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Pastos y Forrajes

versión impresa ISSN 0864-0394

Pastos y Forrajes v.30 n.2 Matanzas abr.-jun. 2007

 

ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Pastoreo restringido de ovejas Pelibuey en bancos de proteína de morera (Morus alba)

 

Restricted grazing of Pelibuey ewes in protein banks of mulberry (Morus alba)

 

 

P.E. Lara1, M.C. Canché2, N.B. Marrufo2 y J.R. Sanginés1

1División de Estudios de Posgrado e Investigación ITC

km 16,3 Antigua Carretera Mérida-Motul, CP 97345

Conkal, Yucatán, México

2Tesistas del Instituto Tecnológico de Conkal (ITC)

E-mail: plara@itaconkal.edu.mx


RESUMEN

Con el objetivo de medir el efecto del pastoreo de ovejas Pelibuey en un banco de proteína de morera (Morus alba) en el comportamiento productivo, se desarrolló un experimento completamente al azar y se utilizaron 10 ovejas de tercer parto con 32 + 2,6 kg de PV, considerando una oveja como unidad experimental; los tratamientos fueron: grupo testigo (T) pastoreo en pasto estrella más 250 g de alimento concentrado animal-1 d-1 y pastoreo restringido (2 h d-1) en morera (M). Se encontró diferencia (P<0,05) en la condición corporal en el momento del destete, de 2,46 + 0,30 en T y 2,00 + 0,24 en M. El consumo voluntario (CV) de las ovejas fue mayor en la morera, con 5,05% en la gestación y 2,97% en la lactancia, con relación al grupo T (4,28 y 2,28%). El peso al nacer y al destete, así como como la GDP fueron mejores (P<0,05) en las crías del grupo T, con 3,77; 15,61 y 0,207 vs 2,82; 13,01 y 0,185 kg, respectivamente. Esto se debió a una menor prolificidad en T, por lo que los kilogramos paridos y destetados fueron mayores en M, con 5,86 y 23,41 vs 4,52 y 18,74 para T. La capacidad de rebrote de la morera fue óptima para pastorear a los 70 días, por lo que es factible sustituir la suplementación con concentrado en ovejas por el pastoreo restringido por 2 h en un banco de morera durante la gestación y la lactancia.

Palabras clave: Morus alba, oveja, sistemas silvopascícolas


ABSTRACT

With the objective of measuring the effect of grazing by Pelibuey ewes in a protein bank of mulberry (Morus alba) on the productive performance, a completely randomized trial was carried out and 10 third parturition ewes with 32 ± 2,6 kg LW were used, considering one ewe as experimental unit; the treatments were: control -1 -1 -1 group (C) grazing in star grass plus 250 g of concentrate feed animal d and restricted grazing (2 h d ) in
mulberry (M). Difference (P < 0,05) was found in the body condition at the moment of weaning, of 2,46 ± 0,30 in C and 2,00 ± 0,24 in M. The voluntary intake (VI) of the ewes was higher in mulberry, with 5,05% in pregnancy and 2,97% in lactation with regards to group C (4,28 and 2,28%). The weight at birth and weaning, as well as the MDG were better (P < 0,05) in the offspring of group C with 3,77; 15,61 and 0,207 vs 2,82; 13,01 and 0,185 kg, respectively. This was due to a lower prolificacy in C, for which the kilograms born and weaned were higher in
M, with 5,86 and 23,41 vs 4,52 and 18,74 for C. The regrowth capacity of mulberry was optimal for grazing after 70 days, for which it is feasible to substitute the supplementation with concentrate in ewes by restricted grazing for 2 h in a mulberry bank during pregnancy and lactation.

Key words: Morus alba, ewe, silvopastoral systems


 

 

INTRODUCCION

En las regiones tropicales de América Latina se concentra aproximadamente el 60% de la población mundial del ganado (García, 1991); en dichas regiones se presenta una marcada época de sequía, que puede durar entre tres y siete meses, período durante el cual la disponibilidad de forraje es muy limitada, tanto en cantidad como en calidad. Por otra parte, los sistemas de producción ovina, basados en el pastoreo de gramíneas nativas y/o introducidas con elevada concentración de FDN y pobres en PC, afectan negativamente su valor nutritivo y, en consecuencia, disminuye el consumo voluntario; ello ocasiona una reducción en la productividad de los animales, por lo que es necesario usar algún tipo de suplemento, ya sea energético o proteínico, para mejorar su respuesta productiva.

El establecimiento de bancos forrajeros tiene como objetivo principal incrementar la producción de biomasa, con niveles de PC superiores al 15%, y si además la especie utilizada aporta a los rumiantes en pastoreo niveles elevados de ED, se le denomina banco energético-proteínico (Pezo e Ibrahim, 1999); estos bancos se usan para mejorar la dieta de los animales y, de este modo, reducir el consumo de los alimentos concentrados fabricados con granos y pastas de oleaginosas, que son costosos y deficitarios.

Diversas especies de arbustivas y arbóreas leguminosas y no leguminosas con potencial forrajero han demostrado ser una buena alternativa como suplemento; entre estas se destaca la morera (Morus alba), debido a que su valor nutritivo es uno de los más altos entre los forrajes tropicales y se caracteriza por su buen potencial de producción de follaje (15-25% de PC), nivel elevado de energía, adecuada composición mineral y una DIVMS de 75 a 90% (Benavides, 1992).

El objetivo del presente trabajo fue evaluar un banco de proteína de morera mediante pastoreo restringido con ovejas Pelibuey en la fase de gestación y lactancia, en comparación con animales suplementados con concentrado comercial.

MATERIALES Y METODOS

Localización del área de estudio. El presente trabajo se desarrolló en la unidad de producción e investigación agrícola y pecuaria del Instituto Tecnológico de Conkal, Yucatán, México, ubicada a 21º 05' latitud Norte y 89º 32' longitud Oeste, a una altitud de 7 msnm. El clima predominante es cálido húmedo, con lluvias en verano (Aw0 (x') (f) gi); la temperatura media anual es de 26,5ºC y la precipitación media de 900 mm, de las cuales aproximadamente el 80% se presenta entre los meses de mayo y septiembre. Los suelos predominantes en la región son los de tipo t'zekel (de acuerdo con la terminología maya), Leptosoles rendzínicos esqueléticos según la terminología de la FAO (1998).

Diseño experimental. Se utilizó un diseño experimental completamente al azar con cinco repeticiones y dos tratamientos, considerando una oveja como unidad experimental; los tratamientos fueron: T: Pastoreo de pasto estrella (Cynodon nlemfuensis) más 250 g de concentrado d-1; y M: Pastoreo de pasto estrella más 2 h de pastoreo en banco de morera.

Para la comparación de medias se utilizó el t de Student.

Procedimiento. Se seleccionaron 10 hembras adultas Pelibuey vacías de tercer parto, con un peso aproximado de 32 kg, y se suplementaron con 200 g de concentrado comercial; 15 días después de iniciar la suplementación se procedió a sincronizarlas, utilizando esponjas vaginales impregnadas de acetato de fluorogestona, y 12 días después se les retiraron las esponjas y se les inyectó 200 UI de PMSG (progesterona sódica) por oveja; a las 12 h, con la ayuda de un macho celador provisto de un mandil, se detectó el celo. Se realizó el empadre por monta directa a las 12 y 24 h, para lo cual se utilizaron dos sementales de la raza Katahdin durante dos días; posterior al servicio se diagnosticó la gestación mediante ecografía, a los 45 y 60 días; una vez definida la preñez, los animales se distribuyeron aleatoriamente en los tratamientos.

Los animales tuvieron un período de 14 días de adaptación al banco de proteína; los del grupo T recibieron suplemento alimenticio en forma individual, en tanto que los del tratamiento M se llevaron al banco de proteína, donde pastorearon de 10:00 a.m. a 12:00 p.m. Transcurrido el tiempo prefijado todos los animales regresaban al potrero de pasto estrella, donde permanecían hasta las 6:00 a.m. del día siguiente, y posteriormente se encerraban en un corral hasta las 10:00 a.m. (para evitar que pastorearan durante las primeras horas del día, con el objetivo de romper el ciclo de parásitos). Una vez nacidas las crías del grupo M, se llevaron al banco de morera junto con sus madres. Todos los animales recibieron sales minerales ad libitum.

La superficie del banco de proteína fue de 912 m2, dividido en 35 parcelas de 25 m2 cada una, con un metro de distancia entre ellas; el tiempo de ocupación fue de dos días y el de reposo de 70 días. Antes que las ovejas entraran al banco de morera, se realizó una poda a 1,6 m con el fin de adecuar la altura de pastoreo; todos los animales pastorearon potreros de pasto estrella de 375 m2 y 870 m2, con períodos de ocupación de 7 días y 21 días de descanso; en total se utilizaron cuatro potreros de C. nlemfuensis.

Tanto las praderas de C. nlemfuensis como el banco de proteína se regaron con una lámina de 10 cm dos veces por semana, y se abonaron mensualmente con agua residual de una granja porcina a razón de 600 kg N-1año-1.

Obtención de las muestras. Antes de iniciar el pastoreo de la pradera de C. nlemfuensis, se tomó una muestra del forraje ofrecido (marco de 0,25 m2) y al final del período de ocupación se midió el forraje remanente por el mismo método. En el banco de proteína el muestreo se realizó cosechando el forraje de dos plantas; también se muestreó antes y después del pastoreo, una vez por semana. Para evaluar los daños causados al banco de proteína se exploró cada parcela (planta por planta) de donde salían los animales y se anotó desde el más mínimo daño hasta el derribo de la planta. Una vez recolectadas las muestras se pesaron en verde, se seleccionó una submuestra de 300 g y se colocó en la estufa a 65oC durante 48 h; después de secas se pesaron, se molieron e identificaron y se enviaron al laboratorio para determinar la calidad del forraje ofrecido y rechazado; se estimó la MS, la MO, la PC (AOAC, 2000) y la FDN (Van Soest, Robertson y Lewis, 1991).

Variables de respuesta evaluadas. El peso inicial y la condición corporal (Cc) se evaluaron al momento de diagnosticar la gestación; posteriormente se hizo cada 28 días (previo ayuno de 16 h) hasta el momento del parto, y durante la lactancia se realizó cada 14 días hasta el momento del destete; la Cc de las ovejas se determinó mediante la técnica de Russel, Doney y Gunn (1969).

Al nacer las crías se pesaron consecutivamente cada siete días hasta el destete, que fue de 56 días como promedio. Al momento del destete se ajustó el peso de los corderos de acuerdo con la fórmula adaptada por Warwick y Legates (1984), al igual que al inicio de la gestación. Las variables GDP y Cc de las ovejas se sometieron a análisis de varianza de acuerdo con el diseño experimental utilizado (Steel y Torrie, 1988).

RESULTADOS Y DISCUSION

Cambio de peso en las ovejas durante la gestación y la lactancia

La ganancia total de peso (GTP) durante la gestación fue de 3,52 + 1,35 en T y 2,12 + 1,43 kg en M, y la GDP al parto de 42 + 0,02 en T y 25 + 0,02 g d-1 en M, sin diferencias significativas entre los tratamientos (tabla 1); no obstante, se observó una mayor prolificidad en las ovejas suplementadas con el banco de morera (1,8) con relación a las suplementadas con concentrado (1,2). Por su parte, Combellas (1999) encontró ganancias de 34 g/día y de 19 g/día antes y después del parto en ovejas West African que pastoreaban pasto estrella y leucaena (Leucaena leucocephala); mientras que Alves y Barreto (2000), al utilizar 4, 6 y 10 ovinos machos ha-1) en pastoreo restringido (una hora) en bancos de proteína de leucaena o gandul, asociado con pasto buffel, encontraron las mayores ganancias en la asociación leucaena-buffel con las cargas de 4 y 6 animales ha-1 (50,0 y 49,1 g d-1).

Durante la lactancia las ovejas del grupo testigo perdieron 2,34 + 1,03 kg, mientras que la pérdida de peso en las que tuvieron acceso al banco de morera fue de 1,68 + 3,01 kg; esto representó 42 + 0,02 y 30 + 0,05 g d-1, respectivamente, a pesar de que estas últimas amamantaron como promedio 2,2 crías por oveja, mientras que las del grupo testigo solamente 1,2 crías, con lo que se confirma la calidad nutritiva de la morera como sustituta de los alimentos balanceados en la alimentación de los rumiantes (Benavides, 1998). Estos resultados no coinciden con los hallados por Combellas (1999) en ovejas West African lactantes, alimentadas con una dieta basal de heno de C. nlemfuensis y suplementadas con 400 g d-1 de concentrado o bloque multinutricional a voluntad, ya que las ovejas del primer grupo ganaron 1,2 kg, mientras las otras mantuvieron su peso.

Cambio de la condición corporal en las ovejas durante el experimento

Durante la gestación los cambios en la Cc de las ovejas fueron similares; en ambos grupos se encontró una mejoría en la Cc (tabla 2), lo que demostró el valor nutritivo de la morera y que el pastoreo en los bancos puede sustituir la suplementación con granos durante esta etapa, al cubrir los requerimientos nutricionales de las ovejas, además de que se logró la acumulación de reservas corporales. Avendaño e Imbarach (2002) informaron resultados similares en ovejas Suffolk-down en pastoreo y con diferentes niveles de suplementación; en el momento del parto hubo diferencias en la Cc de las ovejas (P<0,05) en el nivel alto de suplementación y la Cc más baja se observó en las ovejas que solo pastoreaban. Por su parte, Sánchez, García y Álvarez (2003) no hallaron diferencias en la condición corporal al parto y a los 60 días posparto en cabras en pastoreo de plantas nativas de la región y suplementadas con una mezcla de maíz, melaza y minerales, al compararlas con un grupo de cabras que se encontraban en pastoreo solamente.

Durante la lactancia las ovejas en el banco de morera utilizaron más sus reservas corporales, lo que se manifestó en una mayor pérdida (P<0,05) en la Cc (tabla 2); debe señalarse que las ovejas en el banco de morera estuvieron amamantando 1,8 crías como promedio, mientras que las del grupo testigo 1,2 crías. Sepúlveda, Oberg y Neumann (2000) demostraron la necesidad de suplementar las ovejas lactantes, ya que si no se hace, utilizan una mayor cantidad de sus reservas corporales y puede afectarse su respuesta productiva posterior.

Características productivas de los corderos

Las ovejas suplementadas con concentrado presentaron una menor prolificidad (1,2 crías) con relación a las que tuvieron acceso al banco de morera (1,8), por tal motivo, el peso de los corderos al nacimiento y al destete fue mayor (P<0,05) en el grupo testigo (tabla 3). Sin embargo, al evaluar la productividad con relación a los kilogramos paridos y destetados, esta fue mayor (P<0,05) en las ovejas mantenidas en el banco de morera. Diversos autores han informado acerca del efecto del tipo de parto en el peso al nacimiento y al destete de los corderos en razas ovinas tropicales, como Pelibuey, West African y Black Belly (Rodríguez, Huerta, Ventura, Rivero y Esparza, 1999; Perón, Limar y Fuentes, 2000; González, Torres y Castillo, 2002; Dickson-Urdaneta, Torres-Hernández, Dáubeterre y García, 2004), y se señalan ventajas para los corderos que proceden de parto simple con relación a los de parto gemelar; este efecto se atribuye, principalmente, a que la cría única no tiene competencia por los nutrimentos, tanto durante su vida uterina como lactante. Dichas diferencias se encuentran en un rango de 20 a 25% en el peso al nacimiento, similar a lo observado en el presente trabajo, y pueden ser superiores al 30% en el peso al destete, en dependencia de las condiciones de manejo y alimentación de las hembras. No obstante, si se evalúa la productividad de las ovejas en función de los kilogramos destetados ésta es superior en las que destetan dos crías, ya que la edad y el peso al sacrificio son similares independientemente del tipo racial y el tipo de parto (Rodríguez et al., 1999).

Consumo voluntario de materia seca de las ovejas

En la tabla 4 se aprecia un mayor consumo de MS en las ovejas que pastorearon en el banco de morera, tanto durante la gestación como en la lactancia, con 1,95 y 1,21 kg d-1 vs 1,61 y 0,94 kg d-1 para las ovejas del grupo testigo, debido probablemente al aporte de nutrientes de la morera y a su alta digestibilidad (88%) (Benavides 1998); la ingesta durante la gestación representó el 4,28 y 5,05% del PV para T y M, respectivamente, y durante la lactancia fue de 2,28% para el grupo T y 2,97% para el grupo M. En este sentido, Benavides (1992) informó consumos superiores al 3,0% en cabras lactantes que se alimentaban con poró (Erythrina poeppigiana).

El rendimiento de forraje por planta fue de 1,21 kg de MS (hojas y tallos tiernos), valor similar al encontrado por Benavides (1986) cuando utilizó dos alturas de corte (0,5 y 1,0 m) y tres frecuencias de cosecha (60, 120 y 180 días).

Composición química del alimento ofrecido y rechazado

La composición química de la morera y del pasto estrella se presenta en la tabla 5. La concentración de PC de la morera fue superior a lo reportado por Rodríguez, Arias y Quiñones (1994), quienes hallaron valores de 15,9 y 14,4% de proteína en las hojas cuando fue cosechada a los 63 y 84 días, respectivamente, con una densidad de 10 000 plantas ha-1. Por su parte, Flores, Bolívar, Botero e Ibrahim (1998), al evaluar ocho variedades de morera en Brasil, encontraron contenidos de PC en las hojas nuevas, las viejas y las maduras de 27,5; 22,5 y 19,4%, respectivamente.

La FDN en el pasto estrella ofrecido fue de 63,75%. Pérez, Alarcón, Mendoza, Bárcena, Hernández y Herrera (2001) encontraron un contenido de FDN más alto, al evaluar la ganancia de peso en toretes en pastoreo de estrella africana (C. plectostachyus), solo (75,3% FDN) y suplementado con un banco de proteína de kudzú (75,9; 76,1 y 76,9; 76,4% FDN para la mañana y la tarde, con horarios de 60 y 30 min, respectivamente), lo que indica que no fue afectado por el tiempo y el horario de acceso al banco de proteína, pero los ciclos de pastoreo sí afectaron la calidad nutritiva del forraje.

La concentración de MO fue superior en el pasto estrella (82,12 y 83,31%) con relación a la morera (73,60 y 73,72%) para el alimento ofrecido y el rechazado, respectivamente. Estos valores son inferiores a los informados por Martín, González, Ojeda, Milera, Hernández y Salinas (1999), al evaluar cuatro variedades de la especie M. alba (Indonesia, Tigreada, Acorazonada y Cubana), quienes encontraron como promedio 88,30% de MO.

Con respecto a la utilización del banco de morera, se observó que la capacidad de rebrote era óptima para pastorear a los 70 días, ya que había suficiente forraje y la altura no fue un impedimento para el consumo de la planta por parte de los animales en pastoreo.

Conclusiones

Con el pastoreo restringido de las ovejas en el banco de morera (2 h diarias) durante la gestación y la lactancia, los resultados pueden ser similares a los que se obtienen con el uso de concentrado como fuente de suplementación; por lo que es factible la utilización de la morera, ya que los daños causados por los animales a la planta fueron mínimos y su capacidad de rebrote fue óptima para pastorear a los 70 días.

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Recibido el 26 de febrero del 2007
Aceptado el 22 de marzo del 2007