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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.12 n.2 Ciudad de La Habana mar.-abr. 2004

 

El profesional de la información en el ámbito iberoamericano

Marlery Sánchez Díaz1 y Juan Carlos Vega Valdés2

Resumen

Durante siglos el bibliotecario, a partir de una tecnología, ha administrado los recursos de información. La necesidad práctica y socio-histórica ha impuesto a esta profesión diversos matices hasta el momento actual: la sociedad de la información, donde, sin lugar a dudas, ocupa un lugar prominente. Muchos son los autores, los artículos publicados, y los espacios en eventos, dedicados al tema del profesional de la información. Con el objetivo de identificar las diferentes aristas, requerimientos y debilidades de dichos profesionales, se revisó la literatura iberoamericana disponible sobre el tema entre los años 1991 y 2003. Para ello, entre otras fuentes, se empleó el conocido motor de búsqueda Google y la revista Ciencias de la Información, publicada por el Instituto de Información Científica y Tecnológica de Cuba. Se halló un gran número de aristas, derivadas de los nuevos y diversos desafíos que enfrenta actualmente el profesional de la información, así como una serie de requerimientos, consecuencia del cambio de sus funciones de intermediario pasivo a generador de información con valor agregado.

Clasificación: Artículo de revisión
Descriptores (DeCS): BIBLIOTECOLOGÍA/historia; TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA; SOCIEDADES CIENTIFICAS; AMERICA LATINA.
Descriptores(DeCI): BIBLIOTECOLOGÍA/historia; TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN/desarrollo; SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN; REVISIÓN BIBLIOGRAFICA; AMERICA LATINA.

Abstract

During centuries the librarian had managed the information resources. The social, historical and practical needs had given a special tint to this profession nowadays: the information society, where certainly occupy an important place. Many authors, articles and events are devoted to information professionals. Aimed at identifying the several angles, requirements weakness of information professionals, a review of literature available on this topic from 1991 to 2003 was carried out. The wellknown search engine Google and Ciencias de la Información journal published by the Techological and Scientific Information Institute. Several angles were found, arising from the new challenges that information professionals are facing, as well as many requirements as a consecuence of the change of function from passive intermediate to a creator of added value information.

Classification: Review article
Subject headings (DeCS): LIBRARY SCIENCE/history; TECNOLOGY TRANSFER; SOCIETIES, SCIENTIFIC; LATIN AMERICA.
Subject headings (DeCI): LIBRARY SCIENCE/history; INFORMATION TECHNOLOGY/development; INFORMATION SOCIETY; BIBLIOGRAPHIC REVIEW; LATIN AMERICA.

Los orígenes del actual profesional de la información se ubican en aquellas fases de la historia de la humanidad en las que aparecieron la escritura y sus diversos soportes. Es en la civilización antigua donde surge un individuo que, entre sus funciones, estaba la salvaguarda y conservación de los depósitos documentales de los palacios y templos. Su labor se reducía esencialmente a la organización y custodia de los documentos, resguardados en las llamadas "casa de las tabletas" o "casa de los papiros".

En el Antiguo Oriente, fueron los sacerdotes los que se iniciaron en esta ocupación, ellos eran de los pocos que dominaban la escritura y, a su vez, ejercían buena parte del control ideológico en la sociedad; su labor consistía en reunir, transcribir, organizar y conservar los documentos.

En Occidente, es en Alejandría, donde con más claridad surge la figura del bibliotecario. Uno de sus bibliotecarios, Calímaco de Cirene, es una figura prominente en la historia de la bibliotecología mundial. En la Roma antigua, los primeros trabajadores de la información fueron, en unos casos, esclavos y, en otros, funcionarios públicos oficialmente reconocidos. Sin embargo, también sus funciones esenciales giraban alrededor de la organización y cuidado de los fondos. En la Edad Media, en las catedrales y monasterios, los monjes copiaban, ilustraban y restringían el uso de los volúmenes que guardaban. Con el Renacimiento, con las profundas transformaciones culturales que se produjeron, los trabajadores de la información tuvieron que enfrentarse a una demanda diferente de libros.

La aparición de la imprenta en Europa en el siglo XV reforzó esta nueva demanda, producto de la masificación de la distribución de la información.

Durante los primeros siglos de existencia, además de custodio, el trabajador de la información fue conservador, editor, catalogador, intérprete de textos y cazador feroz de libros.

Ahora bien, a pesar de que existió durante siglos, su formación fue eminentemente empírica. No fue hasta el siglo XIX, que se reveló como necesaria la adquisición de un conjunto de conocimientos sistematizados.

En la segunda mitad del siglo XIX, las máquinas primitivas se sustituyeron por otras más complejas, cuya construcción y mantenimiento requerían de mayor preparación y habilidad; aparecieron importantes potencias industriales como Inglaterra, Francia y Alemania; la dirección de la sociedad, entonces, demandó un gran número de empleados suficientemente instruidos; la poderosa burguesía industrial y el estado aunaron sus esfuerzos e implantaron la instrucción pública, obligatoria y gratuita, se oficializaron las ciencias y las letras. La mecanización de la imprenta, la fabricación a máquina del papel y la encuadernación mecánica abarató el libro e hizo posible la confección de periódicos y revistas con grandes tiradas. A su vez, durante el siglo XIX, el movimiento de bibliotecas públicas introdujo una nueva concepción en esta institución que exigió un trabajador de la información renovado. Sin dudas, la idea de preparar un personal calificado que pudiera realizar profesionalmente el trabajo de las bibliotecas se hizo una necesidad. (Frías Guzmán M. La formación de bibliotecarios universitarios en Cuba. [Trabajo de Diploma]. La Habana: Universidad de La Habana, Facultad de Comunicación; 2000.)

Y es que una profesión emerge como un instrumento imperfecto del orden y el propósito en una cultura que cambia constantemente. Cada profesión comprende operaciones intelectuales con una gran responsabilidad para el individuo, derivan su materia prima de la ciencia y el saber; este material lo trabajan hasta lograr un fin práctico y definido; poseen una técnica comunicable mediante la educación; tienden a la auto-organización; su motivación se hace cada vez más altruista.1

Toda profesión es, en gran medida, expresión de las necesidades y urgencias de cada momento histórico. (Ponjuán Dante G. El profesional de la información del nuevo milenio. Observaciones no publicadas.).

En la medida, en que las funciones y el lugar de las unidades de información cambiaron bajo determinadas circunstancias, se transformó el proceso formativo de los profesionales de la información.

Pudiera decirse que el profesional de la información es aquel que tiene un saber especializado en relación con la información y este saber lo pone al servicio de otros,2 dicho saber se utiliza para mejorar las tareas intelectuales de las personas, y realizar su trabajo con rapidez y eficacia.3

Siempre ha existido una relación entre información y sociedad y este profesional siempre, a partir de una tecnología, ha administrado este recurso. (Ponjuán Dante G. El profesional de la información del nuevo milenio. Observaciones no publicadas.) Pero, es en el siglo XX, donde se desarrollaron los mayores cambios, sobre todo, en la esfera tecnológica, ellos produjeron una verdadera revolución en las concepciones sobre su actuación profesional.

En los años 80, se popularizó el término "sociedad de la información". Según G Ponjuán, una sociedad de la información es "cualquier conglomerado humano cuyas acciones de supervivencia y desarrollo se basan predominantemente en el uso, distribución, almacenamiento, así como en la creación de recursos de información y conocimientos mediatizados de forma intensa por medio de las nuevas tecnologías de información y comunicación. 4

En la nueva sociedad, donde la importancia de la información se incrementa, se vuelve determinante, y su uso y generación crece aceleradamente, un profesional con un saber especializado en información y en sus tecnologías asociadas es un actor principal en ella. Por ello, dicho profesional ha rebasado sus recintos tradicionales -bibliotecas, archivos, centros de documentación, centros de información- y su labor alcanza cualquier instancia donde se genere, cree, manipule y se acceda a la información.

Es exactamente el propósito del presente trabajo mostrar, cómo en el breve espacio de tiempo de poco más de una década, 1991-2003, la literatura iberoamericana exhibe una multitud de aristas, requerimientos y debilidades, que caracterizan a los profesionales de la información.

Métodos

Con el objetivo de obtener una visión coherente e integral de las diferentes aristas, requerimientos y debilidades propias del profesional de la información, se revisó la literatura iberoamericana accesible en el tema objeto de estudio publicada entre los años 1991 y 2003.

Para localizar los trabajos relevantes disponibles en Internet se utilizó el conocido motor de búsqueda Google, la revista Ciencias de la Información, que edita el Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT) de Cuba; así como otras fuentes de información no publicadas como los trabajos de diploma realizados en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Resultados y discusión

El profesional de la información, al constituir el imprescindible puente entre los suministradores y los usuarios de la información, un puente cuyo soporte son las llamadas nuevas tecnologías de información y comunicación, se encuentra en medio del complejo mundo de las competencias laborales; por ende, su capacidad, comportamiento, características, desempeño y exigencias -destrezas, actitudes, aptitudes, valores y conocimientos- se reevalúan constantemente.

Las cambiantes circunstancias de sus posibles mercados y entornos laborales, también en constante transformación, imponen nuevas y disímiles competencias a los profesionales de la información. Así, es posible identificar múltiples aristas (facetas o dimensiones), requerimientos o exigencias, así como determinadas debilidades que los caracterizan. Su conocimiento no sólo es esencial para sus instituciones formadoras, desde el punto de vista académico, sino para los propios profesionales, quienes se enfrentarán cada vez más a metas y tareas más complejas, derivadas del desarrollo de su espacio laboral.

Aristas del profesional de la información

Durante la revisión de la literatura disponible, pudieron identificarse múltiples aristas o dimensiones del profesional de la información. Entre sus principales posibilidades, capacidades y funciones se destacan las siguientes:

1991

· Formador de la relación usuario/sistema.5
· El mejor usuario de los servicios de información especializada.5
· Científico de la información, bibliotecario, personal del proceso de datos, diseñadores de sistemas, gestores de registros.6

1992

· Documentalista.7
· Gestor de información.7
· Coordinador de la información.7

1993

· Promotor del desarrollo socio-económico.8
· Analista de sistemas de información.9
· Normalizador de la información.9
· Agente de información.9
· Quien mejora la eficiencia de los servicios de información.10
· Productor de conocimiento.10

1994

· Conservador y difusor del saber humano.11
· Quien determina lo cierto y lo incierto, lo falso y lo erróneo, lo real o irreal.11
· Difusor y organizador de la información.11
· Quien recopila, trata y salvaguarda la actividad intelectual.11

1995

· Referencista.12
· Gerente de información.12
· Quien filtra.13
· Clasificador.13
· Quien examina la información.13

1996

· Archivista.14
· Quien facilita información.14
· Quien diseña e implementa los sistemas de administración de documentos.14
· Decisor sobre los aspectos de protección, seguridad, comunicabilidad de la documentación.14
· Quien implementa sistemas automatizados.14
· Líder en su medio.15
· Mediador entre los proveedores, los usuarios y las tecnologías de información.16
· Quien sortea los vacíos intelectuales, socioculturales y de comunicación.16
· Navegador de los sistemas de conocimientos y fuentes de información.16
· Consultor y asesor en los problemas de información.16
· Auditor de la gerencia perfecta de los recursos de información.16
· Transformador de los datos y flujos de información entre sistemas.16
· Conector de contextos sociales y culturales.16
· Educador de usuarios.16
· Proveedor de recursos para la alfabetización informativa.16
· Colaborador en políticas de información.16
· Asistente de los que diseñan, desarrollan y crean sistemas de información.16
· Gestor de recursos de información e ingeniero de la información.17
· Modificador de la estructura y hábitos de los centros tradicionales de información.17
· Asesor del sistema de organización integral de la empresa.17
· Ingeniero de la información.17
· Quien establece las directrices principales para una correcta utilización de los recursos tecnológicos.17

1997

· Navegante del ciberespacio.18

1998

· Intermediario útil, que ahorra tiempo y potencia el mismo a los investigadores.19

1999

· Tutor. 20

2000

· Quien reduce la brecha entre ricos y pobres en información.21
· Creador de una cultura de individuos con capacidad de trabajar con información.21
· Agente social, constructor de la información. 21
· Quien descubre y diagnostica las necesidades de información. 22
· Creador de servicios y productos de alta calidad. 22
· Gestor del conocimiento. 23
· Especialista de Internet. 24

2001

· Actor de la sociedad de la información. 4
· Puente entre los suministradores, los usuarios y las tecnologías de información. 4
· Especialista en gestión de registros administrativos. 4
· Generador de páginas web. 4
· Administrador de sitios web. 4
· Quien facilita el intercambio electrónico de datos y por correo electrónico. 4
· Colaborador en los trabajos científicos. 4
· Orientador de tendencias actuales. 4

2002

· Contribuidor a la reducción de los efectos negativos del acelerado desarrollo tecnológico, de la explosión de la información,   así como de los constantes cambios sociales, políticos y económicos que ocurren a escala de toda la sociedad.25
· Fuente de consulta obligada para los clientes que buscan información.25
· Quien soluciona problemas.25

2003

· Protagonista de la alfabetización informacional. 26
· Filtro con capacidad de mejorar la información. 27
· Consejero del conocimiento. 27

Como puede observarse, son múltiples las aristas y dimensiones que matizan al profesional de la información durante este período. La diversidad de calificativos y funciones asignadas refleja el cambio acontecido en toda la sociedad tras la revolución de la información, ocurrida como resultado esencialmente del desarrollo de las nuevas tecnologías de información y comunicación que tuvo lugar a finales del siglo XX.

El análisis de las aristas expuestas indica visiones desde perspectivas y ángulos diferentes, que parecen responder a los diferentes contextos de trabajo donde desenvuelven actualmente su actividad los profesionales de la información, así como a sus capacidades heurísticas. Sin embargo, sus funciones esenciales: identificar recursos, organizar la información y responder a las necesidades de sus usuarios, permanecen invariables. Y para ello, es necesario que domine las fuentes y las necesidades de información, los flujos que se generan a partir de los diferentes portadores, los diversos procesos de información, la sistematización de los recursos de información, la representación, la gestión, la creación y difusión de productos y servicios de información con valor añadido, etcétera.

Requerimientos

Entre los requerimientos, planteados por los diferentes autores a la formación de un buen profesional de la información, pudieron establecerse los siguientes:

1991

  • Incorporación del potencial tecnológico disponible para optimizar sus funciones.5
  • Desarrollo en su campo.5
  • Actualización.5
  • Preparación y asimilación de elementos de las especialidades que atienden.5

1993

  • Comprensión y utilización del lenguaje de la ciencia.10
  • Adaptación al sistema económico.10
  • Capacitación empresarial.10
  • Capacidad innovadora y creativa.10
  • Conocimiento de las teorías y vinculación con los métodos de investigación.10
  • Capacidad para ejercer funciones de dirección.10
  • Investigación con enfoques interdisciplinarios.10

1994

  • Formación plurivalente y flexible.11

1995

  • Posibilidades para sistematizar y clasificar el conocimiento.12
  • Habilidades para la comunicación.12
  • Adaptabilidad a los cambios.12

1996

  • Conocimiento del análisis de sistemas, gerencia de información, marketing de productos y servicios, legislaciones. 14
  • Aplicación de enfoque sistémico.14
  • Dominio personal y aprendizaje en equipo.15
  • Comprensión de las nuevas funciones a desempeñar.15
  • Disminución de las funciones de custodia de los fondos y de la actitud pasiva.16
  • Convivencia con su entorno.17
  • Relación con el informático. 17
  • Reciclamiento. 17

1997

  • Comprensión y ejecución de la gestión de información. 18
  • Percepción multimedial y multifacética. 18
  • Posicionamiento y reinserción en diferentes ambientes organizacionales. 18

1998

  • Aptitudes y actitudes profesionales marcadas por los conceptos de calidad. 28
  • Superación profesional. 19
  • Asimilación de los cambios que se introducen en los procesos de selección y adquisición, procesamiento y, en especial, en los servicios de valor agregado. 19
  • Inserción en las nuevas formas de búsqueda y distribución de la información. 29
  • Acentuación de las funciones de especialista en información. 29

1999

  • Investigación y publicación sobre sí mismo. 22

2000

  • Aplicación de herramientas de administración. 21
  • Desarrollo de mecanismos de localización y recuperación mejores. 23
  • Trabajo con metadatos, almacenes de datos, minería de datos. 23
  • Empleo de técnicas, cada vez más sofisticadas, no sólo para la gestión de la información sino para alcanzar la gestión del conocimiento. 23
  • Dominio de los índices y motores de búsqueda en Internet. 24

2001

  • Desarrollo de nuevas formas de ofrecer los servicios. 4
  • Utilización máxima de los recursos disponibles, a partir del dominio pleno de los recursos de información de la organización. 4
  • Búsqueda de respuestas a las dificultades. 4
  • Interacción con diferentes sistemas culturales y organizacionales. 4
  • Creación de bases de datos y organización de las redes. (Orozco Silva E. La inteligencia organizacional. Observaciones no publicadas.)

2002

  • Criterio propio.25
  • Interpretación y satisfacción de las necesidades de los usuarios con los recursos a su alcance, a partir del uso de las nuevas tecnologías.25
  • Administración de los recursos a su disposición para la solución de los problemas de los usuarios.25
  • Comprensión de la relación entre la tecnología y los procesos de gestión de información. 25
  • Asimilación de los avances en materia de ciencia y tecnología de la información. 25
  • Capacidad de motivar, liderazgo y creatividad. 30


2003

  • Generar un efecto de sinergia en la información. 26
  • Trabajar en equipo y ejercer influencia en otros. 26

El perfil ocupacional del profesional de la información trasciende la simple organización pasiva de la información y las funciones asociadas tradicionalmente con ella: recibir, organizar y custodiar la información. Ahora está claro que todo no se queda en el circuito cerrado que forman los documentales y las vías formales de comunicación.

En este compendio, puede observarse la exigencia de un amplio rango de habilidades, útiles para desempeñar un rango igual de funciones. Sus disímiles actividades profesionales se ubican en muchas disciplinas y en campos del quehacer diferentes.
Aun cuando son múltiples los requisitos para formar un profesional de la información!, tal vez, las primeras exigencias son las relacionadas con el dominio de las nuevas tecnologías de la información, el conocimiento, tanto de su especialidad como de aquella en que presta sus servicios, así como su capacidad de creación; talento y tecnología han de andar juntas en el ejercicio de la profesión.

Debilidades

Sin embargo, es insoslayable el hecho de que tanto la disciplina como la profesión atraviesan una época difícil desde el punto de vista académico. Entre las debilidades esenciales, señaladas por los autores consultados, se encuentran:

1996

  • Distorsión de la imagen profesional.15
  • Mantenimiento de los límites en el servicio.15
  • Desarrollo simultáneo de la tecnología de información.15
  • Bajo nivel de profesionalismo.15
  • Falta de identificación de las funciones del profesional y del paraprofesional.15
  • Distorsión y depauperación de la instalación.15
  • Debilidad de los mecanismos de formación y desarrollo profesional.15
  • Escasa cooperación.15
  • Gran pasividad.15
  • Poca conciencia de los profesionales de la información acerca de sus funciones.28
  • Baja demostración de la imagen de un profesional eficiente, adaptable a los cambios que impone el mundo moderno.19
  • Conformación con la integración mediante el simple asociacionismo, a la espera de que los cambios los produzcan otros o lleguen por sí solos. 22

2003

  • Los especialistas en información no se identifican como actores de la sociedad de la información, por ende no identifican sus funciones y compromisos. 31

La supervivencia de muchos de los profesionales de la información formados en el pasado se encuentra en relación directa con la eliminación, aún presente, de estas debilidades.

Es importante integrar lo tradicional con lo nuevo. Ciertos autores planteaban que algunas de las aristas del profesional de la información desaparecerían con la irrupción de la información electrónica; sin embargo, no es así totalmente, muchas cualidades necesarias para su desenvolvimiento en un ambiente tradicional son necesarias incluso para un buen desempeño en el entorno actual.

Sin dudas, este recorrido por poco más de una década, evidencia la evolución que experimenta el perfil del profesional de la información, debido, sobre todo, a las constantes transformaciones que experimenta la sociedad de la información, donde él ha de convertirse en un actor principal. Han pasado de ser recolectores, organizadores y difusores de documentos para enfrentarse a la captura, análisis, acceso y diseminación de datos e información mediante técnicas computacionales, a partir de un conjunto de habilidades y técnicas gerenciales. 4

Se exige que el profesional de la información sea cada vez menos: monitor en la organización de la información, cumplidor de tareas rutinarias, administrador de colecciones, crítico de los errores de sus usuarios, centralizador de documentos, dependiente de su acervo, intermediario pasivo y oscuro entre cuatro paredes y que sea cada vez más: motivador en el uso de la información, sintetizador ágil de información, administrador de productos y servicios de información, promotor de los aciertos del cliente, jugador del equipo en el proceso de acceso a la información, entusiasta del acceso, alguien que agrega valor a la información y un amante de la visibilidad. Que transite del documento a la información, del uso al acceso, de la fuente al recurso, de lo reactivo a lo proactivo, de la planificación operativa incremental a la planificación estratégica, de la visión presentista a la visión de futuro, de la calidad de los productos y servicios a la calidad total, del liderazgo autocrático al liderazgo cooperativo y participativo, de la función de los procesos a la agregación de valor, así como de la colaboración a la alianza estratégica.

Mucho se habló de él, en los primeros años de la década de los ´90, como un gestor de la información y en los primeros del siglo XXI, como gestor del conocimiento, así como sobre sus necesidades: formación, investigación e interdisciplinariedad.
Al ser el profesional de la información en esta sociedad, alguien que orienta las tendencias, que forma hábitos, transmite conocimientos, es importante un alto desarrollo ético y una honradez en su actuación. Por tanto, no debe ofrecer una falsa imagen de sus capacidades o denigrar a otros profesionales; debe mantenerse actualizado, actuar en defensa de los intereses de su profesión, cooperar con sus colegas, entregar el mejor servicio posible, utilizar todas las fuentes de información relevantes y respetar las legislaciones vigentes.

Cierto proverbio árabe expresa "la diferencia entre un jardín y un desierto no es tan solo el agua, sino el hombre". La visión que ofrece este recorrido realizado en el tiempo por la literatura sobre el tema y por los criterios de diferentes autores sobre las funciones, requerimientos y debilidades del profesional de la información permite parafrasear dicho proverbio y decir: "la diferencia entre una sociedad u otra no es tan sólo las tecnologías, sino el hombre".

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Recibido: 24 de febrero del 2004. Aprobado: 8 de marzo del 2004.
Lic. Marlery Sánchez Díaz. Centro Nacional de Biopreparados. Carretera Beltrán Km 1 ½ Bejucal, La Habana, Cuba.
Correo Electrónico: infctf@biocen.colombus.cu

1Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Especialista en Información Científico-Técnica. Departamento Docencia e Información Científico-Técnica. Centro Nacional de Biopreparados.
2Doctor en Medicina. Especialista de Primer Grado en Organización y Administración de la Salud. Jefe del Departamento Docencia e Información Científico -Técnica. Centro Nacional de Biopreparados.