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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.15 n.1 Ciudad de La Habana ene. 2007

 

Contribuciones cortas

Acceso universal a la información: globalización, cultura y alfabetización

MsC. Arianne de Cárdenas Cristia1 y Lic. Niamey Jiménez  Hernández2

RESUMEN

Se aborda la globalización, la cultura y la alfabetización como aspectos importantes para lograr un acceso universal a la información. Con el desarrollo de las nuevas tecnologías de información y comunicación surgieron nuevos soportes para la generación, transmisión y empleo de la información; asimismo, creció aceleradamente su volumen y diversidad. Ahora bien, sin la capacidad de los usuarios para manejar adecuadamente los nuevos instrumentos y recursos puestos a su disposición, es imposible lograr un uso eficiente de dichos recursos y una recuperación de la información para la satisfacción de sus necesidades.

Palabras clave: Acceso a la información, globalización, cultura de la información, alfabetización en información.

ABSTRACT

Globalization, culture and literacy are dealt with as important aspects to achieve a universal access to information. With the development of new information and communication technologies, new supports for the generation, transmission and use of information appeared. Likewise, their volume and diversity have grown rapidly. However, without the capacity of the users to manage adequately the new instruments and resources at their disposal, it is impossible to attain an efficient use of such resources and an adequate retrieval of information to meet the user's needs.

Key words: Access to information, globalization, information culture, information literacy.

Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.

Cita (Vancouver): de Cárdenas Cristia A. Acceso universal a la información: globalización, cultura y alfabetización. Acimed 2007;15(1). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol15_1_07/aci10107.htm Consultado: día/mes/año.

La información constituye, en sus distintos tipos, soportes y formas de transferencia, el centro de las transformaciones del sistema productivo y es un recurso imprescindible para el desarrollo económico, político y social. El acceso adecuado y actualizado a esta es esencial para el desarrollo económico y social, en especial, para apoyar los procesos de toma de decisión en la planificación, formulación y aplicación de políticas o para apoyar el desarrollo y la práctica profesional.

Por tanto, el acceso amplio a la información es clave para que las personas entiendan, participen y respondan a los retos que el desarrollo impone a la sociedad, es, sin lugar a dudas, un requisito indispensable para el progreso de la humanidad.

La Unesco concede gran importancia a este tema y, en su informe mundial sobre información, en 1997, expresó: " El desarrollo del procesamiento de la información y de la comunicación es el núcleo de muchas de las transformaciones que han marcado la última mitad del siglo XX. El fenómeno de Internet resalta el aceleramiento de estos procesos y su impacto potencial sobre la vida económica cultural y social ”.1

Para un eficaz desarrollo en las actividades de las instituciones, tanto públicas como privadas, es elemental contar con información adecuada y oportuna como herramienta fundamental, la que, debido al enorme caudal en circulación, debe organizarse y sistematizarse en forma que se posibilite un uso efectivo.

El crecimiento acelerado de la importancia y el volumen de la información, a la vez que imposibilita acumular y guardar toda la información que se necesita, exige el desarrollo de habilidades para recuperarla, comprenderla y colocar en el formato adecuado sólo aquella que es más necesaria para la organización o el individuo.

GLOBALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN

La globalización de la información es uno los aspectos que condiciona la necesidad de generalizar la adquisición de una cultura y una alfabetización en información en los individuos, las organizaciones y la sociedad en general. La globalización implica grados crecientes de interdependencia en todos los niveles de la vida y en toda la sociedad. Es imprescindible que la información disponible en la red global, llegue a todos los sectores de la población del planeta.

Las tecnologías de información y las telecomunicaciones fueron el factor clave para la globalización desde la segunda mitad de la década del los años 80, donde resultó profundamente atrayente la idea de enlazar diferentes sistemas, crear grandes redes de computadoras y desarrollar una red mundial de bibliotecas.

“ En un corto período de tiempo, el mundo desarrollado se ha propuesto lograr la globalización del acceso a los enormes volúmenes de información existentes en medios cada vez más complejos, con capacidades ascendentes de almacenamiento y en soportes cada vez más reducidos. La proliferación de redes de transmisión de datos e información, de bases de datos con acceso en línea, ubicadas en cualquier lugar, localizables mediante Internet, permiten acceder a la información disponible otras redes y centros de información de diferentes tipos en cualquier momento…”.2

“ La globalización de la información imprime mayor intensidad a los flujos de información, propicia el desarrollo de sistemas electrónicos más ágiles y la creación de ambientes tecnológicos modernos; promueve, además, el uso constante de la información como fuente productiva y generadora de conocimiento. La globalización no sólo se plantea como un medio para compartir el saber que otros han desarrollado y experimentado, sino como un complemento insustituible a la labor académica, un medio para resguardar la misión sociocultural de las comunidades, al preservar su producción intelectual y permitir que los pueblos se reencuentren y compartan su creación científica, literaria y social, es decir, su identidad cultural ”.3

La influencia de la globalización alcanza todos los rincones de la sociedad. El uso de la información se ha convertido en un elemento estratégico para la mayor parte de las actividades que se desarrollan actualmente. Son muchas las oportunidades, la facilidad de acceder a todo lo que se produzca y publique en cualquier parte del mundo; sin embargo, este proceso queda a merced de las naciones desarrolladas, que disponen de los recursos necesarios para establecer un dominio sobre los recursos existentes y las naciones pobres.

Es precisamente esta una de las razones más poderosas para impulsar la alfabetización en información de aquellos sectores más carentes de recursos, conocimientos y tecnologías, con vistas a que estos puedan difundir sus vivencias, experiencias, visiones, avances y culturas. Es preciso que adquieran las competencias necesarias para mejorar la calidad de sus creaciones y definir políticas para su beneficio, para facilitar la transferencia y el flujo de la información que coincida con sus necesidades, intereses y principios para perpetuar sus identidades como naciones.

Con la alfabetización de estos sectores, se equiparan los individuos, pueblos, naciones y países. La alfabetización en información de los individuos es un arma valiosa para los pueblos subdesarrollados, que podrían entonces difundir sus conocimientos y sabiduría por una red global cuyas posibilidades para transportar información hasta los más remotos lugares del universo, son inmensas.

“La alfabetización en información implica la capacidad de las personas para trabajar en entornos de red e integrar en su entorno, aquello que aprende de los distintos sitios que visita o de las distintas comunidades en las que participa. Supone ser capaz de comprender qué significa acceder a una red de comunicaciones, sea en el ámbito laboral, en el hogar, o en cualquier otro lugar que permita este servicio. Dicha alfabetización requiere que el usuario conozca cómo acceder y utilizar los distintos servicios de comunicación -correo, foros de discusión, etc.- y de acceso a los contenidos, navegación, así como los directorios y motores de búsqueda, necesarios para localizar información”.4

CULTURA INFORMACIONAL

En la primera mitad del siglo XX, la cultura se veía como un freno para el desarrollo, no es hasta las conferencias de la UNESCO de Venecia en 1970 y de México en 1982, que cambia este paradigma y pasa a constituir un valor estratégico en beneficio del desarrollo.

Precisamente, en estas décadas, se gestan grandes transformaciones en la sociedad, debido al desarrollo de las tecnologías de la información (TIC). El valor estratégico que igualmente alcanza, a partir de este período, la información, para el desarrollo de cualquier disciplina, los convierte en principales agentes de cambios.

Como destacara Castells, “frente a una primera revolución industrial sustentada en la máquina de vapor, y una segunda, soportada en la utilización masiva de la electricidad, la actual tercera revolución -que supone el auge del sector terciario- tiene como núcleo básico y materia prima la información y nuestra creciente capacidad para gestionarla, especialmente en los campos de tratamiento de la información simbólica por medio de las TIC”.5

Se despliegan una serie de cambios, que van a modificar esferas como la de la información, que van a variar la forma de actuar de muchas de las proyecciones de las instituciones de información, e incorporará algunas novedosas. Los procedimientos para el procesamiento, divulgación y recuperación de la información, integran nuevos métodos y herramientas. Se despliega entonces, un aumento insospechado de la producción informativa, surge un nuevo tipo de información, la digital y se incrementan constantemente distintos soportes de información.

