SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.23 número1-2Declaración de MontrealOrganización Mundial de la Salud: La Declaración de Melbourne sobre prevención y control de traumatismos índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466versión On-line ISSN 1561-3127

Rev Cubana Salud Pública v.23 n.1-2 Ciudad de La Habana ene.-dic. 1997

 

Carta de Salvador*

* La epidemiología en la búsqueda de la equidad en salud.

Los epidemiólogos reunidos en el III Congreso Brasilero, II Congreso Iberoamericano y I Congreso Latinoamericano de Epidemiología, realizado en Salvador, Bahía, Brasil, del 25 al 28 de abril de 1995 para analizar la situación de salud en este final de milenio y contribuir, desde la perspectiva de la Epidemiología, para su esclarecimiento, consideran su deber ético como profesionales y ciudadanos, compartir con la población, con los profesionales de salud de nuestros países y con todos los colegas epidemiólogos, las siguientes reflexiones.

La globalización de la economía, la caída de las fronteras entre los países, los nuevos procesos tecnológicos, la velocidad fantástica de la comunicación en el ciberespacio y el progresivo esclarecimiento de la estructura genética, entre otros factores, sugieren la llegada de una nueva época para la humanidad. Estos cambios deberían posibilitar mayor interacción y fomentar la solidaridad entre los pueblos, la utilización racional de los recursos naturales y la vida cotidiana en condiciones de bienestar. Sin embargo, en lugar de dar mayor racionalidad al proceso productivo en el mundo, estas transformaciones han acentuado las desigualdades entre países pobres y ricos, contrariando frontalmente la meta de búsqueda de la equidad.

La caída y la modificación de las fronteras, expandiendo los límites de la interacción humana, más allá de sus aspectos positivos, han contribuido a la intensificación de los conflictos étnicos y sociales, a la restricción de la libre circulación de las personas y al incremento de la violencia.

La introducción de nuevos procesos tecnológicos que podrían liberar al hombre del trabajo insalubre y aumentar el tiempo para el descanso y el placer, en lugar de significar mayor bienestar para todos, frecuentemente ha llevado al desempleo a grandes contingentes de trabajadores, además de generar nuevos problemas de salud.

La creación y ocupación del espacio virtual que permite al hombre su presencia simultánea en varios lugares, posibilita también la circulación del capital financiero, capaz de quebrar la economía de los países y empobrecer súbitamente pueblos enteros.

El desarrollo de la biología molecular, que apunta a la superación de los límites impuestos por la naturaleza e implica beneficios inimaginables anteriormente para la humanidad trae consigo el riesgo de manipulaciones éticamente inaceptables y de la transformación del patrimonio genético de los seres vivos en propiedad privada, sometiendo la vida a la lógica del mercado.

Ante los procesos que amenazan la sobrevivencia del planeta, la violencia, el deterioro de la calidad de vida y la priorización de los intereses económicos sobre el bienestar de la mayoría, la defensa de la vida humana en condiciones de igualdad y solidaridad se convierte en una nueva tarea política, ética, científica y social. Sin perder la especificidad de sus campos de investigación y de acción, y enriqueciendo sus contenidos, métodos y esfuerzos positivos, la Epidemiología busca permanentemente articular estas cuestiones en su trabajo científico.

Todas las transformaciones que afectan al mundo moderno tienen repercusiones para la vida y la salud de las personas y significan muchas veces el agravamiento de situaciones de iniquidad.

El acelerado incremento de las desigualdades sociales en todos los países -al aumentar las distancias entre los que poseen recursos, oportunidades, bienes, servicios, informaciones y conocimientos y aquellos que no poseen nada convierten la superación de la iniquidad en uno de los mayores desafíos para la sociedad en general y para el sector salud en particular. Los epidemiólogos tenemos al respecto un papel esencial tanto en su estudio y en el reconocimiento de sus indicadores y formas de expresión, como en la formulación de alternativas equitativas, democráticas y participativas. En esta dirección se viene avanzando mucho.

Gracias a los esfuerzos de los investigadores, de los profesionales y técnicos de salud y de poblaciones organizadas y participativas, la Epidemiología ha contribuido significativamente a la búsqueda de respuestas a los problemas de salud, investigando y produciendo conocimientos relevantes acerca de los determinantes de tales procesos.

Los sistemas de salud de nuestros países sufren las consecuencias negativas de la coyuntura mundial las cuales, sumadas a las particularidades político-institucionales locales, contribuyen al desmantelamiento de sus estructuras, reduciendo aún más su efectividad contra las enfermedades y a favor de la vida. La Epidemiología, entendida también como instrumento para la reorientación de los servicios de salud, participa, de manera decisiva, en la formulación de diagnósticos de situación, en la identificación y delimitación de los problemas y tendencias de mayor interés, en la vigilancia y acompañamiento de las situaciones, servicios y proyectos e, inclusive, en la evaluación de actividades y programas.

El conjunto de estos eventos que reunieron más de 3 000 epidemiólogos para discutir un amplio espectro de problemas, compartir los esfuerzos para enfrentarlos y debatir las diferencias, constituye en sí mismo una evidencia de los avances de la Epidemiología, de su madurez, del respeto a la diversidad y la pluralidad de posiciones y de la posibilidad de construcción de alternativas comunes. Consolidar los avances conceptuales, metodológicos, pedagógicos, tecnológicos y prácticos es otra tarea prioritaria en la agenda de los compromisos sociales de la Epidemiología en la actualidad.

Sin duda, una de las grandes tareas científicas y sociales de la Epidemiología es trabajar en la solución positiva de los desafíos que la práctica social, el desarrollo científico y tecnológico y los reordenamientos económicos, políticos, éticos y jurídicos presentan a la humanidad.

Los participantes en estos Congresos de Epidemiología asumimos y convocamos a todos los epidemiólogos a contraer el compromiso de intensificar el trabajo en la búsqueda de la equidad, en la defensa de la vida con dignidad y solidaridad, en la consolidación de los avances ya logrados, y en el enfrentamiento de los desafíos ya conocidos y de los que surgen a diario en el esfuerzo por entender y transformar la situación de vida y salud de los pueblos de los que hacemos y nos sentimos parte.

Salvador, 28 de abril de 1995.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons