SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.33 número4Pobreza y Desarrollo Humano: Contribución a la Edición Global índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466

Rev Cubana Salud Pública v.33 n.4 Ciudad de La Habana oct.-dic. 2007

 

Pobreza y Salud

En 1790, en la Universidad de Pavía, en ocasión de la graduación de médicos ese año, Johann Peter Frank disertó sobre “La miseria del pueblo como madre de las enfermedades.”1

En 2005 en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Vicente Navarro escribió “El análisis de los temas de salud pública más importantes actualmente en el mundo muestra que el mayor problema que enfrenta la población mundial es el hambre.”2

Pobreza, miseria y hambre son sinónimos en el contexto de la salud pública.

Sobre el tema se ha hablado y escrito mucho. En el mundo académico, en las publicaciones de Naciones Unidas, en los discursos electorales de políticos de numerosos países, pero se denuncia el hecho, sin ir a las causas. Lo más común es discurrir sobre aspectos conceptuales, definiciones, clasificaciones e índices de medición de la pobreza. Pero se rehuye la denuncia de las causas. En el texto citado de Navarro se añade “La razón para este estado del asunto es la enorme concentración de poder económico, político, social y cultural en el mundo actual.”2

Sobre esto último está el capitalismo desarrollado, el imperialismo, el neoliberalismo económico, que hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.

Lo esencial es entonces la formación económica-social que mantiene un sistema de explotación de la mayoría por una minoría. Contra este sistema es nuestra denuncia.

“Durante el Siglo xx la pobreza se ha reducido notablemente en muchas partes del mundo. Pero una cuarta parte de la población mundial sigue sumida en la pobreza. En una economía mundial de 25 billones de dólares esto es un escándalo, que refleja desigualdades vergonzosas y el fracaso inexcusable de la política nacional e internacional.”3

En los países industrializados más de 100 millones de personas viven por debajo de la línea de pobreza de ingreso. En el mundo 160 millones de niños sufren de malnutrición moderada o severa. Las mujeres son más pobres. Los ancianos cuyo número va en aumento, con frecuencia viven en pobreza.3

Cuba, bloqueada financiera y comercialmente, víctima reiterada del terrorismo internacional encabezado y dirigido por el Gobierno de los Estados Unidos de América, ha luchado con éxito contra la pobreza, con políticas como:

  • Una distribución racionada de alimentos para toda la población a precios subsidiados.
  • La disponibilidad gratuita y universal de los servicios de salud.
  • La gratuidad de los servicios de educación, incluyendo los de nivel superior.
  • La protección de un sistema de seguridad y asistencia social para todos.
  • La tranquilidad de empleo seguro y seguridad pública.

Pero hoy se anuncian políticas que constituyen la mayor amenaza para los pobres del mundo: el hambre.

Fidel Castro, ya ha denunciado que la idea siniestra de convertir alimentos en combustibles quedó definitivamente establecida como línea económica de la política exterior de Estados Unidos, el pasado 26 de marzo.4

Y cita a Atilio Borón quien ha explicado que “los alimentos son convertidos en energéticos para viabilizar la irracionalidad de una civilización que para sostener la riqueza y los privilegios de unos pocos incurre en un brutal ataque al medio ambiente y a las condiciones ecológicas que posibilitaron la aparición de vida en la tierra”. Y añade “la totalidad de la superficie agrícola de la Unión Europea apenas alcanzaría a cubrir el 30 por ciento de las necesidades actuales -no las futuras previsiblemente mayores- de combustibles. En Estados Unidos para satisfacer la demanda actual de combustibles fósiles sería necesario destinar a la producción de agroenergéticos el 121 por ciento de toda la superficie agrícola de ese país. En consecuencia, la oferta de agrocombustibles tendrá que proceder del Sur, de la periferia pobre y neocolonial del capitalismo. Las matemáticas no mienten, ni Estados Unidos, ni la Unión Europea tiene tierras disponibles para sostener al mismo tiempo el aumento de la producción de alimentos y una expansión en la producción de agroenergéticos. La propuesta a los agrocombustibles es inviable y además, inaceptable ética y políticamente. Pero no basta con rechazarla. Estamos convocados a implementar una nueva revolución energética pero al servicio de los pueblos y no de los monopolios y del imperialismo. Ese es tal vez el desafío más importante de la hora actual.”5

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés), informó el pasado mes de mayo: “La producción mundial de cereales va camino de alcanzar en el 2007 un nivel record. A pesar de eso los suministros apenas alcanzarán a cubrir la creciente demanda impulsada por el desarrollo de la industria de los biocombustibles. Los precios en el comercio internacional de la mayoría de los cereales han subido de forma significativa. Está previsto que el rápido crecimiento de la demanda de etanol elaborado a partir del maíz eleve en el 9 por ciento la utilización industrial de granos.”6

De este modo estamos asistiendo a la perpetuación y profundización del hambre como consecuencia de la pobreza. Es la respuesta del imperialismo a la primera Meta del Milenio de la Cumbre de Naciones Unidas del 2000.

   Francisco Rojas Ochoa

Referencias bibliográficas

  1. Lesky E. Introducción al discurso académico de Johann Peter Frank sobre la miseria del pueblo como madre de las enfermedades (Pavía, 1790) En: Lesky E. Medicina Social. Estudios y testimonios históricos. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo;1984.p. 133-52.
  2. Navarro V. Situación de salud en el mundo. En: Globalización y salud. Madrid: Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública;2005.
  3. Programa de Naciones Unidas para el desarrollo 1997. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa;1997.
  4. Castro F. Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo. Reflexiones del Comandante en Jefe [serie en Internet]. [citado 2007]. Disponible en: http://granma.co.cu/secciones/reflexiones/accesoel10.09.07
  5. Boron A. Reflexiones del Comandante en Jefe.  Se intensifica el debate [serie en Internet]. [citado 2007]. Disponible en:  http://granma.co.su/secciones/reflexiones/accesoel10.09.07
  6. Castro F. Para los sordos que no quieren oír. Reflexiones [serie en Internet]. [citado 2007]. Disponible en:    http://granma.co.su/secciones/reflexiones/accesoel10.09.07

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons