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Revista Cubana de Enfermería

versión impresa ISSN 0864-0319versión On-line ISSN 1561-2961

Rev Cubana Enfermer vol.32 no.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2016

 

ARTÍCULO DE REVISIÓN

 

La formación y la orientación profesional en enfermería

 

Nursing professional training and guidance

 

 

Michel Oria Saavedra; Anibal Espinosa Aguilar; María Belén Maracha Igarza

Facultad de Enfermería "Lidia Doce". La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Introducción: la formación y orientación profesional de los estudiantes de enfermería es hoy una preocupación a investigar, por lo que se hace necesario un análisis valorativo de conceptos y enfoques para su formación desde referentes en el contexto internacional y cubano y sus implicaciones dirigido hacia una práctica de excelencia.
Objetivo: sistematizar las bases teóricas para la formación y desarrollo de intereses y habilidades profesionales en estudiantes de enfermería.
Métodos: se realizó análisis de contenido de documentos, que incluyó artículos originales y de revisión publicados del 2000 al 2015 con las palabras clave: formación, formación profesional, orientación profesional y formación vocacional de enfermería, en SciELO, Dialnet y Pubmed. Se identificaron y revisaron 50 artículos, de los que fueron útiles 13, así como libros de textos, monografías de varias revistas y tesis doctorales que permitieron el análisis histórico lógico de la evolución de la definición.
Conclusiones: la sistematización de los términos relacionados con la formación y el desarrollo de intereses y habilidades profesionales en enfermería, permitió identificar las tendencias históricas de esta categoría. En todo este proceso continuo y complejo intervienen factores que deben dirigirse por la escuela, y el profesor es el máximo responsable.

Palabras clave: formación; formación profesional; orientación; profesional; formación vocacional /Enfermería.


ABSTRACT

Introduction: training and guidance for nursing students today is a concern to do research about, so it is necessary an evaluative analysis of concepts and approaches for training, from referents in the international context and Cuba, and its implications directed towards an excellence practice.
Objective: to systematize the theoretical fundamentals for training and interest and skills development in nursing students.
Methods: documental content analysis was carried out, including original and review articles published from 2000 to 2015, with the keywords training, vocational training, guidance and vocational nursing training, in SciELO, and PubMed Dialnet. 50 items were identified and reviewed, 13 of which were useful, as well as textbooks, monographs from several journals and doctoral dissertations, which permitted logical and historical analysis of the definition's evolution.
Conclusions: systematization of terms related to the training and development of interests and professional skills in nursing permitted identifying historical trends in this category. This continuous and complex process involves factors are that should be addressed by the school, and the teacher is ultimately responsible.

Key words: training; professional training; guidance; vocational/nursing training.


 

 

INTRODUCCIÓN

La necesidad de abordar la formación y orientación profesional en enfermería, en función de un proceso de transformación de inquietudes, como bases que sustentan el desarrollo profesional, se eleva en la medida que se perciben desmotivaciones, dificultades en la adquisición de conocimientos, relativamente simples, durante el proceso de enseñanza de la enfermería.

En este artículo se fundamenta la formación y la orientación profesional hacia la enfermería y se hace un análisis valorativo de conceptos desde el contexto pedagógico y la formación de Enfermería. Se determinan vínculos de la formación y la orientación profesional desde el proceso de enseñanza de la profesión y la influencia de los contextos históricos culturales por los que se transita. El presente artículo tiene como objetivo sistematizar las bases teóricas para la formación y el desarrollo de intereses y habilidades profesionales en estudiantes de enfermería, dirigido hacia una práctica de excelencia.

 

MÉTODOS

Se realizó un análisis de contenido de documentos, que incluyó artículos originales y de revisión publicados desde el año 2000 al 2015 con las siguientes palabras clave: formación, formación profesional, orientación profesional y formación vocacional de enfermería, en SciELO, Dialnet y Pubmed, se identificaron y revisaron 50 artículos, así como diversos libros de textos, monografías de varias revistas, especializadas en el tema. Se enfatizó en la búsqueda de autores investigadores del campo de la pedagogía y la enfermería. Se detallaron criterios que sustentan la formación y la orientación hacia la enfermería, basado en el método teórico histórico lógico de la bibliografía consultada.

 

DESARROLLO

El desarrollo científico técnico de la sociedad, ha necesitado del progreso en la formación de los recursos humanos que se dispone para ese desarrollo, lo que favorece el perfeccionamiento continuo de las esferas económicas y sociales que sostienen la humanidad. Así, la formación de recursos humanos se va fomentando desde las edades tempranas del ser humano.

El tránsito en la formación conlleva la elección de una profesión, pero esta designación constituye un problema complejo para la juventud a nivel mundial. Muchos son los factores que influyen en la elección profesional y, por supuesto, el análisis e interpretación de cómo y por qué elegir una profesión está en dependencia de la posición teórica que se asume respecto a la definición de la vocación y la orientación profesional.1

La elección profesional es un proceso complejo para el que los jóvenes no siempre están preparados, en el que participan y se integran en dinámicas diferentes, y a veces contradictorias, factores motivacionales, intelectuales, personales y sociales, lo que suele expresarse en elecciones impensadas, inseguras, matizadas de conflictos o simplemente asumidas a partir de las decisiones de otros. Es por ello que la posición que asumen en la elección profesional constituye un factor determinante en la calidad de la misma.2

Es preciso señalar que la categoría formación no es privativa del ámbito vocacional y profesional, puesto que aparece acompañada en la literatura de vocablos como intelectual, a distancia, técnica, militar, política, social, psicopedagógica, geológica, científica, musical, universitaria, ocupacional y otras. Esta particularidad determina que existan varias definiciones de formación lo que comprueba la necesidad de contextualizarla en estas dimensiones. De ahí que se utilicen definiciones que generalizan el contenido de su significado y otras concernientes al ámbito de lo vocacional y profesional por su correspondencia con el objeto de esta revisión.

Para conocer las tendencias de la evolución del axioma formación se toman en cuenta algunos aforismos como los descritos en el Diccionario de la Lengua Española (2007),3 Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos del (2007),4 Diccionario Enciclopédico Larousse (2009).5

En este sentido, en el Diccionario de la Lengua Española (2007),3 el significado que se aplica a este vocablo es la manera de estar configurado o dispuesto el aspecto exterior de algo, así como la creación o constitución de una cosa que no existía antes. Por otra parte el Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos del (2007),4 considera formación como un sustantivo femenino que se refiere a estudio, aprendizaje, instrucción, enseñanza. En consonancia con estas dos definiciones, el Diccionario Enciclopédico Larousse (2009) 5 lo expresa como acción y efecto de formar o formarse y define formar como apariencia externa.

A partir de estas definiciones y al tener en cuenta que las dificultades en la formación del hombre son, en la modernidad, centro de investigación por diferentes expertos, que ha originado la existencia de diversas tendencias científicas y concepciones al respecto, es posible considerar que la formación es una de las categorías de las Ciencias Pedagógicas, pero ha sido abordada por investigadores también de otras ramas del saber. Se consideran a: García J,6 Álvarez de Zayas RM,7 Parra I, 8 Álvarez LM,9 Querts O,10 quienes desde sus perspectivas evidencian la complejidad de la formación y abordan este tema en los profesionales como el resultado de un método de actividad/comunicación sistemático y coherente, que permite al ser humano conducirse de modo reflexivo e innovador, y que garantice su desarrollo y adiestramiento para la continuidad y la transformación que redundará en un desempeño profesional constante.

Desde la teoría del diseño curricular la definición de formación la identifica el doctor García J,6 como "(…) el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades y valores propios de los objetos de la profesión del educador". Dos años más tarde, Álvarez de Zayas RM7 asume esta categoría pedagógica como el proceso y resultado cuya función es la de preparar al hombre en todos los aspectos de su personalidad.

Desde esta concepción los autores perciben el carácter prematuro que la formación tiene en el desarrollo del ser humano, de esta manera evalúan lo que Parra I8 declara como formación inicial, a decir, "es el proceso de enseñanza aprendizaje que hace posible el desarrollarse las competencias profesionales (…)". Y en consonancia con esta idea Álvarez LM9 se muestra de acuerdo y agrega que esta cualidad abarca en sí la instrucción, la educación y el desarrollo en unidad dialéctica durante todo el proceso de formación de la personalidad; no obstante, para que se produzca ese desarrollo, la educación y la instrucción deben crear las condiciones necesarias.

La doctora Querts O,10 en el año 2013, reconoce lo que al respecto el doctor Domínguez en 2011 considera como formación: "es un proceso que transcurre durante todo el desarrollo evolutivo del ser humano, relacionado con los procesos de desarrollo, aprendizaje y educación". Luego de esta conformidad Querts lo evalúa como "un proceso complejo, consciente y dinámico que permanece a lo largo de la vida, determinado por necesidades humanas, sociales e individuales, que implica el desarrollo del hombre y se proporciona a través de relaciones dialécticas en el proceso de enseñanza aprendizaje entre el educador y el educando".

De los autores antes mencionados, se encuentran como criterio coincidente en los términos y conceptos de formación que lo relacionan con: educación, instrucción y desarrollo de los ciudadanos, en todos los casos refieren que se alcanzan niveles de calidad.

A partir de la sistematización antes realizada, se identifica que en el proceso de formación se evidencian los rasgos más representativos, estos son: se dirige a un objetivo, desarrollo del ser humano desde la ganancia de conocimientos, habilidades y valores, se evidencia un carácter que dimensiona lo político e ideológico de la educación y, esto se asocia al carácter histórico cultural, además refleja el vínculo de la categoría que se aborda con la representación superior de la psiquis humana en su perfeccionamiento, así se expresa en el papel de la comunicación y la actividad.

La actitud hacia la profesión se desarrolla a partir de motivaciones, entre otras que inclinan positiva o negativamente al individuo.11 En este sentido muchas veces la inclinación por un oficio o profesión está influenciada por familiares, amigos o el grado de reconocimiento social que de ésta posee.

Vallejo G12 por su parte descubre en su obra "El aprendizaje desde la perspectiva de la motivación profesional y las actitudes", que estas observaciones ya las vislumbra Petrovski en el año 1979, al reconocer que por estas particularidades, el estudiante, una vez dentro de ellas, sufre frustraciones por falta de una verdadera información, lo que conlleva a trastornos en el estudiante como es la deserción escolar.

Para el año 2008 se crea en Boston, Estados Unidos, el Primer Buró de Orientación Vocacional. Este centro tenía la misión de brindar asistencia a jóvenes que solicitaran ayuda para la elección de la profesión, que les garantizara una inserción rápida y eficiente en sus estudios profesionales. Esta asesoría para la elección profesional fue muy bien acogida no sólo por los jóvenes y padres de familia, sino también por los empresarios y directivos que veían así la posibilidad de garantizar la calidad de sus empleados.1

Así, González V1 analiza la definición de Orientación Vocacional aportada por Fitch J en 1935 en la que se reconoce como: "El proceso de asistencia individual para la selección de una ocupación, preparación para la misma, inicio y desarrollo en ella". En su análisis, declara que si bien desde sus inicios la Orientación Vocacional es definida como un proceso de ayuda para la elección y desarrollo profesional, durante muchos años se limitó solo al momento de la elección de la profesión.1

Para desarrollar la Orientación Vocacional en Cuba, el inicio de la Revolución permite el desarrollo de una revolución educacional, cuyo objetivo se dirige a preparar el hombre para la vida con un desarrollo integral de su personalidad, capaces de comprender y actuar en su tiempo, como mejores seres humanos. En este proceso de desarrollo juega un papel importante la figura del profesor. El profesor, entidad protagonista en la dirección del proceso de formación de motivos y actitudes hacia profesiones que deberá desempeñar el estudiante en sus primeros años.

Desde la antigüedad, la humanidad le ha prestado especial atención a esta problemática, hombres como Platón, Montaigne y Pascal, hablaban de las tendencias de la juventud hacia una actividad profesional. Según Machado AO y cols.,13 en su obra, Carlos Marx apunta ilustrativamente que el joven al elegir la profesión tiene que conjugar el bien de la sociedad y la realización personal, al respecto señalaba: "esta opción es un acto que puede destruir toda la vida del hombre, hundir todos sus planes y hacerlo infeliz", y a continuación puntualizaba "si nosotros seleccionamos la profesión en los límites en que nosotros ante todo podemos trabajar para la sociedad, entonces nosotros no nos quedaremos por debajo de su tiempo, porque ella se sacrifica en nombre de todos".

La necesidad de orientación está presente durante toda la vida del ser humano, resulta imprescindible en las etapas de formación y desarrollo de la personalidad y en aquellos momentos en que a la persona se le hace difícil la toma de decisiones y no se siente debidamente preparado para ello.

A decir de la orientación profesional, esta se considera como relación de ayuda que se establece con el estudiante para facilitar el proceso de desarrollo de la identidad profesional del mismo, a través de diferentes técnicas y vías integradas al proceso educativo general y la situación específica en que se encuentre.14

Esta relación es una tarea de vital importancia del sector educacional, que muestra una reorganización, a raíz de la revolución educacional, que tiene lugar en el sector a nivel de país, y que adquiere una mayor importancia ante la diversidad de opciones que tiene a su alcance la juventud cubana al concluir sus estudios de nivel medio para elegir una carrera y proyectar su vida profesional futura. La orientación profesional se centra en un aspecto específico que es la vocación profesional, la cual debe ser compatible y ayudar a realizar el proyecto de vida elegido. En concreto, ayuda, por medio de información y orientación, a elegir correctamente la carrera profesional.

Asímismo, tiene como fin asesorar al individuo a descubrir su vocación y orientarle hacia la actividad cultural o profesional en la que mejor puede realizarla, ayudando a reconocer sus propias aptitudes y asesorándole sobre cuál ha de ser su preparación, no solo para realizar ese trabajo de forma efectiva, sino para poder permanecer en él.14

También Martínez T y cols.15 estiman que la formación del profesional es "…un fenómeno complejo que expresa las potencialidades de la persona de orientar su actuación en el ejercicio de la profesión con iniciativa, flexibilidad y autonomía en escenarios heterogéneos y diversos, a partir de la integración de conocimientos, habilidades, motivos y valores que se expresan en un desempeño profesional eficiente, ético y de compromiso social".

La formación y la orientación profesional es un proceso que transcurre a lo largo de la vida de las personas, comienza desde las primeras edades y se extiende durante toda su vida profesional. Es concebida, por tanto, como parte del proceso de educación de la personalidad del sujeto, que lo prepara para la formación y actuación profesional responsable.

Es también un proceso formativo en el cual el educador acompaña a los adolescentes y jóvenes en la construcción de un proyecto de vida, durante el cual se requiere profundizar en las relaciones entre educación, trabajo y sociedad. Elegir, entre las posibles alternativas, la reflexión acerca de aspectos personales, de inserción y participación social, compromiso con el estudio y el trabajo y un análisis objetivo del contexto social, económico y laboral.

En otro sentido, es importante señalar que, por lo general, la forma en que los jóvenes se preparan para sus funciones laborales necesita de una manera más adecuada de orientación hacia la profesión elegida, ya que muchas veces no logra acompañar las motivaciones que en ellos surgen, se enfrentan con carencia de información individual. También en lo cotidiano deja de ser importante la incorporación de aspectos relevantes en la formación, basados en el desarrollo de interés profesional en su relación de la teoría con la práctica, y teniendo en cuenta aspectos elementales del individuo en el proceso formativo.

Al analizar el contexto de la formación de enfermería, corresponde a los centros formadores reflexionar sobre las demandas de los servicios de salud en armonía con la energía que el proceso de formación individual de cada individuo exige. No se puede ignorar la monotonía que surge por el déficit de opciones en la búsqueda de los intereses profesionales en una sociedad en permanente transformación y donde la diferencia es la versatilidad profesional, es decir, formar profesionales capaces de actualizarse para asumir diferentes funciones y retos.

Desde hace varios años, el ingreso y la permanencia a esta formación tiene mellas por la falta de orientación hacia el perfil de la profesión de enfermería, la falta de atractivo que generalmente se evidencia en la labor que se realiza, porque al nivel técnico aun se muestra subordinada a la profesión médica, por la existencia y apertura de otros perfiles con mayor reconocimiento social. Estas, unidas a otras particularidades en el orden del quehacer histórico de enfermería y de infraestructura económica social, limitan el desarrollo de aptitudes hacia la profesión de enfermería.

A estas dificultades se suma que la sociedad es cada vez más exigente en relación a la garantía de calidad de los servicios prestados por distintos profesionales, muchas veces en la profesión no hay crecimiento numérico de sus miembros ni de reconocimiento profesional o social. Este es el caso de la creciente exigencia por acceso universal a servicios de salud capaces de proveer cuidado integral, continuo y resolutivo a poblaciones definidas.15

La historia a la que se hace referencia con anterioridad está relacionada con lo que trasciende en el pensamiento del ser humano por generaciones, si se analiza la evolución histórica de la profesión de enfermería y la evolución de la autoestima, la que se considera como la actitud adquirida hacia uno mismo; es la actitud, la forma habitual de pensar, amar, sentir y comportarse consigo mismo.15

En este sentido Torres A y Sanhueza O16 estiman las problemáticas fundamentales de las etapas por la que ha transitado la profesión de enfermería. Así, en la etapa doméstica, resumen a la división sexual del trabajo con funciones o roles de valores sociales distintos, la valoración social del cuidado ligado a la percepción de lo que es natural. Se expresa, además, la falta de valorización económica del cuidado, por ser reconocido solo como función de prestar ayuda y el reconocimiento del género masculino en su función de proveedor y mantenedor.

En la etapa vocacional, la mujer es considerada un ser que incita al pecado, por lo que carga con un sentimiento de culpabilidad que debe expiar a lo largo de toda su vida. Concluyen que la persona encargada del cuidado, asociada al género femenino, posee conocimientos adquiridos, por lo que es considerada como una amenaza para la Iglesia, siendo perseguida y reprimida. Existe un poder hegemónico de la Iglesia, la cual promueve solo el desarrollo del conocimiento masculino, amparado por el dogmatismo de la fe, y que la conducta de la mujer cuidadora es transformada por los valores de servilismo, caridad y abnegación, en un marco abstracto y contemplativo.16

En la etapa técnica, consideran que en la medida que la ciencia médica se desarrolla en el campo del saber, a las mujeres-enfermeras se les arrebata la autonomía, convirtiéndolas en colaboradoras de los médicos. Así, en el contexto de la subordinación, nace enfermería como profesión, dependiente de la autoridad masculina y del saber médico. La mujer enfermera cambia de dominio: del dogmático religioso al poder médico. Emergen fuertes sentimientos de falta de estimación propia, como la sumisión y la falta de autonomía, que dan origen a sentimientos coercitivos como la culpabilidad y el miedo. Desde un punto de vista filogenético, la escasa oportunidad de desarrollo personal y de autorrealización impiden la progresiva adquisición de una mayor conciencia de sí mismo, factor de importancia en el desarrollo de la autoestima en la profesión.17

Hoy, la enfermera, producto de su peso histórico y provista de nuevas capacidades de análisis y reflexión, es capaz de demostrar su insatisfacción, relacionada principalmente con la valoración de su status profesional, aspectos técnicos, intelectuales, educativos y formativos de la profesión: el principio de igualdad de remuneración, la necesidad de justipreciar la profesión, los problemas de delegación, las condiciones de trabajo, la formación profesional, el desarrollo de la carrera profesional, la participación, el riesgo laboral y la dependencia médica.18

En el contexto del desarrollo de enfermería, es necesario señalar que la sociedad aspira a formar profesionales responsables, que cumplan las normas sociales establecidas, sean creativos, los caracterice la variedad de intereses, mantengan una conducta adecuada en los diferentes espacios donde se encuentren, sean capaces de llevar la teoría a la práctica, lo que constituye un reto para el proceso de formación, que se complejiza al hablar de estudiantes generalmente poco motivados. Por esta razón, es necesario que desde la academia se desarrolle la curiosidad, las ansias de conocer, educar el amor hacia el saber y la profesión, el interés profesional despertado bajo la influencia de la enseñanza, que el claustro ha de apoyar con sumo cuidado y de forma racional.

A veces, debido a la existencia de determinados factores adversos en las familias, comunidades y escuelas, se producen desviaciones en el desarrollo profesional de un número importante de estudiantes, que se manifiestan en la conducta, alterándola y dificultando su integración al proceso formativo. Esto justifica nuestra preocupación por la atención a estos estudiantes, priorizando los estudios de las causas, diagnóstico, orientación, tratamiento, así como las investigaciones de esta temática y la exigencia de que se juegue el papel que le corresponde a las instituciones formadoras, la familia y la comunidad que contribuyen a la formación de la personalidad.

Después de los antecedentes expuestos se considera que el proceso de orientación y educación profesional de la personalidad es continuo, para su estudio se asume el criterio de González V2 quien lo divide en cuatro etapas:

1. Etapa de la formación vocacional general: comprendida desde las primeras edades hasta la escuela primaria, para formar cualidades de la personalidad, perseverancia, autovaloración y explotar al máximo los recursos que favorezcan el desarrollo del pensamiento.

2. Etapa de la preparación para la selección profesional: en la enseñanza media, para formar intereses cognoscitivos, conocimientos y habilidades específicas relacionadas con una asignatura o una esfera de la actividad humana, en las cuales las personas muestran una marcada inclinación o posibilidades reales.

3. Etapa de la formación y desarrollo de intereses y habilidades profesionales: comprendida en el primer año de la carrera, para formar intereses, conocimientos y habilidades que hagan al sujeto apto para desempeñar su profesión.

4. Etapa de consolidación de los intereses profesionales: en los últimos años de la carrera, así como en los dos primeros años de la actividad laboral, para un proceso de adaptación profesional.

En su labor por la Formación Vocacional y Orientación Profesional existen elementos esenciales que el profesor debe tener en cuenta, de manera que su identificación oportuna y sistemática, y conociendo la influencia que unos tienen con relación a otros en los intereses profesionales de sus educandos, para que pueda utilizarlos favorablemente en su labor formativa.

 

CONCLUSIONES

La esencia de la Orientación Profesional radica en el significado que tiene para la selección de la profesión, pues los aspectos referidos a este tema no son innatos ni heredados, los mismos tienen su origen y desarrollo a través de las actividades que el individuo realiza durante su vida, esto se determina por las influencias que recibe en su educación mediante la familia, la escuela y la sociedad en su conjunto.

Las predisposiciones que favorecen el desarrollo de aptitudes y destrezas tienen que ser modeladas en una actividad concreta, ya que por sí sola no determina la formación de la vocación ni la orientación hacia una profesión.

En todo este proceso continuo y complejo intervienen factores que deben ser dirigidos por la escuela, y el profesor es el máximo responsable.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 2015-06-16.
Aprobado: 2015-09-23.

 

Correspondencia:

Michel Oria Saavedra. Licenciado en Enfermería. Profesor Asistente.
E-mail. michelos@infomed.sld.cu

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