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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión impresa ISSN 0864-2125versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.14 n.1 Ciudad de La Habana ene.-feb. 1998

 

 

Factores asociados con la aparición de disfunciones sexuales en una población femenina.

Wilfredo Guibert Reyes,1 Marianela Prendes Labrada2 y Orquídea Portuondo Vicente3

  1. Licenciado en Psicología. Instructor de Medicina General Integral del Policlínico Comunitario Docente "Reina". Ciudad de La Habana.
  2. Especialista de I Grado en Ginecoobstetricia. Policlínico Comunitario Docente "Santos Suárez." Ciudad de La Habana.
  3. Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Policlínico Comunitario Docente "13 de marzo". Ciudad de La Habana.

Resumen

Se realiza un estudio explicativo para determinar la frecuencia de las disfunciones sexuales y algunos de los factores biológicos, psicosociales, culturales y ambientales asociados con la aparición de éstas en el período de 1 año, a partir de agosto de 1993 en Alamar. Se expresa que la muestra está compuesta por 48 mujeres mayores de 15 años, un grupo de estudio de 24, e igual cantidad de controles. Se les aplica una encuesta de 30 preguntas, cuyos resultados se muestran en 5 tablas y se utiliza el cálculo porcentual para estimar la frecuencia y odds ratio con intervalo de confianza al 95 %, para valorar fuerza de asociación entre las variables. Se encuentra que las difunciones sexuales femeninas de mayor frecuencia son el deseo sexual inhibido y la anorgasmia, que las variables ingestión de fármacos, ausencia de salud física, poco deseo sexual, comunicación deficiente de pareja y no recibir educación sexual, son factores de riesgo que están fuertemente asociados con la aparición de disfunciones sexuales en nuestras mujeres y tienen relación causal con ellas. Se señala que los factores ambientales no se asocian con la aparición de disfunciones sexuales.

Descriptores DeCS: DISFUNCION PSICOSEXUALES/epidemiología; FACTORES DE RIESGO; FACTORES BIOLOGICOS; CONDICIONES SOCIALES; SALUD AMBIENTAL; FACTORES SOCIOECONOMICOS; MUJERES; ATENCION PRIMARIA DE SALUD; MEDICOS DE FAMILIA
El estudio de la sexualidad humana debe considerar los aspectos biológicos, psicosociales, culturales y ambientales, pues es una manifestación biopsicosocial que se estructura y desarrolla en el transcurso de toda la vida en el proceso de socialización del individuo.

Masters y Johnson, y los conductistas, nos enseñaron que con frecuencia las raíces de la psicopatología sexual se originan en un terreno mucho más inmediato relacionado con la vida presente del sujeto, así la ansiedad por el propio desempeño, las inseguridades superficiales, las tensiones debidas a la escasa comunicación con el otro miembro de la pareja, la angustia nacida de una concepción errónea acerca de las relaciones sexuales, pueden causar y causan una gran parte de las dificultades sexuales que vemos en la práctica clínica.1,2

La vida sexual requiere de una maduración psicológica y de una estructuración normal por ser la más profunda de las relaciones afectivas humanas, sobre ella ejercen influencia inhibitoria múltiples factores, lo que explica la alta frecuencia de trastornos sexuales en la población.3

La conducta sexual y las actitudes hacia ésta, están determinadas culturalmente y la tradición ha fomentado y conformado patrones más rígidos para las mujeres que para los hombres.4 Esto las predispone a presentar dificultades en su vida sexual y a demorar la búsqueda de apoyo especializado e información científica para aprender a disfrutar su sexualidad.

En nuestra consulta y en las actividades de terreno, fuimos observando que un número significativo de mujeres nos referían trastornos en el área sexual que tenían evidente repercusión en otras áreas de su vida, y que afectaban su existencia individual y su vida en pareja. Esta circunstancia nos motivó a realizar un estudio con el objetivo de identificar algunos de los factores biológicos, psicosociales, culturales y ambientales asociados con la aparición de disfunciones sexuales en nuestra población femenina y determinar su frecuencia de aparición.

Métodos

Se realizó una investigación explicativa no experimental en el período de agosto de 1992 a junio de 1994 y el universo de trabajo abarcó todas las mujeres mayores de 15 años pertenecientes al consultorio médico D-40, que eran 310.

La muestra estuvo formada por 24 pacientes con disfunción sexual a partir del pesquisaje realizado a la población por los autores, mediante entrevista clínica y examen físico y 24 controles, mujeres que no presentaban síntomas de disfunciones sexuales, pero cuyo comportamiento fuera homogéneo a los casos en las variables: edad, escolaridad, estado civil y ocupación, mediante un proceso de pareamiento.

La obtención de los datos se realizó mediante una encuesta con 30 preguntas entre abiertas y cerradas, orientadas a conocer los aspectos específicos investigados.

Partiendo de los estudios de Masters y Johnson, de Helen Kaplan3,5 y de autores cubanos como Sánchez L,6 y con el apoyo de la experiencia clínica y comunitaria de los autores en educación sexual y en orientación y terapia sexual en el estudio, se consideraron un conjunto de factores que pueden influir en la aparición de disfunciones sexuales; éstos se agruparon en 4 tipos de factores.

Se consideraron factores biológicos cuya presencia originaba niveles de funcionamiento fisiológico que afectaban el estado óptimo del organismo para dar una respuesta biológica adecuada ante el estímulo sexual y se comprendieron las variables salud física e ingestión de fármacos.

Los factores psicosociales fueron aquellos cuya influencia en la sexualidad se produce mediante el prisma psíquico de la persona y dependen de su desarrollo personal. Estos los dividimos en individuales e interpersonales, de acuerdo con que la dinámica psicológica en la regulación del comportamiento obedeciera a necesidades individuales o devinieran de la relación afectiva con otra persona; los individuales fueron el poco deseo sexual, las tensiones psicoemocionales y la no masturbación, y los interpersonales fueron la comunicación de pareja, el acople sexual de pareja y los trastornos sexuales en la pareja.

Se analizaron como factores culturales aquéllos que reflejaron la asimilación por el sujeto de entorno cultural y la influencia directa o indirecta en la formación de la concepción personal de éste en los diversos aspectos del área sexual, mediante las creencias, las experiencias, las informaciones y las vivencias. Se consideraron directos la escolaridad menor que 9no grado, la carencia de educación sexual y la presencia de prejuicios sexuales e indirectos por haber tenido algún antecedente personal de trastorno sexual, algún antecedente familiar de trastorno sexual, una vivencia afectiva negativa en la primera relación sexual y no tener ocupación laboral.

Los factores ambientales abarcaron las características físicas del entorno donde pueden tener lugar las relaciones sexuales de forma regular, y que pueden dificultar la respuesta sexual de la pareja o de uno de sus miembros. Se consideraron las condiciones negativas de la habitación y el hacinamiento de ésta.

Estos factores fueron sometidos a análisis porcentual para valorar su frecuencia en ambos grupos y se aplicó X2 y odds ratio (OR) con un intervalo de confianza (IC) del 95 % para evaluar la fuerza de asociación entre los factores de riesgo estudiados y el tener disfunción sexual.

Resultados

Se observó que el número mayor de disfunciones sexuales se halló en las mujeres de 45 a 54 a años con el 29,2 %, que padecía, en su mayoría, de deseo sexual inhibido. Este trastorno es el que afectó con mayor frecuencia a las pacientes con disfunciones sexuales para el 54,2 %.

El análisis de la frecuencia de las variables del factor biológico mostró un marcado contraste entre los casos y los controles, con respecto a la ausencia de salud física e ingestión de fármacos (tabla 1) y el OR nos permitió valorar que estas variables estaban muy asociadas con la aparición de disfunción sexual en las mujeres estudiadas. Los fármacos más utilizados por ellas eran los hipotensores y los psicofármacos.

Tabla 1. Porcentaje de individuos en riesgo de acuerdo con los factores biológicos

 

Individuos en riesgo (%)

 

Factores biológicos

Casos

Controles

OR

IC 95 %

 

 

 

N=24

N=24

Ausencia de salud física

45,8

25

2,5

2,0 a 42,4

Ingestión de fármacos

58,3

16,6

7,0

1,5 a34,2

Fuente: Encuesta.

En relación con los factores psicosociales se encontraron diferencias relevantes en cuanto a su frecuencia en ambos grupos, tanto en los individuales como en los interpersonales (tablas 2 y 3), pero solamente las variables poco deseo sexual y comunicación deficiente de pareja tuvieron asociación significativa de tipo causal con la ocurrencia de la disfunción. No se detectó ninguna influencia de la presencia de trastornos sexuales en la pareja.

Tabla 2. Porcentajes de individuos en riesgo de acuerdo con los factores psicosociales individuales

 

Individuos en riesgo(%)

 

 

Casos

Controles

 

 

Factores psicosociales individuales

N=24

N=24

OR

IC 95 %

Poco deseo sexual

75

29,2

7,2

1,7 a 32,7

Tensión psicoemocional

95,8

41,6

32,3

3,4 a 750

No masturbación

87,5

41,6

9,8

1,9 a 56

Fuente: Encuesta.

Tabla 3. Porcentaje de individuos en riesgo de acuerdo con factores psicosociales interpersonales

 

Individuos en riesgo (%)

 

 

Casos

Controles

 

 

Factores psicosociales interpersonales

N=24

N=24

OR

IC 95 %

Comunicación deficiente de pareja

79

29,1

11,4

2,5 a 57,3

No acople sexual de pareja

91,6

16,6

55

7,44 a 553

Trastornos sexuales en la pareja

25

8,3

3,6

0,5 a 30,2

Fuente: Encuesta.

En el estudio se encontró que sólo la variable no recibir educación sexual tuvo asociación significativa de tipo causal con la ocurrencia de disfunción, mientras que el resto de los factores culturales directos e indirectos no la tuvieron (tablas 4 y 5).

Tabla 4. Porcentaje de individuos en riesgo de acuerdo con factores culturales directos

 

Individuos en riesgo (%)

 

 

Casos

Controles

 

 

Factores culturales directos

N=24

N=24

OR

IC 95 %

Escolaridad menor o iguala 9no. grado

54,2

50

1,18

0,33 a 4,29

No recibió educación sexual

83,3

45,8

5,9

1,3 a 28

Presencia de prejuicios sexuales

70,8

41,6

3,4

0,8 a 13,5

Fuente: Encuesta.

Tabla 5. Porcentaje de individuos en riesgo de acuerdo con factores culturales indirectos

 

Individuos en riesgo (%)

 

 

Casos

Controles

 

 

Factores culturales indirectos

N=24

N=24

OR

IC 95 %

Trastornos sexuales personales anteriores

41,6

16,6

3,5

0,7 a 17

Vivencia desagradableen la 1ra. Relación sexual

66,6

45,8

2,3

0,6 a 9

No tener ocupación

54,1

29,1

2,8

0,7 a 11,3

Trastorno sexual en la familia

20,8

4,1

3

0,5 a 149

Fuente: Encuesta.

Con respecto a los factores ambientales, no se observaron diferencias en cuanto a su frecuencia en ambos grupos y no hubo asociación con la aparición de disfunción sexual en las mujeres estudiadas.

Discusión

Las disfunciones sexuales fueron más frecuentes en las mujeres maduras motivadas por la influencia que sobre la sexualidad tienen las vivencias negativas relacionadas con el período menopáusico, con la sobrecarga de roles en la familia y con la desinformación sexual que muchas de ellas poseen. Estos elementos aumentan la angustia de la mujer y devalúan su autoimagen, a pesar de los cambios sociales en nuestra sociedad con respecto a ellas.

Todos los autores del trabajo,1,3,7 estamos de acuerdo con que para reducir la prevalencia de estos trastornos son necesarios la educación sexual y el desarrollo de una autoconciencia de género.

Al analizar los factores asociados con la aparición de estas afecciones, vimos que los pacientes ingerían fármacos cuyo efecto sobre la respuesta sexual desconocían y muchas veces no era la enfermedad lo que los afectaba, sino los medicamentos para curarlas, lo que coincide con otros autores que han estudiado el efecto negativo de los fármacos.8,9

En relación con los factores psicosociales, éstos estaban originados por alteraciones psíquicas relacionadas con conflictos internos, necesidades insatisfechas y problemas de pareja, en los cuales la falta de comunicacion complicaba la solución de los problemas y dificultaba la intimidad de los miembros. La literatura revisada9,10 apuntaba en la misma dirección que nosotros,al valorar el carácter determinante en las vivenvicias de insatisfacción sexual.

Actualmente muchos terapeutas se orientan hacia el análisis de la influencia inmediata de los factores interpersonales en las disfunciones;11 hoy la desnudez no está en el cuerpo, sino en la mente, nos desnudamos con bastante tranquilidad frente a la persona con quien deseamos tener relaciones sexuales, pero es a la persona amada a quien le abrimos nuestra mente.

Hay concenso internacional entre los investigadores en la desinformación sobre sexualidad de la mayoría de la población y en la importante influencia de la educación en una respuesta satisfactoria.12,13

En nuestro medio existen pocos programas de intervención en las áreas de salud destinados a la población adulta en lo referente a la detección de factores de riesgo para los trastornos sexuales.

Los resultados de este trabajo permiten concluir que las disfunciones sexuales de mayor frecuencia fueron el deseo sexual inhibido y la anorgasmia, que las variables ingestión de fármacos, ausencia de salud física, poco deseo sexual, comunicación deficiente de pareja y no recibir educación sexual son factores de riesgo que estuvieron fuertemente asociados con la aparición de disfunciones sexuales en estas mujeres y que los factores ambientales no se asociaron con la aparición de estas disfunciones.

Recomendamos realizar intervenciones educativas participativas sobre sexualidad dirigidas a los adultos y estabilizar el funcionamiento de las consultas multidisciplinarias de terapia y orientación sexual en las áreas de salud.

Summary

An explanatory study was conducted to determine the frequency of sexual dysfunctions and some of the biological, psychosocial, cultural and environmental factors associated with the appearance of these disorders from August, 1993, to August, 1994, in Alamar. The sample was composed of 48 women over 15, a case-base study consisting of 24 women, and the same number of controls. A survey with 30 questions was applied and the results were shown in 5 tables. Percentage was calculated to estimate the frequency and odds ratio with a confidence interval at 95 % so as to assess the force of association among the variables. It was found that the most frequent female sexual dysfunctions are the inhibited sexual desire and the anorgasmy, and that drug taking, the absence of physical health, the defficient communication with their partners, the little sexual desire, and the lack of sexual education are risk factors which are strongly associated with the appearance of sexual dysfunctions among our women and have a causal relationship with them. It is stressed that the environmental factors are not connected with the appearance of sexual dysfunctions.

Subject headings: PSYCHOSEXUAL DYSFUNCTIONS/epidemiology; RISK FACTORS; BIOLOGICAL FACTORS; SOCIAL CONDITIONS; ENVIRONMENTAL HEALTH; SOCIOECONIMIC FACTORS; WOMEN; PRIMARY HEALTH CARE; PHYSICIANS; FAMILY.

Referencias bibliográficas

  1. Masters WH, Johnson VE, Kolodny RC. La sexualidad humana. La habana: Editorial Científico-Técnica, 1987:350-586.
  2. Kaplan HS. La nueva terapia sexual. Buenos Aires:Editorial Grijalbo,1986:610-12.
  3. _________. Evaluación de los trastornos sexuales. Barcelona: Editorial Grijalbo,1985:321.
  4. Stoppard M. Guía de la mujer.Barcelona: Editorial Folio,1986:137-67.
  5. Kolodny RC, Masters WH, Johnson VE. Tratado de medicina sexual.La Habana:Editorial Científico-Técnica,1992:40-121 (Edición Revolucionaria).
  6. Grupo Nacional de Trabajo en Educación Sexual. Disfunciones de la libido de la mujer. La Habana:Editorial Científico-Técnica,1985:1-75.
  7. Chahar C, Laderer J, Herz MJ. The use of a self report questionnaire to assess the frequency of sexual dysfunction.Fam Pract 1991;8:206-12.
  8. Duncan L, Dateman DN. Sexual function in women. Do antihypertensive drugs have an impact? Drug 1993;8(3):225-34.
  9. Dalon R, Yeragani VR, Pohl R. Sexual dysfunctions during antidepresant treatment. J Clin Psychiatr 1993;54:209-12.
  10. Nettelbladt P, Underberg D. Sexual dysfunctions and sexual satisfaction in 58 married swedish woman. J Psychosom Res 1979;23(2):141-7.
  11. Hartman LM. The interface between sexual dysfunction and marital conflict. Am J Psychiatr 1980;13(7):576-9.
  12. Harwer MP. Evaluation of dysfunction sexual in women. Hosp Pract 1991;26(10):53-6.
  13. Lopiccolo J, Heiman J. Cultural values and the therapeutic of sexual function and dysfunction. J Soc Issues 1987;33(2):166-83.

Recibido: 25 de noviembre de 1996. Aprobado: 27 de enero de 1997.
Lic. Wilfredo Guibert Reyes. Serrano 561 (altos) entre Santa Irene y San Bernardino, Santo Suárez, municipio 10 de Octubre, Ciudad de La Habana 10500, Cuba.

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