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Educación Médica Superior

versión impresa ISSN 0864-2141

Educ Med Super vol.26 no.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2012

 

ARTÍCULO DE REVISIÓN

La Medicina General Integral y su enfoque social y humanista

 

Comprehensive general medicine and its social and humanistic approach

 

 

MSc. Dra. Alina María Segredo Pérez, Dra. C. Irene Perdomo Victoria

Escuela Nacional de Salud Pública. La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

En este artículo se reflexiona sobre el enfoque social y humanista de la Medicina General Integral cubana. Se tiene en cuenta el desarrollo histórico de la medicina familiar en el mundo y en Cuba en los escenarios de la atención primaria de salud. Asimismo se muestra este enfoque socio-humanista en el modelo de formación del especialista en Medicina General Integral y la significación de la educación en valores. Se enfatiza en los valores como pautas que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona, así como el proceso de valoración del ser humano. También, se destaca la aplicación de los principios éticos en las funciones del médico familiar cubano y la importancia de estos en su práctica profesional

Palabras clave: valores, humanismo, principios éticos, medicina general integral.


ABSTRACT

This article thoroughly analyzed the social and humanistic approach of the Cuban comprehensive general medicine. It took into account the historical development of the family medicine worldwide and in Cuba in the primary health care settings. Likewise, the same social and humanistic approach was reflected on the formation model of the comprehensive general physician and the significance of the value system development. It made emphasis on the values as guidelines that direct the human behaviour to the social transformation and to individual fulfilment, as well as the process of assessing the human being. The application of the ethical principles in the functions of the Cuban family physician and their importance in their professional performance was also underlined.

Key words: values, humanism, ethical principles, comprehensive general medicine.


 

 

INTRODUCCIÓN

No existen fronteras para el médico: su pasaporte es universal, carece de caducidad y tiene una sola nacionalidad: la Humanidad.
Juan Francisco Jiménez Borreguero.1

 

La Medicina Familiar nace con Hipócrates (460 AC) y Galeno (130 DC). Ciertamente se encuentran grandes figuras que practicaban la medicina familiar.

El médico general del siglo XIX, cumplía las funciones que hoy se le asignan al médico de familia, era un consejero y líder, un estudioso constante, un conocedor de su comunidad, un epidemiólogo práctico y un investigador. En todos los países, antes de 1940, existía el tipo de profesional médico que atendía a la familia.2

En la actualidad, la aparición de la medicina familiar está relacionada a dos informes: el de la Comisión Millis en 1966, que confirmó la fragmentación de la atención de la salud y estableció que era el momento para una revolución y el segundo informe es el Ad Hoc Committe on Education for Family Practice of American Medicla Association Council on Medical Education, que defendió la formación de un nuevo tipo de especialista: el médico de familia.3

La Medicina Familiar se considera como la combinación de la tradición humanista, del antiguo médico general, con el desarrollo tecnológico de la segunda mitad del siglo XX, que tiene su origen social, en los principios que la rigen y la naturaleza misma de sus objetivos y actividades que persiguen la atención integral al ser humano, dentro de su medio familiar y sus interrelaciones con el medio ambiente y la comunidad de la cual forma parte.

En Cuba, para dar respuesta a la necesidad que generaron las condiciones y niveles de vida alcanzados hasta la década de los 80 y en correspondencia con los postulados de la Conferencia Internacional de Alma Atá, se implanta, por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, la medicina familiar en nuestro Sistema Social con la noble y humana idea de promover salud, prevenir riesgos y enfermedades, recuperar la salud y rehabilitar al paciente discapacitado.

De esta forma, en el año 1984 se inicia el modelo del Médico y Enfermera de la Familia, la estrategia trazada por el Jefe de la Revolución, da lugar a un proceso de perfeccionamiento en la educación médica generándose una nueva especialidad que actuaría como efectora de la Atención Primaria de Salud en Cuba, a la cual se le asigna un cuerpo de conocimientos propios, que tiene como base el método clínico, el epidemiológico y el social e integra las ciencias biológicas, clínicas, de la conducta y de la sociedad, es así como surge como especialidad la Medicina General Integral, con el propósito de dar respuesta a las necesidades de la población y desarrollar un enfoque holístico en la atención a las personas, la familia y la comunidad y convertir este profesional en el guardián de la salud.

