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Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466versión On-line ISSN 1561-3127

Rev Cubana Salud Pública v.28 n.3 Ciudad de La Habana sep.-dic. 2002

 

Ministerio de Salud Pública.
Escuela Nacional de Salud Pública

Aspectos éticos-sociales en los diagnósticos de enfermería y su influencia para la profesión

Julia Maricela Torres Esperón1 y América Pérez Sánchez2

Resumen

Se realizó un estudio descriptivo con carácter retrospectivo para analizar cómo se manifiestan los aspectos éticos-sociales en los diagnósticos de enfermería y su influencia para el desarrollo de la profesión. Se observó en los antecedentes históricos la preocupación por buscar un marco conceptual propio para enfermería como profesión y también que su repercusión ético-social está dada porque permite individualizar el cuidado y cumplir con los principios de la autonomía, la beneficencia, no maleficencia y la justicia. Por lo que el desarrollo de la profesión con una visión ética, holística y humanista depende en gran medida de que los cuidados se brinden a partir de los diagnósticos de enfermería.

DeCS: DIAGNOSTICO DE ENFERMERIA, CUIDADOS BASICOS DE ENFERMERIA. ETICA DE ENFERMERIA

 

 

La enfermería es una de las profesiones de asistencia en el campo de la salud, cuya práctica posee una tradición larga y honorable de servicios a la Humanidad.

Puede decirse que las enfermeras han representado la esencia del sistema de atención sanitaria y Diers en 1981 escribió: La enfermería es un trabajo sumamente complicado, ya que incluye la posesión de conocimientos técnicos, una gran cantidad de conocimientos formales, capacidad de comunicación, complicidad emocional y otras muchas cualidades. Por lo que se considera también como un complejo proceso de pensamiento que lleva del conocimiento a la técnica, de la percepción a la acción, de la decisión al tacto y de la observación al diagnóstico.1 Este proceso de cuidados de enfermería, constituye el núcleo del trabajo de la profesión donde los principios éticos se deben ir aplicando para hacer la práctica lo más ideal posible.

Se observa en la actualidad que la profesión se ha ido transformando, a causa de las necesidades variables de las sociedades y con ello, los cambios en el pensamiento social, que ha llevado a la transformación de enfoques, de un sistema de cuidados orientado principalmente a enfermedades, hacia otro que resalta su prevención y la promoción de la salud, así como la tendencia a alejar los servicios de las instituciones, y acercarlos hacia las comunidades.

Estos cambios, han tenido y aún provocan un efecto profundo en la práctica de enfermería. Los profesionales de este campo estamos desafiados a asumir nuevos papeles, trabajar en ambientes asistenciales diferentes, aceptar responsabilidades cada vez mayores y trabajar cada día más como parte de equipos multidisciplinarios, fortalecimiento de la participación equitativa y proactiva de la enfermería, promoviendo el respeto a la profesionalidad, la dignidad, los derechos y los valores de todos los miembros del equipo.

Por su parte el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha señalado que la responsabilidad fundamental de la enfermera es cuádruple: promover la salud, evitar enfermedades, restablecer la salud y aliviar el sufrimiento.2

Este supuesto nos indica que al llevar a cabo sus actividades, las/os enfermeras/os ayudan a personas, familias y comunidades a fomentar la salud, a prevenir enfermedades, a satisfacer las necesidades cuando están enfermos y a la recuperación de su salud, además, los apoyan en caso de enfermedades incurables.

Esta serie de actividades se reflejan muy bien en la definición de Virginia Herdenson ( reconocida como una de las teóricas de la enfermería), en 1961, cuando dice: la enfermería es la asistencia al individuo enfermo o sano en la ejecución de aquellas actividades que favorecen su salud o su repercusión, o ayudarlo a tener una muerte en paz, tareas que él podría realizar sin ayuda, si tuviera las energías, fuerza de voluntad o conocimientos necesarios.3

A mi juicio, la enfermería es la profesión de los cuidados y estos pueden variar de un acto sencillo de asear y colocar un vendaje, hasta medidas muy complejas en una unidad de terapia intensiva; cualesquiera que sean estos cuidados tienen un basamento teórico, así como una metodología para realizarlos, a lo que se le ha llamado Proceso de Enfermería.

El término Proceso de Enfermería, indica la serie de etapas que lleva a cabo este profesional al planear y proporcionar los cuidados de enfermería.3 Descrito por varios autores como la aplicación del enfoque de solución de problemas científicos a la práctica de enfermería, que proporciona una estructura lógica en la que puedan justificarse los cuidados de enfermería.1,3,4y5

Este proceso tiene como elementos esenciales el ser planeado, centrado en el paciente, orientado a problemas y dirigido a metas. El término "paciente" se utiliza para indicar a quien recibe los cuidados y puede ser una persona, una familia o una comunidad. Para su mejor comprensión y aplicación se ha dividido en etapas, las que se llevan lógicamente una después de la otra.

Este se utiliza como base para tomar decisiones sobre las acciones que emprenderá la/el enfermera/o. En su organización, se debe estudiar primero la necesidad de la acción; que incluye la obtención de toda la información pertinente, su análisis y síntesis para plantear los diagnósticos de enfermería, los que constituyen un elemento clave para el logro de los objetivos o metas en función de la satisfacción de las necesidades del paciente, familia o comunidad, pues proporcionan un mecanismo útil para estructurar los conocimientos de enfermería, que ayudan a definir su rol y ámbito particular, y da la oportunidad de identificar las alteraciones en la salud de las personas de una forma sistemática y concisa, a la vez que describe también su situación particular como ser singular 5 y permite organizar y planificar los cuidados de enfermería.

Estos diagnósticos han revolucionado la práctica y la teoría en la enfermería y a su vez, constituyen un reto, pues para su definición y aplicación se han debido desarrollar investigaciones profundas, que abarcan, además de los campos de la profesión, los de la bioquímica, fisiología, farmacia, propedéutica, ética, filosofía, psicología y la sociología, entre otros, los cuales son de gran utilidad para el logro de un lenguaje internacional en la profesión, de ahí que en este trabajo nos proponemos analizar cómo se manifiestan los aspectos éticos-sociales en los diagnósticos de enfermería y su influencia para el desarrollo de la profesión.

El trabajo ha sido organizado por partes comenzando por los antecedentes históricos de los diagnósticos de enfermería, como preámbulo para analizar las dimensiones de enfermería y su relación con ellos, a continuación presentamos la importancia de la ética como ciencia en el análisis de este proceso y las particularidades de los cuidados de enfermería. Por último, se establecen las ventajas de la utilización de los diagnósticos de enfermería en las diferentes áreas de desempeño de la profesión y sus implicaciones éticas.

Antecedentes históricos de los diagnósticos de enfermería

El término Diagnóstico de Enfermería fue introducido en 1953 por Vera Fry para describir un paso necesario en el desarrollo del plan de cuidados. Esta autora afirmaba que ... una vez que las necesidades del paciente son identificadas, pasamos al siguiente apartado: formular un diagnóstico de enfermería. Años más tarde, Johnson, Abdellah y otras autoras escriben y definen el diagnóstico de enfermería entendido como una función independiente. Durante los años 60, en Estados Unidos, se producen continuos debates sobre el uso del término "Diagnóstico de enfermería". 8 Sin embargo, gran número de enfermeras continuaban utilizándolo. Paralelamente se desarrollaban numerosos trabajos de investigación multidisciplinaria, lo que representó un aumento de conocimientos con respecto al tema, que fundamentaron e impulsaron de forma definitiva su expansión.6-7

En la década de los años 70, la American Nursing Association (ANA), reconoce oficialmente los diagnósticos de enfermería, ya que los incluyen en los Estándares de la Práctica de Enfermería (1973). Este hecho configura el diagnóstico de enfermería como una parte del proceso de atención, dando legalidad a su utilización en las actividades independientes de enfermería y significa una referencia a la calidad de la práctica, a la par, conlleva a la necesidad de estructurar y regular el tema. Con este fin, deciden elaborar un sistema de clasificación que permita la identificación, el acuerdo y el uso sistemático de los diagnósticos de enfermería entre las enfermeras del país. Este hecho dio origen a la Primera Conferencia Nacional para la Clasificación de los Diagnósticos de Enfermería, en 1973.8

A partir de esta conferencia, se estructura el Grupo Nacional para la Clasificación de los Diagnósticos de Enfermería. En 1982, durante la V Conferencia, se crea la North American Nursing Diagnosis Association (NANDA) que proporciona la estructura organizativa y establece los planes de trabajo, para el desarrollo y expansión de los diagnósticos de enfermería.4,7y8

Las categorías diagnósticas, tal como actualmente las conocemos, surgen al inicio de la década de los años 70, con una estructura insuficiente y a pesar de numerosas discusiones no se llega a acuerdos sobre la mejor forma de clasificarlos, por lo que se decide organizarlas en orden alfabético. La NANDA considera insuficiente el criterio alfabético; por ello inicia los trabajos para elaborar un marco de referencia, que proporcione las bases conceptuales, y así establecer los criterios de clasificación taxonómica.7

A partir de 1987, la ANA y la NANDA estructuran el Collaborative Group on Taxonomies/Classifications of Nursing Diagnoses para trabajar ambas asociaciones en colaboración y alcanzar el consenso en la descripción de la práctica/ejercicio de la enfermería. El plan de actividades propone una proyección multidisciplinaria que favorezca la aceptación de sus conclusiones en un plano más general; para ello establecen contacto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Presentan la versión específica de la taxonomía I NANDA: Condiciones que Necesitan Cuidados de Enfermería. Proponen incluir esta versión de los diagnósticos de enfermería en la décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) que realizaba la OMS.6y7

Esta propuesta no es aceptada por la OMS y en su respuesta indica que parece inadecuado incluir la Taxonomía de Diagnósticos de Enfermería en una clasificación de enfermedades, cosa a todas luces, comprensible. Sin embargo, no es rechazado el trabajo y se propone que sería más adecuado aceptar su inclusión en otro grupo de la Familia de Clasificación de la OMS, en concreto en el capítulo Factores que influyen en el Estado de Salud y Contacto con los Servicios de Salud. De igual forma, la OMS recomienda incrementar los esfuerzos para organizarse y trabajar la taxonomía diagnóstica en el nivel internacional.7

A partir de las recomendaciones hechas por la OMS se han multiplicado las conexiones y trabajos que han conducido a la expansión internacional de los diagnósticos de enfermería. Así, en 1991, se crea la Asociación Francófona Europea de Diagnósticos de Enfermería (AFEDI). Esta fue la primera organización que, como grupo internacional ha sido reconocida por la NANDA.7

Actualmente existen trabajos de colaboración entre enfermeras de distintos países para la difusión, validación y utilización del sistema de clasificación de los diagnósticos de enfermería.7,8y9 En consecuencia, está teniendo lugar una conjunción de esfuerzos en el nivel internacional, que sin duda va a tener gran trascendencia para el desarrollo del ejercicio profesional.

La NANDA, por su parte, continúa cada año haciendo revisiones y actualizaciones de la taxonomía y poniéndola a disposición de todos los profesionales de enfermería en el mundo.

De manera general, se deben realizar estudios de validación multinacionales que tengan en cuenta perspectivas multiculturales e integren aspectos de la diversidad cultural a la que se enfrentan las enfermeras.

En Cuba, los diagnósticos de enfermería comenzaron a usarse en el ámbito académico en el año 1993 y oficialmente, tanto en la asistencia, como en la docencia en 1996; al respecto se han realizado investigaciones y se ha tratado de ajustarlos a nuestras condiciones y características culturales, sin embargo, aún debemos seguir profundizando en su uso en la práctica.

¿Cómo se ha realizado y se realiza el proceso de análisis y clasificación de los diagnósticos de enfermería en el nivel internacional?

Pueden utilizarse dos métodos de investigación para identificar y validar la nomenclatura de los diagnósticos de enfermería: el inductivo y el deductivo. El primero progresa desde observaciones específicas hacia generalizaciones, es decir, las observaciones que realizan las enfermeras, apoyadas en la literatura pertinente, sirven de base para intentar explicar la relación observación especifica - generalización. De ahí puede derivarse una predicción para probar la asociación. Por otra parte, el método deductivo, comienza con generalizaciones y va hacia observaciones específicas.6 Actualmente se utiliza el método inductivo para establecer diagnósticos de enfermería.

Profesionales de enfermería con diferentes experiencias clínicas y educativas colaboran para identificar y describir problemas de salud que se puedan diagnosticar y tratar. Se recogen todas estas experiencias y de la literatura pertinente aquellos fenómenos clínicos que describen diversos estados de salud. Las características definitorias se identifican para describir estos estados. Se han observado, con este método, categorías generales de diagnósticos que pueden ser utilizadas por la mayoría de las enfermeras. A medida que el trabajo continúa, deben promoverse más estudios clínicos para validarlo y cimentarlo.5,6y7

Si la enfermería se tiene que convertir en una profesión completa, necesita desarrollar y aceptar un sistema de clasificación para aquellas funciones y responsabilidades que sean de su exclusividad.

Al decir de Linda Carpenito (Investigadora de los Diagnósticos de Enfermería. Especialista clínica en Proceso de Enfermería. Wilmington Medical Center. Miembro del Comité Especial de la NANDA): los sistemas de clasificación para otros profesionales, tales como médicos, biólogos y farmacéuticos, se desarrollaron durante cientos de años, las enfermeras no han hecho mas que empezar. Es un proceso lento y difícil. Como la enfermería no puede pararse y esperar hasta que se complete la clasificación, la práctica debe continuar, mientras la clasificación evoluciona.4

Dimensiones de enfermería y diagnóstico de enfermería

Toda esta interacción de la práctica de enfermería se ha descrito en tres dimensiones, las cuales ayudan a entender y aplicar los diagnósticos de enfermería, que son: dependientes, interdependientes e independientes.

La dimensión dependiente incluye aquellos problemas que son responsabilidad directa del médico, el término que se utiliza para describirlos es problema clínico-médico. La responsabilidad de los profesionales de enfermería es administrar el tratamiento médico prescrito. Esta dimensión representa intervenciones que la enfermera no puede prescribir legalmente.4

La dimensión interdependiente se refiere a aquellos problemas o situaciones clínicas en cuya prescripción y tratamiento colaboran las enfermeras/os y otros profesionales de la salud, normalmente médicos. Esta se describe como problemas clínicos de enfermería.4

Los problemas clínico-médico de enfermería se relacionan habitualmente en la práctica, como se ve en el siguiente ejemplo:

Ejemplo 1

Problema Clínico-médico: El médico indica pasar sonda de Levín

Problema Clínico de Enfermería: Aspiración potencial.

Orden de enfermería: Asegurar la posición de la sonda en el estómago, mediante la aspiración de secreciones gástricas.

La dimensión independiente, incluye aquellas situaciones clínicas o problemas que son responsabilidad directa de la enfermera y que le permiten seleccionar las acciones que debe seguir para prevenir, reducir o aliviar el problema.4 Estas intervenciones pueden ser legalmente ordenadas de forma independiente por la enfermera. El término para describirlos es diagnóstico de enfermería y se define como el enunciado que describe un estado de salud o una alteración real o potencial en los procesos vitales de una persona (fisiológica, psicológica, sociocultural, de desarrollo o espiritual).4-7

Son descritos también como las situaciones de salud o los patrones de interacción alterados o las respuestas a los problemas de salud reales o potenciales que las enfermeras en virtud de su educación y experiencia están capacitadas, autorizadas y legalmente responsabilizadas en tratar.4y6 A continuación analizaremos un ejemplo:

Ejemplo 2.

Diagnóstico de Enfermería:

Alteración potencial de la integridad de la piel, relacionado con reposo en cama obligado.

Órdenes de Enfermería:

  • Comprobar espaldas y talones durante el baño, retirar bien el jabón.
  • Friccionar la piel sobre las protuberancias óseas.
  • Promover una circulación óptima utilizando programación de cambios posturales que alivien más a menudo las zonas vulnerables.
  • Aplicar masaje dorsal tres o cuatro veces al día.

Como se puede ver, las órdenes están relacionadas con el diagnóstico de enfermería y los profesionales de enfermería están capacitados y legalmente autorizados a realizarlas.

Por otra parte, creemos necesario explicar que los diagnósticos de enfermería se diferencian de los diagnósticos médicos en que los primeros se relacionan directamente con los problemas de atención al paciente, que necesitan y se benefician de actos de enfermería específicamente definidos. Son complementarios de los diagnósticos médicos, por lo que ambos tienen la finalidad de lograr la óptima atención a las personas, la familia y la comunidad.6 En el ejemplo 2; el paciente puede haber sido diagnosticado por el médico con una fractura de cadera, lo que lo llevará a un encamamiento prolongado, el diagnóstico de enfermería está relacionado con las necesidades afectadas y los cuidados de enfermería que se realicen al respecto evitarán las complicaciones.

Es decir, que los diagnósticos de enfermería constituyen la base para la organización de los cuidados que el personal de enfermería debe proporcionar a los pacientes y en su materialización se deben tener en cuenta una serie de aspectos éticos, que a continuación los analizaremos

Ética y prestación de cuidados de enfermería

Cualquiera que sea la profesión, no puede ejercerse sino con ética. Esto lo impone no solo la sociedad a la cual el profesional se debe, sino que como ser humano, ha de aspirar a sentir la satisfacción del deber cumplido, en la búsqueda del bien por el camino correcto.8 En ese camino, las enfermeras también han labrado su espacio, ejemplo de ello es el Código para las Enfermeras, que aprobó el CIE, en 1953 y que ratificó en 1973 y 1989, donde estableció que las responsabilidades fundamentales de la enfermera son procurar la salud, prevenir la enfermedad, restaurar la salud perdida y aliviar el sufrimiento.9

Todo el proceso de los diagnósticos de enfermería responde a este código y su concreción ocurre en los cuidados de enfermería, de ahí que sea necesario analizar en este capitulo las actividades de los profesionales de enfermería en la prestación de cuidados y su vinculación con la ética.

Cuando se habla de atención a los pacientes en los cuidados de enfermería, básicamente es ayudarlo a llevar a cabo las actividades que normalmente él haría por sí mismo si fuera capaz. Gran parte de estas acciones se relacionan con la vida diaria del enfermo y la principal preocupación de una enfermera en los cuidados del paciente es ayudarlo a satisfacer las necesidades de oxígeno, agua, alimentación, sueño e higiene, en primera instancia, pues existen otras necesidades psicológicas y sociales que también se deben tener en cuenta para conservar equilibrio psicosomático. De ahí que la atención consista en proporcionar comodidad y apoyo al paciente y sus familiares; y no solo se preocupe por su comodidad física, sino lo ayude a afrontar otros problemas de salud, como el estrés y la ansiedad que le puede generar la enfermedad que padece.1 En todas estas actividades trabaja con el paciente, ayudándole a recuperar su independencia lo más rápido posible y tanto como lo permitan las limitaciones impuestas por la enfermedad.

En este sentido, puede decirse que el cuidado de enfermería es el cuidado de una vida humana, es decir, que se desarrolla en el proceso vital humano, el cual es muy dinámico, donde la comprensión de este proceso implica la complementariedad de saberes y el esclarecer la vida como realidad bionatural, como interacción social, como interacción hombre-naturaleza, por lo que en el cuidado de enfermería debe haber entonces un principio de traducibilidad entre valores, actitudes, acciones y expresiones. Es decir, no solo se debe tener en cuenta el componente tecnológico, y de sus habilidades, sino las actitudes y sentimientos en un nivel ético y humano. Porque es fundamento y posibilidad en la actuación de enfermería el proteger y promover la dignidad y preservar la humanidad, de las personas o grupos de personas que reciben una atención de salud. Lo humano se aprende en la interacción que permite descubrir sus necesidades, teniendo en cuenta sus creencias y valores y el lente interpretativo a través del cual la persona mira al mundo.10

La participación de los profesionales de enfermería en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y la valoración inicial del paciente, unida a otros miembros del equipo de asistencia, contribuye a identificar los problemas de salud. Las enfermeras son responsables de practicar muchas de las pruebas diagnósticas que ayudan a establecer la naturaleza exacta de los problemas; se encargan de una gran parte de las medidas terapéuticas, como es la administración de medicamentos y en muchas ocasiones, debe basarse en su criterio para establecer acciones terapéuticas, por ejemplo, algunas indicaciones dicen administrar cuando sea necesario y el profesional de enfermería debe administrarla cuando, a su juicio, las necesita el paciente.1y7

Así mismo participa en la valoración de la eficacia de las medidas terapéuticas. Suelen tener un contacto más frecuente con los pacientes que otros miembros del equipo de salud y su presencia inmediata, le da la oportunidad única de observar las reacciones del enfermo al tratamiento, estas observaciones son de gran utilidad para valorar el plan total de cuidados y modificarlo si es necesario.1y6

En este aspecto, además. debemos tener en cuenta algunos conceptos filosóficos, como son la valoración y su relación con el conocimiento y la práctica.

La valoración es el reflejo subjetivo en la conciencia del hombre, de la significación que para él poseen determinados objetos y fenómenos de la realidad, en estrecha relación con las necesidades, intereses, fines, experiencias precedentes y concepción del mundo del sujeto cognoscente. Entre el conocimiento y la práctica existe una relación indisoluble. El conocimiento es premisa de la valoración: solo podemos valorar adecuadamente lo que conocemos; y la práctica, es la fuente y condición indispensable de la valoración que hace el sujeto de la realidad. Por su grado de universalidad, la teoría de los valores es válida para estudiar cualquier esfera de la realidad y por ende, la esfera de la salud humana.11

El cuidado curativo de enfermería responde perfectamente a esta teoría, pues se desarrolla dentro de una relación privilegiada enfermera-persona (familia, grupo) que recibe asistencia. Es privilegiado por la continuidad, la confianza e intimidad que la caracteriza y que le permite a la enfermera conocer las necesidades de la persona, tanto aquellas derivadas del estado de salud o enfermedad como de otras situaciones de angustia y preocupación que alteran su bienestar y pueden retardar su recuperación, además, en esta relación interpersonal de cuidado de enfermería el profesional pone al servicio de la persona que cuida, conocimientos sólidos y actualizados de la ciencia y tecnología, así como los fundamentos humanísticos, culturales, sociales, biológicos, epidemiológicos e históricos para dar una atención integral e individualizada.10 Toda esta consecución de aspectos determinan una adecuada valoración.

Podemos hablar además del aspecto de enseñanza en los cuidados de enfermería, pues los profesionales de enfermería ayudan a los pacientes a tomar medidas que los protejan de las influencias adversas del medio ambiente y con ello las enfermeras están cumpliendo uno de los principios básicos de la ética, el de autonomía, que plantea: los individuos no deben ser tratados como medios que conducen a un fin sino como un fin en sí mismo. En la atención de salud, la autonomía se traduce en la libertad para tomar aquellas decisiones que afectan al cuerpo de cada uno sin la coerción o la interferencia de los demás. La autonomía que es un derecho humano básico, es la libertad de elección o autodeterminación que se experimenta en todas las etapas de la vida humana,12 al enseñar a las personas se les da la posibilidad del conocimiento para una mejor elección en sus decisiones hacia la preservación de su salud y con ello, fomentar el desarrollo de buenas costumbres de salud; como una dieta balanceada, buenas prácticas de higiene, entre otras.

Por otra parte, la enfermera tiene la responsabilidad de comprobar que no haya factores perjudiciales (o potencialmente peligrosos) en la habitación (ambiente) del paciente y que se tomen las medidas necesarias para evitar que la infección se disemine.1,7y10 Y aquí se cumplen otros dos principios de la ética, el de beneficencia: hacer el bien y prevenir el daño a los pacientes, condición sine qua non para la profesión de enfermería; y no maleficencia; que dicta que se evite el daño y desaparezcan las situaciones nocivas, es un deber prima facie para las enfermeras.12

Teniendo en cuenta todos estos aspectos puede decirse que una de las categorías filosóficas de mayor importancia para la profesión es la categoría Salud la cual se refiere a la existencia y esencia de la vida del hombre; entender su especificidad social requiere comprender la esencia humana, la cual fue definida por Carlos Marx en su obra Tesis sobre Feuerbach: La esencia humana no es algo abstracto, inherente a cada individuo, es en realidad el conjunto de sus realidades sociales.11

Y de ahí el surgimiento de una nueva tendencia, la enfermería transcultural, definida como subcampo o rama de la enfermería que tiene como foco principal el estudio y análisis comparativo de diferentes culturas o subculturas, en relación al comportamiento hacia el cuidado general de enfermería, la construcción de la teoría de la enfermería transcultural está basada en el supuesto de que los pueblos de cada cultura son capaces de conocer y percibir el cuidado de enfermería de forma diferente, de acuerdo con sus experiencias, creencias y prácticas generales de la salud.15 Significa brindar cuidado de enfermería integral, seguro, oportuno, humanizado y con equidad a la persona, familia y grupos de la comunidad, respetando su cultura, religión, raza, mitos, edad, sexo, credo político, costumbres, creencias y valores.14 Esta tendencia actual está muy relacionada con el conocimiento y la práctica de los diagnósticos de enfermería, pues estos abarcan tanto la esfera somática, psicológica, como la social.

Ética y repercusión de una taxonomía diagnóstica para la profesión de enfermería

Cuando cualquier grupo laboral busca reinvindicar una categoría profesional se le exige, en el nivel mundial, los siguientes requisitos: una amplia formación universitaria, un único cuerpo de conocimientos, una orientación del servicio hacia los demás, una sociedad profesional y autonomía y autorregulación.9 Por tanto, una única taxonomía beneficiaría a todas las enfermeras, ya sea su origen asistencial, educativo, o de investigación8 y redundaría en definitiva en la calidad de la atención y por consiguiente, en las personas a sus servicios y otros miembros del equipo de salud. De ahí que podamos hablar de la repercusión social de los diagnósticos de enfermería.

Describiremos a continuación las ventajas de la utilización de los diagnósticos de enfermería en las diferentes áreas de desempeño de la profesión y sus implicaciones éticas:

El empleo de un sistema de clasificación para identificar el ámbito de la enfermería proporciona a las enfermeras un marco común de referencia. Un sistema de terminología unificado establecerá un denominador común que ayude directamente a las enfermeras a valorar los datos seleccionados e identificar un problema real o potencial en las personas a su cuidado. Una terminología sólida facilita la comunicación oral y escrita, haciéndola más eficaz. A través de ellos la enfermera define su papel ante el paciente y otros profesionales de la salud. Lo cual indica que el terreno de la profesión es más que llevar a cabo el plan de cuidados ordenado por el médico.1,4,6y12

Cuando se está en el proceso de identificación y definición del diagnóstico de enfermería la enfermera interactúa con las personas o grupo de personas y estas son parte de la decisión en la conducta que debe seguir, además con su conocimiento informado, pues se debe dar información adecuada, suficiente y oportuna a la persona, familia y comunidad de acuerdo con sus necesidades, solicitud y capacidad de comprensión, para: conocer su situación de salud y tratamiento, asegurar el ejercicio de su autonomía y obtener su consentimiento para los procedimientos de diagnóstico, tratamiento, cuidado e investigación.

