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Revista Cubana de Salud Pública

versión impresa ISSN 0864-3466

Rev Cubana Salud Pública vol.39 no.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2013

 

COMUNICACIÓN BREVE

 

Los servicios comunales y la higiene ambiental en La Habana

 

The garbage collection services and the environmental hygiene in Havana

 

 

Lic. Alejandro Louro Bernal

Centro de Estudios de la Economia Cubana, Universidad de La Habana. La Habana, Cuba.

 

 


 

 

En el mundo contemporáneo los servicios públicos constituyen parte indispensable del desarrollo social, debido a su impacto sobre amplios volúmenes de población y en sus condiciones de vida. La higiene y el ornato del ambiente ejercen gran influencia sobre la salud y el bienestar de los ciudadanos, al formar parte de las diversas acciones que normalizan el funcionamiento ambiental de la sociedad en su conjunto.

Uno de los servicios públicos, de mayor impacto social, son los servicios comunales, que en la sociedad cubana están diseñados para asumir diversas funciones como la recogida y disposición final de los desechos sólidos, el barrido, higienización y limpieza integral de la ciudad, el mantenimiento de sus áreas verdes, el saneamiento ambiental integral, la atención al mobiliario urbano, la elaboración de arreglos y adornos florales, los servicios fúnebres y cementeriales y el Jardín Zoológico, entre otras.

El manejo de los residuos sólidos es una actividad muy compleja a nivel internacional, ha evolucionado paralelamente a la urbanización de las grandes ciudades, muy asociada al crecimiento económico y a la diversificación industrial de cada país.

Los residuos sólidos representan un serio problema social por su influencia directa en la higiene del ambiente, lo que se magnifica debido a la desmedida generación de desechos en las grandes urbes, la complejidad que entraña su recogida, manipulación y disposición final, así como las limitadas áreas de tratamiento y la poca conciencia social al respecto, particularmente en países en vías de desarrollo.

Diagnósticos realizados por la Organización Panamericana de la Salud en algunos países de América y por agencias técnico financieras, de apoyo al sector de residuos sólidos en Japón, muestran que la actividad de residuos sólidos se caracteriza en lo general, por la falta de políticas y planes nacionales, escaso apoyo a los operadores de los servicios de aseo urbano en el nivel local, debilidades institucionales, gerenciales y financieras de los entes operativos municipales, lo que repercute en las áreas urbanas y se manifiesta en servicios de menor calidad y atención que los de energía, agua y alcantarillado, entre otros.1

Cuba, no está exenta de algunas de estas limitaciones y en La Habana se agrava esta situación, por ser la provincia con mayor densidad poblacional del país, donde transita un gran volumen de población flotante, se concentra un elevado número de centros administrativos, culturales y de servicios, importantes instituciones hospitalarias de referencia nacional, así como una fuerte actividad turística.

En la capital, existe una elevada generación de desechos sólidos urbanos, con tendencia a un incremento en los años venideros, por el propio aumento de la población, el esperado crecimiento económico, el auge de la actividad comercial por cuenta propia, las construcciones, y el turismo nacional e internacional.

En La Habana, la dirección especializada, encargada de la higiene, está organizada en la Dirección Sectorial, con su Dirección Presupuestada Provincial, quien rige y controla la política en torno a la recogida y disposición final de todos los residuos generados. Se cuenta con 15 Direcciones Municipales Presupuestadas, según la propia estructura de gobierno, y las Empresas "Aurora" enclavadas en Plaza y Habana Vieja. En la actividad de servicios comunales de la capital laboran más de 12 000 personas y se destina un presupuesto estatal superior a los 100 millones de pesos al año, cifra que ha mostrado un comportamiento creciente en los últimos años, asociado a las nuevas inversiones y a mejoras salariales significativas.2

A nivel de base, la estructura de servicios está diseñada en Zonas Comunales, que comparten la propia estructura de los Consejos Populares de Gobierno. Se apoya en la organización de salud pública a nivel de municipio, con su red de policlínicos y áreas de salud, con los que interactúa sistemáticamente en el control por cada área, zona o manzana, de la situación higiénica y los riesgos, la cual depende del estado de la recogida en el barrio, además del enfrentamiento conjunto para acciones de sostenibilidad territorial y mantenimiento de la higiene ambiental.

Los tipos de recogida de desechos sólidos son tres: la especializada, que comprende los camiones especializados, que recogen los contenedores y los elevan a su tolva de traslado, la convencional que ocurre mediante camiones o tractores abiertos, que recogen todo el desecho que se queda fuera de los contenedores y del barrido en sus alrededores y los que generan aquellas urbanizaciones donde no existen contenedores, por último, la tracción animal, que funciona fundamentalmente en áreas rurales.

La Habana genera 20 000 m3 de desechos sólidos diariamente, clasificados en 15 000 de desechos urbanos, 3 000 en escombros y 2 000 en podas y otros tipos de desechos. Se cuenta con 15 000 contenedores aproximadamente, los cuales, distribuidos por cuadras e instituciones, reciben 12 000 m3 de desechos sólidos, el resto se recoge por los otros sistemas de recogidas.

El costo de la recogida de desechos sólidos se comporta entre 10 y 16 pesos por cada m3 , según se comporte el sistema de pago y por ende el salario, como principal elemento del gasto.3

La modalidad de recogida por contenedores constituye la solución actual más higiénica y ordenada para el ambiente y su ornato, aun cuando los mismos y los camiones resultan muy costosos al país.

En la actualidad la cobertura de contenedores en la ciudad no satisface las necesidades de la población y las instituciones administrativas, dado los correspondientes niveles de generación de residuos.

Actualmente, el equipamiento mecanizado, entre especializado y convencional, es insuficiente debido a la obsolescencia de una parte del parque, lo que provoca roturas y en ocasiones no permite el servicio con la eficiencia, ni la calidad requerida, para cada tipo de recogida. Otros factores están presentes, entre los que se destacan, los de índole subjetivos, asociados esencialmente al ineficiente sistema integral de la recogida, donde se recoge y barre con mala calidad, dejando en la vía, desechos que son posibles de llevar al contenedor o al camión especial; otro elemento importante, es la mala calidad de la segunda recogida, o sea, el saneamiento, concebido para dejar totalmente limpia el área y que tampoco se cumple adecuadamente, por último, la creciente indisciplina y el desorden social.

Todos los elementos señalados actúan en conjunto en forma negativa y no permiten garantizar un funcionamiento eficiente y cabal de todo el sistema, lo que implica que la recogida suceda más de una vez al día, cuando los recursos mecanizados y humanos están diseñados para pasar una sola vez.

En un estudio descriptivo realizado para explorar los conocimientos y actitudes relacionadas con el saneamiento básico ambiental, con la aplicación de cuestionario a una muestra de 200 personas adultas del municipio Centro Habana en el 2000, el 92,2 % plantea que existe relación entre la basura y la salud, el 94 % considera que la recogida puede influir en la aparición de enfermedades y 59,9 % señala que el servicio de recogida en su comunidad es malo; sin embargo, una parte apreciable de la población demuestra insuficiencia en la educación sanitaria, lo que a su vez incide en su actitud para participar de forma activa en la solución de las deficiencias que aún existen en los servicios comunitarios de saneamiento.4

Se plantea que el 80 % de las enfermedades que aquejan a los países en desarrollo, son atribuibles en gran parte a necesidades básicas relacionadas con el saneamiento ambiental.5 En este sentido puede aseverarse que la actividad de higienización que realizan los servicios comunales es también una actividad de salud pública, desde la perspectiva intersectorial.

La intersectorialdad, conceptualizada como la intervención coordinada de instituciones representativas de más de un sector social, en acciones destinadas total o parcialmente a abordar un problema vinculado a la salud, forma parte importante de la respuesta social organizada.6

Resulta imprescindible la búsqueda e implementación de políticas multisectoriales, armónicas y coherentes, que permitan lograr un eficiente servicio de recogida de los residuos sólidos urbanos, su adecuada manipulación y disposición final, en combinación con las estructuras de salud en cada nivel, para lograr eliminar o minimizar las consecuencias e impacto que ello produce en la salud ciudadana y el medio ambiente.

A propósito de la implementación de los Lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, debe constituir un objetivo para los gobiernos municipales y sus estructuras territoriales, el rescate de la gestión local para establecer los resortes económicos fiscales sobre los infractores, tanto estatales o privados, de lo establecido en la higiene comunal, aunque no debidamente legislado, para lograr un ordenamiento social que permita fomentar la conciencia de cuidado de la salud ambiental, en todo su alcance y para toda la población.

Son múltiples las experiencias positivas del trabajo conjunto entre el sector de la salud y los servicios comunales en los últimos años y en la práctica se manifiesta de modo que cuando falla alguno de los eslabones preventivos, o se baja la vigilancia, el sistema inmediatamente se debilita y comienzan las costosas consecuencias, como causa del no accionar cotidiano, en cada uno de los agentes ambientales de la comunidad.

En tanto que el panorama de salud del país se encuentra afectado por la recurrencia de enfermedades transmisibles causadas por problemas en el saneamiento básico ambiental, resulta un imperativo para la capital el refuerzo de la acción intersectorial, el rescate de la disciplina social, la educación a la población y las instituciones para fomentarlas acciones de limpieza, la correcta disposición de desechos en lugar y horario dispuesto, así como el cuidado de la higiene en las cuadras, las áreas públicas, incluidas los espacios de ubicación de los contenedores, los solares y parques, de forma tal que a la inversión y al costo estatal le acompañe la salud de los capitalinos y la belleza de la ciudad.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Acurio G, Rossin A, Teixeira PF, Zepeda F. Diagnóstico de la situación del manejo de residuos sólidos municipales en América Latina y el Caribe. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización Panamericana de la Salud; 1997 [citado 22 May 2012]. Disponible en: http://www.iadb.org/sds/doc/ENV107ARossiniE.pdf. Enero 2005

2. Objeto Social, Estructura y Presupuestos. Informe Consejo de Dirección. La Habana: Dirección Provincial de Servicios Comunales; 2012.

3. Estadísticas-Presupuestos. Informe Consejo de Dirección. La Habana: Dirección Provincial de Servicios Comunales; 2012.

4. del Puerto QC, Rojas CM, del Puerto RA, Prieto DV. Conocimientos y actitud de la población en relación con el saneamiento básico. Rev Cubana Hig Epidemiol. 2000 [citado 22 May 2012];38(2):137-44. Disponible en: http://scielo.sld.cu/pdf/hie/v38n2/hie08200.pdf


5. Organización Mundial de la Salud. El camino saludable hacia un mundo sostenible: salud, medio ambiente y desarrollo sostenible. Ginebra: OMS; 1995.

6. Castell-Florit Serrate P. Sostenibilidad de la intersectorialidad en Cuba. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2009.

 

Recibido. 7 de julio de 2012.
Aprobado: 5 de septiembre de 2012.

 

Alejandro Louro Bernal. Centro de Estudios de la Economia Cubana de la Universidad de La Habana. La Habana, Cuba.
Dirección electrónica: louro@ceec.uh.cu