"…habrá una especialidad de gran valor, de gran prestigio, que podamos hacerla masiva, porque es el médico que se necesita en casi todas partes, que es el médico general integral… Este médico es el más universal..., y a mi juicio, este es uno de los médicos que va a jugar un papel fundamental en la salud de nuestro pueblo."4

En su condición renovadora y revolucionaria, la especialidad de Medicina General Integral efectora de la atención primaria de salud cubana, debido a su filosofía y sus bases teórico-prácticas, desempeña un papel protagónico en el alcance de un nivel de salud que ubica a nuestro país en posición similar o mejor que países con alto desarrollo. Las fortalezas y potencialidades de este modelo de medicina familiar han logrado mantener y mejorar continuamente los indicadores de salud y satisfacer las necesidades de la población, lo que constituye un pilar básico de la salud pública cubana que en su encargo social traza políticas para garantizar que cada persona, familia y comunidad alcance un nivel de vida adecuado que contribuya al mantenimiento y mejoramiento de la salud.

Sería difícil de entender la existencia de una atención médica humanizada, de calidad, eficaz y eficiente sin la participación de la Medicina de Familia en la Atención Primaria de Salud. Las personas y las familias sienten la necesidad de tener un médico personal de confianza, un médico que sepa integrar y valorar sus problemas concretos, considerando los componentes biológicos, psicológicos y sociales de cada uno de los miembros de la familia, sus interrelaciones personales y sus implicaciones sobre la salud.

De esta manera, el médico familiar deberá proporcionar atención continua, amplia y personalizada a los pacientes de todas las edades y a sus familias. Acepta la responsabilidad de la atención de todas las necesidades de salud del individuo y conserva una relación íntima, confidencial y personal con sus pacientes.

El médico tiene, como parte esencial de su trabajo, que enfrentarse al dolor humano, a la enfermedad y a la muerte. La primera obligación del médico humanista es "la de ser competente técnica y científicamente", independientemente del escenario en que se desempeña. 1

El humanismo de nuestro tiempo, el nuevo humanismo de la era tecnológica, se construye como un puente entre las "dos culturas", la científica y la humanística.5

De aquí la posición clave de la medicina en el humanismo, por ser "la más humana de las ciencias y la más científica de las humanidades", según feliz expresión de E. Pellegrino, quien ha señalado que por ser su lugar entre las ciencias y las humanidades, la medicina, vendría a poner el genio de ese nuevo humanismo que el mundo requiere urgentemente para que la tecnología permanezca al servicio de los fines humanos. Hay pues un paradigma médico del humanismo en la era tecnológica: el puente entre dos culturas. Pero la humanidad de la medicina no es de hoy, viene de muy lejos y quizá revela ese trasfondo por el cual el hombre es fundamentalmente el mismo a través de los cambios en el espacio y en el tiempo.

Con este trabajo nos formulamos como objetivo caracterizar el enfoque social y humanista de la Medicina General Integral en Cuba.

 

DESARROLLO

La formación de un médico es un proceso de aprendizaje de por vida: comienza con su ingreso en la facultad de medicina y sus estudios de las ciencias básicas biomédicas y continúa con la residencia, la educación médica y los estudios de posgrados permanentes, hasta el día que se retira del ejercicio de la profesión. En las condiciones cubanas esto se desarrolla, con un estrecho vínculo entre el Médico General Básico y el especialista en Medicina General Integral.

Los términos de Atención Primaria de Salud y de Medicina Familiar se utilizan indistintamente para nombrar acciones de salud que se realizan a nivel comunitario, cuando en realidad son conceptos diferentes.

La Medicina Familiar también llamada Medicina de Familia, Family practice, es la especialidad médica efectora de la Atención Primaria de Salud, por lo tanto podemos definir que el especialista en Medicina General Integral, que en otros países se iguala al concepto de especialista en Medicina Familiar, según Robert Taylor, se refiere al médico de familia que práctica la especialidad y utiliza los principios de la Medicina Familiar.6

Dentro de los principales atributos que debe tener el médico de familia para la práctica profesional en la Atención Primaria de Salud se encuentran:7

1. Fuerte sentido de responsabilidad por el cuidado total del individuo y de la familia durante la salud, la enfermedad la rehabilitación.

