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Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466versión On-line ISSN 1561-3127

Rev Cubana Salud Pública v.28 n.1 Ciudad de La Habana ene.-jun. 2002

 

Historia de la Salud Pública

Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas

Revistas Médicas Cubanas fundadas entre 1881 y 1885

José Antonio López Espinosa1

Resumen

Se describen algunos aspectos formales y del contenido de las revistas médicas cubanas, surgidas durante el quinquenio 1881-1885. Entre ellas se destacan la que constituyó el primero órgano de una agrupación científica concebida únicamente para médicos; la primera en registrar datos clínicos de los casos atendidos en una institución de salud, y la primera dedicada a promover el desarrollo científico en una región del interior de la isla. Este artículo trata de ser otra modesta contribución a la historia de la bibliografía médica cubana, a los efectos de facilitar el conocimiento de este componente tan importante del patrimonio cultural de la nación.

DeCS: PUBLICACIONES PERIODICAS/historia; BIBLIOGRAFÍA DE MEDICINA; CUBA.

Cuando terminó la guerra de los diez años, se produjo en Cuba un despertar de la actividad intelectual, dormida como consecuencia de la contienda armada que se libró en sus campos desde el Grito de Yara el 10 de octubre de 1868, hasta el Pacto del Zanjón el 10 de febrero de 1878. Una de las manifestaciones más elocuentes de este resurgir fue la fundación de agrupaciones científicas, que representaron hermosos exponentes de la capacidad intelectual de los cubanos.

El doctor Serafín Gallardo Alcalde, quien contó con la ayuda de su colega Claudio Delgado Amestoy y la anuencia de los igualmente doctores Fernando González del Valle y Cañizo, Raimundo de Castro y Allo, Antonio Díaz Albertini, Antonio Mestre Domínguez, Joaquín García-Lebredo Lladó, Luis Montané Dardé, José Clairac Blasco, Juan M. Espada Montano y Manuel Valdés-Bango León, se reunió con varios médicos a mediados de 1879 para expresarles su propósito de fundar una sociedad que se dedicara únicamente al estudio clínico de las manifestaciones morbosas. Después de varias reuniones preliminares, el día 29 de junio de ese año se discutió y aprobó el Reglamento por el cual debía regirse la agrupación, el que fue oficialmente sancionado por el Gobierno General de la Isla el 3 de julio siguiente. Bajo la presidencia del doctor González del Valle, se celebraron el 31 de agosto las elecciones de su primera Junta de Gobierno y de la Junta de Examen y Publicación, con sus Secciones de Medicina y de Cirugía. Como resultado de los comicios, fue elegido Presidente el doctor Serafín Gallardo; Vicepresidentes los doctores Antonio Mestre y Federico Horstmann Cantos y Secretario General el doctor Claudio Delgado.1

Tres meses después, exactamente el 11 de octubre, la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana sirvió de sede a la solemne inauguración de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, la primera corporación científica cubana genuinamente médica, integrada por facultativos de todo el país conscientes de la necesidad de consagrarse a la adquisición y perfeccionamiento de los conocimientos medicoquirúrgicos y de generalizar entre sus colegas el fruto de sus tareas.2

Archivos de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana

En 1881 surgió una publicación con ese título, para registrar los trabajos y las actas de las sesiones de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana. En sus inicios aparecía irregularmente en forma de libro, y su lectura estaba limitada a los miembros de la agrupación que representaba.3 Los Archivos mantuvieron el mismo formato en sus seis primeros volúmenes, correspondientes a los años 1881 (fig. 1), 1882, 1888, 1890 y 1895 (el volumen 5 y el 6 abarcaron este último año), los cuales acumularon 210, 170, 80, 98, 406 y 300 páginas respectivamente.4

Fig. 1. Cubierta del primer volumen de Archivos de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.

A partir de enero de 1896, esta publicación se convirtió en una revista mensual, dirigida por los doctores Antonio Rodríguez Ecay y Tomás V. Coronado Interian.

A juicio del célebre oftalmólogo cubano, el doctor Juan Santos Fernández y Hernández, el mérito de los Archivos se correspondía con el del cuerpo médico que le dio nombre y que tanto ayudó a caracterizar la medicina del último cuarto del siglo XIX en Cuba,5 época en la que el célebre profesor de la Facultad de Medicina de París Joseph Grancher llegó a manifestar públicamente que, en ciencia, los médicos cubanos eran muy consumidores y poco productores.6 Los autores de muchos de los trabajos publicados en los Archivos, contribuyeron en gran medida a poner punto final a este criterio, y su aporte fue de tal magnitud, que la revista fue premiada con medalla de bronce en la Exposición de Buffalo en 1901.4,7

Hasta su extinción en 1960 –no circuló en 1959– se produjeron 52 volúmenes de esta fuente bibliográfica, en cuyas páginas se guardan trabajos de las figuras más representativas de la medicina cubana durante el largo período que le tocó vivir.

Boletín de Sanidad Municipal

En abril de 1883 se anunció en la revista Crónica Médico Quirúrgica de La Habana la aparición de una nueva publicación mensual, consagrada a la defensa del cuerpo de sanidad municipal y redactada por los profesores de esa entidad bajo la dirección de su jefe, el doctor Serapio Arteaga Quesada. En julio del mismo año, se dio a conocer en la propia revista un artículo especial para aplaudir y elogiar el nacimiento del Boletín de Sanidad Municipal.8 Cuando esto se escribió, ya circulaba el tercer número de la nueva publicación, en la que apareció la historia del servicio de sanidad municipal desde 1870; además de un plano topográfico de la capital, las estadísticas y los trabajos del necrocomio, a cargo entonces del doctor Francisco Obregón Mayol.9 Según el articulista, el Boletín contaba con todos los elementos para convertirse en una revista útil y rica en datos científicos, pero, lamentablemente, su existencia fue muy breve, pues de él se produjeron solo seis números, que formaron un pequeño volumen con 196 páginas. Para las funciones de la redacción, Arteaga, recibió el apoyo de los también doctores Ricardo Bernal, Eduardo F. Plá Hernández, José de Jesús Rovira Barreiro y Federico Córdova, así como de los licenciados Rafael Rodríguez, Francisco Obregón, Manuel Fraga y Vicente de la Guardia Madan (fig. 2).

Fig. 2. Cubierta del primer número del Boletín de Sanidad Municipal.

La primera entrega del Boletín se produjo el 15 de abril de 1883, mientras que la sexta y última tuvo lugar el 15 de septiembre del mismo año.

Boletín Clínico de la Quinta del Rey

El 1ro. de julio de 1883, los doctores Manuel Valdés-Bango León, Juan M. Espada Montano y José Girauta Pérez pusieron en circulación el Boletín Clínico de la Quinta del Rey, dedicado casi por entero al estudio de los datos clínicos de pacientes atendidos en esa casa de salud. A partir del 1ro. de enero de 1885, se hicieron cargo de la revista los doctores Antonio Jover Puig y Francisco Dumás, después que el primero de ellos asumió la dirección facultativa de la institución.10

La publicación era gratuita y estaba dirigida a los anunciantes, suscriptores y pensionistas de la Quinta del Rey. Además de los trabajos sobre la vida interna de la Quinta, quedaron registradas en sus páginas otras contribuciones sobre medicina, farmacología, odontología y estadísticas firmadas por sus directores, así como por los doctores Feliciano Fidalgo, Juan Guiteras Gener, Ignacio Rojas Quintana y Emiliano Núñez de Villavicencio, entre otros.

Esta revista se dejó de ver después de la entrega correspondiente a julio de 1885. De ella se conformaron un total de 24 números en cinco volúmenes en folio con 52, 144, 112, 95 y 32 páginas cada uno.

Eco Científico de Las Villas

Esta revista quincenal dedicada a la medicina y a otras ciencias auxiliares como la higiene, la farmacología y la química, además de la agronomía, la historia y el comercio, se inauguró el 1ro. de mayo de 1884. Su director y propietario fue el doctor Agustín W. Reyes Zamora, médico nacido en Sagua la Grande, quien después de residir un tiempo en la capital decidió establecerse con carácter definitivo en su ciudad natal. El objetivo principal que este se trazó al fundarla fue impulsar el movimiento científico dentro de la región y demostrar que sin ciencia no hay progreso en ningún campo del saber humano.11

Además de artículos originales y de traducciones de trabajos de autores extranjeros, se pueden encontrar en esta revista regional muchos datos interesantes en relación con el estado sanitario del territorio por quincenas, así como las estadísticas necrológicas por meses.

Eco Científico de Las Villas fue, después de El Restaurador, la segunda revista de ciencias médicas producida en el interior de la isla; y todo parece indicar que fue la primera dirigida por un cubano fuera de La Habana.

Desde mayo de 1884 hasta junio de 1886, esta publicación integró dos volúmenes, el primero con 128 páginas y el segundo con 473.

La Enciclopedia

Bajo la dirección de los doctores Carlos de la Torre y Huerta y Antonio González Curquejo apareció, en enero de 1885, el primer número de La Enciclopedia, con el objetivo de dar a conocer todos los meses el quehacer de los cubanos en la medicina, la farmacia, la agricultura y las ciencias físico-químicas y naturales. A los efectos de estimular a la juventud a ejercitar su inteligencia, puso sus páginas a la disposición de todos los interesados por la cultura y el progreso de la isla de Cuba (fig. 3).12

 

Fig. 3. Cubierta del primer número de La Enciclopedia.

En esta publicación, financiada con el peculio personal de sus directores,13 se observan interesantes trabajos sobre cirugía, obstetricia, fisiología, microbiología, oftalmología, patología, higiene pública y estadística hospitalaria; además de atractivas contribuciones sobre farmacia, antropología, química, agricultura, apicultura, geología e instrucción pública. Dentro de su autoría figuran nombres como los de los doctores Carlos J. Finlay Barrés, Joaquín L. Lastres Juiz, Raimundo García Menocal y García Menocal, Juan Vilaró Díaz, Joaquín Barnet Ruiz, Serapio Arteaga Quesada, Francisco Cabrera Saavedra, Luis Montané Dardé, Francisco Jimeno Fuentes y José R. Montalvo Covarrubias, quienes dieron prestigio a la revista junto a otras personalidades como Antonio Bachiller Morales y el Padre Pío Galtés, quienes pusieron también a través de sus páginas su talento al servicio de la ciencia y la cultura cubana.

Entre enero de 1885 y diciembre de 1887, vieron la luz 36 números (12 por año) en los tres volúmenes producidos de La Enciclopedia. Durante ese lapso la revista alcanzó 1956 páginas, distribuidas a razón de 648 en el primer volumen, 672 en el segundo y 636 en el tercero.

Consideraciones generales

A partir de 1881, fue pródiga la producción de literatura cubana dedicada a las ciencias de la salud, principalmente de artículos divulgados en publicaciones periódicas especializadas en medicina y sus disciplinas afines, que desde entonces salieron por primera vez a la arena periodística.

Específicamente durante el lustro 1881-1885, se produjeron varias primicias en la historia de la bibliografía médica cubana, pues en ese período se estrenó el primer órgano de una sociedad científica exclusivamente médica; vio la luz el que permitió por primera vez conocer la vida interna de una institución de salud y nació también el primero que se consagró al desarrollo científico de una región fuera de La Habana.

Si bien la mayoría de estas publicaciones circularon poco tiempo, también es cierto que, en general, su situación es más favorable, cuando se compara su duración con la de las fundadas entre 1840 y 1880 pues, en conjunto llegaron a promediar 12 años y medio.

En tal sentido merecen párrafo aparte los Archivos de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, título que duró 79 años como publicación en general y 56 como revista en particular, y que se incluye entre las fuentes de información médica de más prolongada vida de todos los tiempos en Cuba. Si a ello se agrega el aporte de su contenido, no hay dudas que debe figurar en el grupo que conforman los Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana, como materiales de consulta obligada para los estudiosos de la historia médica nacional.

La presente reseña es otro eslabón del esfuerzo encaminado a que se conozca esta parte tan importante de dicha historia que, a su vez, constituyen los propios títulos que se vienen describiendo desde 1998 en la Revista Cubana de Salud Pública, pues en ellos se atesora un valioso caudal de información sobre la evolución de la medicina cubana y sobre la vida y la obra de muchos de sus principales protagonistas.

Summary

Some formal aspects and the contents of the Cuban medical reviews emerged from 1881 to 1885 were described. Among them there are the first review of a scientific group exclusively designed for physicians; also, the first publication which recorded the clinical data of cases seen at a health institution and the first review devoted to promote the scientific development in a hinterland region of the country. This article is aimed at being another modest contribution to the history of the Cuban medical literature as a way of facilitating the knowledge about such an important component of the cultural heritage of the nation.

Subject headings: PERIODICALS/history; BIBLIOGRAPHY OF MEDICINE; CUBA.

Referencias bibliográficas

  1. Le Roy Cassá J. Nuestras sociedades científicas. Rev Med Cir Hab 1905;10(17):412-35.
  2. López Serrano E. Prensa médica en Cuba. Publicaciones del siglo XIX. Rev Cubana Adm Salud 1984;10(4):364-71.
  3. Arteaga JF. Nuestra prensa y las sociedades médicas. Rev Med Cir Hab 1917;22(20):537-40.
  4. Sánchez Roig M. Bibliografía de la prensa médica cubana de 1840 a 1885. La Habana: La Propagandista, 1939:14-5,24-5.
  5. Fernández JS. La prensa médica en la isla de Cuba. Cron Med Quir Hab 1900;26(8):253-8.
  6. Delgado García G. El profesor Grancher y los médicos cubanos. Cuad Hist Salud Pub 1987;(72):209-20.
  7. Trelles CM. Biblioteca científica cubana. Matanzas: Imprenta de Juan F. Oliver, 1919;t 2:26.
  8. El Boletín de Sanidad Municipal. Cron Med Quir Hab 1883;9(7):315-7.
  9. Le Roy Cassá J. La historia y la prensa médica de Cuba. Rev Med Cir Hab 1917; 22(23):617-38.
  10. Fernández JS. La prensa médica de la isla de Cuba. Cron Med Quir Hab 1903;29(12):431-6.
  11. Reyes AW. Al público. Eco Cient Las Villas 1884;1(1):1-2.
  12. Torres Huerta C de la, González Curquejo A. Introducción. La Enciclopedia 1885;1(1):5-9.
  13. González Curquejo A. La prensa médica en relación con los farmacéuticos. Cron Med Quir Hab 1991;37(6):197-207.

Recibido: 13 de junio del 2000. Aprobado: 16 de julio del 2000.
Lic. José Antonio López Espinosa. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas, Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Licenciado en Información Cientificotécnica y Bibliotecología. Departamento Procesamiento de la Documentación

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