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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.12 n.5 Ciudad de La Habana sep.-oct. 2004

 

Libros para la vida: un proyecto para la promoción de la lectura en la sala de pediatría del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología*

Lic. Dorys Couceiro Arcís,1 Marlen García Parrondo,2 Diana María López Rodríguez3 Silvy Medina Peralta3 Naudelin Vivero Vivero3 Yudisleidis Navarro Sotolongo3 Ariel Somoza Núñez3

Resumen

Se exponen los elementos básicos de "Libros para la vida", un proyecto para la promoción de la lectura en la sala de pediatría del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología de Cuba. Se tratan los fundamentos de las actividades de promoción de la lectura, sus aspectos metodológicos y sus herramientas. Se detallan las experiencias adquiridas por los autores durante la ejecución de las diferentes etapas del proyecto.

Palabras clave: Promoción de la lectura, bibilioterapia, niños, enfermos.

Abstract

Some basic elements on "Books for life", a project for reading promotion in a pediatric ward of Cuban National Institute of Oncology and Radiobiology are exposed. The basis of reading promotion activities are analyzed as well as methodology and tools experiences obtained by authors during the different steps of the project are also exposed.

Keywords: Reading´s promotion, bibliotherapy, childrens, sick.



"Los libros solo tienen valor cuando conducen a la vida y le sirven y le son útiles.

Cada hora de lectura que no produce al lector una chispa de fuerza, un presagio de rejuvenecimiento, un aliento de nueva frescura, es tiempo desperdiciado"
Hermam Hesse.

El Héroe Nacional de Cuba, José Martí, dijo: "Los libros consuelan, calman, preparan, enriquecen y redimen". Y es precisamente esta idea la base para desarrollar Libros para la vida, un proyecto para la promoción de la lectura iniciado en la sala de pediatría del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), con el convencimiento de que, como dijera el Apóstol, "vibra lo que sale del alma y con el alma se paga".

Dicho proyecto, con perspectivas de generalización a otras salas homólogas en el resto de los hospitales de Ciudad de La Habana, se propone incentivar el amor hacia los libros y la lectura: una tarea siempre noble y necesaria, y en el caso que nos ocupa con una connotación especial.

Se trata de llevar alimento espiritual a niños enfermos, algunos en fase terminal y otros condenados a vivir eternamente con tratamiento médico. Se pretende entonces, que ellos se interesen por la lectura; que los que no hayan leído nunca lo hagan por primera vez y aquellos que lo hacen regularmente lo continúen haciendo, además de involucrar a sus padres para que ayuden a que sus hijos se interesen por ello y que la lectura facilite la relación entre ambos en esas circunstancias tan difíciles.

La sala de pediatría del INOR.

El INOR, situado en el municipio Plaza de la Revolución de Ciudad de La Habana, es el centro de referencia de las disciplinas oncológicas en Cuba y atiende, en sus numerosas salas, a pacientes con esta clase de padecimientos. Dispone de un centro de información que brinda servicios especializados, tanto a profesionales como a pacientes hospitalizados. También acuden profesionales que estudian las especialidades relacionadas con el perfil del instituto en el resto del país o el extranjero.

La sala de pediatría del INOR tiene capacidad para 30 pacientes, cuyas edades oscilan entre 3 meses de nacidos y 18 años.

Está acondicionada para albergar y ofrecer tratamiento a 10 niños mayores de 5 años, y a 14 menores de esa edad. Existen además, 2 capacidades para tratamientos ambulatorios y 4 para terapia intensiva, que no presentan requerimientos de edad.

En la sala, muy bien equipada desde el punto de vista médico, los pacientes reciben un apoyo emocional y afectivo muy importante para su recuperación. Sus paredes, ilustradas, contribuyen a suavizar el ambiente agresivo y hostil que pudiera exhibir una sala de un hospital. Los espacios están bien repartidos, son amplios y en ellos se mantienen rigurosas normas de higiene.

La sala, además dispone de una escuela donde una maestra imparte clases a los niños que están en la etapa de la escuela primaria, tanto a los que permanecen con tratamientos que requieren una larga estadía, como a los que están por cortos períodos de tiempo.

Diferentes organismos nacionales e internacionales, conmovidos por la difícil y ardua tarea que realizan los profesionales de la salud en este instituto y especialmente en esta sala, se convierten en embajadores de la alegría y solicitan realizar actividades de esparcimiento en ella, así como contribuir con sus donaciones para mejorar sus condiciones de vida en el lugar.

Con igual propósito, pero con una intención más perdurable y profesional, y sobre la base de que estos niños deben también prepararse para la vida, que se les ayuda a recobrar en calidad y en cantidad, se entendió necesario proyectar un programa de promoción de la lectura e implementarlo, a partir de la consideración de que ellos y sus padres son o pueden lectores afanados.

Los pacientes como usuarios

Los pacientes ingresados en la sala han visto tronchada su niñez por graves padecimientos; carecen de los espacios habituales de diversión de otros niños, de contactos normales con ellos, y es una dificultad el compartir lugares agradables con sus padres y demás familiares. Los mayores, con más entendimiento, pueden explicar con relativa facilidad su enfermedad y tratamiento; sin embargo, se les hace difícil evocar alguna historia leída o contada por sus padres, se encuentran muy afectados como para hacerlo.

Ellos no carecen de información profesional sino de información literaria, que los ayude a crear las bases para la formación de una personalidad apropiada en algunos casos y en otros, a mejorar sus sistemas de valores y aptitudes hacia la vida. Y en esto no quedan exentos los padres. Tanto niños como padres requieren de un aprendizaje sobre la base del esparcimiento y la diversión. Una vez considerados como usuarios, merecen un estudio previo y una actividad concreta: promoción de la lectura.

Como se explicó, la sala se caracteriza por tener un variado universo de usuarios que no excede los 30 en un momento determinado y sus edades fluctúan entre los 3 meses de nacidos y los 18 años. La dificultad mayor que se impone para identificar sus necesidades es la permanencia temporal en el hospital, ello limita una profundización en el estudio de sus necesidades, pueden estar por un período más o menos prolongado y salir por un tiempo o no regresar más. Sin embargo, es aproximadamente constante el valor de las edades para las que existen capacidades y su nivel de escolaridad. Los padecimientos, aunque sean relativamente similares, también varían por el nivel de gravedad y los impedimentos que les imponen a los niños. Por tanto, es imposible establecer un registro formal de dichos usuarios.

Sin embargo, es posible formar algunos segmentos y grupos de usuarios potenciales, a partir de una variable independiente: "edad" y otra dependiente, "el nivel de escolaridad"
Así se obtendrán las siguientes categorías:

  • Niños de 3 meses de nacido a 4 años que no saben leer.
  • Niños de 5 a 11 años que asisten a la escuela primaria.
  • Niños de 12 a 15 años que asisten a la secundaria.
  • Niños de 16 a 18 años que asisten al preuniversitario o a un técnico medio.

Otra variable a considerar, y que incide en la recepción de la actividad de promoción, es el tipo de padecimiento y los impedimentos derivados. Su valor fluctúa según los pacientes que se encuentren en la sala.

Una vez determinados los grupos de usuarios, puede procederse a estudiar la actividad que se pretende ejecutar: la promoción de la lectura.

Promoción de la lectura

Según V Fowler Calzada, la promoción de la lectura es la "acción que busca la correspondencia óptima entre los participantes en la cadena lector-libro-lectura. Dicha acción cumple una función esencialmente modeladora." 1

Y añade, "la promoción de la lectura se traduce en acciones, que pueden ser puntuales o desarrollarse en ciclos cortos o medianos, dentro de un diseño general que los supera en el tiempo (a largo plazo); es en este diseño donde las secuencias adquieren un significado según los objetivos trazados de inicio y que además, se revisan continuamente." 1

Según I Núñez Paula, es "…la actividad dirigida a la formación de hábitos de lectura adecuados, que se logran con la orientación planificada a una población de lectores (activos y potenciales) sobre qué leer, cuánto leer y cómo leer." [Núñez Paula I. Enfoque teórico-metodológico para la determinación dinámica de las necesidades que deben atender los sistemas de información en las organizaciones o comunidades. Tesis para obtener el grado de Doctor en Ciencias de la información. La Habana: Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana, 2002.].

Desde el punto de vista bibliotecario, el trabajo de promoción de lectura puede abordarse de cuatro formas:

  • Captación de individuos que no leen habitualmente para formar en ellos el hábito de la lectura.
  • Captación de lectores que no utilizan la biblioteca para leer e incidir en su actividad de lectura.
  • Trabajo con los lectores habituales que utilizan la biblioteca para guiar su actividad de lectura.
  • Trabajo con los que asisten a las bibliotecas y que no leen habitualmente para convertirlos en lectores.

La labor con los niños de la sala estudiada se ubica en la primera forma, porque ellos no presentan un hábito de lectura arraigado y se han alejado de una infancia normal y de aquellas formas que generalmente la enriquecen, sobre todo en nuestra sociedad, producto de su padecimiento, incluso algunos no saben leer ni escribir. En este caso, se pretende acercarlos al mundo de los libros mediante diferentes vías y fomentar en ellos el interés por la lectura, así como lograr su conversión en lectores asiduos a la biblioteca.
La organización del trabajo con los lectores en las bibliotecas considera dos aspectos fundamentales:

  • La orientación directa de la lectura.
  • La actividad informativa desarrollada en función de ella.

La orientación directa o en vivo de la lectura tiene como objetivo esencial incidir en su contenido y carácter, en la selección y comprensión de las obras leídas, así como su valoración por parte de los lectores.

La actividad informativa tiene como propósito fundamental incidir en el contenido de la lectura, ofrecer a los lectores datos referentes a los documentos que integran el fondo de la institución y su actualización sobre los nuevos que ingresan. En el trabajo informativo no media el intercambio de criterios personales, sino que se pretende influir en la selección de las obras a leer, con lo que se contribuye a la orientación de la lectura.

Como la lectura o el hábito de leer, es el objetivo fundamental y primero de la actividad que se pretende realizar, es necesario aclarar qué se entiende por lectura.

Según K S Goodman, "La lectura es una interacción entre el lector y el lenguaje escrito, donde el que lee trata de reconstruir el mensaje del que escribe." 2

Y pudiera añadirse que la lectura es una actividad de muestreo, selección, predicción, comparación por la que el lector selecciona una muestra de indicaciones gráficas útiles basadas en lo que ve y espera ver.

"La lectura implica la reconstrucción de los hechos que existen detrás de los símbolos.", afirmó A Kozybski 2
Y establece D Waples: "La lectura es un proceso social que pone al lector en relación con su entorno y condiciona tal relación." 2 Y ello es uno de los propósitos del presente proyecto: devolver a los niños y a sus padres el vínculo con el mundo que los rodea y que excede al hospital; también, mejorar las relaciones entre ellos como forma para superar con más fortaleza las situaciones difíciles que cada día deben enfrentar.

Así, el promotor de la lectura se enfrenta a una doble responsabilidad: tratar de aumentar la cantidad de lo leído y mejorar su calidad. El promotor de lectura es un formador de lectores, un educador más.

La promoción puede realizarse a través de múltiples intermediarios: televisión, radio, prensa, actividades culturales, etcétera.
Es difícil de imaginar un sujeto que realice sus lecturas únicamente a partir de estímulos propios, ajeno a toda influencia social; es igualmente difícil de imaginar un sujeto que jamás introduzca estímulos propios como lector -es decir, que no tenga intereses.

Entonces, puede afirmarse que la clave del proceso de la lectura consiste en la combinación armónica de la intervención del promotor y la emancipación del sujeto lector.

El promotor es básicamente una persona con capacidad de gestión y habilidades para acometer acciones que promuevan la lectura.

Las actividades de promoción de la lectura pueden responder a políticas gubernamentales que orientan la difusión de libros nuevos. Pueden darse mediante charlas informales que creen un vínculo entre un material específico y el lector, juegos y sesiones de lectura en voz alta.

Existen diferentes métodos para realizar la promoción de la lectura e inculcar el amor y el goce en ella.

Dichos métodos se apoyan en las preferencias de los lectores y su objetivo es estimular y formar nuevas demandas, así como reafirmar las que sean adecuadas. Los métodos pueden ser orales y no orales y desarrollarse con cada lector de forma personalizada o en grupos.

Según G. A. Rivera, los métodos orales son diversos y se pueden clasificar en tres tipos: [Rivera Alvarez, GA. Un taller en función de la promoción de la lectura y animación socio-cultural: su aplicación con niños de sexto grado de una comunidad intramontaña. Trabajo de diploma para optar por el título de Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. La Habana: Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana, 2002.].

  • Crítico-analítico.
  • Recomendativo.
  • Positivo-ilustrativo.

Método crítico-analítico

Se ha diseñado para que los niños realicen una valoración crítica de lo leído e incorporen el contenido de la lectura a la práctica. Se aplica mediante los debates y las actividades demostrativas.

Su objetivo esencial es incidir en el carácter de la lectura. Sus propósitos particulares se circunscriben a mostrar la utilidad práctica del contenido de las obras a los lectores y que ellos realicen un análisis crítico de lo leído

Para aplicar este método se requiere de una cuidadosa selección de la obra a discutir, ella debe presentar un tema de actualidad conocido por el lector, debe ser conocida o haberse leída anteriormente por los miembros del grupo que participan en la actividad con el objetivo de facilitar el debate, aunque puede ser una obra que no conozcan.

Método recomendativo

Se emplea para interesar a los adultos por la lectura de obras específicas - pueden ser obras de poca circulación o poco conocidas por los lectores.

Puede adoptar la forma de comentarios a libros, resúmenes bibliográficos, reseñas bibliográficas, revistas orales y las tertulias con los lectores.

Su objetivo fundamental es incidir en el objetivo de la lectura. Sus fines específicos, lograr el interés del lector por las obras que se les recomiendan.

Método positivo-ilustrativo

Se emplea para dar a conocer a los lectores los valores positivos de los autores que se presentan. Se aplica con jóvenes.
Se deben considerar los vínculos entre el contenido de las obras que se promocionan y la práctica social, así como el intercambio de opiniones entre los participantes.

Se implementa mediante charlas sobre libros, lecturas comentadas, narraciones y encuentros con escritores.
Su objetivo principal es influir en el carácter y contenido de la lectura, sus propósitos particulares: contribuir a que el lector establezca relaciones entre el contenido de lo leído y con ideas que sugieren las obras que se presentan.

Debido a las posibilidades que ofrece para una mayor participación del lector y el futuro lector en las actividades que fomentan la lectura y la interacción con los libros se decidió utilizar el método crítico-analítico, aunque puede relacionarse con otros.

Dicho método utilizado, a partir de diferentes técnicas para la promoción de la lectura, permite incentivar la atención y el interés del niño no sólo por los libros y el conocimiento que puedan adquirir sobre estos, sino también por la vida, que constituye un reto para ellos.

Para su aplicación, se acude a actores de teatro, narradores orales, dibujos animados, títeres, juegos didácticos, como herramientas para ejercer una efectiva acción sobre los niños e incluso sobre los adultos. No cabe duda, por tanto, que por medio de esta vía es posible alcanzar resultados muy positivos en el plano pedagógico, cultural, docente, educacional, a favor de la promoción de la lectura y de la animación cultural, como parte de las tareas acometidas para la masificación de la lectura y, en este caso en particular, para elevar su calidad de vida.

En este sentido, es válido aclarar que el punto de partida de todas las actividades a realizar, son las obras infantiles que se emplearán para su desarrollo en sus diferentes versiones y adaptaciones. Ellas se utilizarán como nexo para reforzar la relación entre adultos y niños. Nada de esto cobra sentido si no se logra motivar a ambos con actividades atractivas y dinámicas que los separen de su dolorosa rutina.

La motivación por la lectura se representa con la expresión: "gusto por la lectura", utilizada por lectores y no lectores. Está muy relacionada con la búsqueda de lo nuevo e involucra curiosidad y apertura a los nuevos conocimientos e informaciones. En este caso, la motivación se encuentra relacionada estrechamente con el tipo de libro consumido. Otra gran motivación por la lectura es el desarrollo del texto y la argumentación del libro. Si existe motivación y el lector se siente atraído, la lectura estará asegurada.

Una de las formas para lograrlo es la lectura en voz alta como instrumento para la motivación de la lectura.

Si los niños están en edades preescolares, se recomienda la selección de libros ilustrados con animales, con textos que rimen o tengan un ritmo y abundantes repeticiones. Se lee deslizando el dedo índice por debajo de las palabras. Primero se lee solo, luego con los niños y finalmente, se les pide que lean solos. Esta es una forma de estimular su memoria y ampliar su vocabulario mientras experimentan anticipadamente el placer que un día les producirá saber leer. Esto es difícil de realizar en el caso de grupos con edades o grados de escolaridad distintos, como suelen ser en la sala. 3

La lectura en alta voz debe ser un espacio de emociones, risas y excitación. Puede provocar a jugar y entonces se verá que el suelo es el mejor lugar para practicarla. Cuando los chicos lo hacen bien, usted tiene que decir alto, repetida y alegremente: ¡Bien! o ¡Sí! porque el niño gusta del juego cuando está seguro de que lo hace bien.

Es necesario despojarse de todo pensamiento que pueda constituir un lastre para disfrutar de la relación armónica libro-niño-adulto. Es sobre estos cimientos, que forman los ratos de retozo literario, que luego el maestro edificará los conocimientos con más facilidad y solidez.

En materia de lectura, los problemas son difíciles de remediar pero son fáciles de prevenir. Si se conversa con los niños con cierta profundidad desde antes de los tres años, podrá observarse que cuanto más conversación e intercambio se produzca, más brillante será su pensamiento. Cada palabra es un bloque con el que los propios niños realizarán construcciones insospechadas, más reconfortantes que las que logran con los juguetes de construcción y, por cierto, mucho más duraderas.

Debe aprovecharse la lectura en voz alta para entablar una conversación rica con los hijos y estimular sus respuestas, aunque éstas tan solo puedan ser a nivel de: sonidos, gestos o palabras sueltas, es darles la oportunidad de participar, la que más tarde será una de sus virtudes como ciudadanos. Esto ofrece mucho provecho en caso de niños enfermos que se muestran por lo general más inhibidos.

Hoy más que nunca, la lectura corre el riesgo de ser vista por los niños como una imposición más de los padres y profesores. Y para evitar esto, se debe:4

  • No obligar a leer.

Como toda actividad, la lectura requiere constancia para convertirse en hábito. Nunca se debe obligar a leer, pero sí se puede (y debe) convertir en un hecho cotidiano. La clave radica en que llegue a formar parte del tiempo de ocio, como ver la televisión o jugar. En edades muy tempranas, serán el padre y la madre los que directamente realicen esta función. Con el tiempo, el espacio dedicado a la lectura se ampliará, y serán los propios niños quienes decidan cuánto, cuándo y dónde van a leer. De ahí, la importancia de involucrar a los padres en la promoción. En ellos, se debe crear este hábito que conduce a mejorar sus relaciones comunicativas con el hijo y a alegrarle su niñez al tiempo que lo instruye.

  • Colocar los libros en forma accesible.

Aunque no se trata de juguetes, los libros, tanto los propios como los ajenos, deben estar accesibles. Es necesario quitarles ese estatus de objeto importante y que sólo adornan los libreros. Es más, se han de potenciar las bibliotecas propias desde que nacen, porque un libro, después de leerse, traspasa el umbral de lo meramente material. Por ello, aunque están en la biblioteca; que es su lugar, hay que desarrollar una política para su difusión.

