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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión impresa ISSN 0864-2125versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.21 n.1-2 Ciudad de La Habana ene.-abr. 2005

 

La fragilidad: un reto a la atención geriátrica en la APS

César Martínez Querol,1 Víctor T. Pérez Martínez,2 Annelice Roselló Leyva,3 Geinys Brito Rodríguez3 y Milagros Gil Benzant4

Resumen

Se realizó un estudio descriptivo en la población geriátrica de una circunscripción de nuestro policlínico, que es atendida por sus consultorios del Médico de Familia, y que consta de 178 adultos mayores, a los cuales se les aplicó por sus médicos de asistencia una encuesta formulario que recoge sus datos generales, haciéndose énfasis particularmente en la presencia de los factores de fragilidad que aparecen en la literatura acreditada consultada. Se revisaron además las historias clínicas individuales y familiares de todos. Se hizo una pesquisa de 49 adultos mayores (27,5 %), con un predominio del sexo femenino, y se supo que las causas más frecuentes de este fenómeno fueron: la comorbilidad en 29 para un 59 %; la soledad, que se observó en 24 (49 %); la edad igual o superior a 80 años que se constató en 20 (41 %); sin hijos hubo un total de 12 (24 %), mientras que solteros y divorciados resultaron ser 10 del total para un 20 %. Los resultados son llevados a tablas y se compararon con la literatura revisada.

Palabras clave: Fragilidad, adultos mayores, comorbilidad, soledad.

 

La fragilidad, para algunos, constituye un auténtico síndrome clínico-metabólico que conduce a una situación de declive progresivo y a la muerte. La patogenia del síndrome es modulada por factores genéticos (apolipoproteína E4, déficit de hormona de crecimiento, máxima edad genética, etc.) y ambientales (malnutrición, déficit de actividad física, comorbilidad, etc.), los que se constituyen en marcadores diagnósticos del síndrome. Algunas intervenciones sobre estos factores patogénicos, especialmente la actividad física, pueden revertir o retrasar la aparición de la fragilidad. La fragilidad se revela como un concepto útil para el clínico y para el epidemiólogo, pues la identificación precoz de los ancianos frágiles permite seleccionar un grupo de ellos que se beneficiarán de una evaluación funcional adecuada, así como tomar a tiempo medidas que intenten evitar el declive progresivo del individuo y la muerte.1

Algunas estadísticas reflejan que entre el 10 y el 20 % de los individuos mayores de 60 años pueden considerarse frágiles, y este porcentaje alcanza a más del 50 % en el grupo poblacional mayor de 85 años: "los viejos más viejos" ("oldest old").1 Estos pacientes frágiles son los mayores consumidores de recursos sanitarios, empleando hasta el 50 % del tiempo de los médicos y un 62 % del gasto farmacológico.1,2

En la Carpeta Metodológica del MINSAP de la República de Cuba se recoge la denominación de anciano frágil, y al referirse a él se plantea: "Personas que por condciones biológicas, sicológicas, sociales y funcionales están en riesgo de desarrollar un estado de necesidad". En el "Diagnóstico de la Situación de Salud Geriátrica", del año 2002, en nuestra área encontramos que el 29 % de los ancianos tienen esta condición ("Diagnóstico de la Situación de Salud Geriátrica". Policlínico "Ana Betancourt". Miramar, Playa. 2002). Esta y otras razones constituyen las motivaciones que nos impulsaron a trabajar en esta dirección con la población geriátrica de una circunscripción que atiende nuestro policlínico, trazándonos el objetivo de determinar su prevalencia y caracterización.

Métodos

Se realizó estudio descriptivo de corte transversal con la población de adultos mayores de la circunscripción 3 de nuestro policlínico, que abarca los Consultorios Médicos 3.1 y 3.2, con un total de 178 pacientes. Se revisaron las historias clínicas familiares de ambos consultorios, y algunos datos se obtuvieron de la historia clínica individual de cada uno, o en otros casos aportados por sus médicos y enfermeras. Se incluyeron en el presente estudio a todos los adultos mayores que presentaban algún factor que los hiciera acreedores de la categoría de frágiles y que más adelante expondremos.

