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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.4 n.2 Ciudad de La Habana Mayo-ago. 1996

 

La educación y formación de los médicos de la familia como usuarios de la información

José Antonio López Espinosa1 y Soledad Díaz del Campo2
  1. Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento de Procesamiento de la Documentación. CNICM.
  2. Técnica en Bibliotecología Médica. Departamento de Procesamiento de la Documentación. CNICM.
La educación y formación de usuarios se convirtió en Cuba en una necesidad social desde el mismo momento en que se reconoció que la información científica y técnica representaba un recurso para el desarrollo.<3> Esto no pasó por alto dentro del Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas (SNICM), pues desde 1974 se comenzó a trabajar en dicha vertiente con la organización de dos cursos de 35 horas, dirigidos a algunos especialistas, en los que se impartieron elementos relacionados con el uso y el manejo de catálogos y con la confección de resúmenes y de bibliografías. Los referidos cursos se ampliaron a varias especialidades durante 1975 y 1976, aunque con un menor número de horas y apoyados con diapositivas. A partir de 1980, se elaboró un programa basado en diapofonogramas, con un folleto para ampliar conocimientos sobre el tema.<4>

En 1981 el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (CNICM) dictó la Instrucción Metodológica No. 1, que sirvió de complemento al Programa Nacional de Educación de Usuarios, puesto en vigor desde el año anterior.<5>

En junio de l985 se efectuó el IV Encuentro Científico-Bibliotecológico, auspiciado por la Dirección de Bibliotecas del Ministerio de Cultura, y en el cual sólo se presentaron dos trabajos acerca de la formación de usuarios. Uno de éstos fue preparado por especialistas del CNICM, quienes abordaron la posibilidad de lograr la formación de los profesionales de la salud como usuarios de la información mediante el estudio, caracterización y desarrollo de un programa teórico-práctico acorde con la situación entonces vigente.<6>

Con posterioridad, en 1989, la Editorial Ciencias Médicas (ECIMED) publicó un libro elaborado por un colectivo de autores del CNICM. Este perseguía el objetivo de poner al alcance de los usuarios conocimientos elementales sobre la información científico- médica.<7>

LA ATENCION A LOS MEDICOS DE LA FAMILIA

Antecedentes

En virtud de que la labor de los médicos de la familia está más orientada a la prevención de las enfermedades que a su curación, se hace necesario que se les brinde una atención especial como consumidores potenciales de una información que apoye sus funciones como promotores de la salud. Es por ello que desde enero de 1984, cuando se puso en práctica el entonces conocido "Plan de las 120 familias" en la barriada capitalina de Lawton, un grupo de especialistas del SNICM se dedicó a la tarea de crear un flujo de información estable que sirviera de apoyo a este movimiento. Así, como resultado del procesamiento analítico-sintético de las fuentes primarias, fueron surgiendo documentos secundarios dirigidos a esta nueva categoría de usuarios en forma de selecciones de artículos,<8> paquetes informativos<9> e información señal.<10>

Por otra parte, se han realizado trabajos investigativos que establecen métodos para el estudio de las necesida des informativas de los médicos de la familia,<11> o que brindan pautas para el diseño de servicios que puedan satisfacerlas con más efectividad.<12>,<13>

Situación actual

A pesar de las acciones antes referidas, los médicos de la familia no habían recibido, en general, un adiestra miento que les permitiera acceder y utilizar adecuadamente los recursos informativos puestos a su disposición. Hasta mediados de 1994, la atención prestada a su educación y formación como usuarios fue inestable y dispersa. Además, era escasa la retroalimentación que comúnmente existía entre éstos y las bibliotecarias de los policlínicos correspondientes a las áreas de salud donde brindan sus servicios.<14>

Los efectos de tales irregularidades se han corroborado al comprobarse su desconocimiento -parcial o a veces total- de fuentes y servicios de información importantes para apoyar su labor asistencial, docente o investigativa. Por ejemplo, ignoran la existencia de algunos títulos de revistas médicas cubanas, de la mayoría de las publica ciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), así como de los servicios de investigaciones bibliográficas, de préstamo interbibliotecario y de referencia, entre otros.

En algunos casos aislados, las bibliotecarias han asumido una actitud consecuente con el papel que les corresponde desempeñar ante este problema. Pero han tenido que enfrentarse entonces a la barrera -casi siempre insalvable- que significan el escaso apoyo o el poco reconocimiento del valor de su gestión por parte de las autoridades de la unidad asistencial donde laboran.

Perspectivas

La fundación de la Sociedad Cubana de Medicina Familiar (SOCUMEFA) durante la celebración del I Congreso de la especialidad entre el 28 y el 30 de junio de 1994,<15> significó la entrada en escena de una organización que, desde sus inicios, ha sido un punto de apoyo importante en la aspiración de poner coto a las irregularidades que han obstaculizado el logro de mejores resultados en las acciones orientadas al desarrollo de los médicos de la familia como usuarios de la información.

A pesar de su corto tiempo de vida, la SOCUMEFA ha ofrecido un considerable aporte al desarrollo profesional y científico de los médicos de la familia. Una de las mayores preocupaciones que en tal sentido ha tenido su Junta Directiva Nacional es satisfacer la necesidad de que los residentes y especialistas en Medicina General Integral cuenten con la información relevante para el perfeccionamiento de sus actividades en las esferas asistencial, docente e investigativa. Es por ello que las autoridades de esta agrupación han trabajado en conjunto con especialistas del CNICM en la elaboración de estrategias encaminadas al logro de este propósito.

La primera medida al efecto consistió en organizar, en coordinación con el Frente de Metodología de Información Científico-Técnica de la Dirección Provincial de Salud en Ciudad de La Habana, dos cursos de superación para las bibliotecarias de los policlínicos docentes de la provincia. Dichos en cuentros tuvieron cada uno una semana de duración y se celebraron durante los meses de junio y octubre de 1994. En ellos se impartió una serie de conferencias que sirvieron para que las bibliotecarias obtuvieran un adiestramiento teórico-práctico acerca de las necesidades informativas de los médicos de la familia y del modo más eficaz de satisfacerlas.

Por otra parte, se han celebrado talleres en los distintos municipios capitalinos, en los que han participado los médicos de la familia, los vicedirectores docentes de los policlínicos, así como los dirigentes territoriales de la SOCUMEFA y de la especialidad de Medicina General Integral. Su objetivo ha sido el que estos profesionales adquieran o amplíen conocimientos e intercambien experiencias y criterios en relación con el uso de las fuentes y los servicios de información y con la preparación de trabajos científicos destinados a la publicación.

Asimismo, se han creado en cada municipio centros de referencia enclava dos en las bibliotecas de un policlínico seleccionado en cada caso. Estas sedes deberán contar con el equipamiento técnico necesario, la bibliotecaria más capacitada y consagrada y colecciones completas como requisitos indispensables para garantizar su buen funciona miento.

También se ha proyectado establecer el chequeo periódico del cumplimiento por las bibliotecarias de su función de mantener la labor de educación y formación de usuarios con los médicos de la familia de sus respectivos policlínicos, según las orientaciones recibidas en tal sentido, incluyendo el control de los problemas de salud que afectan a cada área de la unidad; la divulgación permanente de todos los documentos que se reciben; la programación de visitas frecuentes a los consultorios; la participación en las reuniones de los grupos básicos de trabajo; la prestación de ayuda técnica a los usuarios en la confección de sus tesis de terminación de residencia y en cualquier otro trabajo de investigación; la realización de entrevistas, encuestas y la puesta en práctica de otras iniciativas que contribuyan a establecer un adecua do y constante retroacoplamiento con ellos.

CONSIDERACIONES FINALES

A pesar de los recursos que se invierten en el desarrollo de la actividad científico-informativa, es aún deficiente el uso que se hace de las fuentes y servicios de información.<16>

Teniendo en cuenta que el asegura miento de la información científica en el sector médico influye considerablemente en el perfeccionamiento de la calidad de la asistencia, la docencia y la investigación,<17> los profesionales de la informa ción tienen la gran responsabilidad de educar a los usuarios en el uso de las fuentes y servicios informativos. A tal efecto, se conocen dos vertientes: una individual o no estructurada, que se efectúa de manera irregular en el momento en que el usuario acude a solicitar el servicio; y otra colectiva y estructurada que se imparte a través de cursos, talleres, charlas, etc., la cual debe ser planificada y sistematizada para que el usuario reciba una orientación que beneficie la optimización de los servicios.<18>

Ante estas aseveraciones científica mente fundamentadas, se puede presumir que las estrategias aplicadas en función de establecer definitivamente una adecuada conexión entre los médicos de la familia y las fuentes y servicios de información están bien encaminadas.

En el presente trabajo se ofrecen elementos que demuestran que ya no sólo se habla de lo que se debe hacer, sino más bien de lo que ya se está haciendo para lograr formas más eficientes de funcionamiento de la actividad científico-informativa en función del desarrollo de los jóvenes residentes y especialistas en Medicina General Integral como usuarios de los recursos informativos, lo cual es, por cierto, consecuente con el principio de que el trabajador de la información de la época actual debe percibir al usuario como al individuo que espera de él el asesoramiento pertinente para la toma de importantes decisiones que, en el caso del sector médico, en algunas ocasiones pueden significar la diferencia entre la salud y la enfermedad.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. Jiménez M. Consideraciones sobre la educación y formación de usuarios de la información en Cuba. Act Inf Cient Técn 1986;17(3):83-108.
  2. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Los medios audiovisuales en el desarrollo de los programas de educación al usuario. La Habana: CNICM, 1983.
  3. . Instrucción Metodológica No. 1/1981. La Habana: CNICM, 1981.
  4. Morales I, Valle D del. La formación de usuarios potenciales como parte de la actividad de capacitación. La Habana: CNICM, 1985.
  5. Valle Molina D del, Cáceres Manso E, Cartaya Encinosa C, Jiménez Miranda J, López Espinosa JA, Olivera Alum M, et al. Elementos básicos para el uso de la información científico-médica. La Habana: ECIMED, 1989.
  6. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Selección de artículos de Medicina General Integral. La Habana, 1984;1(1):1-30.
  7. . Paquete informativo. La Habana, 1985;2(7):1-13.
  8. . Información Señal Especial para el Médico de la Familia. La Habana, 1986;1(2):1-15.
  9. Rodríguez Camiño R, Rodríguez Luis I, Morales Bello I. Consideraciones sobre el aseguramiento informativo al médico de la familia en el Sistema Nacional de Información de Ciencias Médicas de Cuba. Act Inf Cien Méd 1989;2(1):1-20.
  10. 10.Torre Castillo L de la. Servicio de información científica para el médico de familia: una experiencia cubana. Guantánamo: Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas, 1990.
  11. Fernández MM, Domech H. Use of a new method to design an information service for family doctors. Health Inf Libr 1991;2(1):42-50.
  12. López Espinosa JA, Santovenia Díaz JR. El médico de la familia como usuario de la información. ACIMED 1994;2(1):24-30.
  13. Díaz Alonso G. Editorial. Rev Cubana Med Gen Integr 1994;10(4):319-20.
  14. González Suárez E, Fernández de Castro A. La información del interés por la utilización de la información científica y técnica. Act Inf Cient Técn 1989;20(5):42-53.
  15. Sonntag H. Literaturbereitstellung für Medizin und Gesundheitswesen-Zeitschriftenaufsätze. Z Klin Med 1985;40(1):71-2.
  16. Tudares Maldonado A, Belisario G. La utilización de las nuevas tecnologías de la información en las bibliotecas que conforman la Red Biomédica de Venezuela. Rev Inst Nac Hig Rafael Rangel 1991;22(3):43-9.
Recibido: 16 de octubre de 1995. Aprobado: 1ro. de noviembre de 1995.

Lic. José Antonio López Espinosa. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. Calle E No. 452, e/ 19 y 21, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba.