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Revista Cubana de Enfermería
versión On-line ISSN 1561-2961
Rev Cubana Enfermer v.21 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2005
Editorial de Ciencias Médicas
Elementos básicos para mejorar la redacción de un artículo científico
Lic. Dania Silva Hernández,1 MSc. Arlene Rodríguez Silva,2 Lic. Yolanda Sarzo González1 y MSc. José Enrique Alfonso Manzanet3
Resumen
Se presentan algunos elementos básicos para mejorar la redacción de un artículo científico, sobre la base de los problemas detectados en una revisión documental de los trabajos para publicar en la sección de artículos originales de 2 revistas biomédicas cubanas en el período 2003-2004. Se destaca la importancia del lector de un artículo científico. Los problemas más serios se encontraron en el acápite de métodos donde no se expresa con claridad cómo se realizó la investigación, aparece información que corresponde a la introducción y se hace uso incorrecto de las técnicas estadísticas, además, en las referencias bibliográficas se encontró inexactitud en las citas. Los elementos ofrecidos pueden contribuir a mejorar la redacción y a elevar la calidad de un artículo científico a partir de una mejor comprensión del significado y contenido de cada una de sus partes.
Palabras clave: Artículo científico, redacción.
La diferencia entre un artículo publicado en una revista informativa y otro publicado en una revista científica, es que en la primera el autor debe abordar el tema en un estilo ameno, con un lenguaje sencillo, puede omitir detalles técnicos, utilizar pocas fuentes bibliográficas o incluso no citarlas, la intención es sólo divulgativa. El grupo editorial de la revista no cuestiona el contenido de los artículos, pues su autor es considerado una autoridad en el tema.
El artículo elaborado para publicarse en una revista científica, por el contrario, utiliza el lenguaje científico y debe pasar por diferentes filtros que cuestionan la relevancia, originalidad e incluso la veracidad de la información. Mientras más estricto es el filtraje de la revista, entendido en el ámbito científico como arbitraje, más posibilidades tiene la publicación de ser reconocida y ganará en prestigio tanto nacional como internacional, además, podrá ser considerada como válida o primaria.
El término publicación válida o primaria se define como la primera publicación de una investigación, que fue objeto de un proceso de arbitraje por los expertos de un comité editorial, previo a la publicación y que en la sección de materiales y métodos (u otra equivalente) suministra información suficiente para que otros científicos puedan repetir esos experimentos y confirmar los resultados. Además, debe haberse publicado en una revista asequible a la comunidad científica.1 Esta definición es bien completa y su aplicación debería bastar para que se publicaran buenos artículos científicos, sin embargo, hay 2 aspectos en los que es necesario enfatizar:
- En primer lugar, el lenguaje científico resulta más difícil de expresar por escrito que verbalmente. Una cosa es concebir un pensamiento con claridad; y otra, expresarlo con idéntica precisión. La terminología científica debe ser precisa y objetiva. Debe utilizar los vocablos con el máximo rigor para evitar ambigüedades y equivocaciones en la interpretación.2,3 Escribir es muy difícil, nunca se termina de aprender, sólo los genios, menos del 0,1 % de la raza humana, escriben una vez y así como escriben publican y tienen éxito. (Carletti EJ. Revista Axxón, número 92 de junio de 1997).
- En segundo lugar, y como se desprende de la definición ofrecida, el autor verdadero, el que tiene algo que decir, debe guiarse cuando escribe por un doble propósito: el de ser leído y entendido. La piedra de toque del talento del autor es precisamente su capacidad de hacerse leer y entender. Para lograr lo anterior, es necesario que el artículo aparezca escrito de la forma que lo quiere el lector y no el autor.
De todo lo anterior se desprende que la publicación científica tiene sus normas, necesarias para proporcionar precisión y rigor expositivo que eviten cualquier confusión y que permita que otros puedan enriquecerse con las experiencias descritas.
El objetivo de este trabajo es presentar algunos de los problemas que con frecuencia aparecen en la redacción de un artículo científico, reflexionar sobre ellos y ofrecer algunos elementos básicos a tener en cuenta en el momento en que el autor se dispone a escribirlo y que pueden ayudar a hacer cada vez mejor esta redacción.
