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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión impresa ISSN 0864-2125versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.12 n.2 Ciudad de La Habana mar.-abr. 1996

 

 

Trabajos Originales

Autoagresión por quemaduras

Iris Montes de Oca Campos,1 José Manuel Martínez Camejo,2 Páusides Calixté Semanat,3 y Angel L. Selva Suárez4

  1. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Facultad de Ciencias Médicas "Zoilo Marinello V." de Las Tunas
  2. Especialista de II Grado en Bioestadística. Profesor Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas "Zoilo Marinello V." de Las Tunas.
  3. Especialista de I Grado en Higiene. Instructor de la Facultad de Ciencias Médicas "Zoilo Marinello V." de Las Tunas.
  4. Especialista de I Grado en Cirugía. Decano de la Facultad de Ciencias Médicas "Zoilo Marinello V." de Las Tunas.

RESUMEN

Se realizó un estudio epidemiológico transversal en los casos de autoagresión por quemaduras, que acudieron al Cuerpo de Guardia del Servicio de Quemados del Hospital "Dr. Ernesto Guevara de la Serna", durante el período comprendido entre los meses de febrero de 1993 y febrero de 1994, con la finalidad de determinar el comportamiento de algunas variables de interés en estos casos. El universo de estudio lo constituyeron 57 casos, cuya información se recolectó de la gráfica general del paciente quemado (Modelo 71-05) y de los registros estadísticos del Servicio de Quemados del Hospital. Como fundamentales resultados y conclusiones se obtienen las siguientes: la mayor frecuencia de casos se encontró en las edades comprendidas entre 15 y 24 años; el sexo femenino resultó ser el más afectado en todos los grupos de edades. La cocina fue el lugar donde se efectuó el acto con mayor frecuencia. Se encontró un alto grado de asociación entre la supervivencia y la presencia de antecedentes de intentos suicidas. Presentaron la mayor incidencia por municipios los de Puerto Padre y Jobabo; el alcohol y el kerosene fueron los agentes causales más utilizados. En la casuística predominaron los grandes quemados.

Palabras clave: INTENTO DE SUICIDIO; QUEMADURAS/ epidemiología.

INTRODUCCION

Cualquier acción mediante la cual el individuo se causa una lesión, independientemente de la letalidad del método empleado y del conocimiento real de su intención, es definida como intento suicida; pero si a consecuencia de este acto, el individuo se produce la muerte, estaríamos en presencia de un suicidio; o sea, es el acto donde el propio sujeto se da muerte.1,2

El suicidio es una de las causas más frecuentes de defunciones, y como tal constituye un gran problema de salud. La Organización Mundial de la Salud estimó que en la década pasada más de 1 000 personas se suicidaron cada día y es esta cifra mayor en los países desarrollados, donde este fenómeno figura entre las 5 ó 10 primeras causas de muerte.3

Entre los países con más altas tasas de suicidio se encuentran algunos de Europa, tales como: Hungría, Finlandia, Checoslovaquia, Austria, Alemania y Dinamarca,3 donde también ha ocurrido un aumento de intento suicida en niños y adolescentes. El Centro de Prevención del Suicidio de Los Angeles, California, reportó una tasa de 16 por 100 000 habitantes, de los cuales el 43 % tenían edades que oscilaban entre 12 y 20 años. En países de América, el suicidio ha figurado en el tercer o cuarto lugar de las causas de defunciones en las edades comprendidas entre 15 y 44 años y representa el 6,5 % del total de las defunciones en este grupo de edades.4

En nuestro país, en los últimos años, el suicidio ha estado entre las principales causas de muerte. En 1991 ocupó el séptimo lugar, con una tasa de 20,4 para todas las edades, y entre los 15 y 49 años fue la tercera causa, con una tasa de 23,3.5

Esta causa en la provincia Las Tunas ha ocupado en todos los años del último quinquenio el quinto lugar entre las principales causas de muerte para todas las edades,5 y presentó en 1992 una tasa de 28,2 defunciones por cada 100 000 habitantes.

Hay que señalar que son múltiples los métodos que se utilizan para llevar a cabo las tentativas de suicidio; sin embargo, el fuego es una forma específica en la provincia Las Tunas, por lo que el estudio se hace prioritario.

En la actualidad, con el desarrollo en Cuba de la especialidad de cirugía plástica, son múltiples los recursos materiales y técnicos que se brindan en las diversas unidades que atienden a pacientes quemados, con el fin de elevar la calidad de la asistencia a quienes sufren estas lesiones sin escatimar esfuerzos ni costos elevados, lo que ha posibilitado mejorar el tratamiento y la rehabilitación de estos pacientes, y se han obtenido mejores resultados al disminuir la mortalidad y las secuelas de los pacientes lesionados; sin embargo, es necesario un mejor conocimiento de las causas y las consecuencias de estos actos, con la finalidad de utilizar una mejor estrategia contra esto, que permita su prevención;6 y es aquí cuando el médico de la familia puede desempeñar una función importante y así contribuir a cumplir con uno de los objetivos contemplados en los Objetivos, Propósitos y Directrices para el año 2000, que es disminuir este tipo de conducta.7

Por estas situaciones y por la alta frecuencia con que han ocurrido estos actos en la provincia, es que nos propusimos realizar este estudio.

MATERIAL Y METODO

Se realizó un estudio epidemiológico observacional, transversal y descriptivo, en los casos de autoagresión por quemaduras que acudieron al Cuerpo de Guardia del Servicio de Quemados del Hospital "Dr. Ernesto Guevara de la Serna", en el período comprendido entre febrero de 1993 y febrero de 1994, con la finalidad de determinar el comportamiento de algunas variables epidemiológicas de interés en estos casos.

El universo de estudio lo constituye ron todos los casos de la provincia que sufrieron lesiones por autoagresión por quemaduras en el período de estudio, independientemente de si fallecieron o no por esta causa, los que totaliza ron 57 casos.

Se procedió a recolectar el dato primario de la gráfica general del paciente quemado (Modelo 71-05) y de los registros estadísticos del Servicio de Quemados del Hospital. Con la información registrada en estos documentos, se procedió a llenar el cuestionario, que contemplaba como principales variables: edad, sexo, estado civil, ocupación, lugar donde realizó el acto, día de la semana, intentos suicidas anteriores, supervivencia, municipio de procedencia, agente utilizado y el índice de pronóstico.

Para el análisis de la información se emplearon medidas resúmenes, tales como: la media, la desviación estándar y las tasas incidencia; también se aplicó la prueba de significación estadística de chi-cuadrado para independencia u homogeneidad, con una confiabilidad del 95 %.

RESULTADOS

Al analizar la distribución de los casos con autoagresión por quemaduras según los grupos de edades y sexo a que pertenecían (tabla 1), se encontró que por grupos de edades, el de 15 a 24 años fue el de mayor frecuencia con 21 casos para el 36,8 % del total, se observó que al aumentar la edad disminuyen los casos, con excepción del grupo de 55 y más en que se encontraron 7 casos para el 12,3 %; sin embargo, éste es un grupo abierto que incluye muchas más edades que el resto de los grupos que tienen una amplitud de 10 años. Por sexo prevaleció el femenino con 50 casos, para el 87,7 % del total. La distribución de los casos por edad y sexo fue homogénea, diferencia estadísticamente no significativa, pues predominó el sexo femenino en todos los grupo de edades. Las mujeres tuvieron un promedio de edad superior al de los hombres, 34,2 por 28,3 años, respectivamente.

TABLA 1. Distribución de los casos con autoagresión

por quemaduras por grupos de edades y sexos

Grupos 

de edades

(en años)

Sexo

Femenino

Masculino

Total 

No.

%

No.

No. 

 %

14 - 24

18 

85,7

 3 

14,3

21 

36,8

25 - 34

14 

87,5

2

15,5 

16

28,1

35 - 44

75,0

2

25,0

14,0

45 - 54

5

100,0

-

 5

8,8

55 y más

7

100,0

-

7

12,3

Total

50

87,7

7

12,3

57

100,0

 

 x = 34,2

S = 17,3

x = 28,3

S = 9,2 

x = 35,5

S = 14,2

Nota: X2 = 2,96; p0,05; diferencia no significativa.

Fuente: Estadísticas del Servicio de Quemados.

En relación con el lugar donde se realizó el acto suicida, se encontró que 36 de los casos consumaron el hecho en la cocina para un 63,2 %, seguidos de 8 casos que lo realizaron en el comedor para un 14 %, 5 casos en el baño para un 8,8 %; el resto lo realizaron en otros lugares del hogar o instituciones.

En la tabla 2 se puede observar la distribución de los casos de acuerdo con la supervivencia y con los antecedentes de intento suicida, se encontró que 39 de los 57 casos fallecieron, 68,4 % del total. De ellos, 27 casos tenían antecedentes de intento suicida, o sea, el 47,4 %. Al relacionar ambas variables se encontró un alto grado de asociación entre ellas, de los casos que no sobrevivieron, el 64,1 % tenía antecedentes, por un 11,1 % de los que sobrevivieron. Esta asociación reflejó las diferencias estadísticamente significativas encontradas, y por el valor del estimado del riesgo relativo (OR) de 12,3, lo que significa que fue 12 veces más riesgoso que se consumara el suicidio cuando se tenían antecedentes de intentos previos, que cuando no se tenían estos antecedentes.

TABLA 2. Distribución según la supervivencia

y los antecedentes de intento suicida

Super- 
vivencia

Antecedentes de intento suicida

Sí              No                Total 

No.    %       No.     %       No.        % 

 2      11,1     16     88,9     13         31,6

No

25     64,1      14     35,9     39        68,4 

Total

27     47,4      30     57,0     57      100,0 

Nota: X2; p= 13,6; p = 0,0002; diferencia significativa; OR = 12,3.

Fuente: Estadísticas del Servicio de Quemados.

Con relación al municipio de procedencia, Las Tunas aportó el 35,1 % de los casos, seguida de Puerto Padre con el 22,8 %, Jobabo con el 12,3 % y Amancio con 10,5 %. El resto de los municipios tuvo una frecuencia relativamente baja; sin embargo, al analizar la tasa de incidencia, la más alta la tuvo Puerto Padre con 14,2 casos por cada 100 000 habitantes, seguido por Jobabo con 14,1 Amancio con 13,8, Colombia con 12,4 y Las Tunas con 12,0 (tabla 3).

TABLA 3. Distribución según la supervivencia

Municipio

Supervivencia

         Sí                       No                     Total 
 No.         %        No.        %           No.         %              Tasa* 

Las Tunas

    9       45,9       11        55,0           20         35,1             12,0 

Puerto Padre

    5       38,5         8        61,5           13         22,8             14,2 

Jobabo

    1       14,3         6        85,7             7         12,3             14,1 

Amancio

    2       33,3         4        66,7             6         10,5             13,8 

Majibacoa

    -         -             4      100,0              4          7,0             10,9 

Colombia

    1       25,0          3       75,0              4          7,0             12,4 

Manatí

    -         -              1      100,0             1          1,8               2,9 

Jesús Menéndez

    -         -              2      100,0             2          3,5               3,8 

Total

  18       31,6         39        68,4           57      100,0              11,3 

*Tasa por 100 000 habitantes.

Nota: X2 = 6,2; p = 0,5; diferencia no significativa.

Fuente: Estadísticas del Servicio de Quemados.

El alcohol constituyó el agente más utilizado para realizar este acto, con un 54,4 %, el kerosene con un 33,3 %, ocupó el segundo lugar, la combinación de estos 2 agentes fue utilizada por el 7,0 %, el resto de los casos, el 5,3 %, utilizó otro tipo de agente. Con relación a la supervivencia de los casos se encontró que fallecieron más los pacientes que utilizan el kerosene, el 78,9 %, seguidos por los que utilizan sustancias combinadas, representadas por el alcohol más kerosene, el 75 %, luego le siguió el alcohol con el 67,7 % (tabla 4).

TABLA 4. Distribución de los casos según el agente utilizado

y la supervivencia

Agente

Supervivencia

       Sí                      No                    Total 

 No.       %         No.       %             No.     %

Alcohol 

 10       32,3        21       67,7           31     54,4 

Kerosene

   4       21,1        15       78,9           19     33,3

Alcohol +

Kerosene

   1       25,0          3        75,0            4       7,0 

Nylon 

Caliente

   2     100,0           -           -               2      3,5

Nafta

    1     100,0          -            -               1     1,8

         Total 

  18       31,6         39       68,4           57   100,0

Nota: X2 = 7,6; p = 0,056; diferencia no significativa.

Fuente: Estadísticas del Servicio de Quemados.

De acuerdo con el índice de pronóstico con el que se clasificaron los pacientes, se encontró que el 63,2 % de éstos fueron clasificados como "críticos extremos", el 10,5 % como "críticos" y como "graves", respectivamente, seguidos por los casos "muy graves" con el 7,0 %; el resto, el 8,3 %, estuvo representado por los "menos graves" y "leves". Se encontró que los casos clasificados como "leves" y "menos graves", tienen su supervivencia del 100 %, los casos "graves", "muy graves" y "críticos" tuvieron una supervivencia entre 66,7 y el 83,7 %, y solamente fue del 7,8 % en los pacientes "críticos extremos" (tabla 5).

TABLA 5. Distribución de los casos según el índice

de pronóstico de las quemaduras

y supervivencia

Indice 

de pronóstico

Supervivencia 

        Sí                  No               Total 
  No.      %        No.     %       No.       %

Crítico 

extremo

    1        7,8       35     92,2      36       63,2 

Crítico

    4       66,7        2     33,3        6       10,5 

Muy grave

    3       75,0        1     25,0        4         7,0 

Grave

    5       83,7        1     16,7        6       10,5 

Menos grave

    2     100,0        -        -           2         3,5 

Leve

    3     100,0        -        -           3         5,3 

Total

  18       31,6       39     68,4     57      100,0 

Nota: x2 = 39,0; p = 0,0001; diferencia significativa.

Fuente: Estadísticas del Servicio de Quemados.

DISCUSION

La alta proporción encontrada en edades tempranas, de 15 a 24 años, en los intentos suicidas y suicidios registrados por esta causa, revisten gran importancia, por ser ésta una etapa fundamental en la vida; donde tiene lugar la formación de la concepción del mundo y se concluye lo principal de la formación de personalidad, lo que hace que se deba brindar especial atención a las particularidades psicológicas y sociológicas de este problema en esta etapa de la vida.1

Los resultados encontrados por sexo, coinciden con los de otros estudios realizados,8 los que señalan que la tasa de intentos suicidas es superior en el sexo femenino, con una proporción de 3 a 1, en tanto que el suicidio consumado es más frecuente en los hombres.

Como se observó, en relación con el lugar donde se comete el acto, es en el domicilio donde con mayor frecuencia se lleva a cabo éste, lo que coincide en este aspecto con otros estudios sobre quemados en general.9,10

Con respecto a los antecedentes de intentos suicidas previos, los resultados coinciden con los de otros autores, que reportan que alrededor del 45 % de los pacientes habían realizado intentos previos, por lo que ya presentaban antecedentes.8,10

Consideramos que estos resultados son importantes para el trabajo futuro hacia el cual está encaminado fundamentalmente el plan del médico de la familia en el programa de prevención de la conducta suicida en Cuba, donde se hace énfasis en tratar de evitar que se produzca el primer intento suicida;1 así como en darle un seguimiento sistemático y frecuente al paciente con antecedentes suicidas o potencialmente suicida.

Independientemente de que la mayor tasa de incidencia de intentos suicidas no está representada por el municipio cabecera, que es el de mayor población, debe tenerse en cuenta que hay casos de pacientes fallecidos que no son traídos al hospital provincial, y los procesos legales se realizan en sus municipios.

Otro aspecto que se debe tener presente es que el resto de los municipios están dotados de recursos que les posibilitan dar atención a pacientes con pequeñas lesiones, aunque éstas sean autoprovocadas, y sólo se remiten los casos con mayor índice de gravedad. Se destaca que con excepción de Las Tunas y Puerto Padre, del resto de los municipios, de un total de 24 casos solamente 4 egresaron vivos, lo que nos indica sobre la gravedad de las quemaduras de los pacientes remitidos a este hospital por estos municipios.

SUMMARY

A transversal epidemiological study of the cases of self-aggression by burns, who received medical attention at the Emergency Department of the Burns Service of the "Dr. Ernesto Guevara de la Serna" Hospital from February, 1993 to February, 1994, was carried out aimed at determining the behaviour of some variables of interest in these cases. Fifty seven cases were studied and the information was collected from the general graph of the burn patient (Model 71-05), and from the statistical records of the Burns Service of the hospital. The main results and conclusions reached are the following: the highest frequency of cases was found in ages between 15 and 24; women were the most affected in all age groups; and kitchen was the place where the self-aggression was committed most of the times. A high degree of association between survival and the presence of previous suicide attempts was detected. Puerto Padre and Jobabo were the municipalities with greatest incidence; whereas alcohol and kerosene were the most used agents. Deep burns predominate in the casuistics.

Key words; SUICIDE, ATTEMPTED; BURNS/ epidemiology.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Guibert RW, Trujillo GO. Un abordaje psicológico de la problemática del suicidio en la atención primaria de salud. Rev Cubana Med Gen Integr 1993; 9 ( 4): 317-26.
  2. Alonso GO. Intento Suicida por Fuego. Memorias de la 1ra. Jornada de Psiquiatría del Hospital Psiquiátrico de La Habana: Orbe, 1987: 9.
  3. Organización Panamericana de la Salud. Reunión regional sobre guías y procedimientos para el análisis de la mortalidad. Boletín Epidemiológico de la OPS 1988; 9 ( 2): 3-6.
  4. Lipp MR. Adolescent suicide. JAMA 1985; 232 ( 10): 1066.
  5. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Anuario estadístico. La Habana: Editorial Ciencias Médicas: 1992.
  6. Clavijo A. Manual de psiquiatría para el médico de la familia. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 1989: 102.
  7. Cuba. Ministerio de Salud Pública. Objetivos, propósitos y directrices para incrementar la salud de la población cubana 1992-2000. Rev Cubana Med Gen Integr 1992; 8 ( 3): 271-87.
  8. Prado RR. Evaluación del factor de riesgo en el intento suicida. Rev Cubana Adm Salud 1980; 6 ( 2): 343-56.
  9. Sánchez FJ. Estudio preliminar psicosocial de 25 casos de intento suicida por quemaduras. Rev Hosp Psiquiatr La Habana 1985; 26: 83-92.
  10. Pérez UM. Intento suicida atendido en el Hospital Regional Concepción Chile. Cuaderno Med Soc. 1988; 29 ( 1): 26-31.

Recibido: 15 de febrero de 1995. Aprobado: 10 de enero de 1996.

Dra. Iris Montes de Oca Campos. Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. Avenida Carlos J. Finlay, Las Tunas, Cuba.
 

 

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