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Revista Archivo Médico de Camagüey

On-line version ISSN 1025-0255

AMC vol.20 no.4 Camagüey July.-Aug. 2016

 

CARTA AL DIRECTOR

 

Envejecimiento de la población en Cuba: logros vs desafíos

 

 

Ageing of the population in Cuba: achievements vs challenges

 

 

MSc. Ana María Ramos Monteagudo

 

Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz. Camagüey, Cuba.

 

 


Estimado Director:

Los estudios relacionados con la vejez y el envejecimiento son cada vez más recurrentes, pues es una peculiaridad que caracteriza las sociedades contemporáneas. Dan cuenta de ello foros y reuniones de organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, (ONU) y sus organizaciones e instituciones, entre las que destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS). 1

Al referirse a este tema, el entonces Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Anan subrayó: 2 se trata de un fenómeno extraordinario que acarrea consecuencias para cada comunidad, cada institución y cada persona, joven o vieja. El envejecimiento ya no es sólo un problema del primer mundo. Lo que era de importancia secundaria en el siglo XX lleva camino de convertirse en tema dominante en el siglo XXI.

En el contexto cubano, el envejecimiento poblacional es ya una realidad declarada, dato que corroboran los censos 3 realizados en los últimos años y el Anuario estadístico de salud 2015, 4 según los cuales el país ha transitado desde un 11, 3 % personas de 60 años y más en 1985, 18, 3 % en el año 2012 y 19, 4 % en el 2015; cifra que apunta a 2 158 703 de personas mayores de 60 años, lo cual representa un aumento del envejecimiento poblacional en 8, 1 puntos porcentuales en un período de solo 30 años, tales estimaciones señalan a la menor de las Antillas como uno de los países más envejecidos de la región en el 2050. Este incremento progresivo de personas mayores introduce desafíos importantes y de vastos alcances en todos los aspectos de la vida social, que trascienden la propia condición de vejez como etapa del desarrollo humano.

Resultan incuestionables los logros alcanzados en la atención a las personas mayores en Cuba en materia de educación, asistencia, seguridad social y en particular en la promoción de un envejecimiento saludable. Se asiste hoy a un escenario no solo de envejecimiento poblacional; sino de una nueva vejez, condicionada por la presencia de un grupo de personas mayores más deliberantes, capacitadas, que exhiben mejores indicadores de salud, mayor disposición para la incorporación social e incluso muy involucradas en las tareas de cuidado de generaciones más jóvenes. La socióloga Bazo Royo MT, 5 sostiene que las personas ancianas son cada vez más jóvenes culturalmente ya que incorporan necesidades y motivaciones específicas de este colectivo etario.

Para Muñoz Tortosa J, 6 existen dos posicionamientos de análisis del envejecimiento;  aquel que valoriza al colectivo de mayores como un capital humano importante para el desarrollo social, por tanto ofrece oportunidades de participación e inclusión social y otro que alude más a los gastos, recursos y servicios que se requieren para responder a las demandas asistenciales de este grupo humano y está más enfocado a brindar atención.

A partir de las diversas concepciones tradicionales de envejecimiento (saludable, patológico, exitoso) se abren paso visiones de la vejez y el envejecimiento más o menos estereotipadas. Las investigaciones al respecto deben trascender lo disciplinar y el enfoque sectorial para incorporar diálogos interdisciplinares. La imbricación de saberes demográficos, jurídicos, psicológicos, sociológicos, antropológicos, médicos, entre otros, pueden ayudar a explicar la multidimensionalidad y la heterogeneidad marcada que singulariza la etapa. Desde esta perspectiva el enfoque bio-psico-sociocultural adquiere mayor pertinencia y se presenta como un desafío en las prácticas profesionales con y para la vejez en la sociedad cubana.

Han de potenciarse además las investigaciones vinculadas a las determinantes sociales de la salud, lo que permitiría la comprensión de las responsabilidades individuales, familiares, comunitarias y del Estado en el binomio salud-contexto social.

El género también es un eje transversal que requiere ser considerado, a juicio de la socióloga cubana Reina Fleitas Ruiz existen razones que justifican tal necesidad, tales como: las diferencias presentes en la población anciana, según el sexo; mayor presencia de mujeres en el grupo de los mayores de 80 y más años, período en el que aumenta la propensión a las pérdidas funcionales; además coexisten importantes desigualdades aún en el acceso a determinados empleos y a la remuneración por concepto de salario, entre otros. 7

La dirección del país comienza a percibir el envejecimiento de la población como un tema cardinal para la agenda del desarrollo social. Al presentar los lineamientos de la política económica en el 2011, el Estado cubano reconoció la necesidad de efectuar valoraciones sobre la situación de la economía y los problemas a resolver, se tiene en cuenta los principales acontecimientos y circunstancias de orden externo e interno. Se asevera que en el orden interno, entre los factores presentes están el envejecimiento y estancamiento en el crecimiento poblacional. Ello explica que entre los lineamientos de la Política Social se resalte: brindar particular atención al estudio e implementación de estrategias en todos los sectores de la sociedad para enfrentar los elevados niveles de envejecimiento de la población. 8

El envejecimiento en Cuba es también resultado de las políticas sociales de la Revolución y el aumento de la longevidad, uno de los mayores logros del Sistema Nacional de Salud. El país exhibe altos niveles de esperanza de vida comparables con los de países de más alto desarrollo económico. Sin embargo, hoy es necesario no solo aumentar los años de vida, sino lograr que esos años se vivan con la calidad y el bienestar adecuados.

La noción de calidad de vida no solo incorpora indicadores de salud y educación. Verdugo MA, et al, 9 plantean que la calidad de vida es multidimensional y está en vínculo con necesidades fundamentales como: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos.

Articular las políticas sociales, las actuaciones profesionales y el programa de atención a la vejez en el país, constituye un desafío al cual desemboca en la realidad compleja y diversa de hoy.

La interrelación de factores económicos, políticos y culturales condiciona una amplia gama de envejecimientos que obligan a una reflexión singular, reconocer el envejecimiento como resultante de las transformaciones en la vida social y a la vez como un proceso generador de cambios. Por ello se asevera que el envejecimiento es un proceso multidimensional que incluso, cuestiona a la humanidad desde la perspectiva filosófica, ética y estética. 10

Por consiguiente, potenciar oportunidades de participación social acordes a las personas mayores en toda su diversidad, es un reto de la sociedad cubana actual. Este grupo de personas no es homogéneo y actuar según perfiles o estandarizaciones no solo resulta incorrecto, sino muy limitado. Presentan necesidades, intereses y realidades particulares que son precisos abordar mediante programas integrados y ajustados a esas singularidades. Las indagaciones que al respecto puedan realizarse en estudios sobre las necesidades, gustos, preferencias de las personas mayores, podrían ofrecer líneas de actuación futuras.

Otro ámbito a desarrollar pudieran ser los programas intergeneracionales, excelentes oportunidades que ofrecen las comunidades cubanas donde coexisten centros escolares e instituciones de atención a la vejez, como hogares de ancianos y casas de abuelos. Los intercambios intergeneracionales son un mecanismo eficaz para disminuir prejuicios y estereotipos, conducen a una visión global de las personas alejadas de las consideraciones en razón de la edad.

Prepararse para una sociedad envejecida incluye ampliar el debate de las diversas disciplinas relacionadas con el estudio de la vejez y el envejecimiento. Por otro lado, urge la actualización y el rediseño de políticas sociales enfocadas a este grupo poblacional que complementen la perspectiva geriátrica con los nuevos enfoque gerontológicos.

En este sentido la Revista Archivo Médico de Camagüey puede ser un espacio académico plausible, que estimule a la reflexión y al reporte de investigaciones, que permitan un acercamiento a la vejez y el envejecimiento desde las múltiples aristas que experimentan las personas mayores en los contextos específicos.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Organización Mundial de la Salud [Internet]. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; c2007- [actualizado 3 Oct 2007; citado 12 Feb 2016]. Envejecimiento activo; [aprox. 2 pantallas]. Disponible en: http://www.vejezyvida.com/envejecimiento-activo/.

2. Organización de Naciones Unidas [Internet]. Nueva York: Organización de Naciones Unidas; c2002- [actualizado 12 Sept 2002; citado 5 Jun 2015]. Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento; [aprox. 2 pantallas]. Disponible en: http://www.un.org/es/events/pastevents/ageing_assembly2/.

3. Oficina Nacional de Estadística [Internet]. Ciudad de La Habana: Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI); 2012 [actualizado 9 Oct 2011; citado 5 Jun 2015]. Censo de Población y Viviendas; [aprox. 2 pantallas]. Disponible en: http://www.one.cu/censo2012.htm

4. Anuario Estadístico de Cuba 2015 [Internet]. La Habana: Biblioteca Virtual de Salud en Cuba; 2016 [actualizado 9 Dic 2015; citado 5 Jun 2016]. Comparaciones internacionales. Indicadores seleccionados por países; [aprox. 2 pantallas]. Disponible en: http://files.sld.cu/dne/files/2016/04/Anuario_2015_electronico-1.pdf

5. Bazo Royo MT. La nueva sociología de la vejez: de la teoría a los métodos. Reis. Oct-Dic 1992;(60):75-90.

6. Muñoz Tortosa J. Psicología del envejecimiento. Madrid: Ediciones Pirámide; 2011.

7. Fleitas Ruiz R. Investigación socioantropológica en salud. Enfoque de género. La Habana: Ediciones Centro de Estudios demográficos; 2015.

8. PCC. Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución. La Habana: Editora Política; 2011.

9. Verdugo MA, Schalock RL, Keith KD, Stancliffe R. Quality of life and its measurement: Important principles and guidelines. J Int Dis Res. 2005;49(10):707-717.

10. Montes de Oca Zabala V. El envejecimiento en el debate mundial: reflexión académica y política. Papeles de Población. Ene-Mar 2003;9(35):77-100.

 

 

Recibido: 2 de marzo de 2016

Aprobado: 7 de julio de 2016

 

 

MSc. Ana María Ramos Monteagudo. Licenciada en Psicología. Master en Gerontología Social. Profesora Asistente. Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, Facultad de Humanidades. Camagüey, Cuba. Email: ana.ramos@reduc.edu.cu

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