Por otra parte, el uso de los diagnósticos en la práctica asistencial favorece la organización y profesionalización de las actividades de enfermería, al permitir identificar las respuestas de las personas ante distintas situaciones de salud, centrar los cuidados brindados en las respuestas humanas identificadas a través de una valoración individualizada, aumentar la efectividad de los cuidados al prescribir actuaciones de enfermería específicas orientadas a la resolución o control de los problemas identificados, organizar, definir y desarrollar la dimensión propia del ejercicio profesional, delimitar la responsabilidad profesional, lo que como beneficio secundario crea la necesidad de planificar y registrar las actividades realizadas, diferenciar los aportes de la enfermería a los cuidados de salud, unificar los criterios de actuación ante los problemas o situaciones que están dentro del área de competencia de las enfermeras y mejorar y facilitar la comunicación inter e intradisciplinar.4 Estos aspectos permiten a las enfermeras, respetar y hacer respetar las funciones de todos los integrantes del equipo de salud, reconociendo el valor de la labor que cada uno ejerce y promoviendo el respeto a la profesionalidad, dignidad, derechos y valores de todos los miembros del equipo de trabajo.

Para la investigación clínica, una taxonomía propia de la profesión proporciona una estructura para el desarrollo de nuevos conocimientos. Cada categoría diagnóstica, las características que la definen, además de las intervenciones de enfermería con que se relaciona, deben desarrollarse y comprobarse a través de la investigación.6 Que contribuirá al progreso de la profesión a través del estudio, la investigación y la proyección social.

En la gestión del cuidado, ayuda a determinar los tiempos medios requeridos, y por tanto, las cargas de trabajo de cada unidad o centro, al facilitar la organización y sistematización de las actividades de cuidados, permite una mejor distribución de los recursos humanos y materiales, favorece la definición de los puestos de trabajo, ya que se podría incluir la habilidad para identificar y tratar los diagnósticos de enfermería que se dan con mayor frecuencia, posibilita la determinación de los costos reales de los servicios de enfermería, y consecuentemente, los costos reales de los cuidados brindados a las personas o grupos de personas y facilita el establecimiento de criterios de evaluación de la calidad de los servicios de enfermería brindados en un centro o institución.4

El uso del diagnóstico de enfermería permite a la enfermera ir mas allá del modelo médico e identificar aquellos problemas que puedan o no estar relacionados con el diagnóstico médico. De esta manera, las enfermeras pueden asumir más completamente su rol como administradoras del cuidado de la salud.

Aún los pasos que se han dado hacia el desarrollo de una taxonomía han sido insuficientes, aunque constituyen un gran avance para el trabajo del personal de enfermería. El logro de mayores resultados en el desarrollo de una taxonomía está unido a la madurez profesional y científica que se alcance en esta profesión.

Por todo lo anterior, concluimos que los antecedentes históricos de los diagnósticos de enfermería muestran la preocupación por buscar un marco conceptual propio como profesión, tratando de disminuir así la dependencia histórica con las otras ciencias de la salud; que la repercusión ético-social de los diagnósticos de enfermería está dada porque permite individualizar el cuidado y cumplir con los principios de la autonomía, la beneficencia y no maleficencia y que, además, el desarrollo de la profesión con una visión ética, holística y humanística dependen en gran medida de que los cuidados se brinden a partir de los diagnósticos de enfermería.

Summary

A retrospective and descriptive study was conducted to analyze how the ethic and social aspects are manifested in the nursing diagnoses and their influence on the development of the profession. It was observed in the historical background the concern for searching a proper conceptual framework for nursing as a profession and that its ethic and social repercussion is given by the fact that it allows to individualize care and to fulfill the principles of autonomy, beneficence, non-maleficence and justice. Therefore, the development of the profession with an ethic, holistic and humanistic view depends largely on the attention given, starting from the nursing diagnoses.

Subject Heading: NURSING DIAGNOSIS; PRIMARY NURSING CARE; ETHICS, NURSING.

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Recibido:25 de noviembre de 2002. Aprobado: 10 de diciembre de 2002.
MsC. Julia Maricela Torres Esperón. Escuela Nacional de Salud Püblica. Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Licenciada en Enfermería. Master en Atención Primaria de Salud. Profesora.
2 Licenciada en Filosofía. Doctora en Ciencias Filosóficas. Profesora Titular.

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