Introducción
En las últimas décadas los países latinoamericanos han experimentado una acelerada transición demográfica y epidemiológica, de ahí que se puedan observar cambios notorios en los valores de fecundidad, natalidad y mortalidad y esperanza de vida. Estos cambios han dado origen a un envejecimiento progresivo de la población que se ha convertido en un indicador, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo, de mejora de la salud mundial. No obstante, al vivir más años se le asocian problemas sanitarios que progresivamente se van posicionando con una mayor prevalencia, siendo uno de ellos la sarcopenia, condición común en la población adulto mayor (AM).1)
La sarcopenia se asocia a la inactividad física, baja resistencia, baja velocidad de marcha y disminución de la movilidad, factores comúnmente presentes en el síndrome de fragilidad, contribuyendo a un aumento del riesgo de caída y a una disminución de la funcionalidad y de la calidad de vida.2) El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 2015 sobre el envejecimiento y la salud señalaba que los distintos países estaban asumiendo la responsabilidad social de abordar la situación socio-sanitaria de los AM como una prioridad dentro de sus políticas públicas, para lo que se estaban planteando objetivos y estrategias que consideraran de manera integral la salud de este grupo.3)
Es así como en el caso de la sarcopenia y los síndromes asociados al AM que la evidencia señala que como resultado del entrenamiento específico de fuerza se puede atenuar la curva de disminución funcional, incrementar la fuerza y la masa muscular.4 De ahí que la presente revisión tenga el objetivo de mostrar la evidencia de algunos resultados del entrenamiento de fuerza con restricción parcial del flujo sanguíneo (RPFS) en el adulto mayor con sarcopenia, como estrategia costo-efectiva para la dependencia asociada al envejecimiento.
Métodos
Para recopilar la información se realizó una búsqueda sistemática de la literatura en las bases de datos científicas EBSCOhost, ScienceDirect, Web of Science y PubMed (motor de búsqueda que da acceso a la base de datos MEDLINE). Se utilizaron los siguientes términos claves de búsqueda: “adulto mayor”, sarcopenia, “restricción parcial del flujo sanguíneo”, Kaatsu,a combinados a través del operador booleano AND.
Entre los artículos seleccionados y sometidos a análisis se incluyeron artículos de revisión, revisiones cuantitativas, además de artículos de investigación, principalmente ensayos clínicos controlados y revisiones sistemáticas con y sin metaanálisis. En los artículos mencionados, se consideraron las recomendaciones del Grupo Internacional de Trabajo en Sarcopenia y del Grupo Europeo de Trabajo sobre la Sarcopenia en AM (EWGSOP).
Síntesis de datos
Adulto mayor y sarcopenia
La sarcopenia se define como un síndrome caracterizado por una perturbación músculo-esquelética progresiva y generalizada que se asocia al aumento en el riesgo de caídas y fracturas, incapacidad física, internaciones hospitalarias y mortalidad.5 Esta ocurre a medida que avanza la edad y se expresa como deterioro general en el estado de salud. Una proporción sustancial de AM posee sarcopenia, la cual aumenta progresivamente como resultado del envejecimiento de la población. Su prevalencia general es de un 10 % y es cercana al 13 % en países no asiáticos.6
En la última actualización5 de la definición operacional de sarcopenia, el EWGSOP2 utiliza la fuerza muscular (FM) como parámetro principal de este síndrome, agregando la función muscular a las definiciones anteriores, que están basadas solo en la detección de la masa muscular. De ahí que señale que la FM es la medida más confiable de la función muscular. Los objetivos específicos de esta actualización fueron:
Crear una definición de sarcopenia que refleje los avances recientes en el conocimiento científico, epidemiológico y clínico sobre el músculo - esquelético.
Identificar variables que permitan detectar de mejor manera la sarcopenia y predecir los resultados, determinando las mejores herramientas para medir cada variable.
Recomendar una pauta de evaluación actualizada que sea de fácil uso en la práctica clínica.5
La etiología de la sarcopenia en el AM es multifactorial. En ella se incluyen factores genéticos, anomalías mitocondriales, determinantes sociales como la falta de actividad física, alteración de procesos fisiológicos como la disminución de hormonas anabólicas, incremento de citoquinas inflamatorias, disminución de los terminales motores, reducción en el tamaño de la fibra muscular y del flujo sanguíneo muscular, entre otras.7,8,9
Una clasificación etiológica de la sarcopenia la categoriza como primaria, o asociada a la edad cuando no existe otra causa evidente además del envejecimiento de la persona. Se clasifica como secundaria cuando existe una o más causas evidentes, como sarcopenia asociada a la inactividad (consecuencia de reposo en cama, estilo de vida sedentario o situación de ingravidez), sarcopenia asociada a enfermedad sistémica (falla orgánica avanzada, neoplasias, enfermedades inflamatorias o endocrinas), sarcopenia asociada a inactividad física (estilo de vida sedentario, inmovilidad o discapacidad relacionada con la enfermedad) y sarcopenia asociada a malnutrición (ingesta dietética inadecuada de proteínas, malabsorción intestinal y uso de medicamentos anorexígenos).5)
En cuanto al diagnóstico de sarcopenia relacionada con la edad, la actualización del EWGSOP recomienda usar como primer criterio la pérdida de FM, como segundo, la disminución de cantidad o calidad muscular y como tercero la disminución del rendimiento. Para realizar el diagnóstico se requiere siempre de la presencia del primer criterio, más evidencia del segundo o tercero. Si los tres criterios están presentes, la sarcopenia es considerada como severa.5
Alteraciones fisiológicas neuromusculares ligadas a sarcopenia asociada a la edad
Aun cuando se ha demostrado que una baja masa muscular puede preceder a la sarcopenia, no es el equivalente de bajos niveles de FM.10) Durante la sarcopenia la disminución de la FM es mucho más rápida que la pérdida de masa muscular, esto estaría relacionado con alteraciones en la activación neural y estructura muscular.11
La disminución de la FM con el envejecimiento se explica por la reducción del tamaño y número de fibras musculares, en particular las de tipo II; denervación y pérdida de unidades motoras, demostrándose un mayor tiempo para alcanzar el umbral de contracción como también para relajarse; aumento del número de fibras musculares híbridas; disminución en la capacidad de regeneración muscular por menor presencia de células satélite; disminución en la producción de hormonas anabólicas y de la capacidad muscular para incorporar aminoácidos y síntesis proteica, con aumento en la liberación de agentes catabólicos,, además de modificaciones estructurales a lo largo de las fibras musculares, expresada en la modificación de la cadena pesada de miosina, que se diferencia del resto de la fibra muscular.12
La pérdida de FM en el AM se asocia a una disminución en la capacidad funcional para realizar actividades de la vida diaria, incremento del riesgo de caída y cambios estructurales como la pérdida de densidad mineral ósea.13Además, disminuye la movilidad e incrementa el riesgo de fracturas, discapacidad y enfermedades cardiacas. En este contexto, esta es una condición que influye directa o indirectamente en la ejecución de tareas de la vida diaria y justifica buscar alternativas preventivas o terapéuticas que regulen o retarden su aparición en el AM.
Respuestas fisiológicas del entrenamiento con restricción parcial del flujo sanguíneo observadas en el adulto mayor
Este tipo de entrenamiento se ejecuta en combinación con restricción parcial del flujo sanguíneo (RPFS) a nivel muscular, y consiste en colocar un manguito de compresión alrededor de las extremidades apendiculares y presurizarlo con un dispositivo que restringe, pero no ocluye completamente el flujo de sangre arterial durante el ejercicio.14 Este entrenamiento ha demostrado obtener respuestas y adaptaciones fisiológicas relacionadas con el aumento de trofismo y fuerza muscular en el AM.
Sobre la aplicación del ejercicio de fuerza con RPFS en los indicadores de crecimiento de células musculares, Fry y otros15 describieron un incremento del 56 % en la síntesis proteica muscular después de un entrenamiento con RPFS en AM hombres. Estos autores concluyeron que existe una mejora en la señalización del complejo 1 de diana de rapamicina de células de mamíferos (mTORC1) y la síntesis proteica del músculo.
La activación simultánea de las vías de señalización de mTORC1 y proteína kinasa activada por mitógenos (MAPK) son necesarias para inducir una respuesta máxima de síntesis proteica muscular después del ejercicio de fuerza, y el ejercicio con RPFS es capaz de activar ambas vías de señalización en el músculo esquelético de los AM. Yasuda y otros concluyeron que existe una alta posibilidad de que las células madres miogénicas provean una capacidad aumentada de transcripción génica en las miofibrillas, lo que contribuye a una mejor actividad de síntesis proteica muscular en el ejercicio con RPFS.16 En consecuencia, la mejora en el metabolismo proteico puede facilitar el desarrollo de hipertrofia y fuerza muscular en AM sometidos a RPFS.
En relación a las modificaciones hormonales, la RPFS promueve el incremento de los niveles plasmáticos de hormona del crecimiento17,18) y norepinefrina.18 Además, se ha demostrado un incremento en los niveles plasmáticos del factor de crecimiento endotelial vascular,17 lo que promueve la angiogénesis probablemente secundaria al estrés hipóxico generado por el estímulo de este tipo de entrenamiento.18
En este contexto, las adaptaciones producidas y comparadas con el entrenamiento de fuerza (EF) de alta intensidad indican que el EF de baja intensidad de carga con RPFS produce cambios equivalentes en la masa muscular y aumentos más bajos en la FM. No obstante, las mejoras en la FM son significativamente mayores en comparación con el EF de baja intensidad sin RPFS.13
Potenciales riesgos del entrenamiento con restricción parcial del flujo sanguíneo
La mayoría de las investigaciones han reportado una baja magnitud de riesgo en sesiones únicas o periodos de entrenamiento con RPFS. Los efectos secundarios se han agrupado en respuestas de tipo perceptivo y riesgos potenciales. Dentro de las primeras se encuentran los desmayos, entumecimiento, esfuerzo percibido, dolor o incomodidad, dolor muscular de aparición tardía y daño muscular; afirmándose que, en el caso de presentarse de forma elevada, parece ser más una respuesta transitoria al ejercicio y no por la aplicación de RPFS. Los riesgos potenciales (hemodinámicos, vasculares y trombolíticos) deben ser evaluados previo a la prescripción del entrenamiento, no obstante, se ha demostrado que los efectos adversos son mínimos con la aplicación de RPFS y son minimizados con una metodología apropiada de aplicación.19
Una encuesta nacional sobre el uso del ejercicio con RPFS realizada con 12 827 japoneses de 20-60 años (3858 hombres y 8969 mujeres) concluyó que este tipo de entrenamiento puede producir efectos beneficiosos independientemente de la edad, el sexo y la condición física de los usuarios. En la encuesta se registraron síntomas como mareos, hemorragia subcutánea y entumecimiento, pero no hubo efectos secundarios graves como embolia pulmonar, parálisis por compresión nerviosa, o síntomas graves como hemorragia cerebral, infarto pulmonar, infarto cerebral, trombosis venosa o rabdomiolisis.20) Por lo que se reconoció al entrenamiento con RPFS como seguro.
Esta información refuerza la importancia de disponer previamente de datos clínicos y de salud de las personas que participan en el entrenamiento, así como realizar una correcta evaluación de la condición general y física de los posibles candidatos. Por lo que se debe desarrollar una prescripción y aplicar técnicas cautelosas, monitoreando continuamente su ejecución práctica. Aun cuando la evidencia publicada es consistente y la aplicación con criterios clínicos adecuada, es pertinente indagar en mayor profundidad este tipo de respuestas en población AM.
Tipos de entrenamiento de fuerza con restricción parcial de flujo sanguíneo aplicado al adulto mayor
El EF es una forma efectiva de mejorar la fuerza muscular, la potencia, la actividad neuromuscular máxima y la masa muscular en las poblaciones de edad avanzada.4 El EF con alta intensidad [carga > 60 % de una repetición máxima (1RM)] se recomienda como una estrategia efectiva para combatir la pérdida de FM asociada al envejecimiento. Sin embargo, muchos AM poseen comorbilidades que se contraponen con el uso de ejercicio de alta intensidad, por lo que incorporar el EF con RPFS surgió como una alternativa interesante para inducir adaptaciones musculares similares al entrenamiento de alta intensidad y que además impactan en su calidad de vida.21
Los entrenamientos con RPFS se agrupan en dos tipos: fuerza y cardiorrespiratorio; siendo los primeros los que impactan en mayor magnitud en el desarrollo de la masa muscular y en su fuerza.22 Las aplicaciones del entrenamiento con RPFS durante los ejercicios de fuerza se establecen en relación al porcentaje de la 1RM (% 1RM), en ejercicios con bandas elásticas (BE) o en entrenamiento en circuito (EC).
Entrenamiento de fuerza con porcentaje de resistencia máxima (% 1RM)
El entrenamiento con porcentaje de la resistencia máxima es el protocolo de entrenamiento que más se utiliza. Para ello se determina previamente la fuerza máxima durante una contracción concéntrica o 1RM y luego, se aplica un porcentaje de 1RM con RPFS, usando cargas de 20 % - 50 % 1RM.22 Existen diferentes protocolos de ejecución en cuanto a la dosificación de repeticiones, pausas y tiempo total de trabajo, pero todos buscan lograr la fatiga muscular, generando un entorno metabólico apropiado que permita las adaptaciones fisiológicas.
Los estudios sugieren realizar de 2 a 3 sesiones semanales, compuestas de 3 a 5 series, distribuidas en series de 30 repeticiones, 3 a 4 series “al fallo”, o 1 serie de 30 repeticiones, más 3 series de 15 repeticiones, con ritmos de ejecución de 2 segundos de ejercicio concéntrico y 2 segundos de ejercicio excéntrico (relación 1:1), pausas de 30 a 90 segundos, con una duración total de la sesión de 15 minutos aproximadamente. La compresión de la presión de restricción (PR) puede ser continua durante la duración de la sesión, aunque también se puede reducir o eliminar la PR durante la pausa entre series.22,23,24
Entrenamiento de fuerza con bandas elásticas
Las BE son comúnmente utilizadas en programas de rehabilitación o fitness, ya que facilita realizar ejercicios funcionales con una carga externa, ejercida por la tensión que genera la deformación elástica de la banda.25) En AM posmenopáusicas, el entrenamiento con BE asociado a RPFS provocó un incremento similar al entrenamiento de moderada a alta intensidad sin RPFS respecto de la masa y la FM en extremidad superior (ES).26Yasuda y otros compararon un mismo protocolo de ejercicios con BE y RPFS versus otro de solo BE, y concluyeron que el ejercicio con BE y RPFS mejora el área de sección transversal (17,6 % en músculos flexores y un 17,4 % en extensores de codo) y la fuerza isométrica máxima de los músculos del brazo (7,8 % y un 16,1 %, en flexores y extensores, respectivamente), junto con no afectar negativamente la distensibilidad arterial.27
Entrenamiento en circuito
El EC de alta intensidad combina el entrenamiento aeróbico y de resistencia en una sola sesión de ejercicios,28 ofrece numerosos beneficios para la salud y en menos tiempo que los programas tradicionales.29 Además, al utilizar solo el peso corporal (PC) como resistencia, elimina factores limitantes de acceso a equipamiento e instalaciones,28 se caracteriza por realizar variados ejercicios con el PC o con muy bajas cargas en diversas articulaciones, los cuales se completan en 30-40 segundos, con pausas de recuperación cortas de 15-30 segundos entre ellas.29
Cuando se combinó el EC junto a la RPFS aplicados al AM, se pudo comparar el rendimiento físico, balance y fuerza muscular en un circuito con RPFS versus un programa basado en ejercicio dinámicos de balance durante 8 semanas. El circuito se basó en 6 ejercicios, con énfasis en extremidades inferiores y abdominales. Las PR fueron aplicadas progresivamente en un rango de 70 mm Hg a 150 mm Hg. En cambio, el programa de ejercicios de balance, consistía en movimientos simétricos y asimétricos o marcha en diferentes planos de movimiento y sobre una base de apoyo reducida, con aumento progresivo en la complejidad de las tareas. Ambos grupos mejoraron de igual forma el rendimiento físico y el balance después de terminado los programas, no obstante la FM en las extremidades inferiores fue significativamente superior en el grupo con RPFS.30
También se ha combinado la RPFS con modalidades de ejercicio no tradicionales, como las plataformas vibratorias de cuerpo entero, la electroestimulación neuromuscular o la incorporación previa de ejercicios con RPFS a un entrenamiento tradicional de fuerza.21,31
Recomendaciones para el uso de dispositivos de restricción parcial del flujo sanguíneo en el adulto mayor
La técnica de RPFS implica aplicar un manguito de presión en la extremidad superior o inferior, con la finalidad de restringir pero no ocluir completamente el flujo sanguíneo arterial en el segmento que se intervino.14 La magnitud de la intensidad de la PR debe ser individual, razón por la cual es necesario considerar factores como el tamaño del segmento a intervenir, ancho y largo del manguito de compresión y la presión sanguínea del individuo.31 Es muy importante determinar la correcta PR a aplicar.14
La minimización de los riesgos requiere considerar el ancho de los manguitos y el perímetro de la extremidad para establecer la PR, ya que ambas no son independientes a la hora de determinar el estímulo restrictivo.32 Se necesita investigación adicional, pero se puede consensuar, según las investigaciones, que sería apropiado trabajar una PR entre el 50 % y el 60 % del valor requerido para lograr la oclusión total (LOP, del inglés Limb Occlusion Pressure).33,34
Actualmente, no existen protocolos estandarizados para la regulación de los dispositivos de RPFS en el AM, sin embargo, el análisis de la evidencia publicada en población AM sana, hipertensa o con restricciones osteoarticulares permite recomendar criterios de aplicación para realizar un entrenamiento de forma segura y eficiente.33,35,36) Considerando los criterios de tipo y ancho del dispositivo, su ubicación, determinación de la PR y tiempo de duración de la restricción es posible entregar las recomendaciones contenidas en la tabla .
Recomendaciones | Descripción |
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Tipo y ancho del dispositivo | Las investigaciones realizadas, hasta el momento de ejecución de la presente revisión, no habían utilizado dispositivos automáticos y esfigmomanómetros, y no se habían reportados estudios que utilizaran bandas de compresión elásticas en el AM. El material del manguito no parece ser un factor relevante en los resultados. La elección de su ancho debe ser cuidadosa e individualizada, por lo que se sugiere utilizar manguitos medianos (10 cm a 12 cm) y con anchos de 17 cm a 18 cm, para entrenar EI y angostos (5 cm) a medianos para el entrenamiento de ES.31,33,34,37,38 |
Ubicación | Los dispositivos de RPFS se ubican en la porción proximal del ES o EI a entrenar para cumplir el propósito de restringir parcialmente el flujo sanguíneo. La PR debe ser lo suficientemente alta para ocluir el retorno venoso desde los músculos, pero lo suficientemente baja como para mantener el flujo arterial.33,38 |
Determinación de la presión de restricción | Se sugiere trabajar con una PR entre el 50 % y el 60 % del valor requerido para lograr la oclusión total del miembro a entrenar.33,37 En el caso de no contar con un instrumento que permita medir la LOP, se ha sugerido utilizar en el AM con patología osteoarticular una estimación de la PR a partir de la utilización de la siguiente fórmula:39 |
Tiempo de duración de la restricción | Los últimos estudios hechos en AM mantienen la restricción durante el ejercicio y la pausa,34,38 aunque estudios en pacientes con alteraciones osteoarticulares prefieren utilizar restricción intermitente para evitar sobrecargar los tejidos y exponerlos a fatiga precoz.39 |
Abreviaturas: AM: adulto mayor, EI: extremidad inferior, ES: extremidad superior, RPFS: restricción parcial del flujo sanguíneo, PR: presión de restricción, LOP: del inglés limb occlusion pressure.
Consideraciones finales
El fenómeno de transición biodemográfica acelerado, caracterizado por un incremento en los años de sobrevida, implica grandes oportunidades para los AM. Sin embargo, estos desafíos dependen directamente de la capacidad para mantener una adecuada funcionalidad y en consecuencia una óptima calidad de vida relacionada a la salud.40
En este contexto, el ejercicio físico, practicado de manera apropiada, es una de las mejores herramientas disponibles para retrasar y prevenir las consecuencias del envejecimiento, fomentar la salud y la calidad de vida, manteniendo y mejorando la función muscular esquelética, osteoarticular, cardiocirculatoria, respiratoria, endocrina, metabólica, inmunológica y psiconeurológica.41 El entrenamiento con RPFS es una alternativa para compensar los efectos asociados a la sarcopenia, ya que induce ganancias de fuerza y masa muscular en el AM y mejora su capacidad funcional.13,34)
Los efectos benéficos del entrenamiento con RPFS se han observado en personas sanas, no entrenados, entrenados de forma recreativa y en poblaciones atléticas.42,43 En el caso de los AM se ha utilizado siguiendo la premisa de que una parte importante de esta población no es capaz de realizar un EF siguiendo las recomendaciones tradicionales de alta intensidad, por lo cual esta metodología emerge como una alternativa para inducir ganancia en la FM de los AM.44)
Introducir bajas intensidades de cargas con RPFS es una metodología útil, de bajo costo y de fácil aplicación, no solo en procesos de envejecimiento, sino en la rehabilitación física o en procesos de dinapenia o sarcopenia ligadas a otras causas. También es aplicable en poblaciones especiales con factores de riesgo o enfermedades crónicas, que requieran hacer ejercicio o mantener una vida activa, pero sin sobrecargar las estructuras osteoartromusculares. Aun cuando esta forma de entrenamiento es segura y fácil de utilizar, se debe seleccionar rigurosamente la modalidad de entrenamiento, la forma de aplicación de la restricción, el tipo y material del manguito, la presión y el tiempo de restricción durante la sesión y sus progresiones basadas en los principios del entrenamiento.
Cada día se suman evidencias de la aplicación de fuerza con restricción parcial del flujo sanguíneo en distintas poblaciones, de ahí que sea necesario la realización de investigaciones que permitan complementar y enriquecer la información relacionada con sus adaptaciones y medidas de seguridad. El gasto en salud aumentará solo debido al factor “envejecimiento”, intervenir en esta población con este tipo de estrategias, además de generar un impacto en la salud y calidad de vida de los adultos mayores, también puede contribuir a fortalecer el sector sanitario, y con ello, la economía de cada país.