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Revista Archivo Médico de Camagüey

versión On-line ISSN 1025-0255

AMC vol.7 no.5 Camagüey sep.-oct. 2003

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Factores asociados a la violencia en adolescentes, escuela secundaria básica Manuel de Jesús Valdés. Guaimaro 1999-2000

 

Factors associated to violence in adolescents, Manuel de Jesús Secondary School Guaimaro 1999-2000

 

 

Dra Mercedes B. Morales Medina; Dra. María Amparo Acea Valdés; Dra. Sara Orozco Rodríguez; Lic. Magalys Mena Fernández

Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Camagüey, Cuba.

 

 


RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo en alumnos de la escuela secundaria básica urbana Manuel de Jesús Valdés Urra del municipio Guáimaro en el curso escolar 1999-2000 con el objetivo de conocer factores relacionados con la violencia en este colectivo y el medio que lo rodea. El universo estuvo constituido por los 390 alumnos, de los cuales se les aplicó una encuesta epidemiológica a una muestra representativa seleccionada por muestreo aleatorio simple (162). La encuesta constituyó la fuente primaria de obtención de la información y recogió las variables: edad, sexo, grado escolar, rendimiento académico y estado civil de los padres, aplicación de violencia sobre los adolescentes, tipo e interpretación a la misma. Se realizó previamente un taller que profundizó y divulgó el tema. Nuestra investigación arrojó que la mayoría de los escolares han sufrido violencia, fundamentalmente los de 12 años y del sexo masculino. Predominó el tipo de violencia psicológica, casi siempre aplicada por la madre. La mayoría de los niños ven la violencia como algo normal. Predominaron los padres divorciados.

DeCS: VIOLENCIA; ADOLESCENCIA; FACTORES DE RIESGO.


ABSTRACT

A descriptive study was carried out in students of Manuel de Jesus Urra secondary school of Güaimaro municipality from 1999 to 2000,with the aim of knowing factors related with violence in this group and the environment that sorrounds them. The study universe was composed of 390 students, out of them ,an epidemiological survey was applied to a representative sample select four our simple randomized study. This survey was the primary source for obtaining data and collected variables: age, sex, school level, academic record and marital status of parents, application of violence in adolescents, type and interpretation of it. Previously, a work-shop was performed which promoted the topic .Our research reached to the following conclusion the great majority of students have suffered violence ,mainly those of 12 years and masculine sex. Psychologic violence, almost always applied by mothers, prevailed. The majority of children see violence as normal. Divorced parents prevailed.

DeCS: VIOLENCE; ADOLESCENCE; RISK FACTORS INTRODUCCIÓN.


 

 

 

INTRODUCCIÓN

El término violencia ha sido parte de las diferentes sociedades, familias e individuos desde el principio de la historia de la humanidad hasta nuestros días. Es por ello que se considera universal en el tiempo y en el espacio. En el tiempo, porque ha sido y es la principal causa de defunción de los jóvenes. En el espacio, porque se infiltra como expresamos anteriormente en todas las sociedades, cualquiera que sea su grado de desarrollo.1

A pesar de haber transcurrido dos milenios de nuestra civilización, la violencia sigue acompañando al hombre. Métodos educativos, juegos infantiles, medios de comunicación y estereotipos culturales aún la pautan y la justifican. Por ejemplo, al varón se le enseña a ejecutar la fuerza como expresión consustancial de su masculinidad.2

La violencia ha sido definida como cualquier relación, proceso o condición por la cual un individuo o grupo social viola la integridad física, psicológica o social de otra persona. Es considerada como el ejercicio de una fuerza indebida de un sujeto sobre otro, siempre que sea experimentada como negativa.3

Pocas violaciones de los derechos suscitan mayor preocupación social y repugnancia que las perpetuadas contra los niños. No obstante, el número de casos notificados de niños maltratados no sólo ha alcanzado proporciones abrumadoras, sino que parecen estar aumentando en el mundo entero. Por ejemplo, en Estados Unidos de América se notificaron en 1991 2,7 millones de casos de niños maltratados o desatendidos. En ese mismo año los comerciantes de un sector de Río de Janeiro, en Brasil, ordenaron el asesinato de niños callejeros porque se les consideraba una molestia pública.3

En Canadá el 25 % de las niñas y el 10 % de los varones sufren algún tipo de abuso sexual antes de cumplir 16 años.4

Para otros países de las Américas los pronósticos no son alentadores con respecto al maltrato de los niños, debido a la exacerbación de problemas sociales, tales como la maternidad temprana, el divorcio, el abuso de drogas y la desintegración del grupo de apoyo social como consecuencia de la migración a las ciudades.5 Según datos de la UNICEF se estima que en América Latina al menos 6 millones de niños son objeto de maltratos.2.

En 1977 la Asamblea Mundial de la Salud recomendó como la principal meta social, alcanzar para todos los ciudadanos del mundo, en el año 2000, un grado de salud que les permitiera llevar una vida social y económicamente productiva. La estrategia de salud para todos, da al desarrollo un sentido más humano, pues se orienta hacia la calidad de vida, término que surgió en el decenio de los 60 en el contexto de problemas ambientales y que emigró al problema de la medicina.6

La violencia es en sí misma una amenaza o negación de las condiciones de posibilidad de realización de la vida y de la supervivencia misma y afecta diferentes campos del conocimiento. Por todo ello este fenómeno se convierte en un problema de salud pública., caracterizado como una actividad esencialmente humana, protagonizada por el hombre como miembro de determinada sociedad. Es un proceso y no un hecho aislado.

Constituye un problema muy complejo, entre otras razones por los múltiples factores influyentes que se le reconocen como son la ingestión de alcohol, drogas y medicamentos, así como el empleo inadecuado de los medios de difusión y comunicación.7,8

Cada año, miles de ciudadanos en el mundo sufren dentro y fuera de sus hogares, como resultado de actos de violencia, que se manifiestan no sólo con golpes físicos, sino también con formas más sutiles que provocan impacto a más largo plazo, pero que pueden ser tan destructivas de la personalidad como las primeras, por lo que se le reconocen variedades de presentación y consecuencias disímiles.7-9

Conocemos que mientras más violencia reciba un niño de sus padres, más proclive es éste, a su vez, a ser violento con otros durante su edad adulta y por lo tanto, estará predispuesto a ejercer la violencia porque ya lo ha aprendido de acuerdo con la forma en que ha sido educado. Este cuadro se completa con la violencia que ellos mismos observan en su hogar.10

Cuando disminuya la violencia familiar se resolverá la social, pues es en la familia donde se fomentan los valores fundamentales del individuo, los puntos que va a seguir por imitación, a partir de lo que se transmite. Esas influencias son las más perdurables. Esos valores se pueden enriquecer o deteriorar, pero si se transmitieran valores positivos como el respeto, la fraternidad, la solidaridad entre los seres humanos, ese individuo tendrá más posibilidades de desarrollar una personalidad menos violenta, más digna y estará más preparado para enfrentar lo bueno y lo malo.11

Los reportes de la Organización Mundial de la Salud indican que 3,5 millones de personas mueren anualmente y un número cercano sufre secuelas como resultado de algún tipo de violencia.12

A nivel mundial en las últimas décadas se han debatido y desarrollado programas encaminados a resolver una serie de necesidades y expectativas relacionadas con la violencia, entre los que podemos citar:

  • El Proyecto Centroamericano de acción local para prevenir la violencia contra la mujer.13
  • El movimiento médico contra la violencia.14
  • La creación de leyes en diferentes países que tienen en cuenta la prevención de la violencia, además de programas para erradicar la misma, ejemplo el Proyecto DESAPAZ (Desarrollo, Seguridad y Paz) en Colombia 15,16 el proyecto ACTIVA ( estudio multicéntrico sobre actitudes y normas culturales frente a la violencia ).16
  • La Conferencia Centroamericana sobre sociedad, violencia y salud, donde Cuba participó.16

Estudios realizados por un grupo de investigadores de Medicina Legal en nuestro país arrojaron que las muertes violentas superan el 10 % de las muertes anuales y éstas se producen en el domicilio como lugar frecuente de ejecución del delito.17-19

Si para el futuro queremos lograr que el sujeto sea centro del proceso vital, que sea capaz de comunicarse, de sentir un goce, de vivir una sexualidad libre, placentera, responsable, debemos comenzar por respetar sus derechos desde que nace y no enseñar la violencia, el maltrato, el abuso, como una forma de relación interpersonal.20

Nuestra investigación tiene como objetivo analizar el comportamiento de la violencia y el medio que rodea al adolescente de la escuela secundaria básica "Manuel de Jesús Valdés Urra" de Guáimaro.

 

MÉTODO

Se realizó un estudio descriptivo sobre violencia en el colectivo escolar de la escuela secundaria básica "Manuel de Jesús Valdés Urra", del municipio Guaimaro, centro de referencia provincial en el sistema de educación. El universo estuvo constituido por 390 alumnos, de los cuales se obtuvo una muestra de 162, con un error de 0,02, y una confiabilidad del 95 %. Los elementos de la muestra se obtuvieron utilizando el muestreo aleatorio simple. Para ello se confeccionó previamente una guía de entrevista semiestructurada y le fue aplicada al personal docente y de apoyo docente del centro con el fin de obtener información acerca de la situación de la aplicación de violencia sobre estos escolares.

Se realizó un taller en la escuela con la participación de padres, alumnos, maestros, personal no docente y comisión de prevención municipal con el fin de profundizar y divulgar conocimientos sobre el tema. La fuente primaria de obtención de los datos la constituyó la encuesta. Estos se procesaron en una microcomputadora IBM compatible mediante paquetes de programas estadísticos Microstad.

El análisis fue realizado en estadística descriptiva, distribución de frecuencia y porcentaje

 

RESULTADOS

En el 70,97 % de los casos se ejerció violencia, para un total de 115 adolescentes.(tabla1)

En nuestro estudio el 58,30 % de los escolares a los que se les practicó violencia fueron del sexo masculino y en relación con la edad, el grupo de 12 años predominó con 49 casos, para el 42,61 % (tabla2).

En nuestra investigación el rendimiento académico escolar resultó bueno (81-90 puntos) seguido de la categoría excelente (91-100 puntos) que fueron los más frecuentes con 43 casos para el 35,65 % respectivamente.
Encontramos que 28 de los niños poseían hábitos tóxicos, existió un predominio del sexo masculino con 18 de los escolares (64,28 %).De forma general prevaleció entre ellos el hábito de fumar (cigarro), más frecuentes en varones con 10 casos (35,71 %) y la ingestión de medicamentos en las niñas con siete casos (25 %).

La suma total de tipo de violencia detectados excedió al total de 115 alumnos. Esto se debe a que un niño sufrió más de un tipo de violencia (tabla3).

La violencia psicológica fue la más empleada (95,65 %) seguida de la violencia física (33,91 %) y el abandono y negligencia (15,65 %)

Con respecto a los tipos de violencia física empleados la suma total excede los 39 casos ya que hubo quien recibió más de un tipo. Predominaron los golpes y las bofetadas con 25 y 18 casos, para un 64,09 % y 46,14 % respectivamente. Se apreció que sólo un escolar hizo referencia al abuso sexual (2,56 %) (tabla 4 )

De acuerdo a los tipos de violencia psicológica, la suma total excedió el número referido pues hubo quien presentó más de un tipo, los más frecuentes fueron los gritos con 61 casos, para un 58,45 %, seguido de los insultos con 51,81 %. (tabla 5 )

Al intentar conocer cómo interpretan los escolares la violencia sobre ellos ejecutada, obtuvimos que 78 de ellos (67,83 ) la justifican, la ven como un medio para disciplinarlos.

En cuanto a la relación de parentesco del agresor con la víctima evidenciamos que hubo más de un agresor en varios de los casos, por lo que la suma total fue mayor de 115. Resultó impresionante que las madres hayan alcanzado el mayor porcentaje (69,57 %) con un total de 80.

En nuestro estudio 64 padres se encontraban divorciados para un 55,65 %.

 

DISCUSIÓN

Los resultados encontrados en nuestra investigación (porcentaje de casos en los que se practicó violencia) se corresponden con lo demostrado por otros investigadores a nivel nacional e internacional. En Cuba un estudio realizado por el doctor Muñiz Ferrer y colaboradores arrojó que el 59,1 % de los adolescentes reflejaban situaciones de violencia entre ellos.18

Nuestro resultado en relación con el sexo fue similar al encontrado en 1996 en un estudio realizado en la provincia de Guantánamo, donde se apreció que el 65 % de los casos que habían sufrido violencia eran masculinos.

Coincidimos también con lo encontrado en 1995 por la Asociación Mexicana contra la violencia hacia la mujer, el 65 % de los niños eran los miembros de la familia más maltratados. Sin embargo, otros estudios en Cuba, como el de la Doctora Almenares Aleaga plantean que son las niñas las que con más frecuencia sufren algún tipo de violencia.2

En nuestro trabajo los niños con rendimiento académico bueno y excelente fueron los que con más frecuencia recibieron violencia, resultados que no coinciden con ninguna de las bibliografías revisadas, ya que estudios internacionales como el de Pamela Hartigan muestran que los niños que presenciaron o sufrieron la violencia experimentaron problemas como el bajo rendimiento escolar.

Se conoce que durante la etapa escolar los niños maltratados tienden a mostrarse más hiperactivos, distraídos, con poco autocontrol y con un alto nivel de negativismo.11

El predominio del sexo masculino, en relación a los hábitos tóxicos, se debe a que en la actualidad necesariamente el hombre se ve más expuesto psicológicamente a sufrir un mayor costo emocional al asumir lo asignado como un comportamiento estereotipado, el varón, según la sociedad misma, tiene que demostrar serlo prácticamente desde que nace y se le prohíben numerosas actividades por considerarse que son del sexo opuesto, por lo que ven en los hábitos tóxicos una forma de demostrar hombría ante los demás. Los niños son capaces de reflejar la violencia doméstica en variadas formas, por lo que los hábitos tóxicos pueden ser manifestación de la misma.18

La violencia psicológica, la física, el abandono y la negligencia, se emplearon en orden de mayor a menor con más frecuencia. Similares resultados fueron encontrados por Almenares Aleaga y col en un estudio de comportamiento de la violencia intrafamiliar realizado en la zona de Jaimanitas, en el policlínico Manuel Fajardo Rivero, donde la violencia psicológica alcanzó el 90 %, la física el 34 % y el abandono y la negligencia el 12 %2

Según los tipos de violencia física utilizados predominaron los golpes y las bofetadas, lo cual coincidió con el estudio de Almenares Aleaga.2

La interpretación que hicieron los escolares de la violencia sobre ellos ejercida, en nuestro estudio fue similar a las que hicieron los niños estudiados por Muñiz Ferrer y col, los cuales percibían la violencia como algo normal y necesario para ser bien educados.

El resultado obtenido en nuestro trabajo al relacionar el grado de parentesco del agresor con la víctima coincide con el obtenido en los estudios de Almenares Aleaga2 y los de Larrain S,11 quienes constataron que la madre o quien ocupa el rol materno ejerce más violencia que el padre y otras personas en el medio Riggs D planteó que los niños entre siete y trece años con antecedentes de maltrato muestran conflictos de relación con sus madres, especialmente dificultad para establecer relaciones de cercanía afectiva, manifiestan conductas de retos a las figuras de autoridad y una expresión afectiva restringida. Las madres son las que tienen mayor participación en la toma de decisiones y soluciones de problemas en el hogar. Esta situación provoca que sean ellas las que velen mayormente por el comportamiento de los hijos, y exigen el respeto y la disciplina familiar en mayor medida que otros miembros.2.

Nuestro estudio arrojó con respecto al estado civil de los padres, que la mayoría de ellos se encontraban divorciados, lo que no coincidió con la Dra Cuellar Ramos la cual en un estudio realizado en nuestra provincia en 1999 llegó a la conclusión de que el mayor porcentaje de familias con manifestaciones de violencia pertenecían a padres casados.

 

CONCLUSIONES

1. Se ejerció violencia en la mayoría de los escolares, con predominio del sexo masculino y del grupo de 12 años de edad.
2. La mayoría de los adolescentes son de 7mo grado y tienen un rendimiento académico considerado excelente y bueno.
3. Los hábitos tóxicos más observados fueron el cigarro en los varones y la ingestión de medicamentos en las hembras.
4 El tipo de violencia verbal o psicológica fue la más ejercida y dentro de ella los gritos e insultos.
5. Nuestros escolares justifican la violencia sobre ellos ejercida.
6. En relación al estado civil de los padres predominó el divorcio.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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2. Almenares Aleaga M, Louro Bernal I, Ortiz Suárez MT. Comportamiento de la violencia intrafamiliar. Rev Cubana Med Gen Integr 1999; 15(3):285-92.

3. Veitía Méndez I. Violencia hacia la mujer en las relaciones de pareja. Sexología y sociedad. 1997; 3(7):36-37.

4. Zuluaga J. Se crean centros de investigación sobre violencia. Boletín Saint Panam 1993;115(3):250.

5. Artiles León I. Violencia un problema social de salud. Sexología y sociedad 1997; 2(8):32-3.

6. Maira G. La violencia intrafamiliar: experiencia ecuatoriana en la formulación de políticas de atención en el sector de la salud. Rev Panam Salud Pública 1999;5(4):332-37.

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9. García Colomé BC. Violencia intrafamiliar. En: Consejo nacional de población Antología de la sexualidad humana 1-3. México: Conapo; 1994. p.397-416.

10. Moreno Martín F. La violencia en la pareja. Rev Panam Salud Pública 1999;5(4):245-58.

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12. Larrain S. El castigo corporal en la niñez endemia o pandemia?. Rev Panam Salud Pública 1997;1(2):29-31.

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18. Muñiz Ferrer MC, Jiménez García Y, Ferrer Marrero D, González Pérez JL. Violencia familiar ¿Un problema de salud?. Rev Cubana Med Gen Integr 1998;14(6):538-41.

19. Rodríguez M, Liz M, Ochoa R. Promoción de salud y salud mental Taller Internacional "Reorientación de la psiquiatría hacia la atención primaria". Memorias. La Habana. 1995. p. 173-80.

20. De_la_Cuesta D, Pérez González E, Louro Bernal I, Bayarre Vea H. Un instrumento de funcionamiento familiar para el médico de la familia. Rev Cubana Med Gen Integr 1996; 12 (1): 24-31.

 

 

Recibido: 5 de diciembre de2002
Aprobado: 15 de marzo de 2003

 

 

Dra Mercedes B. Morales Medina. Especialista II Grado en Higiene C.P.H.E. Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

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