INTRODUCCIÓN
En los últimos años, en Latinoamérica se ha presentado un incremento en el diagnóstico de nuevas enfermedades transmitidas por vectores, como chikungunya, zika, oropuche y mayaro,1,2 y aunque estas no alcanzan la magnitud de otras enfermedades tales como Malaria o dengue, su aparición en ocasiones resulta en un problema silente que produce sub-diagnósticos principalmente en áreas donde no se poseen los recursos sanitarios adecuados, especialmente a nivel de laboratorio, para abordar este tipo de eventos. En este escenario, la detección y notificación oportuna de estos casos permite la implementación de actividades orientadas al control de la enfermedad evitando así su incremento o brotes en una determinada localidad.
El virus de mayaro (MAYV) pertenece a la familia Togaviridae, género alphavirus3 que ha recibido un interés especial pero que no tiene el impacto diagnóstico como otras enfermedades. Al igual que otros alfavirus, es transmitido por artrópodos y permanece mayormente vinculado a un ciclo selvático que involucra primates y otros huéspedes vertebrados además de hospedadores y vectores de mosquitos. MAYV es enzoótico en América Central y América del Sur, principalmente en zonas húmedas, propensas a inundaciones y áreas de bosque tropical. Las cepas actualmente se agrupan en tres linajes genéticos; genotipos D (ampliamente dispersos), L (limitado) y N (nuevo). La infección por MAYV es con mayor frecuencia una enfermedad febril aguda y clínicamente diagnosticada con artralgia prolongada. El espectro completo de enfermedades, secuelas, vías de infección, el vertimiento del virus y cualquier medio de transmisión más raro siguen siendo desconocidos.4
La propagación del MAYV se da por regiones como América del Sur y América central,(5) sin embargo, también ha sido reportados en Europa a causa de viajeros.6,7,8 MAYV fue aislado por primera vez de los trabajadores forestales en mayaro, Trinidad en 1954.7 Desde 1954, ha habido brotes esporádicos de esta enfermedad,5,6,8,9,10,11 pero la mayoría se han producido en Brasil, con la excepción de un pequeño brote en Bolivia en 2007 con 12 casos notificados. MAYV se ha aislado o se detectaron anticuerpos contra el virus en Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Surinam, Bolivia, Guayana Francesa y Trinidad.12,13,14,15,16
El ciclo de transmisión enzoótica MAYV no está completamente caracterizado. Estudios previos sugieren que circula entre los mosquitos del género Haemagogus que viven en el dosel y los primates no humanos. Los mosquitos Aedes aegypti son vectores moderadamente competentes,2 lo que sugiere que podría surgir un ciclo urbano de transmisión humano-humano-mosquito, como ha ocurrido con los virus del dengue, chikungunya y fiebre amarilla, con ciclos forestales enzoóticos similares.(9)
En el presente trabajo, exponemos un caso de infección por el virus mayaro, en un poblador del Amazonas- Perú, el cual presentó artralgias persistentes y síndrome febril.
CASO CLÍNICO
Se reporta el caso de una paciente mujer de 35 años de edad, procedente de El caserío Santa Fe, perteneciente al Distrito de Nieva, Provincia de Condorcanqui, Departamento de Amazonas; la cual, se encuentra ubicada en el margen izquierdo de la carretera Bagua Saramiriza, aproximadamente a 15 minutos del centro de salud Putuyakat.
La paciente databa con un tiempo de enfermedad de siete días, con sensación alza térmica no cuantificada, visión borrosa, cefalea, no presentaba disentería, disuria, ni tos. Refirió que los síntomas eran persistentes y se iba añadiendo artralgia y mialgias, por lo cual acude a consulta del centro de salud de la zona.
Al examen físico no se encuentra fiebre, la presión arterial de 120/80 mmHg, el tórax se presentó simétrico con murmullo, abdomen blando/depresible. En los exámenes de laboratorio, el hemograma fue normal, examen orina normal y ausencia de títulos positivos para las aglutinaciones febriles. La paciente persistía con cuadro de mialgias y artralgias, refería fiebre, por eso se solicitaron los exámenes de laboratorio. Se recolectaron muestras de sangre y se enviaron al laboratorio del Instituto Nacional de Salud.
Se realizó búsqueda de enfermedades febriles como dengue, bartonelosis, rickettsias y leptospirosis, siendo los resultados negativos. Se buscó diferenciales con otras que causan artralgias como chikungunya, también negativo. El aislamiento viral y reacción en cadena de polimerasa (PCR) fue positivo junto con la captura de “Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay” (ELISA) IgM frente al virus mayaro fue positivo.
Se brindó tratamiento de soporte junto con hidratación, paracetamol 500 mg cada 8 horas y se indicó cita diaria para evaluación. La paciente evolucionó favorablemente a los pocos días.
En tanto, tras la confirmación del caso, se inició el plan de intervención que incluyó la búsqueda activa de febriles en la zona de Nieva, no encontrando más casos de virus mayaro. Asimismo, se realizaron actividades preventivo-promocionales y estudios de incriminación de vectorial para identificar el vector transmisor, los cuales se encuentran aún en desarrollo.
DISCUSIÓN
La fiebre de mayaro es típicamente una enfermedad febril aguda, caracterizada por dolor de cabeza, dolor retroorbital, artralgias, artritis, mialgias, vómitos, diarrea y erupción cutánea, con una duración de 3 a 4 días.2,3 Esto es muy similar a infecciones por el virus de chikungunya, y las artralgias pueden persistir por meses. En nuestra paciente, se sospechó inicialmente de otras arbovirosis, lo que demoró en su diagnóstico correcto, a pesar de ser una enfermedad no mortal puede ser incapacitante. Después de la sospecha clínica y confirmación serológica, se llegó al diagnóstico de infección por virus de mayaro. Cabe señalar que debido a la limitada vigilancia y la ausencia de recursos en instalaciones de laboratorio de diagnóstico, en gran parte de la región endémica, muchos casos de fiebre de mayaro son indudablemente no diagnosticados, lo que conduce a un importante desconocimiento y subnotificación de la enfermedad.
En julio de 2018, el MAYV se presentó por primera vez en la provincia de la Convención en la región Cuzco, la cual se encuentra en la zona central del Perú, muy distante a donde hallamos el caso motivo del presente reporte. La probabilidad de su diseminación a nivel rural en tan solo 1 año es alarmante y debe motivar a incrementar los esfuerzos en su vigilancia. Respecto a esto, el MAYV normalmente circula en un ciclo selvático de mosquitos y vertebrados forestales, donde el vector principal es Haemagogusspp.(14) sin embargo, también se ha encontrado en lugares urbanos junto con vectores de insectos antropófilos (que prefieren a los humanos). Además, existen estudios experimentales que han demostrado la capacidad de los insectos del género Aedes en poder transmitir la enfermedad.15,16 Si la transmisión a través de mosquitos antropófilos se vuelve más eficiente, o si los vectores existentes cambian su hábitat y sus hábitos de picadura, aumentará el riesgo de establecimiento urbano y su posterior diseminación hacia áreas no boscosas.
CONCLUSIONES
La vigilancia, las pruebas y el control vectorial siguen siendo claves para monitorear y prevenir la propagación de este tipo de virus. La posibilidad de que MAYV se urbanice aún más es digna de atención, y aunque la enfermedad no es mortal y suele auto limitarse; los síntomas no son claros, con respecto a otras enfermedades febriles, quizá lo más importante de esta infección sean las artralgias recurrentes por las que puede ser una enfermedad incapacitante. Es por ello que el diagnóstico oportuno, la sospecha clínica y la notificación de los casos representan actividades de mucha utilidad en el manejo de esta infección.