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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión impresa ISSN 0864-2125versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.23 n.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2007

 

Intervención educativa y parasitismo intestinal en niños de la enseñanza primaria

María del Carmen Pérez Cueto,1 María de Lourdes Sánchez Álvarez,2 Gladys Antonia Cueto Montoya,3 Ana Margarita Mayor Puerta,4 Norma Fernández Cárdenas5 y Milagros Alegret Rodríguez6

Resumen

Se realizó un estudio de intervención en la Escuela Primaria “1ro. de Mayo” perteneciente a la comunidad de Los Sirios, en Santa Clara, para determinar la influencia de la labor educativa en las prácticas higiénicas y la prevalencia de parasitismo en los escolares. Se visitaron las viviendas y se aplicaron encuestas a los padres de los niños para conocer las prácticas higiénicas de la población y las condiciones higiénico-epidemiológicas de la comunidad. A partir de eso se diseñó la labor educativa dirigida a los padres, y se transitó de la investigación a la acción con participación comunitaria. Se estudiaron 133 escolares a quienes se recogió muestra de heces fecales y región anal por el método de Graham. La prevalencia de parasitismo fue de 69,9 % y fue el Enterobius vermicularis el más frecuente. Los síntomas que predominaron fueron, el prurito anal y la irritabilidad, para lo que se aplicó tratamiento. Pasados 6 meses de la intervención se repitieron los exámenes coproparasitológicos a los niños y la encuesta a los padres y se encontró una disminución significativa del parasitismo, así como modificaciones positivas en las prácticas higiénicas de la población.

Palabras clave: Prevalencia de parasitismo, prácticas higiénicas, labor educativa.

Entre las enfermedades infecciosas, específicamente las provocadas por parásitos, constituyen importantes problemas de salud para el hombre. Muchos parásitos son agentes patógenos frecuentes en todo el mundo, y se encuentran entre las principales causas de morbilidad y mortalidad en regiones de África, Asia, América Central y América del Sur.1

Las infecciones parasitarias intestinales pueden afectar a todas las personas por igual, sin embargo, en la población existen diversos grupos que por sus características poseen un nivel de susceptibilidad más elevado de padecerlas, tal es el caso de los niños, y en particular los mayores de 5 años de edad, porque permanecen gran parte del día en las escuelas y desarrollan actividades en colectivo, lo que puede favorecer las condiciones para la transmisión de algunas enfermedades parasitarias, especialmente aquellas en que su principal mecanismo de transmisión es la vía fecal oral. En ellos estas infecciones son más intensas, con efectos deletéreos, tanto sobre el crecimiento y desarrollo, como sobre el aprendizaje.2,3

En investigaciones efectuadas en Cuba sobre parasitismo intestinal en la población infantil de áreas de salud, escuelas y hospitales pediátricos, se ha encontrado que la infección parasitaria es elevada en niños de edad mayor de 5 años, es decir, en escolares.2-5 Estudios realizados en la provincia de Villa Clara, en esta área de salud, en niños de edad escolar de esta misma comunidad, en la década de los 90, arrojaron una prevalencia elevada.6 Estos estudios han sido descriptivos, se ha prescrito tratamiento, pero no se ha realizado labor educativa para evitarlas.

Por lo antes expuesto, y teniendo en cuenta que la misión del médico de la APS es la promoción y la prevención, se decidió realizar este trabajo, pasando de la investigación a la acción, al involucrar a la comunidad para determinar la influencia de una labor educativa en las prácticas higiénicas, y por consiguiente, en la prevalencia de parasitismo intestinal en niños de una escuela primaria. Nos trazamos como objetivo determinar la influencia de esa labor educativa en las prácticas higiénicas y en la prevalencia de parasitismo intestinal en niños de una escuela primaria; y más específicamente, comprobar la prevalencia de agentes parasitarios antes y después de la intervención, identificar los síntomas asociados con mayor frecuencia en los niños parasitados antes y después de la intervención, así como comparar las prácticas higiénicas de la población antes y después de la labor educativa.

Métodos

Se realizó un estudio de intervención en los meses de enero a julio de 2006 en niños de la Escuela Primaria “1ro. de Mayo”, de la comunidad suburbana de Los Sirios, perteneciente al área de salud del Policlínico “XX Aniversario”, del municipio Santa Clara, en la provincia de Villa Clara. El diseño de la investigación llevó a la comparación del grupo contra sí mismo antes y después de la intervención. El universo estuvo constituido por los 135 niños matriculados en dicha institución, y abarcó desde prescolar hasta 6to. grado. La muestra fue de 133 niños, ya que se excluyeron 2 de ellos, por la no realización del examen parasitológico.

En una primera etapa se visitaron las viviendas, luego de explicar a los padres o personas responsables de la crianza en qué consistía el estudio, se recogió su consentimiento informado (anexo 1), y después se les aplicó la encuesta (anexo 2). Las variables a considerar en los niños fueron: nombre, edad, sexo, síntomas y signos clínicos. Para describir la cultura sanitaria de la familia se tomaron en cuenta la calidad del agua de consumo, el lavado de las manos antes de ingerir alimentos y después de defecar, la presencia de vectores, el lavado de verduras, si acostumbran a andar descalzos, jugar con tierra o comerse las uñas.

La toma de la muestra fue por defecación espontánea, se orientó que no se contaminara con tierra ni orina, ni que se tomara laxante ni antiparasitario previamente. Se entregó un frasco limpio que contenía solución de formol al 7 % para conservar los elementos parasitarios. Las muestras fecales fueron trasladadas para ser procesadas al Departamento de Parasitología, del Laboratorio de Microbiología del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología (CPHE). Según Manual de Laboratorio a estas se les realizó:7

  1. Examen directo con solución de lugol y eosina al 1 %.
  2. Examen concentrado por el método de Willis para enriquecimiento de los huevos de helmintos.

A cada niño se le tomó muestra por la mañana, sin previo aseo, para el diagnóstico de Enterobius vermicularis (oxiuro) por el método de Graham.7 Se realizó la valoración clínica de los niños parasitados, fueron analizados los resultados de laboratorio y se aplicó tratamiento adecuado, para lo cual sirvió de apoyo la bibliografía consultada.8,9

A partir de la aplicación de encuesta a los padres se identificaron las necesidades de aprendizaje y modificaciones de actitudes, para lo cual se diseñó la labor educativa (anexo 3), y a la que asistieron los padres o tutores de los niños, que ascendían a 129 y representaron 96,9 %. Se formaron 2 grupos de 64 y 65 personas, y se estructuró en 4 actividades de 1 h cada una, con una frecuencia semanal para cada grupo durante el mes de enero. Transcurridos 6 meses de la intervención educativa y terapéutica, se indicó la segunda toma de muestra y aplicación por segunda vez de la encuesta .

Atendiendo al carácter cualitativo de la mayoría de las variables, se conformaron tablas de frecuencias. Las pruebas estadísticas aplicadas fueron: prueba de Bondad de Ajuste con la distribución de Chi cuadrado, prueba no paramétrica de los signos, prueba de los signos con distribución binomial y prueba de Mc Nemar. Se utilizaron los niveles significativos del 0,05, 0,01 y 0,001 de probabilidad de cometer el error de tipo 1 (alpha), los que interpretamos como significativo, altamente significativo y muy altamente significativo respectivamente.

Resultados

En la tabla 1 se refleja que de un total de 133 escolares, el 69,9 % resultó parasitado y el 30,1 % no lo fue. Al aplicar la prueba de bondad de ajuste con la distribución de Chi cuadrado, se evidencia que existe una diferencia muy altamente significativa (p<0,001), por lo que se puede considerar que en los escolares estudiados hay un alto predominio de parasitados.

TABLA 1. Prevalencia de parasitismo intestinal en niños de la Escuela 1ro. de Mayo

Estudiantes

No.

%

Parasitados

93

69,9

No parasitados

40

30,1

Total

133

100

Fuente: Registro de laboratorio.
X2 c=21,120    (p<0,001)

En la tabla 2 se identifican los agentes parasitarios presentes en los escolares. Se aprecia con mayor frecuencia el Enterobius vermicularis u oxiuro con 77,4 %, la Giardia lamblia y Entamoeba histolytica para 17,2 y 14 % respectivamente. El Ascaris lumbricoides arrojó un 8,6 %, y el Trichuris trichiura, 6,5 %. Después de aplicada la intervención, todos los agentes parasitarios disminuyeron, al aplicarse la prueba no paramétrica de los signos, se encontró que con relación al Enterobius vermicularis la diferencia entre antes y después fue muy altamente significativa (p<0,001). En la Giardia lamblia, Entamoeba histolytica y Ascaris lumbricoides la diferencia fue altamente significativa (p<0,01), y por último, para el Trichuris trichiura, resultó significativa (p<0,05).

TABLA 2. Agentes parasitarios diagnosticados en los escolares antes y después de la intervención

Agentes parasitarios
Antes
Después
Significación
No.
%
No.
%

Enterobius vermicularis

72

77,4

5

5,4

(p <0,001)

Giardia lamblia

16

17,2

3

3,2

(p<0,01)

Entamoeba histolytica

13

14,0

1

1,1

(p<0,01)

Áscaris lumbricoides

8

8,6

0

0,0

(p<0,01)

Trichuris trichiura

6

6,5

0

0,0

(p<0,05)

Fuente: Registro de laboratorio.

Obsérvense en la tabla 3 los síntomas más frecuentes en los niños parasitados antes y después de la intervención: el prurito anal en 80,6 %, la irritabilidad en el 71 %, dolor abdominal y pérdida del apetito en el 64,5 y 57 % respectivamente, así como también el insomnio, que se produjo en 48,4 %. Después de la intervención disminuyó la frecuencia en cada uno de ellos, y para demostrarlo se aplicó la prueba de los signos con distribución binomial, cuyo resultado arrojó una diferencia muy altamente significativa (p<0,001) entre el antes y después.

TABLA 3. Síntomas más frecuentes en los niños parasitados antes y después de la intervención

Síntomas
Antes
Después
Significación
No.
%
No.
%

Prurito anal

75

80,6

5

5,4

(p<0,001)

Irritabilidad

66

71,0

4

4,3

(p<0,001)

Dolor abdominal

60

64,5

2

2,2

(p<0,001)

Pérdida de apetito

53

57,0

1

1,1

(p<0,001)

Insomnio

45

48,4

2

2,2

(p<0,001)

Diarreas

33

35,5

1

1,1

(p<0,001)

Pérdida de peso

30

32,3

0

0,0

(p<0,001)

Rash cutáneo

10

10,8

0

0,0

(p<0,001)

Fuente: La investigación.

En la tabla 4 se analizan las prácticas higiénicas de la población antes y después de la intervención educativa. El lavado de manos antes de ingerir alimentos, después de defecar, andar descalzo, jugar con tierra y comerse las uñas se modificaron positivamente, por lo que al aplicar la prueba de Mc Nemar en cada una de las variables se obtuvieron valores muy altamente significativos (p=0,000) entre el antes y después. Se obtuvieron valores no significativos en cuanto a la presencia de vectores (p=0,841) debido a que se mantuvieron presentes en la mayoría de las viviendas, y el lavado de verduras (p=0,156) porque de 1,5 % que lo hacía a veces, pasó a siempre para un 100 % los que ahora lo hacen.

TABLA 4. Prácticas higiénicas de la población antes y después de la intervención

Prácticas higiénicas
Antes
Después
Estadígrafo
X2 p
No.
%
No.
%

 

Lavado de manos antes de ingerir alimentos

32

24,1

99

74,4

74,89 0,000

A veces

72

54,1

33

24,8

Nunca

29

21,8

1

0,8

Lavado de manos después de defecar

 

56

42,1

104

78,2

38,04 0,000

A veces

71

53,4

29

21,8

Nunca

6

4,5

0

0,0

Presencia de vectores

104

78,1

100

75,1

0,35 0,841

A veces

24

18,0

27

20,3

Nunca

5

3,7

6

4,5

Lavado de verduras

 

131

98,4

133

100

2,02 0,156

A veces

2

1,5

0

0,0

Nunca

0

0,0

0

0,0

Andar descalzo

 

53

39,9

14

10,5

88,99 0,000

A veces

60

45,1

23

17,3

Nunca

20

15,0

96

72,2

Jugar con tierra

 

60

45,1

10

7,5

62,83 0,000 

A veces

35

26,3

26

19,6

Nunca

38

28,6

97

72,9

Comerse las uñas

 

68

51,1

12

9,0

68,04 0,000

A veces

32

24,1

28

21,1

Nunca

33

24,8

93

69,9

Fuente: La investigación.

En la tabla 5 se analiza la calidad del agua de consumo. Obsérvese que el agua se consumía sin hervir en el 95,5 %, y hervida o clorada en el 3,8 y 0,7 % respectivamente. Después de la labor educativa, disminuyeron los que consumían el agua sin hervir hasta llegar al 42,9 %, mientras que la hervían o cloraban el 41,4 y el 15,7 % respectivamente. Se aplicó la prueba de Mc Nemar y se concluyó que existe una diferencia muy altamente significativa (p < 0,001) en cuanto a la calidad del agua de consumo después de la intervención.

TABLA 5. Características del agua de consumo en las viviendas de los escolares antes y después de la intervención

Características del agua de consumo
Antes
Después
No.
%
No.
%

Hervida

5

3,8

55

41,4

Sin hervir

127

95,5

57

42,9

Clorada

1

0,7

21

15,7

Fuente: La investigación.
X2 c=67,11     (p<0,001)

Discusión

A pesar de que las condiciones de vida de los pobladores de la comunidad donde está enclavada la escuela han mejorado con el decursar el tiempo, aún persisten condiciones ecológicas, epidemiológicas y de hábitos que favorecen la presencia de parasitosis intestinales. Además, los niños en edad escolar tienen un radio de acción más amplio y disminuye el control materno.

Resultados similares a los nuestros obtuvieron otros autores. Por ejemplo, en 284 niños de instituciones en Filipinas se hicieron exámenes de heces fecales, y el 62 % resultó infectado, también fue estudiado un grupo de niños en la localidad de Tiguadare, Venezuela, y el 60 % de ellos igualmente tenía infección parasitaria.10,11

Diferimos, no obstante, de otros estudios donde la prevalencia ha sido mayor. En niños de una escuela del Estado de Bolívar, en Venezuela, se encontró que el 97,4 % estaba parasitado.12 Es válido resaltar que en la década de los 90, Mayor Puerta y Sánchez Álvarez,6 en investigación al respecto en niños escolares de esta misma comunidad, encontraron un 89,8 % de positividad a patógenos entéricos.

El Enterobius vermicularis produce la enfermedad denominada enterobiosis u oxiuriosis, con una amplia extensión mundial, debido a que este parásito no requiere de condiciones ambientales propicias, pues la transmisión es directa de persona a persona, sin la necesidad de la intervención del suelo. Esta parasitosis ocurre en individuos de todas las edades, pero es más elevada en edad escolar. El huevo es infectante desde el mismo momento en que el parásito adulto hembra los pone en las márgenes del ano, y puede haber autorreinfección por las manos o indirectamente por artículos contaminados como muebles, pupitres, baños, o por inhalación de polvo en viviendas e instituciones. Se calcula que a escala mundial existen 400 millones de personas infectadas con este parásito. Es el helminto más frecuente en Estados Unidos, donde alrededor del 11,4 % de escolares está infectado. En la mayoría de los países latinoamericanos las tasas de prevalencia son variables, aunque generalmente elevadas. En Guatemala oscila entre el 50 y el 70 %.1,9,13,14

En este estudio la Giardia lamblia fue el parásito que se identificó en segundo lugar de prevalencia. No fue elevada porque su frecuencia es mayor en niños menores de 5 años que asisten a guarderías infantiles.8,9 En el estudio realizado la prevalencia de infección amebiana no fue elevada, tal vez relacionado con que en los laboratorios se ha enfatizado en mejorar el diagnóstico en las heces fecales, vinculados a la red nacional de control de la calidad para evitar el sobre diagnóstico de amebiosis que existía en años anteriores. Los resultados obtenidos coinciden con los de otros autores. Estudios realizados en niños escolares en Turquía y en Sao Paulo, Brasil encontraron como protozoario más frecuente la Giardia lamblia y como helminto el Enterobius vermicularis.15,16

Diferimos de estudios realizados en otros países, en Cuba y en esta misma comunidad, en los que se encontró predominio de otros helmintos.5,6,17 La baja prevalencia del Enterobious vermicularis pudiera estar dada por la no aplicación de técnicas específicas para su determinación. El Enterobius vermicularis, en su ciclo normal de migración hasta la región perianal, provoca el prurito anal, que es la manifestación más característica, acompañado de irritabilidad y pérdida del apetito. Debido al prurito, los niños se despiertan de noche, y ello produce insomnio, sueño intranquilo y se tornan ansiosos.8,13,14 El estudio de Requena13 en Venezuela coincide con esta investigación, porque encontró que el prurito anal fue la manifestación clínica más frecuente (68 %), seguido de la anorexia (40 %) e irritabilidad (34 %).

Kucik18 expone que el Enterobious vermicularis causa irritabilidad y trastornos del sueño; mientras que la Giardia lamblia se asocia más con náuseas, vómitos, mala absorción, diarrea, dolores abdominales, disminución del apetito y pérdida de peso; y la Entamoeba histolytica se relaciona con ulceraciones, diarrea con sangre, fiebre y pérdida de peso. En este estudio después del prurito anal y la irritabilidad, los síntomas más frecuentes fueron el dolor abdominal y la pérdida del apetito, tal vez relacionado con que la Giardia lamblia fue el parásito que se identificó en segundo orden.

En la presente investigación existía antes de la intervención un alto por ciento de niños parasitados, así como malos hábitos higiénicos. Después de aplicar tratamiento y labor educativa, se modificaron positivamente, y el parasitismo disminuyó, lo que nos deja ver que los hábitos inadecuados estaban influyendo en la prevalencia de parasitismo hallada al inicio. La enterobiosis aparece en condiciones higiénicas desfavorables, donde el deficiente lavado de manos y limpieza de las uñas, son factores que favorecen la presencia de esta parasitosis, aunque también puede haber transmisión a través del polvo y objetos contaminados, por eso se disemina fácilmente en grupos. Otros parásitos pueden penetrar a través de la piel cuando el niño anda descalzo en la tierra o juega con ella. Las verduras no lavadas pueden ser también vehículos potenciales de huevecillos de parásitos patógenos, como los de Ascaris lumbricoides y el Trichuris trichiura, así como de los quistes de la Giardia lamblia y la Entamoeba histolytica.1,19

Okvay15 encontró en niños escolares en Turquía, un predominio de Enterobius vermicularis, pues ellos usaban las manos para lavarse el área anal después de la defecación. Este investigador señala que una intervención educativa sobre higiene personal a estudiantes y padres es requerida. Fadia y otros12 en escolares del Estado de Bolívar, observaron en muestras de heces fecales y de depósito subungueal elevada prevalencia de enteroparásitos; destaca la importancia de las manos y los depósitos subungueales en la cadena epidemiológica de transmisión.

La disminución de las cifras de parasitismo después de la intervención educativa y terapéutica, así como poseer valores muy altamente significativos entre los “antes y después” en las prácticas higiénicas analizadas, indican que las inadecuadas prácticas higiénicas influyeron en la presencia del parasitismo. Al tratarse de una comparación del mismo sujeto antes y después, se puede afirmar que la labor educativa unida al tratamiento ayudó al éxito del trabajo grupal.

En una comunidad de la zona metropolitana de San Salvador se encontró que la falta de costumbre de aplicar tratamiento químico o térmico al agua, previo consumo, estaba significativamente relacionado con el parasitismo hallado en los niños, lo cual se dio a conocer en estudio al efecto.20

Castillo y otros2 demostraron en un estudio en Guantánamo que los niños parasitados consumían agua de mala calidad, y plantearon que la calidad higiénica del agua de consumo era determinante en la transmisión de enfermedades parasitarias. Mayor Puerta6 en esta misma comunidad no encontró relación estadística entre el hábito de hervir el agua y la positividad a enteroparásitos.

En esta investigación el alto por ciento de niños que consumían agua sin hervir antes de la intervención, constituía uno de los factores que podía estar incidiendo en el parasitismo intestinal. Al aplicar la labor educativa se trabajó en los talleres las alternativas para disponer de agua potable, y así se logró que las personas encargadas de la crianza de los niños se sensibilizaran con este aspecto (aumentó el número de los que ahora consumen el agua hervida o tratada) ya sea por método de calor o químico.

Conclusiones

La prevalencia del parasitismo intestinal en los niños de la escuela estudiada fue elevada antes de la intervención a expensas del Enterobious vermicularis, y a continuación se diagnosticaron en orden de frecuencia la Giardia lamblia y la Entamoeba histolytica. Se evidenció una disminución ostensible en la prevalencia del parasitismo después de la labor educativa y terapéutica realizada, pues esta intervención se basó en el ensayo de una propuesta educativa que fue la base del éxito de los resultados obtenidos.

Los síntomas más frecuentes en los niños parasitados fueron el prurito anal, la irritabilidad, el dolor abdominal y la pérdida del apetito, que disminuyeron después de la intervención. La intervención educativa aplicada fue efectiva, pues las prácticas higiénicas como el lavado de las manos antes de ingerir alimentos o después de defecar, el hecho de andar descalzo, jugar con tierra, comerse las uñas y no hervir el agua de consumo, se modificaron de forma significativa.

Anexo 1

Consentimiento informado.

Por este medio el que suscribe: ______________________________________

Responsable de la crianza de: _______________________________________

Reconozco que deseo participar en la investigación propuesta por el autor, una vez que se me han explicado sus objetivos, y los beneficios que reportará tanto personalmente como para la comunidad.

Se me ha dado a conocer, además, que el carácter de la información será del todo confidencial, y se utilizará solo con fines científicos.

Una vez aceptada mi participación en el estudio, me comprometo a cooperar a que la investigación se desarrolle adecuadamente, y para constancia de lo anterior plasmo mi firma.

Participante.______________________________________

Anexo 2
  1. Datos generales.

Nombre:_______________________

No. de muestra:_____

Edad: ____ Sexo: ______

Dirección:______________________ Consultorio: _____________

  1. Datos clínicos.

- Diarreas frecuentes:___

- Pérdida de peso:___

- Pérdida de apetito:___

- Dolor abdominal:___

- Prurito anal:___

- Vómitos:___

- Irritabilidad:___

- Prolapso rectal:___

- Insomnio:___

- Rash cutáneo:___

- Asintomático:___

  1. Características del agua ingerida.

Hervida:____ No hervida:_____ Clorada:____

  1. Hábitos higiénicos sanitarios.

a) Lavado de las manos antes de ingerir alimentos:

Sí:___ A veces:____ Nunca:____

b) Lavado de las manos después de defecar:

Sí:____ A veces:____ Nunca:____

c) Presencia de vectores:

Sí: ____ A veces:_____ Nunca:_____

d) Lavado de verduras:

Sí:____ A veces:_____ Nunca:_____

e) Andar descalzo:

Sí:____ A veces:____ Nunca:____

f) Jugar con tierra:

Sí:____ A veces:_____ Nunca:_____

g) Comerse las uñas:

Sí:____ A veces:____ Nunca:_____

Anexo 3

Diseño de la labor educativa

No. de encuentros

Temas

Modalidad

Duración

Frecuencias

1ro.

Tema 1: Introducción del programa educativo
Tema 2: Parasitismo intestinal. Concepto y tipos de parásitos

Taller

Expositivo

30 min

30 min

Dos veces a la semana
(grupos 1 y 2)

2do.

Tema 3: Vías de transmisión
Tema 4. Parasitismo intestinal. Factores de riesgo.

Expositivo
Taller

30 min
30min

Dos veces a la semana (grupos 1 y 2)

3ro.

Tema 5: Parasitismo intestinal. Manifestaciones clínicas fundamentales
Tema 6: Complicaciones del parasitismo intestinal

Expositivo

Expositivo

30 min

30min

 

Dos veces a la semana (grupos 1 y 2)

 

4to.

Tema 7: Prevención de las enfermedades parasitarias
Tema 8: Conducta a seguir ante una enfermedad parasitaria

Expositivo

Taller

30 min

30min

Dos veces a la semana.
(grupos 1 y 2)

Total

8

Expositivos: 5 Talleres: 3

4h/grupo

8

Summary

Educative intervention and intestinal parasitism in primary school children

An intervention study was carried out at “1ro de Mayo” Primary School, in the Los Sirios community, in Santa Clara, to determine the influence of educative work on the hygienic practices and the prevalence of parasitism in school children. The houses were visited and the parents of the children were surveyed to know the hygienic practices of the population and the hygienic-epidemiological conditions of the community. Starting from this, the educative work directed to parents was designed, and it was passed from research to action with the community participation. 133 school children from whom sample of feces and anal region were taken by Graham's method were studied. The prevalence of parasitism was 69.9 % and the Enterobius vermicularis was the most frequent. The predominating symptoms were anal pruritus and irritability, for which treatment was applied. Six months after the intervention, the coproparasitological tests were repeated in the children, and the parents were surveyed again. It was found a significant reduction of parasaitism, as well as positive modifications in the hygienic practices of the population.

Key words: Prevalence of parasitism, hygienic practices, educative work.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 1ro. de noviembre de 2006.    Aprobado:26 de febrero de 2007.
Dra. María del Carmen Pérez Cueto. Calle Libertadores # 15 entre 1ra. y Carretera Central, Reparto Virginia, municipio Santa Clara, Villa Clara, Cuba.

1Especialista de I Grado en Medicina General Integral.
2Especialista de II Grado en Microbiología. Profesora Auxiliar. Investigadora Agregada.
3Especialista de I Grado en Microbiología. Profesora Instructora. Investigadora Aspirante.
4Especialista de II Grado en Microbiología. Profesora Instructora. Investigadora Agregada.
5Especialista de I Grado en Microbiología. Profesora Instructora.
6Licenciada en Química. Máster en Bioquímica.

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