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Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología

versión impresa ISSN 0864-215Xversión On-line ISSN 1561-3100

Rev Cubana Ortop Traumatol v.10 n.1 Ciudad de la Habana ene.-jun. 1996

 

Lesiones del deporte en niños

DR. RUSSELL J. CRIDER1
  1. Section of Pediatric Orthopaedic. The Musculoskeletal Institute. North Shore University Hospital/ N.Y.U. Medical School. Manhasset, New York 11030.
Crider RJ. Lesiones del deporte en niños. Rev Cubana Ortop Traumatol 1996;10(1): - .

Las lesiones del deporte en niños y adultos ocurren en la estructura anatómica más débil. La diferencia mayor de las lesiones del deporte entre los niños y los adultos consiste en que la estructura más débil en los niños es, frecuentemente, la placa del crecimiento y, en los adultos, son ligamentos. Por lo tanto, «el eslabón débil» cambia según el niño madura y las placas del crecimiento cierran. La definición de niño para los propósitos de esta presentación, es una persona joven cuyas placas del crecimiento están abiertas.

Los tipos de lesión se establecen sobre la base de las regiones anatómicas comprendidas.

Las lesiones alrededor del hombro y del codo con regularidad son provocadas por el lanzamiento. Los síntomas del hombro elevado y con sobreúso son detallados y tratados según la estructura anatómica comprendida. Las estructuras en el hombro incluyen el manguito rotador y los músculos redondo menor, supraespinoso, infraespinoso y subescapular, así como la epífisis proximal del húmero. Las lesiones medial, lateral y posterior del codo provocadas por el lanzamiento se analizan según su causa: debido a las fuerzas compresivas, de tensión o de choque, respectivamente, que ocurren cuando se realiza el movimiento de lanzar. Las lesiones compresivas laterales consisten en el «síndrome de Panner», compuesto de microfracturas de la superficie articular del capitellum, las que, si no se tratan, pueden producir trastornos en el codo durante la adultez. Las fuerzas mediales de tensión producen frecuentemente dolor en el área de la apófisis del epicóndilo medial, debido a tracción residivante del ligamento colateral medial, inducida por la aceleración súbita en rotación interna, como se ve en el movimiento que se realiza al lanzar. Finalmente, las fuerzas posteriores de choque se observan cuando el olécranon choca dentro de su fosa en el húmero durante el movimiento de lanzar.

El tratamiento de la mayoría de estos «síndromes de sobreúso», consiste en reposo, compresas de agua fría (inicialmente), antiinflamatorios orales mientras sean necesarios, rehabilitación y, lo más importante, el cambio del mecanismo de la actividad que produce dolor, como el picheo. Además, se sugiere que si el niño que está en crecimiento tiene alguno de los problemas ya mencionados en el codo o en el hombro, debido a a la práctica reiterada del lanzamiento, debe cambiarse de posición al paciente (ejemplo, de picher a segunda base) hasta que el crecimiento del paciente haya concluido. Debe señalarse que si no se toman en cuenta estos síntomas en el joven en crecimiento, puede destruirse una carrera deportiva prometedora en la adultez por ignorar una afección fácilmente tratable en la infancia.

La rodilla del adolescente puede desarrollar problemas específicos, como anomalías de la rótula (inestabilidad y condromalacia). El tratamiento para el síndrome de dolor subpatelar, frecuentemente observado en las muchachas adolescentes, consiste esencialmente en ejercicios limitados del cuádriceps, los tendones de la corva y para el fortalecimiento de la cadera. La cápsula articular de la rodilla también puede ser útil sintomáticamente. Además, el empleo ocasional de la liberación artroscópica retinacular lateral puede ayudar mucho en casos recalcitrantes severos, donde la rótula no puede ser subluxada medialmente, o el borde lateral elevado, por quien realiza el examen.

Las fuerzas de tensión reiteradas que el tendón de la rótula imprime al tubérculo anterior tibial y a la apófisis tibial puede conducir a la enfermedad de Osgood-Schlatter. Para evitar este trastorno es conveniente el reposo periódico y la aplicación de hielo. Como los demás trastornos de las placas del crecimiento éste es autolimitado, cuando, al arribar a la madurez, las placas de crecimiento cierren la molestia se calmará. Frecuentemente se deja una protuberancia ósea que no produce molestia y que puede ser eliminada en la adultez.

La tendinitis de la rótula (rodilla del saltador) se diagnostica por el dolor en el polo superior o inferior de la patela y se trata como los otros síndromes de sobreúso ya analizados.

La osteocondritis disecante, que muchos piensan que es un problema relacionado con el trauma en la rodilla del adolescente, puede ser tratada exitosamente por medio de la inmovilización si las placas del crecimiento están abiertas. Si el fragmento óseo está dislocado, entonces es necesaria la cirugía artroscópica para, si es posible, llevar nuevamente a su lugar el fragmento.

Como en la mayoría de las dolencias médicas, la profilaxis es la mejor forma de tratamiento. Las causas fundamentales de las lesiones del deporte, como mostró un estudio realizado en el área de la ciudad de Nueva York, revelaron que un gran número de esas lesiones estaban relacionadas con lo siguiente:

  1. Lesiones previas que no habían sido rehabilitadas adecuadamente.
  2. Se usó un equiamiento inadecuado.
  3. Hubo una supervisión inadecuada.
  4. Acolchonamiento inadecuado en áreas donde los niños saltan habitualmente (barras, columpios, equipos de gimnasia y otros).
El tratamiento primario de las lesiones del deporte en el niño en crecimiento es el reposo y evitar la actividad dolorosa específica, de modo que pueda producirse la curación apropiada. Así, la secuela a largo plazo puede ser eliminada y, cuando las placas del crecimiento cierren en la madurez, el paciente podrá participar de nuevo en la práctica deportiva plenamente sin problemas.

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