INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Chagas (ECH) es uno de los principales problemas de Salud Pública del continente americano. Se estima que afecta entre 6 y 7 millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas en Latinoamérica.1) Ha sido señalada como una enfermedad de la pobreza, invisible e invisibilizada, en cuya definición participan las dimensiones biológicas, de conocimiento, política, profesional y técnica.2) Se reconoce a la participación comunitaria como una de las estrategias de control que han obtenido resultados beneficiosos y perdurables.3) Por otro lado, la deficiencia en la formación de los profesionales de la salud es uno de los factores que contribuyen a su persistencia.4) En el Foro para el Fortalecimiento de la enseñanza de la enfermedad de Chagas en las carreras de Ciencias de la Salud, en el que participan docentes de Ciencias de la Salud de Argentina, se plantearon las falencias en este sentido y la impostergable necesidad de fortalecer la enseñanza de la ECH y de otras patologías de impacto regional en la enseñanza de grado.5
Como profesionales de la salud, los enfermeros juegan un papel preponderante en el control de ésta y otras enfermedades desatendidas. Promueven la participación comunitaria, desarrollan actividades en la educación de la población y en la detección de pacientes con la ECH, en la atención de las embarazadas y sus hijos, fortaleciendo el control de los infectados crónicos y la identificación de los insectos vectores (conocidos vulgarmente como vinchucas) en las viviendas.6
Pese a las iniciativas por controlar a la ECH, en la Eco Región del Gran Chaco aún persisten nichos de transmisión vectorial activa o con riesgo de reactivarse, además de los infectados crónicos que requieren controles clínicos periódicos y los recién nacidos hijos de madre con ECH que precisan análisis de laboratorio específicos. La Provincia de Santa Fe, Argentina, se encuentra en el Sur de la Eco Región del Gran Chaco. La Organización Panamericana de la Salud certificó a esta provincia como libre de transmisión vectorial en al año 2012; sin embargo, continúa siendo prevalente en determinados grupos poblacionales y persiste la infestación con vectores en los peridomicilios y el ámbito silvestre.7,8
En Santa Fe funciona la Escuela Superior de Enfermería “Rosa Carmen All” dependiente del Ministerio de Salud.9) De ella egresan en promedio 120 enfermeros anualmente.
El objetivo del presente trabajo es determinar el nivel de conocimientos sobre la ECH con que cuentan los enfermeros que se forman académicamente en esta institución educativa, para determinar las áreas en las que pueden colaborar para su control y en las que resulta necesario reforzar su formación académica.
MÉTODOS
La población objeto de estudio fueron los estudiantes del último año de enfermería, de la Escuela Superior de Enfermería de Santa Fe, Argentina.
Se llevó a cabo un estudio descriptivo transversal, a través de una encuesta estructurada de respuesta cerrada, cuya cumplimentación fue de carácter voluntario y anónimo. Esta herramienta fue aplicada durante los meses de octubre y noviembre de 2015, ya que los alumnos egresan de esta escuela en diciembre de cada año. Los investigadores del proyecto entregaron las encuestas a los voluntarios, supervisaron su rellenado y retiraron los mismos completos en el mismo momento.
La encuesta se construyó tomando como base la elaborada por Muñoz-Vilches y colaboradores,10) adaptándola con los datos epidemiológicos regionales. Se realizaron preguntas relacionadas con los conocimientos sobre el agente etiológico (pregunta 1), el reconocimiento del insecto vector (pregunta 2), la situación epidemiológica (preguntas 4, 5 y 6), las vías de transmisión (preguntas 3, 7 y 8), el cuadro clínico y el tratamiento de esta infección (preguntas 9 y 10). Además, se recogieron datos sobre la edad y sexo de los participantes.
Para su análisis estadístico, fueron ingresadas en una base de datos en Excel y analizadas con Epi-Info 7. Las variables cuantitativas fueron resumidas calculando la media y los valores mínimos y máximos. Para las variables cuantitativas se calcularon las frecuencias absolutas y relativas.
El estudio cumplió con los Principios Éticos de la Declaración de Helsinki y contó con la evaluación y aprobación del Comité Asesor de Ética y Seguridad en la Investigación, de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral.
RESULTADOS
Participaron de la encuesta los 133 alumnos del último año de la carrera, es decir, la totalidad (100 %) de la cohorte de alumnos que egresaron durante ese año. El promedio de edad fue de 28 años, con valores extremos de 20 y 54 años. El 83,5 % (111/133) fueron mujeres y 16,5 % (22/133) varones, con un índice de masculinidad (estudiantes varones/mujeres) de 0,2.
Sólo 2 estudiantes respondieron correctamente la totalidad de las preguntas (1,5 %). En la tabla se resumen los resultados de las encuestas.
Pregunta | Respuestas correctas (n= 133) | % de respuestas correctas |
---|---|---|
1. El agente etiológico es un... | 114 | 85,7 |
2. Seleccione a la vinchuca en esta imagen. | 110 | 82,7 |
3. ¿Cómo transmite la infección la vinchuca? | 133 | 100 |
4. En Argentina la prevalencia es… | 36 | 27,1 |
5. ¿En qué provincia no existe riesgo vectorial? | 123 | 92,5 |
6. ¿En qué provincias existen infectados? | 39 | 29,3 |
7. Las vías de transmisión pueden ser… | 10 | 7,5 |
8. ¿Las vinchucas siempre contagian? | 120 | 90,2 |
9. Clínicamente pueden presentar… | 51 | 38,3 |
10. ¿Existe tratamiento? | 36 | 27,1 |
En relación con el riesgo de ECH y la presencia de infección, en la pregunta 5 (“¿En qué provincia no existe riesgo vectorial?”) el 3,8 % (5/133) señaló que no existía riesgo de transmisión en la Provincia de Santa Fe, y en la pregunta 6 (“¿En qué provincia no existen infectados?”) el 70,7 % (94/133) indicó la presencia de infectados sólo en las provincias del Gran Chaco, desconociendo que existen infectados de ECH fuera del área endémica debido a los procesos migratorios internos y desde países limítrofes.
Si bien la pregunta 7 (“Las vías de transmisión pueden ser…”) fue respondida correctamente sólo por 10 participantes, los principales errores fueron en no reconocer la posibilidad de transmisión por alimentos contaminados (122/133), que es una vía poco frecuente, mientras que 2 no indicaron la posibilidad de transmisión transfusional.
DISCUSIÓN
En el presente artículo se indagan por primera vez los conocimientos con que egresan los estudiantes de enfermería respecto de una de las principales endemias olvidadas de nuestro continente.
Los resultados denotan un buen nivel de formación en cuanto al agente etiológico y a su principal vía de transmisión, la vectorial a través de las vinchucas (insectos triatominos). Inclusive, una alta proporción de los encuestados logró identificar al insecto, diferenciándolo de otros morfológicamente similares. La formación con que egresan los enfermeros es adecuada para colaborar en la prevención y control de las vinchucas, pudiendo ser un recurso humano valioso tanto en la identificación activa (búsqueda de triatominos) como pasiva (identificación de insectos colectados por la población) y la denuncia al nivel correspondiente para la fumigación de las viviendas. El estudio presenta como limitación, que el nivel de conocimientos sobre el insecto vector no puede ser atribuido exclusivamente a la formación adquirida en el curso de sus estudios de enfermería, ya que en nuestro país existen iniciativas orientadas al reconocimiento de las vinchucas y su control en los diferentes niveles de enseñanza, desde la pre-escolar hasta el nivel técnico superior.11
Respecto de las demás vías de transmisión, si bien se observaron dificultades en identificar a las no vectoriales, esto fue principalmente por desconocimiento de la vía digestiva, de la cual en nuestra región aún no han reportado casos.
En referencias a los aspectos epidemiológicos, en general los estudiantes lograron determinar que el Chaco es la región de Argentina donde aún existe riesgo vectorial, aunque minimizan la importancia cuantitativa de la ECH en el país y, lo que es peor, consideran que existen infectados sólo en las provincias donde existe transmisión vectorial activa. En la actualidad, debido a las migraciones desde zonas rurales a las ciudades, se produce el proceso de urbanización de la ECH, con prevalencia elevada de esta infección en regiones donde el riesgo de transmisión vectorial es nulo.12) El desconocimiento de la presencia de ECH fuera de la región con riesgo vectorial activo perjudica la sospecha clínica y la implementación de medidas de detección, tratamiento y control de los infectados crónicos.
En cuanto a los conocimientos sobre el cuadro clínico que pueden presentar los pacientes infectados y sus posibilidades de tratamiento etiológico específico, también el nivel de respuesta correcta fue escaso. Esto mismo fue observado por otros investigadores en profesionales de la salud tanto en áreas con riesgo vectorial activo13 como en regiones donde la presencia de ECH se produce por migraciones de pacientes infectados.10,14
Por lo expuesto, los conocimientos sobre la epidemiología y la clínica de esta endemia deben ser reforzados, para la sospecha de los casos agudos ante la presencia de cuadros compatibles en áreas de transmisión vectorial activa, y de los casos crónicos tanto en regiones con riesgo vectorial como en regiones con migración desde área endémica.
La detección temprana de la infección chagásica aguda (sea que se adquirió por transmisión vectorial o por transmisión congénita), es fundamental, porque instaurando el tratamiento etiológico en esta etapa se logran tasas de curación cercanas al 100 %.15
De igual manera el diagnóstico de infectados en período crónico posibilita el seguimiento clínico para la detección temprana de sus secuelas y su tratamiento sintomático. En este sentido, debe remarcarse la presencia de personas infectadas en áreas urbanas fuera de la región del Gran Chaco dado por las migraciones de estas poblaciones, lo cual hace necesario reforzar la formación del personal de atención primaria de la salud sobre la ECH aún en regiones sin riesgo de transmisión vectorial activa, como ya fuera señalado por otros autores.10,14
A manera de conclusión, señalamos que se hace imprescindible el fortalecimiento de los conocimientos sobre la ECH en el personal de enfermería. Esta tarea debe ser afrontada por las universidades y centros de formación superior,16 y acompañadas por las instituciones sanitarias,17) para mejorar la situación respecto de la endemia y afianzar los logros obtenidos en su control.