Estructura y contenido del artículo científico
La estructura estándar del artículo científico biomédico se compone de las siguientes partes: partes preliminares, que contiene el título del trabajo, nombre y apellidos de cada autor con sus títulos académicos más altos, nombre de la institución, resumen, palabras clave y el nombre y dirección electrónica del autor responsable de la correspondencia. Partes del cuerpo, que contiene la introducción, los métodos, resultados y discusión; esta última debe terminar con un párrafo donde se recojan las conclusiones del trabajo, por último, las partes finales, que contiene los agradecimientos, referencias y anexos.4,5
Se realizó una revisión documental a la totalidad de los artículos recibidos para publicar en la sección de artículos originales de 2 revistas biomédicas cubanas en el período 2003-2004.
Los problemas fundamentales en las partes preliminares, se encontraron en el título, el resumen y en la ausencia del autor de correspondencia.
Al preparar el título de un artículo, su autor debe recordar que ese título será leído por un número indeterminado de personas. Sólo pocas personas leen el trabajo completo, pero muchas leerán el título, ya sea en la revista original o en fuentes secundarias. Day define un buen título como el menor número posible de palabras que describen adecuadamente el contenido de un artículo.6
En los artículos revisados se encontraron títulos poco específicos y otros con subtítulos. Escribir el título una vez concluida la investigación, con todos los resultados disponibles, puede ayudar a concretar títulos claros, informativos y a la vez atractivos; sin palabras o frases superfluas como son: investigación acerca de..., estudio sobre..., informe de...
La combinación título principal-subtítulo, separado por dos puntos o por punto y seguido, era muy corriente hace unos años pero en la actualidad no se usan. Algunas de las objeciones son que esos títulos contienen casi siempre redundancias considerables o que la primera parte suele ser tan general que resulta inútil. Este tipo de título es más común en libros pero no resultan buenos para el artículo científico.4-7
Un ejercicio útil que puede ayudar a lograr buenos títulos es comprobar que contengan 2 ó 3 palabras clave, no más de 15 a 16 palabras, sin dos puntos ni punto y seguido.
En relación con el resumen, los problemas encontrados estaban enmarcado en los siguientes aspectos: resumen con información que no aparecía en el trabajo, con mucho contenido de los antecedentes del tema y ausencia de las conclusiones más relevantes.
En el ámbito de la comunicación científica, el resumen viene a ser la muestra que el autor ofrece y el lector examina. Un resumen bien preparado permite a los lectores identificar rápida y exactamente el contenido de un documento, determinar su conveniencia para sus intereses y decidir así si tienen que leer el trabajo en su totalidad.
El resumen y el título, por ser las partes más leídas del artículo, deben ser breves y han de escribirse cuidadosamente.4-6,8,9
En las revistas biomédicas cubanas, se usa el resumen de tipo informativo. El autor dispone de un máximo de 250 palabras para resumir la información contenida en un trabajo. Pero como el resumen es, además, una muestra de la calidad o de la falta de calidad de lo que sigue, es posible que si se presenta de forma estructurada, se puedan resolver los problemas detectados.
El resumen de tipo estructurado es un conjunto de pequeños párrafos dedicados a decir lo más relevante de las diferentes partes del artículo, lo que disminuye la posibilidad de que el autor no recoja la información correspondiente y a la vez permite un equilibrio entre la cantidad de ella que debe aparecer de cada una de las partes.
Entre los problemas detectados en las partes preliminares estaba la falta de dirección electrónica del autor de correspondencia. Esta incorrección anula la comunicación entre los autores y el comité editorial o con el editor de la revista y puede llevar a rechazar un buen trabajo por la imposibilidad de poder consultar cualquier aspecto que no se entienda y que puede llevar al rechazo de un artículo.
En todas las partes que conforman el cuerpo de los artículos, se encontraron problemas que atentaban contra su calidad, los que a continuación se relacionan.
En la introducción se presenta el mayor porcentaje de las referencias y no se expone con claridad el propósito u objetivo del trabajo. Es en ella donde realmente comienza el artículo y su finalidad es precisamente, introducirlo. Definir el problema, es decir, por qué se eligió el tema y por qué es importante, es la primera regla y una vez precisado este aspecto, será más fácil enunciar brevemente y con claridad cuál es el objetivo del trabajo. Este objetivo debe enunciar los aspectos del problema que se pretende resolver con la investigación. Es bien difícil en un único estudio dar respuesta a todas los interrogantes que plantea un problema de investigación.
Hay que elegir las referencias cuidadosamente para suministrar los antecedentes más importantes, aquellas que confirmen los hallazgos del autor u otras que muestren acuerdo o discrepancia con la metodología utilizada. Es importante recoger la información de las investigaciones realizadas en Cuba que se relacionen con el tema en cuestión. 4-6,8
En los métodos, los problemas se centraron en la mezcla de la información ofrecida, fundamentalmente con elementos que deberían ubicarse en el acápite de introducción, lo que trae como consecuencia que el cómo se ha hecho el trabajo o la investigación no queda claramente expresado. Por eso, mientras escribe, es muy importante recordar que lo esencial del método es que otros investigadores puedan repetir el estudio o la investigación, y que lo está haciendo para colegas interesados en el problema a los que debe dar todos los datos relevantes.
Conviene, por tanto, proceder con orden, aludir al tipo de estudio, al diseño general del trabajo, dar las oportunas referencias bibliográficas relativas a los métodos usados e indicar las modificaciones introducidas en ellos, así como también las normas éticas si así lo requieren los estudios realizados. Describir todo lo nuevo con precisión suficiente y no omitir datos esenciales. Distribuir la materia en párrafos o, cuando sea preciso, poner encabezamientos oportunos que faciliten la comprensión de los complicados procedimientos de hoy. La regla de oro en la redacción de este acápite es que más que en ninguna otra parte del artículo, sobra todo lo inconcreto. Están fuera de lugar lo difuso e indeterminado.10
Otro aspecto importante y con muchas dificultades en el material disponible fue el uso incorrecto de técnicas estadísticas. Se encontró que en muchas ocasiones sólo se hace referencia al nombre de la técnica empleada sin precisar las variables, para qué o para buscar qué. No se declaran los métodos de aleatorización de la muestra, no se traduce al lenguaje científico los resultados de la aplicación de estas técnicas, generalmente se queda en es o no significativamente diferente, es decir, en el puro lenguaje matemático y así mismo, se ofrecen después las conclusiones.
Sorprendió encontrar en trabajos descriptivos, el empleo del método de meta-análisis y la solicitud del consentimiento informado que son un procedimiento y un componente, respectivamente, muy específicos de determinadas investigaciones.
El meta-análisis, se refiere a investigaciones en las cuales la población de estudio es recopilada de diferentes publicaciones y se somete a pruebas estadísticas como si se tratase de un solo grupo poblacional. Es una herramienta para conseguir una población numerosa de casos raros o de una determinada condición clínica.11
Recientemente se publicó un meta-análisis de las terapias con productos naturales para el tratamiento de la hiperlipidemia.11 El objetivo del estudio fue comparar la eficacia y seguridad de los esteroles y los estanoles de las plantas y el policosanol (PPG), en el tratamiento de las enfermedades cardiacas medido por la reducción de las concentraciones del colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (C-LDL). Para ello se seleccionaron 52 estudios controlados, aleatorizados y a doble ciegas relacionados con la temática que incluyeron un total de 4 596 pacientes. La selección de los estudios tuvo como base la revisión de la literatura publicada desde enero de 1967 hasta junio de 2003. Con este meta-análisis se pudo concluir que tanto los esteroles y los estanoles así como el PPG eran seguros y bien tolerados, sin embargo el PPG era más efectivo para la reducción de las concentraciones de C-LDL y modificaba más favorablemente el perfil lipídico.
El consentimiento informado, por su parte, consiste en una decisión de participar en una investigación, tomada por un individuo competente o su representante legal que ha recibido la información necesaria, la ha comprendido adecuadamente y, después de considerarla llega a una decisión sin haber sido sometido a coerción, intimidación ni a influencias o incentivos indebidos. En toda investigación biomédica realizada en seres humanos, el investigador debe obtener el consentimiento informado voluntario del potencial sujeto o el representante legal mediante la información, repetición y explicación de los riesgos a que puede exponerse y de los beneficios que puede recibir; dar respuestas a las preguntas que pudieran surgir y asegurarse de que cada individuo entiende todos los procedimientos. La obtención del consentimiento informado es un proceso que comienza por el contacto inicial con el potencial sujeto y continúa durante el estudio.12,13 En el Código de Nüremberg de 1947 se establece por primera vez la obligatoriedad del consentimiento informado y se recogen sus principios básicos.14
Las revistas médicas de más prestigio cuentan con un comité de revisores especialistas en metodología y estadística que asesora al comité editorial, y aunque no consigan garantizar la absoluta corrección del resultado final, es decir, del artículo original publicado, sí aumentan su calidad en comparación con el manuscrito sometido a revisión.15
Sería útil que los comités editoriales de las revistas biomédicas cubanas tomaran el ejemplo señalado y analizaran la posibilidad de que un especialista en estadística revisara aquellos trabajos, que aunque no son la mayoría, si pudieran ser importantes por tratarse de investigaciones explicativas o ensayos clínicos que hacen uso de esta herramienta para obtener sus resultados. No será fácil pero sí una vía para incrementar la calidad de las publicaciones lo que pudiera incidir, además, en su impacto en la comunidad científica nacional e internacional.
En los resultados se encontró, con mucho frecuencia, la tendencia a escribirlos conjuntamente con la discusión, forma totalmente incorrecta porque cada acápite tiene su finalidad particular, como se expone más adelante.
Un problema importante fue la repetición de los resultados, primero en la tabla y después en el texto se hace alusión a todos los datos que aparecen en ellas. Este proceder, además de innecesario, alarga el acápite de resultados que debe ser el más corto de un artículo científico. En este sentido, el autor sólo debe hacer un comentario que oriente al lector hacia los resultados más relevantes.
Se encontró, con bastante frecuencia, la disposición a usar tablas indiscriminadamente para ofrecer datos que se pueden poner en un párrafo. Ejemplo de ello es la típica distribución de la muestra por edad, sexo, color de la piel y nivel de escolaridad, aun cuando sólo se trata de caracterizar la muestra y nada tienen que ver estos datos con el propósito u objetivo del estudio o la investigación. 5
Es aconsejable exponer los resultados en el texto y utilizar tablas o gráficos cuando sienta que para escribir un texto tendrá que repetir muchas palabras que puedan causar confusión en el lector y es, entonces, más sencillo presentar los datos de otra forma. Las tablas constituyen un medio auxiliar tanto para el lector como para el autor. Los gráficos deben emplearse cuando se quiera señalar algún patrón especial en los resultados que mediante tablas sea complicado notar.5
Al escribir los resultados, el autor debe expresarse con claridad y sencillamente, porque representan los nuevos conocimientos que se están aportando al mundo. Algunos autores afirman que la sección de resultados es el corazón del artículo. Lo será si da una respuesta inequívoca al problema que se plantea, si presenta una recapitulación concisa y ordenada de los datos y si expone claramente su significación estadística, cuando corresponda. 4-6,16,17
Otro elemento que llamó la atención en la revisión realizada es que prácticamente no se encontraron referencias a resultados negativos. Estos, si se dan, no deben eliminarse porque pueden constituir a veces información muy valiosa.
En la discusión no se discute o se hace pobremente o en el mejor de los casos, se repiten los resultados. No se expresan opiniones o criterios del autor y se ofrecen pocas referencias bibliográficas. Estos problemas son justamente lo contrario de lo que el lector espera encontrarse en una discusión.
Es necesario decir que el acápite de la discusión es de los más difíciles de escribir y el que demanda del autor una buena dosis de coraje intelectual. En este acápite, el autor tiene la oportunidad de analizar los hallazgos propios uno por uno, describir su solidez sobre la base de los métodos empleados y de su consistencia con las investigaciones precedentes.
El tono de la discusión ha de ser objetivo, no deben ocultarse las diferencias con las observaciones u opiniones de otros autores, sino que conviene hacerlas constar y tratar de explicarlas o, en caso contrario, admitir la propia incapacidad para hacerlo.
Deben citarse y comentarse aquellos trabajos de calidad científica que ayuden, conjuntamente con los criterios propios, a explicar la significación de los resultados, que es en esencia la finalidad de escribir el acápite de la discusión.
El autor debe lograr discutir los resultados, no repetirlos. Sólo después de haber pensado mucho e intensamente sobre los hallazgos e ideas propias y ajenas, puede el autor ponerse a escribir la discusión de un artículo científico.4-6,18
La discusión debe terminar con un párrafo que contenga las conclusiones del trabajo donde fácilmente el lector pueda encontrar respuesta a los objetivos que se planteó el autor. En las conclusiones, no se repiten los resultados y menos, debe aparecer una lista con los resultados más importantes, como se ha encontrado. No deben formularse conclusiones en las que se introduzca un resultado o un aspecto de éstos no discutido con anterioridad pues ellas se derivan, en lo fundamental, de los resultados y su discusión.
En la práctica, es útil comprobar si existe correspondencia entre los objetivos o propósitos del trabajo y las conclusiones a las que se arriban.
En las referencias bibliográficas, en general, se apreció desconocimiento de las normas establecidas. La falta de datos en las citas o su inexactitud puede, por un lado, decidir el rechazo de un trabajo, y por otro, poner en juego la reputación del autor porque el lector de un artículo que tiene errores en las citas, puede, en el mejor de los casos, pensar sobre posibles errores en cualesquiera de las partes del trabajo y etiquetar a ese autor como no creíble o confiable. Si se trata de un lector activo, puede, además, darle su parecer al autor o escribir una carta al editor, para que sea publicada o no, con sus consideraciones.13,19
El formato de las normas uniformes para las referencias bibliográficas ha sido quizás el factor del éxito y aceptación del llamado estilo de Vancouver.20 En primera instancia, impresionan como muy complicadas cuando es todo lo contrario, el material está disponible, publicado en varias de las revistas biomédicas cubanas o debe solicitarse a sus directivos, sólo falta formarse el hábito de tomar todos los datos necesarios cuando se anota una referencia de una fuente primaria, ordenarlos con el estilo de Vancouver y llegar a aprenderlo de memoria, por lo menos, en lo que a revistas se refiere, en un primer momento.
En la actualidad muchos autores que tiene acceso a Internet, toman referencias de esa fuente pero deben primero saber que su acotación en el artículo científico también sigue los Requisitos Uniformes redactados por el Grupo de Vancouver.
La bibliografía es una parte muy importante del artículo original que el autor no puede descuidar. Se estima en mucho aquellos artículos, que aunque no arriben a resultados espectaculares, tienen un buen aparato bibliográfico, con una precisión infalible; aspectos que tanto los lectores como los editores, agradecen.21
En el presente artículo se han resumido los problemas más importantes detectados en artículos científicos entregados para publicar en la sección de trabajos originales de revistas biomédicas cubanas y se han ofrecido elementos que pueden contribuir a mejorar la redacción y a elevar la calidad de un artículo a partir de una mejor comprensión del contenido de cada una de sus partes.
Agradecimientos
Los autores agradecen a los expertos, DrC. Eugenio Jara Casco y DrC. Francisco Rojas Ochoa, las sugerencias recibidas.
Summary
Basic elements to improve the writing of a scientific article
Some basic elements are presented aimed at improving the writing of a scientific article on the basis of the problems detected in a documental review of the papers to be published in the section of original articles of two Cuban biomedical journals from 2003 to 2004. It is stressed the importance of the reader of a scientific article. The most serious problems were found in the separate paragraph of methods, where it is not clearly expressed how the investigation was carried out, it appears information corresponding to the introduction and it is made an incorrect use of the statistical techniques. Besides, inaccuracy was observed in the citations included in the bibliographic references. The elements given mey contribute to improve the writing and to increase the quality of the scientific article starting form a better understanding of the meaning and content of each of its parts.
Key words: Scientific article, writing.
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Recibido: 19 de marzo de 2005. Aprobado: 30 de abril de 2005.
Lic. Dania Silva Hernández. Editorial de Ciencias Médicas. Línea e I Vedado. La Habana, Cuba. e-mail: dsilva@infomed.sld.cu
1Redactora-Editora.
2Máster en Farmacología. Licenciada en Bioquímica. Investigadora Agregado. Tecnóloga 1er. Nivel.
3Máster en Informatica en salud.