Estimado editor:
Es de vital importancia el diagnóstico temprano del cáncer de los párpados, pues de esto depende el tratamiento oportuno, ya sea quirúrgico o no quirúrgico, como es el uso de inmunomoduladores. La sospecha precoz de un tumor maligno de los párpados, incluso desde la atención primaria de salud, puede contribuir a minimizar los daños estéticos y funcionales.
El 90 % de los cánceres de la piel se localiza en la región de la cabeza y del cuello, y el 10 % afecta los párpados.1 La investigación de Rojas Rondón y otros2 destaca el número considerable de pacientes que asisten a la consulta por esta patología y las características clínicas e histológicas de los tumores malignos más frecuentes en los párpados, como son el carcinoma basocelular (CBC), el carcinoma espinocelular (CEC) y el carcinoma de células sebáceas (CCS). Los autores se propusieron evaluar la concordancia entre el diagnóstico clínico e histopatológico de dichos tumores.
Como un aspecto positivo del artículo, Rojas Rondón plantea que es de interés conocer la concordancia entre el diagnóstico clínico e histopatológico de estos tumores malignos de los párpados, y en el presente se obtiene mayor concordancia en el carcinoma basocelular; no así en el resto de los tumores estudiados.
Como otro aspecto de mucho valor del artículo es que se resalta que el cáncer de los párpados es una patología más frecuente en países tropicales, por lo que Cuba no está exenta de esto y en la etiología juega un papel primordial la exposición solar excesiva,3,4) con una alta prevalencia en pacientes mayores de 50 años;4) por lo que otro dato de importancia en el artículo es que la edad media de aparición es de 62,6 años, pero se diagnosticó un paciente de 20 años de edad y también otros con edad inferior a los 40 años, lo que alarma al gremio de la Oftalmología ante la tendencia de aparición de la enfermedad en edades tempranas.
Es de gran interés en las Ciencias Médicas la búsqueda de un tratamiento eficaz de esta patología, teniendo en cuenta que los tumores malignos en esta localización pueden llegar a afectar en gran medida al órgano de la visión hasta mutilarlo. El tratamiento del carcinoma basocelular de los párpados está dirigido a erradicar el tumor con el objetivo de prevenir su progresión y recurrencia.
Como elemento negativo en el artículo, se pone de manifiesto el índice débil de la concordancia (índice de Kappa), lo que pudiera obedecer −como bien plantea la autora− a los errores plasmados en la solicitud de la biopsia. Usualmente se coloca la impresión diagnóstica no concluyente, como es el carcinoma o tumor de párpado, y se debe especificar el tipo.
Es importante señalar que algunos signos clínicos de malignidad se pueden observar en lesiones benignas y premalignas. Las telangiectasias son características también de otros tumores malignos y la presentación clínica del CCE no es patognomónica. Pudiera tomarse en cuenta la incorporación de esta temática en los planes de estudio de pregrado, con la finalidad de que los nuevos profesionales cuenten con los conocimientos necesarios para remitir a los pacientes con sospecha de estas entidades desde las áreas de salud en el período incipiente.
Es un reto para los cirujanos oculoplásticos lograr un diagnóstico certero de estos tumores malignos.