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ACIMED

versión impresa ISSN 1024-9435

ACIMED v.19 n.1 Ciudad de La Habana ene. 2009

 

PÁGINA DEL EDITOR

 

Para comprender y tratar el escaso empleo de los recursos de información disponibles vía Infomed se necesita una perspectiva multidisciplinar

 

A multidisciplinary perspective is needed to understand and manage the lack of use of Infomed information resources

 

 

Rubén Cañedo Andalia

Licenciado en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Departamento Fuentes y Servicios de Información. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas-Infomed. La Habana. Cuba.

 

 


El consumo sistemático de información confiable y apropiada es un componente esencial para el logro de altos niveles de desempeño profesional en cualquier área del conocimiento. En la esfera de la salud esta afirmación adquiere una connotación especial.

El autor

Los bibliotecarios preocupados por nuestro quehacer y comprometidos con el Sistema Nacional de Información en Salud no nos cansamos de preguntarnos y especular -algunos ya dejaron de hacerlo- sobre las causas del escaso empleo de los recursos de información disponibles vía Infomed entre la comunidad de profesionales de la salud en Cuba; así como sobre lo que se puede hacer para cambiar esta situación por demás paradójica. Las incógnitas y las respuestas empírico-preliminares son muchas; pero ellas no nos dicen con exactitud qué está ocurriendo y mucho menos cómo cambiar el "estado de cosas" existente.

No es un secreto que aun cuando se han dispuesto codiciados recursos de información en el sector de la salud vía Infomed, su consumo es muy reducido con respecto a nuestras expectativas. A inicios de la década de 1990, el brutal golpe que experimentó nuestra economía debido a la caída del campo socialista, prácticamente anuló las posibilidades de adquirir literatura científica para nuestros profesionales, pero hubo hombres heroicos, como nuestro querido amigo el doctor Raúl Riverón Corteguera (1934-2005), quien nunca se detuvo y, sobre la base de su esfuerzo personal, se mantuvo actualizado y por medio de él otros muchos, con quienes, con plétora de amor, compartió los materiales que podía obtener. El lamento diario de muchos especialistas era «no tenemos información». Pero hoy la situación es distinta. Infomed es real y no teóricamente accesible desde gran parte del país a pesar de las frecuentes carencias tecnológicas y existe una multiplicidad de recursos puestos al servicio de la totalidad del personal del sector de la salud en el país: revistas nacionales y extranjeras, poderosos sistemas de bases de datos como PubMed y Ebsco, libros de texto, obras de referencia basadas en evidencias, entre otros. Por ello, la situación antes señalada nos resulta algo contradictoria según nuestro modo de ver y en cierto sentido, hay una especie de misterio en sus causas. Pero los misterios sólo pueden develarlos las investigaciones científicas. Otro tanto sucede con las problemáticas complejas donde 2 más 2 no es igual a 4-, cuya solución depende de adecuadas intervenciones multidisciplinares con un profundo sentido ecológico.

Nos encontramos ante un problema de salud profesional -acaso alguien duda que el desuso o subsuso sistemático de los recursos de información dispuestos para el sector de la salud vía Infomed no lo sea- cuyas causas necesitan determinarse con exactitud y no por medio de la especulación con vistas a realizar intervenciones acertadas en cada una de las perspectivas que plantea el problema y cambiar una situación que, amén de sus implicaciones profesionales y sociales, nos resulta a muchos sumamente molesta. Se trata de un problema similar al de la escasez del número de publicaciones científicas realizadas por autores cubanos en el sector de la salud-, que requiere una explicación amplia, incapaz de obtenerse desde una perspectiva única; así como de un tratamiento multidisciplinar.

Y permítanme un paréntesis en mi exposición.

Hace pocos días tuve la oportunidad de presenciar un amplio debate sobre la ataxia espinocerebelosa tipo 2, una afección degenerativa del sistema neuromuscular, de gran incidencia en la provincia de Holguín, cuyas profundas implicaciones sociales y humanas requiere una visión mucho más amplia que la que con todos sus conocimientos (y que son muchos) pueden dar biólogos moleculares, genetistas y clínicos, porque sus consecuencias, como puede imaginarse en un problema de esta clase, van más allá de los límites del sector salud. Las perspectivas añadidas a las antes mencionadas: medioambiental, social, cultural, promocional, educativa, legal, entre otras, produjeron el magnífico efecto de crear, diversificar y enriquecer los puntos de vista de cada uno de los especialistas y en cada una de las profesiones y dedicaciones participantes.

Por la noche, ese mismo día, pensaba en la dicha que había tenido de participar en una reunión como aquella y cómo extrapolar esta experiencia a nuestro campo. En el quehacer actual de Infomed, se destacan dos componentes fundamentales, materializados por medio de sendos programas dirigidos: uno, hacia la alfabetización en información de los profesionales de la salud y dos, hacia el fomento de la publicación médica cubana. Me decidí por el primero. ¿Por qué? Porque, desde hace algún tiempo, estoy convencido de que una intervención de tipo educativo por sí sola no llevará al éxito total del programa y porque, en este caso, «hay mucho más en juego» si no logramos cumplir nuestros objetivos.

Obligatoriamente, la comprensión y el tratamiento del escaso empleo de los recursos de información dispuestos a la comunidad de especialistas del SNIS vía Infomed (nuestro problema de salud en este caso), requieren perspectivas de investigación e intervención multidisciplinar. ¿Y esto que quiere decir? Entre otros aspectos, que no basta con lo que podemos aportar bibliotecarios y especialistas de la salud y tampoco, con investigaciones e intervenciones del tipo educativo solamente, porque muchas de las respuestas a esta interrogante y de las intervenciones necesarias están mucho más allá, en los campos del medioambiente, la psicología, la sociedad, la cultura, la ética, la legalidad, etcétera.

Se necesitan, tal vez entre otras investigaciones:

Teóricas: para comprender y revelar las regularidades del consumo de la información según segmentos profesionales, disciplinas, actividades, etcétera.

• Metodológicas: para desarrollar las dimensiones, variables e indicadores apropiados para medir el consumo de la información.

• Aplicadas: para caracterizar el contexto nacional y los escenarios particulares más frecuentes según disciplinas y actividades; así como para determinar los factores influyentes y las mejores formas de medir y estimular el consumo real de información.

• Psicológicas (motivacionales): para establecer la existencia (ausencia), extensión e intensidad de la motivación subyacente en los niveles de consumo de la información hallados; así como para encontrar los mecanismos más apropiados para su desarrollo.

• Profesionales-académicas: para conocer el medio profesional-académico y su influencia sobre los individuos, grupos y organizaciones con respecto al uso de la información para el ejercicio de sus actividades.

• Legales: para determinar la existencia (ausencia) de regulaciones para medir y sancionar el desuso de información o la actuación profesional incompetente de los profesionales; así como para crear los mecanismos legales oportunos para coaccionar a los individuos hacia el uso apropiado de la información disponible.

• Sociales: para determinar el valor de la información dominada en la obtención de ciertos estatus sociales por parte de los individuos y hallar las formas de socialización de la información más frecuentes y efectivas.

• Medioambientales: para establecer la influencia del micro, meso y macroentorno en el uso de la información en la comunidad de la salud; los entornos más estimulantes y el peso de los factores negativos que inciden sobre el consumo de la información: tecnológicos, gerenciales, etcétera.

• Éticas: para revelar prácticas profesionales y con respecto al uso de la información que se pueden considerar inadecuadas.

• Culturales: para determinar el valor de la información entre quienes deben recibir los servicios y utilizar los recursos; para asociar los niveles culturales con los hábitos de consumo de información de los individuos.

• Históricas: para conocer nuestra rica historia en salud y determinar las variaciones en los modelos de aprehensión del conocimiento de nuestros profesionales según épocas y las necesidades actuales; así como para describir la evolución histórica de esta problemática.

• Prospectivas: para pronosticar escenarios futuros a partir de la situación actual y los programas de desarrollo previstos.

Y de intervenciones:

• Educativas: para comunicar los conocimientos, crear las habilidades y desarrollar las actitudes positivas necesarias hacia el empleo de la información como parte consustancial del ejercicio de cualquier actividad profesional.

• Psicológicas (motivacionales): para crear o intensificar el nivel de motivación de los individuos, grupos y organizaciones por el uso de la información.

• Promocionales: para dar a conocer los recursos disponibles y las utilidades que prestan a los diferentes segmentos profesionales identificados.

• Tecnológicas: para mejorar las capacidades tecnológicas y de acceso a la información.

• Legales: para crear mecanismos legales que estimulen a los individuos hacia el consumo de información profesional actualizada y sólida en el campo de la salud; compulsen la actuación profesional competente y el desarrollo profesional y que sancionen la incompetencia de los especialistas en sus respectivas áreas de desempeño.

• Profesionales-académicas: para concienciar a los individuos, grupos y organizaciones sobre el valor de la información, su inseparabilidad de la vida profesional y estimular el acercamiento a los recursos de información disponibles,

• Sociales: para estimular el empleo y la socialización de la información; así como las formas colectivas de actuación, según las demandas actuales de nuestro nivel de desarrollo y las prácticas internacionales.

• Medioambientales: para modificar el medio y reducir los efectos de factores negativos que influyen sobre el uso de la información. A partir de una clasificación adecuada de los factores negativos que influyen sobre el empleo de la información, se deben realizar intervenciones particulares dirigidas, según su peso como causa del fenómeno descrito y los recursos materiales y humanos disponibles. El desarrollo de intervenciones dirigidas a promover un mejoramiento (tecnológico, organizativo,…) del acceso a los recursos de información es esencial en el momento actual.

• Éticas: para desarrollar una ética revolucionaria y actual en el uso de la información.

• Culturales: para mostrar a profesionales y especialistas, el valor y los beneficios de la información en la nueva sociedad.

• Históricas: para enseñar el ejemplo de la vida y obra de nuestros sabios y de otras muchísimas personalidades de la salud en Cuba y convencer a todos sobre la necesidad actual de una educación para aprender a aprender a lo largo de la vida en forma independiente.

• Informativas: para alertar a los especialistas sobre la aparición de nuevas fuentes de información u oportunidades de acceso.

• Prospectivas: para, a partir del pronóstico de la evolución y escenarios futuros concebidos, redirigir las líneas de acción principales.

Tal vez las denominaciones utilizadas o la clasificación de las intervenciones no sea la más adecuada y muchos especialistas pudieran criticarla. Sin embargo, la idea no es dejar algo establecido, sino impulsar una toma de conciencia y una ampliación de los horizontes de estudio y tratamiento para este problema de salud profesional, expresión posiblemente de ciertos desequilibrios en el quehacer conjunto de toda la sociedad hacia el logro de nuestros objetivos y metas en esta materia.

La sociedad de la información no puede construirse esencialmente con formación posgraduada e intervenciones del tipo educativo, aun cuando su importancia es trascendental. Esta se ha de comenzar a construir desde la niñez y en múltiples espacios. Si bien en eso hemos avanzado, no es menos cierto que no ha sucedido así con la formación temprana de los alumnos de pregrado en materia de información en las carreras de la salud, donde aún carecemos de un programa de alfabetización amplio, profundo, permanente, sostenible y articulado con el currículo general, capaz de soportar un verdadero aprendizaje para toda la vida. Hemos de crear un entorno propicio y, en ese sentido, los factores son muchos: tecnológicos, gerenciales, profesionales, medioambientales, tantos que no es posible identificarlos con facilidad; pero es esencial hallar los que inciden con mayor fuerza en el antes referido desuso o subuso de los recursos de información disponibles por medio de Infomed, porque es fundamental enfrentarlos y revertir o reducir su acción y efectos, si deseamos cumplir con nuestros objetivos en materia de alfabetización en información en el país y con nuestro objeto social como SNIS.

 

Recibido: 2 de diciembre de 2008.
Aprobado: 9 de diciembre de 2008.

 

Lic. Rubén Cañedo Andalia. Departamento Fuentes y Servicios de Información. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas-Infomed. Calle 27 No. 110 e/ N y M, El Vedado. Plaza de la Revolución. Ciudad de La Habana. Cuba. Correo electrónico: ruben@infomed.sld.cu

 

Ficha de procesamiento

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

ACCESO A LA INFORMACIÓN, PRODUCTOS Y SERVICIOS DE INFORMACIÓN; SISTEMAS DE INFORMACIÓN/utilización.

ACCESS TO INFORMATION; INFORMATION PRODUCTS AND SERVICES; INFORMATION SYSTEMS/utilization.

Según DeCI2

ACCESO A LA INFORMACIÓN; PRODUCTOS INFORMATIVOS; SERVICIOS DE INFORMACIÓN; SISTEMAS DE INFORMACIÓN/utilización.

ACCESS TO INFORMATION; INFORMATION COMMODITIES; INFORMATION SERVICES; INFORMATION SYSTEMS/utilization.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.

Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf

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Cita (Vancouver): Cañedo Andalia R. Para comprender y tratar el escaso empleo de los recursos de información disponibles vía Infomed se necesita una perspectiva multidisciplinar. Acimed 2009;19(1). Disponible en: Dirección electrónica de la contribución. [Consultado: día/mes/año].