2. Capacidad de establecer empatía y sentir compasión sincera por las personas.

3. Actitud curiosa y constantemente inquisitiva.

4. Entusiasmo por el problema médico indiferenciado y su solución.

5. Alto interés por el amplio espectro de la medicina clínica.

6. Habilidad para tratar cómodamente con múltiples problemas que se manifiesten en el paciente, la familia o la comunidad.

7. Deseo de enfrentar frecuentes retos intelectuales y técnicos.

8. Habilidad para apoyar a los niños, adolescentes y jóvenes durante el proceso de crecimiento y desarrollo, y durante su integración a la familia y la sociedad.

9. Habilidad para ayudar a los pacientes a enfrentarse a los problemas cotidianos, y mantener una postura homeostática en la familia y la comunidad.

10. Capacidad para actuar como coordinador de todos los recursos de salud requeridos en la atención al paciente.

11. Entusiasmo por el aprendizaje continuado y la satisfacción que resulta de mantener un conocimiento médico actual mediante la educación permanente.

12. Habilidad para mantener la calma en momentos de tensión, y para reaccionar rápidamente con lógica y efectividad.

13. Deseo permanente de identificar problemas en la etapa más temprana posible o de prevenir completamente la enfermedad.

14. Fuerte deseo de obtener un máximo de satisfacción del paciente, con su práctica médica a partir del reconocimiento de la necesidad de que el paciente incremente permanentemente la confianza en el desempeño profesional del médico.

15. Habilidad y compromiso para la educación de los pacientes y la familia sobre los procesos de enfermedad y los principios de gestión de salud.

Las funciones que distinguen al Especialista de Medicina General Integral consideradas en el diseño curricular de esta especialidad y en documentos metodológicos normativos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), están estrechamente vinculada al modelo del especialista y se estructuran en:8-10

- Perfil político ideológico.

- Perfil profesional.

El perfil político ideológico tiene una dimensión social que nos permite tener una representación de cuáles son las cualidades político-ideológicas, ético-morales, científico-técnicas y estético-culturales; esto nos permite determinar los componentes de la personalidad socialista que debemos desarrollar y consolidar en este profesional.

El profesional de la atención primaria de salud y en particular el especialista de Medicina General Integral debe tener una amplia concepción del mundo, una comprensión dialéctico-materialista de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento. Sus acciones deben responder a las exigencias de la moral socialista y al código de ética médica.

Este personal se caracteriza por su espíritu de abnegación y sacrificio, por su gran sensibilidad humana, elevado sentido de la responsabilidad, actitud crítica y autocrítica, combatividad, modestia, sencillez y honestidad.

Dentro del perfil profesional se insertan las funciones, las cuales están dadas por las características particulares del contexto donde se desarrolla el modelo de atención en los escenarios de la atención primaria de salud. Estas funciones son:11

- Atención Integral de Salud.

- Docente-educativa.

- Investigativa.

- Administrativa.

La función atención integral de salud: comprende las habilidades y conocimientos que deben aplicar los especialistas para realizar las acciones de promoción de salud, prevención, diagnóstico oportuno y atención médica a factores de riesgo, problemas de salud, así como la rehabilitación temprana a la persona, familia y comunidad por la cual responde ante la sociedad. En esta función cobra gran importancia la relación médico-paciente- familia-comunidad, un requisito indispensable en esta relación es el cumplimiento del principio del respecto al ser humano. Esto comienza por el propio respeto del profesional a sí mismo que lo lleva a la superación y actualización constante para garantizar un desempeño de calidad, con las competencias científico-técnicas necesarias.

El respeto a la persona a quien se atiende se expresa en saber escucharla, tomar en cuenta sus opiniones y recabar su consentimiento para cualquier acción, después de haberle ofrecido una información suficiente y clara acerca de su estado de salud y las medidas terapéuticas posibles para su mantenimiento, mejoría, curación o rehabilitación. A ello se suma el respeto a la confidencialidad de la información que brindan las personas y familias a los profesionales responsables de su cuidado.12

La función docente-educativa está relacionada con la planificación, organización, ejecución y control de las actividades docentes en el campo de la Medicina General Integral con los estudiantes de Ciencias Médicas de pregrado y posgrado, según les corresponda de acuerdo a los planes y programas de estudio. Esta es una función que desarrolla en su perfil profesional, el especialista de Medicina General Integral, la cual a mi modo de ver, tiene una importancia transcendental porque será el encargado de formar las futuras generaciones y de transformar los modos de actuar para que se convierta en un especialista con un alto nivel científico técnico; donde integre los conocimientos y habilidades de las ciencias sociales y biomédicas, con una preparación clínico-epidemiológica sólida que le permita resolver con eficiencia en su práctica diaria los principales problemas de salud identificados a nivel personal, familiar y comunitario.

Las características particulares de la actuación profesional del médico de familia y su compromiso con la salud de su comunidad, hacen que sea ejemplo en su conducta diaria en el cumplimiento de las reglas de la convivencia social en las que se expresan respeto a los compañeros, pacientes y familiares y a sí mismo como persona, en todas las actividades que desarrolla. Estos elementos deben primar en el cumplimiento de la función docente-educativa como paradigma de los educandos y fomentar el pensamiento salubrista para el logro de una verdadera intersectorialidad con participación social y comunitaria capaz de lograr un modelo sanitario más humano, científico, eficiente y ético que dé respuesta a las necesidades de salud de la población. La otra vertiente de esta función, consiste en el rol que juega el médico y su equipo de salud como educador de las conductas y estilos de vida de los individuos, las familias y la comunidad, así como la capacitación activa de los líderes comunitarios y los agentes de salud.

La función investigativa la desarrolla en correspondencia con las necesidades y perspectivas del Sistema Nacional de Salud a partir de los principales problema de salud presentes en la comunidad. Estas investigaciones las planifican y ejecutan desde su puesto de trabajo como especialista en Medicina General Integral y bajo los principios de la ética y la bioética, las cuales deben responder a los principales problemas de salud identificados en el Análisis de la Situación de Salud de su área.

La función administrativa responde a la necesidad de que exista una dirección y se administren los recursos de acuerdo a las funciones del puesto de trabajo que desempeña en la comunidad, centros educacionales, laborales u otros centros. El médico de la familia es el encargado de elaborar, ejecutar, controlar y evaluar los resultados de sus proyecciones de trabajo, así como establecer la correspondiente interrelación entre su equipo básico de salud con otros equipos de trabajo y con las instituciones de los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud. Esta función responde a la necesidad de que todo trabajo social o colectivo requiere una dirección que establezca un enlace armónico entre las diversas actividades que se realicen, en el caso del médico de familia, sus actividades están encaminadas a las personas, la familia y la comunidad.

La relación fundamental de la salud pública se establece con las ciencias de la salud y en especial con la medicina. Está muy vinculada con las ciencias sociales y en particular con la filosofía. También se relaciona con las ciencias biológicas, psicológicas, matemáticas, económicas, administrativas, políticas y jurídicas. El enfoque socio-humanista es parte del desarrollo de la salud pública, por lo que no puede estar separada ni simplemente añadida al modelo del profesional, sino que es parte intrínseca del desarrollo de sus valores.

La sociedad, a partir de su propio sistema de valores morales, reclama de las profesiones más connotadas, por su grado de vinculación directa con el valor fundamental de la sociedad, que es el propio hombre, no solo el cumplimiento de las normas generales de conducta moral de la sociedad, sino, además, que establezcan normas particulares del ejercicio profesional. Estos profesionales de la medicina familiar deben dar vital importancia, en el desempeño de sus funciones, al respeto de la vida humana y la dignidad de la persona, lo cual se refleja con su responsabilidad en el cuidado de la salud del individuo, la familia y la comunidad, deberes primordiales del médico sustentados por los valores ético-morales.

Un médico familiar con enfoque humanista aprende, a través de la observación continuada de las manifestaciones del ser humano, a valorar la vida, en la medida en que también aprende a aceptar su realidad y establece acciones para modificarla en bien de la sociedad.

El médico de familia es el profesional por excelencia que debe garantizar en su accionar cotidiano, el cumplimiento de los principios ético-morales, ya que se ha convertido en la piedra angular de nuestro sistema de salud. El humanismo se manifiesta en la comprensión, la generosidad y la tolerancia, que caracteriza en todo tiempo a los hombres impulsores de la civilización. El médico no debe cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día, tiene el compromiso ético moral de entregar la vida a la misión elegida.

Como expresara el maestro Gregorio Marañón: "…con la idea clavada en el corazón de que trabajamos con instrumentos imperfectos y con medios de utilidad insegura, pero con la conciencia cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor."

José R. Fabelo refiere que:

"Cada objeto, fenómeno, suceso, tendencia, conducta, idea o concepción, cada resultado de la actividad humana desempeña una determinada función en la sociedad, favorece y obstaculiza el desarrollo progresivo de esta, y adquiere una u otra significación social, y en tal sentido es un valor o un antivalor, un valor positivo o un valor negativo".13

El valor es la significación social subjetiva que poseen los objetos y fenómenos de la realidad atendiendo a sus propiedades funcionales al ser incluidos en la actividad práctica.

La valoración es el reflejo subjetivo en la conciencia del hombre, de la significación que para él y su actividad poseen los objetos y fenómenos de la realidad objetiva atendiendo a sus propiedades y características, las cuales se reflejan en la conciencia del hombre a través del conocimiento. Cada sujeto social conforma su propio sistema de valores, en dependencia del nivel de coincidencia de los intereses particulares y generales de la sociedad en su conjunto, pero también en dependencia de las influencias educativas y culturales que ese sujeto recibe y de las normas y principios que prevalecen en la sociedad en que vive.13

La calidad en la formación del profesional depende no solo de los conocimientos y habilidades que desarrolla en el currículo universitario, sino también de los intereses y valores que regulan su actuación profesional. El amor a la profesión, la responsabilidad, el humanismo y la honestidad constituyen valores esenciales, reguladores de la actuación de un profesional competente, estos se reflejan por cada persona de manera diferente, en función de la historia individual, de sus intereses, capacidad; quiere decir que no siempre los valores jerarquizados oficialmente por una sociedad como los más importantes son asimilados de igual manera por los miembros de la sociedad. Esto ocurre porque la formación de los valores en lo individual no es lineal y mecánica, sino que pasa por un complejo proceso de elaboración personal en virtud del cual los seres humanos, en interacción con el medio histórico social en el que se desarrollan constituyen sus propios valores. Dentro del sistema de valores a considerar dentro del modelo de formación del médico familiar están los valores éticos y bioéticos.

La ética es la ciencia cuyo objeto de estudio es una forma específica de comportamiento humano, el comportamiento moral de los hombres en sociedad, actos conscientes y voluntarios de los hombres que afectan a otros hombres, determinados grupos sociales o a la sociedad en su conjunto.12

La moral, por su parte, es en esencia una cualidad social, es decir, se manifiesta solo en sociedad, responde a las necesidades de esta y cumple una función determinada por ella. Por tanto, pertenece incuestionablemente a la conciencia social. No obstante, es preciso insistir en que el carácter de la moral implica una relación particular entre la persona y la comunidad, lo individual y lo colectivo.1

La ética médica es una manifestación de los patrones morales de la sociedad en el ejercicio de la medicina. En la actualidad se hace extensiva a todas las profesiones de la salud.

Por lo expuesto anteriormente es que para la autora es de vital importancia que el especialista de Medicina General Integral esté preparado no solo en el desarrollo de sus habilidades técnicas, sino también en su enfoque conceptual ideológico, porque se ha convertido en el exponente fundamental de la salud de nuestro pueblo, un embajador de nuestro sistema político en nuestro país y en todo el mundo.

En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y ser honesto, ser sincero en vez de ser falso, es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la persona.

Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social.14

El proceso de valoración del ser humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuación. Las personas valoran al preferir, al estimar, al elegir unas cosas en lugar de otras, al formular metas y propósitos personales. Las valoraciones se expresan mediante creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones. Desde el punto de vista ético, la importancia del proceso de valoración deriva de su fuerza orientadora en aras de una moral autónoma del ser humano.

La formación del especialista en Medicina General integrar se produce de forma consustancial al proceso de atención médica, insertados en la práctica profesional, de modo tal que el proceso enseñanza y aprendizaje en el escenario de la atención primaria de salud utiliza como método fundamental la educación en el trabajo, basado en problemas de salud e integrando la asistencia, la docencia y la investigación.7

Este especialista en el ejercicio de su profesión juega un papel muy importante, su objetivo fundamental es desarrollar competencias profesionales que garanticen un desempeño con calidad y que sea pertinente para satisfacer las necesidades de la salud de la población.

En un sentido amplio se puede decir que en la formación del especialista de medicina familiar cubano juega un papel importante la educación en valores como un proceso humanizador, individual, social, vertical y horizontal a lo largo de la vida de las personas, determinando su perfil profesional como la especialidad con gran enfoque social y valor humanitario.

Dentro las razones, encontradas en la literatura, que justifican la educación en valores tenemos:14

Intencionar: encaminar el proceso docente-educativo hacia el modelo ideal de formación. Desarrollar el vínculo con la realidad mediante lo socialmente significativo de ésta en el proceso docente-educativo, dando sentido a la formación sociohumanista.

Explicitar: connotar lo socialmente significativo de la realidad hacia el redimensionamiento humano en todos los componentes del proceso. Precisar los contenidos de los sistemas de valores a formar y desarrollar según la aspiración social.

Particularizar: integrar las particularidades de la formación y el desarrollo de los valores a la didáctica del proceso de formación (conocer las particularidades del sujeto y sus relaciones y evaluar las condiciones para llevar a cabo el proceso). Enriquecer la didáctica del saber y del saber hacer; del contenido y del método, así como apoyarse en ellas. Determinar estrategias didácticas que involucren a los sujetos del proceso en una actividad consciente, protagónica y comprometida.

Lo anterior comprende las particularidades de la formación y el desarrollo de los valores y sus relaciones en el proceso docente-educativo. Integrar los valores al aprendizaje de manera intencionada y consciente significa no solo pensar en el contenido como conocimientos y habilidades, sino en la relación que ellos poseen con lo afectivo.

Con el transcurso de los años, los cambios en la Medicina Familiar están encaminados a brindar a los pacientes atención médica integral de calidad. Cada decisión y cada acción de los profesionales apuntan hacia esta meta. En la formación del especialista de Medicina General Integral los esfuerzos van encaminados a egresar médicos destacados que puedan satisfacer las necesidades de salud de la comunidad impregnados de gran valor humanitario, competentes científicamente bajo lo principios de nuestra sociedad socialista y fomentando el desarrollo del la práctica médica bajo los principios de la bioética: no maleficencia, justicia, autonomía y beneficencia.

Los cambios en la situación de salud de la población cubana imponen nuevos retos; asimismo en el perfeccionamiento continuo del desarrollo de la especialidad se hace necesario un salto cualitativo en el terreno de la atención médica con la búsqueda de nuevos procedimientos que den solución a las nuevas necesidades en materia de salud de la sociedad cubana, las cuales cada vez están más relacionadas a los estilos y condiciones de vida determinados por las colectividades humanas.

Dado que el médico familiar conoce mejor que nadie las necesidades de salud de las familias a su cargo o de la comunidad en que se enmarca su labor profesional, deberá coordinar los esfuerzos de los profesionales de la salud en torno a la atención a la familia y los problemas comunitarios, siempre que esto sea necesario, ya que este profesional debe resolver por sí mismo la mayor parte de los problemas que afectan frecuentemente la salud de la población.

Según lo expresado hasta el momento, la autora es del criterio que la medicina familiar integra el humanismo en dos sentidos: acerca la realidad al proceso de educación para que pueda ser valorada y transformada mediante la educación en el trabajo; también, moldea y adecua los intereses, motivaciones y disposiciones de los profesionales para que puedan establecer las necesarias interrelaciones humanas que permitan la correspondencia entre el proyecto de vida individual y social.

Esto permite desarrollar la capacidad valorativa del médico que contribuye a reflejar adecuadamente el sistema objetivo, a su vez desenvuelve la capacidad transformadora y participativa con significación positiva hacia la sociedad y fortalece la espiritualidad y la personalidad hacia la integralidad y el perfeccionamiento humano, esto está condicionado a la propia evolución de las concepciones filosóficas de la educación y de la teoría del valor, a la axiología, a las cuestiones relacionadas con el sentido de la vida y de la historia, a la orientación y base del conocimiento, a la relación entre el individuo y la sociedad, y al objetivo y justificación de la actividad humana. En general, a la visión del mundo y de su transformación.

