INTRODUCCIÓN
Con base a las grandes transformaciones socioeconómicas, políticas, tecnológicas y de comunicación,1) la universidad como institución social se compromete a ofrecer una propuesta educativa pertinente, con el propósito de difundir conocimientos, investigar e igualmente formar profesionales competentes orientados por profesores idóneos en su labor 2 con una alta formación en su saber disciplinar y profesoral.3,4
Así que, es fundamental evaluar de manera sistemática y periódica el desempeño docente, 5 siendo la autoevaluación un mecanismo de reflexión donde el profesor determina falencias y fortalezas implicadas en su trabajo como académico y el camino para alcanzarlas. 6,7
Es necesario diagnosticar el nivel de competencias científicas, pedagógicas, metodológicas, y personales 8 enfocadas hacia una plena realización profesional docente, las cuales en su conjunto proporcionan una formación integral determinante de lo que significa ser un buen profesor de medicina en la sociedad actual.9,10
La presente revisión tiene como objetivo determinar la importancia de la autoevaluación formativa del profesor de Medicina en el proceso de mejora continua.
MÉTODOS
La revisión bibliográfica se realizó de manera sistémica entre agosto 2017 y febrero de 2018. Inicialmente, se indagó globalmente en las bases de datos PubMed y Google Schoolar, con el fin de ver la posibilidad de abordar el tema. Luego una búsqueda más exhaustiva en las bases de datos EBSCO, ERIC, Redalyc, Science direct y Scopus, se emplearon los descriptores: autoevaluación docente en medicina, autoevaluación formativa y desarrollo profesional docente. Se usó el conector "AND" entre ellos, para obtener resultados más precisos y rigurosos.
Solo se incluyeron artículos publicados en revistas indexadas, en inglés y español publicados a partir de enero del año 2013 a febrero de 2018. También, se tuvieron en cuenta las listas de referencias de algunos artículos primarios. Se excluyeron artículos de revisión o de análisis con base a los descriptores anteriores, pero en áreas diferentes de medicina. Se encontraron 750 estudios y finalmente se seleccionaron 55 artículos que respondían al objetivo del estudio.
DESARROLLO
La autoevaluación docente de Medicina
La autoevaluación docente es un elemento esencial en el cambio e innovación favoreciendo la reflexión crítica y la retroalimentación.11,12 Es un proceso sistemático, complejo, dinámico y continuo, el cual hecho con rigor metodológico y con el apoyo de las correspondientes autoridades académicas y administrativas permite obtener información relevante, confiable, válida y significativa que posibilita a su vez, dar juicios de valor con el propósito de proporcionar directrices que permiten concebir transformaciones en la conducta docente encaminadas a desarrollar estrategias y acciones con el propósito de lograr un mejoramiento continuo.13
Al ser controlada por el profesor le permite mayor autoconfianza y mayor conocimiento de sí mismo. Entonces en la medida que aprenda a conocerse, probablemente conocerá más sobre los estudiantes y colegas.14
Se considera una herramienta de carácter diagnóstico y sumativo por medio de la cual de manera individual o con otros compañeros permite una autorreflexión en la cual se emite juicios de sí mismo en relación con sus conocimientos, desempeño, destrezas, necesidades y modo de actuar valorando las metas propuestas15 en busca de la excelencia en el ámbito pedagógico.16
Al establecer criterios hacia la optimización de la calidad en la docencia,17 el profesor toma conciencia, se adapta a su realidad18 y toma de decisiones oportunas.17 Por lo que la autoevaluación se convierte en un mecanismo para el crecimiento tanto personal como profesional.19
Inclusive, la reflexión y la autocrítica como elementos fundamentales de la autoevaluación docente permiten generar alternativas de formación y perfeccionamiento, al implementar medidas correctivas para un pleno desarrollo de la docencia.20,21 Cuando el profesor se centra en su práctica, establece una verdadera comprensión de su proceso formativo docente22 impacta en las diferentes actividades que ejecuta en su desempeño laboral y así motivado llega a ser realmente responsable de su práctica pedagógica, permitan el crecimiento profesional y le otorga autonomía personal al docente.
Consecuentemente, realizar un proceso de autoevaluación docente permite conocer deficiencias y optimizar la planeación y conducción de la práctica educativa;23 junto con una retroalimentación eficaz permite definir acciones específicas y generar planes de desarrollo docente con un apropiado seguimiento.24,25) Desde allí, se establece el escenario donde cada profesor a través de una profunda reflexión construye su identidad profesional docente.26,27
La autoevaluación en cada facultad se puede construir a partir de ciertos parámetros básicos de los cuales, se podrán ir agregando otros que surjan de la propia realidad del aula y de la institución.28 Los cuales pueden incluir: ¿qué se autoevalúa?,¿qué participación tienen otros miembros de la comunidad educativa en la autoevaluación?,¿se trabaja una autoevaluación bidireccional?, ¿qué momentos se autoevalúan?, ¿evalúan procesos o resultados?, ¿qué información se requiere y a quién le puede servir? ¿Qué criterios aplicar?29-31
Por lo que algunos de los posibles ámbitos de la actuación del profesor que podrían ser autoevaluados incluirían desempeño profesional docente, el plan de trabajo, implementación de estrategias de enseñanza y aprendizaje, características personales del docente, relaciones interpersonales y clima que se generan en y fuera del aula 11,24,26,32) y así cada facultad según sus intereses planifica su proceso de autoevaluación docente.
De otra parte, existen otras estrategias para desarrollar el proceso de autoevaluación de la práctica docente que se pueden tener en cuenta: la autograbación en audio y video de la práctica docente en el aula, la aplicación de cuestionarios que valoren la práctica docente con otros miembros de la comunidad educativa, la elaboración de registros de observación de las clases, la recolección y revisión de evidencias de trabajos afines con la práctica docente, la realización de portafolios.33,34
La autoevaluación formativa en el profesor de Medicina
Establecer una autoevaluación formativa que transcienda, fundamentada en la reflexión y autocritica, permite que el evaluado se interese por su práctica en situaciones cotidianas dentro y fuera del aula, al dar sentido a su labor.35) Esta autoevaluación, acompañada de una retroalimentación apropiada, permite al profesor, revisar continuamente los avances obtenidos posibilita su continuo progreso.
En este sentido, debe realizarse de forma permanente, analítica, objetiva y enfocada hacia un fin tangible36 para mejorar aspectos que influyen en los procesos de enseñanza-aprendizaje37 y desde los compromisos adquiridos, tomar conciencia para superar los modelos evaluativos de autocomplacencia.38,39
Implementar una propuesta de autoevaluación formativa del desempeño docente trascendente desde la educación médica,40 implica que ésta se integre como una forma de pensamiento particular acerca del ejercicio de la enseñanza y permita la construcción de experiencias didácticas innovadoras.41 Entonces, las facultades de medicina al establecer objetivos claros en su realización, con condiciones administrativas pertinentes, ambientes adecuados y confiables permiten motivar al profesor quien al sentirse importante empieza a construir su formación profesional docente con base al académico que se requiere.
Para lograr una autoevaluación formativa y obtener la mejora continua, los profesores deben estar abiertos a los comentarios, sugerencias42 y estar convencidos de que esta valoración es necesaria y útil en la identificación de fortalezas y debilidades las cuales son importantes en la toma de decisiones que hacen posible el perfeccionamiento de la práctica profesoral.43 Bajo esta perspectiva, el plan de formación docente trazado desde el análisis del evaluado necesita una constante renovación y actualización de la práctica docente, para formar los médicos que la sociedad de hoy reclama.
De manera que, la formación continua permite al profesor reconocer su saber médico y orientar su acción hacia la construcción de su propio saber pedagógico;44,45 favorece a que la facultad adquiera responsabilidades para mejorar su entorno social “social accountability”.46,47) Por consiguiente, plantea estrategias pedagógicas novedosas e investigativas, plantea programas y servicios orientados a resolver las necesidades prioritarias de salud y responde a los posibles desafíos sociales, garantizando que dichos esfuerzos alcancen los resultados y efectos que se pretenden.48,49
En consecuencia, para que estas actividades de formación sean tangibles, es necesario formular una propuesta formativa desde el mismo profesor de manera planificada, continua y dinámica,50 que garantice una revisión constante de los procesos con una profunda reflexión,51 enfocada hacia el perfil del profesorado que cada facultad establece, forjando posibilidades de crecimiento personal, laboral, y profesional.52
De modo idéntico, la autoevaluación formativa puede ser una línea de acción esencial en investigación, al permitir la actualización de los modelos de evaluación, optimiza la calidad de la actividad docente y el desarrollo del cuerpo profesoral médico.53
La base del modelo de mejora continua es la autoevaluación.54) Entonces para que la autoevaluación formativa del profesor de medicina sea un proceso de mejoramiento continuo es necesario la elaboración de un Plan de Mejora55) junto con las autoridades académicas de cada facultad en el momento de la retroalimentación. Así que, identifica y analiza los inconvenientes para proponer acciones precisas y sencillas, dentro de los cuales se pueden plantear procesos de formación docente y cambiar ciertas condiciones del ambiente donde se realiza la autoevaluación, como establecer los tiempos concretos en los que las acciones habrán de realizarse, como el tiempo planeado desde la agenda académica del profesor y con el fin de que se cumplan.
CONSIDERACIONES FINALES
Los hallazgos de esta revisión permiten tener un enfoque más claro respecto a la importancia de la autoevaluación formativa de los profesores de medicina, la cual al hacerla de manera eficaz, objetiva, crítica y transcendente obtiene información de la practica profesoral, identifica áreas de oportunidad y aciertos, genera transformaciones sustanciales y perfecciona el desempeño docente.
Por tanto, la autoevaluación formativa encaminada hacia un proceso donde no solamente se miren resultados logra tomar importancia cuando el profesor de medicina reflexiona y se hace consciente del valor que tiene. Es decir, la usa con libertad porque se convierte en una estrategia consensuada que lo incentiva a generar juicios valorativos junto con los otros miembros de su facultad acerca de su conocimiento, actuar y principios.
El propósito de este proceso es transformarse en el ámbito personal y profesional de manera continua contribuyendo a garantizar la calidad los procesos de enseñanza aprendizaje y mejorar la realidad de su contexto al dar un sentido real a práctica educativa. Por ende, se debe repensar el proceso de autoevaluación formativa del docente de medicina al concebirla como una bitácora que marca la ruta de formación continua para el mejoramiento personal y profesional docente.