Las telecomunicaciones dan un salto vertiginoso, mejoran considerablemente las comunicaciones entre los continentes, con el desarrollo de la fibra óptica, el satélite,…, los diferentes países pueden interconectarse, como consecuencia de esto y las tecnologías de la información, se crea un nuevo espacio, Internet, donde puede accederse a la información hospedada en cualquier parte del mundo, y puede verse desde cualquier lugar.

Estos adelantos crean aún mas diferencia entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, como le llaman muchos autores, crean una “ brecha digital”, que conlleva a la necesidad de tomar medidas para enfrentar esta situación, como planteara Menou: “La cuestión central en el debate sobre la brecha digital no debería ser cuál es la mejor forma de llevar las TICs a los pobres, sino cuál es la mejor forma de que los pobres obtengan ventajas de las TICs para mejorar su situación ”.6

La posibilidad del intercambio entre estos sectores pobres produciría grandes beneficios entre ellos; así como su integración con el mundo. Evoluciona además, el medio educativo, se renuevan los modelos de enseñanza para la adaptación a las nuevas modificaciones que experimenta la sociedad, que forma y moldea a los individuos para enfrentarse a la vida productiva. Algunos gobiernos de diferentes naciones, han participado de forma activa en el desarrollo de las comunidades. Las mejoras sociales exigen una comprensión más profunda y más extendida de cómo encontrar y utilizar la información auténtica adecuadamente. La educación y formación en los sistemas de enseñanza, el aprendizaje continuo y la alfabetización informacional son esenciales para estas mejoras.

El final del siglo pasado se sumergió en grandes cambios que cuando la sociedad de esos momentos se transformó en una nueva sociedad con una nueva cultura. Según Castells: “ Una nueva sociedad surge siempre y cuando pueda observarse una transformación estructural en las relaciones de producción, en las relaciones de poder y en las relaciones de experiencia. Estas transformaciones conllevan una modificación igualmente sustancial de las formas sociales del espacio y el tiempo, y la aparición de una nueva cultura ”.5

En las últimas décadas del siglo pasado, comenzó a surgir la llamada sociedad de la información. Esta nueva sociedad impone un nuevo usuario. Con los modelos establecidos por los programas de educación de usuarios hasta esos momentos, los usuarios eran capaces de desenvolverse en el mundo de la biblioteca para satisfacer sus necesidades informativas, pero este nuevo usuario necesita capacidades y habilidades no sólo para desenvolverse en la biblioteca, sino para una relación óptima con la información, se comienza a hablar de alfabetización informacional y a desarrollarse programas sobre estas nuevas alfabetizaciones, en los que el usuario debe alcanzar las destrezas y habilidades necesarias para el manejo de las tecnologías de la información y en el acceso, manejo y uso efectivo de la información, tanto para su desempeño laboral como individual.

La necesidad de crear una cultura en el uso de la información es el resultado del volumen actual de información que circula a nuestro alrededor y el gradual desarrollo que han alcanzado las tecnologías de la información, c omo expresara Córdoba en uno de sus artículos “ la necesidad de fomentar el uso de la información por parte de los usuarios, la insistente urgencia de que el usuario aprenda a sacarle provecho a la tecnología, el uso masivo de la tecnología de la información ante una sociedad “informaticionalizada”, inducen a pensar que nuestra misión como profesionales no sólo se trata de alfabetizar sino de ir más allá ”.7 Este es un tema que suscita actualmente gran interés entre los profesionales de la información.

“ La cultura informacional constituye un elemento esencial en el desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento. Es, a partir de la cultura informacional, que el hombre adquiere habilidades que faciliten el uso, acceso, manejo, distribución y procesamiento de la información mediante los ambientes intensivos en los cuales se desarrolla hoy el recurso de información ”.8

Cornella define la cultura informacional como " la habilidad de entender y emplear información impresa en las actividades diarias, en el hogar, en el trabajo, y en los actos sociales, con la finalidad de cumplir los objetivos de uno, y de desarrollar el conocimiento y el potencial propio ".9

En la definición de Menou, la simplifica a " la habilidad de los individuos o grupos de hacer el mejor uso posible de la información ".6 A la vez, Páez Urdaneta reconoce el desarrollo de la cultura informacional como un factor fundamental para la introducción de cambios en el sector bibliotecario y considera la cultura informacional “ como el conjunto de competencias y actitudes que los beneficiarios actuales y potenciales del servicio de información exhiben como factores que tomaran los usuarios frente a los productos y servicios de información ”.10

Según las definiciones de Cornella y Menou , para el logro de una cultura informacional, deben cumplirse los objetivos que se pretenden alcanzar con la alfabetización informacional; considera la cultura informacional como la adquisición de un conjunto de habilidades y conocimientos para un correcto uso de la información y poder así desenvolverse satisfactoriamente en su participación y desempeño en la sociedad.

En el plano individual, una persona alfabetizada y con una cultura informacional sería capaz de responder satisfactoriamente a las exigencias que impone el desarrollo de la sociedad actual, tendría entonces mayor capacidad para adaptarse y aprender a enfrentar estos cambios.

De forma general y desde el punto de vista de la cultura como forma de comportamiento y conocimiento que identifican a una comunidad de individuos, la cultura informacional sería el resultado de un proceso permanente de alfabetización en el uso de la información, que provocaría, con el tiempo, cambios en las sociedades, donde los individuos tendrían las habilidades y destrezas necesarias para un manejo adecuado de la información: uso, acceso, manejo o procesamiento, para generar además, nuevos conocimientos que sirvan al desarrollo de la sociedad o comunidad donde este se desenvuelve, y para la utilización de las tecnologías informáticas; estas competencias serían multidisciplinarias, y aplicables en cualquier campo, los individuos estarían preparados para enfrentar nuevos cambios.

En el desarrollo de esta cultura intervendrían según la Dra. Ponjúan , la dimensión humana, la información y la infraestructura. “ El vínculo entre la dimensión humana y la dimensión información generalmente origina el conocimiento. La relación entre la dimensión humana y la infraestructura deja un espacio donde se establecen determinadas relaciones que pueden tener diferentes niveles de actividad y distintas características. El vínculo entre la infraestructura y la información posibilita una reserva de desarrollo a explotar por la dimensión humana. El vínculo entre la infraestructura y la dimensión humana genera el contenido de esta relación, es decir, la cultura. Cuando ese conocimiento interactúa en un espacio que tiene un potencial de desarrollo es que existe la cultura informacional ”.11

Debido a las características de la cultura, que es un proceso lento, reflejo de características, comportamiento y aptitudes de los individuos de una sociedad, adquiridos en el tiempo de generación a generación, la aplicación de programas de alfabetización en información debe contribuir a la adquisición de competencias desde la niñez, a partir de los primeros grados de la educación primaria, para que, por medio de una educación y formación continua a lo largo de toda la vida, se conviertan en parte indisoluble de este, aquellas habilidades y hábitos necesarios para enfrentarse a una sociedad donde la información a tomado un alto valor. Con esta concepción, las unidades de información tienen grandes posibilidades de llevar a los individuos a alcanzar una cultura informacional.

Es por ello, que los sistemas de información también deben potenciarse como los centros culturales más importantes de la escuela y su entorno así como estimular el estudio y crecimiento independiente, desarrollar un trabajo más profundo y responsable con los programas emprendidos en cuanto a la promoción de la lectura, del medio audiovisual y la alfabetización en información para lograr que la cultura informacional sea un componente intrínseco del desarrollo humano y de la conducta aspirada por el propio individuo que aprende cotidianamente.

Un individuo, en una sociedad, donde exista visiblemente una cultura del uso de la información deberá valorar la información, responsabilizarse con su uso, aprovecharla al máximo y representarla para su beneficio personal y de su entorno.

Crear una cultura informacional no es fácil, no es sencillo modificar las actitudes de los individuos, alterar su voluntad frente al desarrollo de la sociedad, porque conlleva una transformación profunda que impacta los valores, políticas, conductas y normas, debido al conformismo; esta dificultad radica en que, una vez que los valores se encuentran bien establecidos, llegan a formar una parte activa de la personalidad de los individuos; sin embargo, por complejo que resulte, no es una misión imposible, aunque sí debe ser un trabajo cuidadoso, bien pensado, planeado y que responda a necesidades objetivas.

Como planteara Cornella “… de la misma forma que una sociedad moderna no puede permitirse ciudadanos sin educación (analfabetos o incultos), tampoco puede permitirse ciudadanos informacionalmente incultos ”.12

Ahora bien, “ Las bibliotecas, con el apoyo de las tecnologías de la información y la comunicación, se encuentran entre las instituciones que están obligadas a crear nuevos escenarios para que el mayor número de ciudadanos tengan acceso al conocimiento ”.13

Con la implementación continúa de los programas de alfabetización informacional, se busca lograr que los individuos de todas las comunidades y naciones, se encuentren aptos para convivir con las transformaciones que surgen actualmente y con las que están por llegar, mientras crea nuevos valores y nuevos patrones de conducta frente a la información, que los diferencian de culturas anteriores y forman una nueva, que se le ha llamado “cultura informacional”. Esta constituirá “ una categoría jerárquicamente superior a la del alfabetismo informacional” ( Martí Lahera Y . Cultura y alfabetización informacional. Una aproximación a su estudio. [Trabajo para optar por el título de Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información ]. La Habana: Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana; 2002).

“Por estas razones, la formación de usuarios implica nuevas estrategias para responder a nuevas necesidades. Se necesita superar la limitación que implica la educación de usuarios al entender de forma unilateral el lugar del individuo en el proceso de información. La transformación de esta educación de usuarios en alfabetización informacional es el tributo más significativo a la cultura informacional”.14

En el desarrollo de esta nueva cultura, la responsabilidad de esta nueva alfabetización recae principalmente en los nuevos profesionales de la información, los cuales se suman y preparan para asumir la formación de nuevas generaciones en auténticos profesionales de la información y de nuevos usuarios alfabetizados en información. Habrá que seguir a la búsqueda de ayuda en “ cumbres mundiales y reuniones sobre el tema, con el objetivo de captar la atención de gobiernos y estados, así como del resto de las entidades que pueden respaldar estas acciones ”.14

ALFABETIZACIÓN INFORMACIONAL

Hasta ahora, se planteaba la educación de usuarios como una actividad centrada en enseñar al usuario a conocer la biblioteca, los servicios y sus recursos de información, esto ha cambiado actualmente. La educación de usuarios está obligada a ir mas allá, para consistir en la instrucción al usuario, dirigida a la adquisición de las destrezas necesarias para saber utilizar, depurar, evaluar y explotar convenientemente y, con sentido crítico, la información, cada vez más compleja y exigente desde la irrupción de las tecnologías de la información, en especial de Internet. Se ha hecho necesario dar un salto en la enseñanza; ahora, no es necesario sólo que los usuarios utilicen de forma eficaz las bibliotecas, con el incremento de la producción de la información y el desarrollo de las tecnologías, es imprescindible un eficiente uso de la información.

La alfabetización en información como adquisición de habilidades para desarrollar la educación a lo largo de toda la vida, es hoy un tema de mucho interés entre los bibliotecarios. El concepto nació en el ámbito educativo a mediados de los años setenta, con el desarrollo de las TICs, y la instalación firme de la noción de educación permanente. Se hizo necesario entonces, el diseño de programas y el establecimiento de normas para que más allá de la simple operación de las computadoras y la tradicional educación y formación de usuarios, los estudiantes lograran conocimientos, habilidades y actitudes para actuar con solvencia en la nueva sociedad donde la información ha adquirido una significativa importancia, se generan conocimientos, y se crean estrategias propias para el aprendizaje permanente.

Según la literatura especializada, Zurkowski fue el primero en utilizar el término, en un trabajo en 1974, donde asoció la alfabetización informacional con el concepto de uso eficaz de la información en un entorno laboral, posiblemente empresarial y, más específicamente, con la solución de problemas. Una definición similar del término, que enfatiza también la solución de problemas, es la que ofreció Burchinall en 1976: “ ser competente en cuanto a información requiere un nuevo conjunto de destrezas. Estas incluyen cómo localizar y usar la información necesaria para una resolución de problemas y una toma de decisiones eficaces y eficientes ”.15

Es cierto que, desde la década de los años 70, se comienza a utilizar el término, pero no es hasta 1980, que el “ Presidential Committee on Information Literacy ”, definió una persona alfabetizada en información como “… una persona capaz de reconocer cuando necesita información y tiene la habilidad para localizarla, evaluarla y usarla efectivamente para satisfacer su necesidad de información... finalmente, una persona alfabetizada en información es quien sabe cómo aprender a aprender. Ella conoce cómo aprender, porque conoce cómo se organiza el conocimiento, cómo encontrar información y cómo usarla ”.16

El significado del término cambia después rápidamente en respuesta a las reformas educativas que se desarrollaban en esos momentos. Sin embargo, la conexión entre el concepto de alfabetización informacional y aprendizaje se ha mantenido en el tiempo para aportarle al término mayor significación. En este sentido, la mayoría de los autores coinciden, y expresan la necesidad de incluir en todos y cada uno de los programas de estudio, el mundo de la información.

Un caso claro, en este sentido, es la declaración de la Asociación del Seguimiento y Desarrollo de los Programas Educativos de Estados Unidos, realizada por Ford, en 1991: “ Alfabetización informacional, la capacidad para localizar, procesar y utilizar la información de manera eficaz, dota a los individuos de los medios para obtener provecho de las oportunidades inherentes a una sociedad de información global. La alfabetización informacional debería formar parte de la experiencia educativa de cada estudiante. Urge que las escuelas, institutos y universidades integren los programas de alfabetización informacional en los programas de enseñanza de todos los estudiantes ”.17

En este sentido, es valido señalar que muchos de los autores de los trabajos sobre este tema, sugieren que la alfabetización informacional debe comenzar desde edades tempranas y de forma sistemática, pero lo cierto es que la mayoría de los países donde se aplican, dedican sus mayores esfuerzos, en este sentido, a los usuarios que cursan estudios universitarios, tal vez, a esto se deba que aún puedan palparse verdaderos resultados, en este sentido, en la sociedad en general. Cuando los usuarios llegan a este nivel superior de educación, deben poseer un dominio total de los recursos de información y el conocimiento pleno de las entidades de información y de sus instrumentos de búsqueda, así como de elementos esenciales para un correcto uso de la información, listos para concentrarse en aquellas cuestiones más avanzadas del desarrollo intelectual y a incrementar su nivel de información y su capacidad para adquirirla, transformarla y difundirla.

Bernhard la define como un “ conjunto de aptitudes referidas al uso y dominio de la información en cualquiera de las formas en que se presente, así como de las tecnologías que ofrecen acceso a esta información: capacidades, conocimientos y actitudes, relacionadas con la identificación de las necesidades de información, el conocimiento de las fuentes de información, la elaboración de estrategias de búsqueda y localización de la información, la evaluación de la información encontrada, su explotación, reformulación y comunicación ”.18

Según señala Arp: “… la controversia para seleccionar entre los términos de instrucción bibliográfica o alfabetización informativa es un argumento que pretende comparar manzanas y naranjas. La alfabetización informativa es un intento por definir una condición individual. Tiene un producto que es una persona alfabetizada en información. La instrucción bibliográfica, por otro lado, es una metodología; para algunos es una disciplina con la cual se capacita en técnicas y conceptos ”. Este usuario alfabetizado en información tiene que adquirir no sólo habilidades en la búsqueda y localización de la información, si no que tiene que ser capaz comprenderla, usarla y comunicarla y lograr un nuevo conocimiento.19

Gómez Hernández, Licea de Arenas y Pasadas Ureña, plantean “ que no sólo es la reforma educativa la que hace que el concepto de alfabetización informacional cambie su significado; existen otros factores que propician el desarrollo y utilización de este término en un ambiente más amplio: crecimiento y complejidad de la información, la necesidad de capacidades para el aprendizaje permanente, simplificación de los instrumentos documentales y de la organización de la información para una mejor recuperación, señalización y acceso directo a las colecciones, amigabilidad de los interfaces de consulta, y mayor transparencia de los servicios bibliotecarios, la nueva función de los profesionales de la información, nuevas formas de mediación en los procesos de aprendizaje y el parque tecnológico con que cuenten ”.20

Cuando se trata actualmente sobre el término alfabetización informacional, se hace referencia a las competencias, aptitudes, conocimientos y valores necesarios para acceder, usar y comunicar la información en cualquiera de sus formas.

Según Bernard, un usuario alfabetizado en información adquiriría los siguientes elementos para participar en la sociedad actual y desenvolverse de forma efectiva:18

  • Identificar la necesidad de información.
  • Crear y organizar información.
  • Elaborar estrategias de búsqueda de información.
  • Habilidades tecnológicas e informáticas.
  • Evaluar y tratar la información.
  • Utilizar y comunicar la información.
  • Conocimiento sobre aspectos éticos y sociales.
  • Una actitud activa para el aprendizaje durante toda la vida.
  • Una actitud crítica hacia los medios de comunicación.
  • La capacidad de autoevaluarse.

Un trabajo interesante sobre este tema es el realizado por Bruce, sobre la experiencia alcanzada por los profesores de dos universidades australianas; en este, se reflejan distintas facetas de la alfabetización en información, donde se reflexiona sobre las variaciones que ocurren a la hora de detectar y entender qué formas de alfabetización en información son relevantes para situaciones diferentes; el autor aborda este termino de forma abarcadora y divide estas situaciones en siete categorías:21

  • Categoría 1: la concepción basada en las tecnologías de la información. Aquí la alfabetización en información se ve como la utilización de las tecnologías de la información para recuperar y comunicar la información.
  • Categoría 2: la concepción basada en las fuentes de información. Consiste en hallar la información localizada en las fuentes.
  • Categoría 3: la concepción basada en la información como proceso. Se observa como ejecución de un proceso.
  • Categoría 4: la concepción basada en el control de la información. En este caso, es vista como control de la información.
  • Categoría 5: la concepción basada en la construcción de conocimiento. Se considera como la construcción de una base personal de conocimientos en una nueva área de interés.
  • Categoría 6: la concepción basada en la extensión del conocimiento. La alfabetización en información se observa como el trabajo con el conocimiento y las perspectivas personales adoptadas de forma que se obtienen nuevos puntos de vista.
  • Categoría 7: la concepción basada en el saber. Se refiere a la sabia utilización de la información en beneficio de los demás.

Esta actividad exigirá más de los profesionales de la información en el proceso de adquisición de estas competencias, en la acción dirigida hacia la realización completa de los usuarios por medio de su perfeccionamiento gradual, que adoptarán estrategias, planificada o intuitivamente, determinarán nuevos diseños de programas de alfabetización en información y se ajustarán a las diferencias que se presenten.

Los tratamientos especializados y funcionales de la alfabetización informacional no consideran a veces que la cultura es una faceta más de la información. El ciclo total de la información y el conocimiento depende de la cultura y, al mismo tiempo, contribuyen a su evolución.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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11. Ponjuán Dante G. Gestión de información en las organizaciones. Principios, conceptos y aplicaciones. La Habana : Universidad de la Habana;2001.

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Recibido: 28 de diciembre del 2006. Aprobado: 2 de enero del 2007.
MsC. Arianne de Cárdenas Cristia. Facultad de Comunicación. Universidad de la Habana. Calle G No. 506 entre 21 y 23. El Vedado, Plaza de la Revolución. Cuba. AP 10 400. Ciudad de La Habana. Correo electrónico: decardenas@fcom.uh.cu

1Máster en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Profesor Instructor. Bibliotecología y Ciencias de la Información. Facultad de Comunicación. Universidad de La Habana.
2Licenciada en Bibliotecología y Ciencias de la Información.

Ficha de procesamiento

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

EDUCACIÓN; ACCESO A LA INFORMACION.
EDUCATION; ACCESS TO INFORMATION.

Según DeCI2

ALFABETIZACION; ERA DIGITAL; SOCIEDAD DE LA INFORMACION; ACCESO A LA EDUCACION; ACCESO A LA INFORMACION; TECNOLOGIA DE LA INFORMACION.
LITERAC Y; DIGITAL AGE; INFORMATION SOCIETY; ACCESS TO EDUCATION; ACCESS TO INFORMATION; INFORMATION TECHNOLOGY.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf