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Revista Cubana de Enfermería

versión impresa ISSN 0864-0319versión On-line ISSN 1561-2961

Rev Cubana Enfermer v.22 n.4 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2006

 

Colaboración extranjera

Facultad de Medicina Universidad de Concepción, Chile

Acreditación de campos clínicos de enfermería

Doctoranda Patricia Cid Henríquez1 y Dra. Olivia Sanhueza A.2

Resumen

Desde sus primeros años, a inicios del siglo XX, la enseñanza práctica de Enfermería se ha desarrollado en los establecimientos de salud. Actualmente las instituciones de salud y educación en Chile están siendo evaluadas. A través de la acreditación se está verificando si los procesos en educación y salud dan como resultado un producto de calidad. Desde esa perspectiva se hace necesario acreditar los campos clínicos porque en ellos se favorece la integración teórico-práctica, esencial en la formación del estudiante de enfermería; se adquieren habilidades de interacción humana con las personas con necesidad de cuidado, entre otras variables asociadas a su competencia práctica. En el presente trabajo con el propósito de unificar criterios en torno a acreditación de campos clínicos en Enfermería, se analizarán aspectos relacionados con los actuales procesos de acreditación de campos clínicos para la enseñanza de Enfermería.

Palabras clave: Acreditación, campos clínicos, enfermería

Breve historia de la educación en enfermería en Chile

En sus inicios la carrera de Enfermería se desarrolló bajo la tuición de la institución de salud estatal, se daba mayor énfasis a la formación práctica, tanto hospitalaria como domiciliaria. En 1924 se creó el Consejo Superior del Servicio de Enfermeras de Chile integrado por médicos cuya función era velar por el mejoramiento de la enseñanza de las escuelas de enfermeras y por las condiciones de las plantas físicas de funcionamiento de estas escuelas, apreciándose ya una preocupación por el ambiente donde se desarrollaba la carrera de enfermería.1

En 1951, la Asociación de Enfermeras de Chile propone la renovación del plan de estudios de enfermería. Con este plan se procuró que la enseñanza teórica fuera más relacionada con la práctica y usar de la mejor forma las diversas actividades clínicas, sanitarias y sociales. Además se vio la necesidad de contar con instructoras preparadas y en proporción de una por ocho alumnas.1

La Sección de Enfermería del Servicio Nacional de Salud elaboró en 1956 las Normas para la organización del trabajo de Enfermería en hospitales y en el área de Salud Pública. Se revisó el programa básico y se hicieron modificaciones, relacionadas con la experiencia clínica, en beneficio de la educación de las alumnas, como: reducción del número de servicios donde las alumnas realizaban sus experiencias; selección de los servicios mejor organizados que contaran con enfermeras competentes y que dispusieran del material y equipo necesario para proporcionar buena atención de enfermería. En los servicios de medicina y cirugía las alumnas atenderían a aquellos enfermos que ofrecieran oportunidades educativas y no más de 3 ó 4 enfermos por alumna, debiendo estar a cargo de la instructora en cada práctica. Esto fue un avance innovador para ese tiempo, que probablemente incidió en una mejor formación para las enfermeras de esa época.

A través de esta breve relación de los hechos en la historia de la formación de las enfermeras en Chile, se deduce que la práctica era considerada un pilar importante de la formación. En esos años no existía el concepto de Hospital Docente u Hospital Escuela para la práctica de los alumnos. Se utilizaba el mismo hospital, que a la vez impartía la formación. No existían cuestionamientos hacia ellos, pues allí se formaba y se practicaba.

Hoy día, en cambio, se hace mención directa a ellos, básicamente en los documentos del Ministerio de Salud (MINSAL), donde se establecen Normas para la Relación docente asistencial o en los Criterios de evaluación para la acreditación de carreras de Enfermería, por la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP). (Ministerio de Salud. Norma General Administrativa: regulaciones en materia de asignación y uso de los campos clínicos en los Servicios de Salud 2001). (Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado. Criterios de Evaluación para la Acreditación de Carreras de Enfermería 2000).

En el presente trabajo con el propósito de unificar criterios en torno a acreditación de campos clínicos en Enfermería, se analizarán aspectos relacionados con los procesos de acreditación de campos clínicos para la enseñanza de Enfermería. Se iniciará con conceptualizaciones de acreditación en educación y salud; referencias a los campos clínicos en el proceso de enseñanza –aprendizaje de los estudiantes de enfermería y finalmente con algunas reflexiones.

Métodos

Se realizó una revisión bibliográfica que contempló varios textos, artículos, libros, que abarcan criterios fundamentales sobre la acreditación de campos clínicos en Enfermería. Se consultaron entre otros autores a Flores R., Madianos G, Zurita R, Llanes C. Los criterios de los autores consultados enriquecieron y sustentaron el propósito de este trabajo. De igual forma fueron analizadas las variables objeto de la revisión.

Conceptualizaciones

Actualmente es común escuchar sobre calidad en la salud, calidad de los servicios, calidad del medio ambiente, etc. términos que se utilizan tanto en el ámbito general de instituciones o grupo, como en el ámbito particular de individuos.

La garantía de calidad es un concepto asociado, amplio y que puede definirse como un método o sistema para asegurar y mantener los aspectos de eficiencia asistencial de la salud de acuerdo con los estándares, normas y criterios comúnmente aceptados o de acuerdo a un patrón preestablecido.2-4

Para verificar la calidad es necesario recurrir al uso de indicadores . Un indicador es un fenómeno que representa una cualidad teórica y difiere de una variable en el sentido que este puede estar constituido por una combinación de variables.5

Un concepto relevante en esta temática es la evaluación. Evaluación significa estimar la magnitud o la calidad de un hecho, de un proceso o producto. En consecuencia, la evaluación implica el análisis de contexto, la determinación de criterios, parámetros de referencia, variables, mediciones e indicadores y la selección del agente evaluador. Por definición, la evaluación es relativa, está asociada a un marco conceptual/lógico de referencia, siendo poco probable plantearla en términos absolutos.6
La acreditación

Para evaluar que los procesos den como resultado un producto de calidad se lleva a cabo un sistema de evaluación denominado acreditación.

Así por ejemplo, en la acreditación de las carreras de Enfermería se verifica el proceso de la formación del profesional, acreditándose de acuerdo a ciertos cánones, preparados por la Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado (CNAP). No existe por el momento la certificación del producto, o sea el profesional que se formó allí, se evalúa sólo el proceso seguido para llegar a formar a ese profesional. (Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado. Criterios de Evaluación para la Acreditación de Carreras de Enfermería 2000).

Dentro del ámbito de la acreditación en la educación superior, existen dos aspectos que pueden estar o no ligados en el tiempo. Por un lado está la acreditación académica, proceso de verificación por el cual se da un título a una persona; y por otro, la acreditación profesional, mediante la que una persona adquiere la certificación para poder ejercer una profesión, ya sea una inscripción o registro.7 Este último aspecto se encuentra en vías de ser implementado en Enfermería para fines del año 2006, por medio del Examen Nacional de Enfermería, bajo el patrocinio de la Asociación Chilena de Educación en Enfermería. (Asociación Chilena de Educación en Enfermería. Examen nacional de enfermeras egresadas de las universidades de Chile. Boletín 2004; 1).

Se colige así que la relación entre los conceptos de calidad y acreditación tienen directa relación, pues se utiliza la acreditación como un proceso para evaluar la calidad.

Acreditación en Salud

En la bibliografía se encuentra información respecto a la acreditación en Educación Superior, no así la acreditación de campos clínicos para la formación en salud, en lo cual sólo recientemente se ha hecho énfasis.

Los campos clínicos en Enfermería constituyen un pilar básico en la formación del estudiante, porque es allí donde se favorece la integración teórico-práctica; los estudiantes aplican el proceso de enfermería en las personas o familias enfermas o sanas; realizan actividades de prevención y tratamiento de la enfermedad y promoción de la salud, entre otras variadas actividades de su competencia.

Respecto a la evaluación de calidad en salud, Donabedian en 1966 introdujo los conceptos de estructura, proceso y resultado, que constituyen hoy día el paradigma dominante de evaluación de la calidad de la atención en salud.8

Al comienzo de los años 50 la Comisión de Acreditación de Organismos para el Cuidado de la salud (Joint Commission on Accreditation of Health Care Organizations, JCAHO) en USA, comienza sus labores al exigir algunos estándares a los hospitales, explicitando posteriormente los centros que tienen capacidad para hacerlo bien. En la actualidad la JCAHO tiene como misión mejorar la calidad del cuidado de la salud proporcionado al público. Considera en su proceso de acreditación, además de la estructura, la gestión de los recursos humanos, la orientación al paciente y la mejora de los procesos.9

El Ministerio de Salud ha establecido mecanismos para evaluar y certificar la calidad de atención en los distintos establecimientos, a fin de garantizar la calidad de la atención en el país. Desarrolló en el año 2005 un Programa de Evaluación Externa de la Calidad de la Atención Hospitalaria (PECAH) que contempla los aspectos más relevantes en este nivel de atención.3

En general, en los procesos de acreditación, principalmente de salud son utilizados estándares, así como para la educación superior, indicadores.

Educación y Salud

En la década del 70, por decreto del Ministerio de Salud se crea la Comisión Nacional Docente-Asistencial (CONDAS) dependiente del MINSAL, quien se encargaría de la coordinación que deberían realizar conjuntamente las áreas de desarrollo de los programas docente-asistenciales, en salud. Aunque en algunos textos aparece la existencia de esta comisión docente-asistencial a partir de 1948, no se cuenta con antecedentes escritos de esos primeros años.1-9 (Armas MR.¿Cómo se regula la asignación y uso de los campos clínicos? Secretario Comisión Nacional Docente Asistencial. 2001). El déficit en esa comisión es que está representada sólo por una disciplina de la salud, lo cual no permite abarcar la rica variedad de situaciones que se generan en la utilización de los campos clínicos. Está constituida sólo por los decanos integrantes de la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH) y por representantes del Colegio Médico.

Hasta el año 2000 la referida comisión funcionó en forma irregular. Al reactivarse, señala que uno de los problemas de la relación docente asistencial es “el uso de los campos clínicos asistenciales por las universidades, para entregar una docencia práctica y efectiva en las carreras de la salud”. ( Norma General administrativa: Regulaciones en Materia de Asignación y Uso de los Campos Clínicos en los Servicios de Salud. Ministerio de Salud 2002).

Esta comisión expuso la necesidad que “MINSAL establezca vínculos de colaboración con Ministerio de Educación, Consejo Superior de Educación (CSE) y las diversas instituciones formadoras de recursos humanos para el Sector Salud”. Es decir, se estaría recuperando la idea de que “es facultad del MINSAL dictar las normas generales y proporcionar un marco de coordinación, supervisión y control para que tales negociaciones y convenios faciliten el logro de los objetivos de la política de salud”. (Armas MR.¿Cómo se regula la asignación y uso de los campos clínicos? Secretario Comisión Nacional Docente Asistencial. 2001).

CONDAS define “el campo clínico como aquel establecimiento asistencial de salud que posee condiciones de estructura, personal y equipamiento tecnológico adecuados para realizar la formación de profesionales y técnicos para la salud. Un campo clínico puede incorporar establecimientos de distinto grado de complejidad, desde el Hospital Clínico hasta los Consultorios Especializados, Consultorios de resolución secundaria, consultorios primarios e Institutos u Hospitales especializados”. (Norma General administrativa: Regulaciones en Materia de Asignación y Uso de los Campos Clínicos en los Servicios de Salud. Ministerio de Salud 2002).

En el 2001 el MINSAL, guiado por la propuesta de CONDAS, emitió la Norma General administrativa sobre Regulaciones en Materia de Asignación y Uso de los Campos Clínicos en los Servicios de Salud. En este documento se establecen los principios rectores de la relación docente asistencial y asignación de los campos clínicos de los servicios de salud, y directrices para la suscripción de convenios docente - asistenciales de asignación de campos clínicos.

Se enfatiza que en la acreditación de un campo clínico se deberá asegurar que este cumpla con condiciones generales que permitan realizar una formación adecuada de profesionales para el sector de la salud, como poseer condiciones de infraestructura, equipamiento tecnológico, población usuaria, cobertura geográfica, recurso humano académico asistencial calificado; contar además con un número de camas, pacientes hospitalizados y ambulatorios, tecnología suficiente, que permitan a los estudiantes cumplir los programas docentes. Otros requisitos importantes son: contar con bibliotecas, salas de conferencia, de seminarios y de residencia para aquellos estudiantes que realicen turnos.

En esta Norma, también se define lo que constituye un Hospital Clínico Docente – Asistencial: “establecimiento de salud que, en su nivel de complejidad, puede entregar un manejo y concepción integral de la medicina y su relación con la salud, tanto en sus aspectos curativos y de rehabilitación, como en los de promoción y prevención". Como se confirma, la declaración anterior alude en forma específica a la carrera de medicina, pero esta Norma se aplica en forma indistinta en todas las carreras del área de la salud, con los pro y los contra que ello puede suscitar. Hay que considerar que la comisión que elaboró la propuesta está conformada por profesionales médicos.

Es importante que el alumno armonice los conocimientos con las habilidades y con las actitudes para llegar a ser habilitado y reconocido como un buen profesional. Algunos autores refieren que quienes hayan adquirido las competencias clínicas apropiadas junto a los conocimientos precisos, podrán ser considerados profesionales capacitados para ejercer su profesión. Y este constituiría un criterio de calidad tanto para los centros de enseñanza (facultades) como para la propia sociedad que exige un profesional competente.10,11 En los campos clínicos el alumno aprende a hacer, a convivir y a ser. Es importante que en este ambiente además desarrolle la capacidad de aprender a pensar con innovación. A través de estos pilares el alumno desarrollaría un perfil profesional integral.11

De los autores anteriores se deduce que los contenidos curriculares contribuirían a la formación del alumno, pero también se ratifica que lo hacen muy especialmente las actividades realizadas en los campos clínicos, ya que allí el alumno puede desarrollar y modelar las competencias prácticas inherentes a su rol.

Acreditación de campos clínicos de Enfermería

Varias definiciones acerca de lo que constituye enfermería han sido expresadas, tal como la del Consejo Internacional de Enfermeras la cual refiere que: “La enfermería abarca los cuidados, autónomos y en colaboración, que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos, en todos los contextos, e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de los enfermos, discapacitados y personas moribundas”.12 O la señalada por el Código Sanitario chileno en 1997: "Los servicios profesionales de la enfermera comprenden la gestión del cuidado en lo relativo a promoción, mantención y restauración de la salud, la prevención de enfermedades o lesiones, y la ejecución de acciones derivadas del diagnóstico y tratamiento médico y el deber de velar por la mejor administración de los recursos de asistencia para el paciente".13

Para poder formar un profesional con estas características es necesario cautelar que la formación que reciba sea entregada con todos los elementos que potencien al futuro profesional. La inquietud que surge es: ¿Cómo verificar que la institución formadora cuente con los recursos humanos y materiales para que los procesos educativos se lleven a cabo en forma óptima, para obtener un buen profesional de Enfermería?

La reforma de 1980 impactó en toda la educación superior, desde sus componentes hasta los mecanismos de financiamiento, trasformando completamente la operación de las instituciones. Esta reforma también afectó a Enfermería, asociado a que las universidades privadas aumentaron y crearon carreras que eran de mayor demanda en el mercado, entre las cuales estaba Enfermería.14

Frente al aumento de carreras y motivado por la mantención de la calidad en la formación del profesional de enfermería, la Asociación Chilena de Educación en Enfermería convocó a un encuentro con los directivos de las nuevas escuelas para cautelar cómo se llevaba a cabo la educación y el uso de campos clínicos, y para establecer redes de comunicación en bien de la profesión.15

Es en este ámbito de la expansión de las Escuelas de Enfermería donde cobra aún más importancia la acreditación de campos clínicos, ya que implica desarrollar una mayor capacidad de responsabilidad social y aplicar un sistema más complejo de evaluación y de control de calidad.16 Cuando la carrera de Enfermería ha cumplido requisitos de acreditación, la sociedad puede confiar en las políticas de esa carrera.

En el 2001 el Comité Técnico de Enfermería formado en la CNAP definió el perfil de egreso y los criterios de evaluación para la acreditación de la carrera de enfermería. El perfil de egreso mínimo es aquel conjunto de competencias y habilidades mínimas a las que debe conducir todo programa de enfermería y que sus egresados deben dominar al concluir sus estudios, sin perjuicio de la diversidad de objetivos que pueda definir cada carrera. (Comisión Nacional de Acreditación de Pregrado. Criterios de Evaluación para la Acreditación de Carreras de Enfermería 2000).

En este perfil se consideran competencias específicas y generales; las competencias específicas están agrupadas en cuatro áreas de formación: asistenciales, investigación, educación y gestión y liderazgo. Las competencias generales que son importantes desarrollar en la formación integral de un profesional son comunicación, pensamiento crítico, solución de problemas, flexibilidad, interacción social, autoaprendizaje e iniciativa personal, desarrollo personal, formación y consistencia ética, pensamiento globalizado, formación ciudadana, sensibilidad social, y sensibilidad estética.

Este Comité definió 10 criterios de evaluación, que permitirían establecer las expectativas que debe satisfacer la unidad encargada de impartir la carrera. De esos 10, se han seleccionado aquellos que establecen criterios específicos acerca de las prácticas clínicas:

Criterios

Evaluación de la CNAP

Perfil Profesional y estructura curricular

La organización curricular debe asegurar una formación integral
Las actividades de tipo práctico - clínico se deben desarrollar en campos clínicos.

Recursos humanos

La unidad académica debiera tener políticas de integración y capacitación de los profesionales de hospitales o consultorios, utilizados como campos clínicos, en temas específicos que fortalecen el proceso docente.

Efectividad del proceso enseñanza aprendizaje

La supervisión de los estudiantes en los campos clínicos debe estar a cargo de docentes de la unidad y de profesionales asistentes calificados en aspectos básicos de la docencia.

Infraestructura, apoyo técnico y recursos para la enseñanza

La unidad debe contar con campos clínicos, laboratorios, equipos e insumos en cantidad suficiente y en un nivel adecuado de actualización y mantención para asegurar la ejecución de la instrucción experimental apropiada, que los alumnos realicen como parte de su plan curricular.

Los campos clínicos, por lo tanto cobran una importancia excepcional, ya que deberán propender y promover el desarrollo de las competencias y habilidades mínimas definidas por la CNAP en sus egresados.

De esta manera, la acreditación de un campo clínico sería el reconocimiento formal y público de que cumple al menos con los estándares y criterios mínimos para la formación de enfermeros(as).

Importancia de los campos clínicos para Enfermería

Para que el estudiante aplique los conocimientos adquiridos y desarrolle habilidades de tipo técnico o interpersonal, es perentorio que su práctica sea en un contexto propicio para su aprendizaje tanto desde el punto de vista de la estructura, como de los procesos administrativos, asistenciales y de enseñanza-aprendizaje.

El aprendizaje basado en experiencias es una fortaleza, de manera natural se combinan estrategias de aprendizaje individual y grupal; el aprendizaje en la clínica difícilmente puede ser reemplazado por otras estrategias, dado que no se aprende por memorización y lectura aquellas actividades relacionadas con las personas.17 Los docentes enfermeros deben complementar las prácticas con laboratorios o seminarios donde se puedan analizar situaciones conflictivas o complejas, para que luego el estudiante tome las decisiones más acertadas.18

Los campos clínicos son una parte fundamental para la formación de la enfermera(o). Es aquí donde logran la integración teórico-práctica, adquieren destrezas, observan modelos de rol, visualizan el trabajo en equipo y asisten al paciente en su recuperación física y psíquica, lo cual es un factor que motiva al estudiante.19

En algunos casos los centros clínicos no favorecen el aprendizaje de los alumnos, más bien inciden en forma negativa, especialmente cuando no se ha prestado la suficiente atención a las características que debe tener un centro clínico de acuerdo a los criterios y estándares antes mencionados.20 Por ejemplo la falta de capacidad hospitalaria que no permite lograr los objetivos educacionales del estudiante, o trato desigual entre los profesionales.

La metodología clínica implica una interacción constante presencial entre el alumno, el paciente, el profesor y las enfermeras asistenciales de cada sala. Ellas participan como modelo profesional en las funciones de cuidado, educación, administración y en docencia.21

Las directrices de la práctica de enfermería se podrían constituir en un instrumento guía para evaluar en la práctica cómo se lleva a cabo el cuidado, aspecto crucial en la formación del alumno. La utilización del proceso de enfermería permite la continuidad en el cuidado. Es necesario para la formación del alumno, que esta conducta sea realizada por las enfermeras en su trabajo diario en el hospital o en los centros de salud para que el alumno pueda encontrar coherencia entre la teoría de enfermería y la práctica.22

Los campos clínicos favorecerán una práctica profesional autónoma, en la medida que las enfermeras sean modelos de autonomía para el alumno, previa preparación de la enfermera clínica en docencia y evaluación.23

Es necesario que el docente maneje técnicas pedagógicas que estimulen y desarrollen en los alumnos, independencia, liderazgo, autogestión, autodeterminación y desarrollo personal.22

Es relevante establecer una comunicación docente-asistencial fluida, que permita la comunicación entre los diferentes niveles de responsabilidad. Las rotaciones en determinados servicios pueden resultar frustrantes para los alumnos si los docentes clínicos y funcionarios desconocen los objetivos del programa.24

También se debe considerar el número de estudiantes asignados a cada docente, en un espacio determinado y en relación con la demanda asistencial para lograr una actividad clínica docente de calidad.25

En la acreditación de campos clínicos para Enfermería, se han llevado a cabo algunas experiencias:

Se reconoce que en la evaluación de campos clínicos hay que considerar a todos los actores que actúan en él y su ámbito de acción. El objeto para ser evaluado puede ser: el educando, los docentes, los programas, ambiente educativo, sistema de evaluación y otros aspectos que intervengan de un modo u otro en el proceso enseñanza-aprendizaje.26 Por otra parte, el establecimiento de sistemas de evaluación no es fácil, se han realizado esfuerzos por establecer ciertos criterios pero todavía la evaluación es un desafío.27

Soya y otros, en el año 1983 frente a la demanda creciente de las distintas carreras de la salud, realizaron un estudio con el objeto de acreditar el servicio de pediatría del Hospital de Quilpué como campo clínico. Crearon dos tipos de instrumentos de acreditación, uno de atención de enfermería y el otro de administración de enfermería.28

Para Prieto (2001) el proceso de evaluación curricular debe contemplar la enseñanza clínica y el campo clínico. Diseñó una escala de evaluación denominada “Evaluación de Campos Clínicos para enfermería”, que ha sido validada a través de tres investigaciones sucesivas en Chile. De su evaluación concluyó que algunas instituciones de salud no eran aptas como campo clínico, instituciones que en la actualidad son área de práctica de los alumnos.26

De acuerdo a la Norma oficial mexicana para la utilización de campos clínicos, las instituciones de salud deben realizar la programación de sus campos clínicos y distribuirlos con base en los convenios específicos de colaboración. Llama la atención que especifica el número de alumnos por paciente y profesor: “En las áreas de hospitalización las actividades de enseñanza clínica deben realizarse con un máximo de cinco alumnos por paciente y profesor” y en “consultorios, las actividades de enseñanza deben realizarse con un máximo de tres alumnos”, lo que a nivel de Chile ha constituido una demanda, pero sin llegar a formar parte de alguna norma.29

La investigación de Kowal y Bauer consistió en identificar los criterios de evaluación de procesos aplicados a los servicios de enfermería, que habían sido adoptados en los programas de acreditación para su clasificación en las funciones administrativas, asistenciales y enseñanza-investigación. Estudiaron 8 modelos de los cuales identificaron 79 criterios; 32 de procesos asistenciales, 32 administrativos, y 15 de enseñanza-investigación. Las investigadoras verificaron escasez de bibliografía de evaluación institucional o acreditación, como también sobre criterios o indicadores de evaluación de servicios de salud, que sirviera para contrarrestar sus resultados.27

López en el 2004 realizó un metanálisis en 16 estudios a fin de proponer un Modelo que relacione los Modelos de Práctica Enfermera y sus resultados en términos del cliente interno, el externo y de la institución. Señala que varias han sido las teorías publicadas que intentan caracterizar y cuantificar las cualidades de estos Modelos de Práctica Enfermera. Entre ellas, podría destacarse por su sustento teórico y validación práctica el modelo "Multi-Atribute Utility" (MAU) realizado por Brennan & Anthony en el año 2000. La utilidad de este Modelo de Práctica Enfermera se basaría en la posibilidad de estudiar cuáles son las características ideales de una unidad para la obtención de resultados efectivos en términos de cliente externo, donde se incluirían la satisfacción del paciente, calidad de cuidados y otros indicadores de salud. En términos de cliente interno, abarcaría la satisfacción profesional, motivación y comunicación; y en términos de la institución, estarían los costos, estancia media, el índice de ausentismo, rotación y otros.30 Señala que así se podría detectar el Modelo de Práctica Enfermera más productivo y actuar como herramienta de benchmarking y/o como criterio de acreditación de calidad por alguna organización como la Joint Comission on Accreditation of Health Services Organisation.

Consideraciones finales

Hoy día en la formación de profesionales de la salud, se aprecia que los lugares de práctica poseen en sÍ mismos una alta importancia y que debieran ser objeto de una consideración especial, como por ejemplo ser evaluados antes de enviar a los alumnos a hacer práctica. Una de las razones es porque el modelado que se produce en las situaciones reales tiene mayor impacto en la formación del nuevo profesional.

Es en la práctica donde se integra y fija el conocimiento a través de las experiencias vividas de los alumnos. Para que este proceso sea beneficioso es esencial una comunicación fluida entre las personas formadoras de la academia y de la asistencia.

Enfermería debe participar en la Comisión Nacional Docente Asistencial, para establecer lineamientos de selección de campos clínicos de acuerdo al currículum de la carrera enfermería. Los alumnos de las diferentes carreras tienen prácticas en las instituciones de salud y la distribución tiene que ser realizada con equidad, todos los alumnos del área de la salud tienen derecho a los mismos beneficios y no algunas carreras sobre otras o sólo algunas universidades tener mayores privilegios que otras.

Es esencial que los alumnos estén preparados para ir al campo clínico, realizando trabajos participativos en aulas, análisis de casos, entre otros, que les facilitará su integración al proceso enseñanza aprendizaje práctico. Pero también es relevante que en la práctica él pueda aplicar lo aprendido, y en este medio es fundamental el apoyo que les brinden las enfermeras gestoras del cuidado.

En la acreditación de campos clínicos se aprecia una diversidad de enfoques para evaluar, pero el fin es el mismo, contar con establecimientos que brinden un cuidado de calidad que permita al estudiante de Enfermería reconocer cuáles son las variables de los distintos campos clínicos que los hacen de excelencia.

Entre las variables o parámetros mínimos a considerar para acreditar campos clínicos para Enfermería se podrían mencionar: existencia de profesionales de Enfermería que provean modelados humanos y éticos, que el establecimiento cuente con una política de evaluación periódica por medio de indicadores tales como satisfacción del usuario, satisfacción con la calidad de los cuidados, impacto del cuidado de Enfermería en los costos, en el número de días-cama en la rehabilitación y otros indicadores de satisfacción en salud. También existencia de trabajo interdisciplinario, horizontalidad en la relación profesional-profesional y usuario-profesional, presencia de integración docente-asistencial y por último existencia de una adecuada infraestructura que permita el bienestar tanto de los usuarios como de los mismos profesionales.

Existe déficit de estudios que indaguen sobre evaluación y acreditación de campos clínicos para la enseñanza en enfermería, y no se encontraron estudios de evaluación de campos clínicos del área comunitaria.

Se hace imprescindible establecer criterios comunes para acreditar los campos clínicos entre las entidades formadoras, basadas también en el perfil de competencias de la carrera de enfermería. Es de suma importancia tanto la acreditación de campos clínicos del área asistencial intramural como comunitaria para la enseñanza de los alumnos de enfermería, para que estos puedan desarrollar las competencias específicas necesarias para su formación profesional.

Summary

Accreditation of nursing clinical fields

Since its first years, at the beginning of the XX century, the practical teaching of nursing has been developed in the health centres. Nowadays, health and education centres in Chile are being evaluated. Through recognition, it is being verified if the processes in education and health are generating a quality product. From that perspective, it is necessary the accreditation of the clinical fields, since in them it is possible the theoretical-practical integration, which is essential for the nursing student training, and abilities of human interaction with persons needing care are acquired, among other variables associated with the practical competence. In order to unify the criteria about the accreditation of the nursing clinical fields, some aspects related to the present process of accreditation of clinical fields for teaching nursing will be analyzed.

Key words: Accreditation, clinical fields, nursing.

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Recibido: 2 de noviembre de 2006. Aprobado: 20 de noviembre de 2006.
Patricia Cid Henríquez. Universidad de Concepción, Chile. patcid@udec.cl

1Docente de Enfermería. Magíster en Enfermería. Departamento de Enfermería.
2Profesora. Área Investigación. Departamento de Enfermería.

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