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Educación Médica Superior

versión impresa ISSN 0864-2141

Educ Med Super v.22 n.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2008

 

REVISIÓN

 

Interdisciplinariedad, docencia universitaria y formación

 

Interdisciplinarity, university teaching and training

 

 

Sylvia Helena Souza Da Silva Batista

Doctora en Psicología de la Educación, Profesora Adjunta, Universidad Federal de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil.

 

 


RESUMEN

El trabajo tuvo el objetivo de reflexionar sobre las posibilidades de aproximación entre interdisciplinariedad y docencia universitaria. Aproximar interdisciplinariedad y docencia universitaria articula una nueva actitud frente al conocimiento, un proceso de aprender a ser profesor en la enseñanza superior y dinámicas de significación de la propia trayectoria y de referenciales teórico-metodológicos. El reconocimiento de la docencia como práctica social, posibilita el análisis crítico de las propuestas de formación que se presentan en una sociedad que pasa a dar más atención a los espacios intersubjetivos. Comprender la formación como construcción de autoria sitúa a la docencia universitaria como una profesión que tiene un trayecto histórico-científico, que trae una dimensión relacional y un enfoque de desarrollo docente permanente. Formar profesores universitarios a partir de la interdisciplinariedad, significa un proceso-proyecto. Proceso, porque los profesores se van configurando durante la vida académica, con sus historias y posibilidades. Proyecto, en la medida en que dentro de las interacciones sociales, se elaboran sentidos, se construyen espacios y propuestas que respondan a las demandas sociales.

Palabras clave: Interdisciplinariedad, docencia universitaria, formación.


ABSTRACT

The aim of this paper was to reflect on the approaching possibilities between interdisciplinarity and university teaching. This approach facilitates a new attitude towards knowledge, a process to learn to be a professor at the higher educational level and significant dynamics of the own trajectory and of theoretical-methodological references. The recognition of teaching as a social practice, allow critical analysis of the training proposals present in a society that gives attention to intersubjective spaces. To understand training as the creation of authorship places the university teaching as a profession having a historical-scientific trajectory, with a relational dimension, and a permanent focus on teaching development. To train university professors starting from interdisciplinarity means a process-project: a process, because the professor configurate themselves within the academic life, with its histories and possibilities, and a project, due to the fact that within the social interactions, senses are elaborated, and spaces and proposals are constructed answering to social demands.

Key words: Interdisciplinarity , university teaching, training.


 

 

INTRODUCCIÓN

La profesión docente en la universidad se ha constituido en el terreno privilegiado de interés como profesora e investigadora e involucrada con las trayectorias, concepciones, estilos de enseñanza, propuestas de formación y disciplinas determinantes de las formas de ser profesor en las instituciones de enseñanza superior.

Los encuentros con profesores han sido y son espacios de experiencia en la ambigüedad del ser nativo o extranjero, como licenciada en Psicología resultan familiares las cuestiones, dilemas y perspectivas del día a día del aprendizaje, enseñanza y formación en el contexto de la universidad. Simultáneamente, se reconoce el distanciamiento frente a las dinámicas que marcan otras áreas del conocimiento, con sus códigos, lenguajes, ritmos, valores y verdades.

En este contexto, el trabajo tiene como objetivo reflexionar sobre las posibilidades de aproximación entre interdisciplinariedad y docencia universitaria. Una aproximación que explicite una compatibilidad, a medida que se vaya configurando una nueva actitud frente al conocimiento; aproximación que trace las prácticas que serán recorridas, discutiendo los procesos de aprender a ser profesor en la enseñanza superior, así como también las dinámicas de significación de la trayectoria docente.


Interdisciplinariedad y docencia universitaria, ¿cuál es su compatibilidad?

Buscar la compatibilidad entre interdisciplinariedad y docencia universitaria exige explicitar cuál es la concepción de compatibilidad y compatible que orientan la construcción de este texto, compatibilidad como un proyecto para establecer conexiones entre campos del conocimiento, revelando conocimientos y experiencias en una perspectiva provisoria y parcial, aprehender compatibles implica discutir dimensiones que marcan teorías y prácticas históricas y socialmente construidas, entendiéndose que no hay una compatibilidad absoluta, puesto que son múltiples las alternativas y los caminos para investigar, producir e intervenir en la realidad.

Por lo tanto, afirmar que existe compatibilidad entre interdisciplinariedad y la docencia universitaria requiere de movimientos de estudio e investigación que busquen articular lo institucional a lo personal y colectivo. Es en esta dirección, que asume la docencia universitaria como práctica social multireferenciada, ¿qué define y singulariza a la docencia universitaria como profesión? ¿Cuáles son las coordenadas que la caracterizan? Son cuestiones que encuentran posibilidades de discusión partiendo de las palabras "relativamente a la docencia conviene evitar el reduccionismo en el que algunos caen al identificarla con las actividades que los profesores realizan cuando están con sus alumnos".1

Estas afirmaciones no traen el desafío de ampliar las concepciones de docencia universitaria, articulándola en sus organismos de enseñanza, investigación y extensión. Esta articulación exige también, discutir los conocimientos que serán enseñados, curriculares, disciplinarios, didáctico-pedagógicos y vivenciales, puesto que el profesor es un sujeto del conocimiento.2

Aquí se inscribe una conexión con la interdisciplinariedad, debido a que concebir al profesor como un sujeto del conocimiento y del aprendizaje demanda construir nuevos sentidos para el propio proceso de producción de la ciencia, tomando una nueva postura frente al conocimiento.

En este sentido, se entiende interdisciplinariedad como "una actitud posible ante el conocimiento". Esta nueva actitud trae una ruptura, como el modelo que ha sido hegemónico en la producción científica, lo que destaca la verdad como un objeto nuclear y trabaja con los principios del conocimiento como un producto acabado. La búsqueda hacia superar la rigidez y la impermeabilidad de los modelos científicos cuya lógica de mensuración encierra otros modos de producir ciencia, ha exigido nuevas referencias epistemológicas.3,4

Asumir la interdisciplinariedad como un camino innovador en el campo científico requiere reconocer polisemia y múltiples enfoques, considerando los diversos contextos culturales y académicos. En esta dirección, es muy reciente la tentativa aclaratoria del concepto que se está revelando como una teoría en construcción.5,6

Emergen la complejidad de trabajar con la interdisciplinariedad ya que solamente se configura como zonas de frontera entre las disciplinas (una paradoja, la disciplinariedad como condición para la interdisciplinariedad) creándose islas de racionalidad, representaciones construidas intersubjetivamente en función de las necesidades de la situación, considerándose el contexto, los sujetos involucrados, los diálogos privilegiados, los objetivos delineados y los resultados esperados.7

Este espacio entre, que no es el lugar del objeto ni del sujeto, sino el lugar de las interacciones entre uno y otro, parece delinear lo que sería el movimiento interdisciplinario de producir ciencia, de socializar conocimientos y de proyectar nuevas ópticas para ver la formación de profesores, aprehendiendo sus matrices pedagógicas.8

Enfocar la docencia universitaria como práctica social, buscando nuevas actitudes ante el conocimiento, permite emprender incursiones en la interdisciplinariedad que confiere nuevos significados a los procesos formativos y sitúa a los profesores como sujetos portadores de historia, conocimientos y teorías implícitas sobre sus prácticas docentes.


Interdisciplinariedad y docencia universitaria, ¿a qué prácticas recurrir?

La cuestión propuesta, ¿a qué prácticas recurrir?, propone la siguiente pregunta: ¿cuál es el sentido de recurrir? La respuesta, en este texto, se incluye en la perspectiva de recorrer, escudriñar e investigar. Así, se separa de los modelos únicos de formación de profesores universitarios ya que se parte de la existencia de varios caminos.

Y, ¿de qué prácticas se habla? Más allá de los quehaceres cotidianos, de las rutinas y tareas que figuran en la burocracia académica, interesan las relaciones entre teoría y práctica en el contexto académico, incluyendo la concepción de praxis. Será, por lo tanto, en el reconocimiento de que las acciones humanas son intencionales, condicionantes y condicionadas por circunstancias sociales, que se envereda la reflexión en foco.

De esta manera, a partir de una perspectiva ampliada respecto a la docencia -práctica social inserida en un contexto- se busca situar la interacción como espacio intersubjetivo en que se le atribuyen sentidos y significados a las experiencias y conocimientos, configurando una acción entre sujetos que se encuentran incluidos en circunstancias sociales comunes.9

Con esta perspectiva, se asume la docencia universitaria como una profesión marcada por el encuentro con el otro, compuesta por las concepciones, valores, creencias y conocimientos de los sujetos en acción, que piensan, reflexionan y actúan en el mundo. De manera que se trata de reconocer que construir interacciones en una perspectiva dialógica, significa compartir y negociar opciones pedagógicas que revelan diversas tonalidades de la compleja red cultural, ideológica, científica y social que marcan los proyectos curriculares en la enseñanza superior.10

Es posible notar que los procesos formativos son múltiples y se construyen en el transcurso de la vida. Pero, ¿qué es lo que se entiende por formación?

La formación trae en sí una intencionalidad que opera tanto en las dimensiones subjetivas (carácter y mentalidad) como en las dimensiones intersubjetivas y ahí están incluidos los desdoblamientos en lo que se refiere al trayecto de constitución en el mundo laboral (conocimiento profesional). Por lo tanto, no se trata de algo relativo a solamente una etapa o fase del desarrollo humano, y sí como algo que explora, atraviesa y constituye la historia de los hombres como seres sociales, políticos y culturales.

Estas concepciones permiten comprender la formación/desarrollo docente como un proceso complejo, permanente e interdisciplinario. Se invierte en una perspectiva que privilegia la autoría, la inserción histórica y el análisis crítico-reflexivo de las propuestas de formación materializadas en la enseñanza superior. Se comparte también, la creencia de que los conocimientos docentes construyen diferentes relaciones entre los conocimientos científicos específicos de una cierta área, los conocimientos científicos elaborados en el contexto de la pedagogía y la didáctica, así como los conocimientos apropiados a partir de la propia práctica docente.

Con este enfoque, se reconoce también que las prácticas de formación docente han encontrado siempre en el aprendizaje de la docencia a partir de la práctica de los profesores, una veta fecunda para los trazados formativos que privilegian el diálogo, las trayectorias personales, las articulaciones entre las concepciones y la metodología de la enseñanza. El tomar la propia práctica docente, en un movimiento de acción-reflexión-acción como punto de partida para emprender cambios en el cotidiano enseñar y aprender, ha emergido como un camino para ser andado en las prácticas de la formación.11

Los trazos de subjetividad se ubican y encuentran valor. Aunque no se trata de un individualismo o personalismo, pero antes se concretiza como un proceso en el que la dimensión formativa solamente obtiene contorno y sentido cuando se inscribe en las interacciones sociales. En este sentido, aprender a ser trae como consecuencia conocimientos y experiencias más allá de los contenidos disciplinarios, porque moviliza los valores y utopías que configuran actitudes que serán construidas.

En este sentido, las investigaciones en el campo de la formación de profesores, desarrolladas a partir de la teoría interdisciplinaria,6,12,13 ponen en evidencia la fecundidad del trabajo con las historias de vida como un camino de producción de conocimiento que expresa sentidos múltiples, educativos (las propuestas de formación de hombres de un tiempo y espacio), psicológicos (el individuo y su trayectoria), la crítica de la ciencia y sus tesoros sociológicos, las condiciones sociales y los proyectos de transformación, entre otros.

Formar y formarse en el encuentro, en la discusión colectiva, en la elaboración propia, en la búsqueda continua del conocimiento, en la experiencia de ser personas en interacción, delinean un modo de apropiarse de la propia historia de vida profesional.

Hacer frente a la paradoja, construyendo nuevas formas de aproximación del objeto e invirtiendo en el carácter formativo de investigación que le permita a los profesores conectarse con sus propias biografías (personales y profesionales) a partir de la discusión y atención de los pares (redes de colaboración), emergen como dilemas nucleares.14

Contradictoriamente, emergen también posibilidades de atribuir nuevos significados a la docencia, en espacios investigativos marcados por el diálogo, agrupación y acción mutua. Posibilidad de rever aprendizajes, modelos y experiencias; posibilidad de producir conocimiento en el espacio concreto de la práctica docente y posibilidad de comprender para transformar la propia acción.15

La profesión docente instiga la reflexión sobre experiencias en el proceso de enseñanza-aprendizaje y la inversión en la producción del conocimiento con significado, armando teorías que fundamenten trabajos educativos comprometidos con una sociedad, que emprenda prácticas solidarias y de colaboración porque la vida es, en verdad, un territorio volcánico, amenazado siempre de un movimiento sísmico súbito, con imprevisibles consecuencias. Es necesario aprender a vivir en un territorio como este.16

El profesor universitario, en sus aprendizajes de hacer frente a los "temblores" inesperados, con lo insólito y lo imponderable, podrá tener perspectivas más amplias en el caso de que se aproxime a las referencias teórico-metodológicas del campo de la docencia con una actitud desafiante, crítica y productora de conocimiento.17

Las prácticas que han sido configuradas a lo largo del texto pueden ser comprendidas como un proceso-proyecto. Proceso en la medida en que se conjuga la docencia universitaria como una profesión de vinculación construida en un determinado contexto socio-educacional, traduciendo opciones académicas y políticas. Proceso que se mueve en direcciones múltiples, conociendo la contradicción, los conflictos, pero también produciendo las posibilidades de negociación y de atribución de significados. Proceso que trae contornos de interdisciplinariedad al sobreponer diferentes puntos de vista y prácticas, articulando áreas de conocimiento y propuestas de formación.

La postura y el movimiento en la dimensión interdisciplinaria permite tomar la perspectiva del proyecto, al proyectar la docencia universitaria se encuentra la posibilidad de construir nuevos sentidos para la formación de profesores que tienen en la enseñanza superior su terreno de trabajo y producción científica. En estos nuevos sentidos se destaca la búsqueda por configurar espacios de aprendizaje que estén relacionados íntimamente con las necesidades y demandas sociales, respondiendo a los desafíos contemporáneos de la ética, de la crítica y de la ciudadanía.

Asumir la formación de profesores universitarios como escenario de propuestas, proyectos y compromisos, teniendo en la teoría interdisciplinaria una de sus referencias, parece desvendar los conocimientos de enseñar como conocimientos que son movilizados en situación. De este modo, las prácticas formativas pueden ser momentos de encuentro de profesores que entran en contacto con sus historias, opciones y verdades, en la medida en que teorizan sus prácticas, dialogan con interlocutores, construyen y establecen asociaciones.

En busca de espacios de conversación

Escribir es siempre el resultado de una tentativa de abrir diálogos, de exponer ideas y de alimentar el debate. Si este texto tuviese como resultado una invitación a nuevas investigaciones sobre docencia universitaria e interdisciplinariedad, habrá cumplido uno de los objetivos deseados.

Pero, si las reflexiones aquí expuestas lograsen movilizar a pensar en la docencia universitaria, en sus múltiples dimensiones (erudición, ética, vínculo entre personas, rigor metodológico y compromiso social), convidando a recrear historias y memorias, este texto habrá ido más allá de los límites del estricto discurso académico.

Interdisciplinariedad, docencia universitaria y formación, una trilogía que ha dirigido la construcción de esta interlocución, revela diálogos y caminos de lectura crítica de la universidad como lugar para conocer, investigar, preguntar, producir, socializar y vivenciar. Una trilogía que, pensada para el espacio de este coloquio, presenta posibilidades de conversación con otros puntos de vista teórico-metodológicos, proponiendo zonas de encuentro (engendrando compatibilidad) y agendas de acciones formativas comprometidas con nuevas culturas, conocimientos y ciudadanías (configurando prácticas que serán recorridas, investigadas, comprendidas y transformadas).

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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2. Tardif M. Saberes docentes e formação profissional. Petrópolis: Vozes; 2002. p. 325.

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11. Pineau G. Autoformação no decurso da vida. [Acessado em 31 de julho de 2005]. Disponible en: http://www.cetrans.com.br

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17. Fourez G. Fondements épistémologiques pour l'interdisciplinarité. In (org.) Lenoir Rey B, Fazenda I. Les fondements de l'interdisciplinarité dans la formation à l'enseignement. Sherbrooke: Éditions du CRP; 2002.

 

 

Recibido: 15 de agosto de 2008.
Aprobado: 7 de octubre de 2008.

 

 

Sylvia Helena Souza Da Silva Batista. Universidad Federal de Sao Paulo, o Av Dr Altino Arantes, 1300/61F, CEP: 04042-005, Sao Paulo, Brasil.
E-mail:sylviah@cedess.epm.br