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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.14 n.4 Ciudad de La Habana jul.-ago. 2006

 

Contribuciones cortas

Análisis métrico de la producción científica en comunicación social en Cuba

Lic. Yelina Piedra Salomón,1 Lic. Laura Benítez Arenas,2 Dra. Hilda Saladrigas Medina,3 y MsC. Ailín Martínez Rodríguez4

Resumen

Se analiza métricamente la producción científica sobre comunicación social generada en Cuba entre los años 1994 y 2004, a partir de las tesis de diploma y de grado, así como de los informes de investigación realizados y atesorados en las instituciones de la educación superior cubanas relacionadas con este campo. Se estudia el comportamiento temático, la fecha de producción de los documentos, el lugar de realización, los enfoques con los que se realizaron y los ámbitos de la comunicación estudiados, entre otros aspectos de interés, que posibilitan un acercamiento más riguroso a esta área del conocimiento en el país, así como sus tendencias principales.

Palabras clave: Comunicación social, producción científica, metría, tendencias teóricas y metodológicas, comportamiento temático, enfoques.

Abstract

The scientific production in social communication generated in Cuba between 1994 and 2004 is metrically analyzed, based on diploma and degree research papers, as well as on the investigation reports carried out and accumulated in the institutions of the Cuban Superior Education System related to this field. The thematic behavior, the date of production of the documents, the place of execution, the foci with which they were carried out and the environments of the communication studied are analyzed among others aspects of interest, that enable a more rigorous approach to this area of knowledge in the country, as well as its main tendencies.

Key words: Social communication, scientific production, metrics, theoretical and methodological trends, topics behaviour, approaches.

Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.

Cita (Vancouver): Piedra Salomón Y, Benítez Arenas L, Saladrigas Medina H, Martínez Rodríguez A. Análisis métrico de la producción científica en comunicación social en Cuba. Acimed 2006;14(4). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol14_4_06/aci07406.htm Consultado: día/mes/año.

“La ciencia alcanza la perfección sólo cuando logra utilizar las matemáticas para la revelación de tendencias, regularidades, leyes ,etc. y no sólo para su mera descripción”
Carlos Marx

La comunicación es un proceso de intercambio de información cuyo origen es tan lejano como el surgimiento mismo del hombre; sin embargo, el estudio de este fenómeno desde perspectivas científicas tiene lugar a partir del siglo XX. En nuestro país, comienzan a estructurarse en la década de 1940, muy ligada a los intereses comerciales de los medios masivos de comunicación y directamente influenciada por el funcionalismo norteamericano. Desde entonces, la investigación sobre la comunicación en Cuba ha atravesado por diversas etapas, según afirma la profesora María Margarita Alonso.1

En el año 1998, dos estudiantes de la carrera Bibliotecología y Ciencias de la Información, realizaron el trabajo de diploma titulado “Investigación de la comunicación en Cuba. Enfoque bibliométrico. (1970-1997)”, que permitió caracterizar el comportamiento de la producción científica en dicho período, al menos aquella que se encontraba disponible en la Universidad de La Habana (Gesen GM . Investigación sobre Comunicación en Cuba: Enfoque bibliométrico (1970-1998). [Tesis para optar por el título de Licenciado en Bibliotecología y Ciencias de la Información]. La Habana: Universidad de La Habana. Facultad de Comunicación, 1995).

Las grandes transformaciones económicas, políticas y sociales realizadas durante la década de 1990, unido a la llegada del nuevo siglo y la influencia de las más modernas y variadas tendencias internacionales, generaron nuevas condiciones para la actividad científica en esta área. Qué se había hecho en Cuba en materia de investigación de la comunicación, desde qué enfoques, desde qué ámbitos, desde qué centros, sobre la base de cuáles presupuestos teóricos y metodológicos, eran preguntas que no tenían una respuesta consistente. A ello, se suma el hecho de que se está frente a un campo de modesto desarrollo, cuya producción científica se encuentra dispersa y es asistemática, que adolece de historia escrita, y por ello, los investigadores no cuentan, en ocasiones, con referentes concretos para enfrentarse a sus objetos de estudio.

Luego, se hacía evidente la necesidad de un estudio que permitiera analizar el estado de la producción científica del campo de la comunicación en Cuba durante los últimos 10 años (1994-2004). “La producción científica es la forma mediante la cual una universidad o institución de investigación se hace presente a la hora de hacer ciencia, es una base para el desenvolvimiento y la superación de la dependencia entre países y regiones de un país; es un vehículo para la mejoría de la calidad de vida de sus habitantes; es una forma de hacerse presente no sólo hoy, sino también mañana”.2

Con la aplicación de las matemáticas y la estadística al objeto de estudio de la Ciencia de la Información, surgió la Informetría como su disciplina instrumental, que aborda, al decir del profesor Melvyn Morales, el “estudio de métodos matemáticos- estadísticos y sus correspondientes modelos y su aplicación al análisis cuantitativo de la estructura y las propiedades de la información científica y los patrones y las leyes de los procesos de comunicación social, incluida la identificación adecuada de sus leyes”. 3 Su campo de aplicación no se circunscribe a un área determinada sino que son disímiles sus aplicaciones prácticas y considera aspectos cuantitativos de la comunicación informal o hablada al igual que de la registrada.

Esta herramienta posibilitó la realización del estudio titulado² La investigación de la Comunicación Social en Cuba. Estudio informétrico de las tesis de diploma y de grado (1994-2004)”, en el que se procedió a analizar las tesis e informes de investigación atesorados en las instituciones relacionadas con este campo porque no se dispone en Cuba de revistas u otro tipo de publicación especializada en comunicación con carácter científico.Las publicaciones relacionadas con la comunicación social existentes en el país no son de carácter científico y, si bien refieren resultados de investigación, es menor la proporción con respecto al total de trabajos de corte ensayístico y puramente divulgativo propios del ejercicio de la profesión . Los documentos revisados pertenecen a la denominada literatura gris, es decir, aquella que refiere resultados de investigación pero que no se han publicado . La literatura gris no sólo comprende las tesis de diploma, maestría y doctorado, sino también las ponencias a eventos, autobiografías y otros; sin embargo, en Cuba sólo se realizan dos eventos relacionados con la comunicación social: Diálogos, convocado por la Academia de Ciencias Sociales, con carácter profesional toda vez que se reúnen los profesionales del ramo para intercambiar sus experiencias sobre “el hacer comunicación” e ICOM, que organiza la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, que si bien agrupa a profesores e investigadores, presenta una clara mayoría de ponencias de especialistas extranjeros, razón por la cual no se pudo encontrar una cantidad sustancial de información valiosa que enriqueciera la producción científica cubana en torno al tema.

Con la aplicación de este tipo de estudios al campo de la comunicación social se logra fomentar la interdisciplinariedad toda vez que se estimula la realización de investigaciones conjuntas donde se aplican los métodos y técnicas de estos estudios para el análisis de esta área de la actividad. Este particularmente permite el intercambio y desarrollo entre ciencias con muchos puntos de convergencia como son la Información y la Comunicación, a partir del presupuesto de que para comprender un fenómeno cabalmente es preciso su análisis en relación con otros.

La presente comunicación constituye entonces una síntesis de los resultados obtenidos de dos trabajos de diploma presentados en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en el curso escolar 2004- 2005, con lecturas totalmente novedosas para el novel campo de la comunicación social, no sólo en Cuba, donde no existen mayores referencias, sino también en el plano internacional y sobre todo latinoamericano.

Métodos

La presente investigación abarcó el análisis de un total de 629 documentos, específicamente 384 trabajos de diploma (61,0 %), 111 tesis de maestría (17,6 %), 10 tesis de doctorado (1,9 %) y 124 informes de investigación (19,6 %) atesorados en diversas instituciones de la educación superior relacionadas con el campo de la comunicación: Universidad de La Habana: Facultad de Comunicación, Psicología, Artes y Letras, Economía, Filosofía e Historia; Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI), Instituto Superior Pedagógico "Enrique José Varona"; Universidad de Las Villas: Facultad de Humanidades, Psicología y Ciencias Empresariales; Universidad de Oriente: Departamento de Comunicación Social y Periodismo de la Facultad de Humanidades, departamentos de Psicología y Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales e instituciones no académicas; Centro de Investigaciones Sociológicas del Instituto Cubano de Radio y Televisión (CIS-ICRT), Centro de Investigaciones Psicosociales del CITMA (CIPS), Centro de estudios políticos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (CESPO-CC.PCC).

También, se examinaron los trabajos disponible en los centros de investigación adscritos a las diferentes universidades que a los efectos de este trabajo se analizaron de forma independiente, estos son: en La Universidad de la Habana, el Centro de Estudios de Técnicas de Dirección (CETED-UH), el Centro de Estudios para la Educación Superior (CEPES-UH) y el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC-UH); el Centro de Estudios de Técnicas de Dirección del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echevarria” (CETDIR- ISPEJV) y de la Universidad Central de Las Villas, así como el Centro de Estudios de la Economía (CEDE-UCLV). Es preciso aclarar que en un principio, se pensó que los informes de investigación no formarían parte de la muestra con la que se trabajaría pero a la hora de realizar el trabajo de campo se revelaron como los principales exponentes de la producción científica en los centros de investigación estudiados y entonces se consideró incluirlos.

Una vez concluido el proceso de definición y operacionalización de las variables a analizar se procedió a diseñar e introducir en una base de datos la información contenida en las tesis e informes de investigación con vistas a su posterior procesamiento. Para ello, se empleó el software de gestión de bases de datos Access 97. Posteriormente, se exportaron los datos a Microsoft Excel XP para realizar los cálculos y correspondientes gráficos.

Una vez concluida la captura de los datos, se procedió a la normalización, tanto de las variables como de sus dimensiones para lograr uniformidad en cada uno de los campos y mantener iguales entradas de datos. Se elaboró un registro de autoridades para evitar duplicidad en los conteos de frecuencia porque no siempre los nombres de los autores y tutores aparecen de la misma forma en las fuentes documentales objetos de estudio.

Luego se procedió a la categorización temática de las investigaciones registradas, proceso arduo, toda vez que este es un fenómeno complejo caracterizado por la variedad de enfoques, matices y articulaciones disciplinares, razones que hacen múltiple y diversa la manera de abordarlas. Se creó una lista de temáticas, previa consulta con los expertos y el tesauro de la UNESCO, para reasignar a cada documento una temática según su contenido real, debido a que en el proceso de revisión fue posible percatarse de que no se correspondían los encabezamientos de materia aparecidos en los asientos bibliográficos con el contenido real de los documento.

Se clasificaron, según los fines que perseguían las investigaciones en aplicadas y fundamentadas; las primeras comprenden las investigaciones cuyo objetivo fundamental es la solución de problemas concretos de la práctica y las segundas, aquellas que se centran en trabajos teóricos sobre determinados temas o fenómenos del campo de la comunicación.

Además, se valoró: la fecha de producción de los documentos, el lugar de realización, los enfoques con los que se confeccionaron y los ámbitos de la comunicación estudiados.

El procesamiento métrico de los datos registrados en la base de datos se inició con la organización de las distribuciones de frecuencia según los objetivos de cada subpregunta y el método a aplicar, se ordenaron entonces en forma creciente o decreciente.

Después de organizarse los datos primarios, se realizaron los gráficos correspondientes para mostrar mejor el comportamiento de las distribuciones de frecuencia referente a cada variable y se tabuló la información para calcular los estadígrafos correspondientes.

Se utilizó la moda para determinar las categorías que ocurren con mayor frecuencia.

Análisis de los resultados

Durante el proceso de análisis del objeto de estudio fue posible constatar la ausencia de una política de organización de la información -planificación, construcción, gestión, uso y evaluación de sistemas de descripción, catalogación, ordenación, clasificación, almacenamiento, comunicación y recuperación de los documentos creados por el hombre para testimoniar, conservar y transmitir su saber y sus actos, a partir de su contenido, con el fin de garantizar su conversión en información capaz de generar nuevo conocimiento- que permitiera valorar la producción en la disciplina en el país, debido a que el acceso a la información primaria fue bastante engorroso. Esto resultó un hecho común en todos los centros visitados.

La presencia de dificultades como la carencia de copias de las investigaciones presentadas y defendidas en las bibliotecas de las instituciones o que, en el mejor de los casos, ingresaron pero con el transcurso del tiempo, se extraviaron, aunque aparecen en los catálogos por título, fueron obstáculos frecuentes. Algunas instituciones ni siquiera las tienen debidamente organizadas y los documentos se trasladan cada cierto periodo de tiempo por gavetas u otros depósitos, con ello, se deterioran y pierden su valor. Honrosas excepciones, como la Universidad Central de Las Villas y el Instituto Superior de Diseño Industrial, poseen una base de datos donde puede accederse al catálogo para recuperar e identificar los rasgos más importantes de los documentos buscados.

Estos hechos hablan sobre una falta de cultura en torno a la importancia que reviste el manejo adecuado de la información y la documentación en general y, en particular, los resultados de investigaciones, que constituyen el reflejo del proceso de enseñanza e investigación, enriquecen el conocimiento, forman parte de la memoria histórica de un campo o disciplina y son indicadores de estadio intelectual y el reconocimiento de la solidez de una comunidad científica determinada.

Un primer análisis de las investigaciones reveló una extensa y variada lista de temas, 18 en total (figura 1). Ello habla de una distribución temática amplia consecuente con la diversidad de objetos de estudio que se han configurado en el país en torno al área de la comunicación social .

 

Como puede observarse, el 41 % (258 documentos) de las investigaciones realizadas en el país tratan sobre comunicación organizacional; el 10,8 % ( 68 documentos) sobre investigación para la producción comunicativa; el 7,6 % (48 documentos) sobre tratamiento comunicativo de temas específicos; el 7,2 % (45 documentos) sobre comunicación y educación; el 7 % (44 documentos) sobre medios; el 6 % (38 documentos) sobre audiencias; el 5.4% (34 documentos) sobre comunicación y cultura; el 4,9 % ( 31 documentos) sobre el periodismo; el 2,6 % (16 documentos) sobre c omunicación y lenguaje; el 2,4 % (15 documentos) sobre arte y comunicación; el 1.4 % ( 9 documentos ) sobre diseño editorial; el 1,3 % ( 8 documentos ) sobre comunicación y sociedad; el 0,8 % (5 documentos) sobre nuevas tecnologías; el 0,5 % (3 documentos) abordó propuestas metodológicas; el 0,5 % (3 documentos) la investigación en la comunicación social; el 0,3 % (2 documentos) la formación profesional; el 0,2 % (1 documento) la filosofía y la comunicación y el 0,2 % restante (1 documento) la comunicación y ciudad.

Es oportuno señalar, que realizar este esquema temático fue una tarea muy difícil, debido a que se trata de un objeto de estudio complejo, -que v isto desde las prácticas cotidianas, es diverso por los espacios de materialización, las esferas de expresión, los medios de concreción y los sujetos de actuación, e interpretada desde diferentes presupuestos teóricos es un fenómeno o proceso que tiene formas de manifestación en las relaciones humanas, a la vez que constituye un campo profesional y área disciplinar que acumulan experiencias y saberes prácticos y también teóricos-, abordado desde diversas posturas del conocimiento y tradiciones teórico- metodológicas, un rasgo común de las ciencias sociales y humanísticas.

Un examen panorámico de este comportamiento, si bien posibilita afirmar que los estudios siguen más o menos una similitud con las tendencias temáticas internacionales, muestra la presencia de particularidades nacionales, tanto en los matices del tratamiento como en su frecuencia. Las características socioeconómicas, culturales, políticas, científicas e institucionales que presenta Cuba y particularmente su sistema de comunicación, tanto en el ámbito de los medios como en las organizaciones sociales en general, así como su relación con los procesos culturales y la formación profesional en esta área, ejercen su influencia en esta agenda.

Llama la atención el número de investigaciones que abordan la temática comunicación organizacional, porque la diferencia entre esta y las demás es bastante pronunciada. Las causas son diversas. La década correspondiente a 1994-2004 es un momento de auge en el tema en el plano internacional, es cuando Cuba comienza su acercamiento al tema y coincide con un período de crisis económica que obliga al país a un reordenamiento de la economía y con ello, a incorporar prácticas comerciales que implican un uso importante de la comunicación organizacional en sus diversos matices; además, era necesario responder a las necesidades de conocimiento en el mercado internacional. En aras de ello, se desarrollaron áreas como la identidad visual, la comunicación interna y promocional. En este aspecto, cumple una importante función el Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI), que forma diseñadores de comunicación visual capaces de responder a problemas de comunicación mediante el diseño en los más diversos soportes.

Discursivamente, surgen las condiciones de acercamiento conceptual por medio de la aparición en el país de un volumen de literatura relacionada con el tema. Desde el punto de vista de la educación, se favorece su desarrollo con la aparición, en 1993, de una disciplina dentro del Plan de estudios “C” de la carrera Comunicación Social de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, denominada “Teorías y técnicas de los lenguajes de la comunicación” donde figuraban como asignaturas Publicidad, Diseño publicitario, Relaciones públicas, Comunicación integrada y Taller de identidad corporativa; todas vinculadas con el quehacer organizacional.

La documentación recopilada como objeto de estudio de la presente investigación y que pertenece al campo académico está regida por este Plan de Estudios C, vigente hasta el 2004, aunque debe considerarse la implementación, a partir del año 2000, del Plan de Estudios C Perfeccionado, cuya disciplina fundamental es la Comunicación Organizacional -compuesta por un grupo de asignaturas como Fundamentos de la Comunicación Organizacional, Publicidad, Relaciones Públicas, Cultura Organizacional, Propaganda Política, Marketing Social y Gestión de Comunicación, entre otras- y que ha ejercido una notable influencia en los trabajos, tanto de diploma como de maestría y doctorado, así como en los Informes de Investigación, que se han realizado desde entonces.

Es en la década de los años 90 y también en el plano de la educación, aparece en los estudios de postgrado, especialmente en la Maestría en Ciencias de la Comunicación, con una mención de Comunicación organizacional, además de la maestría en Comunicación y Marketing, impartida en colaboración con la Escuela Superior de Estudios de Marketing de Madrid (ESEM), en la que se realizó un número de trabajos sobre comunicación organizacional que acentuarían la producción científica en este aspecto.

En segundo lugar, se encuentra la investigación para la producción comunicativa, temática que fue tratada en el 10,8 % de los documentos revisados. Este comportamiento, en esencial, respondió a una necesidad específica de la formación profesional en los últimos años - considérese que la formación de comunicadores ha estado dirigida, durante muchos años, al desarrollo de habilidades para el periodismo y la comunicación masiva fundamentalmente. En relación con los comportamientos internacionales al respecto se pudo observar que en América Latina también existe una fuerte tendencia a la realización de ejercicios como estos para la graduación de los estudiantes, con un carácter más profesional que científico, rasgo que históricamente ha pautado la formación de comunicadores, quienes han estado más orientados a “hacer comunicación” que a reflexionar científicamente sobre ella.

Contrasta con este resultado, la baja frecuencia del tratamiento de las temáticas como formación profesional, comunicación y ciudad e investigación de la comunicación, y que refleja la existencia de un grupo de áreas de importancia e interés investigativo, al menos en el plano internacional, que no se aborda de manera sistemática y por tanto, carece de igual atención y desarrollo con relación a la que muestra en otros países, por ejemplo algunos de Latinoamérica.

Al analizar la producción científica, según año de elaboración de los documentos, se pudo constatar que el 12,9 % de las investigaciones consultadas se realizaron en el año 1994; posteriormente, se observa un decrecimiento paulatino hasta el año 1999, 5,1 %. En el año 2000, comienza a crecer la cantidad de investigaciones por año y en el 2003, se realizan 83 investigaciones (13,2 %). El año 2004, se encuentra la más baja productividad (4,3 %); su causa fundamental, este año y con carácter excepcional, se ofreció otra variante de terminación de los estudios que estuvo asociada a prácticas docentes más que productivas o investigativas. Si bien ello enriqueció notablemente la formación pedagógica de los comunicadores y con ello la posibilidad de desarrollar otras áreas de la comunicación social, más vinculada al trabajo social, esta medida deprimió la producción científica en el área.

En cuanto a la distribución de los documentos según tipo de instituciones, se halló que el 77,6 % (488) de las investigaciones consultadas se realizaron en las universidades, un comportamiento perfectamente lógico, si se observa que en ellas se gradúan cada año, cientos de estudiantes y a cada uno se exige la presentación de una tesis que implica el desarrollo de un ejercicio de investigación; igualmente sucede con las maestrías y doctorados que en ellas se realizan. Este comportamiento resulta una fortaleza para el país, máxime si considera que en muchas universidades del mundo la titulación se obtiene por medio de otros ejercicios académicos -ejercicios profesionales, disertaciones, exámenes e incluso por la trayectoria del estudiante. Al respecto, un informe de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social (FELAFACS) refería que un 60 % de las facultades de comunicación en 1985, demandaban de sus egresados de pregrado la realización de ejercicios de investigación y por tanto, la presentación de una tesis, situación que poco ha cambiado en los últimos años.

Entre los centros universitarios destaca la Universidad de la Habana con 347 investigaciones (55,2 %) de las cuales 238 (37,8 % del total) se ubican en la Facultad de Comunicación y 63 (10 % del total) en la Facultad de Psicología. Después, se ubica el ISDI con 86 ( 13,7 %), seguido de la Universidad de Oriente con 32 (5,1 %) y la Universidad Central de Las Villas con 13 (2,7 %). En la Universidad de Oriente, se han realizado muchas más investigaciones de las registradas pero recientemente se produjo una reorganización de los locales y se cree que en ese proceso se han perdido muchos de los documentos. Es necesario señalar que en la Universidad Central de Las Villas, la producción analizada se corresponde con estudios realizados en la Facultad de Psicología porque hace apenas 3 años que comenzó a estudiarse la Licenciatura en Periodismo y un año, la Licenciatura en Comunicación Social.

El 22,6 % (141 estudios) se realizaron en los centros de investigación, que no se dedican sólo a la investigación de la comunicación y por ello, sus recursos se distribuyen en diferentes áreas del conocimiento, con excepción del Centro de Investigaciones Sociales del ICRT que concentra 102 documentos (16,2 % del total), debido a que ellos realizan las investigaciones referentes a las audiencias televisiva y radial, el consumo de estos medios por la población cubana y el análisis de los programas y la programación de estos medios.

El abordaje investigativo de las diferentes temáticas se hizo desde diversos enfoques disciplinarios, focalizados en los diferentes espacios académicos visitados y consultados (figura 2).

Fig. 2. Enfoques disciplinarios al tema.

Se puede constatar que el 52,3 % (329) de las investigaciones se realizaron con un enfoque de comunicación, con sus teorías y metodologías propias; el 13,8 % (87) se desarrollaron con una visión desde el diseño, por tanto con las herramientas que brinda esa profesión; el 12,4 % (78), con enfoque socio-psicológico, desde la psicología o la sociología, indistintamente, con sus propios cuerpos de categorías y referentes teóricos. Sólo, se ejecutaron 12 investigaciones con orientación pedagógica (1,91 %), e igual cantidad con cause histórico, mientras que desde una perspectiva informacional, se realizaron 9 (1,43 %).

Una vez identificados estos enfoques, se relacionaron con los planes de estudio de las diferentes carreras a las que responden y desde las que se construyeron estos objetos de estudio. Ello permitió constatar que, en las distintas disciplinas sociales y humanísticas del país, existen asignaturas, -que incluso se hacen numerosas en algunas facultades-, que abordan los procesos comunicativos y los espacios de materialización. Esto es reflejo del tratamiento multidisciplinar que el fenómeno ha recibido en el país y del cual hay constancia en el plano internacional. La diferencia más notable es que en Cuba prevalece el enfoque de la comunicación, el de diseño y el psicológico social y a escala internacional, predominan las perspectivas sociológicas y antropológicas. Este comportamiento puede verse influenciado por la categorización realizada y la manera en que las autoras la concibieron, no existen datos sobre los efectos de la subjetividad propia de ejercicios como este.

El espacio o ámbito de la comunicación más investigado fue el masivo, abordado en el 56,6 % (356) de los estudios, seguido del espacio organizacional tratado en el 36,2 % (228). Este comportamiento se corresponde con el que sigue la investigación a nivel internacional y particularmente en América Latina. De hecho, esta es la característica más notable de los estudios en este campo.

Ahora bien, el 60,7 % (382) de las investigaciones que se realizaron en el período son tesis de diploma. Esto es una fortaleza en la formación de los estudiantes que se graduarán, porque ellos adquieren habilidades para la investigación, pero a los efectos del campo, si bien aporta conocimientos, como ha quedado demostrado en la presente investigación, estos son generalmente descriptivos, puntuales y, la mayor parte de las veces, carecen de la madurez teórica y metodológica necesarias, con lo que se hace insuficiente la reflexión y la sistematización de conocimientos que este necesita para su desarrollo.

Por otro lado, este tipo de trabajo se concibe de manera individual -de ahí que prevalezcan altos índices de autoría simple (73%) e incluso de tutorías simples (60.7%)-, cuando la investigación científica y la producción de conocimientos resultante exigen un trabajo colectivo en el que la máxima sea la multidisciplinariedad y por tanto, el intercambio entre los investigadores de diferentes especialidades con más y menos experiencias, en aras de un adecuado y exhaustivo análisis de los fenómenos desde todas las aristas posibles, a la vez que se potencien y produzcan enriquecimientos científicos, profesionales y personales.

No se puede soslayar la importancia de este tipo de conocimiento, sin embargo, sería conveniente contar con muchos más informes de investigación que expresen resultados obtenidos a partir del desarrollo de investigaciones que respondan a líneas más estructuradas, articuladas y de carácter transdisciplinar. En Cuba, se adolece de centros de investigación científica especializados en el campo de la comunicación social, así como de grupos de trabajo que desde las universidades aglutinen a los profesores-investigadores en esfuerzos que contribuyan al enriquecimiento de lo hasta hoy producido. En ese sentido, sería provechoso considerar experiencias como las adquiridas por los grupos de trabajo de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) y la Red Iberoamericana de Investigadores que coordinan Raúl Fuentes Navarro y Jesús Galindo Cáceres desde México.

La distribución de las investigaciones de acuerdo con la variable tipo de investigación se muestra en la figura siguiente:

Fig.3. Tipo de investigación.

La distribución de las investigaciones según la variable tipo de investigación, como puede observarse, revela que la investigación aplicada (598 trabajos para un 95 %) supera a la fundamentada (31 para un 5 %). Ello se relaciona estrechamente con el análisis anterior y refuerza el problema de la ausencia de una reflexión teórica en el campo y de la presentación de propuestas que permitan la construcción de cuerpos de categorías propios y acordes a nuestra realidad de la comunicación, tanto en el plano teórico, investigativo, educativo como profesional. Este es un problema que también ha afectado a América Latina en la década de los años 90 producto de la implantación de las políticas neoliberales y todo lo que ellas implican, pero en Cuba, puede deberse más bien a la juventud del campo y a la carencia de una infraestructura institucional sólida que favorezca dicho desarrollo.

Consideraciones finales

En Cuba, la pasada fue una década convulsa, marcada por un fuerte deterioro económico que modificó las demás esferas de la vida en el país. Las medidas tomadas para el saneamiento interno se reflejaron en muchos ámbitos y por supuesto, la investigación social en sentido general y de la comunicación social, en lo particular, fueron áreas que no escaparon a esa influencia y que, en muchas ocasiones, aparecen al servicio de las demandas originadas por estos cambios. Las temáticas abordadas fueron muchas, algunas de histórico tratamiento, otras, más recientes y las menos, a la par de las más actuales corrientes internacionales.

Los resultados obtenidos sobre el comportamiento temático revelan que la comunicación organizacional fue la temática más investigada en la década 1994-2004; ello la disposición del ámbito académico e investigativo para responder a las necesidades macroeconómicas, sociales y culturales presentes en el país.

La presencia de temas con pocas investigaciones pero que se incluyen en las grandes agendas internacionales, habla de la carencia de atención hacia un grupo de fenómenos importantes en el ámbito comunicativo y de la comunicación que, al igual que en otras geografías, pueden y deben manifestarse en nuestra sociedad, en detrimento de un inadecuado y necesario reconocimiento y abordaje, y que significa una debilidad del campo. No obstante, a la vez, es obvio de que, al menos, existe la preocupación por parte de algunos investigadores que han comenzado un acercamiento a ellos.

La investigación en el campo de la comunicación social en general se caracterizó por ser mayoritariamente aplicada y se presentó en forma de tesis de diploma, maestría y doctorado, donde priman las primeras. Ello le imprime un carácter empírico y demuestra la necesidad de una reflexión teórica y de la producción de conocimientos que enriquezcan el acervo del campo.

Los estudios, a su vez, son fragmentados, dispersos y asistemáticos y ello demanda una definición (o re-definición) de las líneas de investigación y la potenciación de ejercicios investigativos profundos y rigurosos.

Los documentos se concentran fundamentalmente en los centros de educación superior, entre los que destaca la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Los centros de investigación existentes en el país no satisfacen las necesidades de investigación del campo de la comunicación en Cuba. Ello obliga a revisar la jerarquía de las condiciones materiales de producción que tiene este campo a nivel de todas las ciencias en general y entre las ciencias sociales y humanísticas en particular.

Los enfoques desde los cuales se desarrolla la investigación de la comunicación son diversos y, aunque prima el de la comunicación, e llo muestra la mutidisciplinariedad que ha caracterizado al campo en esta década. Sin embargo, se observó la necesidad de un mayor debate entre los investigadores y profesores, de establecer espacios de colaboración entre ellos, que permitan que la práctica científica se asuma a partir de la construcción colectiva de los objetos, las teorías que los describen y relacionan y los métodos por medio de los cuales se llega a ellos. En aras de avanzar en este sentido sería oportuno reorganizar las relaciones entre los actuales centros de formación de pregrado, léase las tres instituciones que en el país se ocupan de la formación disciplinar, así como establecer conexiones con otros espacios formativos que desde otras disciplinas en este propio nivel de enseñanza, se aproximan a su abordaje, así como a los espacios investigativos. Esto, sin dudas, ayudaría a establecer un vínculo de beneficio mutuo para la actividad de enseñanza y de investigación.

En el contexto nacional, existen pocos espacios para la divulgación y difusión de la producción científica en el campo de la comunicación social y los que existen responden más a intereses gremiales que científicos. Por ello la importancia de la búsqueda de medios adecuados de edición y publicación de los resultados, procesamiento, recuperación y organización de la información que permitan no sólo su comunicación, sino la consolidación del campo y la comunidad científica que en torno a ella se conforma.

Por último, cabe señalar que un estudio como este contribuye al análisis de los diferentes aspectos relacionados con la comunicación social, joven área disciplinar que trabaja por legitimar su espacio en el espectro de las ciencias sociales y humanísticas cubanas de estos tiempos.

Referencias bibliográficas

1. Alonso MM. La investigación de la comunicación en Cuba: préstamos teóricos para un itinerario singular. Temas 2000;(20-21):39-50.

2. Porto Witter G. Produção científica. Campinas: Á tomo, 1997. p.9

3. Morales Morejón M, Cruz Paz A. La Bibliotecología, la Cienciología y la Ciencia de la Información y sus disciplinas instrumentales: su alcance conceptual. Ciencias de la Información 1995;26(2):70-88.

Recibido: 15 de septiembre del 2006. Aprobado: 6 de octubre del 2006.
Lic. Yelina Piedra Salomón. Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana. Cuba. Calle G No.506 entre 21 y 23. El Vedado. Plaza de la Revolución. Ciudad de La Habana. Cuba. CP 10 400. Correo electrónico: yelinapiedra@fcom.uh.cu

Ficha de procesamiento

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

BIBLIOMETRIA; INVESTIGACION; COMUNICACIÓN SOCIAL; CUBA.

BIBLIOMETRICS; RESEARCH; SOCIAL COMMUNICATION; CUBA.

Según DeCI2

BIBLIOMETRIA; INVESTIGACION; CUBA.

BIBLIOMETRICS; RESEARCH; CUBA.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf

1Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Bibliotecología y Ciencias de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.
2Licenciada en Comunicación Social. Centro de Investigaciones Psicosociales (CIPS).
3Doctora en Ciencias de la Comunicación. Profesora Asistente. Vicedecana Docente. Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
4Máster en Bibliotecología y Ciencia de la Información. Profesora Instructora. Bibliotecología y Ciencia de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.