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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión impresa ISSN 0864-2125versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.23 n.4 Ciudad de La Habana oct.-dic. 2007

 

Hipertensión arterial y algunos factores de riesgo asociados en la mujer de edad mediana 

Miguel Lugones Botell,1 Yanisbel Macides Gómez2 y  Emilia Miyar Pieiga3

Resumen

Se realizó un estudio casos y controles en el  Consultorio # 5 del Policlínico Universitario “26 de Julio” del municipio Playa,  en el período comprendido entre el 1º de abril y el 30 de junio de 2006. Se incluyeron a todas las mujeres hipertensas esenciales comprendidas entre las edades de 40 a 59 años de edad. Por cada mujer hipertensa dispensarizada se seleccionó  un control de igual edad y raza aparente. Se estudiaron las variables siguientes: cifras tensionales, valoración nutricional, hábito de fumar y la realización o no de ejercicios físicos. Para el análisis estadístico se utilizaron estadígrafos como desviación estándar, por ciento y la prueba de chi cuadrado, y se consideró como nivel de significación (p<0,05). Se concluye que la mayor parte de las mujeres hipertensas tienen sobrepeso o son obesas, fumadoras y no realizan ejercicios físicos sistemáticos. Al compararse con las no hipertensas se encontraron diferencias estadísticas significativas en las que presentaron sobrepeso, las obesas y en las que no realizaban ejercicios físicos, así como que, a pesar de encontrarse dispensarizadas y tratadas las hipertensas, muchas tenían valores de tensión arterial elevados por encima de los controles, y que las mujeres en la etapa climatérica tenían los valores más altos de hipertensión.

Palabras clave: Hipertensión arterial, climaterio, menopausia, factores de riesgo.

Introducción

Numerosos estudios clínicos y epidemiológicos concluyen que las mujeres de edad mediana tienen, al menos, un factor de riesgo independiente para las enfermedades crónicas, las que constituyen en la actualidad, las principales causas de muerte en nuestro país y en el mundo.1 Con este enfoque y, fundamentalmente, con el enfoque de riesgo, se hace evidente lo significativo que resulta la labor preventiva, dirigida, en lo fundamental, hacia la disminución, y cuando sea posible, hacia la eliminación de diversos factores de riesgo que pueden complicar –y de hecho lo hacen– la salud integral de la mujer en esta etapa.1

También es evidente que en este lapso existencial de la mujer, existen una serie de cambios  que tienen que ver directamente con lo que  conocemos como calidad de vida. Uno de los riesgos  más frecuentes e importantes lo constituye la hipertensión arterial (HTA).2 Así se explica que la OMS  situase su detección y control como primer objetivo para la atención primaria desde finales de los años 70 del siglo pasado.3,4

La HTA como enfermedad crónica presenta grandes desafíos para lograr su control, que es uno de los objetivos principales. Dado que se trata de un factor de riesgo cardiovascular, además de una enfermedad, en la mayoría de las ocasiones, explicarle al paciente esta diferencia sin que este minimice el problema, exige  del médico  paciencia y dedicación, sobre todo, cuando hay otros factores asociados que la predisponen como son el sobrepeso, la obesidad, el tabaquismo, así como la no realización de ejercicios físicos, entre otros.

Un aspecto que ha sido subrayado en los últimos tiempos, es la importancia que tiene la HTA en las mujeres. En efecto, la OMS  destacó recientemente que las enfermedades cardiovasculares no son solamente un problema de salud de los hombres, y subraya que de las 16,5 millones de muertes que se producen cada año por esta causa, 8,6 corresponden a mujeres, en las que la hipertensión arterial tiene un papel importante.5

Teniendo en cuenta estos criterios es que hemos decidido continuar el estudio de algunos factores de riesgo asociados directamente con la HTA  en la mujer de edad mediana, que  a su vez también van en detrimento de su calidad de vida,  pues ya hemos publicado algunos resultados en este sentido en otras investigaciones realizadas.6,7

Métodos

Se realizó un estudio de casos y controles en el  Consultorio # 5 del Policlínico Universitario “26 de Julio” del municipio Playa, perteneciente  al Grupo Básico de Trabajo # 1  en el período comprendido entre el 1º de abril y el 30 de Junio de 2006.  Para realizar este trabajo se partió del análisis del registro de dispensarización con el objetivo de poder identificar a todas las pacientes hipertensas crónicas esenciales, comprendidas entre las edades de 40 a 59 años.  Se incluyeron a todas las mujeres hipertensas esenciales comprendidas en esas edades, y por cada mujer hipertensa dispensarizada, se seleccionó  un control de igual edad y raza aparente. Como criterio de exclusión se estableció: mujeres diabéticas, y aquellas con complicaciones renales o del sistema nervioso central, con el fin de evitar incorporar mujeres hipertensas de carácter secundario, así como aquellas mujeres con  menopausia artificial.

A cada una de las mujeres seleccionadas para el estudio, se le explicaron detalladamente los objetivos de la investigación,  con el propósito de lograr su consentimiento. En el estudio a cada paciente se le tomó la presión arterial en 3 posiciones (acostada, sentada y de pie), y a partir de aquí se calculó el promedio de la presión arterial para disminuir el sesgo que se produce por el efecto ortostático.  Para la medición de la presión arterial se utilizó el método auscultatorio de Korokoff.

Para determinar la edad de ocurrencia de la menopausia, que se produce una sola vez en la vida,  consideramos que hubiesen transcurrido 12 meses consecutivos de amenorrea. Se valoró el estado nutricional de las pacientes según el índice de masa corporal (IMC), que se obtuvo mediante la fórmula: peso en kg entre la talla en m2.  Además, otros de los aspectos estudiados fueron  el hábito de fumar, así como también la realización o no de ejercicios físicos sistemáticos. Estos factores se exploraron de forma dicotómica, es decir, presentes o ausentes en toda la población estudiada. 

Para el análisis estadístico se utilizaron estadígrafos como desviación estándar, por ciento y la prueba de chi cuadrado, y se consideró como nivel de significación (p<0,05). Los resultados se expresaron en tablas para su mejor comprensión editados en Microsoft Word. La información recogida se proceso de forma computarizada a través de una base de datos confeccionada al efecto en Microsoft Excel 2003.

Resultados

En la tabla 1 se expone el total de mujeres que fueron estudiadas, divididas por grupos de edades y por la etapa  en las cuales se encontraban, perimenopáusicas o posmenopáusicas, tanto en el grupo estudio (hipertensas) como en el grupo control (normotensas), y se puede ver que fueron estudiadas en total 29 perimenopáusicas hipertensas y 31 perimenopáusicas normotensas, así como 25 posmenopáusicas hipertensas y 23 posmenopáusicas normotensas. En el grupo de las perimenopáusicas hipertensas predominaron las de 40 a 44 años con 12 para el 41,4 %, y en las perimenopáusicas normotensas también predominaron las de ese grupo de edades con 12 para el 38,7 %. En las posmenopáusicas hipertensas predominaron las de 55 a 59 años con 15 (60 %), y las de ese mismo grupo de edades en las posmenopáusicas normotensas con un total de 14, que representó el 60,9 %.                                                           

TABLA 1. Distribución de mujeres según grupo de edades

Edad (en años)
Perimenopáusicas
hipertensas
Posmenopáusicas
hipertensas
Perimenopáusicas
normotensas
Posmenopáusicas
normotensas
No. 
%
No. 
%
No.
%
No.
%
40-44
12 
41,4
0
0
12 
38,7
0
0
45-49
11
37,9
1
4
11
35,5
1
4,3
50-54
6
20,7
9
36
22,6
8
34,8
55-59
0
0
15
60
1
3,2
14 
60,9
Total
29
100
25
100
31
100
23
100

En cuanto a las cifras de presión arterial hubo un predominio de cifras elevadas en las mujeres en la etapa del climaterio, y muchas tenían cifras tensionales por encima de los controles, como puede verse en la tabla 2, al observar las cifras tensionales promedio.                                                         

TABLA 2. Promedio de las presiones arteriales en menopáusicas hipertensas y normotensas

Presiones arteriales
Hipertensas
Desviación estándar
Normotensas
Desviación estándar

PAS

144,4

13,87

122,17

11,26

PAS

144,4

13,87

122,17

11,26

PAD

92,8

8,91

78,69

6,94

En la tabla  3 se analiza la valoración nutricional, en la que resalta  que hubo predominio de las mujeres hipertensas sobrepesos para un total de 23 (42,6 %) y obesas con 12 (22,2 %), con diferencias significativas con las mujeres normotensas que tuvieron 15 preobesas (27,8 %) y 2 obesas para el 3,7 %. 

TABLA 3. Distribución de mujeres según valoración nutricional

Valoración nutricional
Hipertensas
Normotensas
No. 
%
No.
%
Bajo peso
1
1,9
5
9,3
Normopeso
18 
33,3
32 
59,2
Sobrepeso
23
42,6
15
27,8
Obesas
12 
22,2
3,7
Total
54
100
54 
100

X2= 15,414;  P<0,05 (0,001495)

La tabla 4 muestra el hábito de fumar, y puede verse que fuman 28 hipertensas, lo que representa el 51,9 % y 20 normotensas para el 37 % sin diferencias significativas entre ambos grupos, pero con predominio en las hipertensas, entre las que puede observarse que más de la mitad fuman.

TABLA 4. Distribución de mujeres según hábito de fumar

Hipertensas
Normotensas
No. 
%
No.
%
Fuma
28 
51,9
20 
37
No fuma
26
48,1
34
63
Total
54
100
54
100

X2=1,838;    P>0,05 (0,1752)

La realización de ejercicios físicos sistemáticos puede observarse en la tabla 5, en la que se muestra que solamente lo realizan 3 hipertensas (5,6 %) y 22 normotensas (22,2 %) con diferencias significativas entre ambos grupos.

 TABLA 5. Distribución de mujeres según realización de ejercicios físicos

Realización de ejercicios físicos
Hipertensas
Normotensas
No. 
%
No.
%
Lo realizan
3  
5,6
12
22,2
No lo realizan
51
94,4
42
77,8
Total
54
100
54
100

X2=4,955;   P<0,05 (0,0260)     

Discusión

Como resulta conocido, la HTA es una enfermedad crónica, y además, un factor de riesgo cardiovascular que tiene a su vez otros factores de riesgo que la predisponen, como la preobesidad y la obesidad, el tabaquismo, y la no realización de ejercicios físicos y el estrés, entre otros.

Uno de los principales aspectos a destacar es que hubo un predominio de cifras elevadas en las mujeres en la etapa del climaterio, y muchas tenían cifras tensionales por encima de los controles. Esto es importante, ya que el efecto deletéreo de la HTA no bien controlada ha sido señalado en la literatura médica, y en la actualidad se insiste cada vez más en la importancia que tiene no solamente el control de la hipertensión diastólica,  cuyas consecuencias han sido destacadas desde hace tiempo, sino también en la hipertensión sistólica.8

En los resultados, pudo observarse que el sobrepeso y la obesidad predominaron en las mujeres hipertensas, con diferencias significativas en relación con las normotensas. En la actualidad se conoce bien que tanto el sobrepeso como la obesidad, acortan la esperanza de vida.

En otros estudios realizados en mujeres en la etapa del climaterio y la menopausia, también se encontró un incremento en las mujeres hipertensas con sobrepeso u  obesidad en esta etapa de la vida, y se destaca su morbilidad.9,10  El IMC promedio de 3 poblaciones regionales diferentes que fueron estudiadas en Europa, Canadá y en Estados Unidos fue similar: 26,9 Kg/m2 en Europa Occidental vs 27,1 Kg/m2 en Norteamérica, resultando muy similares los resultados tanto para hombres como para mujeres, sugiriendo de esta forma que la preobesidad explica un poco acerca de las diferencias totales en la prevalencia que tiene la HTA en esas poblaciones.10

Tanto el sobrepeso como la obesidad representan un serio problema de salud pública.11 Resulta llamativo su aumento en los últimos años, y aunque afecta mucho más a los países desarrollados, en los cuales la facilidad para obtener los alimentos es tanta como la comodidad para transportarlos, así como también  con las comunicaciones; pero también está presente en los países en desarrollo.11 La prevalencia de la obesidad en la población general viene aumentando significativamente en los últimos años y casi se ha duplicado en los últimos 20 a 25 años en hombres y en mujeres, cualquiera que sea la raza, el origen étnico y grupos de edades.12,13

Todo esto proporciona consecuencias muy desfavorables desde el punto de vista orgánico: la obesidad está íntimamente relacionada con la disminución de la calidad de vida, la sobrecarga para los órganos, un riesgo importante para el aparato cardiovascular y una mayor incidencia de diabetes, solamente por mencionar algunos ejemplos.11 Si bien el sobrepeso y la obesidad representan un problema para el paciente a cualquier edad, es mucho más acentuado para la mujer menopáusica, pues constituye una de las quejas más frecuentes, aparentemente no relacionado con el aumento de la ingesta y una respuesta menor al ejercicio físico, además de otros factores que puedan afectar a la paciente, incluso en aquellas que nunca antes habían tenido problemas de este tipo.11

Otro aspecto a destacar es el predominio del hábito de fumar en este grupo de mujeres, fundamentalmente en las hipertensas. De todos es conocido la incidencia que tiene el hábito de fumar como factor muy relacionado con la HTA, el riesgo en el aparato  cardiovascular y la aterosclerosis, entre otras complicaciones inherentes a él.14 El tabaco contribuye al 40 % de las muertes cardiovasculares.15 Pero además de estas complicaciones, es de importancia relevante para la mujer, sobre todo en la etapa del climaterio y la menopausia, por todo lo que se ha venido señalando su relación directa con la morbimortalidad incrementada que hay en esta etapa de la vida, fundamentalmente en el aparato cardiovascular. A la mujer que fuma se le suele adelantar la menopausia, lo cual también influye desfavorablemente en ella,16-18 por lo que no debe descuidarse el trabajo preventivo que tiene que hacerse en este sentido.

La realización de la actividad física prácticamente es casi nula en el grupo de mujeres estudiadas, tanto en las hipertensas como en las normotensas.  La importancia de la realización de ejercicios físicos en esta etapa de la vida ha sido señalada con mucho énfasis. La falta de ejercicio físico se asocia desfavorablemente con varios parámetros, entre ellos, la presión arterial. El sedentarismo es un probado factor de riesgo cardiovascular.19  En una revisión hecha en Medline, encaminada a mostrar el papel que tiene la actividad física en cuanto a la ganancia de peso y a la grasa corporal que se incrementa en la menopausia, se encontró un estudio que reveló  que las mujeres posmenopáusicas con altos niveles de actividad física tienen mucho menos grasa corporal, y por supuesto, hay menos ganancia de peso que aquellas que no tienen actividad física.20,21

Conclusiones

  1. La mayor parte de las mujeres hipertensas presentan sobrepeso o son obesas (23 para el 42,6 % y 12 para el 22,2 % respectivamente), son fumadoras 28 para el 51,9 %, y no realizaban ejercicios físicos sistemáticos 51 para el 94,4 %. Al compararse con las no hipertensas se encontraron diferencias estadísticas significativas en las que tenían sobrepeso, las obesas y en las que no realizaban ejercicios físicos.
  2. A pesar de encontrarse dispensarizadas y tratadas las hipertensas, muchas tenían valores de tensión arterial elevadas por encima de los controles.
  3. Las mujeres en la etapa climatérica tenían los más altos valores de hipertensión.

Summary

Arterial hypertension and some associated risk factors in the middle-aged woman

A case-control study was conducted at the family physician’s office # 5 of the “26th of July “ Teaching Polyclinic, in Playa municipality, from April 1 to June 30, 2006. All the essential hypertensive women aged 40-59 entered the study. Per every categorized hypertensive women, a control of the same age and race was selected. The following variables were studied: arterial tension figures, nutritional assessment, smoking habit and physical exercises. The standard deviation, percent and chi square test were used for the statistical analysis. (p < 0,05) was considered as significance level. It was concluded that most of the hypertensive women were overweight or obese, smokers, and that  they did not do systematic physical exercises. On comparing them with the nonhypertensive, statistically significant differences, such as overweight, obesity and the absence of physical exercises, were observed. It was also found that in spite of being categorized and treated, many of the hypertensive had higher arterial tension values than the controls, and that climacteric women showed the highest hypertension values.

Key words: Arterial hypertension, climacteric, menopause, risk factors.

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Recibido: 13 de junio de 2007.    Aprobado: 20 de julio de 2007.
Dr. Miguel Lugones Botell. Policlínico Universitario “26 de Julio”, municipio Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. E mail: lugones@infomed.sld.cu

1Especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia. Profesor Auxiliar. Máster en Investigación sobre aterosclerosis del  Policlínico Universitario “26 de Julio”, municipio Playa.
2Especialista de I Grado en Medicina General Integral del Policlínico Universitario “26 de Julio”, municipio Playa.
3Especialista de I Grado en Pediatría. Profesora Auxiliar. Policlínico Universitario “26 de Julio”, municipio Playa.

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