SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.3 número3Método: una sección de mensajería electrónica al servicio del SNICMMetanálisis si; metanálisis no índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.3 n.3 Ciudad de La Habana sep.-dic. 1995

 

Artículos

Propuesta de una guía para la elaboración de resúmenes mas informativos*

José Antonio López Espinosa1, Edicta Pamias González,2 Elsy Cáceres Manso2, Elizabeth Ramos Sánchez3, Soledad Díaz del Campo4 y María Elena Abascal Rivero5
* Trabajo presentado en un panel efectuado durante la Jornada Científica por el XXX Aniversario del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. La Habana, 30 de mayo-2 de junio de 1995.
  1. Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento de Procesamiento de laDocumentación. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM).
  2. Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Grupo de Información Especial. CNICM.
  3. Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria "Camilo Cienfuegos".
  4. Técnica en Bibliotecología Médica. Departamento de Procesamiento de la Información. CNICM.
  5. Técnica en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Centro Internacional de Retinosis Pigmentaria "Camilo Cienfuegos".
Los resúmenes forman parte de la vida científica, pues casi todos los artículos que se publican en revistas especializadas en los campos de las ciencias naturales, la tecnología, la información y la medicina van precedidos de este importante componente.1

Es difícil encontrar un científico que alguna vez no haya tenido que redactar un resumen. Esto ha hecho que se cuestione, por una parte, por qué su confección figura dentro de la teoría de la información y la documentación, si es una acción que aparentemente cualquiera puede realizar y, por otro lado, si tiene más valor el resumen hecho por un experto que el escrito por un lego.

Aunque no existen procedimientos de evaluación reconocidos que permitan dar una respuesta categórica y objetiva a dicha interrogante, lo cierto es que la preparación de resúmenes es una labor que internacionalmente se ha reservado a los especialistas en información, por considerarse que constituyen el personal idóneo para ello.2

Se ha reconocido tradicionalmente que un resumen es el producto de la reducción a términos breves y precisos de lo esencial de un asunto o materia cualquiera.3-5 En el marco estrecho de la ciencia de la información, se define al resumen como la indicación concisa del contenido temático de un documento, cuya realización excluye por regla general cualquier valoración crítica y cuyo propósito es facilitar la determinación de la relevancia del texto original.6

Un resumen bien redactado resulta a veces más claro y coherente que el propio texto original, a la vez que contiene en principio la información básica de éste sin alterar su contenido.7

Tal afirmación se explica por sí misma, pues el resumen como producto no es más que el resultado de un proceso de abstracción, donde más que reducirse aspectos conceptuales, se sintetiza la información que ofrece el documento de origen manteniendo sus aspectos esenciales. Algunos autores se han dedicado a calcular el porcentaje de condensación adecuado en la correlación resumen-trabajo original, y han llegado a la conclusión de que el factor de reducción debe guardar una proporción que oscile en el rango de 1:10 a 1:12.8 Otros autores han demostrado que el contenido de un documento se analiza a partir de un nivel microestructural, formado por las estructuras lineales del texto que se expresan de modo directo; y de un nivel macroestructural, basado en el texto como un todo.9 Asimismo se sostiene que las superestructuras son formas convencionales y esquemáticas de las macroestructuras, que se identifican con el esquema utilizado en la confección de trabajos científicos y que deben estar también presentes en la preparación de sus respectivos resúmenes.

En la mayoría de los documentos que norman la confección de resúmenes, se establece que en ellos deben estar implícitos el problema principal, los métodos aplicados, los resultados y las conclusiones que aparecen en el docu mento original, de lo que se infiere entonces que en un resumen se debe reflejar la superestructura del texto que sintetiza.<6>

Con independencia de las anteriores consideraciones teóricas, viene al caso precisar que el resumen ha de cumplir no sólo la función de proporcionar elementos que estimulen o recusen la consulta del documento original, cuyo contenido esté en él sintetizado, pues debe también facilitar un primer nivel de asimilación del problema que se aborda y propiciar un precedente informativo sólido.<7>

BREVE DESCRIPCION HISTORICA

El origen de los procedimientos de condensación fue en principio expresión de la necesidad de garantizar el acceso al gran volumen de trabajos publicados, que cada vez se hacía mayor en todos los campos del saber desde que comenzaron a vislumbrarse los primeros vestigios de la sociedad burguesa,<8> aunque ya desde el siglo xvii se llevaban a cabo algunas acciones para agrupar de manera más o menos organizada la esencia de las investigaciones científicas llevadas a textos. Un paso fundamental en tal sentido fue la aparición de los primeros proceedings tras la fundación en 1665 de la Royal Society of London.<9>

Con la publicación de los Jahresbe richte über die Fortschritte der physischen Wissenschaften (Informes anuales sobre los avances de las ciencias físicas) en 1821, se encontró una nueva forma de sistematización, que tuvo como precursor durante el siglo xviii al Berlinische Jahrbuch für die Pharmazie und die damit verbundenen Wissenschaften (Anuario Berlinés de Farmacia y Ciencias Afines), que se mantuvo publicándose hasta 1840.<10>

Por último, los resúmenes de la Pharmazeutische Zentralblatt (Revista Farmacéutica), significaron en 1830 una oportuna respuesta a la creciente demanda de información actualizada en el sector farmacéutico. A partir de entonces, se operó un continuo auge de las publicaciones referativas, hasta que a mediados del siglo xx se convirtieron en las fuentes de referencia más solicita das.<11>

Hoy día, con el uso de los medios automatizados para la búsqueda de información bibliográfica en las ciencias médicas, fundamentalmente las bases de datos Medline, Excerpta Medica, EMBASE y, más recientemente, Current Contents, el resumen ha adquirido una mayor importancia, por ser la primera notificación que recibe el especialista sobre el contenido de un trabajo científico.

En virtud de su principal caracterís tica, contener información reducida desde el punto de vista cuantitativo y transformada semántica y estructural mente como resultado del procesamien to analítico-sintético de las fuentes primarias,<12> los resúmenes ofrecen actualmente la posibilidad de mantener a la comunidad científica al corriente de las nuevas investigaciones o de la aplicación práctica de sus resultados.

MODALIDADES DEL RESUMEN

La literatura especializada ha referido generalmente la existencia de tres tipos fundamentales de resúmenes: los indicativos, a veces llamados descriptivos; los informativos y los indicativo- informativos.2,<13>,<14>

Los resúmenes indicativos ofrecen los enunciados fundamentales del trabajo original sin entrar en explicaciones detalladas, aunque sin perder de vista su objetivo principal. Mediante ellos se puede conocer de qué trata el documento a que hace referencia, pero no se pueden obtener resultados concretos en cuanto a las reflexiones en él implícitas o a los estudios en él expuestos. En algunas obras se afirma que en su confección se deben utilizar alrededor de 80 palabras,18 mientras que en otras se sostiene que éstas pueden aproximarse a las 100.19

Los resúmenes informativos contienen de manera generalizada todos los enunciados importantes del documento primario, incluyendo el material que lo ilustra, los datos relativos a los métodos de investigación, las fórmulas, los porcentajes, el empleo de equipos y la esfera de aplicación. Se dice que la información que brinda este tipo de resumen es proporcional al tipo y al estilo del documento base, y que su extensión puede oscilar entre las 100 y las 200 palabras.18,19

Los expertos consideran que los resúmenes informativos son apropiados para los artículos originales, mientras que los resúmenes indicativos tienen mejor acogida en los trabajos de revisión o reseñas, comunicaciones a conferencias y otros informes publicados o no publicados.<15>

El resumen indicativo-informativo es una forma de síntesis que mezcla las dos modalidades anteriores, en la que el lector puede obtener una información más exhaustiva sobre determinados aspectos tratados en el texto original, mientras que de otros sólo se hace mención. En otras palabras, este tipo de resumen presenta en forma condensada los principales argumentos, datos y conclusiones, a la vez que indica breve mente el alcance y contenido del documento.<16>

RESUMEN ESTRUCTURADO

En la actualidad, los resúmenes estructurados han adquirido una mayor importancia, especialmente en el caso de los artículos de interés clínico. Para el médico dedicado a la práctica clínica es muy importante poder juzgar rápida mente la validez y posibilidad de aplicación inmediata de los hallazgos contenidos en un artículo.

Si se tiene en cuenta cómo se originan y se prueban las innovaciones en atención de salud, resulta evidente la necesidad de contar con una estrategia que permita una evaluación crítica más eficiente y precisa de los artículos.

Las hipótesis sobre la naturaleza y el manejo de los trastornos clínicos generalmente tienen su origen en el laboratorio a partir de disciplinas como la física, la química, la biología y otras ciencias básicas. Estas hipótesis deben someterse a series de pruebas cada vez más exigentes, desde la mesa de trabajo a la cabecera del enfermo, hasta que fracasen o demuestren su validez en el contexto clínico. La mayoría de las teorías se desechan al no poder responder a pruebas cada vez más exigentes, pero con frecuencia en la literatura se publican informes sobre pruebas preliminares que han tenido éxito. Las revistas clínicas, como un subgrupo de la literatura biomédica, constituyen un filtro que exige pruebas que han llegado a fases más avanzadas en la valoración. A pesar de este filtro, las revistas clínicas publican aún fundamentalmente los informes de estudios preliminares.<17>

Los médicos que desean seleccionar estudios relevantes para su propia práctica clínica, con el fin de evitar la aplicación prematura de innovaciones que no han sido verificadas completa mente, y que esperan mantenerse actualizados sobre las últimas tendencias, se ven obligados a entresacar los estudios más pertinentes y definitivos. Este proceso consume un tiempo valioso, y se dificulta por los defectos que en ocasiones presentan los estudios en algunas de sus etapas,<18><19> porque su notificación a veces desvirtúa los hechos<20 -28> y porque los artículos sobre un tema clínico determinado se publican en una gran variedad de revistas.

Las revistas biomédicas ofrecen un servicio vital en la diseminación de los nuevos conocimientos. Pero de todos es conocido el volumen impresionante de ellas que se edita actualmente y la labor titánica que tienen que realizar los profesionales para mantenerse actualiza dos. De ahí que se necesiten innovaciones para ayudar a éstos en la búsqueda de artículos que sean científicamente válidos para aplicarse en la práctica, por lo que se ha venido trabajando en los últimos años en diferentes formas de viabilizar dicha búsqueda, entre ellas la confección de resúmenes.

La mayoría de las revistas clínicas no incluyeron los resúmenes de los artículos hasta finales de la década del 60. Entonces, The Journal of the Ameri can Medical Association y Canadian Medical Association Journal trasladaron el sumario y las conclusiones de los artículos hacia el principio. Poco des pués, The Lancet, The New England Journal of Medicine, Annals of Internal Medicine y British Medical Journal siguieron el ejemplo.

En 1969 se propuso la confección de resúmenes tan extensos y estructura dos que la propuesta resultó muy elaborada y poco factible de ejecutar.<21>

En 1987, el Grupo de Trabajo Ad Hoc para la Evaluación Crítica de la Literatura Médica<22> sugirió que se cambiaran el formato y el contenido de los resúmenes, con el fin de proporcionar más información sobre los artículos que divulgan investigaciones originales referentes a la causa, la evolución, el diagnóstico, la prevención y el trata miento de las enfermedades y a la calidad y al costo de la atención médica. Posteriormente, en 1988, se presentó una propuesta complementaria para los artículos de revisión.<23>,<24> Ambos trabajos se divulgaron en Annals of Internal Medicine.

El objetivo de la propuesta era que los autores de artículos de interés clínico estructuraran sus resúmenes para que aspectos tales como el propósito, los métodos y los resultados aparecieran con un vocabulario parcialmente controlado y en un formato normalizado. Esto ayudaría a los lectores a seleccionar los artículos apropiados con mayor rapidez, permitiría que las búsquedas automatizadas fueran más precisas y facilitaría el arbitraje antes de la publicación.

Seis meses después de la propuesta inicial, el formato de todos los estudios clínicos que se publicaron en Journal of Internal Medicine se estructuraron con las sugerencias del Grupo de Trabajo Ad Hoc. Desde entonces, los resúmenes estructurados se han adoptado por The New England Journal of Medicine, Journal of the American Medical Associa tion, British Medical Journal, Chest, Gut, Canadian Medical Association Journal y otras.

Aunque el Grupo de Trabajo Ad Hoc recomendó la evaluación de los resúmenes estructurados, sólo se cono cen tres estudios realizados al efecto.<25>,<26> Se trata de estudios preliminares que se fundamentan en la verificación de si los resúmenes cumplen con las guías preparadas para este fin, en lugar de analizar hasta qué punto los resúmenes estructurados cumplen con los objetivos trazados.<27> Existen diversas opiniones acerca de los resúmenes estructurados y sus detractores se quejan de "su limitación potencial en el estilo y la creatividad que impone a los autores",<28> o de "una disminución en la legibilidad".<29>

En 1990 el Grupo de Trabajo Ad Hoc presentó modificaciones a las propuestas iniciales.22

En 1993 se hicieron recomendaciones para acompañar de resúmenes estructurados los artículos que describen los lineamientos para la práctica clínica.<30>

En Cuba se conoce la experiencia que se obtuvo con el empleo del resu men estructurado en el Primer Simposio Internacional de Retinosis Pigmentaria, efectuado en diciembre de 1994,<31> y para el cual se orientó a sus participantes su confección, con el objetivo de establecer uniformidad en el programa, obtener mayor información de las investigaciones realizadas y eliminar las dificultades de redacción, ambigüedad y falta de información tan comunes en los resúmenes tradicionales. Los resultados en tal sentido fueron muy positivos: los usuarios aceptaron la idea, pues les viabilizaba su estructuración y les evitaba el empleo de frases no representativas o inadecuadas, mientras que la comisión científica agradeció la rapidez en la revisión de los trabajos y la facilidad para agrupar los estudios según el tipo de investigación y propósito.

Los elementos anteriores han servido de motivación para someter a la consideración de las autoridades del Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas (SNICM) una pro puesta de guía para la elaboración de resúmenes estructurados, dadas su utilidad y ventajas, y que se incluye como Anexo de este trabajo.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. American National Standards Institute. American national standard for writing abstracts (ANSI Z39.14-1979). New York: ANSI, 1979:19.
  2. Kuhlen R. Abstracts-Abstracting-Intellektuelle und maschinelle Verfahern. En: Buder M, Rehfekd W, Seeger T, eds. Grundlagen der praktischen Information und Dokumentation. 3 ed. München: Saur, 1991:90.
  3. Diccionario Enciclopédico Abreviado. 2 ed. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1945;t.5:752.
  4. Lasso de la Vega J, Rubert Candau J. Diccionario enciclopédico Labor. 4 ed. Barcelona: Labor, 1971;t.7:215.
  5. García-Pelayo Gross R. Pequeño Larousse en color. Barcelona: Larousse, 1989:777.
  6. Wersig G, Neveling U, comps. Terminology of documentation. París: UNESCO, 1976:143.
  7. Cremmins ET. The art of abstrating. Philadeelphia: ISI, 1982:3.
  8. Borko H, Bernier CL. Abstracting concepts and methods. New York: Academic Press, 1975:5.
  9. Koltay T. The structure of medical papers and their authors abstracts. Health Inform Libr 1990;1(2):55-60.
  10. . Beitrag zur Analyse von Strukture medizinischer Zeitschriftenartikeln und deren Zusamenas- ungen. DDR Med Rep 1990;19(6):333-7.
  11. Milas-Bracovic M. Struktura znavstvenog clanka i njegovog autorskog sazetka. Informatologia Yugoslavica 1987;19(1-2):51-67.
  12. Domínguez Domínguez JM. Estudio para la optimización de la estructura del resumen en el proceso de condensación de publicaciones científicas. Act Inf Cient Téc, 1988;19(1):46-70.
  13. Kuhlen R. Information retrieval: Verfahren des Abstracting. En : Bátori IS, Lenders W, eds. Computational linguistics: an international handbook on computer oriented language research and applications. Berlin: De Gruyter, 1989:63.
  14. Mathis BA, Rush JE. Abstracting: the nature and definition of abstracting. En: Dym ED, ed. Subject and information analysis. New York: Dekker, 1985: 445, 484.
  15. Skolnik H. Historical development of abstracting. J Chem Inform Comput Sci 1979;19(4):215-8.
  16. Baker DB, Horiszny JW, Metanomski WV. History of abstracting at chemical abstracts. J Chem Inform Comput Sci 1980;20(4):193-201.
  17. Academia de Ciencias de Cuba, Instituto de Documentación e Información Científica y Técnica. Clasificador uniforme de servicios científico-técnicos de la actividad científico-informativa. La Habana: IDICT, 1989:22.
  18. Valle Molina D del, Cáceres Manso E, Morales Bello I. Material de apoyo al curso para técnicos en Bibliotecología Médica: texto provisional. La Habana: CNICM, 1982:458-60.
  19. López Lezcano SM, Morales Bello I. El resumen. Serie Superación Técnica 1983;(2):3-10.
  20. Day RA. Cómo escribir y publicar trabajos científicos. Washington: Organización Panamericana de la Salud, 1990:29 (Publicación Científica; 526).
  21. Cuba, Comité Estatal de Normalización. Resúmenes y anotaciones (NC 39-12). La Habana: CEN, 1983:1.
  22. Haynes RB, Murlow CD, Huth EJ, Altman DG, Gardner MJ. Un nuevo acercamiento a los resúmenes estructurados. Bol Of Sanit Panam 1992;113(1):45-63.
  23. Fletcher RH, Fletcher SW. Clinical research in general medical journals: a 30-years perspective. N Engl J Med 1979;301(4):180-3.
  24. Cooper GS, Zangwill L. An analysis of the quality of research reports in the Journal of General Internal Medicine. J Gen Intern Med 1989;4(2):232-6.
  25. Der Simonian R, Charette LJ, Mc Peek B, Mosteller F. Reporting on methods in clinical trials. N Engl J Med 1982;306(22):1332-7.
  26. Bailar JC, Louis TA, Lavori PW, Polansky M. Classification for biomedical research reports. N Eng J Med 1984;311(23):1482-7.
  27. Bailar JC. Science, statistics, and daception. Ann Intern Med 1986;104(2):259-60.
  28. Gotzsche AC. Methodology and overt and hidden biais in reports of 196 double-blind trials of monsteroidal antiinflammatory drugs in rheumatoid arthritis. Controlled Clin Trials 1989;10(1):31-5
  29. Ertl N. A way of documenting scientific data from medical publications. Karger Gaz 1969;20(1):1-4.
  30. Ad Hoc Working Group for Critical Appraisal of the Medical Literature. A proposal for more informative abstracts of clinical articles. Ann Intern Med 1987;106(4):598-604.
  31. Mulrow CD, Thacker SB, Pugh J. A proposal for more informative abstracts of review articles. Ann Intern Med 1988;108(4):613-5.
  32. Froom P, Froom J. Deficiencies in structured medical abstracts. J Clin Epidemiol 1983;46(7)591-4.
  33. Narine L, Yee DS, Einarson TR, Ilersich AL. Quality of abstracts of original research articles in CNAJ in 1989. Can Med Assoc J 1991;144(4):449-53.
  34. Comans ML, Overbeke H. The structured summary: a tool for reader and author. Ned Tijaschr Geneeskd 1990;134(20):2338-43.
  35. Haynes RB. More informative abstracts: current status and evaluation. J Clin Epidemiol 1993;46(7):595-7.
  36. Spitzar WO. The structured sonnet. J Clin Epidemiol 1991;44(6):729.
  37. Heller MB. Structured abstracts: a modest dissent. J Clin Epidemiol 1991;44(6):739-40.
  38. Hayward RSA, Wilson MC, Tunis SR, Bass EB, Rubin HR, Haynes RB. More informative abstracts of article describing clinical practice guidelines. Ann Int Med 1993;118(9):731-7.
  39. Primer Simposio Internacional de Retinosis Pigmentaria. La Habana, 28 de noviembre-1ro. de diciembre, 1994.