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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.14 n.4 Ciudad de La Habana jul.-ago. 2006

 

La ASCUBI y la SOCICT entregan premios anuales

El día 7 de junio del 2006 en la sede que ocupa la biblioteca del Instituto de Cubano de Literatura y Lingüística se realizó la ceremonia de entrega de los premios nacionales de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI), así como de la Distinción por la Cultura Nacional y el Sello Conmemorativo “Antonio Bachiller y Morales”, ambos patrocinados por la Sociedad Cubana de Ciencias de la Información y la propia ASCUBI.

Los premios nacionales de la ASCUBI se otorgan a aquellos colegas que poseen una larga trayectoria al servicio de las bibliotecas en distintos sectores, con méritos éticos y profesionales acordes con lo establecido en el Reglamento orgánico de la Asociación, en la Declaración de Principios del II Congreso y en su código de ética. Los premios llevan los nombres de bibliotecarios cubanos insignes que sirvieron al país y a las bibliotecas a la altura de sus tiempos.

El jurado, constituido para otorgar los Premios Nacionales ASCUBI/2005, estuvo integrado por la MSc. Ileana Alfonso , el MSc. Miguel Viciedo Valdés, la Lic. Margarita Bellas Vilariño, la Lic. Noris Somano García y la Dra. María Elena Dorta Duque. Luego de analizar las propuestas enviadas por las filiales provinciales que posee la Asociación decidieron por unanimidad distinguir a un grupo de colegas que cumplieron con los requisitos establecidos al efecto.

Los compañeros premiados fueron:

Premio Domingo Figarola Caneda

Marta Benedicta Terry González

Premio Carlos Manuel Trelles y Govin

Araceli García-Carranza Bassetti

Premio José Antonio Ramos

Emilio Luis Setién Quesada

Premio Gilberto Sotolongo Aguilar

Daisy del Valle Molina

Premio María Villar Buceta

Adelina López Llerandi

El premio Domingo Figarola Caneda se entrega a quienes han dedicado la mayor parte de su vida al servicio de las bibliotecas especializadas. Figarola Caneda fue un fervoroso propagandista revolucionario, independentista y el primer director de la Biblioteca Nacional; encaminó su vida por el sendero las letras desde el año 1872 y no se ocupó sólo de las tareas de dirección de la institución sino que dedicó muchas de sus horas como bibliógrafo, investigador e historiador especializado a temas de la cultura cubana.

El premio Domingo Figarola Caneda 2005 se otorgó a la Dra. Marta BenedictaTerry González.

Marta Benedicta Terry González. La Habana, 1931.

Estudió las carreras de Doctora en Filosofía y Letras y Bibliotecaria en la Universidad de La Habana. Es Profesora Auxiliar Consultante de la Facultad de Comunicación. Realizó estudios de posgrado sobre temas históricos en los Estados Unidos. Es miembro de ASCUBI y de la Asociación de Pedagogos de Cuba. También es miembro del FAIFE (Comité de Libre Acceso a la Información y Libertad de Expresión) en IFLA.

Entre 1955 y 1959, participó en las jornadas bibliotecarias organizadas por la UNESCO, evento mediante el cual establece relaciones con el bibliotecario Carlos Víctor Penna. Fruto de esta relación, ella junto a Olinta Ariosa crearon una primera biblioteca escolar en el municipio Marianao en la Escuela Superior No. 1, donde trabajó como bibliotecaria voluntaria. También, trabajó como voluntaria en la biblioteca de la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana.

Su vida profesional comenzó verdaderamente con el triunfo de la revolución cubana. Trabajó en el antiguo Ministerio de Haciendas, en el Centro de Documentación Pedagógica de la UNESCO que dirigió Raquel Robés de 1959 a 1961 y la Junta Central de Planificación.

Posteriormente, se ocupó de la dirección de la Biblioteca de la Casa de las Américas, hasta que en 1987, fue nombrada directora de la BNJM. En 1997, recesaron sus funciones en esta institución y pasó a dirigir la biblioteca Arca de Papel del Instituto Cubano del Libro.

De 1987 al 2003, presidió el Buró Nacional de la Asociación Cubana de Bibliotecarios y ocupó la vicepresidencia de IFLA en uno de los períodos de gobierno de la Federación. A su fructífera labor y la de otros bibliotecarios cubanos en IFLA, se debió la celebración en Cuba de la 60 Conferencia de esta Federación Internacional en 1994, primera de su tipo en Cuba y América Latina.

Ostenta la Orden por la Cultura Nacional, la Distinción por la Educación Cubana, Medalla de IFLA y el Sello Conmemorativo Antonio Bachiller y Morales.

Actualmente, dirige la biblioteca del Centro Cultural Dulce María Loynaz, situado en la capital.

El Premio Domingo Figarola Caneda se le otorga a Marta B. Terry por su desempeño y contribución al desarrollo de las bibliotecas especializadas en una parte significativa de su vida profesional.

Para quienes se han destacado en el campo de la bibliografía desde sus posiciones en las bibliotecas del país se ha instituido el premio Carlos Manuel Trelles. Trelles fundó en Matanzas, a fines del XIX, una delegación del Partido Revolucionario Cubano y tuvo que emigrar por sus actividades revolucionarias, continuándolas en el exilio. Terminada la guerra (1898), regresa a Cuba y se establece en Matanzas, donde trabajó como bibliotecario en la Biblioteca Pública. Compila numerosas bibliografías. Su productividad en esta tarea le valen el calificativo de "continuador de la obra de Antonio Bachiller y Morales", y el reconocimiento como el más significativo de los bibliógrafos cubanos, pues gracias a su esfuerzo compilatorio personal Cuba pudo contar con su bibliografía nacional completa desde el S. XVII hasta 1917.

El premio Carlos Manuel Trelles y Govín 2005 se otorgó a la Dra. Araceli García- Carranza Bassetti

Araceli García Carranza Bassetti es Doctora en Filosofía y Letras y trabaja en la Biblioteca Nacional José Martí desde 1962, donde ocupa actualmente la Jefatura del Departamento de Investigaciones. Ostenta las categorías de Investigadora Titular y Profesora Titular Adjunta de la Universidad de La Habana.

El premio Carlos Manuel Trelles y Govín se le otorga por su amplia labor bibliográfica, representada por más de 20 investigaciones de esa índole, recogidas en libros y folletos y más de 90 en catálogos y revistas nacionales y extranjeras. Entre esas compilaciones, destacan obras cimeras como los índices analíticos de diversas publicaciones periódicas cubanas del siglo XIX, las biobibliografías de Fernando Ortiz, Alejo Carpentier –de cuya papelería depositada en la Biblioteca Nacional es curadora-, de Emilio Roig, Carlos Rafael Rodríguez y Eusebio Leal y de bibliografías de personalidades como Eliseo Diego y Ernesto Che Guevara, entre otras.

Ha sido miembro de la Sección de Bibliografía de la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias. Es socia fundadora de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI). Entre otros reconocimientos, ha sido condecorada con la Distinción Raúl Gómez García, el Sello de Laureado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, el Sello Conmemorativo Antonio Bachiller y Morales, la Distinción por la Cultura Nacional, las medallas Alejo Carpentier y Nicolás Guillén, el premio nacional de investigaciones culturales 2003 y el premio nacional establecido por la Biblioteca Alex Urquiola de Holguín.

El premio nacional para los bibliotecarios destacados por su actividad como autores de la literatura bibliotecológica cubana lleva el nombre de José Antonio Ramos quien fuera crítico y valiente orador del civismo de su época, -comunista de cuerpo entero, al decir de Renée Méndez Capote- y cuya extensa labor ha sido justamente apreciada dentro y fuera de Cuba. Los últimos años de su vida fueron dedicados por entero a la técnica bibliotecaria desde su posición como asesor de la Biblioteca Nacional donde tradujo y adaptó a la Biblioteca Nacional las tablas de clasificación decimal, que fueron aceptadas por el I Congreso Internacional de Archiveros, Bibliotecarios y Conservadores de Museos del Caribe, en 1942, y publicadas después, como parte de su Manual de Biblioteconomía , primera obra de este tipo en el país.

El premio José Antonio Ramos 2005 se otorgó al Dr. en Ciencia Emilio Setién Quesada.

Emilio Luis Setién Quesada trabaja en bibliotecas desde 1959. Posee los títulos de Bibliotecario Auxiliar y Licenciado en Información Científico Técnica y Bibliotecología. Ostenta el grado científico de Doctor en Ciencias de la Información y las categorías de Investigador Titular y Profesor Titular Adjunto de la Universidad de La Habana.

Ha impartido cursos, seminarios y conferencias en Cuba, Nicaragua, India, México, Argentina y España, así como en países del antiguo campo socialista: Unión Soviética, República Democrática Alemana, Bulgaria y Checoslovaquia. Ha dirigido temas y problemas de investigación y cuenta con numerosas investigaciones personales.

El premio José Antonio Ramos se le otorga por la publicación de mas de 80 títulos en la especialidad, entre folletos, libros y artículos, el 70 % de ellos impresos en el país; el 30 % restante se publicó en México y en los ex países socialistas principalmente. Parte de esta obra aparece reflejada en diversos repertorios bibliográficos de la profesión y ello lo convierte en uno de los bibliotecarios del país con mayor “visibilidad” internacional. Los libros y folletos publicados corresponden en su mayoría a textos que se han utilizado en la formación profesional universitaria y de nivel medio.

Ha sido miembro permanente o corresponsal de distintas secciones de la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias. Es fundador de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI) y es actualmente Secretario de Teoría e Investigación de su Ejecutivo Nacional. Hasta 1999, actuó como jefe del Departamento de Investigaciones de la Biblioteca Nacional José Martí. Entre otros reconocimientos, ha sido condecorado con la Distinción por la Educación Cubana, la Distinción Raúl Gómez García, el Sello de Laureado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, el Sello Conmemorativo Antonio Bachiller y Morales, la Distinción por la Cultura Nacional y premios nacionales establecidos por la Biblioteca Alex Urquiola de Holguín y la Biblioteca Elvira Cape de Santiago de Cuba, concedido este último por única vez con motivo del centenario de la institución.

Los bibliotecarios que se han desempeñado en la esfera de la ciencia y la técnica reciben el premio Gilberto Sotolongo Aguilar. Sotolongo Aguilar se licenció en Información Científico Técnica y Bibliotecología. Entre sus diversos méritos profesionales, se destaca la creación y desarrollo de la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología, de la que fuera primer director. En ella, diseñó y estableció los servicios de información especializados del nuevo Frente Biológico Nacional. Asumió así, la tarea de configurar e implementar los servicios de información y bibliotecarios de uno de los primeros centros que conformaron lo que hoy constituye el Polo Científico. En el Instituto Finlay, fungió como director de Información Científica hasta la fecha de su muerte. Fue militante del Partido Comunista de Cuba.

El premio Gilberto Sotolongo Aguilar 2005 se otorgó a la Lic. Daisy del Valle Molina.

Daisy del Valle Molina. Cienfuegos, 1937. Se graduó de la Licenciatura en Información Científico Técnica y Bibliotecología en la Universidad de La Habana en 1979.

Su trayectoria laboral en el sector de la salud comenzó en 1961 como Secretaria del primer Director Provincial de Salud en la antigua provincia de Las Villas. Para 1963, es ya la Jefa de Oficina de Asistencia Médica en la Dirección Provincial de Salud de la misma provincia. En 1969, pasa a ocupar el cargo Directora del Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. En 1972, ocupa la Vice Dirección del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas. En 1990 se convierte en la Directora del Centro de Documentación e Información OPS/OMS. Representación en Cuba. En 1999, jubilada ya, es contratada por OPS/OMS para asesorar la biblioteca de la ELAM y la creación de un Centro de Información Médica en la ELAM, el Servicio de DSI a los municipios de salud y el Proyecto de Descentralización de la Cooperación Técnica OPS-OMS-MINSAP

Durante esta fructífera trayectoria laboral ha desarrollado un conjunto de importantes tareas de la profesión entre las que se destacan: la asesoría técnica a la Escuela de Técnicos Medios en Bibliotecología Médica; la superación del personal técnico y profesional de la red, 1973-1987; la confección del proyecto y aplicación del Programa Nacional de Educación a Usuarios , 1978; la participación y ejecución de los acuerdos tomados en las reuniones de especialistas del MEDINFORM (CAME), 1977-1988; la asesoría al Centro de Información y Documentación en Salud (CENIDOS), Nicaragua, 1981 y 1982, la asesoría al Centro de Documentación e Información de la Representación OPS/OMS, Ecuador, 1998; así como su desempeño como Secretaria de Relaciones Internacionales de la ASCUBI, 1985-1991.

Junto a estas tareas, también realizó una significativa labor docente en instituciones como el Centro Nacional de Perfeccionamiento Técnico y Profesional de la Salud “Dr. Fermín Valdés Domínguez”, 1986. Fue profesora en el Primer Taller Internacional de Información Científico Médica del Consejo de Sociedades Científica de Cuba, en 1989 y Profesora Instructora Adjunta de la Universidad de La Habana de 1989-1991.

Ha participado en numerosos eventos nacionales y extranjeros en calidad de ponente o delegada. Su labor como investigadora es meritoria con resultados de investigación relevantes en los servicios de información, la educación a usuarios y la actividad científica informativa en las ciencias médicas. Estos resultados de investigación han sido publicados como artículos en revistas nacionales y extranjeras de la profesión y otros como libros, por ejemplo, Bibliotecología médica I y II, publicados en 1988. Esta destacada profesional, que ostenta la distinciones “Manuel Fajardo” del MINSAP, desde 1981 y la “Antonio Bachiller y Morales”, que otorga la Asociación Cubana de Bibliotecarios desde 1996, ha sido merecedora por toda esta significativa trayectoria de trabajo profesional y por su desempeño y contribución al desarrollo de bibliotecas académicas, científicas y técnicas del Premio Gilberto Sotolongo que otorga la ASCUBI.

Para los profesores de bibliotecología se ha instituido el premio Maria Villar Buceta, quien inicia la enseñanza bibliotecológica en el país cuando en 1936 ofrece en la Sociedad Lyceum and Lawn Tennis Club el “Curso de Iniciación Biblioteconómica”, primero de su género en Cuba. En 1940, integró el cuerpo de profesores de la primera Escuela de Servicio de Biblioteca en el Lyceum. Elaboró un curso de biblioteconomía con vistas a instaurar esta enseñanza en un centro privado, pero que no prosperó por dificultades económicas. Trabajó en la Biblioteca Nacional, y durante el machadato se le encuentra entre los jóvenes que lo combatieron clandestinamente. Estuvo entre los intelectuales que abrieron el camino a un arte nuevo, como expresión de una nueva sociedad en oposición al régimen neocolonial. En 1930 se incorpora al Partido Comunista de Cuba.

El premio nacional Maria Villar Buceta ha sido otorgado a Adelina López Llerandi.

Adelina López Llerandi.

La historia de la bibliotecología cubana se distingue por el aporte ofrecido por personas modestas y talentosas cuya valía principal ha sido el amor a los libros, al trabajo bibliotecario y a la enseñanza de la profesión.

Una peculiaridad de los especialistas que se recuerdan y homenajean hoy por las actuales generaciones es el interés que han tenido por apropiarse de los conocimientos más avanzados de su época y de compartirlos con el resto de los profesionales del sector o con aquellos jóvenes que se inician por los caminos que conducen al trabajo en las bibliotecas.

Estas cualidades han estado enlazadas al compromiso social con su país y al deseo de ser útiles a sus semejantes.

Adelina López Llerandi posee las cualidades antes comentadas que la hacen merecedora del premio nacional María Villar Buceta que hoy se le entrega.

Licenciada en Información Científico Técnica y Bibliotecología, fue trabajadora de la Biblioteca Nacional desde el año 1960 y desde 1962 simultaneó esta tarea con la de maestra en la Escuela Nacional de Técnicos de Bibliotecas. Fue también asesora nacional de Bibliotecas y en 1967, fue designada como Directora de la Escuela Nacional de Técnicos de Bibliotecas. En esta última responsabilidad se mantuvo durante 20 años. Durante este tiempo contribuyó a la formación de muchos jóvenes, que con el transcurso del tiempo no sólo han llegado a ser magníficos técnicos en su profesión, sino que han desempeñado cargos al frente de las bibliotecas y aún a instancias superiores.

Relación de asociados que recibieron el sello bachiller y morales, por la sociedad cubana de ciencias de la informacion (SOCICT)

Israel Núñez Paula

María Elena Mesa

Marilis Ramos Roque

Isabel Santiesteban Gómez

Javier Santovenia Díaz

Noadis Planas

Melba Arce

Fidel Delgado

Ana Gloria Alonso Muñoz

Edith Guerra Ávila

Relación de asociados que recibieron el sello bachiller y morales, por la sociedad cubana de bibliotecarios (ASCUBI)

Estrella Rodríguez Basabe (Pinar del Río)

Margarita Bellas Vilariño (C. de La Habana)

Loreto Cárdenas Yzquierdo (C. de La Habana)

Eneida Quindemil Torrijos (La Habana)

Mercedes Rodríguez Forte (La Habana)

Ana Isabel David Montalvo (Matanzas)

Gisela L. Guerrero Concepción (Matanzas)

Mariana E. Pérez Pérez (Villa Clara)

Aurora del Pilar Sánchez Hernández (Villa Clara)

Alba Dono Valdés (Camagüey)

Inés María Samuel Luis (Camagüey)

Dolores C. Menéndez (Santiago de Cuba)

Susana Alonso Camay (Holguín)