78.

15. Ishigami Miyake TT. Evaluation of serum levels of IgG subclasses and anti-ribosyl-ribitolphosphate IgG and IgG2 in children with Haemophilus influenzae B meningitis. J Trop Pediatr 1999;45(3):130-4.

16. Siber GR, Schur PH, Aisenberg AC. Correlation between serum IgG2 concentrations and the antibody response to bacterial polysaccharide antigens. New Engl J Med 1990;303:178-180.

17. Umetsu DT, Ambrosino DM, Quinti I, Siber G, Geha RS. Recurrent sinopulmonary infection and antibody response to bacterial capsular polysaccharide antigen in children with selective IgG subclass deficiency. New Eng J Med 1985;313:1247- 9.

18. Scott MG, Shackleford PG, Briles DE. Human IgG subclasses and their relation to carbohidrate antigen immunocompetence. Diag Clin Immunol 1988;5:241-4.

19. Hammarstrom L, Insel RA, Persson MA, Smith CI. The IgG subclass preference of selected naturally occurring anti-polysaccharide antibodies. Monogr Allergy 1988;23:18-20.

20. Hammarstrom L, Smith CIE. IgG subclasses in bacterial infections. Monogr Allergy 1986;19:122-33.

21. Feldman C, Mahomed AG, Mahida P, Morar R, Schoeman A, Mpe J, et al. IgG subclasses in previously healthy adult patients with acute community acquired pneumonia. S Af Med J 1996;86(5 Suppl):600-2.

22. Moss RB, Carmack MA, Esrig S. Deficiency of IgG4 in children: association of isolated IgG4 deficiency with recurrent respiratory tract infections. J Pediatr 1992;120:161-3.

23. Aittoniemi J, Koskinen S, Laippala P, Laine S, Miettinen A. The significance of IgG subclasses and mannan - binding lectin (MBL) for susceptibility to infection in apparently healthy adults with IgA deficiency. Clin Exp Immunol 1999;116(3):505-8.

24. Aalberse RC, Milligen FV, Tan KY, Stapel SO. Allergen-specific IgG4 in atopic disease. Allergy 1993;48:559-61.

25. Yount WJ, Cohen P, Eisenberg RA. Distribution of IgG subclasses among human autoantibodies to Sm, RNP, dsDNA and IgG rheumatoid factor. Mongr Allergy 1988;23:41-3.

26. Gharavi AE, Harris EN, Lockshin MD. IgG subclass and ligh chain distribution of anticardiolipin and anti-DNA antibodies in SLE. Ann Rheum Dis 1988;47:286-8.

27. Bijl M, Dijstelbloem HM, Oost WW, Bootsma H, Derksen RH, Aten J, et al. IgG subclass distribution of autoantibodies differs between renal and extra renal relapses in patients with systemic lupus erythemathosus. Rheumatology (Oxford) 2002;41(1):62-7.

28. Van der Zee JS, van Sweiten P, Aelberse RC. Inhibition of complement activation by IgG4 antibodies. Clin Exp Immunol 1986;64:415-22.

29. World Health Organization: WHO Technical Series: Report No. 1966;35:953-5.

30. Wang AC, Faulk WP, Stuckey MA, Fudenberg HH. Chemical differences of adult, fetal and hypergammaglobulinemic IgG immunoglobulins. Immunochemistry 1970;7:703-8.

31. Kay RA, Wood KJ, Bernstein RM, Holtand PJL, Humphrey RSH. An IgG subclass imbalance in connective tissue disease. Ann Rheum Dis 1988;47:536-8.

32. Meilof JF, Hebeda KM, De Jong J, Smeenk RJT. Analysis of heavy and ligh chain use of lupus-associated anti La/SS-B and anti Sm autoantibodies reveals two distinct underlying immunoregulatory mechanisms. Res Immunol 1992;143:711-4.

33. Hay EM, Freemont AJ, Kay RA, Bernstein RM, Holt PJL, Pumphrey RSH. Selective polyclonal increase of immunoglobulin G1 subclass: a link with Sjogren's syndrome. Ann Rheum Dis 1990;49:373-5.

34. Eriksson P, Almroth G, Denegerg T, Lindstrom FD. IgG2 deficiency in primary Sjogren's syndrome and hypergammaglobulinemic purpura. Clin Immunol Immunopath 1994;70:60-3.

35. Lindstrom FD, Eriksson P, Tejle K, Skogh T. IgG subclasses of anti - SS - A/Ro in patients with primary Sjogrens syndrome. Clin Immunol Immunopathol 1994;73(3):358-61.

36. Brouwer E, Cohen Tervaert JW, Horst G, Huitema MG, Van der Giessen M, Limburg PC, Kallenberg CGM. Predominance of IgG1 and IgG4 subclasses of anti- neutrophil cytoplasmic autoantibodies in patients with Wegener s granulomatosis ando clinically related disorders. Clin Exp immunol 1991;83:379-81.

37. Mellbye OJ, Mollnes TE, Slettevoll L. IgG subclass distribution and complement activation ability of autoantibodies to neutrophil cytoplasmic antigens (ANCA). Clin Immunol Immunopathol 1994;70:32-3.

38. Levy JB, Hammad T, Coulthart A, Dougan T, Pusey CD. Clinical features and outcome of patients with both ANCA and anti - GMB antibodies. Kidney Int 2004;66(4):1535-40.

39. Segelmark M, Wieslander J. IgG subclasses of antineutrophil cytoplasm autoantibodies (ANCA). Nephrol Dial Transplant 1993;8(8):696-702.

40. Holland M, Hervins P, Goodall M, Adu D, Jefferis R, Savage CO. Anti - neutrophil cytoplasm antibody IgG subclasses in Wegeners granulomatosis: a possible pathogenic role for the IgG4 subclass. Clin Exp Immunol 2004;138(1):183-92.

41. Zegers BJ, van der Giessen M, Reerink-Brongers EE, Stoop JW. The serum IgG subclass levels in healthy infants of 13-62 weeks of age. Clin Chim Acta 1980;101:265-9.

42. Engelfriet CP, Van der Borne AEG, Beckerd D and van Loghem JJ. Autoimmune haemolytic anemia: serological and immunochemical characteristics of the autoantibodies; mechanims of cell destruction. Ser Haematol 1974;7:328-31.

43. Zupanska B, Brojer E, Richards Y. Serological characteristics of maternal anti-Rh (D) antibodies in predicting the severity of haemolytic disease of the newborn. Vox Sang 1989;56:247-9.

44. Garratty G, Nance SJ. Correlation between in vivo haemolysis and the amount of red cell-bound IgG measured by flow cytometry. Transfusion 1990;30:617-20.

45. Pollock JM, Bowman JM. Anti.Rh (D) IgG subclasses and severity of Rh disease of the newborn. Vox Sang 1990;59:176-8.

46. Brekke OH, Michaelsen TE, Sandlie I. The structural requirements for complement activation by IgG: does it hinge on the hinge? Immunol Today 1995;16:85-7.

47. Feinstein A, Richardson N, Taussig MJ. Immunoglobulin flexibility in complement activation. Immunol Today 1986;7:169-71.

48. ichaelsen TE, Frangione B, Franklin EC. Primary structure of the hinge region of human IgG3. Probable quadruplication of a 15-amino acid residue basic unit. J Biol Chem 1977;252:883-5.

49. Abrahamson N, Schur PH. The IgG subclasses of red cell antibodies and relationship to monocyte binding. Blood 1972;40:500-9.

50. Engelfriet CP, De Lange GG, Zijdeveld M, Maas N. The determination of the IgG subclass of red cell antibodies. Biotest Bull 1986;1:2-5.

51. Liatsis M, Kanariou M, Petridou E, Moraloglou O, Revinthi K, Mandalenaki- Lambrou K, et al. Serum immunoglobulin G subclasses in healthy infants and children in Greece. Eur J Epidemiol 1997;13(2):151-5.

52. Shield JPH, Strobel S, Levinsky RJ, Morgan G. Immunodeficiency presenting as hypergammaglobulinemia with IgG2 subclass deficiency. Lancet 1992;340:448-51. Preudhomme JL, Hanson LA. IgG subclass deficiency. Immunodef Rev 1990;2:129-31.

Recibido: 2 de noviembre de 2004. Aprobado: 18 de diciembre de 2004.
Lic. Ada Amalia Arce Hernández. Instituto de Hematología e Inmunología. Apartado 8070, CP 10800, Ciudad de La Habana, Cuba. Tel (537) 578268, 578695 544214. Fax (537) 442334. e-mail:ihidir@hemato.sld.cu

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons