Introducción
El origen del conocimiento en enfermería, se puede afirmar que, por extensión, se remonta a los tiempos en que tanto la explicación de lo desconocido como la observación de varios fenómenos de la naturaleza, así como fue el de las plantas y los animales para explicar los primeros cuidados, son los modos de conocer comunes en todas las ciencias.1) Por lo que la enfermería actual ha desarrollado nuevos conocimientos y ha de adquirir las habilidades necesarias para ejercer su labor dentro de los nuevos campos de actividad profesional.2
En la Nursing Intervention Classification,3 entendida como una clasificación global y estandarizada de las intervenciones enfermeras, se definen las intervenciones como las acciones realizadas por enfermería para ayudar al individuo a alcanzar los resultados esperados. Las intervenciones de enfermería incluyen tanto cuidados directos como indirectos, así como aquellos iniciados por los profesionales de enfermería, el médico y otros proveedores de tratamiento.4
Estas intervenciones son puestas en práctica por el personal de enfermería a través del proceso de atención de enfermería, que consiste en la aplicación del método científico en la práctica asistencial enfermera, basada en el conocimiento adquirido.5
La prevalencia de las enfermedades anorrectales que pueden resolverse por cirugía ambulatoria (CA) es difícil de precisar, puesto que muchos pacientes no acuden a la consulta y cuando lo hacen no se notifica y registra.6,7,8,9) Las más frecuentes son: fistula perianal, fisura anal, hemorroides y quiste pilonidal.10,11
Para realizar con éxito las intervenciones quirúrgicas en el salón ambulatorio de coloproctología, se precisa de un personal de enfermería con habilidades, destrezas y conocimientos de sus competencias.6 Solo si la enfermera conoce el tipo de cirugía que se realizará, la técnica a emplear para ello, así como la conducta a seguir ante las complicaciones más frecuentes y sus funciones dentro del quirófano, entonces la intervención quirúrgica tendrá un desenlace positivo: el paciente permanecerá menos tiempo dentro del quirófano, disminuye así su ansiedad y, de esta manera, se garantiza su total cooperación y posterior recuperación.
Razón por la que se realizó esta investigación, cuyo objetivo fue identificar el nivel de conocimientos de enfermeras sobre intervenciones de enfermería en personas con cirugía ambulatoria por enfermedades anorrectales.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo transversal, contextualizado en los hospitales provinciales de Camagüey, desde agosto del año 2018 hasta septiembre del año 2020. El universo de estudio estuvo constituido por las 52 enfermeras que trabajan en los servicios de CA de los hospitales incluidos en el estudio, con más de cinco años de experiencia, dispuestas a participar en la investigación.
Para obtener los datos de la variable nivel de conocimientos de las enfermeras se les aplicó una encuesta diseñada por la autora y validada por criterio de expertos, con una escala de fiabilidad o Alfa de Cronbach de 0,647, lo cual confirma la unidimensionalidad y aditividad de la encuesta aplicada.
El cuestionario está conformado por 11 ítems (los cuatro primeros ítems evaluaron los conocimientos sobre dominio del instrumental y posición quirúrgica, los otros siete sobre enfermedades anorrectales que requieren cirugía, complicaciones, conducta ante las complicaciones, cuidados de enfermería durante el preoperatorio transoperatorio y postoperatorio). En los cuatro primeros ítems se les pusieron parejas de pinzas esenciales utilizadas en cada tipo de cirugía, para que fuesen identificadas, las respuestas eran dicotómicas o binarias excluyentes de Bien (cuando identificó correctamente las pinzas con el tipo de cirugía) o Mal (Cuando no identificó correctamente al menos un tipo de pinza por tipo de cirugía). Para evaluar los siete ítems restantes que fueron de alternativas múltiples, se utilizó la escala aprobada en Cuba para el sistema de enseñanza superior de manera que si identificaban dos o menos enfermedades más frecuentes, dos o menos complicaciones, dos o menos cuidados de enfermería justificados correctamente, tenían nota de dos (desaprobado), si identificaban tres, tenían nota de tres (aprobado), si identificaban cuatro obtuvieron nota de cuatro (bien) y si identificaban cinco nota de cinco (excelente).
El cuestionario fue aplicado por la investigadora previo acuerdo con las enfermeras, siempre se realizaron con garantía de privacidad y en local con condiciones adecuadas, el tiempo promedio de respuesta fue 20 minutos.
Se tabularon los datos obtenidos a través de un estudio estadístico porcentual. Se utilizó el software estadístico IBM SPSS Statistics v23 x64 según los presupuestos establecidos por la estadística descriptiva.
Se obtuvo por escrito el consentimiento informado de cada una de las enfermeras, en el cual se explicaron los objetivos del estudio y se estableció la voluntariedad de participar y de abandonar el estudio en el momento que lo desearan, se les pidió además el compromiso de no participar en ningún otro tipo de estudio. Se les explicó la confidencialidad de los datos obtenidos y su utilización con fines investigativos.
Resultados
La tabla 1 describe la distribución porcentual de la muestra según conocimientos sobre dominio del instrumental y posición quirúrgica; se constata que no existe una relación significativa entre el nivel de conocimientos y las respuestas, ya que 80,76 % desconocía el instrumental para hemorroides, 51,92 % no conocía el de fístula y 73,07 % no reconoció el de fisuras. Estas tres son de las enfermedades anorrectales más frecuentes que pueden corregirse por CA, de ahí su importancia. En cuanto a la posición quirúrgica, solo el 1,92 % dio la respuesta correcta, lo que denota un conocimiento insignificante.
En la distribución porcentual de enfermeras según conocimientos básicos por dimensiones llama la atención el alto por ciento de desaprobadas, sobre todo en la conducta a seguir ante las complicaciones más frecuentes (96,15 %), explicar con bases científicas los cuidados preoperatorios (98,07 %), así como mencionar cuidados transoperatorios (73,07 %) y cuidados posoperatorios (67,30 %). El resto de las dimensiones no se expresan en esta tabla por que los resultados no fueron variables, sino constantes (0,00 %), debido a que las enfermeras fueron incapaces de justificar las acciones de enfermería (Tabla 2).
Discusión
Los resultados muestran que identificar el nivel de conocimientos de las intervenciones de enfermería en pacientes con enfermedades anorrectales que requieren cirugía ambulatoria es de suma importancia, pues no se puede asumir que simplemente se interioricen los conocimientos en la práctica; si bien es necesario que se conozca la aplicación, el desconocimiento teórico puede llevar a riesgos no solo en el sujeto de cuidado, sino en el profesional, que no sabrá enfrentarse a situaciones que se presenten en su quehacer diario.12
Cuando las enfermeras asisten a un paciente en cualquier circunstancia, lo hacen poniendo en práctica conocimientos aprendidos, su experiencia propia y capacidades personales como la intuición. En su acción, las enfermeras utilizan un conjunto de conocimientos que recrean mientras actúan, y al hacerlo encuentran nuevas soluciones, nuevos procesos, es decir, crean nuevos conocimientos.13
En el perioperatorio de pacientes con enfermedades anorrectales que requieren CA es importante la actuación del personal de enfermería, pues mediante sus intervenciones y conocimientos clínicos puede identificar y dar solución a las necesidades que presentan los enfermos.4,5,14
Según Rumbo y otros,14) este proceso requiere un análisis de la situación del paciente, sintetizar los hallazgos más importantes, exactitud al interpretar y dar sentido a los datos clínicos observados; es un proceso de pensamiento crítico, que permite (capacita para) tomar decisiones sobre aquellos resultados que se desea obtener y las intervenciones con actividades necesarias para lograrlos.
En Cuba, la educación de pregrado imparte los conocimientos sobre las funciones que se desarrollan en las unidades quirúrgicas a través de la asignatura Enfermería Clínico Quirúrgica.15 Aquí se trasmiten los conocimientos básicos en el área de cirugía, pero no se abordan los elementos relacionados al área de CA de enfermedades anorrectales ni en otras asignaturas de la disciplina, por lo que la educación de posgrado a través de sus figuras tiene un papel importante en la especialización de los recursos humanos de enfermería en ambas áreas. En este contexto los profesionales de enfermería que trabajan en el campo de la CA deben promover las investigaciones que desde la ciencia de la enfermería perfeccionen, modifiquen o creen nuevos conocimientos y la actuación de estos.
Son muchas las estrategias que los profesionales de enfermería pueden utilizar para tratar esta situación, sin embargo, Mompart y otros16 aseguran que se ha incrementado la búsqueda de resultados destinados a explicar la acción enfermera en situaciones clínicas, igualmente relacionado con la mayor utilización de técnicas investigadoras de corte cualitativo. Esta distribución de los intereses de los investigadores probablemente está en el origen de la poca inclinación que demuestran las enfermeras generales por el conocimiento y aplicación de los resultados de la investigación, al encontrarlos quizás poco útiles para su actividad diaria.
La transferencia de conocimiento en enfermería es un campo relativamente nuevo en investigación (últimos diez años) que, como proceso y estrategia debe conducir a la utilización de los resultados de investigaciones en mejores cuidados en los pacientes. Por ello, se requiere que asociaciones académicas y clínicos fomenten una cultura a través del compromiso práctico, el intercambio de conocimientos y la experiencia de enfermería de una manera sistemática, para incrementar la atención al paciente y abordar la brecha de investigación-práctica actual.
El planteamiento anterior lleva a acoger las recomendaciones de Luengo y otros,17 donde indican que en la profesión de enfermería la educación continua es frecuentemente identificada como un componente necesario de la competencia profesional.
Se ha demostrado la importancia de la educación continua y la capacitación en el personal de enfermería, que se ven reflejados en un menor número de accidentes y errores en el trabajo, mejor clima organizacional y mejores resultados en el paciente. Con la participación en formación continua se promueve la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades entre los profesionales enfermeros, los mantiene informados de las nuevas tendencias, lo que impactará en su práctica y en la mejora de su confianza.
Es interesante la revisión hecha por Sánchez y otros,18 donde concluyen que la profesión de enfermería está preocupada de transformar el cuidado en base al razonamiento crítico, con actividades que fomenten, estimulen y concentren una reflexión significativa, que facilite una práctica de cuidado holística, dialéctica y emancipatoria en un contexto social determinado; proporcionando los instrumentos apropiados para la acción de preservar la salud de los pacientes que cuida.
El conocimiento y dominio de las enfermedades anorrectales más frecuentes, las técnicas quirúrgicas a emplear, el instrumental necesario en cada cirugía, así como otras particularidades, si bien son del todo conocidas por el médico especialista que es a fin de cuentas quien va a practicar la cirugía, indudablemente, cuando la enfermera conoce la cirugía que se va a realizar, facilita el trabajo, hace dinámica la cirugía porque conoce las intervenciones y actividades a realizar, evita los gastos innecesarios de la institución y del paciente, ya que se reduce el tiempo de la cirugía, se eliminan las listas de espera quirúrgicas; por mencionar algunos de los beneficios, si se tiene en cuenta la competencia del personal de enfermería.
Entre las limitaciones del estudio están las propias de los cuestionarios autoadministrados, que no siempre se clarifican preguntas o respuestas, el hecho de explorar opiniones personales y delicadas, de manera que, aunque eran anónimas, las enfermeras podrían no haber expresado con total honestidad lo que en realidad pensaban sabían sobre el tema. Por otra parte, los datos fueron obtenidos en un medio hospitalario, lo que pudo influir sobre las respuestas al favorecer un sesgo de deferencia ante el investigador que exploró. Otra limitación es el tipo de muestreo utilizado, fue por disponibilidad, esto hace que la generalización de los hallazgos sea relevante solo a los participantes de este estudio.
En conclusión, el nivel de conocimientos de las enfermeras participantes en el estudio, acerca de las intervenciones de enfermería en pacientes con enfermedades anorrectales que requieren cirugía ambulatoria, fue insatisfactorio. El proceso de cuidar implica actividades desarrolladas por enfermería para y con el ser de la persona, con base en el conocimiento, la habilidad, la intuición, el pensamiento crítico, la creatividad y el liderazgo, las cuales son premisas de culturas de cuidar, para promover, mantener y recuperar la dignidad y totalidad del ser, a través de la práctica generada por el conocimiento, lo que lleva a la enfermería a la emancipación y liberación, tanto dentro de la disciplina, como dirigido a las personas con las que interactúa. Enfermería debe otorgar una mayor importancia a la adquisición de competencias de pensamiento crítico y actuación profesional.