INTRODUCCIÓN
Los agroecosistemas de pastizales tienen una importancia relevante para la producción de rubros como la leche y la carne, entre otros, y se estima que ocupan más de la cuarta parte de la superficie de la Tierra (Iermanó y Sarandón, 2016).
La alimentación de la masa ganadera se debe sustentar, principalmente, en la utilización de los pastos, ya que constituyen alimentos de adquisición más económica que las dietas basadas en los concentrados. Por ello se debe enfatizar en la búsqueda de vías, métodos y alternativas para mantener e incrementar la producción ganadera con el uso más eficiente de los pastos y las forrajeras.
Con el transcurso de los años se ha trabajado en la identificación de especies, tanto gramíneas como leguminosas (herbáceas y arbóreas), y de otras familias que presentan buen potencial agrícola y productivo, capaces de hacer aceptables aportes, incluso con un mínimo de insumos. No obstante, las especies varían en dependencia de la zona geográfica, las condiciones edafoclimáticas, entre otros factores (Rincón-Castillo y Villalobos, 2021).
En la zona sur de Brasil, el Estado de Santa Catarina se considera la principal zona ganadera de esa región. En Florianópolis, la finca Ressacada, perteneciente a la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), presenta una amplia diversidad de especies de diferentes familias, algunas consideradas como nativas, y otras naturalizadas, que forman la base alimentaria de los animales en pastoreo. En los pastizales predominan ciperáceas, gramíneas y leguminosas herbáceas. La presencia y permanencia de estas especies se puede afectar por varios factores: manejo, clima (incidencia de las estaciones) y condiciones de suelo. Principalmente, los nutrientes inmóviles como el P y el K, constituyen elementos primarios esenciales para el crecimiento de la planta (Martínez-Sáez et al., 2018).
El objetivo de este estudio fue caracterizar la productividad y la calidad nutricional de la comunidad herbácea en el núcleo bovino de la finca Ressacada, después de dos años y medio de tratarse con diferentes dosis de fertilizantes calcáreos, fosfóricos y potásicos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Localización. Los estudios se realizaron en la finca experimental Ressacada-UFSC, en la zona de Tapera, al sur de la isla de Florianópolis, capital del Estado de Santa Catarina, ubicada geográficamente a los 27º 41’ 06,28” S; 48º 32’ 38.81” O, con predominio de terreno de relieve plano, a 3 msnm.
Características de clima y suelo. El clima de la zona es subtropical húmedo (Andrade, 1996). El estudio se realizó durante el verano (enero-abril) de 2019, con predominio de temperaturas diarias de 27 °C y temperatura mínima promedio de 23 °C. Este período abarca más de 60 % del total de las precipitaciones anuales (1 506 mm). El suelo del área está constituido por sedimentos arenosos de origen aluvio-coluvial, eólico y lacustre, clasificado como neosuelo hidromórfico típico (IBGE e IPUF, 1991).
Diseño experimental y tratamientos. Se aplicó un diseño en bloques al azar, con cuatro repeticiones. La investigación se realizó en cuartones que estaban en estudio de fertilización, con 12 tratamientos experimentales. La última fertilización se efectuó 2,5 años antes de realizar este trabajo.
Los tratamientos fueron: T1) 0 calcáreo, 0 P2O5 y 0 K2O; T2) 0 calcáreo, 0 P2O5 y 1 K2O; T3) 0 calcáreo, 1 P2O5 y 0 K2O; T4) 0 calcáreo, 1 P2O5 y 1 K2O; T5) ½ calcáreo, 0 P2O5 y 0 K2O; T6) ½ calcáreo, 0 P2O5 y 1 K2O; T7) ½ calcáreo, 1 P2O5 y 0 K2O; T8) ½ calcáreo, 1 P2O5 y 1 K2O; T9) 1 calcáreo, 0 P2O5 y 0 K2O; T10) 1 calcáreo, 0 P2O5 y 1 K2O; T11) 1 calcáreo, 1 P2O5 y 0 K2O y T12) 1 calcáreo, 1 P2O5 y 1 K2O.
La fertilización se desarrolló según las indicaciones descritas en el Manual de Recomendaciones de Fertilización para el Estado de Rio Grande do Sul y Santa Catarina (FS-RS/SC, 2004), basadas en los análisis de suelo. Se aplicó una dosis de 50 kg del fertilizante calcáreo/ha y 40 kg para el P y K/ha.
Animales y manejo. El área experimental, con predominio de pastos naturales, se manejó con pastoreo racional Voisin (PRV) desde el 2016. En los cuartones pastaban 22 animales de la raza Brahman, con peso promedio de 300 kg, destinados al reemplazo para la producción de leche.
Insumos utilizados. Los fertilizantes aplicados fueron el fosfato de Arad (fosfato natural), el superfosfato triple (46 % de P2O5) y el cloruro de potasio (60 % de K2O5) y una fuente de fertilizante calcáreo..
Mediciones. Previo a la realización de las mediciones, se realizó un pastoreo profundo de todos los cuartones experimentales, para su homogenización en cuanto a altura y disponibilidad de los pastos. Seguidamente, se ajustó la rotación, y después de la recuperación del pastizal, aproximadamente entre los 40-45 días, se realizaron las mediciones de rendimiento. Para ello se empleó un marco de 0,25 m2 en cada parcela experimental y el pasto se cortó a una altura de 20 cm. En cada parcela se hicieron cuatro tiradas del marco, para un total de 48 muestras cortadas en el área seleccionada.
Las muestras colectadas se pesaron en su forma fresca para determinar el peso de la materia verde total. Después se llevaron a estufa, durante tres días, a 105 ºC, para determinar la MS y estimar el rendimiento.
Las muestras secas se molieron en un molino tipo Wiley, a 1 mm de espesor. Se trasladaron, envasadas debidamente, al Laboratorio de Forrajeras del CCA-UFSC para la determinación de algunos indicadores de la calidad nutricional (PB, FDN, FDA), con el empleo del equipo espectrómetro MPA FT-NIR.
Procesamiento estadístico. Para el análisis de los resultados del rendimiento y de bromatología, se realizó un análisis de varianza. Previo a este análisis, se comprobó la distribución normal y la homogeneidad de la varianza. Las medias se compararon mediante la prueba de Fisher, para un nivel de significación de p < 0,05. Para ello se aplicó el paquete estadístico InfoStat® 2012, versión libre.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los pastos y forrajes se caracterizan por su elevado contenido en fibra (aproximadamente 30 % de la MS la constituye esta fracción) e integran una parte muy importante en las raciones para los rumiantes, ya que estimulan la rumia y la salivación y mantienen un pH adecuado del rumen (Domínguez et al., 2019).
El análisis bromatológico de los pastos permite tener una idea aproximada del grado de su calidad nutricional, para lo que se recomienda realizar, como mínimo, los análisis de MS, PB, FDA, FDN y cenizas (Cortes-Jojoa y Ramos-Obando, 2018).
Con respecto al rendimiento (fig. 1), se evidenció que este indicador fue bajo para todos los tratamientos, con valores que no rebasaron las 2,5 t de MS/ha/rotación. Esto es característico de los pastos naturales, los cuales, escasamente, logran rendimientos de 4,0-8,0 t de MS/ha/año (Domínguez-Escudero, 2020). Se observó que T5, T8, T9 y T10 fueron los de mejor comportamiento. Sin embargo, no difirieron estadísticamente del resto, con excepción del T2, que fue el de más bajo valor. Este último mostró diferencias con respecto a los antes mencionados.
En esta diferenciación pudo influir la presencia de los fertilizantes, y también el componente florístico (Olivera-Castro et al., 2020), que en cada tratamiento fue diferente. Predominaron 19 familias, con representación de 64 especies, y entre estas familias las de mayor representatividad fueron Cyperaceae (21,9 %), Poaceae (14,7 %) y Fabaceae (5,8 %). Las demás especies identificadas, con un porcentaje de representación por debajo de 1,33 %, pertenecen a las familias Apiaceae, Asteraceae, Commelinaceae, Euphorbiaceae, Hypoxidaceae, Juncaceae, Lamiaceae, Lythraceae, Melastomataceae, Ochnaceae, Onagraceae, Polygalaceae, Rubiaceae, Scrophulariaceae y Xyridaceae. Todas son especies naturalizadas, que responden de manera distinta al manejo racional, y expresan distintos potenciales de rendimiento y calidad.
Se conoce que el rendimiento es una de las variables más importantes y que más influye en el comportamiento agroproductivo de las plantas (Boschini et al., 2002). Esta variable está vinculada, entre otros factores, con la potencialidad genética de la especie, las condiciones climatológicas y de manejo, así como con las propiedades físicas y químicas del suelo, estas últimas con una marcada influencia (Debelis et al., 2005). Ello indica que las variaciones que se presenten en este sentido pueden modificar sensiblemente la producción de MS durante el ciclo de explotación.
En la tabla 1 se muestran los resultados del análisis de algunas variables bromatológicas, en cuanto a la calidad nutricional de las muestras del pastizal por cada tratamiento.
Medias con letras distintas difieren significativamente a p <0,05
T1) 0 calcáreo, 0 P2O5 y 0 K2O; T2) 0 calcáreo, 0 P2O5 y 1 K2O; T3) 0 calcáreo, 1 P2O5 y 0 K2O; T4) 0 calcáreo, 1 P2O5 y 1 K2O; T5) ½ calcáreo, 0 P2O5 y 0 K2O; T6) ½ calcáreo, 0 P2O5 y 1 K2O; T7) ½ calcáreo, 1 P2O5 y 0 K2O; T8) ½ calcáreo, 1 P2O5 y 1 K2O; T9) 1 calcáreo, 0 P2O5 y 0 K2O; T10) 1 calcáreo, 0 P2O5 y 1 K2O; T11) 1 calcáreo, 1 P2O5 y 0 K2O y T12)1 calcáreo, 1 P2O5 y 1 K2O
De manera general, hubo diferencias altamente significativas para cada una de las variables estudiadas en los diferentes tratamientos. En esta diferenciación, como se mencionó con anterioridad, pudo haber influido la presencia de los fertilizantes, aunque también pudo repercutir el componente florístico (Olivera-Castro et al., 2020) en cada cuartón.
La PB mostró el mejor valor en T2 y T4, los que difirieron estadísticamente del resto. El porcentaje más bajo fue para T7. Es relevante resaltar que el porcentaje de PB del pastizal fue bajo para todos los casos (entre 4,8 y 7,6 %), en lo que influyó la presencia de especies de bajo aporte nutricional, como las del género Cyperaceae, Melastomataceae, Apiaceae, Euphorbiaceae, entre otras. En un estudio de Ojo et al. (2017) se informaron contenidos de PB inferiores a 6,0 % en pastos naturales del sudeste de Nigeria, muy similares (5,3-6,1 %) a los encontrados por Triana-González et al. (2017) en las sabanas de Camagüey, Cuba y por da Oliveira et al. (2015) en forrajeras tropicales de Brasil. No se observó influencia de las leguminosas presentes en los cuartones, en cuanto a la calidad del pastizal, a pesar del aumento de estas con respecto al inicio del experimento.
Para que se produzca un efecto de las leguminosas en el valor nutricional del pastizal en general, estas deben estar en una proporción que no sea inferior al 30,0 % (Terra et al., 2019). En este estudio, la presencia de las leguminosas estuvo por debajo de esta cifra (Olivera-Castro et al., 2020), y fue el T12 el que mostró mejor resultado (25,9 %). Es por ello que se deben continuar las acciones de mejora del pastizal, como rehabilitaciones o siembra de especies, incluso ambas, pues aportan proteína, para ofrecer así a los animales un pastizal más balanceado y de mejor calidad. Olivera-Castro (2016), en un estudio de varias accesiones de Urochloa brizantha (Hochst. ex A. Rich.) R.D. Webster, asociadas con la leguminosa Stylosanthes guianensis (Aubl.) Sw., encontró que el aporte de proteína de la asociación varió entre 9,4 y 11,2 %.
El contenido de la FDN, pared celular total, compuesta por la fracción de la FDA (celulosa y lignina) más la hemicelulosa, es uno de los criterios más utilizados para determinar la calidad del forraje, ya que indica la capacidad de consumo del animal y la densidad energética de la dieta (Bassi, 2008). De acuerdo con lo informado por Van Soest et al. (1991), los forrajes con un contenido de FDN < 40,0 % se pueden considerar de buena calidad, mientras que aquellos con FDN > 60,0 %, pueden interferir en la digestión y el consumo de MS.
Con relación a esta variable, ningún tratamiento estuvo por debajo de 40,0 %. En ello influyó, en gran medida, el componente florístico (Olivera-Castro et al., 2020) presente en los cuartones, dominado por pastos naturales, los que aumentan la producción de biomasa de tallos y material muerto (Villareal-González et al., 2014). El T12 mostró menor contenido de FDN, y difirió estadísticamente del resto.
Con respecto al comportamiento de la FDA, el T7 presentó la mayor concentración de este elemento y difirió estadísticamente de T1, T2, T11 y T12, que fueron los que tuvieron menor porcentaje y, por lo tanto, mejores tenores de digestibilidad, ya que según Osorio-Espinoza y Tapara-Jurado (2020), a medida que la FDA aumenta, se reduce la capacidad de los animales para digerir los forrajes a su alcance.
No obstante, el sistema de rotación racional empleado (PRV), basado en la entrada de los animales al cuartón, cuando los pastos están en su punto óptimo de pastoreo, permitió que los valores obtenidos en esta investigación fueran inferiores a los informados por López et al. (2019) en Megathyrsus maximus (Jacq.) B.K. Simon & S.W.L. Jacobs cv. Likoni (35,2-34,4 % y 68,7-68,0 %), para FDA y FDN respectivamente, y a los registrados por Rodríguez y Lara (2018) en el cv. Tanzania (42,9-57,6 % y 74,9-80,7 %) para lluvia y seca, respectivamente, ambos en sistemas silvopastoriles en asociación con Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit. También resultaron menores a los que refirieron Ortega et al. (2015) en lluvia, para guinea Tanzania y las brachiarias mulato y toledo (66,32-70,0-78,0 %, respectivamente).
En sentido general, se puede inferir que los bajos rendimientos, así como la baja calidad nutricional del pastizal, estuvieron muy relacionados con la alta presencia de especies de familias que no hacen un buen aporte nutricional, entre las que destacan las pertenecientes a la familia Cyperaceae. Estas se consideran plantas indeseables, se adaptan a disimiles condiciones edafoclimáticas (Bozal et al., 2011) y su presencia afecta el desarrollo y crecimiento de otras especies dentro del pastizal. Muchas ciperáceas son dominantes en ecosistemas propios de suelos húmedos.
Aunque las especies de esta familia no se recomiendan para la alimentación de los bovinos, por su baja calidad, se conocen estudios en los que han formado parte de la dieta de otras especies de animales, principalmente de aves (Echaccaya et al., 2017).
Se concluye que el pastizal de la finca, catalogado como natural o naturalizado, evidenció un bajo rendimiento productivo, a pesar de transitar por la época de mayores precipitaciones. La calidad nutricional también resultó baja, típica de los pastos naturales de la región.
Se recomienda la rehabilitación en los cuartones que lo ameriten, así como la siembra de especies cultivadas (gramíneas y leguminosas), que aporten calidad nutricional al pastizal y a la dieta de los animales; además de permitir la disminución de las especies menos importantes, como las de la familia Cyperaceae.