Desde finales de 2019 fue reportado por China y difundida rápidamente al mundo una intensa pandemia denominada COVID-19, producto de un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2. Esto ha puesto en tensión la esfera asistencial, científica y académica de todos los sistemas de salud del planeta. A partir de marzo de 2020, Cuba se ha declarado afectada por dicho motivo. Se estudian los orígenes y la evolución natural de la enfermedad, los cuales apuntan a virus relacionados encontrados en murciélagos y pangolines. Según Andersen,1 “al comparar los datos disponibles de la secuencia del genoma para las cepas conocidas de coronavirus, podemos determinar firmemente que el SARS-CoV-2 se originó a través de procesos naturales”.2
La sección de “Búsqueda Temática Digital” de la Revista Educación Médica Superior ha elegido el tema “Una salud” a fin de compartir conceptos integrales al respecto que, aunque no son nuevos, retoman su vigencia y tienen utilidad en el proceso actual de enfrentamiento a la nueva pandemia, el desarrollo integral de la salud pública y su vinculación con la docencia y la investigación.
Si se tiene en cuenta que un 75 % de las enfermedades infecciosas consideradas enfermedades emergentes resultan zoonóticas y afecciones como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el Virus del Nilo Occidental, la influenza aviar y otros, son ejemplos de zoonosis con graves consecuencias para la salud humana, se aprecia que la dependencia entre el ser humano, los animales y el medio ambiente es recíproca y cobra una importancia vital en la actualidad.3
En 2004 un grupo de expertos sanitarios reunidos bajo el lema “Un mundo, una salud”, centró su atención en este asunto, y destacó las prioridades de un enfoque interdisciplinario e internacional para combatir estas amenazas, al emitir una declaración denominada “Principios de Manhattan” con 12 recomendaciones dirigidas a la prevención de estas enfermedades y la integridad de los ecosistemas para el beneficio humano, animal y la biodiversidad. Esta iniciativa tuvo su continuidad en encuentros sucesivos, en que se desarrolló un marco estratégico para la acción, propiciado por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otros organismos internacionales, con el fin de propiciar intercambios, formas de actuación y respuestas para el análisis de las causas de la emergencia y diseminación de las enfermedades infecciosas bajo la amplia perspectiva de los enunciados de “Un Mundo, una Salud”.
La iniciativa “Una Salud” consiste en generar esfuerzos de integración de múltiples disciplinas a distintos niveles para lograr la gestión integral de los riesgos sanitarios. Se entiende por “Una Salud” el esfuerzo colaborativo entre múltiples profesiones de las ciencias de la salud, junto con sus disciplinas e instituciones relacionadas, para trabajar de manera integrada a todos los niveles con el fin de alcanzar la salud óptima de las personas, los animales domésticos, la fauna salvaje, las plantas y nuestro ambiente. Según la OMS,4,5 “Una salud” constituye un enfoque concebido para diseñar y aplicar programas, políticas, leyes e investigaciones, en el que múltiples sectores se comunican y colaboran para lograr mejores resultados de salud pública. Este concepto aborda áreas imprescindibles como la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico, la prevención y el control de las zoonosis, y la inocuidad de los alimentos.5,6
En el orden de la educación médica, tanto en el pregrado como en el posgrado, este tema reviste especial importancia, dada la necesidad de contemplar en los planes de estudio una visión integral de salud que incluya los componentes de la salud humana, animal y los ecosistemas que interactúan.
En el momento de la búsqueda fueron encontrados mediante búsqueda simple en Google y Google Académico, los términos de “Una sola salud” con 67 500 resultados y “una salud” con 44 300; también se consultaron numerosas bibliografías sobre el tema en las bases de datos PubMed, LiLaCS y otras.
Para compartir la sección en este número de la revista se contó con la colaboración de la MSc. Ileana Armenteros Vera, de la Dirección de Investigaciones del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, y de importantes especialistas cubanos: la Dra. Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia y Tecnología; la Dra. C. Miriam Portuondo Sao, especialista de esa dirección; y el Dr. José Luis Aparicio Suárez, director de posgrado del Ministerio de Salud Pública.
De la literatura consultada se seleccionaron aquellas que aportaban aspectos fundamentales para ofrecer una visión práctica del asunto. A continuación se describen:
“Historia y perspectivas del enfoque “Una Salud”, publicado en la revista Veterinaria, vol. 64, no. 210 de 2018, por el profesor Pablo Zunino, del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (Uruguay). Aquí se presenta una breve perspectiva histórica a partir de los primeros años de este siglo en que aparece el enfoque “Una Salud”, el cual se formalizó e institucionalizó como una estrategia sistémica para la promoción de la Salud Pública. Entre los desafíos a abordar desde la perspectiva de “Una Salud” se pueden mencionar la disponibilidad e inocuidad del agua y los alimentos, la resistencia a antimicrobianos, y la emergencia, reemergencia y propagación de zoonosis. Desde un punto de vista operativo se deberá considerar el desafío de la aplicación de instrumentos de acción global gestionados fundamentalmente por los Gobiernos y las corporaciones de los países. Puede obtenerse a través de la dirección: http://www.scielo.edu.uy/pdf/vet/v54n210/1688-4809-vet-54-210-46.pdf
El concepto “Una sola salud”: enfoque de la OIE. Boletín publicado por la Organización Mundial de Sanidad Animal, cuyo editorial, de su Director General Benard Vallat, aborda el concepto de “Una sola salud”. Se sintetiza que este “surgió de la consideración de las grandes oportunidades ligadas a la protección de la salud pública por medio de las políticas de prevención y control de patógenos en las poblaciones animales en la interfaz entre el hombre, el animal y el medio ambiente. Todas estas sinergias entre especialistas de la salud animal, de la salud pública y del medio ambiente aplicadas a nivel local, nacional y mundial contribuyen sin duda alguna a la mejora continua y simultánea de la salud pública y de la salud animal en el mundo”. Puede accederse a través de la dirección: https://www.oie.int/fileadmin/Home/esp/Publications_&_Documentation/docs/pdf/bulletin/Bull_2013-1-ESP.pdf
“El concepto Una salud como integrador de la interfase Humano-Animal-Ambiental, frente a las enfermedades emergentes, reemergentes y transfronterizas”, trabajo presentado por Edgardo Marcos, de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires, Argentina, en la revista Epidemiología y salud, vol. 1, no. 3 de 2013, y que puede localizarse en la dirección: https://www.siicsalud.com/pdf/eys_1_3_134303_51613.pdf. Tras reseñar el surgimiento y definir el concepto “Un mundo, una salud”, el autor analiza los factores implicados en la difusión de enfermedades emergentes. El marco de la globalización, la explosión demográfica y la expansión de la población humana llevan implícitos una mayor circulación de personas, bienes, alimentos, animales y sus subproductos, con la aparición de nuevos patógenos -en general, de origen zoonótico-, y la reemergencia de antiguas enfermedades supuestamente controladas y de enfermedades transfronterizas. Asimismo, aborda el análisis de estas situaciones de salud, que deben contemplar las modificaciones del ambiente de causa antropogénica. Al evaluar las posibles consecuencias de estas enfermedades se consideran los daños en la salud humana y animal; el impacto social por pérdidas económicas en la producción de alimentos y la posible pérdida de mercados externos e internos; y la creación de barreras paraarancelarias para restringir el ingreso de determinadas mercancías de origen animal o vegetal, y erogaciones suplementarias para implementar programas de control o de erradicación. Considera que se debe aceptar que el concepto “una salud” no admite más dilaciones para su aplicación. Veterinarios, médicos, biólogos y funcionarios de salud pública tienen que trabajar más estrechamente para prevenir, controlar y entender estas enfermedades.
“Una salud: estrategia para la docencia y la investigación interdisciplinar”, artículo presentado en el no. 68 de 2015 de la Revista de la Universidad La Salle por el profesor Luis Carlos Villamil Jiménez. El texto presenta una síntesis sobre la visión de las diversas culturas en el tema sanitario, la percepción temprana del concepto “una salud”, los hechos y tendencias que orientaron las políticas de salud pública. Además, enfatiza en cómo la emergencia de enfermedades y las inequidades en salud señalan la necesidad de aplicar una estrategia racional eficiente que, desde la intersectorialidad y la interdisciplinariedad, contribuya a la solución de los problemas sentidos en el ámbito global; y en que se configure y adopte la estrategia de una salud como una poderosa alternativa para potenciar los recursos económicos, humanos e infraestructurales que logren la eficiencia de los esfuerzos conjuntos para el mejoramiento de la salud humana, animal y ambiental. Destaca la posibilidad de que la academia y la investigación puedan incorporar esta temática como un elemento central en la discusión sobre la prevención y el control de las inequidades en salud, del ámbito nacional y continental, al sumar el concepto a las competencias del currículo y como norte para direccionar las acciones de investigación y transferencia. Esta publicación se puede encontrar en la dirección: https://ciencia.lasalle.edu.co/cgi/viewcontent.cgi?article=1459&context=ruls
“Un mundo, una salud: una propuesta de incorporación en la formación de pregrado en carreras de salud del sur de Chile”, publicado por el Dr. Alex Véliz Burgos y la Mg. Anita Dörner Paris, de la Universidad de Los Lagos (Chile), puede encontrarse en el vol. 5, no. 4 de 2018 de la Revista Inclusiones, que se puede obtener en la dirección electrónica: http://archivosrevistainclusiones.com/gallery/9%20vol%205%20num%204%202018octubrediciembrerv%20inclu.pdf. Ambos profesores desarrollan una propuesta para la incorporación del concepto de “un mundo, una salud” a la formación de pregrado de las carreras de salud en Universidades Regionales del sur de Chile, en una búsqueda de la unión de múltiples disciplinas a nivel local, regional y global, en el contexto actual, para obtener condiciones óptimas de salud para el hombre, los animales y el ambiente, lo que confiere importancia a la mirada holística de los problemas de salud. Bajo este contexto resulta pertinente incorporar esta mirada en los planes y programas de estudio, en experiencias clínicas o de procesos de práctica, de forma que los profesionales de salud puedan unir en su quehacer la idea de una salud global, que favorezca el trabajo integral entre las disciplinas que se preocupan por la salud pública.
“Una salud: estrategia imprescindible por un mundo sanitariamente más seguro”, material básico del curso impartido en la Convención Universidad 2020 por los profesores María Irían Percedo Abreu, Nivian Montes de Oca y Pastor Alfonso Zamora. Luego de la introducción se desarrolla un conjunto de definiciones sobre el tema y las áreas de imprescindible enfoque para “una salud”: la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico, la prevención y el control de las zoonosis, y la inocuidad de los alimentos, la resistencia a los antimicrobianos y la reducción de riesgos de desastres; así como la formación de grado y posgrado. Este material se puede encontrar en la dirección: http://eduniv.reduniv.edu.cu/fetch.php?data=671&type=pdf&id=676&db=0
“Enfermedad por coronavirus: La importancia de enseñar zoonosis bajo el enfoque de `Una Sola Salud´”, breve carta al editor del profesor Manuel E. Cortés, enviada a la revista Investigación en Educación Médica, de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México. Su autor enfatiza la importancia de enfrentar estas zoonosis mediante un esfuerzo colaborativo bajo el enfoque de “Una Sola Salud” (One Health), que puede integrar a la salud humana, animal y ambiental, interrelacionadas con diversos aspectos, por ejemplo, el agroalimentario. Puede alcanzarse en la dirección: https://www.medigraphic.com/pdfs/invedumed/iem-2020/iem2035m.pdf
“Incorporating one health into medical education”, artículo de debate publicado por Peter M. Rabinowitz, Bárbara J. Matterson Horowitz, Laura H. Kahn y otros en la revista Medical Education en 2017. En el texto se explica que “una salud” (One Health) resulta un concepto emergente que enfatiza los vínculos entre la salud humana, animal y ambiental, así como la necesidad de comunicación y colaboración interdisciplinarias para abordar problemas de salud, incluidos las enfermedades zoonóticas, los impactos del cambio climático, y el vínculo entre humanos y animales; y promueve la resolución de problemas complejos a través de un marco de sistemas que considera las interacciones entre humanos, animales y su entorno compartido. Se especifica que es posible que los educadores médicos aún no estén familiarizados con el concepto, aunque el enfoque de Una sola salud ha sido respaldado por varias de las principales organizaciones médicas y de salud pública y está comenzando a implementarse en varias escuelas de medicina.
Este artículo revisa la clínica y los aspectos de investigación del enfoque “Una Salud” a través de un caso ilustrativo que actualiza el modelo biopsicosocial, y propone un conjunto básico de competencias para la formación y educación de los proveedores de atención de la salud humana. Puede encontrarse en la dirección: https://bmcmededuc.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12909-017-0883-6
“One Health in the context of medical and veterinary education”, publicado en la Revue Scientifique et technique (International office of Epizootics) por I. McConnell, donde se analiza la mejor manera de desarrollar las plataformas educativas que pueden fomentar una apreciación más amplia de la importancia del concepto de “Una sola salud” (One Health) en la educación médica y veterinaria. Hay muchos ejemplos convincentes, desde la genética hasta las enfermedades infecciosas, en los que se han logrado avances significativos en la medicina y la medicina veterinaria al aplicar los principios de One Health; es decir, al reconocer la interconexión entre la medicina, la medicina veterinaria y las ciencias afines. En el plan de estudios médico y veterinario, el objetivo debe ser el de garantizar que se aprovechen todas las oportunidades a lo largo de la enseñanza preclínica y clínica para incorporar las lecciones que se han aprendido de las historias de éxito de One Health. Esto garantizará que se sigan logrando avances y que una cultura científica más penetrante y con visión de futuro sostenga a One Health en el futuro. Puede obtenerse en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26605435/ ó https://www.healio.com/news/infectious-disease/20120225/one-health-initiative-will-unite-veterinary-human-medicine
“The need for one health degree programs”, comentario publicado por Laura H. Kahn, de la Universidad de Princeton, en la revista Infection Ecology and Epidemiology, en 2011. Este ofrece sugerencias para mejorar la salud y la educación públicas, al destacar los principios de Una sola salud, y la integración de las ciencias humanas, veterinarias y ambientales. One Health se reconoce cada vez más como un enfoque poderoso para la prevención y el control de enfermedades zoonóticas, que aumenta la productividad y la seguridad alimentaria, y mejora la bioseguridad y muchas áreas de la investigación biomédica. Puede encontrarse en la dirección: https://www.researchgate.net/publication/230812301_The_need_for_one_health_degree_programs
También pueden consultarse algunos sitios o blogs en internet sobre este tema, que permiten profundizar en diversos y útiles aspectos:
OMS. El enfoque multisectorial de la OMS “Una salud” (Fig. 1).
Organización Mundial de Sanidad Vegetal. Una sola salud (Fig. 2).
CReSA & the city: Una sola salud une humanos, animales y ecosistemas. Blog del Centre de Recerca en Sanitat Animal (Fig. 3).
Centro de Educación Ambiental. One Health: una sola salud para el planeta (Fig. 4).
The conversation. “Un mundo, una salud” (Fig. 5).
El tema tratado y su enfoque en la esfera de la Educación Médica Superior cobra vital importancia en la actualidad, donde la salud humana y animal accionan en un ecosistema complicado por el incremento del cambio global, el aumento de la población, la situación económica mundial, entre otros factores. Por esto se hace necesaria la investigación y revisión de las estrategias tradicionales y, sobre todo, la actualización de los planes de estudios en las ciencias médicas y otras afines, que intervienen en los procesos de salud.
A continuación, se da paso a las reflexiones de los especialistas invitados.
Reflexiones sobre el tema
La salud, anhelo común e individual, es tan fácil de definir como de consensuar. A través de un examen crítico y minucioso, esta oportunidad permite discurrir sobre un tema esencial, permeado por la cosmovisión de profesionales de diferentes ramas, y la humanidad toda, que provee convicciones profundas e ideas muy interesantes. Las tendencias actuales en el ámbito de la salubridad y las principales directrices para ampliar la “salud de todos” tienen que ser más y mejor analizadas en la globalización e inter-fase entre todas las formas de vida y más allá de sus aparentes fronteras, interpretadas, compartidas y abrazadas, precisamente, para hallar una adecuada concertación de esfuerzos y satisfacer los “objetivos del milenio”, de cada región, país, provincia o estado, municipio, localidad e institución.
Muchos profesores, personalidades y buenos profesionales han conceptualizado la salud humana; también paneles de expertos de prestigiosas instituciones del orbe y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es recomendable acercarse a tan valioso patrimonio intelectual, estudiarlo detenidamente, reflexionar e intentar construir, individual o colectivamente, una definición a la luz del siglo que transcurre.7,8
La evolución histórica del concepto de salud va, en breve síntesis, desde la “ausencia de enfermedad e invalidez” (cénit de lo nosológico), pasando por el “bienestar físico, mental y social” (que integra lo psicológico y sociológico, y deviene incipiente proyección de “calidad de vida”), sin excluir lo ya referido: el reconocido “equilibrio con el entorno y la adaptación a este”, la “capacidad de funcionar”; además de los citados bienestar y equilibrio, la “salud conductual, como estilo de vida”, la “salud con enfoque dinámico, holístico e integral” y la “salud como desarrollo personal y social”.7
Dado que se utiliza por la mayoría de las naciones y universidades, y está vigente aún, se sintetizan las ventajas del concepto de salud de la OMS (Cuadro 1).
Superó el enfoque asistencialista sanitario predominante hasta entonces, que entendía la salud como “ausencia de enfermedad o lesión”. La definición, normativa y deontológica es referencia para la concepción e implementación de políticas de salud. Amplía la connotación, de manera holística y progresista, al trascender lo meramente somático y psicológico. La característica multidimensional de la salud hace necesaria la interdisciplinariedad en su estudio, aseguramiento y sostenibilidad. Un nuevo paradigma, que supera al biologicista, inspira pertinentes intervenciones sociales para contribuir a la salubridad y promueve objetivos en esta dirección. Determina un protagonismo de todos los actores sociales para alcanzar y preservar la salud. |
Al concepto de la OMS se le han realizado críticas y señalamientos durante varias décadas. Este se ha considerado una definición “utópica, estática y subjetiva”. En tal sentido, el cuadro 2 resume las principales observaciones.
Subjetivo el concepto, al equiparar “bienestar” a “salud”. Los términos, además, devienen un problema epistemológico, al no existir un consenso universal. Aun sintiéndose bien, un individuo puede estar enfermo. La definición es estática al considerar la salud como estado. Utópica, tautológica e ideal, dado que el “estado de completo bienestar” es un objetivo difícilmente alcanzable, una expresión de deseo. Definición cuestionable, al resultar la salud un proceso cambiante, dinámico, en tanto el proceso en el que pueden darse diversos grados o niveles desde el óptimo (nivel más elevado posible de bienestar físico, mental, social y espiritual) hasta la muerte prematura (que quizás hubiera podido evitarse). |
Sin embargo, existe consenso en el necesario cambio de paradigma en el campo de la salud: de “biomédico”, que se juzga obsoleto, al “socio-biológico”, más atinado e iluminado por las evidencias.
La salud, que se genera en la digna cotidianidad de la vida, es una construcción anhelada e inacabada, que tiene como visión la plenitud gozosa, en un contexto armónico, y que se ha nutrido de lo mejor de las etapas primigenia, antigua, renacentista y moderna, sin excluir las premoniciones del posmodernismo, hacia el estilo de vida óptimo para el bienestar sostenible, que integra convenientemente, en un proceso complejo, lo “biopsicosocial” con otros dinámicos procesos de la vida y la naturaleza, sin excluir la prosperidad de las potencialidades humanas ni la influencia de la vastedad cultural (Cuadro 3).
|
---|
Salud plena es espíritu libre y puro, en biología íntegra, sin la sombra de riesgos, dentro de una sociedad justa y feliz, que se desarrolla en un entorno natural favorable. |
Salud es coherencia y deleite en lo multidimensional de la vida, que abarca de sí lo biológico y lo psicológico, sin excluir lo moral ni lo que se aporta de lo común, y más allá de sí la influencia benéfica de lo social, un entorno favorable y un ambiente natural salutogénico. |
La salud es un dinámico proceso, relativo a la vida, que, excluyendo daños a la propia condición, se expresa cualitativamente en un grado variable de armonía benéfica, de acuerdo con las influencias de una amplísima gama de interrelaciones multisistémicas y adaptativas, donde se conjuga, e integra positivamente, lo propio del ser humano, en toda su dimensión, con la familia, el contexto sociocultural, político, económico, ecológico/ambiental y sanitario, la humanidad y el universo. |
Nota: *José Luis Aparicio Suárez.
Obviamente, la respuesta a los problemas de salud, incluyendo la emergencia y reemergencia de no pocas enfermedades, así como la vigilancia epizootiológica y de patógenos que pueden llegar a los humanos a través de los alimentos u otras fuentes, puede resultar más ágil, certera y eficiente si se logra la contribución de todos los actores sociales. Asimismo, se requiere liderazgo en el enfrentamiento a la peligrosa “pandemia de resistencia antimicrobiana y antiparasitaria”, y análisis profundo de todos los riesgos inherentes, precisamente para actuar en la prevención y el control de estos.
Las vías por las que los microbios y parásitos enferman al hombre y sus fuentes de alimentación no reconocen fronteras ni orígenes. Esto se hace cada día más patente a partir del cambio climático y se manifiesta con gran severidad -como se observa en la actual pandemia que azota el mundo, reconocida como la de mayor envergadura y mortalidad en la historia de la humanidad-. Por lo anterior, tampoco deben existir límites ni divisiones en las disciplinas que permitan su prevención, diagnóstico y atención en aras de lograr una verdadera Salud para el planeta.
Cuánto antes el mundo se apropie y aplique las fortalezas derivadas de este concepto enunciado por la OMS, con un enfoque concebido para aplicar políticas, programas, leyes e investigaciones en las que todos los sectores implicados colaboren, mejores serán los resultados que se alcancen.6
“Una Salud” se considera un concepto emergente y hoy incluye no solo peligros biológicos, sino también los relacionados con la polución ambiental, el cambio climático y los problemas de la frontera hombre-animal, incluidos los derivados de las condiciones sociales, económicas y políticas, lo cual implica planteamientos más holísticos, colectivos y resolutivos, al servicio de soluciones lógicas y prácticas.9
Cuba inició acciones concretas para la adopción del enfoque de “Una Salud” en 2015, con varios talleres y eventos nacionales e internacionales que mostraron los principales resultados en diferentes sectores del país. En la actualidad se cuenta con el desarrollo de proyectos de investigación-desarrollo, y acuerdos entre organismos y organizaciones académicas y sociedades científicas, aún insuficientes para afrontar de manera más efectiva las amenazas globales a la salud y recientemente la crisis mundial provocada por la pandemia de la COVID-19. En el actual contexto se aprobó un Plan de Acción que permitiera la organización multisectorial e implementación de la estrategia para lograr “Una Salud”.
El plan concibe la propuesta de fortalecimiento de capacidades para incrementar la resolutividad del diagnóstico en todos los sectores, a partir de la optimización de los recursos materiales y financieros disponibles, y la completa cobertura nacional; y propone el desarrollo de un sistema de vigilancia epidemiológica integrado con enfoque en “Una Salud” para la alerta temprana y la estrategia para el enfrentamiento intersectorial a la Resistencia Antimicrobiana (RAM) y la Resistencia Antiparasitaria (RAP), el enfrentamiento intersectorial a las zoonosis, así como el fortalecimiento de la inocuidad alimentaria.
También tiene previsto una estrategia para fortalecer la intersectorialidad, así como un componente de capacitación/comunicación, donde se contempla introducir en la formación de los universitarios, de todas las disciplinas de las ciencias médicas, los principios de “Una Salud”. De igual manera, se prevé desarrollar una estrategia comunicacional efectiva para la educación sanitaria de la población sobre este tema.
En el programa de estudios de ciencias médicas se han realizado las proyecciones en innovación/investigación para brindar soporte a las prioridades establecidas en cada una de las áreas del enfoque a “Una Salud”, la aplicación de una herramienta de evaluación de la planificación, implementación y resultados de las iniciativas contempladas a diferentes niveles de trabajo (nacional, provincial, municipal); así como, el desarrollo y/o armonización de normas y legislación para el ordenamiento de los temas integrados en este enfoque.
Sobre la enseñanza específicamente de este tema se revisarán las asignaturas, tanto del pregrado como del posgrado, tributarias de modificación de sus planes de estudios, para lograr la formación de un profesional en las diferentes ramas de las ciencias que sea capaz de integrar y aplicar las herramientas y los principios de “Una Salud”.
De esta manera, Cuba tiene en la actualidad, como nunca antes, condiciones para implementar la estrategia “Una Salud”, a partir de la experiencia de integración, investigación e innovación desarrollada en el enfrentamiento a la COVID-19, y el fortalecimiento de los laboratorios de biología molecular en la red de higiene y epidemiologia del país, los cuales constituyen una fortaleza desde el punto de partida de esta estrategia, con una mirada a la eliminación de cuartones entre las diferentes ramas que deben integrarse para su desarrollo.