  • Visitar las librerías.

Las ferias o exposiciones pueden convertirse en un entretenimiento que acerque la literatura a los hijos. La idea de verse rodeado de tantas posibilidades familiariza al niño con este tipo de comercio y le añade atractivo. Además, si se le da una cantidad de dinero con el objeto de elegir el título que le guste, comenzará a desarrollar criterios de compra y aprenderá a distinguir qué obra merece la pena adquirir.

En las visitas realizadas a la sala mencionada, se les mostró una colección completa a los niños con el objetivo para abrirles el universo y se les regalaron algunos ejemplares. Esto se realizará cada vez que se lleven nuevos títulos.

  • Desarrollar un hábito diario de lectura.

Leer todas las noches un cuento a los más pequeños se convertirá con el tiempo en un hábito de lectura diaria.

  • Resolver las dudas.

Se deben buscar juntos en el diccionario los términos que no se entiendan. Con ello, se inculca la buena práctica de ampliar el vocabulario.

  • No prohibir la lectura de determinados libros.

Es necesario prestar mucha atención en la edad crítica de la adolescencia, porque grandes lectores infantiles se pierden en esa etapa. En ese sentido, la libertad de elección es determinante. Nunca se deben prohibir títulos. En lugar de ello, es importante explicar por qué no se va a entender lo que se lee, y cuál es el motivo por el que no debe perderse el tiempo. De esta forma, se logrará despertar su espíritu crítico. Por ello, en nuestra experiencia se decidió entregar sólo títulos apropiados para sus edades.

  • Ser socio de alguna biblioteca.

Una práctica fácil de realizar es hacerse acompañar por los hijos desde muy pequeños cuando se visita la biblioteca.

  • Buscar una adaptación a los gustos.

Todo es susceptible de convertirse en una excusa para acercar a la lectura: un tema de actualidad, efemérides de personas o hechos que les llamen la atención o una película que los entusiasme: son ocasiones excelentes para suscitar la pasión por los libros.

  • Compartir la lectura.

Cuando los niños crecen, se les pueden ofrecer libros que lean los padres. La lectura será un tema atractivo de conversación entre padres e hijos.

Todas las actividades se deben realizar además, de manera organizada y planificada, de ahí que se plantee, en la literatura sobre el tema, la necesidad de establecer estrategias para el fomento de la lectura. Ellas constituyen el conjunto de acciones organizadas para propiciar el acercamiento de los usuarios de la biblioteca y de la comunidad a la lectura.5

Una actividad de fomento de la lectura es aquella que se realiza con vistas a difundir o propiciar el contacto y el conocimiento del acervo de las bibliotecas. Estas actividades en una biblioteca determinada y con un grupo particular de usuarios revelan la implementación de determinadas estrategias. Existen múltiples actividades que pueden emplearse con el objetivo de lograr un acercamiento a los libros y la lectura, por ejemplo, el "Fichero de actividades de fomento de la lectura en las bibliotecas" 5

a) El baúl del tiempo.

  • Pida a los participantes que se sienten en círculo.
  • Dé la bienvenida al grupo y pida que imaginen en el centro del círculo un baúl en el que se guardarán objetos para realizar un viaje en el tiempo.
  • A continuación, cada participante dirá su nombre y en seguida la frase: "He guardado en el baúl del tiempo..." agregando el nombre de un objeto que comience con la primera letra de su nombre, ejemplo: Soy Alejandro y he guardado en el baúl del tiempo un juego de ajedrez.
  • Concluya la actividad presentándose de la misma manera que el resto de los participantes.

Esta técnica presenta como ventaja que los pacientes rompen con las barreras que los padecimientos imponen a la comunicación entre ellos y con sus padres.

b) Círculo de lectura.

  • Elija un texto que considere de interés para los participantes.
  • Busque los datos del autor y su obra.
  • Obtenga, en la medida de lo posible, ejemplares suficientes para los participantes.
  • Presente el texto, mencione el título y exponga una breve biografía del autor.
  • Pida a los participantes que se turnen para leer el texto por fragmentos.
  • Finalice realizando algunas preguntas, con el fin de motivar a los participantes a expresar su opinión sobre lo leído: qué les pareció el tema, qué piensan sobre los personajes y el desarrollo de las acciones, cómo consideran el desenlace, etcétera.

Esta técnica puede aplicarse sólo en niños que sepan leer y los que no lo hagan los padres deben poder leer por ellos y estos, escuchar con atención.

c) Tertulia.

Es un círculo de lectura que se fundamenta en una charla, donde se promueve la participación del grupo en torno a un tema.

  • Elija un tema sobre el cual intercambiar ideas y comentarios.
  • Localice en el acervo los libros y seleccione las lecturas para apoyar y estimular los comentarios sobre el tema.
  • Realice alguna actividad de presentación.
  • Propicie un ambiente agradable, donde los participantes compartan de manera libre y respetuosa sus ideas y comentarios en torno a un tema.
  • Lea en voz alta un texto a propósito del tema.
  • Inicie la charla haciendo comentarios respecto al tema. Pida a los participantes sus comentarios procurando alternarlos con la lectura de textos seleccionados para este propósito.
  • Termine la actividad animando a los participantes a dirigirse a los fondos para localizar libros sobre otros temas que surjan en su transcurso.
  • Brinde la orientación necesaria para la utilización de todos los servicios bibliotecarios.

La aplicación de esta técnica requiere de un nivel cultural mayor entre los participantes, exige gran preparación por parte de los ejecutores, pero puede realizarse con una buena preparación y si los niños saben leer.

No necesariamente debe haberse escogido un tema a priori; como existe un intercambio con ellos, puede convertirse en una forma de gestión del conocimiento. Para la ambientación, puede utilizarse música infantil, pintura, plastilina, etcétera.

d) Sugerencias para leer en voz alta.

  • Lea en silencio el texto elegido las veces necesarias para comprenderlo.
  • Localice en el texto, las palabras que no conoce y busque su significado en el diccionario.
  • Identifique en el texto, los personajes, las emociones y las situaciones.
  • Ensaye varias veces la lectura en voz alta; considere el volumen, el ritmo, la claridad y la modulación de la voz; apóyese en la puntuación y en la intención del texto para interpretar a los personajes y transmitir su emoción: tristeza, felicidad, ternura, cólera, etcétera.
  • Recuerde que el lenguaje del cuerpo puede ser de gran ayuda.
  • Lea para el público y procure establecer contacto visual con cada uno de los participantes.

e) Adivina, adivinador.

  • Tenga a la mano tarjetas y lápices suficientes para cada participante.
  • Seleccione del acervo, libros que contengan adivinanzas y colóquelos sobre la mesa.
  • Agrupe a los participantes en cuatro equipos y pida a cada equipo que escoja cinco adivinanzas diferentes de los libros seleccionados.
  • Proporcione tarjetas y lápices a cada equipo para que escriban una adivinanza en cada tarjeta, sin la respuesta.
  • Cuando lo indique, los equipos intercambiarán las tarjetas y tratarán de adivinar las respuestas.
  • Finalice la actividad pidiendo a cada equipo que lea en voz alta la adivinanza y diga la respuesta. Si no es la acertada, el equipo que la seleccionó dirá la repuesta correcta.
  • Pida a un participante que diga la palabra que pensó y cuál es la relación que tiene con el texto. El resto del grupo otorgará su aprobación, y si no la otorga, ese participante buscará una nueva palabra y esperará su turno.
  • Termine pidiendo al grupo que opine sobre lo leído.

f) Dibujando mi propio final.

  • Tenga a la mano hojas de papel, lápices y crayolas de colores suficientes.
  • Seleccione algún cuento del acervo de libros.
  • Organice a los participantes en equipo.
  • Lea un cuento en voz alta a los participantes.
  • Pida a cada equipo que cree un final diferente al de la historia que escucharon.
  • Finalice la actividad solicitando a cada equipo que muestre un dibujo al resto de los participantes y que comenten el final que dibujó.

g) Esta es la cadena.

  • Organice al grupo en círculo y entregue a un participante un objeto pequeño que represente a un personaje.
  • Explique al grupo que van a inventar una historia colectiva, donde cada participante agregará elementos al relato cuando reciban el objeto. Por ejemplo, el primer participante dirá "Este es Aluche..." y pasará el objeto al compañero del lado derecho que podrá decir, un perro simpático y juguetón.
  • Termine la actividad cuando todos hayan participado.

h) Mundo.

  • Tenga a la mano una pelota pequeña.
  • Organice al grupo para que se sienten formando un círculo.
  • Colóquese al centro del círculo con la pelota.
  • Indique a los participantes que piensen en animales que vivan en el agua, en el aire o en la tierra, porque cuando reciban la pelota tendrán que decir rápidamente el nombre de un animal terrestre, acuático o aéreo según le indique, y que saldrá del juego si repiten el nombre o no responden rápidamente. Indique que cuando diga la palabra mundo, todos los participantes tendrán que cambiar de lugar, de este modo, será otra persona la que quede al centro del círculo y coordine el juego.
  • Finalice la actividad cuando se descarten todos los participantes, con excepción de uno, quien será el ganador.

Puede realizarse también un libro-debate que apunta hacia la gestión del conocimiento y que busca mejorar el potencial humano, a partir de la exposición de las ideas y opiniones de los participantes sobre la obra que se trata.
Las actividades pueden realizarse en forma independiente o relacionada. Las técnicas sirven de base para preparar las actividades que se realizarán en cada encuentro, según los invitados y materiales disponibles para la ocasión, así como las características y el estado de los pacientes en ese momento, por ello es importante asistir a la sala donde se encuentran ingresados los pacientes e informarse sobre su estado una semana o quince días antes de la actividad.

Libros para la vida

Los objetivos del proyecto Libros para la vida son:

  • Mejorar la calidad de vida de los pacientes y ayudar a que su estancia en el hospital sea menos difícil.
  • Fomentar el contacto con los libros.
  • Promover la lectura de literatura infanto-juvenil entre los pacientes y sus padres.
  • Desarrollar el goce estético de las obras literarias infanto-juveniles.
  • Presentar a los padres una vía para contribuir al bienestar de sus hijos, desarrollar en ellos hábitos de lectura y propiciar su aprendizaje.
  • Incentivar en los niños, sus capacidades críticas y valorativas al inculcarles determinados valores mediante los textos que se les promociona en cada actividad.
  • Fomentar las capacidades comunicativas de los pacientes con las personas que se encuentran en su entorno y en especial con sus padres.
  • Mejorar las capacidades de los pacientes para establecer relaciones entre los textos promocionados y las posibles versiones que pueden haberse realizado para los diferentes medios.
  • Propiciar el aprendizaje en los niños en forma placentera y entretenida.
  • Devolver a los niños al mundo de la infancia que han perdido producto de su padecimiento.
  • Para su implementación, se procedió primero a la recopilación de materiales (libros) como insumo fundamental para el trabajo de promoción.

Para ello, se visitaron diferentes editoriales e instituciones, entre ellas:

  • Editorial Capitán San Luis.
  • Editorial Gente Nueva
  • Editorial Abril
  • Instituto Cubano del Libro
  • Casa Leonor Pérez, que se dedica a realizar trabajos comunitarios de promoción de lectura.
  • UNEAC
  • Así, se recopilaron 115 publicaciones que se entregaron a la biblioteca del hospital para que los niños de la sala los puedan utilizar cuando lo deseen.

La intención es crear una colección especial infanto-juvenil como parte del gran fondo de la biblioteca en el que escasea esta clase de literatura o no existe.

Además de involucrar diferentes editoriales, se recibió la colaboración de la compañía de teatro "La Colmenita", del departamento de extensión universitaria de la Universidad de La Habana, de la Biblioteca Nacional "José Martí", que aportó bibliografía y experiencias obtenidas en la aplicación del "Programa nacional de orientación de la lectura". La Casa de Trabajo

Comunitario "Leonor Pérez", también prestó a una narradora, una payasa y al caricaturista Cecilio Avilés para que intervinieran en la primera actividad.

Se realiza un encuentro mensual y en cada uno se promociona un libro diferente. Los encuentros se coordinan previamente con el departamento de relaciones públicas del instituto con el objetivo de que no coincidan con otras actividades que se realizan en esta sala. Las actividades duran aproximadamente una hora y media.
Los encuentros realizados hasta el momento sucedieron como sigue:

  • El primer encuentro.

Se realizó el primero de abril del 2004. Se contó con la participación de diez niños, siete estaban con medicamentos y no pudieron participar.

Primero se explicó en que consiste el proyecto y luego comenzó la actividad.

A este encuentro, se invitó a una compañera que leyó un cuento del libro "Había una vez": "Los siete chivitos", de Herminio Almendro, debido a que la mayoría de los niños eran pequeños. Ellos lo escucharon con gran agrado, luego Cecilio Avilés, el padre de Cecilín y Coti, dibujó la figura de Coti. A continuación, se les regalaron colores y crayolas para que lo colorearan, además de algunos libros. Por último, una payasa les contó un cuento con títeres y dos de ellos participaron como los protagonistas del cuento y se realizaron diferentes adivinanzas.

Los niños estuvieron interesados en la actividad y participaron en ella. Los más pequeñitos miraban con atención a la compañera que les leía el cuento como si supieran en realidad de lo que se trataba y hojeaban los libros que se les regalaron como si supieran leer. Fue una emoción inexplicable para los autores observar a los niños como reían con los cuentos y las travesuras que les hacía la payasita. Dicho encuentro se filmó.

  • El segundo encuentro.

En este encuentro, los autores fueron los protagonistas. Se proyectó "La Cenicienta", pero antes de ver la película se hizo un juego para que los niños adivinaran a través de los diferentes personajes del cuento qué cuento verían; luego se les hablo de quién fue su autor y entre ellos y los autores se contó lo que sucedía en esta obra. Al concluir la película, se conversó se les preguntó a los niños sobre qué les había parecido y se les entregó el libro "La Cenicienta".

  • El tercer encuentro.

Para este encuentro, se llevó una representación de la compañía de teatro "La Colmenita", quienes dramatizaron "Meñique", uno de los cuentos que aparece en "La Edad de Oro". Antes de la representación, se les habló sobre José Martí, su autor.

Los artistas realizaron diferentes juegos con ellos y sus padres, en la medida en que se contaba el cuento, cantaron, hicieron adivinanzas. Los niños estuvieron bien contentos; para terminar, se comentó la moraleja del cuento y algunos de ellos expusieron sus criterios sobre las enseñanzas que les sugirió.

Por último es oportuno señalar que existe una página en Internet dedicada a los niños con cáncer: www.globosolidarios.org donde todas las personas que accedan a ella pueden enviar su mensaje de solidaridad y amistad para que sigan adelante y puedan triunfar a pesar de sus limitaciones, su dirección es: www.globosolidarios.org. A esta página, se envió un "globo" (mensaje) para que las personas que la visiten conozcan que en Cuba en la sala de pediatría del INOR se realizan actividades para el beneficio de sus pacientes.

Consideraciones finales

"Todo hombre está obligado a vencer su amargura", aseguró José Martí y esta sentencia guía este proyecto. No es un mandato ni una orden para estos niños enfermos; es un logro inmenso si logramos que, al menos, por un tiempo olviden su amargura, ese es nuestro primer propósito.

Estos pacientes y sus padres requieren de un apoyo, necesitan con urgencia gestos de amor, sabiduría y creatividad que puede resumirse en un magnífico libro bien promocionado. Y las experiencias de estos primeros encuentros son gratificantes. Hemos visto el interés y la alegría con que nos han acogido. No llevamos dinero ni regalos; somos portadores de conocimiento, de cultura y, por qué no, de esperanza.

Hemos sido testigos también de cómo estos encuentros pueden facilitar y desarrollar la comunicación entre los niños, sus padres y el personal de salud que los atiende, además de elevar su autoestima, estimular su creatividad y alegrar su estancia en el tiempo que permanezcan en el hospital.

Sinceramente deseamos extender estas experiencias a otras salas de niños en diferentes hospitales, porque se ha demostrado que la alegría y el deseo de aprender mejoran la calidad de vida.

"Toda semilla que se echa en el alma, florece y fructifica", afirmó José Martí., y esta que siembra nuestro proyecto florecerá, porque aun cuando somos jardineros inexpertos, estamos llenos de constancia, fe y amor.

Agradecimientos

Queremos agradecer a todas las personas e instituciones que han colaborado, tanto directa como indirectamente con la realización de este proyecto; sin ellas nunca hubiéramos podido salir adelante. Muy en especial, queremos darle infinitas gracias a:

Elizabeth Doce y Silvia Peralta. Havanatur, Celimar.
Shely Mayán. Facultad de Comunicación.
Vivian Núñez. Radio Habana Cuba.
Blanca Patallo. UNESCO.
Miriam Peralta. Ministerio de Finanzas y Precios.
Guadalupe Pérez. Instituto del Libro.
Berta Rodríguez. Organización Nacional de Pioneros José Martí.
Onelia Roque. ICAIC.
Magalis Sánchez. UNEAC.
Bárbara Susana Sánchez. Universidad de La Habana.

Referencias bibliográficas

  1. Fowler Calzada V. La lectura: ese poliedro. La Habana: Biblioteca Nacional José Martí, (s.a.).
  2. Bamberger R. La promoción de la lectura. París: Promoción Cultural, 1975.
  3. Guerra A. Para que haya lectura. La Habana: Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, 2004.
  4. S. a. El hábito de la lectura en manos de los padres. Consumer 2001;(42). http://revista.consumer.es/web/es/20010301/miscelanea2/27006.php Consultado: 10. abril. 2004.
  5. Dirección General de Bibliotecas. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). México. Fichero de actividades de fomento a la lectura en las bibliotecas. Dirección General de Bibliotecas. S.l., Conaculta, s.a. (Serie Fomento a la lectura).

Recibido: 13 de octubre del 2004
Aprobado: 6 de noviembre del 2004

Lic. Dorys Couceiro Arcís
Facultad de Comunicación Universidad de La Habana.
Ave de los Presidentes No. 506 e/ 21 y 23. El Vedado.
La Habana, Cuba. Correo electrónico: dorys@fcom.uh.cu

*Proyecto presentado por sus autores en la jornada Homenaje al Bibliotecario el día 16 de junio del 2004 en la Biblioteca Médica Nacional.
1Licenciada en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Profesora Instructora. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.
2Estudiante de tercer año de la carrera de Bibliotecología y Ciencia de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.


Ficha de procesamiento

¿Cómo citar esta contribución según el estilo Vancouver?

Couceiro Arcís D, García Larrondo M, López Rodríguez DM, Medina Peralta S, Vivero Vivero N, Navarro Sotolongo Y, Somoza Núñez A. Libros para la vida: un proyecto para la promoción de la lectura en la sala de pediatría del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología. Acimed 2004; 12(5). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-94352004000500010&lng=es&nrm=iso&tlng=es Consultado: día/mes/año.

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS 1
CALIDAD DE VIDA; SERVICIO DE ONCOLOGÍA EN HOSPITAL; BIENESTAR DEL NIÑO; NIÑO HOSPITALIZADO/educación; LECTURA; LIBROS; CUBA
QUALITY OF LIFE; ONCOLOGY SERVICE, HOSPITAL; CHILD WELFARE; CHILD, HOSPITALIZED/education; READING; BOOKS; CUBA

Según DeCI 2
PROYECTOS DE EDUCACIÓN; LECTURA; LIBROS/utilización; CUBA
EDUCATIONAL PROJECTS; READING; BOOKS/utilization; CUBA


1 BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.
Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm
2 Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf