Introducción
Las especialidades odontológicas están transitando a nivel mundial hacia un proceso de acreditación obligatoria. Esta realidad, está recién empezando en Latinoamérica, y presenta diversos desafíos para su implementación. En Chile, según el Decreto Supremo No. 36,1 para 2025 solo podrían inscribir su título de especialista en la Superintendencia de Salud los odontólogos que lo hubieran obtenido de instituciones acreditadas por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), o convalidado por organismos certificadores externos. Esta situación ha generado una gran incertidumbre laboral en un contexto de 3847 odontólogos especialistas de distintas nacionalidades y provenientes de diferentes instituciones académicas, en un país, donde hasta 2015, no existían programas de especializaciones odontológicas acreditados.2
Para las instituciones de educación superior, y particularmente para los docentes, cumplir con los requerimientos de acreditación representa un gran desafío a corto plazo.3 En el proceso de acreditación de especialidades odontológicas se evalúan el contexto institucional, las características y el resultado del programa, y el apoyo institucional y el cuerpo académico. Este último aspecto se valora mediante indicadores de productividad, establecidos en la tabla “Evaluación de la Productividad del Cuerpo Académico”,4 lo que mide, de forma instrumental y cuantitativa, aspectos docentes y de investigación, y categoriza públicamente a los académicos en niveles según su productividad. En este contexto, los docentes deben cumplir con nuevos criterios y exigencias de producción científica y académica, que no necesariamente son pertinentes y/o relevantes para ejercer con calidad su rol como docentes de programas de especialidades clínicas. Esta situación puede desencadenar en los académicos procesos de intensificación de las jornadas laborales,5 stress,6,7 sentimientos de inadecuación en el trabajo y/o pérdida de compromiso con la institución.8
Si bien la reorganización del trabajo docente es central para responder a las altas exigencias de producción laboral, existe una escasez de estudios orientados a explorar las respuestas de los académicos en torno a las actuales regulaciones de acreditación.9 Esto se torna más crítico al situar esta búsqueda dentro del contexto de las especialidades médicas y odontológicas.
El presente trabajo tuvo como objetivo identificar la percepción de los docentes de los programas de especialización de facultades de odontología de Santiago de Chile acerca de los actuales requerimientos de producción académica.
Métodos
Se realizó un estudio cualitativo exploratorio,10 cuyo diseño respondió a conocer y comprender las diferentes perspectivas y opiniones de los docentes entorno a los requerimientos de producción académica de la Comisión Nacional de Acreditación. Este estudio se llevó a cabo en tres facultades de odontología representativas de los distintos regímenes jurídicos existentes (privada, privada tradicional y estatal) en Santiago de Chile.
Para la producción de datos se utilizó la técnica de entrevistas activas, donde el entrevistado se comprendió como un actor social con opinión e influencia en el contenido de la entrevista.11
La muestra consultada fue de 18 docentes de programas de especializaciones odontológicas con vínculo contractual activo y se consideró que los géneros estuvieran equiparados. Se excluyeron los académicos que participaron como profesores invitados en estos programas o tuvieran alguna relación laboral con la CNA. El promedio de edad de los entrevistados resultó de 43 años, con un rango etario de 30 a 60 años.
Las entrevistas consistieron en una serie de preguntas abiertas, enfocadas en la percepción de los diferentes docentes sobre los criterios señalados en la tabla “Evaluación de la Productividad del Cuerpo Académico”4 (Tabla 1) y en los factores modificadores que, según su percepción, facilitaban u obstaculizaban las posibilidades de cumplir con estos requisitos. Las entrevistas se registraron con grabadora de voz, se transcribieron a formato de texto digital codificado y, posteriormente, se procesaron mediante software cualitativo (NVivo12; QRS International), lo que permitió extraer de las distintas respuestas de los docentes fragmentos de información relevantes.
Orientaciones de productividad |
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Años dedicados a la especialidad. |
Años dedicados a la docencia de la especialidad. |
Horas semanales dedicadas a la especialidad (docencia y clínica privada). |
Coordinación de cursos de posgrado en los últimos 5 años |
Reconocimiento por pares nacionales e internacionales (asesorías técnicas, mesas redondas, premios, revisión de tesis, cargo directivo en sociedades científicas, entre otros). |
Conferencias dictadas en los últimos 5 años. |
Participación en sociedades científicas de la especialidad en los últimos 5 años. |
Presentación de trabajos en jornadas y congresos en los últimos 5 años. |
Publicación de artículos en ISI o Scopus en los últimos 5 años. |
Publicación de artículos en Scielo en los últimos 5 años. |
Horas de dedicación semanal al programa. |
Fuente: Elaboración a partir de la tabla “Evaluación de la Productividad del Cuerpo Académico”.4
Los fragmentos de información recopilada a lo largo de las entrevistas fueron procesados mediante una técnica de análisis de contenido descriptivo,12 lo que permitió identificar sistemáticamente conexiones entre los diferentes datos, y codificarlos y agruparlos en categorías de mayor nivel de abstracción. De esta manera, fue posible establecer relaciones emergentes entre los distintos contenidos y categorías para enriquecer el análisis de las entrevistas.
Los datos obtenidos se agruparon en categorías y se codificaron según las distintas áreas que percibieron los académicos como un aporte o como una dificultad para el cumplimiento de los indicadores de productividad establecidos por la CNA. De esta manera, se crearon dos categorías principales: los factores facilitadores (FFAC) -elementos que ayudan a los académicos a cumplir con estos indicadores- y los factores obstaculizadores (FOB) -elementos que dificultan este logro-. Cada categoría, a su vez, se subdividió según el área a la que correspondía cada frase obtenida de los entrevistados y se le asignó un código específico que acompañaba a la categoría principal (Tabla 2).
Resultados
Factores facilitadores
Los docentes reportaron una ayuda institucional directa, reflejada en fondos y bonos para la investigación, además de ofrecer cursos de formación gratuitos o con aranceles preferenciales en docencia. También la institución contó con infraestructura y condiciones humanas y materiales para el desarrollo de la investigación, que serían difíciles de replicar a nivel de la práctica privada. Algunos académicos manifestaron que, si bien existió un apoyo institucional, se necesitaba cumplir con los aspectos personales y vocacionales para el mejoramiento de la educación de sus planteles. En ese sentido, la experiencia clínica constituyó un elemento clave, que aportó habilidades y conocimientos fundamentales para su desempeño laboral.
Factores obstaculizadores
La mayor dificultad reportada para la producción académica fue la ausencia de tiempo protegido para la investigación, por lo que frecuentemente hubo que emplear espacio personal para poder cumplir con las exigencias impuestas. Además, la ausencia de tiempo de dedicación exclusivo para la investigación científica significó afectar el tiempo dedicado a la tutoría clínica, lo que perjudicó la atención a los estudiantes.
De este modo, resulta fundamental ir avanzando hacia un proceso universal de acreditación obligatoria para las especialidades odontológicas, que respalde la oferta laboral y asegure un estándar de calidad en salud.
Discusión
De acuerdo con Moscoso,13 a nivel latinoamericano, y particularmente en la realidad chilena, existe un conjunto heterogéneo de programas de especialización en odontología, que dispone de programas con diferentes nombres, descripciones, duración y carga horaria total. También, según lo reportado por Miranda y otros,14) en esta región, a diferencia de la tendencia de Europa y Norteamérica, la mayor parte de los programas de especialidades odontológicas no conducen a un grado académico -lo que dificulta su homologación con programas internacionales- y carecen de formación en investigación que remita a menores niveles de producción científica.
Al analizar el instrumento utilizado por la CNA para evaluar la productividad del cuerpo académico (Tabla 1), se observó que la mayoría de los indicadores medían aspectos relacionados con la investigación científica. En ese sentido, es necesario reflexionar si los indicadores de producción científica y los puntajes asignados reflejan la realidad de la docencia clínica de los programas de especialidad. A nivel mundial existe una clara tendencia al aumento en el número y la calidad de las publicaciones científicas en odontología,15 y las universidades aparecen como las mayores contribuyentes al respecto.16
A nivel nacional existe una escasa participación que, si durante 2005-2010 duplicó el número de publicaciones indexadas,17 tuvo también una reducción en los índices de calidad. Esta información coincide con la realidad iberoamericana, donde la calidad de los artículos científicos también es baja, con predominio de reportes de caso y revisiones de la literatura.18 Esta vertiginosa necesidad actual de incrementar los niveles de producción científica, puede afectar las condiciones laborales de los docentes y el nivel de sus investigaciones. Sin embargo, aún existe escasa información a nivel regional acerca de los estudios que analizan la percepción de los académicos sobre las actuales exigencias de producción científica en odontología, en el marco de los procesos de acreditación.
Aunque los docentes entrevistados en esta investigación destacaron la ausencia de tiempo protegido para la investigación como principal obstáculo para cumplir con los requerimientos de la producción académica, varios académicos apuntaron la existencia de un sentido de vocación y compromiso con el cambio social, que hace que estos estén dispuestos voluntariamente a transar tiempos personales y generar una autointensificación laboral, lo que puede ir de la mano de condiciones laborales precarias e injustas para cumplir con estas metas.19,20
Se sugiere realizar nuevos estudios para ahondar en los aspectos identificados y conocer la realidad de otros países que se encuentran en procesos de acreditación obligatoria de las especialidades médicas y/o odontológicas.
Los docentes perciben dificultades para cumplir con los actuales requerimientos de producción académica, principalmente debido a la ausencia de tiempo protegido para la investigación científica. Si bien existen mecanismos de apoyo a nivel institucional, aún se necesitan más herramientas que protejan el horario de trabajo académico y potencien el desempeño investigativo.