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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión impresa ISSN 0864-2125versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.19 n.3 Ciudad de La Habana Mayo-jun. 2003

 

El primer centro nacional de debate sobre medicina familiar

Félix José Sansó Soberats1

Resumen

El presente trabajo constituye el texto íntegro de la relatoría del I Centro Nacional de Debate sobre Medicina Familiar organizado por la UJC y realizado en la Facultad de Ciencias Médicas de Cienfuegos el día 3 de febrero de 1995. En este documento se presentan los principales criterios expresados por los más de 300 delegados que asistieron a aquel evento, entre los que estuvieron estudiantes de medicina y enfermería, enfermeras y licenciadas en enfermería relacionadas con la atención primaria, médicos recién graduados, residentes y especialistas en MGI; así como también responsables del plan, administrativos y políticos, a diferentes niveles. Esta relatoría constituye un interesante material, que nos expone la situación de la medicina familiar en Cuba en la primera mitad de la década de los 90. Su estudio permite comparar la situación de entonces con cualquier época anterior o posterior de la salud pública cubana, y evidencia el desarrollo alcanzado hasta hoy. Muestra, incluso, que algunas de las ideas expuestas en aquel encuentro constituyen aún verdaderos anhelos; y por tanto, cuánto se puede avanzar en el permanente empeño de perfeccionar nuestro modelo de Medicina Familiar.

DeCS: MEDICINA FAMILIAR/historia; MEDICOS DE FAMILIA/historia; ATENCION PRIMARIA DE SALUD.

Durante el I Congreso de Medicina Familiar, celebrado en la Ciudad de La Habana en junio de 1994, un pequeño grupo de Médicos de Familia propuso la creación de un espacio de discusión que favoreciera el intercambio entre los profesionales del nivel primario de atención para perfeccionar el modelo de atención médica integral en nuestro país. La UJC, particularmente la esfera que atiende salud y educación, abrazó esta idea hasta convertirla en realidad el 3 de febrero de 1995.

Entre los compañeros gestores de aquella idea estuvieron la doctora Yamila de Armas Águila (Decana de la Facultad de Ciencias Médicas de Cienfuegos); la licenciada Carmen Rosa Báez (Psicóloga del Grupo Básico de Trabajo del Hospital Rural de San Blas, en Cumanayagua, provincia Cienfuegos); la doctora María Elena Soto Entenza (Especialista en MGI, Médico de Familia en Cienfuegos); el doctor Humberto Miguel Cabrera (Médico de Familia de la provincia Cienfuegos); la estudiante Tania Pérez Xiqués (Estudiante de Medicina, Dirigente de la FEU del ISCM-H); el doctor Eduardo J. Alemañy (Especialista de I Grado en MGI, Médico de Familia en Ciudad de La Habana) y el doctor Félix J. Sansó Soberats (Médico de Familia en Mayarí Abajo, provincia Holguín).

Otros compañeros llevaron a la práctica aquella aspiración y organizaron el I Centro Nacional de Debate sobre Medicina Familiar. Este trabajo es el texto íntegro de la relatoría de aquel evento en 1995. En él se recoge de manera integral la situación de la medicina familiar en la primera mitad de la década del 90, por lo que puede ser considerado un material de interés histórico.


Centro Nacional de Debate sobre Medicina Familiar. Relatoría

Introducción

El pasado 3 de febrero de 1995, sesionó en la ciudad de Cienfuegos el I Centro Nacional de Debate sobre Medicina Familiar con la presencia de unos 300 delegados de todo el país. Entre los asistentes estuvieron estudiantes de medicina y enfermería, enfermeras y licenciadas en enfermería relacionadas con la atención primaria, médicos recién graduados, residentes y especialistas en MGI, así como también responsables del plan, administrativos y políticos, a diferentes niveles. Este encuentro se efectuó con el único objetivo de intercambiar experiencias y proponer soluciones a los problemas diversos que pudieran estar afectando la buena marcha de este novedoso sistema de medicina familiar con el que contamos hoy.

