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ACIMED

Print version ISSN 1024-9435

ACIMED vol.22 no.3 Ciudad de La Habana July-Sept. 2011

 

ARTÍCULOS



El modelo FRBR en el servicio de referencia y su implementación en los catálogos automatizados



The model FRBR in the reference service and its implementation in automated catalogs






Sonia Santana Arroyo

Licenciada en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Biblioteca Médica Nacional. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas-Infomed. La Habana, Cuba.

 


RESUMEN

Los catálogos en linea u OPACs (Online public access catalog) que paulatinamente se están implementando en las organizaciones de información, son utilizados tanto por referencistas como por usuarios finales, quienes necesitan que la visualización de los registros bibliográficos permita una comprensión clara, definida y con precisión de la información recuperada. En el presente trabajo se exponen las potencialidades para una mejor visualización de los registros bibliográficos que ofrece, fundamentalmente para el servicio de referencia, la implementación del modelo de requisitos funcionales para registros bibliográficos (FRBR) en los catálogos en línea de las organizaciones de información. Tales beneficios se manifiestan en la descripción bibliográfica, el almacenamiento de datos, la formulación de búsquedas bibliográficas y la recuperación de información. Se toma el catálogo mundial WorldCat como ejemplo de aplicación del modelo FRBR. Se recomienda valorar el trabajo manual y capacitación del personal bibliotecario requerido para implementar este modelo conceptual, así como tener en cuenta el costo de inversión de su generalización en los catálogos de las bibliotecas.

Palabras clave: Servicio de referencia, catálogos en línea, requerimientos funcionales de registros bibliográficos, organizaciones de información.


ABSTRACT

Online catalogs or OPAC (Online Public Access Catalog) which are gradually being implemented in organizations of information are used by both end users and reference librarians, who require the display of bibliographic records allow a clear, defined and accuracy of the information retrieved. The present study discusses the potential for better visualization of bibliographic records offered, primarily for reference services, by the implementation of the model of functional requirements for bibliographic records (FRBR) in online catalogs of information organizations; these benefits are manifested in the bibliographic description, data storage, in developing a literature search and information retrieval. The WorldCat global catalog is taken as an example of implementing the FRBR model. It is also recommended to assess how much manual work and training of library staff is needed to implement this conceptual model and take into account the capital cost of its general implementation in the libraries catalogs.

Key words: Reference services, online catalogs, functional requirements for bibliographic records, information organizations.






INTRODUCCIÓN

Desde su aparición, el catálogo ha evolucionado tanto en forma como en sus funciones, y ha dejado atrás el primitivo rol de listado patrimonial para convertirse en una herramienta fundamental que permite el acceso a los recursos bibliográficos. La determinación de cuáles deben ser sus funciones también ha ido cambiando desde que los objetivos del catálogo fueran enunciados en el siglo XIX. Por otra parte, algunos presupuestos básicos, como la distinción entre el objeto físico y la entidad intelectual, han requerido un largo proceso para ser comprendidas e incorporadas de manera clara en los objetivos del catálogo.1

Actualmente los procesos de automatización se han extendido ampliamente en las instituciones de información como requisito indispensable que les permite participar activamente en la construcción de la sociedad de la información y el conocimiento. En este escenario, aunque es indiscutible la utilidad del catálogo automatizado como herramienta de enorme trascendencia para recuperación de información, igualmente deben tomarse en cuenta importantes desaciertos de los catálogos como instrumentos de búsqueda de información, como por ejemplo: no permiten buscar en el universo completo de la información; los catálogos locales carecen, a menudo, de información sobre libros que pueden solicitarse a otras instituciones; ofrecen demasiada información sobre los ítems; la mayoría no aceptan formatos con metadatos múltiples; muchos presentan interfaces de usuarios "poco amigables"; los catálogos colectivos ofrecen frecuentemente varios registros para un mismo recurso; y a pesar de que ofrecen múltiples puntos por los que realizar la consulta, el usuario de todos modos debe ingeniárselas para encontrar lo que busca.2 Igualmente es un hecho que la mayoría de los usuarios conocen y utilizan habitualmente los buscadores de la Web por la gran simplicidad de su manejo en contraste con la poca o no extendida utilización de las bases de datos bibliográficas porque, entre otras razones, existe el rechazo de los usuarios a los formularios complejos con muchas opciones para seleccionar y por la no comprensión de la normalización bibliotecaria que establece la búsqueda por materias, el empleo de descriptores y operadores booleanos, entre otros, lo que conlleva estrategias pobres, incompletas e imprecisas.

A partir de la aplicación del modelo Requerimientos funcionales para registros bibliográficos (FRBR), se abandona el enfoque tradicional de catalogar documentos o ítems y se pasa a tener un espectro más amplio, conformado por cuatro entidades, las que están interrelacionadas; por lo tanto, es necesario poder identificar en el recurso a cada una de ellas para lograr la correcta catalogación. En este contexto se sostiene que la catalogación es el proceso de descripción de las entidades que conforman el recurso bibliográfico y la asignación de los puntos de acceso correspondientes para su posterior recuperación.3 Este modelo, entre otros beneficios, posibilita al usuario una visualización «más simplificada» del catálogo a través de la ocultación de información, es decir, a través del uso de los niveles de abstracción para mostrar al usuario (según su voluntad) solo las obras o expresiones en lugar de una multitud de manifestaciones en el proceso de ojear el catálogo.4

Para el profesional referencista, como experto que orienta al usuario en el manejo de las fuentes documentales, así como en la búsqueda y recuperación de información, es de vital importancia el conocimiento y la comprensión del modelo FRBR como elemento que permita al usuario un mejor acceso, percepción y entendimiento de la información que ofrecen los registros bibliográficos y que haga de la información un recurso fácilmente asequible.

Este trabajo muestra brevemente los beneficios que aporta al servicio de referencia la aplicación del modelo FRBR a los catálogos automatizados, tanto para la descripción bibliográfica como para la formulación de búsquedas bibliográficas y recuperación de información por parte de los usuarios finales y del propio profesional referencista.


LOS CATÁLOGOS COMO FUENTES Y HERRAMIENTAS PARA EL SERVICIO DE REFERENCIA

La definición, misión y funciones del servicio de referencia y del profesional referencista no ha variado en esencia, sino que ha evolucionado. Como se conoce, el servicio de consulta o referencia es el encargado de atender las solicitudes de los usuarios y posibilitarles el acceso a la información en el momento y en la forma precisa, a partir no solo de los documentos que posee la biblioteca, sino también de todos los recursos disponibles, ya sea en forma electrónica y/o digital. Es aquí donde, a través de la entrevista de referencia (presencial o digital), el bibliotecario referencista define con precisión la necesidad de información del usuario con quien logra alcanzar un nivel de empatía que le permita, posteriormente, encontrar la fuente de consulta que responda a la pregunta efectuada. En muchas ocasiones será preciso desarrollar sistemas de acceso al documento cuando la información requerida no se encuentre en la colección propia.

De igual modo es conocido que los catálogos constituyen el principal sistema de recuperación de información y la herramienta esencial para conocer y acceder a la descripción bibliográfica de los documentos y recursos bibliográficos en las instituciones de información, por lo que poseen importancia vital para que un servicio de referencia (presencial o digital) funcione con calidad y eficiencia.

Los catálogos también constituyen obras de referencia de "información indirecta o diferida", ya que no proporcionan directamente la información, sino la descripción de los documentos susceptibles de contenerla; pertenecen igualmente a esta categoría los repertorios bibliográficos, boletines de sumarios e índices.5

El desarrollo y avance indetenible de las denominadas tecnologías de la información y la comunicación (TICs), así como de la Web 2.0, continúan siendo claves para la gestación y progreso de nuevos servicios bibliotecarios. El servicio de referencia y los catálogos no son la excepción, pues el impacto de las TICs propició el surgimiento de nuevos formatos digitales para el soporte de documentos, posibilitó el perfeccionamiento de la automatización de las bibliotecas y el surgimiento de una nueva generación de usuarios con necesidades e intereses más avanzados, lo que se manifiesta en un mayor nivel de alfabetización tecnológica y en la demanda de contacto directo en línea con las fuentes de información y con otros usuarios. En este contexto se precisa entonces de un cambio en el modo en que el usuario obtiene los documentos y servicios, sin que estos estén sujetos a restricciones relativas a espacio geográfico, de tiempo, tamaño y extensión inherentes a los espacios físicos tradicionales de las instituciones de información, lo que establece las bases para la implementación y auge del servicio de referencia digital.

El perfeccionamiento de las TICs también trajo consigo la implementación de catálogos automatizados de acceso público (OPACs), como recursos de información. Estos catálogos se han desarrollado paulatinamente pasando por una primera generación, que se caracterizó por ser una versión automatizada del catálogo manual, el cual no se logró optimizar. En la segunda generación se incorporan sistemas de recuperación de información similares a los implementados por las bases de datos comerciales, y posteriormente surge una tercera generación de OPACs6 diseñados para el entorno Web (WebOpac) que, basado en la estructura de Internet, adquiere un concepto de universalidad y se extiende más allá de los límites físicos de las bibliotecas. Algunos autores, como Jativa Millares7 hablan del OPAC-Portal u OPAC extendido, al que define como "un punto de entrada o acceso común a diversos recursos e informaciones que ofrece la Red". En este tipo de catálogo los contenidos temáticos, servicios y productos se agrupan y organizan de tal forma que el usuario pueda localizar todo cuanto necesita sin necesidad de salir del sitio Web. Actualmente se habla del OPAC 2.0 u OPAC Social8,9 como consecuencia del auge, en los últimos años, de las tecnologías participativas que son herramientas surgidas por el uso de la Web social. En este escenario el usuario es un agente activo que aporta contenidos al catálogo, contribuye a su perfeccionamiento y aumenta su valor.

Puede decirse en sentido general que las funciones esenciales de un catálogo son: describir, identificar y localizar cada uno de los documentos de una biblioteca; informar del estado de los ejemplares, ya sea que estén prestados o reservados; reunir y presentar al usuario las manifestaciones específicas, como pueden ser versiones, traducciones, ediciones, y formatos de una obra concreta; posibilitar, desde los últimos años, el acceso a una amplia gama de fuentes referenciales, a texto completo o en formato digital, tanto externos como de carácter local, como es el caso de bases de datos, revistas electrónicas, libros (textos) digitalizados o electrónicos, páginas Web, reproducciones digitales, entre otros, así como ofrecer información no estrictamente bibliográfica, que otorga valor añadido a los servicios ofrecidos al usuario por la biblioteca.10

Igualmente debe mencionarse que en el caso de los servicios en línea que ofrece una institución de información, el catálogo es el que genera la mayor parte de las visitas al sitio Web y probablemente el que conlleve mayor costo e inversión de tiempo. Entre las funcionalidades del catálogo 2.0 puede mencionarse: la posibilidad de incluir información adicional a la que tradicionalmente incluyen los catálogos, así como facilitar la organización de la información por facetas y por agrupamientos; la oportunidad de que cada usuario pueda personalizar su forma de ver el OPAC, de organizar además sus registros en carpetas, configurar las búsquedas que le interesa realizar periódicamente y subscribirse por RSS para conocer novedades temáticas; la interacción entre usuarios, que propicia la creación de grupos de usuarios con intereses afines y de diferentes grados de relación entre ellos al existir la posibilidad de establecer distintos niveles de privacidad; la interoperabilidad y sindicación de contenidos, es decir, que posibilita el enlace con servicios externos, como por ejemplo gestores de referencias bibliográficas, así como también la opción de predefinir canales RSS para la difusión de sus contenidos; el análisis del uso de la información, con lo que el sistema puede recomendar a un usuario otras obras que podrían ser de su interés a partir de la información de consulta y préstamo de otros usuarios que han mostrado interés por las mismas obras. También permite destacar registros en función de su popularidad al poder saber si han sido marcados como favoritos, o si han sido prestados más veces o descargados por otros usuarios.11

De lo anteriormente expuesto resulta indiscutible el valor que como herramientas que poseen los catálogos en línea u OPACs para el servicio de referencia. Sin embargo, es también una realidad que dichos catálogos no son diseñados o pensados plenamente para el usuario final,10 sino que lamentablemente en la mayoría de los casos se trata de una caja de búsqueda con algunas posibilidades hipertextuales cuya filosofía está basada en una tradición bibliotecaria básicamente conservadora.9

Sobre este tema, el profesor José A. Senso, de la Universidad de Granada, cuestionaba en el 2006: "(...) ¿alguien se ha preguntado alguna vez por qué las interfaces de los Opacs son cada vez más lineales y las de los servicios de búsqueda en internet tienen mayor contenido gráfico?, ¿nos estamos quedando estancados? (...)".12

De forma similar, la especialista Christine Borgman retomó un mismo argumento en dos publicaciones diferentes con diez años de diferencia: Why are Online Catalogs Hard to Use? Lessons Learned from Information-Retrieval Studies (1986)13 y Why Are Online Catalogs Still Hard to Use? (1996)14, y se refiere al hecho de que los catálogos en línea continúan siendo difíciles de utilizar debido a que su diseño no incorpora una comprensión suficiente del comportamiento de búsqueda. La autora puntualiza que la mayoría de los catálogos en línea están basados en modelos de diseño de consulta que permiten algún grado de modificación de búsqueda, pero que aún están lejos de ser sistemas de exploración.

Una idea análoga expresa Miao Jin,15 quien afirma que la mayoría de los catálogos en línea muestran los resultados de búsqueda de una consulta en una lista no organizada de registros bibliográficos. Si bien esto no resulta un problema para búsquedas de pocos resultados, cuando se trata depara aquellas consultas que generan cientos de resultados muchos usuarios no mirarán más allá de las primeras pocas pantallas de resultados que se presenta ante ellos. Afirma, además, que los usuarios pueden ser capaces de manejar la presentación de un gran número de resultados con solo ordenarlos por fecha de publicación; pero no muchas otras opciones están disponibles para ayudar a los usuarios organizar los resultados de su búsqueda para facilitar la navegación.

A lo anteriormente expresado se suma el hecho de que los actuales usuarios de la información, acostumbrados al fácil uso de los motores de búsqueda Web, esperan una satisfacción inmediata de sus necesidades informativas por medio del acceso simple y rápido a la información en la Web, en contraste con el hecho, cada vez es más evidente, de que los OPACs de la biblioteca tradicional no ofrecen la misma facilidad de uso o acceso a la información.16 En este sentido otros autores, como Merèun y Žumer17 alegan que las nuevas generaciones, especialmente los nacidos entre 1980 y 2000, descritos como "nativos digitales", y quienes han crecido entre computadoras, videojuegos, la Web y otras tecnologías, son considerados como "habladores nativos del lenguaje digital". Como resultado estas generaciones piensan, procesan y manejan información de modo diferente a sus predecesores, todo lo cual resulta en nuevas (y mayores) necesidades y expectativas, por lo que como usuarios se caracterizan por esperar y desear más personalización y gratificación instantánea, así como por responder mejor al gráfico que al texto, entre otros.

Rodríguez Yunta y Giménez Toledo,18 por su parte, comentan que si bien una simplicidad excesiva no permite al usuario avanzado realizar complejas estrategias de búsqueda para obtener sus resultados de forma rápida y precisa, igualmente una interfaz cargada de opciones de búsqueda y de terminología específica ahuyenta al usuario inexperto; por tanto, los creadores de bases de datos deben conseguir que cualquier usuario se encuentre cómodo en ese lugar etéreo llamado "interfaz"; de ahí la necesidad de ofrecer diversidad de opciones para la diversidad de usuarios que consultan las bases de datos bibliográficas o catálogos en línea.

En dicho escenario resulta complejo para el profesional referencista facilitar ayuda al usuario para que tenga éxito en la búsqueda y utilización de información en un entorno electrónico, especialmente cuando se trata de usuarios de bibliotecas públicas y académicas que desean adquirir todo lo necesario en un solo sitio de manera eficaz y efectiva, en un entorno sin límites de acceso.

Se añade, además, la tendencia general de que los usuarios no desean leer manuales complicados, ni estudiar las complejidades de las bases de datos, o conocer complejos mecanismos de búsqueda.19 Al mismo tiempo, el referencista debe, a través de los catálogos, mantenerse al tanto de los últimos documentos que ingresan en la institución, pues solo de este modo podrá conocer a fondo su propia colección y, al mismo tiempo, orientar la adquisición de lo que él conoce carece su fondo. El profesional referencista es también un avizor y observador incansable de la calidad de los procesos de catalogación, clasificación e indización, pues el uso constante de los catálogos le permite señalar errores o falta de uniformidad cometidos durante el procesamiento de los documentos.

A mediados de la década de los '90 del pasado siglo, por iniciativa de The International Federation of Library Associations (IFLA) se introdujo el modelo conceptual Requerimientos Bibliográficos de Registros Bibliográficos (FRBR), como una alternativa para la simplificación de los elementos a incluir en los registros bibliográficos, el cual se define como un modelo de representación del universo bibliográfico, pensado a partir de las necesidades del usuario en relación con la utilización del catálogo.



REQUERIMIENTOS FUNCIONALES PARA REGISTROS BIBLIOGRÁFICOS (FRBR)

Los Requisitos Funcionales de los Registros Bibliográficos, conocidos por su sigla en inglés, FRBR, son un modelo desarrollado por The International Federation of Library Associations (IFLA) como resultado del estudio sobre los requisitos funcionales para los registros bibliográficos llevado a cabo por un grupo de expertos y consultores entre 1992 y 1997, atendiendo una de las resoluciones adoptadas en el Seminario sobre Registros Bibliográficos de 1990 en Estocolmo; posteriormente fue aprobado por el Comité Permanente de la Sección sobre Catalogación de la IFLA el 5 de septiembre de 1997.20 Desde su creación, la misión del Grupo de Estudio sobre los Requisitos Funcionales fue "establecer un marco que proporcionara una comprensión clara, definida con precisión y compartida por todos sobre la información que un registro bibliográfico debe proporcionar y sobre lo que se espera que se logre de un registro como respuesta a las necesidades de los usuarios".21



EL MODELO FRBR Y LOS BENEFICIOS DE SU APLICACIÓN EN LOS CATÁLOGOS AUTOMATIZADOS PARA EL SERVICIO DE REFERENCIA

Como se conoce, el servicio de referencia es la asesoría profesional al usuario para el óptimo uso de los servicios y recursos informativos (digitales o impresos) de la biblioteca en general. Su objetivo fundamental es garantizar que el usuario acceda a la información que precise, ya sea proporcionándole los documentos o datos adecuados, al mismo tiempo que se le instruye en manejar los recursos de información.

En este proceso los catálogos constituyen el principal sistema de recuperación de información que permite acceder a la descripción bibliográfica de los documentos y recursos bibliográficos en las instituciones de información, por lo que constituyen fuentes y herramientas de gran valor para el desempeño eficaz del servicio de referencia. Por tanto, es importante que el profesional de este servicio conozca los FRBR, como nuevo modelo conceptual que marca un hito en las actuales políticas, estándares y prácticas de catalogación, ya que está destinado a transformar la recuperación y visualización de la información bibliográfica.

Para una mejor percepción de la relación entre el servicio de referencia y los FRBR, debe comprenderse primero los cambios que para los catálogos significa la implementación de dicho modelo; tales aportaciones inciden de una u otra forma en el servicio de referencia (presencial o digital) si se parte del hecho de que la búsqueda y recuperación de información en los catálogos es uno de los pilares que sustenta dicho servicio.

Es preciso señalar que este modelo se diseñó para solucionar los problemas que confrontan las prácticas de catalogación vigentes, como el hecho de que no soportan "registros de metadatos enlazados jerárquicamente", lo que dificulta catalogar ciertos tipos de materiales. A partir del uso de los FRBR, los bibliotecarios no requieren recatalogar una obra nueva en forma completa para las diferentes interpretaciones o manifestaciones de una misma interpretación. Tales requerimientos permiten que la nueva interpretación se catalogue de modo separado y se enlace a la obra catalogada previamente. Esta relación jerárquica padre-hijo es una de las características de los metadatos. Por otra parte este modelo ofrece un modo más intuitivo de organizar y recuperar la información, así como brinda la posibilidad de realizar una única búsqueda para encontrar todos los materiales relacionados, incluso si estos materiales se catalogan en diferentes lenguas o ediciones, o con diferentes encabezamientos de materia.2 Esto último simplifica notablemente el proceso de búsqueda para el referencista ya que a partir de una sola búsqueda le es posible recuperar todas las versiones de un título; es decir, que puede consultar al mismo tiempo las múltiples adaptaciones e interpretaciones de una misma obra, con lo que además obtiene una visión general de la estructura y el contenido de la colección.

El modelo posibilita además que la información se sitúe en el nivel correcto de abstracción, de manera que sea compartida por los objetos de los sucesivos niveles. Así, por ejemplo, un título uniforme se aplica a todas las variantes de la obra (expresión, manifestación y ejemplar), mientras que un código de barras solo interesa en el nivel de ejemplar; de esta manera es posible la colocación de los datos (por ejemplo, un título uniforme) en un solo lugar (la obra). Una mayor abstracción conlleva más estandarización y más control de los distintos índices del catálogo de la biblioteca; también se mejora el proceso de búsqueda, porque los índices son más reducidos y más específicos. Los FRBR permiten también una integración natural de los distintos medios, es decir, la fusión del catálogo de biblioteca con catálogos de museos y archivos, con lo que se ofrecen, tanto al usuario como al profesional bibliotecario, más capacidades de información y más oportunidades para un enfoque unificado. Otro elemento esencial es que con este modelo también es posible una visualización "más simplificada" del catálogo a través de la ocultación de información, es decir, a través del uso de los niveles de abstracción para mostrar al referencista y al usuario (según su voluntad) solo las obras o expresiones en lugar de una multitud de manifestaciones en el proceso de ojear el catálogo. Así se proporciona un camino rápido desde el principio de la búsqueda hasta el objeto deseado final,4 por lo que la visualización de la información en el catálogo debe ofrecer medios claros que faciliten el movimiento, tanto del referencista como del usuario, entre los registros.

Al respecto la licenciada Velázquez20 alega que los FRBR influyen directamente en los procesos de catalogación, en los catálogos en línea y en el servicio de referencia. En el caso del servicio de referencia general, las actividades desarrolladas por el referencista son de sencilla resolución, pues los usuarios en esta área plantean requerimientos simples como búsquedas por autor, título, tema y alguna que otra información de fácil acceso por parte del profesional referencista; por tanto, de los niveles de descripción del ítem, un primer nivel de ingreso de datos y los accesos a la información que proponen los FRBR podrían resultar suficientes. Velázquez sugiere, además, que sería conveniente realizar un estudio de usuarios del servicio y analizar las ventajas y desventajas de la implementación de dicho estándar. En cambio, según esta autora, el servicio de referencia especializado requiere de más recursos para resolver las necesidades de los usuarios, quienes se caracterizan por ser investigadores, docentes y estudiantes avanzados de grado y posgrado, y por requerir rapidez en las respuestas a sus preguntas, independientemente de la dificultad o el tiempo que requiera la búsqueda; por lo que en este caso se necesitarían un segundo y tercer niveles de los niveles de descripción del ítem de ingreso de datos, ya que los datos recuperados son más complejos, en correspondencia con los requerimientos del usuario.

Por ejemplo, en el área de ciencias médicas, en un catálogo que implemente el modelo FRBR, el referencista puede recurrir a diferentes puntos de acceso de información para recuperarla, ya sea por: autor, editorial, series monográficas, descriptores; por tipos de formato: artículo, libro, capítulo, tesis/disertación, revista, revista (impresa o electrónica) microforma, recurso en Internet (sitio Web), video (VHS, DVD, película), imagen, material visual, libro audio (casete, CD, LP), multimedios interactivos; por tipo de fuente: primaria, secundaria, terciaria como manuscritos, comentarios, bibliografías, según resulte necesario y agrupados una sola lista de resultados.

En la práctica se puede tomar como ejemplo de aplicación e implementación de este modelo el catálogo mundial WorldCat, disponible en: (http://www.worldcat.org), que organiza los datos con FRBR y otras funcionalidades anexas. En este catálogo encontramos, tal como muestra la figura 1, cómo se visualizan, con una distribución espacial, los resultados obtenidos para una solicitud de búsqueda, en este caso sobre el tema Health Promotion, en formato `Libro/Texto', idioma Inglés (eng), del año 2009. A la derecha se ofrece un vista previa de la portada del material localizado, así como el autor, título, formato, idioma, editorial del documento en cuestión; mientras que la parte izquierda está reservada para refinar la consulta por medio de una serie de opciones preestablecidas como: mostrar las obras de determinado formato, autor, año, idioma, contenido, tipo de público, tema, entre otros. De esta forma solo permanecen visibles las opciones seleccionadas y automáticamente se ocultan aquellas no elegidas. Esto proporciona al referencista obtener una visión diferente cada vez del resultado de búsqueda según las diversas necesidades de los usuarios.

En la figura 2 se muestra cómo se despliegan todas las ediciones y formatos para un mismo texto, en este caso se trata de Health promotion strategies through the life span, del cual se muestran todas sus publicaciones, idiomas, fechas y formatos (impreso, electrónico). Lo cual, se dijo anteriormente, es una de las funcionalidades de los FRBR que, para el profesional referencista, simplifica y acorta notablemente el proceso de recuperación de información, ya que recobra rápidamente en una lista las múltiples adaptaciones e interpretaciones de una misma obra.

La figura 3 muestra cómo el catálogo WorldCat, además de los datos autor, título, editorial edición/formato y calificación del ejemplar localizado, ofrece detalles adicionales como género/forma, formato físico adicional, tipo de material, tipo de documento, todos los autores/colaboradores, así como la posibilidad de encontrar más información sobre esos autores; ISBN, número OCL, notas, descripción, contenido, otros títulos, responsabilidad, y más información. En esta última pudiera ofrecerse, por ejemplo, la tabla de contenido del libro en cuestión. Igualmente ofrece mostrar todas las ediciones y formatos de la obra deseada. Todos estos elementos aportan valor añadido a la respuesta que sobre una fuente determinada pudiera ofrecer el referencista al usuario. por otra parte, también permite al propio referencista localizar y sugerir al usuario otras fuentes que aborden temas similares al solicitado.

La aplicación del agoritmo del modelo FRBR al WorldCat permite, además, un mayor "clustering" (agrupamiento) de las entidades del mundo real, a causa de la existencia de más niveles bibliográficos; por ejemplo, libros, música, videos, bajo un único objeto del nivel obra, por lo que resulta posible aplicar en las búsquedas "relaciones intuitivas" del tipo "las películas de este libro" o los "videos de esta canción". Por ejemplo, sobre la canción Imagine, de John Lennon, el WorldCat muestra todos los videos (VHS, DVD, película) según lo solicite el usuario, o todas las grabaciones sonoras de este tema (CD, LP, casette), o todas las partituras, entre otras opciones.

Otro valor añadido es que el catálogo también ofrece la posibilidad de transformarse de acuerdo con la lengua/cultura/región, según idioma español, inglés, alemán, portugués, francés, holandés y chino, lo que posibilita ofrecer al usuario la versión culturalmente correcta del objeto solicitado.

De igual forma, el modelo FRBR busca simplificar la interfaz de los catálogos y la hace más "amigable" y comprensible para el usuario, lo que permite al referencista presentar y promocionar el catálogo como opción mucho más atractiva para la búsqueda y recuperación de información. Esto, a su vez, facilita la tarea de formación y alfabetización informacional de los usuarios.

Por otra parte, los registros bibliográficos, cuyo perfeccionamiento es el objeto principal del modelo FRBR, son utilizados para tareas como son: desarrollar colecciones, adquirirlas, catalogarlas, producir bibliografías y otras herramientas de investigación, realizar inventarios, preservar los recursos, prestarlos internamente y a través de préstamos interbibliotecarios. Estas son acciones que de forma directa o indirecta atañen al servicio de referencia; por tanto, cualquier modificación en ellas igualmente compromete el desempeño del referencista.

No obstante todos los beneficios y cualidades anteriormente mencionados, debe analizarse con cautela la implementación generalizada en los catálogos de este modelo conceptual. Jeffrey Bell22 sostiene que si bien los FRBR están destinados principalmente para las bibliotecas con grandes colecciones, también es una realidad que los cambios en los estándares requerirá de un esfuerzo adicional de la mayor parte de las bibliotecas; acota, además, que solo en Estados Unidos, por ejemplo, existe cerca de 122 000 bibliotecas; de aquí se tendrá una idea del gran alcance que conllevaría la aplicación extendida de este modelo, dado que implementar los FRBR requerirá de masivas cantidades de entrenamiento y reprogramación. Por otra parte, este autor resalta que en un momento en que la catalogación se encuentra bajo presión para ser más ágil y simplificada, los FRBR representan una complejización significativa, ya que parte de la terminología que se utiliza, tal como "manifestación", "obra", "entidades" y "expresión", pueden ser vagas y superponerse unas con otras. Esta confusión pudiera conducir a muchos datos incorrectos después de implementado el modelo.

Miao Jin15 de forma similar recomienda necesario para los administradores de bibliotecas que en un momento dado consideren la implementación de este modelo conceptual en sus catálogos en línea: 1) trabajar en conjunto con los proveedores del sistema para valorar cuánto trabajo manual se requerirá de los bibliotecarios locales y 2) consultar con los proveedores acerca del costo de la inversión. Concluye con la afirmación de que mientras por una parte puede ser bueno ser pionero en el desarrollo de un nuevo concepto, las bibliotecas igualmente tendrán que considerar si el tiempo y el costo monetario relacionados con la "FRBRización" de los catálogos en línea realmente valdrán los beneficios que posteriormente traerán a los usuarios.

Otro investigador, Timothy J Dickey,23 observa que a pesar de las actuales tendencias tecnológicas hacia la aplicación de etiquetas, revisiones y otros metadatos de usuarios, una tarea tan especializada como la adición de las relaciones bibliográficas en el catálogo demanda de profesionales especializados en catalogación. El mejor enfoque, según este autor, dentro de la estructura actual de la biblioteca puede ser la creación de una nueva posición única para encabezar el proyecto de "FRBRización" y que sirva de enlace con el personal de catalogación en las diferentes sucursales y con el personal proveedor, si fuera aplicable. Cada sucursal de la biblioteca puede juzgar por sí misma la proporción de registros a "FRBRizar", comenzando con obras y autores de mayor circulación, aquellos para los que los resultados de búsqueda tienden a ser más abrumadores y confusos para los usuarios. Cada sucursal puede ser responsable de la distribución o asignación de esfuerzo del personal de catalogación al proceso y logrará así, en consecuencia, la supervisión por un especialista de subconjuntos de la base de datos.

Paul Hoffman24 sostiene que no será indoloro el proceso de transición a los catálogos "FRBRizados" para el personal bibliotecario; por el contrario, es probable que cause una gran consternación para catalogadores y personal asociado, quienes tendrán que revisar sus modelos mentales de estructuras bibliográficas y relaciones, así como aprender nuevas interfaces y codificaciones, lo que sin duda impactará en la productividad del catalogador a corto plazo. Sin embargo, ciertamente existe el potencial ahorro de costes cuando los catalogadores se enfoquen menos en la transcripción de información que sirve a las necesidades del usuario más indirectamente, y se concentren mejor en esfuerzos que apoyen más directamente las funciones de los registros bibliográficos y a las tareas que los usuarios les ponen.


CONCLUSIÓN

Es un hecho que no todos los usuarios llegarán al espacio físico de la biblioteca, por lo que nuestros espacios digitales deben ser lo más interactivos, acogedores y agradables para hacer estancia como igualmente son las áreas de nuestras instituciones de información. Esto lógicamente tiene que ir mucho más allá del catálogo, pero también debe impactar en el catálogo, y lograr del catálogo el destino preferido de los usuarios.

El modelo FRBR tiene potencial para mejorar la organización de los resultados de búsqueda y la navegación en nuestros catálogos en línea, pues mediante la colocación y la visualización de familias bibliográficas en pequeños y significativos «clusters» o grupos, la base estructural de los FRBR logra hacer más comprensible los resultados, lo que simplifica el movimiento y navegación del refencista entre los registros, le permite identificar relaciones y acceder fácilmente a todas las obras y expresiones derivadas de y centradas alrededor de una creación intelectual específica.

A partir de estos cambios, el catálogo de la biblioteca permite un mejor acceso a muchas de sus colecciones núcleo, al mismo tiempo que se producen mejoras en el proceso de catalogación y en el manejo de los recursos en el ambiente digital. La "fibrizacion" de incluso parte del catálogo le permitirá a este último reflejar y colocar mejor los ítems dentro de las familias de relaciones bibliográficas que han sido reconocidas parte de la colección de la biblioteca por décadas.

El modelo FRBR, sin dudas, ofrece una opción de visualización en un renovado OPAC, que es al mismo tiempo más simple que las actuales listas de resultados, y más elegante en su reflejo de la relación entre los elementos, por lo que puede decirse que la implementación de este modelo permite desarrollar un mejor sistema para usuarios, y al mismo tiempo para el profesional referencista, cuya razón de ser es el usuario.

Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios, no debe descuidarse el costo monetario y la necesaria capacitación de recursos humanos que conlleva la universalización de este modelo en los catálogos de todas las bibliotecas, por lo que debe sopesarse detenidamente la inversión y el gasto total que implica asumir un cambio radical de este tipo, antes de tomar decisiones que pudieran lamentarse en el futuro. De cualquier modo, este modelo llevará a nuestras bibliotecas hacia la próxima generación de prácticas de catalogación.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 20 de agosto de 2011.
Aprobado: 5 de septiembre de 2011.


Lic. Sonia Santana Arroyo. Biblioteca Médica Nacional. Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas-Infomed. La Habana, Cuba. Correo electrónico: soniasantana@infomed.sld.cu