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ACIMED

Print version ISSN 1024-9435

ACIMED vol.20 no.1 Ciudad de La Habana July 2009

 

OPINIONES

 

Normalización terminológica en el ámbito editorial

Terminological normalization in editorial environment

Lucitere Rodríguez González

Máster en Estudios Lingüísticos Editoriales Hispánicos. Departamento Editorial. Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. Facultad de Ciencias Médicas "Dr. Raúl Dorticós Torrado". Cienfuegos, Cuba.


En la documentación técnica, en el intercambio de información, en la traducción automática y en la investigación, el uso de un léxico normalizado es actualmente una necesidad y lo continuará siendo en el futuro.1 Transcurridas casi dos décadas de esta afirmación, realizada por Rodolfo Alpízar, un eminente especialista cubano en el tema de la traducción y la interpretación científica, podemos sentirnos parte de ese futuro y valorar si este aspecto recibe la atención que merece.

La importancia de la normalización terminológica para el trabajo editorial es un aspecto poco estudiado. La construcción de terminologías de una manera armónica y unificada, es algo que se sitúa generalmente en el ámbito de la ciencia y la técnica en general. No obstante, al menos las editoriales científicas, al formar parte de esa área, deben participar de los beneficios y requerimientos de los sistemas que propician la normalización, si bien en la práctica esto no funciona así. Frente a su gran importancia para las actividades de traducción y documentación, cabría cuestionarse si realmente es determinante la normalización terminológica en la actividad editorial.

La producción de textos científicos escritos propicia un tipo de situación comunicativa. Por ello, la selección y uso de unas u otras unidades terminológicas influirá en la efectividad del proceso comunicativo. Al igual que en otras áreas académicas, en la práctica editorial, entendida como el conjunto de acciones relacionadas con la composición del texto -cuestiones formales, estilísticas, lingüísticas, normativas y de contenido, entre otras-, el hecho de que los especialistas imbricados en el acto comunicativo, esto es, el texto científico, compartan registros lo más homogéneos posibles, será fundamental para lograr que el conocimiento científico pueda transmitirse, y ser fuente de intercambio y de mutuo aprendizaje.

Algunos plantean que la selección de un lenguaje más o menos especializado depende del carácter de las publicaciones.
Si estas van dirigidas a un público heterogéneo, el grado de especialización del lenguaje será menor, y si, por el contrario, el contenido queda al nivel de los especialistas, por ser estos quienes conforman emisor y destinatario, entonces deberá o podrá ser mayor el nivel de especialización de la terminología.2 En virtud de lo anterior se han elaborado, incluso, clasificaciones que encuadran el uso de términos más o menos especializados en unas situaciones comunicativas cuyo grado de especialización también varía. Sin embargo, esto resulta muy esquemático y poco práctico, si se considera que es imposible preconcebir quiénes serán los destinatarios de un texto científico. Tal vez en una comunicación oral, esto sea posible, pero en el caso de los textos escritos, nunca llegaremos a saber su alcance real en términos de destinatarios.

Pongamos por caso el artículo científico en formato electrónico, accesible por medio de Internet ¿Cómo saber si el artículo escrito fue leído por un alumno, por un interno, por un residente, o por un médico de experiencia? Esto sin hablar de las especificidades que implican los sublenguajes de especialidad -terminología particular de una especialidad médica con independencia de otras. Recordemos que el texto científico de las publicaciones seriadas es un componente importante de la docencia médica, por la actualización que lo caracteriza frente al libro de texto, muy completo, pero generalmente desfasado cuando pasan unos pocos años de su edición.

Por otra parte, como es lógico, el autor siempre se situará, de manera consciente o no, en relación con el destinatario de la información que elabora. Ello podría condicionar el grado de especialización del texto. Pero no siempre se cumple esa expectativa, y el artículo sobre una intervención quirúrgica puede interesar a un dermatólogo, o a un epidemiólogo por disímiles motivos profesionales.

En lo anterior radica la necesidad de lograr un lenguaje especializado lo más uniforme posible en los textos escritos. Estos no tienen que ser forzosamente explicativos, basta con que el significado de los términos empleados provenga de alguna fuente, u obedezca a alguna formación o derivación lógicas. Esto, que no es más que el cuidado del lenguaje, especializado en este caso, compete más al editor que al autor de los textos. Si se mira, el editor es el puente entre el autor y el público lector; por tanto, del editor es la responsabilidad de eliminar las barreras lingüísticas, que pueden resultar del uso descuidado de la terminología.

El trabajo editorial debe contar entre sus premisas con la adopción y seguimiento de proyectos que busquen la normalización, y lo que es más importante, puede contribuir de forma sistemática, como otras áreas de las ciencias de la información, al mantenimiento de dichos proyectos. Sirvan estos párrafos para estimular intereses y preocupaciones de forma particular, así como para sondear y explorar de manera general lo que concretamente ocurre en este sentido por parte de órganos e instituciones probablemente implicados.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Alpízar Castillo R. Traducción y terminología científica en Cuba. La Habana: Editorial Científico-Técnica; 1990.

2. Pérez Gómez MA (1997). Papel del editor y de los comités editoriales como guardianes de la calidad de las revistas Disponible en: http://www.congreso-info.cu/Userfiles/File /Info/Info97/Ponencias/197.pdf Consultado: 16 de enero de 2009].

Recibido: 6 de julio de 2009.
Aprobado: 10 de julio de 2009.

MsC. Lucitere Rodríguez González. Departamento Editorial. Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. Facultad de Ciencias Médicas "Dr. Raúl Dorticós Torrado". Avenida 5 de septiembre y calle 51-A, Cienfuegos. CP: 55 100. Correo electrónico: editor1@spicm.cfg.sld.cu

Ficha de procesamiento

Términos sugeridos para la indización

Según DeCS1

EDICIÓN; TERMINOLOGÍA.

PUBLISHING; TERMINOLOGY.

Según DeCI2

REDACTORES; EDITORES; REDACCIÓN; COMUNICACIÓN CIENTÍFICA; TERMINOLOGÍA.

REDACTORS; PUBLISHERS; WORDING; SCIENTIFIC COMMUNICATION; TERMINOLOGY.

1BIREME. Descriptores en Ciencias de la Salud (DeCS). Sao Paulo: BIREME, 2004.
Disponible en: http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm
2Díaz del Campo S. Propuesta de términos para la indización en Ciencias de la Información. Descriptores en Ciencias de la Información (DeCI). Disponible en: http://cis.sld.cu/E/tesauro.pdf

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Cita (Vancouver): Rodríguez González L. La normalización terminológica en el ámbito editorial. Acimed 2009;20(1). Disponible en: Dirección electrónica de la contribución. [Consultado: día/mes/año].