A todos los casos se les aplicó la encuesta formulario, que además de recoger sus datos generales, consignara los factores generadores de fragilidad, que pudieran ser uno o más. Los criterios aplicados para considerar a un adulto mayor como frágil, y que además comprobamos que aparecen en la literatura revisada son: a) vivir solo, b) aislamiento social, c) tener una edad igual o superior a los 80 años, d) ingresos hospitalarios recientes, e) haber sufrido caídas frecuentes, f) practicar la polifarmacia (ingerir más de 3 medicamentos, excluyéndose las vitaminas y sales minerales), g) los que no tienen amparo filial, h) los que poseen escasos recursos económicos, i) los que padecen una viudez reciente, j) los que no tuvieron hijos, k) aquellos que son solteros o divorciados, l) los que han tenido cambios frecuentes de domicilio, m) si padecen incontinencia urinaria o fecal, n) los que presentan comorbilidad (2 o más enfermedades crónicas), o) los que presentan dependencia en la realización de las actividades de la vida diaria (AVD) básicas e instrumentadas (al menos en una) y p) los institucionalizados.3,4 A todos se les aplicaron los instrumentos previstos para medir su capacidad funcional.1

Resultados

La mayor cantidad de casos de ancianos frágiles se encontró en el grupo de los mayores de 80 años con n = 20 (41 %), seguido del grupo de 65 a 69 años con 11 (22,4 %), y los de 70 a 74 y 75 a 79 años con 14 frágiles, lo que representó el 27,5 % del total de adultos mayores de la circunscripción estudiada (tabla 1).,2 % respectivamente. Predominó en el sexo femenino con 33 casos ( 67,3 %); y en general se halló una prevalencia de 49 frágiles, lo que representó el 27,5 % del total de adultos mayores de la circunscripción estudiada (tabla 1).

TABLA 1. Distribución de los adultos mayores frágiles por grupos de edades y sexo

Grupos
de edades (en años)
Sexo femenino
Sexo masculino
Total
%
60-64
1
3
4
8,2
65-69
6
5
11
22,4
70-74
6
1
7
14,2
75-79
4
3
7
14,2
³ de 80
16
4
20
41,0
Total
33
16
49
100,0

         Fuente: Investigación realizada.

El índice ocupacional más frecuente y lógico de estas edades fue el de los jubilados con 31 en total (63 %), amas de casa fueron 14 para un 29 % y como trabajadores activos solo hubo 4 (8 %). Igualmente el nivel educacional predominante fue el primario, presente en 24 ancianos (49 %) seguido del nivel medio con 16 (33 %).

El estado civil más frecuente encontrado fue el de casado, con 22 adultos mayores (45 %), de los cuales el 45 % eran del sexo femenino y el 55 del masculino, seguido por la viudez con 16 (33 %), con un 88 % de mujeres y el 12 % de hombres. Eran solteros 10 (20 %), de los cuales el 80 % eran mujeres y el 20 hombres. Solo hubo un divorciado (2 %) del sexo masculino.

La morbilidad por enfermedades crónicas evidenció un franco predominio de la HTA con 31 casos (63 %), seguido por la cardiopatía isquémica presente en 12 pacientes (24 %), la osteoartrosis en 12 de ellos (24 %), la diabetes mellitus en 11 (22 %), el asma/enfermedad pulmonar obstructiva crónica en 10 (20 %), y las neoplasias en 4 ancianos (8 %). Las características de la morbilidad encontrada desde el punto de vista cuantitativo fue: con una enfermedad crónica 15 casos (31 %); con 2 enfermedades, 15 (31 %); con 3 enfermedades, 11 (22 %); con 4 o más enfermedades crónicas, 3 (6 %); y se comprobó que 5 ancianos frágiles (10 %) no presentaban enfermedades (tabla 2).

TABLA 2. Características cuantitativas de la morbilidad de los adultos mayores frágiles

Características
Sexo femenino
Sexo masculino
Total
%
Sin enfermedad
3
2
5
10
Con 1 enfermedad crónica no transmisible
12
3
15
31
Con 2 enfermedades crónicas no transmisibles
8
7
15
31
Con 3 o más enfermedades crónicas no transmisibles
10
4
14
28
Total
33
16
49
100

         Fuente: Investigación realizada.

La asociacion de enfermedades crónicas predominantes fue: HTA y cardiopatía isquémica 11 casos (41 %), hipertensión arterial y diabetes mellitus 6 (22 %), hipertensión y osteoartrosis 6 (22 %), y HTA, diabetes mellitus y cardiopatía isquémica con 4 casos (15 %). Los eventos que constituyeron causas de fragilidad en nuestro estudio fueron la comorbilidad con 29 casos (59 %); la soledad, presente en 24 ancianos (49 %); la edad igual o mayor a los 80 años, que estuvo presente en 20 (41 %); la polifarmacia, practicada por 14 de ellos (29 %); los adultos mayores sin hijos, que fueron 12 en total (24 %); los solteros y divorciados, que llegaron a 10 (20 %); así como la dependencia para la realización de las AVD con 5 casos (10 %) (tabla 3).

TABLA 3. Causas de fragilidad

Causas

Sexo femenino
Sexo masculino
Total
%
Comorbilidad
18
11
29
59
Soledad
14
10
24
49
Edad ³ 80 años
16
4
20
41
Polifarmacia
10
4
14
29
Sin hijos
8
4
12
24
Solteros/divorciados
8
2
10
20
Dependencia en actividades de la vida diaria
3
2
5
10
Pobreza
2
1
3
6
Caídas
1
0
1
1

         Fuente: Investigación realizada.
         Nota: Un anciano puede tener 1 o más causas de fragilidad.

Los hábitos tóxicos más arraigados en nuestra población de adultos mayores frágiles fueron: el tabaquismo en 26 pacientes (53 %), la ingestión de café presente en 18 (37 %) y el alcoholismo padecido por 5 (10 %).

El consumo de medicamentos desde el punto de vista cuantitativo se comportó de la forma siguiente: ingerían hasta 3 preparados orales diarios 32 casos (65 %), más de 3, 14 pacientes (29 %) y no ingerían ninguno solo 3 personas (6 %) (tabla 4).

TABLA 4. Cantidad de preparados farmacológicos que consumían diariamente los adultos mayores frágiles (vía oral)

Cantidad de preparados
Sexo femenino
Sexo masculino
Total
%
Ninguno
1
2
3
6
Hasta 3
22
10
32
65
4 o más
10
4
14
29
Total
33
16
49
100

         Fuente: Investigación realizada.

Discusión

En la literatura revisada encontramos que entre el 10 y el 20 % de los ancianos pueden considerarse frágiles, y este porcentaje se eleva al 50 en los grupos mayores de 85 años (los viejos más viejos).1,2,4

Altimir y Cervera en España incluyen en los criterios de anciano frágil, la enfermedad terminal, prescripción reciente de antihipertensivos, antidiabéticos o psicofármacos, necesidad de atención domiciliaria médica o de enfermería al menos una vez al mes, deterioro cognitivo, depresión, etc., aspectos no tenidos en cuenta en nuestra investigación.4

El estado civil es un importante elemento a tener en cuenta cuando se evalúa la fragilidad, pues en los estados de ánimo de los adultos mayores tienen un gran peso los estados de viudez, o ser solteros divorciados, como también se observa que la proporción de viudas es mucho mayor que el de viudos;5 sin embargo, en nuestro estudio el estado civil predominante fue casado. Parece ser que esto se debe a que se incluyeron en la denominación de ancianos solos también a aquellos que viven solos con su pareja, siempre y cuando esta sea también senescente. Lo que sí fue concordante en cuanto al porcentaje mayoritario es el de viudas (el 88 %) en relación con el de viudos (el 12 %).

Los adultos mayores manifiestan como una característica de la presentación de las enfermedades el hecho de la pluripatología o morbilidad múltiple, término también conocido como comorbilidad, lo que constituye un relevante factor de fragilidad de este grupo poblacional,1,4-9 hecho que corroboramos en nuestro trabajo, en el que la comorbilidad ocupó el primer lugar. En encuesta nacional realizada en Cuba se encontró que el 69,9 % de los adultos mayores encuestados padecía al menos una enfermedad crónica, y el 13,9 % una alteración de los órganos de los sentidos.5,6 En nuestro estudio, 44 casos (90 %) presentaban 1 o más enfermedades crónicas, aunque en este caso la muestra estaba constituida por adultos mayores frágiles.

La polifarmacia se observó en nuestra serie en 14 senescentes (29 %), que ingerían 4 o más medicamentos diariamente. Nolan y O´Malley en Norteamérica, en trabajos realizados en varios grupos de senescentes, encontraron aumento relevante en la prescripción de fármacos, y señalan que entre el 55,8 y el 90 % de los adultos mayores ingieren al menos 1 medicamento diario,10 y Keith Beard en su publicación sobre polifarmacia en los ancianos comunica haber concluido que estos consumen el doble de los medicamentos que los jóvenes, y no es raro que ingieran entre 5 y 6 preparados diariamente.11

La OMS considera que en el grupo de ancianos en situación de riesgo se encuentran los muy ancianos, los que viven solos en una vivienda, las mujeres solteras y viudas, los institucionalizados, aquellos que no tienen hijos, las parejas de ancianos en las que 1 de ellos es discapacitado o está muy enfermo, así como los ancianos con escasos recursos económicos.12

El tercer lugar entre las causas de fragilidad en nuestros adultos mayores lo ocupó el hecho de vivir solos (24 ancianos, 49 %). En trabajos revisados se recoge una cifra que oscila entre el 10 y el 20 % de ancianos solos en el Caribe, y la propensión a vivir solos aumenta con la edad. En América Latina este índice oscila entre el 7 y el 16 % de la población geriátrica.13

Conclusiones

  1. Los ancianos frágiles en los 2 consultorios estudiados ascendieron a la cifra de 49, lo que representó el 27,5 % de la población de adultos mayores de la circunscripción. Se comprobó que el grupo de edades donde incidieron mayor cantidad de casos de fragilidad fue el de 80 años o más, con mayor frecuencia en el sexo femenino.
  2. Los jubilados y las amas de casa fueron los niveles ocupacionales más relevantes, y el nivel educacional más frecuente correspondió a la enseñanza primaria, seguido del nivel medio.
  3. El estado civil predominante fue el de casado, seguido del estado de viudez. Las enfermedades crónicas más frecuentes fueron la HTA, la diabetes mellitus, la osteoartrosis y la cardiopatía isquémica.
  4. La comorbilidad constituyó la primera causa de fragilidad en nuestro estudio seguido por la soledad, la edad igual o superior a los 80 años, la polifarmacia y el hecho de no tener hijos.
  5. Las asociaciones de enfermedades crónicas más frecuentes fueron la HTA y la cardiopatía isquémica, la HTA y la diabetes mellitus, y la HTA y la osteoartrosis. El hábito tóxico más practicado por nuestros ancianos fue el tabaquismo.

Summary

Fragility: a challenge to geriatric care in PHC

A descriptive study was conducted in the geriatric population of a circumscription of our polyclinic that receives attention at the family physician's offices. The 178 older adults answered a questionnaire that collected their personal data. Particular emphasis was made on the presence of fragility factors appearing in the consulted accredited literature. The individual and family medical histories of all of them were reviewed. A screening of 49 older adults (27.5 %) was carried out. It was observed a predominance of females. The most frequent causes of this phenomenon were as follows: comorbidity, 29 (59 %); loneliness, 24 (49 %); 20 (41 %) were 80 or over; 12 (24 %) had no off-springs; and 10 (20 %) were single or divorced. The results were represented in tables and compared with the reviewed literature.

Key words: Fragility, older adults, comorbidity, loneliness.

 

Referencias bibliográficas

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Recibido: 7 de octubre de 2004. Aprobado: 9 de diciembre de 2004.
Dr. César Martínez Querol. Avenida 5ta. C No. 9011 e/ 90-A y 92, Miramar, municipio Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Especialista de I Grado en Medicina Interna. Profesor Asistente. Director del Equipo Multidisciplinario de Atención    Geriátrica. Presidente de la Comisión Científica.
2 Especialista de I Grado en Medicina General Integral y Psiquiatría. Profesor Instructor.
3 Residente de 3er año de Medicina General Integral.
4 Enfermera General.

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