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Los traumatismos osteomusculares suponen una de las causas más importantes de enfermedad y discapacidad. Solo en Estados Unidos se han descrito 180 millones de nuevas fracturas por año y 34 000 fracturas de cadera. La incidencia de estas lesiones en países en vías de desarrollo se ubica entre 700-1500 fracturas por cada 100 000 personas al año. Lo anterior supone una carga económica para el sistema de salud y el núcleo familiar del paciente afectado.1
Las tendencias de entrenamiento convencionales de ortopedia, más las extenuantes horas en el Servicio de Traumatología, los cambios en los diferentes marcos legislativos y los presupuestos de atención médica, las expectativas de los pacientes y la escasez de especialistas motivan a innovar en la eficiencia y el rendimiento de nuevas herramientas para el aprendizaje del manejo del trauma ortopédico. La enseñanza de esta especialidad se ha catapultado en la última década con la evolución informática, y las diferentes capacidades de imágenes y realidad virtual.1
El entrenamiento en cirugía de ortopedia se basa en la práctica convencional o la realidad virtual, que abarca la realidad aumentada y la mixta. Las ventajas de estas últimas tecnologías son la inmersión visual total, y los movimientos e interacciones en un entorno artificial, generado por computadora, que puede incorporar estímulos artificiales como sonidos o controladores manuales para mejorar la experiencia interactiva. De acuerdo con la complejidad de las tecnologías, también involucran sistemas más precisos de simulación de tacto, vibración, movimiento y sensores de posición.2
Resulta de interés general exponer las herramientas que facilitan dicho entrenamiento; por ejemplo, los simuladores de realidad virtual para la reparación quirúrgica implican técnicas de reducción y fijación de fragmentos de fractura por medio de tornillos, placas o implantes, según la naturaleza y la complejidad de la fractura. El TraumaVision® simula escenarios de trauma ortopédico, como fracturas del cuello femoral, trocantérica, de eje femoral, de pelvis y cirugía de columna, y ofrece módulos de aprendizaje con respecto a habilidades de perforación, tornillos canulados, tornillos dinámicos de cadera y capacitación en fluoroscopia.3
Otros escenarios en la simulación de perforación ortopédica son relevantes, teniendo en cuenta que los procedimientos exigen complejidad motora, destreza y experiencia. El Geomagic Touch X ® permite la detección de la posición y la salida de retroalimentación de fuerza precisa; además, contribuye a apreciar la resistencia del tejido y el hueso, e, incluso, diferenciar el hueso cortical y esponjoso.4
La planeación quirúrgica también forma parte del aprendizaje por realidad virtual. Castro y otros5 utilizan una herramienta que, a través de imágenes en espejo de fracturas mandibulares atróficas, facilita el entrenamiento en la alineación de piezas y la restauración de segmentos incompletos; asimismo, genera un desenlace beneficioso para la reducción del tiempo quirúrgico con resultados clínicamente satisfactorios.
Para el entrenamiento del desarrollo y la implantación de prótesis, se encuentra el sistema Virtual Operation Planning in Orthopaedic Surgery (VIRTOPS®) ideal para la preparación y planificación de cirugías. Este software, mediante la simulación, resulta muy útil para procedimientos de cadera y pelvis; incluye dentro de su planeación, reconstrucciones de endoprótesis con reemplazos hemipélvicos y la planificación de prótesis flexibles en tumores óseos. Su funcionalidad se basa en la recreación de modelos 3D a partir de imágenes de tomografía y resonancia magnética nuclear; además, mediante funciones de mapeo de estructura, codifica colores y parámetros que ayudan a visualizar la geometría y el posicionamiento de la prótesis.6
Orland y otros evalúan la finalización y la precisión en procedimiento de inserción de clavo intramedular tibial por realidad virtual. Los resultados fueron satisfactorios y demuestran que el uso de este tipo de tecnologías contribuye a que los alumnos comprendan mejor los procesos y las maniobras quirúrgicas.7
La realidad virtual incluye limitaciones con respecto a la calidad de la imagen, el grado de inmersión, la precisión táctil y problemas técnicos como la duración de la batería y las tecnologías inalámbricas, así como su costo de adquisición. No obstante, los simuladores de entrenamiento de realidad virtual ayudan a desarrollar una apreciación visoespacial de la anatomía, proporcionan a los especialistas en formación un entorno controlado y de bajo riesgo para practicar técnicas antes de intentarlas en un paciente real. Por consiguiente, se hace necesario la implementación de más estudios para evaluar el desempeño de dichas tecnologías.













