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Revista Archivo Médico de Camagüey
versión On-line ISSN 1025-0255
AMC v.13 n.2 Camagüey mar.-abr. 2009
ARTÍCULOS ORIGINALES
Intervención educativa para elevar el nivel de conocimientos a madres de niños vacunados hasta los 18 meses
Educatinal intervention to elevate the level of knowlidge to mothers of vaccinate chidren
Dra. Odalys Rodríguez Heredia I; Lic. Adalis Castañeda Souza II; Dra Cristina Casado Rodríguez III; Dra. Ovidia Rodríguez Heredia IV
I Especialista de II Grado en Higiene y Epidemiología. Máster en Enfermedades Infecciosas. Instructor. Policlínico “José Martí Pérez”. Camagüey. Cuba. rhodalys@finlay.cmw.sld.cu II Licenciada en Enfermería. Máster en Enfermedades Infecciosas. III Especialista de II Grado en Medicina del trabajo. Máster en Enfermedades Infecciosas. Auxiliar. IV Especialista de I Grado en Caumatología. Profesor Instructor.
ABSTRACT
MÉTODO
Estar comprendido en el grupo de madres con hijos hasta 18 meses de edad.
Dar su consentimiento informado para participar en esta investigación.
Criterios de exclusión:
No estar incluido en el grupo de madres de edad en estudio.
Madres que no desearon participar voluntariamente en la investigación
Esta investigación se realizó en tres etapas: diagnostico, intervención y evaluación. El instrumento de evaluación fue sometido a la consideración de expertos de la Comisión Provincial de Inmunización. 1. Diagnóstico: Para dar salida a los objetivos número uno se aplicó un cuestionario en el primer encuentro para caracterizar el grupo de estudio e identificar el nivel de conocimientos que poseen sobre el tema. Se estudió las siguientes variables demográficas edad y nivel de escolaridad. Para dar salida al objetivo número dos se formularon cuatro preguntas que corresponden al conocimiento. Sistema de evaluación: Diseño de calificación del instrumento. Evaluación de las variables sobre conocimiento. Pregunta de la 3 (evalúa conocimiento).
Si 100 puntos.
No 0 puntos.
No sabe 0 puntos.
El resto de las preguntas (La 4, 5 y 6) comprenden varios aspectos de los cuales se le dio el máximo de puntuación en caso de marcar el 60 por ciento de los aspectos mencionados como verdaderos, los cuales se exponen a continuación. De forma general se evaluó con un total de 100 puntos.
Bien 70-100 puntos.
Regular 40- 70 puntos.
Mal 0-40 puntos.
2. Intervención: Las actividades de capacitación se realizaron en tres ciclos de tres semanas cada una, lo que facilitó la aplicación de las técnicas participativas. Para dar salida al objetivo número tres se capacitó al grupo de madres utilizando el programa educativo basado en cinco temas escogidos:
¿Qué son las vacunas, su importancia?
Esquema de vacunación hasta los 18 meses de edad. Enfermedades contra las que protege dichas vacunas.
Su clasificación y que enfermedades que tenemos eliminadas en nuestro país por medio de la inmunización.
Contraindicaciones para aplicar una vacuna.
Reacciones adversas que pueden producirse al aplicar una vacuna.
Se utilizaron técnicas educativas tales como charlas, audiencias, dinámica grupal y video debates y se realizó un plan de acción donde se describieron las actividades realizadas. 3. Evaluación:
En esta etapa se cumplimentó el objetivo número cuatro aplicando el mismo cuestionario dos semanas después de haber culminado la capacitación, para determinar los cambios ocurridos en el nivel de conocimientos de las madres participantes.
Técnica de procesamiento y análisis de la información.
RESULTADOS
Con relación a la distribución según el conocimiento que poseen las madres sobre las vacunas que se les ponen a sus hijos hasta los 18 meses de edad. Antes de recibir dicha intervención sólo el 45,9% tenían conocimientos adecuados y luego de recibir las actividades educativas ya el 94.1% conocían su importancia. El sistema de vacunación en Cuba es uno de los más efectivos del mundo, porque existe la decisión política de nuestro gobierno para que esto ocurra y se aportan los recursos necesarios para llevarla a cabo. También por la activa participación popular y la del personal de salud ligado estrechamente a la comunidad donde se hace énfasis en la importancia de que cada niño reciba sus vacunas en el tiempo establecido para su protección adecuada; sin dejar de mencionar labor responsable y abnegada de las enfermeras que ejecutan dicha actividad de inmunización. Por lo tanto es sin dudas, la vacunación uno de los mayores avances de la salud pública. Tabla 1
DISCUSIÓN
Al nacimiento, el niño recibe de inmediato la atención necesaria en los servicios de cuidados perinatales que poseen las instituciones ginecoobstétricas y hospitales generales del país y de inmediato se le vacuna con la BCG (Protege contra las formas graves de la tuberculosis infantil que son Meningoencefalitis tubercolosa y Tuberculosis miliar) y es examinado por personal especializado en neonatología. En el nivel primario se desarrolla un programa de vacunación, implementado en 1962 en cuyo año se registraron más de 30 000 casos de enfermedades prevenibles por vacunas con 560 fallecidos y 300 casos de parálisis; que en los momentos actuales está dirigido a la prevención y control de enfermedades infecciosas, como la poliomielitis, tuberculosis, difteria, tétanos, tos ferina, sarampión, rubéola, parotiditis, enfermedades meningococcica tipo B-C, hepatitis B y fiebre tifoidea, enfermedades que en Cuba han quedado en el pasado.13
Después del éxito obtenido con el programa de vacunación antivariólica, que llevó a declarar erradicada la viruela en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud creó en 1974 el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) con el fin de impulsar y promover determinadas vacunaciones en todos los países. Su primer objetivo fue ampliar la cobertura vacunal frente a seis enfermedades transmisibles presentes en todo el mundo contra las que se disponía de una vacuna eficaz a precio asequible: poliomielitis, difteria, tétanos, tos ferina, sarampión y tuberculosis. En la región europea se sustituyó la tuberculosis por la rubéola. En años sucesivos, el PAI ha ido promoviendo la introducción de otras vacunas. Así, en 1986 recomendó generalizar el uso de la vacuna “triple vírica” e introducir la vacunación contra la fiebre amarilla en zonas endémicas. Posteriormente hizo lo mismo con la vacuna contra la hepatitis B y más recientemente con la anti-Haemophilus influenzae tipo b.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no propone un calendario vacunal concreto sino que recomienda la introducción en él de determinadas vacunas, dejando la elaboración concreta del calendario a la responsabilidad de cada administración sanitaria.16 Como se ha observado en todo lo antes mencionado mundialmente existe bajo conocimientos sobre estas enfermedades por parte de los padres influyendo esto negativamente en sus hijos que no son inmunizados contra estas patologías prevenibles por vacunas. Existe insuficiente cultura en la población. Se deben conocer factores de riesgo y antecedentes que contraindiquen el uso de cualquier vacuna. Es importante, además, el conocimiento sobre los tipos de vacuna, interferencia entre ellas o con el uso de inmunoglobulinas y antimicrobianos.17 Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no existe una vacuna «perfecta» que proteja a todos los vacunados y que sea además absolutamente segura para todos. Las vacunas eficaces (es decir, que inducen inmunidad protectora) pueden producir algunos efectos secundarios no deseables que son, por lo general, leves y desaparecen rápidamente. La mayoría de los incidentes que se relacionan con la administración de una vacuna no se deben en realidad a la vacuna en sí; muchos son simplemente incidentes coincidentes y otros (particularmente en los países en desarrollo) se deben a errores humanos o programáticos.18 El Comunicable Disease Center (CDC) de Atlanta, hace referencia a que todas las vacunas, aunque con frecuencias diferentes, pueden generar alguna reacción local poco importante (dolor, eritema o induración) que desaparecen sin ningún tratamiento en 12 días.19 Existe, a la vez, una inquietud entre las madres y las personas ante los efectos indeseables de las vacunas. En ese sentido, las relaciones autismovacunas, timerosal en vacunas, entre otras, se han tomado como elementos para la desinformación por grupos no acreditados. Las enfermeras, médicos y personal de la salud deben explicar a la población receptora, de la mejor manera, los beneficios y las alternativas disponibles. La aceptación comunitaria, resultado de la credibilidad de los beneficios de las vacunas, es fundamental para el mejor desarrollo de los planes y programas de inmunización. Mitos como la esterilización debida a la aplicación del toxoide tetánico, aún en el 1994, testimonian la falta de información y la desinformación existente en materia de vacunas.18 Todas las vacunas usadas en los programas de inmunización son escogidos por ser en general seguras y eficaces, pero no podemos utilizar los términos de "completamente seguras" y "totalmente eficaces", pues, se han descrito reacciones adversas secundarias a la utilización de las mismas. No es posible saber qué individuo reaccionará de forma leve o severa a una vacuna, aunque existen contraindicaciones claras para el uso de algunas de éstas. En general, las vacunas provocan una reacción en el organismo, esta reacción puede ser, en la mayoría de los casos, la deseada. Sin embargo, todas las vacunas producen algún grado de reacciones no esperadas, que pueden ser leves, o en pocos casos, serias y comprometer la vida del paciente.20 El conocimiento de los efectos adversos asociados a la vacunación puede tener un significativo impacto sobre la adherencia a los programas de vacunación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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20. Arce M. 40000 personas mueren en EEUU de enfermedades evitables con vacunas. Disponible en: http://www.consumersunion.org/health/vacspany1001.htm Consultado: 15 de octubre del 2004
Recibido: 31 de julio de 2008.
Aceptado: 5 de marzo de 2009.
Dra. Odalys Rodríguez Heredia. rhodalys@finlay.cmw.sld.cu