Sesionaron 7 comisiones por separado, y en la tarde se efectuó una sesión plenaria donde se debatió acerca del papel político que debe jugar el Médico de Familia en la actualidad. Los temas por comisiones fueron: Motivación del Plan del Médico y la Enfermera de la Familia; Ubicación de los Recién Graduados; Diagnóstico de Salud y Participación Social; Programa de Trabajo del Médico y la Enfermera de la Familia; la Enfermera y su Función Social; El Médico en los Centros de Estudios y Trabajo; La Docencia de Pregrado y el Plan del Médico y la Enfermera de la Familia.

En la práctica resultó difícil divorciar cada tema del resto, y aunque cada comisión se centró en el objetivo de su debate, salieron a relucir asuntos inherentes a todos. Fue así como, discutiendo, (por solo poner un ejemplo) la labor del médico en centros laborales y estudiantiles, se debatió además sobre la motivación, el pregrado, la especialización, los instrumentos de trabajo, el diagnóstico de salud, etc. Esto es un reflejo del sistema que de por sí constituye hoy la medicina familiar.

Así pues, la información que ahora te presentamos no se limitará a las discusiones por comisiones, sino más bien es la esencia de todos los planteamientos en conjunto.

Principales pronunciamientos

Sobre el tema de la especialidad, uno de los aspectos que más se planteó fue la inconformidad con el hecho de que no se seleccionan los médicos para hacer la especialización en MGI, y que la entrada es automática al concluir la familiarización. Se cuestionó, a su vez, el exceso de facilidades que en algunos casos han existido con médicos que suspenden reiteradamente el examen estatal y se mantienen dentro de MGI.

Todo lo anterior da lugar a que la especialidad de MGI la estudien médicos que puedan no estar interesados en pertenecer a ella; y que por su falta de dedicación, desprestigian a la medicina familiar y crean malestar entre la población.

Con vistas a mejorar el grado de satisfacción y la calidad de los miembros de la sociedad de MGI y como una forma de realzar la especialidad se propuso:

  • Lograr que se otorgue la especialidad de MGI en relación con los resultados del trabajo durante la familiarización.
  • Valorar que se oferte la especialidad de MGI dentro del plan de plazas por vía directa, como estímulo a los mejores graduados y reconocimiento a la especialidad.
  • Buscar soluciones alternativas para aquellos que no deseen hacer la especialidad de MGI.
  • Se debe incrementar la atención del MINSAP al Médico y la Enfermera de Familia.
  • La UJC y otros sectores, incluyendo los medios de difusión masiva, deben estimular y dar a conocer los ejemplos positivos en el desempeño del programa con vistas a elevar el reconocimiento profesional y social de estos trabajadores.
  • No debe existir un divorcio entre el especialista graduado en la comunidad y los MGI de los centros de trabajo y estudio. El resultado final debe ser que al graduarse un especialista en medicina general integral, esté apto para laborar en cualquiera de las variantes del plan, lo cual implica la necesaria elevación del nivel científico de estos profesionales.
  • Incrementar la estimulación material y moral a los trabajadores de la atención primaria, en relación con los resultados de trabajo, aparejada a una ofensiva hacia una fase superior de la medicina familiar, para elevar la calidad de la atención que prestamos y mantener el carácter del Médico y la Enfermera de Familia como dirigentes sociales.
  • En relación con los recién graduados que pasan al plan de MGI se propuso que no sean pre-ubicados en centro específicos, pues generalmente no se corresponde la información preliminar que reciben con el trabajo que después desarrollan, y se sugirió que estén a disposición de las necesidades del territorio donde sean ubicados. Se manifestó que existen dificultades con la atención al recién graduado donde se ubica, pues en ocasiones no recibe una caracterización adecuada de su área de salud y/o no recibe el apoyo de las entidades correspondientes.

Acerca de la docencia se escucharon propuestas de modificación en los programas de pre y posgrado.

Acerca del pre-grado:

  • Se propuso trabajar en cuanto a la formación vocacional en la Licenciatura en Enfermería de conjunto con la FEU, la FEEM, la UJC y el personal docente de cada institución con vistas a lograr una mayor retención de los estudiantes.
  • Existen deficiencias en la motivación de los futuros médicos desde el pre-grado. Debe haber un mayor acercamiento de los estudiantes hacia este perfil ocupacional, y se deben seleccionar cuidadosamente a los médicos y los centros que cumplen los requisitos para ser docentes, escogiendo verdaderos ejemplos de dedicación a la medicina familiar, para evitar que el estudiante reciba las insatisfacciones de médicos no interesados en el plan, y lograr de esta forma que nuestros consultorios constituyan el mejor taller de formación política ideológica de los estudiantes de medicina.
  • Se señalaron dificultades en los contenidos de las rotaciones en temas fundamentales como la promoción, la prevención y las técnicas de comunicación. Se debe lograr una definitiva integración de los programas de las especialidades sociomédicas para la enseñanza de la medicina comunitaria.
  • Se enfatiza en la necesidad de que los policlínicos asuman su verdadero carácter de facultad.
  • Se reconoció que en el 5to. curso, la rotación por MGI es insuficiente. Con cierta frecuencia los exámenes adolecen de la integración necesaria, al evaluarse a través de preguntas verticales. Hay limitaciones con la bibliografía básica.
  • Se debe considerar en los planes de estudio de enfermería, que a la preparación práctica-teórica en la medicina familiar se le dedique un mayor espacio.

Acerca del programa del posgrado:

  • Se consideró que contenidos como la metodología de la investigación, las técnicas de rehabilitación y la comunicación y métodos de trabajo comunitario, son impartidos de forma insuficiente.
  • Se reconoció que no en todas las áreas de salud el GBT está llevando un papel rector en la formación del futuro especialista, y se debe velar por incrementar la interrelación entre ambos. Se reafirmó la importancia de que el GBT esté constituido por especialistas de MGI, para evitar deformaciones del concepto que pudieran derivar en un pensamiento científico desde el ángulo de la atención secundaria. A su vez, se insistió en que los especialistas que conforman el GBT tienen necesariamente, que ser excelentes profesionales.
  • Es importante que la supervisión del GBT sea predominantemente educativa, y constituya un instrumento de elevación de la calidad profesional y entrenamiento del joven médico en los nuevos métodos de trabajo a los cuales se enfrenta.
  • Se puso de manifiesto cómo el control sobre el trabajo del especialista por parte del GBT no tiene el mismo rigor que sobre el residente.
  • Por el incremento de la docencia, tanto en el pre como en posgrado, se debe valorar la acreditación de los vicedirectores docentes en las áreas de salud cubiertas por Médicos de Familia.
  • Se debe trabajar para lograr la categorización docente de los profesores adjuntos de enfermería.
  • Elevar la preparación científica de Médicos y Enfermeras de Familia a través de cursos de actualización, reciclajes y (en el caso de la enfermería) de posbásicos de MGI, previa determinación de las necesidades de aprendizaje y como parte de la educación permanente. A su vez, estimular a los especialistas, residentes y enfermeras a desarrollar de forma sistemática trabajos de investigación, así como garantizar el acceso a bibliografía actualizada, facilitándoles además, tiempo para ello.
  • Se reclamó la realización de cursos de posgrado impartidos por especialistas de MGI sobre temas propios de la especialidad que prestigien su imagen.
  • Se debe evitar la carga de trabajo adicional a los Médicos de Familia, lo cual imposibilita que el equipo de salud dirija su atención hacia su verdadero objetivo.

Acerca del diagnóstico de salud:

  • Se enfatizó en lo insuficiente y variable que resultan las informaciones acerca del diagnóstico de salud, su metodología, técnicas, etc. Se debe dotar a los Médicos y Enfermeras de Familia de los elementos técnicos de comunicación para la consecución de esta tarea.
  • Determinar la metodología y periodicidad con que se debe realizar el diagnóstico de salud con el fin de convertirlo en un verdadero instrumento científico y de trabajo, y punto de partida de las acciones de salud por parte del equipo y la comunidad.
  • Elevar en los centros educacionales y laborales la necesaria interrelación del médico con los consejos de dirección de esas instituciones y la población que atiende, con vistas a lograr una mejor sensibilización, y de hecho, mayor participación de las partes involucradas en la solución de los problemas de salud.
  • Elevar el nivel de participación comunitaria en la determinación, propuesta de solución y ejecución de las acciones de salud de la comunidad, concediendo especial atención al papel facilitador de cooperación intersectorial que constituye el Consejo Popular.
  • Se deben incrementar el número de investigaciones científicas que contemplen la participación comunitaria en la solución de sus problemas de salud y el papel de la enfermera en los análisis del diagnóstico de salud.

Por otra parte se propuso perfeccionar el trabajo del Departamento de Estadísticas y lograr una mayor integración con el médico y la enfermera, garantizando un flujo de información que posibilite una retroalimentación adecuada en el sistema, que a su vez viabilice la identificación de los problemas de salud, análisis del trabajo, confección del diagnóstico de salud, incluso la corrección de dificultades que puedan existir en el modelo de hojas de cargo u otros modelos.

Se deben modificar, de acuerdo con las experiencias acumuladas en la medicina familiar, nuestros instrumentos de trabajo (historia clínica, individual y familiar, hoja de cargo, certificado médico, etc). Se puso de manifiesto la necesidad de elaborar un documento equivalente a la historia clínica familiar que pueda ser utilizada en los centros laborales y estudiantiles con el mismo fin que en la comunidad.

Otro de los aspectos debatidos fue la historia clínica individual ambulatoria, acerca de la cual se reconoció que constituye un importante documento en manos del paciente, que utilizado correctamente, evita dualidad de documentos y pérdida de la información que pueda quedar retenida en la historia clínica de otros centros donde se atienda el paciente, aunque se admitió que aún no existe una adecuada cultura de su uso en parte de la población, e incluso, en muchas ocasiones este importante documento es ignorado por los especialistas de la atención secundaria, lo cual afecta la necesaria retroalimentación que tiene que existir entre todos los niveles del Sistema Nacional de Salud.

Se insistió en el hecho de que un dentro de la atención primaria existen dificultades con el flujo de información contenida en las historias clínicas. Se puso de manifiesto cómo en algunas zonas del país, el niño al salir del círculo infantil hacia la escuela, o cuando pasa a niveles superiores de enseñanza, no lleva consigo la historia clínica del nivel precedente, perdiéndose la valiosa información contenida en ella y (por decirlo de cierta forma) el trabajo de los especialistas que lo atendieron.

Se abogó por la permanencia del médico en escuelas y centros laborales, teniendo en cuenta la importancia social y el interesante universo de trabajo que se puede desarrollar.

Aunque existieron criterios a favor y en contra de la formación de especialistas de MGI en esos centro, se abogó por mantener la especialización en ellos, pero modificando criterios en cuanto a la motivación, relaciones con el GBT y estilos de trabajo; así como ir incrementando el entrenamiento del residente en la comunidad, y garantizando que las rotaciones por la atención secundaria sean provechosas, exigiendo a su vez una docencia de mayor calidad y mayor atención por parte de los docentes en los hospitales.

Con respecto a la importancia de la inserción del médico militante que labora en un centro educacional o laboral al Comité de Base de este, hubo criterio unánime, pues se consideró que permite estrechar las relaciones de trabajo e incrementa la capacidad de decisión en las acciones de salud por ambas partes.

En otra parte se reconoció la existencia de problemas objetivos que limitan el trabajo del médico y la enfermera, como son los locales inadecuados, la falta de medios de trabajo y las dificultades con el calzado y las batas.

Existe preocupación con el tridente salarial de las enfermeras, el cual se modifica si esta se traslada, a pesar de que no pierde con el traslado, conocimientos.

Se sugirió ante la escasez de recursos para equipar y reparar algunos consultorios, buscar soluciones con recursos propios de cada Consejo Popular.

Consideraciones finales

Estos son, a manera de resumen, los principales pronunciamientos que surgieron del debate. Mirando atrás, vemos ahora cómo fenómenos que han sido históricamente interpretados como causas de los problemas con el Médico de Familia –la mala preparación o la no permanencia en el consultorio-, no son más que consecuencias de las fallas en el sistema, y que con anterioridad no habían sido analizadas con la profundidad requerida.

La medicina familiar es, por la magnitud de su alcance, el principal componente y la puerta de entrada del Sistema Nacional de Salud; debe recibir, por tanto, la prioridad que como tal requiere con énfasis en la elevación del nivel profesional. Dado el carácter horizontal de esta especialidad, el Médico y la Enfermera de Familia enfrentan simultáneamente un sinnúmero de situaciones de diversa etiología y vertientes dentro de la medicina, y para ello es muy importante el entrenamiento sistemático y la constante superación de los profesionales, si se pretende garantizar la calidad de la atención que satisfaga, tanto a quien la brinda, como a quien la recibe.

Toca ahora trabajar de conjunto, médicos, enfermeras, dirigentes políticos y administrativos, y todos aquellos que intervienen y/o deciden en la marcha de la atención primaria en Cuba. De conjunto, y analizando qué le corresponde enfrentar a cada cual, profundizando en las causas verdaderas y dar rápida y eficaz solución a cada problema. Hagamos de estos reclamos un programa de trabajo, dirijamos nuestro empeño en función de intentar la perfección del plan. Consagrémonos a la noble tarea de desarrollar una atención primaria a la altura que nuestro pueblo necesita y merece.

Experimentemos la satisfacción de, en estos tiempos, ser gestores directos en la consecución del éxito de este gran proyecto de Fidel, para garantizar con menos recursos más salud para todos.

Relator: Dr. Félix J. Sansó Soberats. Médico de Familia. Residente de Primer año en MGI. Activista de la Esfera Salud-Educación de la UJC Nacional.

Summary

The present paper constitutes the full text of the Report of the First National Center of Debate on Family Medicine, organized by the Young Communist League and carried out in the Medical School in Cienfuegos province on February 3rd, 1995. This document set forth the main criteria stated by over 300 delegates participating in the event, among them medical and nursing students, nurses involved in primary health care, physicians who has just graduated, residents and Comprehensive General Medicine specialist as well as administrative and political representatives in charge of the plan at different levels. This report is an interesting material that shows the situation of family medicine in Cuba from the first half of the 90’s. The study of this document allows comparing the situation at that time with any previous or future Cuban public health conditions and give clear proof of the development reached up to present. It also shows that some of the ideas stated in that meeting are still pending desires and thus how far we may go to make our Family Medicine model perfect.

Subject headings: FAMILY PRACTICE/history; PHYSICIANS FAMILY/history; PRIMARY HEALTH CARE.

Recibido: 4 de marzo de 2003. Aprobado: 28 de marzo de 2003.
Dr. Félix J. Sansó Soberats. Mariano No. 415, entre Lombillo y Piñera, municipio Cerro, Ciudad de La Habana, Cuba. E-mail: fsanso@infomed.sld.cu

1 Médico de Familia. Especialista de II Grado en Medicina General Integral. Profesor Asistente del ISCM-H. Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Medicina Familiar.

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