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Revista Cubana de Medicina General Integral

Print version ISSN 0864-2125On-line version ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr vol.23 no.1 Ciudad de La Habana Jan.-Mar. 2007

 

La visita médica al hogar

José Díaz Novás,1 Bárbara Rosa Gallego Machado2 y Rogelio León López3

Resumen

Se hace un breve resumen de la historia de la visita médica al hogar en Cuba, y se señala su evolución en las diferentes formas organizativas de la atención primaria en la etapa revolucionaria. Se enumeran las ventajas de las visitas médicas al hogar, su necesidad como componente fundamental e insustituible de la atención a los pacientes, y como complemento necesario del trabajo en el consultorio. Se exponen los motivos de la visita al hogar: enfermedades agudas, procesos crónicos, discapacidades, evaluar el entorno familiar e higiénico-epidemiológico del paciente, los ingresos domiciliarios, las altas hospitalarias precoces, y los pacientes con enfermedades terminales o con afecciones dispensarizadas, entre otros Se presenta un grupo de orientaciones para el desarrollo exitoso de la visita médica al hogar

Palabras clave: Visita al hogar, familia, funcionamiento familiar.

Desde los tiempos primitivos los médicos visitaban a sus pacientes en el hogar para brindarles atención; no había hospitales, y las personas, sobre todo las que no podían deambular, recibían asistencia médica en su casa. En la Edad Media surgieron los primeros hospitales y se fueron desarrollando paulatinamente. En el siglo XIX, sobre todo en su segunda mitad y finales, las visitas médicas al hogar fueron disminuyendo poco a poco.

En nuestro país, antes de la Revolución, recibían visitas médicas en el hogar los que podían pagar la medicina privada, los usuarios de algunas clínicas mutualistas1 y algunos pacientes pobres beneficiados con la atención del facultativo de la semana.2 Ya en el siglo XX, el modelo de las Casas de Socorro, en algunas de las ubicadas en la capital, mantuvo el servicio de asistencia a domicilio a los pacientes pobres.

Con la creación de los policlínicos integrales (1964), las visitas médicas al hogar quedaron un poco relegadas hasta los primeros años de la década de los 70, en que se fortaleció el servicio. En este caso se proveía al médico de un vehículo y se le financiaba el combustible, debiendo realizar 18 visitas diarias, 3 días por semana en horas de la tarde y noche a los pacientes que las solicitaban.

En 1974, con el surgimiento y ulterior desarrollo de la medicina en la comunidad, las visitas domiciliarias por parte del médico del sector, programadas por la dispensarización y a solicitud de los pacientes, tomaron un impulso nunca antes visto en el país, y esa actividad entró a formar parte insustituible del trabajo del médico.3 Con la creación en 1984 del modelo del Médico y Enfermera de Familia y su desarrollo, la visita médica al hogar cobra un nuevo impulso y dimensión, sobre todo, después de implantarse la iniciativa del ingreso en el hogar.4-10

El propósito de este trabajo es el de realizar un breve resumen de la historia de la visita médica al hogar en nuestro país, y exponer sus ventajas y razones, así como un grupo de orientaciones para su desarrollo exitoso.

Desarrollo

Se han señalado múltiples ventajas de las visitas y atención médica en el hogar, entre las que tenemos:

  • La visita al hogar permite al médico obtener mucha información sobre la unidad familiar y su funcionamiento, la interacción de sus miembros y el papel del paciente. Esto no puede lograrse en el ambiente “artificial” del consultorio. No hay un sustituto satisfactorio para la visita domiciliaria.
  • En el consultorio se atiende solamente al paciente, en la visita al hogar puede atenderse toda la unidad familiar.
  • La atención en el hogar permite un egreso más rápido del hospital, es una alternativa aceptable para la atención institucional a largo plazo y para los que sufren una discapacidad seria y permanente, muchos de los cuales son ancianos; además, es económicamente más eficiente que el ingreso en el hospital.
  • Los pacientes se enfrentan mejor a su enfermedad si permanecen en un ambiente familiar.
  • Para los ancianos la visita y atención en el hogar son muy satisfactorias, sobre todo en el caso de tener discapacidades físicas. El ingreso en el hospital de un anciano puede tener consecuencias indeseables motivadas por la separación de su medio.
  • En el hogar se pueden detectar condiciones que rodean al enfermo y que pueden ser nocivas para su salud, tales como: mal estado estructural de la vivienda, condiciones inadecuadas de vida, riesgos de accidentes, hacinamiento, higiene deficiente, mal funcionamiento familiar, insuficiente apoyo y ayuda al paciente por parte de la famita, poca adherencia al tratamiento, etcétera.
  • La visita del médico al hogar le inspira al paciente confianza y seguridad, se logra una empatía superior a la que puede establecerse en el consultorio, el paciente siente que el médico lo acompaña en su padecimiento, que lo atiende no solo como un paciente, sino como si fuera un familiar o amigo.
  • La muerte con dignidad es más fácil cuando el paciente muere en el ambiente que le dio significado a su vida, y en compañía de aquellos cuya presencia le proporcionó la mayoría de las recompensas de su vida.11 La atención a los pacientes terminales y moribundos es una de las justificaciones de la visita en el hogar.
  • Aunque la ciencia de la medicina probablemente puede ejercerse en forma más correcta en el bien equipado ambiente del consultorio, el arte de la medicina se aplica mejor en el hogar del paciente, por eso la conveniencia de combinar ambas actuaciones.12

Los casos que requieren visitas domiciliarias son múltiples, entre los más frecuentes tenemos:13

  • Evaluación y atención de enfermedades agudas en casos de que el paciente tenga dificultad para trasladarse al consultorio porque esté muy enfermo o débil, tenga fuertes dolores, sea muy anciano, su problema se pueda exacerbar con el movimiento, necesite tratamiento de inmediato o guardar reposo. En el caso de solicitud del paciente o familiares, también debe ser visitado. La visita domiciliaria para atender enfermedades agudas nos permite evaluar las condiciones del hogar y el apoyo familiar para decidir o no el ingreso domiciliario u hospitalario en los casos necesarios.
  • Evaluación y tratamiento a pacientes recién egresados del hospital, tras una intervención quirúrgica u otra situación. Esto nos permite el alta precoz y la incorporación del paciente a su medio habitual. En estos casos son necesarios mecanismos estrechos de coordinación entre la atención primaria y secundaria.
  • Atención de pacientes con enfermedades crónicas o discapacidades para poder seguir su evolución, supervisar el tratamiento y valorar las condiciones del hogar y el apoyo familiar.
  • Tratamiento a pacientes con enfermedades terminales, que pueden morir más tranquilos y rodeados de un ambiente de afecto en su casa, aunque no haya nada que hacer con respecto al resultado final de la enfermedad. Consideramos que sí hay mucho que hacer, pues resulta insustituible el apoyo y afecto que se le da al paciente y a su familia, además del auxilio que se le proporciona a esta en períodos de crisis.
  • Evaluación de las condiciones domiciliarias y visión de la familia. El hogar refleja los valores de la familia, y los pacientes expresan sus sentimientos con más facilidad en la casa.
  • Según lo normado para los diferentes grupos de la dispensarización.14
  • En las personas incapacitadas para desplazarse al consultorio.
  • En casos de ingresos domiciliarios.

Debemos recordar que para las visitas al hogar, sobre todo en caso de ingresos, se requiere un mínimo de habilidades clínicas, de apoyo tecnológico y medicamentos básicos.

Para finalizar propondremos algunos aspectos esenciales a la hora de realizar una visita en el hogar:

  1. Cumplir con las visitas programadas de acuerdo con la dispensarización.
  2. Tratar al paciente y la familia con la ética y respeto necesarios.
  3. Nunca demostrar apuro o desinterés.
  4. Evitar la curiosidad que pueda ofender y las bromas de mal gusto. Siempre es importante el tacto y la discreción, la prudencia y el sentido común, lo cual es mucho más importante en la visita al hogar.
  5. Escuchar atentamente al individuo y la familia.
  6. Inspirar confianza, respeto y seguridad. No diga: no sé o no se puede, pues el médico tiene derecho a no saber, pero no a no saber por dónde continuar.
  7. Evite procederes riesgosos y complicados.
  8. Cerciórese de que se le entiende al hablar, evite los términos técnicos.
  9. Inspeccionar aspectos vitales como: riesgo de accidentes, hábitos tóxicos, alimentación, dinámica familiar, higiene personal y del hogar, condiciones de vida, apoyo familiar al paciente, etc., y realizar las intervenciones necesarias para solucionar las deficiencias detectadas.
  10. Aunque la visita esté focalizada en un integrante de la familia, por ejemplo un lactante, hay que evaluar y atender a la familia en su conjunto, en este caso puede ser la abuela que cuida al niño.
  11. Por último, antes de terminar la visita, verifique que no haya quedado ningún asunto importante pendiente, y estimule al paciente y la familia a aclarar todas sus dudas. Indique cuando los va a visitar de nuevo, o si fuera necesario, los cita para la consulta.

Consideraciones finales

La visita y la atención médica en el hogar se han fortalecido con el transcurso de los años, ampliándose su justificación, objetivos y ventajas. Es conveniente conocer un grupo de orientaciones mínimas para su desarrollo exitoso. La visita médica al hogar es un pilar fundamental e insustituible del trabajo del Médico y la Enfermera de Familia.

summary

Home visit

A summary of the history of home visit in Cuba is made, stressing its evolution in the different organizative ways of primary care in the revolutionary stage. The advantages of home visits, their need as a fundamental and irreplaceable component of the patients' care and a necessary complement of the work in the office are given. The reasons of the visits are explained: acute diseases, chronic processes, disabilities, evaluation of the family and hygienic-epidemiological setting of the patient, home admissions, early hospital discharges, and patients with end-stage diseases, or with categorized diseases, among others. Some instructions for the success of home visit are exposed.

Key words: Home visit, family, family functioning.

Referencias bibliográficas

1. Rojas Ochoa F. La atención primaria de salud en Cuba, 1959-1984. Rev Cubana Salud Pública [Seriada en línea] 2005;31(2). Disponible en: http//:bvs.sld.cu/revistas/spu/vol31-2-05/spu_12205.htm Consultado Marzo 15, 2006.

2. Delgado García G. Antecedentes históricos de la atención primaria de salud en Cuba. Rev Cubana Salud Pública [Seriada en línea] 2005; 31(2). Disponible en: http//:bvs.sld.cu/revistas/spu/vol31-2-05/spu_10205.htm Consultado Marzo 15, 2006.

3. Díaz Novás J, Fernández Sacasas J. Del policlínico integral al médico de familia. Rev Cubana Med Gen Integr. 1989;5(4):556-64.

4. Rubio Jánez M. Informe preliminar sobre ingresos en el hogar. Rev Cubana Med Gen Integr. 1986;2(1):5-12.

5. Márquez Morales N, Jiménez Cangas L, Torres Díaz H. Costos y beneficios del ingreso en el hogar. Rev Cubana Med Gen Integr. 1998;14(5):445-9.

6. Saura de la Torre I, Hernández Vergel L, Rodríguez Brito M. Requisitos necesarios para el desarrollo del ingreso en el hogar como forma de atención ambulatoria. Rev Cubana Med Gen Integr. 1998;14(5):479-83.

7. Saura de la Torre I, Hernández Vergel L, Rodríguez Brito M. Ventajas del ingreso en el hogar como forma de atención ambulatoria. Rev Cubana Med Gen Integr. 1998;14(5):494-8.

8. Naranjo Ferregut J, Delgado Cruz A, Forcellado Llano C, Camejo Macías M. Aspectos metodológicos del ingreso en el hogar. Rev Cubana Med Gen Integr. 2000;16(6):606-8.

9. Vera Miyar C, Fernández Aspiolea E, Alfonso Freyre J, Basanta Marrero L, Zuazaga Cabrera G. Comportamiento del ingreso en el hogar. Rev Cubana Med Gen Integr. 2001;17(5): 429-34.

10. Reyes Sigarreta M, Garrido García R, Villar MT, Díaz Castillón M. Distribución de las principales causas de morbilidad por ingresos domiciliarios en el municipio Cerro durante el año 2000. Rev Cubana Med Gen Integr [Seriada en línea] 2003; 19(2). Disponible en: http://bvs.sldcu/revistas/mgi/vol 19_2_03/mgi05203.htm Consultado Marzo 15, 2006.

11. Rakel R, Storey P. Asistencia al paciente agonizante. En: Rakel R. ed. Tratado de medicina familiar. Río de Janeiro, Brasil: Editora Guanabara, 1997.p.119-34.

12. Shires DB, Hennen BK. Medicina familiar. México DF, México: Editora Mc Graw-Hill; 1983.p.413.

13. Mc Whinney I. Introducción a la medicina familiar. Mérida: Universidad de los Andes; 1984.p.183-6.

14. Ministerio de Salud Pública. Carpeta metodológica de atención primaria de salud y medicina familiar. La Habana; 1998:25,40-6.

Recibido: 6 de septiembre de 2006.    Aprobado: 20 de diciembre de 2006.
Dr. José Díaz Novás. Policlínico Docente “Lawton”. Ave. Camilo Cienfuegos, entre 10 y 11, Lawton, municipio 10 de Octubre, Ciudad de La Habana, Cuba. E mail: jose.diaz@infomed.sld.cu

1Especialista de II Grado en Medicina Interna. Profesor Titular. Policlínico Docente “Lawton”.
2Especialista de II Grado en Pediatría. Profesora Auxiliar. Policlínico Docente “Lawton”.
3Especialista de II Grado en Pediatría. Profesor Auxiliar. Policlínico Docente “Raúl Gómez García”.

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