Si bien se puede señalar que está claramente definido el objeto de estudio de la medicina familiar, se plantea que existen aún algunos problemas por resolver, como son:15

- Algunos autores y corrientes científicas, sin negar la condición biológica de la familia, afirman que su existencia misma en el seno de la sociedad, la determinan como objeto de estudio de las ciencias sociales, y no de la medicina familiar.

- Aún si admitiéramos que el objeto de estudio de la medicina familiar es un objeto de naturaleza social, surge el problema de la metodología bajo la que habrá de estudiarse dicho objeto. A este respecto se plantean dos corrientes de pensamiento. La primera de ellas considera a los objetos de estudio de las ciencias ya sean naturales o sociales, como equivalentes y por lo tanto pueden ser estudiados bajo la misma metodología: esta es la corriente positivista. La segunda es la corriente dialéctica, que considera a los objetos de estudio, naturales y sociales como objetos de naturaleza diferente y, por lo tanto, los métodos que los estudian deberán poseer diferencias significativas.

La solución se halla en concebir la formación sociohumanista a partir del modelo del profesional, que integre como un todo las posibilidades que brindan las ciencias sociales, naturales y exactas, así como las técnicas, desde enfoques multidisciplinario que se extienda a casi todos los aspectos de la sociedad, englobando como palabra clave la salud, el universo de preocupación es la salud del público como planteara Milton Terris, 1992.16

Con la desaparición del campo socialista europeo y todas las consecuencias económicas, sociales y políticas que trajo para el mundo y, en especial, para nuestro país, Cuba se ve ante la situación de reformar su economía y desde luego la Salud Pública. En la primera mitad de la década de los 90, se producen una serie de cambios en la salud, ello propicia las condiciones para mantener e incluso aumentar los logros en este campo y crear las condiciones objetivas y subjetivas para que la Salud Pública ocupe el papel rector que le corresponde, no solo como concepción teórica, sino a través del desarrollo científico-técnico en actividades prácticas en las comunidades y grupos sociales del país.17

En la actualidad existen reformas y políticas de revitalización de la Salud Pública de forma general y de forma particular la reorganización y revitalización del modelo de medicina familiar cubano en la APS que conllevan a cambios en el modo de pensar y actuar buscando nuevas formulas para garantizar servicios de excelencia, mayor cobertura y mejor accesibilidad a los servicios de salud, así como una atención médica integral de calidad con la firme convicción que los cambios se sustentan bajo los principios de nuestro Sistema Nacional de Salud y de nuestra sociedad socialista.

La visión integradora en la formación, posibilita un desempeño profesional exitoso del futuro especialista en medicina general integral, a fin de lograr que esta especialidad, como ciencia sociomédica,18 mantenga su enfoque biopsicosocial en la atención integral a las personas, la familia y la comunidad.

El médico de familia en su escenario de formación y desempeño profesional, la Atención Primaria de Salud, tiene la altísima responsabilidad de aplicar en todo ámbito los principios de protección de la humanidad.19 Debe dedicar sus esfuerzos y conocimientos al mejoramiento de la salud del hombre, trabajar constantemente allí donde la sociedad lo requiera y estar siempre dispuesto a brindar la atención médica integral necesaria con el espíritu internacionalista.

Ejemplos de humanismo, patriotismo e incondicionalidad en la medicina familiar están presentes en la actividad internacional desarrollada en todos los tiempos desde Argelia hasta la importante misión que se lleva a cabo en el hermano país de Venezuela, tanto en la prestación de servicios médicos en la zona más intrincada e inaccesible, como en la formación de los futuros médicos con el enfoque social y humanista que caracteriza la medicina cubana.

 

CONSIDERACIONES FINALES

En la formación del especialista de Medicina General Integral se refleja el enfoque social y humanista del modelo, que permite al médico familiar en su desempeño profesional un sentido amplio de la responsabilidad en el proceso social de la salud. El especialista de Medicina General Integral, en su accionar cotidiano, aplica los principios éticos- morales en su práctica profesional y de esta forma fortalece el desarrollo de la medicina familiar cuba na, mostrando un médico de familia preparado técnicamente, con firmes convicciones político-ideológicas.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 2 de enero de 2012.
Aprobado: 20 de enero de 2012.

 

 

Alina María Segredo Pérez. Escuela Nacional de Salud Pública. Calle 100. Altahabana, Boyeros. La Habana, Cuba. Correo electrónico: alina.segredo@infomed.sld.cu