Introducción
La empatía, también llamada inteligencia interpersonal, hace referencia a la capacidad de un individuo para comprender el universo emocional de otra persona, sentirse parte de esta, entender las necesidades e intentar solventar el recurso que hiciera falta en ella, sin buscar un beneficio personal o el bienestar individual.1
Autores como Decety y Jackson2) diferencian la simpatía de la empatía. La simpatía no comprende el problema como parte de la persona, mientras que la empatía lo hace parte de un todo en esta.
La empatía docente resulta sumamente importante en el desarrollo del estudiante, ya que deja definidos rasgos y actitudes que este mostrará en un futuro, y, a corto plazo, tiene influencia en el desarrollo en sus actividades académicas. Si el docente desarrolla en el estudiante seguridad, confianza, participación, la reacción de este va a ser mucho más positiva y consolidará el conocimiento. El estudiante prestará mayor interés y, por lo tanto, construirá un aprendizaje integral. A esto se puede llamar “empatía profesor-alumno”.3
En términos del mundo académico, la medicina humanista crea lazos de entendimiento con el paciente como tal y no solo en función de una patología definida. La medicina es la ciencia que más empatía crea entre profesor-alumno y, posteriormente, entre paciente-médico. En esta carrera los docentes deben cuidarse de no perder la empatía, dado que existen obstáculos como la gran cantidad de información y el poco tiempo para una revisión personalizada.4
En Ecuador no se han realizado estudios que midan la capacidad de empatía de los docentes médicos, a pesar de constituir un tema significativo de investigación por su aporte social.
Por tal motivo, el presente estudio se plantea determinar la capacidad de empatía de los docentes de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) en los meses desde octubre hasta diciembre de 2017.
Métodos
Diseño del estudio y soporte
El estudio fue apoyado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Facultad de Medicina (PUCE), Quito-Ecuador.
Fuentes de datos
Tras realizar un muestreo estadístico, siguiendo criterios de inclusión y exclusión, se llegó a consolidar una muestra de 97 docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE, durante el período comprendido entre septiembre de 2017 y enero de 2018. Las asignaturas impartidas fueron agrupadas según su temática:
Morfofunción (Anatomía, Histología, Fisiología, Embriología)
ABP-Aprendizaje Basado en Problemas (casos clínicos integrativos y asignaturas complementarias)
Psicosocial (Antropología, Comunicación, Salud Mental, Psicología, Ética)
Administrativo Sanitario (Investigación, Epidemiología, Salud Pública)
Prácticas Hospitalarias
Prácticas en Comunidad
Además, se analizaron variables como el sexo, la edad del docente, el tipo de especialidad (clínica o quirúrgica), los años de experiencia docente, el tiempo de dedicación docente y el lugar de su práctica docente.
Criterios de inclusión y exclusión
Se realizó la toma de muestra a los docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE, incluyendo a los profesores de asignaturas teóricas y prácticas, en el segundo período de 2017.
Se excluyó a los docentes que no desearon participar de forma voluntaria y a aquellos que no firmaron el consentimiento informado.
Obtención y análisis de datos
Se aplicó una encuesta de forma virtual por medio de Google Forms, la cual fue enviada a todos los docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE, y se realizaron encuestas en forma física a varios de ellos, los que por diversas razones no habían contestado la encuesta virtual. Estos cuestionarios fueron realizados con la aprobación previa del encuestado por medio del consentimiento informado, basado en el formato de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La información solicitada incluía los datos del docente y el test de Baron Cohen. El tiempo aproximado para contestar el formulario fue de 15 minutos. Las encuestas fueron procesadas y analizadas por el programa SPSS, versión 24.
Se consideró como punto de corte una puntuación del test de Baron Cohen menor a 45 puntos para baja empatía y mayor a 45 para alta empatía (promedio para ambos sexos).5
Resultados
Características generales de la población
La población en estudio resultó una muestra homogénea entre el sexo masculino y femenino, lo que fue positivo para nuestro análisis y los fines propuestos al inicio de la investigación. La edad de los docentes se clasificó en grupos por rangos, de manera que se contribuyera a una distribución similar entre estos. La media de edad fue de 48,56 años, con una edad mínima de 33 años y una máxima de 66 años. En cuanto al tiempo de docencia dentro de la Facultad de Medicina, existió una media de 9,57 años y un máximo de 38 años, lo que muestra un grupo predominante de docentes en la facultad con un tiempo menor a 10 años. Aquellos que respondieron fueron mayoritariamente de especialidades clínicas con un 72,2 % (n = 70), y aquellos que desarrollan sus actividades en aula correspondieron al 73,2 % (n = 71). Quienes tuvieron mejor respuesta en el test fueron los encargados de materias como ABP y Morfofunción, lo que sumó un total de 71,2 % (n = 69) (Tabla 1).
Resultados de empatía
De acuerdo con los resultados finales, un 91,8 % (n = 89) de los docentes tuvo una alta capacidad de empatía, mientras que el 8,2 % (n = 8) restante mostró una baja capacidad de empatía, con una media de 22,20. El puntaje mínimo fue de 12/36 y el máximo de 30/36. El total de participantes que aportaron al test fueron 97 docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE (Tabla 2).
Relación de edad con capacidad de empatía
Según lo observado, se establece que hay relación con un Chi cuadrado de 5,255 y significancia con una p < 0,5 entre la edad del docente y la capacidad de empatía: son más empáticos los docentes más jóvenes. A medida que la edad avanza, la capacidad de empatía va disminuyendo.
Se dividió la muestra en grupos homogéneos que oscilaron entre 30 y 40 años, 40 y 50 años, 50 y 60 años, y mayores de 60 años (Tabla 3).
Tiempo de docencia en la facultad en relación con la capacidad de empatía
Los datos apuntan que el tiempo que lleva el docente en la Facultad de Medicina de la PUCE guarda relación con un Chi cuadrado de 8,91 y es significativo con una p < 0,05, con la capacidad de empatía del docente. Esto muestra que la tendencia a ser menos empático está relacionada con un mayor tiempo de servicio como docente.
Para estos resultados se dividió la muestra en grupos homogéneos de menores de 10 años, de entre 10 y 20 años, 20 y 30 años, y mayores de 30 años (Tabla 4).
Especialidad del docente en relación a la capacidad de empatía
La muestra se dividió en tres grandes grupos de asignaturas: clínicas, quirúrgicas y complementarias. Los datos obtenidos no muestran una significativa diferencia entre la especialidad médica del docente y su capacidad de empatía (Tabla 5).
Tiempo de dedicación horaria en relación con la capacidad de empatía
De acuerdo con lo observado, no guarda relación y tampoco es significativo el tiempo de dedicación que tiene el docente con la capacidad de empatía. Los resultados bajos resultaron similares en los tres grupos estudiados.
Se dividió la muestra en tiempo completo, tiempo parcial y medio tiempo. De esta forma se dio cabida a la modalidad de horarios que tienen los docentes (Tabla 6).
Lugar de desarrollo de la materia en relación con la capacidad de empatía
En correspondencia con lo observado, el lugar en el que se desarrolla la materia no es significativo y no guarda ninguna relación. El nivel de empatía de estos docentes resulta similar en los tres grupos observados.
Se dividió la muestra en tres grupos, en dependencia del sitio en el que se impartía la clase o al que pertenecía la materia (Tabla 7).
Asignatura impartida en relación con la capacidad de empatía
Según lo observado, existe relación, pero no es significativa la materia que se dicta con la capacidad de empatía del docente.
La división de grupos para la clasificación de las asignaturas se realizó teniendo en cuenta el área a la que pertenecía la materia (Tabla 8).
Variable sexo en relación con la capacidad de empatía
De acuerdo con lo observado, a pesar de ser significativo, no guarda relación el sexo de los encuestados con la capacidad de empatía. A pesar de esto, los resultados describen como menos empáticos a los hombres en relación con las mujeres (Tabla 9).
Discusión
La importancia de la empatía en la educación define un punto de orden que debe aceptarse y concientizarse por los docentes. La empatía, en las bases de la educación, fortalece los logros de los estudiantes. Si los docentes integran este concepto y lo convierten en una cualidad personal, los resultados de futuras generaciones serán mucho más concretos y alentadores. Así lo demuestra el estudio finlandés realizado en niños que se encuentran en educación básica.6
De acuerdo con nuestra búsqueda y revisión bibliográficas no se han encontrado estudios que midan la capacidad de empatía en docentes de la carrera de Medicina, a nivel internacional ni en Ecuador.
En nuestra investigación se muestra que los docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE tienen una alta capacidad de empatía, dato que motiva el proceso académico de la universidad. La visión humanista de nuestra comunidad académica demuestra ser una fortaleza a la hora de medir parámetros como la empatía y asegura que las generaciones de profesionales que vendrán cuenten con un grupo de docentes aptos para desarrollar actividades que marcarán su desempeño humano para con los pacientes.
En cuanto al bajo porcentaje de docentes que obtuvo poca capacidad de empatía, esto puede guardar relación con la gran cantidad de información que manejan, la carga laboral, el estrés, y otros factores que despistan la atención y opacan el rendimiento de las personas.4
Estudios internacionales muestran que la capacidad de empatía aumenta a medida que lo hace la edad, lo que refiere la aptitud de entender problemas ajenos con mayor amplitud.7,8,9 Por otro lado, Richaud10 no encuentra diferencias significativas entre edad y capacidad de empatía. Sin embargo, no se hallaron estudios que relacionen esta capacidad con grupos de edad adulta en profesores de medicina.
Nuestros resultados muestran que entre más joven es el grupo de docentes, mayor capacidad de empatía posee, lo que sigue una tendencia de descenso de capacidad de empatía a medida que aumenta la edad. Las diferencias con los estudios antes mencionados pueden deberse a que las poblaciones de las otras investigaciones no fueron realizadas concretamente en docentes sino en personas al azar, lo que marca un punto de diferencia importante. Como se describió antes, la población docente, al ser sometida a gran cantidad de información y desafíos académicos constantes, carga laboral amplia y presión de distintos tipos, da una respuesta totalmente contraria a lo que muestran resultados de indagaciones externas; por este motivo el presente estudio constituye un aporte importante para la sociedad.
Una vez más, el docente, por varios factores sumados, debe cuidarse de no perder su capacidad de empatía.4
Sobre la base de nuestros resultados, los docentes con menos años de servicio o los que empiezan su carrera docente, tienen mayor capacidad de empatía. La tendencia muestra que la capacidad de empatía va disminuyendo a medida que pasan los años de servicio, lo que indirectamente se conecta con lo que Moreto4 dice en su estudio sobre el cuidado que el profesional de la salud debe tener en cuanto a su pérdida de empatía y paso del tiempo. Esto demuestra que las nuevas generaciones de docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE tienen incorporado ya un pensamiento humanista y una relación cercana con su entorno de desarrollo profesional.
De acuerdo con nuestros resultados, que fueron significativos, la Facultad de Medicina de la PUCE está conformada por docentes que, en cuanto a empatía, cuentan con grandes aptitudes. Esto es alentador y motiva en doble vía a mantener esta calidad de profesionales, contrario a lo que se describe en otros estudios, que afirman que los médicos no tienen el suficiente entrenamiento para desarrollarse como pedagogos, crean malestar al momento de dar resultados a sus estudiantes y tienen una limitada capacidad de empatía para entender problemas de sus alumnos en el ámbito académico.11
Durante la revisión bibliográfica no se encontraron estudios que demostraran la capacidad de empatía con especialidad, tiempo de dedicación del docente, lugar de desarrollo de la materia impartida y asignatura que imparte el docente.
En los resultados del estudio realizado no se encontró relación ni fue significativa la capacidad de empatía con la especialidad del docente, tiempo de dedicación del docente y lugar de desarrollo de la materia. A pesar de esto, Soria,12) desde un pensamiento socio-laboral, indica la importancia de mantener un ambiente laboral adecuado para un desarrollo favorable de todas las actividades del día a día, y resalta la necesidad de aprovechar la empatía como método de aproximación para la solución de conflictos en el ámbito laboral.
Según los resultados obtenidos por asignatura impartida, fue significativo, pero no guardó relación. Esto puede mostrar que con un mayor número de participantes y fortaleciendo la muestra estadística, se pudo haber obtenido resultados más concretos.
Como se menciona anteriormente, la sobrecarga de información puede ser un factor influyente en la capacidad de empatía. En medicina los contenidos son amplios y, dependiendo de la materia, el tipo de información y la complejidad de esta puede condicionar la capacidad de empatía del docente.4
A partir de nuestra revisión bibliográfica, el sexo no constituye un factor que marque diferencia entre la capacidad de empatía en las personas, siempre y cuando esta se mida de forma general, ya que las mujeres poseen mayor empatía emocional.7,13,14
Sobre la base de nuestros resultados se fortalece que no existe una asociación entre el sexo y la empatía, al medirse de forma general en hombres y mujeres, lo que nos da seguridad y validez, tanto en el instrumento utilizado en nuestro estudio como en la rigurosidad para ejecutar la investigación.
La conducta de la Facultad de Medicina de la PUCE muestra acierto cuando se analiza que los estudiantes de Medicina, que en un futuro serán docentes, tienen un contacto directo con pacientes desde los niveles iniciales de la carrera. Esto contribuye a que adquieran mayor capacidad de empatía, que puede ser replicada en el futuro. Varios estudios indican que hay aumento de la capacidad de empatía si el contacto del estudiante con el paciente ocurre desde temprana edad.9
Este estudio ofrece señales de alerta para corregir debilidades en los ámbitos docente y académico, al ser un instrumento de fortalecimiento para la institución y las personas que tengan acceso a esta información.
La gran mayoría de docentes (91,8 %) de la Facultad de Medicina de la PUCE tiene una alta capacidad de empatía.
En los docentes de la carrera de Medicina de la PUCE la edad constituye un factor importante en la capacidad de empatía. Los profesores más empáticos son los de menor edad. Se remarca la tendencia a disminuir la capacidad de empatía a medida que se avanza en edad.
En los docentes de la Facultad de Medicina de la PUCE, los que tienen una alta capacidad de empatía son los que menos años llevan laborando en esta Facultad, con una tendencia a disminuir su capacidad de empatía a medida que pasan los años.
La materia impartida, la especialidad del docente y el lugar de desarrollo de la materia no tienen asociación, ni son significativos con la capacidad de empatía del docente.
El sexo de los docentes, como variable independiente, no tiene asociación con la capacidad de empatía.
Limitaciones del estudio
La principal limitación fue la baja respuesta de los participantes (97 de 315 docentes).
Recomendaciones
En la formación técnica del docente se debe establecer la importancia de la empatía como una aptitud fundamental para el desarrollo de la docencia.
Se deben poner en consideración, con una visión integradora, los puntos básicos de la empatía a docentes de todas las edades, para lograr unificar la capacidad de empatía independientemente de la edad.
Los docentes con larga trayectoria no deben despreocupar su lado humanista ni dejar de transmitirlo a futuras generaciones para que no se pierda la cualidad empática de la persona y sea esta una promotora del éxito.
Los pedagogos deben contribuir de manera más activa con el estudiante para que los estudios posteriores que se planteen tengan mayor respuesta y, por ende, mejores resultados.
Como Facultad de Medicina de la PUCE se debe continuar y fortalecer la visión humanista y social, ya que será un modelamiento importante en futuros profesionales de la salud.
Se recomienda realizar nuevas investigaciones con un mayor grupo de participantes para lograr llegar a una conclusión más sólida en relación con los puntos que no fueron claramente significativos.