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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.15 n.3 Ciudad de La Habana mar. 2007

 

La literatura bibliológico-informativa en Cuba. Parte II. Análisis de dominio del siglo XX

MSc. Nuria Esther Pérez Matos1

Resumen

Se presentan las etapas que se identifican en el desarrollo de la literatura bibliológico-informativa cubana, así como sus peculiaridades y una descripción de las condiciones económicas, políticas, históricas y culturales que las sustentan.

Palabras clave: Literatura bibliológico-informativa, Bibliotecología, Ciencias de la Información, historia, Cuba.

Abstract

The stages identified in the development of the Cuban bibliological-informative literature, as well as their peculiarities and a description of the economic, political, historical, and cultural conditions supporting them are presented.

Key words: Bibliological-informative literature, Library Science, Information Sciences, History, Cuba.

Copyright: © ECIMED. Contribución de acceso abierto, distribuida bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir Igual 2.0, que permite consultar, reproducir, distribuir, comunicar públicamente y utilizar los resultados del trabajo en la práctica, así como todos sus derivados, sin propósitos comerciales y con licencia idéntica, siempre que se cite adecuadamente el autor o los autores y su fuente original.

Cita (Vancouver): Pérez Matos NE. La literatura bibliológico-informativa en Cuba. Parte II. Análisis de dominio del siglo XX. Acimed 2007;15(3). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol15_3_07/aci05606.htm [Consultado: día/mes/año].

La compilación de la literatura bibliológico-informativa cubana respondió fundamentalmente, después del primer intento de Fermín Peraza y Elena Vérez en la década de los años 40, a cumplir con el proyecto internacional INFOBILA, que es una base de datos bibliográfica, resultado de un proyecto de cooperación internacional de once países hispanoamericanos, coordinado por el Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas (CUIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México, con la participación de la Biblioteca Nacional de Venezuela.

Cuba, como integrante del proyecto, asumió la compilación de la bibliografía desde 1997, en calidad de actividad colateral a los proyectos del Departamento de Investigaciones Histórico-Culturales y Bibliotecológicas de la Biblioteca Nacional José Martí. Un año antes, el doctor Emilio Setién había presentado a la 62 Conferencia General del IFLA, efectuada del 25 al 31 de agosto de 1996, un informe sobre la disponibilidad de las revistas bibliotecológicas en América Latina en el cual enfatizó en la necesidad de desarrollar una base de datos latinoamericana sobre literatura en ciencias bibliotecológicas y de la información propuesta por el Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (CUIB de la UNAM) el que, según su evaluación opinó que existían los requisitos necesarios para desarrollar dicho proyecto.

Examinar la aparición y desarrollo de los componentes del fenómeno bibliológico- informativo en Cuba, desde los primeros tiempos de la colonización hasta la actualidad y realizar el análisis métrico del flujo documental de la literatura que refleja esa evolución durante el siglo xx, para identificar los períodos que presenta y las peculiaridades de la tipología documentaria, sus contenidos temáticos y el estado de desarrollo de las disciplinas que reflejan, de acuerdo con las condiciones económico-sociales y culturales imperantes en cada etapa histórica, es el propósito fundamental de la presente contribución que se ha dividido para su exposición en dos partes: una reflexión histórica desde la colonización hasta la fecha y este que expone los principales resultados obtenidos del estudio métrico a la muestra compilada.

El estudio se basa en la concepción del sistema de fenómenos y disciplinas bibliológico- informativas definido por Setién y Gorbea, cuyas fuentes principales son: De la bibliotecología al sistema de conocimientos bibliológico informativos,1 Teoría bibliológico informativa,2 y Fundamentos, métodos y perspectivas de la bibliotecologí.3

Métodos

Si bien es cierto que la literatura bibliológico-informativa no es más que una literatura especializada en las disciplinas específicas del sistema-bibliológico informativo, es necesario considerar que la condicionante del lugar de nacimiento de los autores la dispone en un determinado país. La muestra que se presentará corresponde a la literatura bibliológico- informativa cubana en tanto son trabajos producidos por autores o instituciones cubanas; sin embargo, no se incluyen las publicaciones de autores cubanos en el extranjero, ni aquellas que se refieran a Cuba como objeto de estudio, publicadas fuera del país, por lo que la muestra de los documentos compilados fueron todos publicados o producidos en Cuba.

Para la selección de la muestra, se trabajó primero con los materiales publicados, es decir, las revistas especializadas y los libros. De las revistas, se seleccionaron todas aquellas que trataron temas bibliotecológicos en sus inicios. De la Revista de la Biblioteca Nacional, que se presenta junto con las especializadas, sólo se seleccionaron aquellos artículos de corte bibliológico-informativo. Para el resto, se asentaron los artículos, sin incluir algunas secciones informativas que, por su carácter noticioso, no se consideraron de acuerdo con las políticas establecidas por el proyecto internacional INFOBILA. La selección de los libros se hizo a partir de la bibliografía nacional y se tomó como antecedente la tesis de Camila Vega Hernández, titulada: La bibliotecología en Cuba en los fondos de la Biblioteca Nacional José Martí, que a pesar de haber utilizado una muestra limitada de libros, aportó una primera información sobre lo publicado en el país en ese tipo de portador. Se comparó después esa muestra, con los fondos del Instituto de Literatura y Linguística, los fondos de la Biblioteca Central de la Universidad de La Habana y los de la Facultad de Comunicación; no se encontraron grandes diferencias entre estos y la muestra original.

En el caso de los materiales no publicados se incluyeron los trabajos elaborados en la formación del profesional de la especialidad en Cuba en sus dos niveles, el universitario y el técnico. Se asentaron en la base de datos los trabajos de diploma y las tesis de maestría y doctorado de la Facultad de Comunicación y los proyectos de grado e informes de la práctica preprofesional de la Escuela de Técnicos de Biblioteca.

Donde se dificultó, en gran medida, la recuperación de los documentos fue en el caso de las ponencias. Al enfrentar esta investigación, una de las grandes limitaciones fue la dispersión y falta de organización de las ponencias, lo que imposibilitó la recuperación de los trabajos presentados en los eventos bibliológico-informativos. Los primeros eventos de este tipo en Cuba sólo se mencionan en las revistas de la especialidad, no se difundían las ponencias presentadas, ni se conservaron catálogos de resúmenes de ellas. De igual forma, sucedió con los eventos a principios de la Revolución. Decidimos, por tanto, incluir los documentos de aquellos eventos de los que se conservaran las ponencias, o al menos los programas, para procesarlos a nivel analítico en la base de datos.

En la selección de la muestra de ponencias, lo primero que se hizo, fue determinar la inclusión de las pertenecientes a eventos de la rama de las ciencias bibliológico-informativas, promovidos por tres importantes instituciones del país: Biblioteca Nacional José Martí, Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT) y Biblioteca Central “Rubén Martínez Villena” de la Universidad de La Habana. Estas tres instituciones han desarrollado un sinnúmero de eventos entre los cuales unos han tenido mayor impacto que otros. Algunos eventos en nuestra rama se realizaron de forma continua, como los Talleres de bibliotecas universitarias y los INFO; en tanto, otros, desaparecidos, se efectuaron durante un período apreciable, y aún se conservan sus programas en las instituciones promotoras, como es el caso de los Encuentros científicos bibliotecológicos. Todo esto determinó el carácter aleatorio de la muestra de las ponencias de eventos incluida en el estudio, condicionada fundamentalmente por la recuperación de las propias ponencias o, al menos, de los programas correspondientes.

Por la diversidad de la tipología documentaria, se decidió agrupar los resultados del estudio, para su mejor comprensión, en dos grandes flujos: uno de documentos publicados, que se refiere a libros y artículos de revistas especializadas, y otro de documentos no publicados que asienta la muestra de ponencias presentadas en eventos, los trabajos de diploma de la Facultad de Comunicación, desde los inicios de la carrera de Información Científico-Técnica y Bibliotecología, las tesis de maestría y doctorado, y los proyectos de grado e informes de práctica preprofesional de la Escuela de Técnicos de Bibliotecas.

Comportamiento general de la muestra

La literatura gris representó el 61 % del flujo documental y la literatura publicada el restante 39 % (figura 1). A pesar de esta distinción la mayor cantidad de documentos procesados fueron los artículos de revistas porque las colecciones pudieron revisarse completamente, en tanto la base de datos de ponencias resultó ser la más incompleta, lo que se refleja en la muestra utilizada en el estudio, como es lógico (figura 2).

Fig. 1: Producción literaria siglo XIX.

Fig. 2. Distribución de la tipología documentaria.

Literatura bibliológico- informativa publicada

Se procesaron un total de 1 822 documentos de los cuales 1 637 son artículos de revistas de la especialidad y los restantes 185 documentos son libros o folletos. La producción de documentos publicados en la primera etapa de la República es bien escasa, es a partir de 1930 que aumentan las publicaciones (figura 3).

Fig. 3. Distribución de artículos y libros por décadas.

Es en la década de los años 1930 que se inicia la publicación sistemática de la literatura bibliológico-informativa con la aparición del Boletín Bibliotécnico y la Revista Bibliográfica Cubana. La década de los años 1950 tiene un elevado aumento de productividad de artículos cuyas causas se explican más adelante. A pesar de existir la tipología documentaria de Libros, (L) Folletos (F) y Revistas (A) la marcada productividad de documentos publicados lo caracterizan las publicaciones seriadas (figura 4).

Fig. 4. Distribución por tipología documentaria.

¿A qué se debe el alza productiva de la década de los años 1950? Nos enfrentamos a una década en que existía el Boletín de la Asociación Cubana de Bibliotecarios, la cuarta revista más productiva del conjunto de publicaciones y Cuba Bibliotecológica, a la vez que la Revista de la Biblioteca Nacional aumenta la publicación de artículos bibliotecológicos de forma significativa, lo que no sucede en otras épocas de esta publicación. En los primeros años de la década, autores como Lilia Castro de Morales, directora de la Biblioteca Nacional en aquel momento, Francisco de Paula Coronado y Manuel Moreno Fraginals, entre otros, comienzan a difundir la labor de la Biblioteca Nacional y sus fondos. Se inicia la sección de Estadísticas donde se ofrece una serie de datos sobre la propia Biblioteca y aparecen artículos que se refieren al nuevo edificio de la Biblioteca Nacional, cuya construcción no culminó hasta el 1958. También, en esta década, la revista se propone difundir la labor de la institución, lo que en décadas posteriores no se cumplió, según lo aprobado por la dirección del centro, que no descansó hasta ver realizados sus sueños del nuevo edificio y de haber difundido durante todo ese tiempo la actividad bibliotecaria de una institución paradigmática.

Para analizar el comportamiento temático de la base de datos, se emplearon tres tipos de descriptores: normalizados (los utilizados por la base de INFOBILA), geográficos y locales (los utilizados por cada país cooperante). Para el primero, se usó el Tesauro Latinoamericano en Ciencia Bibliotecológica y de la Información (TELACIBIN) editado en 1999, que presentó algunas limitaciones por la carencia de ciertos descriptores No obstante, el Tesauro permitió organizar la información, normalizar el lenguaje formal de la disciplina y ofrecer cierta estructura coherente al estudio temático.

El Tesauro, como es propio de cualquier instrumento de esa índole, facilita lograr una correcta indización para la recuperación de la información, y crea la posibilidad de emplear diversos términos en el tratamiento de un documento, elemento que entorpecía grandemente los conteos métricos y que generaba que las listas temáticas fuesen demasiado extensas. Esto obligó a crear los descriptores locales, términos más generales que se han empleado en la literatura gris de estas disciplinas en las tesis que anteceden al presente proyecto . Los descriptores geográficos quedaron para escribir el país (Cuba) y la provincia en caso que fuera necesario.

La producción literaria recuperada, correspondiente a las dos primeras décadas del período 1901-1930, es muy poca y se concentra en libros y folletos, aún más específicamente en folletos. La única revista que se publica durante esos años, como se ha explicado, con artículos de corte bibliotecológico, es la Revista de la Biblioteca Nacional, que difunde fundamentalmente trabajos bibliográficos, leyes y decretos concernientes a la institución, sus fondos y colecciones. Durante los primeros años del siglo, el flujo documental bibliológico- informativo estuvo representado principalmente por productos informativos aparecidos en libros y folletos. Eran compilaciones bibliográficas en su mayoría.

El crecimiento se produce en la década de los años 1930, que constituye la década más productiva en la literatura publicada durante la primera mitad del siglo. En la siguiente década, se observa una disminución del número de documentos publicados aunque el tratamiento temático mantiene similar diversidad (figura 5).

Fig. 5. Distribución temática de la literatura publicada: 1900-1950.

La alta productividad en la temática bibliografológica, en los inicios de la década de los años 1930, se debe a la aparición de la Revista Bibliográfica Cubana donde las compilaciones bibliográficas son parte fundamental de su contenido. El resto de las revistas que aparecieron en la época, incluyeron un gran número de estas compilaciones, lo que caracterizó los comienzos de la literatura del siglo. Durante la década de los años 1930 se inicia también el tratamiento teórico de las disciplinas, como se explicó en el capítulo anterior. Sin embargo, los temas de promoción de la lectura mantienen valores mínimos de representación, elemento que no hace más que evidenciar el bajo nivel educacional y cultural de la población con su elevado índice de analfabetismo.

Por otra parte, diversas bibliotecas comienzan a difundir sus actividades y su historia, por lo que las unidades de información se encuentran muy bien representadas entre las temáticas de la década de los años 1930. Las inquietudes por la formación del bibliotecario cubano se manifiestan también por estos años, aunque se intensifican en la década de los años 1940, motivado por los cursos, cursillos, escuelas que en esta década se impartieron. Así aparecen los artículos “La escuela de servicio de Bibliotecas” (1940), “Curso de introducción a las bibliotecas escolares” (1949), “Curso de ciencia bibliotecaria en la escuela de verano de la Universidad de La Habana” (1949), “La enseñanza biblioteconómica en Cuba de María Villar Buceta” (1949) y el libro Cursos de ciencia bibliotecaria (1946), entre otros.

En las décadas que continúan se mantienen ciertas regularidades en las temáticas básicas de organización y representación de la información; sin embargo, otras temáticas comienzan a aparecer en los trabajos publicados de la especialidad (figura 6).

Fig. 6. Distribución temática de la literatura publicada: 1950-2000.

El crecimiento de la temática “unidades de información” en la década de los años 1950 se debe a la cantidad de artículos que aparecen en la Revista de la Biblioteca Nacional durante el período directivo de Lilia Castro de Morales sobre la construcción del nuevo edificio de la institución.

Si bien la representación métrica de la primera mitad del siglo se apoya en conteos de estadísticas bibliotecarias, la aplicación de las diferentes especialidades informétricas como herramientas de trabajo se inician en los años 1970 y alcanza su máxima expresión en los años 1980, para mantenerse con menos intensidad en los años de la década de 1990. La temática de gestión, que había presentado algunos trabajos anteriormente con un mayor corte económico, organizativo, evaluativo, etcétera, tiene un período de silencio e irrumpe nuevamente en esta década, para convertirse en la temática más tratada de la década y con contenido propio. Los estudios teóricos que se desarrollaban desde la década de los años 1930 y que se mantenían con baja productividad en las décadas siguientes vuelven a presentar una elevada productividad en los años de la década de 1970, para alcanzar su máximo lugar en los años 1980. Es durante ese período que se institucionalizan las investigaciones sobre las ciencias sociales en el país, lo que aparece reflejado en las Resoluciones del Primer y Segundo Congresos del Partido Comunista de Cuba.

Es un hecho que el inicio del tratamiento teórico de las disciplinas estuvo favorecido también por la aparición de sus portadores (revistas especializadas), pero su etapa de madurez en la década de los años de la década de 1980 tiene dos antecedentes fundamentales, el primero enmarcado en las Ciencias de la Información y el segundo en la teoría propiamente bibliotecológica. En primer orden, no es hasta la aparición de la influencia europea, fundamentalmente soviética, que la teoría bibliológico-informativa retoma un lugar primordial en la literatura para alcanzar su madurez en los años de 1980. Las ciencias de la información están representadas por traducciones de Mijailov, Chiornii, Guiliarevskii y otros teóricos soviéticos bajo la denominación de Informática. Se inicia también el tratamiento de la psicología en la información por diferentes teóricos como Yu Novikov. Es un tema que desarrolla teóricamente a profundidad el doctor Israel Núñez Paula y que marca más adelante una época de estudios de usuarios y necesidades de información en la literatura, ubicados en la temática de los servicios. Toda esta literatura tiene su espacio en Actualidades de la Documentación, primero, y más tarde en Actualidades de la Información Científica y Técnica, que, con su cambio de nombre, muestra el propio desarrollo en la literatura en las diferentes temáticas que la representan.

En segundo lugar, a partir de los años 1980, se inicia todo un programa de investigaciones científicas en el campo bibliotecológico que tiene una de sus expresiones en los Encuentros científicos bibliotecológicos. Es en este año precisamente que el doctor Setién desarrolla sus estudios sobre las disciplinas bibliológicas informativas, como fue explicado en el capítulo anterior. Los dos campos científicos fuertes, por llamarlos de alguna manera, la ciencia de la información y la bibliotecología, interactúan por primera vez en las investigaciones, y se desarrolla todo un marco teórico conceptual que va a desembocar en la productividad de documentos referentes a estudios teóricos en la década de los años 1980.

Durante todo el siglo, la literatura bibliológico informativa publicada ha tratado en lo fundamental temas relacionados con la catalogación, clasificación, lenguajes, etcétera, que forman parte de la organización y representación de la información; sin embargo ha tenido períodos de predominios temáticos. Un primer período, en el que las compilaciones bibliográficas caracterizaron estas publicaciones, un segundo período de estudios teóricos con los nuevos términos de Informática y la influencia de la literatura del antiguo campo socialista conjuntamente con los trabajos referentes a los servicios y los estudios de usuarios. Es en este segundo período, cuando la psicología interactúa intensamente con las disciplinas bibliológico- informativas. Y un tercer período en el que predomina la gestión, donde términos como gestión de información, inteligencia corporativa, calidad total, reingeniería, etcétera, inundan los artículos de revistas.

El amplio período que abarcan los materiales publicados en la literatura va a reflejar, en el conjunto de autores más productivos, a un grupo de personalidades activas y otros que ya no se encuentran entre nosotros.

Existe una estrecha relación entre las personalidades más representativas y las temáticas más abordadas. Lo que es notable en estas disciplinas es que la producción de trabajos realizados en las décadas de 1930, 1940 y 1950 aún mantiene un nivel significativo en el conjunto del flujo documental, a pesar del volumen de la producción de literatura actual. Un número reducido de profesionales dominaba por entonces la producción literaria bibliotecológica y la producción per cápita era superior a la del presente. En cambio, los nuevos tiempos suman autores que tienden a la producción de un artículo o dos. Además, al grupo de autores actuales que aún producen se les hace más difícil la publicación de sus trabajos debido a la cantidad de profesionales que difunden su labor. Muchos gestionan sus publicaciones en el extranjero. Después del 1959, a pesar del aumento de la producción de literatura bibliológico- informativa, sólo se logra mantener en Cuba, dos revistas de la especialidad y no parecen ser suficientes para enfrentar el desarrollo que experimentan esas disciplinas en el país (figura 7).

Fig. 7. Relación gráfica entre autores y temáticas representativas.

Literatura bibliológico- informativa no publicada

Se procesaron un total de 2 729 documentos no publicados entre ponencias, tesis, proyectos e informes. Esta muestra de documentos no publicados, aunque puede considerarse representativa de lo que ha sucedido en Cuba con la formación del profesional en la segunda mitad del siglo XX, más específicamente después del triunfo de la Revolución, no lo es, en igual medida, con relación a la literatura del profesional postgraduado que se representa en los eventos. A pesar de que la muestra es total para los tres eventos más importantes en Cuba en las disciplinas bibliológico-informativas, no puede asegurarse que ese comportamiento sea absoluto, aunque sí nos informa en gran medida sobre su desarrollo.

Para el caso de la literatura bibliológico-informativa no publicada es indiscutiblemente necesario volver a enfatizar que su productividad se concreta con la estabilidad que adquiere la formación del profesional en Cuba a partir de la década de los años 1970, cuando se inició la carrera de Información Científico Técnica y Bibliotecología en la Universidad de La Habana. Dicha productividad se diversificó en tipología documentaria cuando la Escuela de Técnicos de Bibliotecas, fundada con anterioridad, asume la elaboración de proyectos de grado e informes técnicos, como ejercicio de graduación (figura 8).

Fig. 8. Distribución de la literatura bibliológico-informativa cubana no publicada de la formación profesional por décadas.

La producción de ponencias en la muestra estudiada se inició a partir de 1964 con el evento Forum Bibliotecario, y es justamente después del 1959 que se realizan con periodicidad los eventos bibliológico-informativos en Cuba como consecuencia de los propios cambios sociales del país (tabla 1).

Tabla 1: Distribución de las temáticas generales de los documentos no publicados.

Temática general

Frecuencia

Frecuencia acumulada

Organización y representación de la información

339

339

Sistemas y unidades de información

245

584

Estudios teóricos

220

804

Servicios de información

216

1020

Bibliografía

210

1230

Gestión

198

1428

Tecnología de la información y sistemas de comunicación automatizados

198

1626

Promoción de la lectura

170

1796

Estudios métricos de la información

165

1961

Productos informativos

153

2114

Desarrollo de colecciones

123

2237

Estudios de usuarios

112

2349

Formación profesional

95

2444

Fuentes de información

58

2502

Evaluación y diseño

46

2548

Comunicación

47

2595

Referencia

28

2623

Internet

25

2648

Bases de datos

24

2672

Conservación y edición

24

2696

Política, legislación y ética

18

2714

Cooperación

15

2729

Total

2729

 

La organización y representación de la información, al igual que en los materiales publicados, constituye el contenido más representado en las disciplinas bibliológico-informativas durante todo el siglo XX. Es indiscutible que los profesionales de la información han prestado especial interés al tratamiento informativo sobre la base de las materias clásicas del procesamiento: catalogación, clasificación, indización. Si bien en la primera mitad del siglo, fue casi dominante la presencia de temas referentes a esa temática, también estuvieron los dedicados al tratamiento teórico de las disciplinas, los que hablaron sobre las diferentes instituciones. En la segunda mitad del siglo, predominaron las preocupaciones por los servicios y la diversificación temática en la literatura de las disciplinas se amplió en la medida en que se consolidaron los diferentes factores que influyen directamente en los profesionales de la información del país y del mundo (figura 9).

Fig. 9. Distribución temática de los documentos no publicados por décadas.

En el caso de los materiales no publicados, se observa también el predominio de los temas relacionados con la organización y representación de la información, los estudios teóricos y las compilaciones bibliográficas, lo que caracteriza la década de 1980. A partir de los años 1990, comenzó cierto despegue de campos temáticos, que en las décadas anteriores se mantenían con baja productividad, se diversificaron y alcanzaron cierta similitud en productividad de trabajos. Aparecen trabajos dedicados a la gestión, a los productos informativos, a los sistemas y unidades de información, a la promoción de la lectura, a los servicios y las tecnologías de la información.

El hecho de que en la década de los años 1990 se desarrollen campos temáticos como el de tecnología, sistemas y el de gestión de información es perfectamente entendible. Por una parte, la especialidad estuvo fuertemente influida por el paradigma tecnológico, que despuntaba desde la segunda mitad del siglo y que tiene su máxima expresión en Cuba a partir de los años 1990, con acento en las comunicaciones y la posibilidad de acceder a la información de forma remota. La gestión responde igualmente al momento histórico en que se vive. La sociedad actual se caracteriza por el hecho de que la ciencia y la técnica proporcionan posibilidades de acción, es decir, el conocimiento ocupa cada vez más la función de los factores clásicos de la producción, lo que hace que la información se convierta en recurso y de hecho se torna completamente imprescindible gestionarla. Por otra parte, la continua búsqueda de soluciones en el campo informativo condiciona la aparición de nuevos sistemas de información.

Las compilaciones bibliográficas por medios tradicionales empiezan a decaer para dar paso a productos informativos apoyados en la automatización como las bases de datos bibliográficas y las multimedias. Si bien los estudios de usuarios y sus necesidades informativas, desarrollados en los años 1980 por Israel Núñez, Enrique González y José Luis Rojas, entre otros, alcanzan cierto auge, en los años 1990 se comienza a prestar mayor atención a diseños de nuevos servicios, apoyados en la tecnología y en la aplicación de la gestión de información, del conocimiento y del aprendizaje.

Ahora bien, ¿qué sucede con la promoción de la lectura y las unidades de información en la década de los años 90?

Según el doctor Setién, los estudios científicos sobre el trabajo con los lectores en las bibliotecas públicas se iniciaron en el 1983.4 Los antecedentes de este interés se encuentran, entre otros, en la evaluación sobre el estado de la calidad de la lectura en el país realizada por la Comisión de Cultura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y la conformación posterior del Programa Nacional de la Lectura y Fomento del Libro, programa que tiene sus precedentes en la Campaña de Lectura Popular organizada por la Biblioteca Nacional José Martí en la década de los 60. Todo esto produjo la introducción de la asignatura Teoría del trabajo con los lectores en la enseñanza bibliotecológica del nivel medio y que se incorpora casi al mismo tiempo a la enseñanza de pregrado y de posgrado en la formación del profesional bibliotecario.

En el ámbito bibliotecario, se realizaron dos actividades importantes que aportaron interesantes elementos en las investigaciones de la lectura. La primera de ellas fue el Primer Simposio sobre Promoción de la Lectura, celebrado en 1985 en la provincia Granma, y la segunda, el Primer Taller Nacional de Promoción de la Lectura en 1986, en Ciudad de La Habana. Ambas actividades arrojaron resultados novedosos e impulsaron la labor investigativa en este campo.

En el quinquenio 1986-1990, las investigaciones de las bibliotecas públicas lograron clasificar las actividades de promoción que realizaban de acuerdo con la Teoría del trabajo con los lectores, a la vez que evaluaron la incidencia de esas actividades mediante el empleo de diferentes métodos de recogida de datos y opiniones de los lectores. En años posteriores, se desarrollaron diversas investigaciones sobre los hábitos e intereses de la lectura y el uso de las bibliotecas públicas y sus fondos y estudios referentes a la dinámica de la lectura.

¿Pero de qué forma estas investigaciones se relacionan con este flujo documental enmarcado en la formación profesional?

Dos factores condicionaron el incremento de las investigaciones sobre promoción de la lectura. Primero, a partir de la segunda mitad de la década de los años 1980, los acontecimientos antes expuestos impulsaron las investigaciones sobre el tema en el sector de las bibliotecas públicas, y en segundo lugar, la Escuela Nacional de Técnicos de Biblioteca, en el curso 1992/93, modificó su sistema de evaluación para permitir escoger a cada alumno, para su ejercicios de graduación, la realización del Examen Estatal, el Informe de la práctica pre-profesional, o un Proyecto de Grado, sobre la base del índice general promedio al finalizar sus estudios. Este hecho conduce a que los alumnos opten por hacer informes de la práctica pre-profesional, y describan sus tareas productivas en los centro o bibliotecas donde se insertan, lo que aumenta la presencia de diferentes tipos de unidades de información en la muestra estudiada, en las que las actividades más numerosas eran las de promoción de la lectura. Esta modalidad produjo una gran cantidad de informes de la práctica preprofesional entre los graduados de nivel medio para marcar un aumento de la temática y condicionar además, ciertas modificaciones en las investigaciones a ese nivel.5

Los estudios de frecuencia nos posibilitaron establecer un grupo de personalidades representativas entre los tutores de proyectos de grado y diploma y los autores de ponencias, todas reconocidas figuras en la rama de las ciencias bibliológico-informativas.

En los trabajos de la formación profesional, se midieron las personas responsables de las tutorías porque los autores son únicos. En los diplomas, se estudiaron como variables los tutores y los consultantes. Los estudiantes de esta especialidad, a nivel universitario, recibieron la tutoría de 406 licenciados y la asesoría de alrededor de 128 profesionales y técnicos. Algunos de ellos, representan también el por ciento más elevado de profesionales con mayor número de diplomas tutorados, como es el caso de Marta Terry González y José Luis Rojas Benítez, quienes aparecen entre los consultantes y tutores más productivos. Otros tutores representativos son: el doctor Emilio Setién, el doctor Israel Núñez Paula, el licenciado Tomás Fernández Robaina, el doctor José Luis Rojas, etcétera.

Para el caso de diplomas, la autoridad de los tutores se relaciona con los profesores de la Universidad, aunque participa un grupo de profesionales de prestigiosas instituciones y de elevada experiencia. En la muestra de las ponencias, son más representativos autores procedentes de instituciones informativas que los profesores universitarios. En otras palabras, existe una correspondencia entre las entidades donde se producen los documentos y la composición de los núcleos de la autoridad.

Para los proyectos de grado de la Escuela de Técnicos de Biblioteca se estudiaron, como parte de la autoridad, a los tutores y oponentes de los proyectos de grado y los miembros del tribunal en el caso de los Informes de la Práctica preprofesional . El grupo representativo coincide en diferente orden, entre los cuales pueden citarse a Graciela Brito, Ana Ruiz Antolí, Roberto Martínez Cabrera, entre otros.

En cuanto a las ponencias, se listaron un total de 1 322 ponentes, todos figuras de alto prestigio profesional como el doctor Melvyn Morales Morejón, especialista en estudios métricos, la licenciada María Teresa Cabada, el licenciado Raúl Torricella, la licenciada Sarah Escobar, etc. Se valoró la colaboración entre ellos en la redacción de esos documentos para identificar tendencias de trabajo en colectivo.

Un 58 % de las ponencias fueron escritas por un autor en tanto el 42 % restante fue en cooperación de autores (tabla 2, figura 10). De acuerdo con las tendencias en otras ramas del conocimiento, esto indica que se está ante disciplinas aún jóvenes donde el trabajo en colaboración no constituye una regularidad, lo que es práctica común en disciplinas con mayor grado de madurez. El trabajo en equipo se observa, mayormente, entre los dos y tres autores. Se evidencia que a medida que aumenta el número de coautores, disminuye el de ponencias.

Tabla 2. Distribución de la cooperación entre autores en las ponencias.

Cantidad de autores

Frec.

Proporción

1

594

0.5840708

2

222

0.21828909

3

126

0.12389381

4

42

0.04129794

5

19

0.0186824

6

9

0.00884956

7

3

0.00294985

8

1

0.00098328

9

1

0.00098328

 

1017

1

Fig. 10. Distribución de la cooperación autoral. Ponencias.

Conclusiones

  1. En síntesis, en el desarrollo de la literatura bibliológico informativa cubana se enmarca en tres períodos:
  • Primera: Del XVIII hasta 1933. Período bibliográfico: caracterizado como su nombre lo indica por la producción de compilaciones bibliográficas, fundamentalmente.
  • Segunda: De 1934 hasta 1959. Período de diversificación de las publicaciones: caracterizado por la variedad de la tipología documentaria, con la aparición de revistas, libros y folletos especializados en distintas ramas del fenómeno bibliológico-informativo, aunque no dejan de desarrollarse con amplitud las compilaciones bibliográficas.
  • Tercera: De 1960 hasta el año 2000. Período de consolidación literaria: en el que se consolida la tipología documentaria anterior, para adquirir mayor diversificación con el florecimiento de la literatura gris; continúan las compilaciones bibliográficas pero se amplía el campo temático tratado en la literatura.

Esta periodización confirma la hipótesis de que existe una correspondencia aproximada entre las etapas identificadas y los períodos históricos fundamentales por los que ha atravesado el país: colonia, república neocolonial, revolución.

  1. En el desarrollo de la literatura bibliológico- informativa, según el estudio métrico del flujo informativo que se deriva de la base de datos compilada hasta el momento, se identifican claramente los tres períodos descritos anteriormente. Aunque el inicio del primero se produce, según la base, a principios del siglo XX, el análisis histórico presentado en la primera parte del estudio permite situarlo en el siglo XVIII, a partir de la consideración de que, desde entonces y hasta las primeras décadas del siglo XX, la tipología documentaria de la literatura bibliológico informativa estuvo conformada casi exclusivamente por compilaciones bibliográficas, comportamiento que marca también el inicio del segundo período. En este, se produce una diversificación tipológica que, como se señaló, incluye revistas, libros y folletos especializados, y comprenden estudios teóricos y textos destinados a la formación profesional, entre otros. Las causas del comportamiento que refleja el estudio métrico de la literatura bibliológico informativa durante el siglo XX aparecen explicadas detalladamente en la primera parte y pueden sintetizarse básicamente en:

a) Un incipiente esfuerzo de literatura profesional como parte de los contenidos de la Revista de la Biblioteca Nacional a partir de 1909.

b) La influencia de la Revolución del 33 y la conformación del movimiento bibliotecario cubano en la década de los años 1930, la celebración de los primeros cursos de formación profesional y la aparición de las primeras publicaciones totalmente especializadas del sector durante esa década.

c) Los cambios operados en el país después de 1959 en la educación, la ciencia y la cultura y su repercusión en el movimiento bibliológico - informativo, que se observa en el marcado crecimiento del número de instituciones informativas, en la consolidación y ampliación de la formación profesional desde el nivel medio hasta el otorgamiento de categorías y grados científicos, y en el desarrollo de las disciplinas que estudian todo ese quehacer. En el tercer período, se manifiestan, no obstante, los efectos del período especial atravesado por el país en los años 1990, que se evidencia por la disminución de la producción documentaria.

  1. Los estudios métricos confirman, asimismo, la hipótesis de que las disciplinas bibliológico- informativas en el país son aún disciplinas jóvenes cuyo grado de madurez está por alcanzar, madurez que habrá de manifestarse en la medida en que se incremente la multiautoría de los proyectos de investigación y de las publicaciones del sector.

Referencias bibliográficas

1. Setién Quesada E, Gorbea S. De la bibliotecología al sistema de conocimientos científicos bibliológico-informativo. Investigación Bibliotecológica 1994;(16):21-5.

2. Setién Quesada E. Teoría biblioteco-informativa en la esfera de la cultura cubana contemporánea. Ciencias de la Información 1993;(3):154-62.

3. Setién Quesada E. Fundamentos, métodos y perspectivas de la bibliotecología. En imprenta.

4. Setién Quesada E. Investigaciones sobre la lectura en Cuba. Disponible en: http://www.ifla.org/IV/ifla60/60-sete2.htm [Consultado: 12 de enero de 2007].

5. Pérez Matos NE. La formación bibliotecaria en cuba: una mirada a través de los documentos. Acimed 2005;13(3). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol13_3_05/aci09305.htm [Consultado: 12 de enero de 2007].

Recibido: 30 de enero del 2007. Aprobado: 15 de febrero del 2007.
MsC. Nuria Esther Pérez Matos. Departamento de Investigaciones Histórico-Culturales, Bibliográficas y Bibliotecológicas. Biblioteca Nacional “José Martí”. Ave. Rancho Boyeros y 20 de Mayo, Plaza de la Revolución. Correo electrónico: cesar.matos@infomed.sld.cu

1Máster en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Investigadora agregada. Profesora Asistente Adjunta de la Universidad de La Habana. Departamento de Investigaciones Histórico-Culturales, Bibliográficas y Bibliotecológicas. Biblioteca Nacional “José Martí”.

Ficha de procesamiento

Clasificación: Artículo original.

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN; INVESTIGACIÓN; PUBLICACIONES; CUBA.

INFORMATION SCIENCES; RESEARCH; PUBLICATION; CUBA.

Según DeCI2

CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN; PRODUCCIÓN CIENTÍFICA/Tendencias; BIBLIOGRAFIA RETROSPECTIVA/análisis; INVESTIGACIÓN; CUBA.

INFORMATION SCIENCES; SCIENTIFIC PRODUCTION/trends; BIBLIOGRAPHY, RETROSPECTIVE/analysis; RESEARCH; CUBA.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf