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Educación Médica Superior

versión impresa ISSN 0864-2141

Educ Med Super v.18 n.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2004

 

Escuela Nacional de Salud Pública

El caduceo de la Medicina, símbolo distintivo y emblema oficial de la Salud Pública cubana

Lic. María Vidal Ledo,1 Dr. Eugenio Radamés Borroto Cruz 2 y Dr. Gregorio Delgado García3

Resumen

Se analiza el desrrollo histórico de los símbolos utilizados para representar la Medicina en su práctica social. Se hace referencia a los 2 símbolos utilizados: el de Mercurio y el de Esculapio. Se justifica la pertinencia del símbolo de Esculapio para representar el carácter social de la Medicina cubana.

Palabras clave: Caduceo, símbolo de la Medicina, Esculapio, Mercurio.

Sobre el origen de los emblemas que tienen que ver con la Medicina mucho se ha escrito en el mundo y en Cuba. De hecho, existe entre los Cuadernos de Historia de la Salud Pública (fig.1), el No. 87 del 2000 dedicado a los caduceos y juramentos médicos, que recoge un conjunto de artículos y testimonios sobre las luchas que han suscitado y su significación histórica.1

FIG. 1. Cuadernos de Historia de la Salud Pública.

El emblema que caracteriza el ejercicio de la Medicina como ciencia e identifica su carácter humanista es el caduceo y el bastón de Esculapio, hijo de Apolo, dios de la Medicina y médico famoso reconocido en la antigüedad por griegos y romanos, de cuyo culto mitológico se derivan conceptos tan importantes como el de clínica, terapéutica, hospital. Esculapio fue discípulo del centauro Quirón durante su vida en la montaña, lugar donde fue abandonado al nacer. Sus descendientes y esposa siguieron sus pasos en el arte de curar. Su esposa Epiona (la dulce) y varios hijos: Hygieia (la salud) de la que deriva el término higiene, Akeso y Laso (Podaleiro y Macaón) que le acompañaron en la guerra contra Troya y Panakeia (panacea, la que todo lo cura).2

A Esculapio (Asklepios) (fig.2) se le representa apoyado en su bastón, que en los orígenes era un simple palo que le servía de apoyo y devino en símbolo de autoridad al que se atribuyen dotes para calmar o apaciguar; con una serpiente enroscada, surgida de la leyenda que narra el hecho de que mientras Esculapio en sus funciones de médico estaba atendiendo a Glaucus que estaba gravemente enfermo, ve a una serpiente que reptaba hacia su bastón; él la mata y en ese momento otra serpiente se dirigió con unas hierbas en la boca hacia ella, que al tomarlas le devolvían la vida. De ese modo, Esculapio conoció las hierbas que resucitan a los muertos y las utilizó en Glaucus.3,4 La serpiente también ha sido considerada por la mayoría de las culturas de la humanidad como una divinidad, es temida y adorada en muchos mitos y leyendas por su veneno y por la propiedad de mudar la piel, lo que se interpreta como poder, virilidad, sabiduría, rejuvenecimiento, fertilidad, salud y prosperidad.5 Esta imagen del bastón con la serpiente se convirtió en un atributo distintivo del dios curativo y ha llegado hasta nuestros días como símbolo de la Medicina.

FIG.2. Esculapio.

Sin embargo, ha existido mucha controversia con respecto a estos símbolos en el mundo, ya que en dependencia de intereses, errores de concepto o simple superficialidad se ha utilizado el emblema de Mercurio (fig.3), dios de los viajeros, comerciantes, ladrones, oradores y escritores; protector de la fecundidad y del trato social; mensajero entre los dioses; conductor de las almas de los muertos al inframundo y hacedor de las conexiones entre ambos mundos, que se caracteriza por su astucia y frivolidad, para representar la práctica médica, lo cual contradice el carácter humanista de esta profesión y la inscribe en el marco neoliberal que la considera como un negocio en que los pacientes son "clientes" que "compran" atención médica y los médicos utilizan mercadotecnia avanzada para promocionarse, "vendiendo" tratamientos a los "consumidores" de salud.6,7 Quizás su utilización como emblema de las ciencias farmacéuticas sería justificado, dado que en las farmacias se expenden y comercializan los productos médicos para los pacientes; aunque en el caso particular cubano se considera que su uso no es pertinente, dado el carácter de una sociedad que promueve la salud hasta subvencionar los medicamentos, de manera que no constituyan una carga económica para el enfermo, lo que resta importancia al asunto comercial que su adquisición entraña (fig. 4).

FIG.3. Los símbolos de Mercurio.

FIG.4. El emblema de los farmacéuticos cubanos.

Mucho se ha debatido en Cuba a lo largo de su historia y en el contexto de las luchas sociales que la han caracterizado, sobre la insignia, símbolo o emblema que identifica la Salud Pública cubana. Sin embargo, aún se aprecia el uso inadecuado del caduceo de Mercurio en instituciones de salud, quizás por facilismo o por ignorancia se han adoptado símbolos que no son los que caracterizan la Medicina en Cuba. Es por ello oportuno aclarar algunos conceptos e información sobre este tema que seguramente permitirán una reflexión adecuada en el momento de hacer uso de estos símbolos que identifican a los trabajadores de la Salud Pública cubana.

Desde las luchas mambisas, transcurriendo por la etapa de la pseudorrepública, los profesionales de la salud cubanos se han dado a la tarea de que no se tergiverse el concepto de las Ciencias Médicas y Farmacéuticas, así en el mencionado Cuaderno de Historia de la Salud Pública al que se ha hecho referencia al inicio, ha quedado testimonio de eminentes profesores que han defendido nuestra identidad.

El profesor Dr. Raimundo de Castro Bachiller, profesor de Medicina Legal y secretario de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, constituyó la más alta expresión en la defensa de los emblemas basados en el ejercicio hipocrático de la Medicina, que se corresponden con los símbolos de Esculapio, por ser Hipócrates su seguidor y concebir el ejercicio de esta profesión en el marco de la ética y moral rigurosas que debe caracterizarlo. Le acompañaron en estas cruzadas, eminentes profesionales como el doctor Diego Tamayo Figueredo, médico eminente y patriota; el doctor Arturo Sansores y García, médico forense y el doctor Arturo Sansores y López de Quintana, teniente coronel de la antigua Cruz Roja Cubana, entre otros,8-10 de lo cual dan fe sus numerosos testimonios y artículos en los que quedó esclarecido, según sus palabras que "era necesario ostentar un emblema, una insignia que dijera lo que éramos, médicos y cirujanos, (...) no comerciantes, profesión muy honorable, pero que no es la nuestra". Ello constituyó la señal para defender estos principios y quedó establecido que "...el que les corresponde, es el Caduceo de la Medicina y Cirugía, el que tiene el Bastón de Esculapio, con la serpiente enroscada y mirándose en un pseudoespejo, colocado entre dos ramas, una de roble y de laurel la otra."

El emblema de la Salud Pública cubana, ratificado y oficializado en la Resolución Ministerial No. 64 del 2002 que estableció su uso en todo el sistema de Salud cubano (fig. 5), está representado por el bastón de Esculapio, terminado en un pseudoespejo y la serpiente enroscada a lo largo de él, mirándose en él; este bastón está rodeado por 2 ramas, a la izquierda, la de laurel con 6 hojas y 4 botones en flor, y a la derecha, una rama de roble con 3 hojas y 3 bellotas. Su representación es anexada y garantiza la continuidad histórica en el sector, de aquellos profesionales que unida a la defensa de la Patria también defendían la identidad de la Medicina cubana, de la cual somos herederos (fig. 5).

FIG.5. Emblema de la Medicina cubana.

A la generación actual y a las que sucederán corresponde preservar el patrimonio cultural, ganado mediante las luchas y victorias de nuestros antepasados, dar continuidad histórica a su obra y caracterizarse por la profundidad y seriedad en cada uno de sus actos, ya que entre los valores morales y la ética en el servicio de salud que se presta a la población debe estar presente nuestra formación y la identidad cubana.

Entonces, debemos hacer gala del símbolo, donde en el fuerte bastón de Esculapio que representa la profesión médica se enrosca una serpiente símbolo de la salud, que se mira en un espejo, cuyo marco amarillo recuerda a Higieia, la sabiduría y la higiene, abrazada por las ramas inspiradoras de roble y laurel que trasmiten la fortaleza y la gloria con que se distingue nuestra actividad en la salud.

Summary

The historical development of the symbols used to represent Medicine in its social practice is analyzed. Reference is made to 2 symbols used: Mercury and Aesculapius. The relevancy of the Aesculapius symbol to represent the social character of the Cuban Medicine is proved.

Key words: CADUCEUS; SYMBOL OF MEDICINE; AESCULAPIUS; MERCURY.

Referencias bibliográficas

  1. Castro Bachiller R. Caduceos y Juramentos Médicos. Cuadernos de Historia de la Salud Pública. No. 87, Año 2000. Sitio WEB consultado: 14 de diciembre de 2003. http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_87/cuasu87.htm
  2. Terán E. El Caduceo. Símbolo de Muerte y de Vida Eterna. Culiacán, Sinaloa, México. Sitio WEB consultado: 14 de diciembre de 2003. http://www.anestesia.com.mx/articulo/caduceum.html
  3. Stenn F. El Caduceo y la Vara de Esculapio. Dos símbolos mitológicos vinculados con la Medicina, que derivan del culto a la serpiente. Cuaderno de la Salud Pública, No. 87, Año 2000. Sitio consultado: 7 de diciembre del 2003. http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_87/cuasu87.htm
  4. Rodríguez Moro D. El Caduceo Médico. Rev Cubana Med Gen Integr 1997;13(4):409-
    11.Sitio consultado: 7 de diciembre de 2003. http://www.infomed.sld.cu/revistas/mgi/vol13_4_97/mgi16497.htm.
  5. Gutiérrez LV, Mellado Pérez A. El símbolo de la medicina. Origen y Evolución. Facultad de Ciencias Médicas de Sagua la Grande. Villa Clara, Cuba. Sitio consultado: 7 de diciembre de 2003. http://www.infomed.sld.cu/revistas/abr/vol40_1_01/abr071- 200.htm
  6. Rillo AG , Vega Mondragón L. Retorno al Caduceo de Esculapio. Sitio consultado: 7 de diciembre del 2003.
    http://www.naya.org.ar/congreso2002/ponencias/arturo_rillo.htm
  7. Espino F. Caduceo médico: un emblema mal empleado. Sitio consultado: 9 de diciembre de 2003. http://wwww.terra.com.do/saluddominicana/medicos/caduceo.htm
  8. Pérez Espinosa JA. Las revistas médicas cubanas en la séptima década del siglo XIX. Rev Cubana Salud Pública 2001;27(1):58-65. Sitio consultado: 15 de diciembre de 2003. http://www.infomed.sld.cu/revistas/spu/vol27_1_01/spu08101.htm
  9. Sansores y López de Quintana. El verdadero Caduceo de la Medicina Cubana. Cuaderno de Salud Pública No. 87; 2000. Sitio consultado: 8 de diciembre de 2003. http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_87/cuasu87.htm
  10. Zayas-Bazán, Perdomo H. El Distintivo de la Asociación Farmacéutica Nacional. Su origen, evolución y estado actual. Castro Bachiller R. El Caduceo de la Farmacia. Cuadernos de Historia de la Salud Pública No. 87; 2000. Sitio consultado: 14 de diciembre de 2003. http://bvs.sld.cu/revistas/his/cua_87/cua0687.htm

Recibido: 20 de enero de 2004. Aprobado: 5 de febrero de 2004.
Lic. María Vidal Ledo. Escuela Nacional de Salud Pública. Calle I esq, a Línea, El Vedado, Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Licenciada en Cibernética Matemática. Profesora Auxiliar del ISCMH y ENSAP.
2 Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Titular. Director de la ENSAP.
3 Doctor en Medicina. Historiador del MINSAP. Profesor de la ENSAP.