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Estimado director:
A criterio de la autora, se hace necesario iniciar estrategias encaminadas a la preparación del personal de salud para enfrentar el fenómeno de envejecimiento poblacional y la creciente exposición a factores de riesgo tales como el tabaquismo, cambios en la dieta, así como factores ambientales e infecciosos, que han propiciado un aumento de la morbilidad y la mortalidad por tumores malignos. 1) Es necesario, aumentar el nivel de información en la población, sobre todo en el adulto mayor, para que sea capaz de llevar a cabo actividades de autocuidado que les posibilite vivir mejor y más.
El cáncer colorrectal (CCR) es un problema de salud en la población adulta mayor en Cuba, constituye la tercera causa de muerte. La probabilidad de adquirir cáncer colorrectal a lo largo de la vida es del cuatro al seis por ciento. El 80 % de los casos son esporádicos, pero el 20 % tiene una influencia genética. En más del 90 % de los casos el cáncer colorrectal se presenta en mayores de 50 años, con un pico de incidencia entre los 60 y 75 años. (2,3,4
La causalidad del CCR se presenta de manera diferente en las distintas áreas geográficas, la inducción de los factores de riesgo es también diferente en ambos sexos y en las sucesivas generaciones, asociadas a estilos de vida y condiciones medio ambientales, sociales o culturales. (5
Los factores medioambientales son los más determinantes en su activación y se atribuyen dentro de los principales al estilo de vida caracterizado por el abuso de la comida rápida (dieta rica en proteínas, carnes rojas, bajo contenido en fibra), el uso de preservantes en los alimentos, obesidad, sedentarismo, entre otros. (6
El CCR debe sospecharse ante todo paciente que presenta un cambio reciente del ritmo de posicional (cuando ocurre en los adultos mayores, sin una causa aparente), rectorragia, hematoquecia, o anemia crónica que puede ser diagnosticada por la presencia de sangre oculta en las heces. (7
La detección temprana se basa en el diagnóstico precoz del desarrollo de un cáncer, en las fases presintomáticas, cuando el tratamiento es en ocasiones más eficaz, esta depende de dos elementos principales: la educación y la pesquisa. (8
La autora considera que el autocuidado sería beneficioso para lograr mejor calidad de vida entre la población adulta mayor aquejada de CCR, para que aprenda y logre un desarrollo y funcionamiento pleno en beneficio de su vida, salud y bienestar.
La sobrevida depende en gran medida, de cuán extendida está la enfermedad en el momento del diagnóstico. Si no hay ganglios comprometidos y no están invadidas las capas profundas del órgano, las tasas de sobrevida entre cinco y 10 años llegan al 80 o 90 %. Por lo general los tumores de colón se declaran cuando sangran, se perforan u ocluyen el intestino, muchos de los pacientes ya tienen la enfermedad avanzada en el momento del diagnóstico. 9) De ahí la idea de no esperar que la enfermedad produzca síntomas, sino buscar su presencia antes de que esto suceda.
El sistema de salud en su conjunto y en particular en cada territorio, se verá obligado a redimensionarse para enfrentar este reto del CCR en el adulto mayor, al ser inevitable su presentación como escenario del futuro.
Una conclusión se desprende de todo lo anterior: a pesar de contar con los programas de atención integral al paciente con cáncer, no se está exento de esta enfermedad. Si los avances de las ciencias médicas no han podido detener una de las epidemias del siglo, entonces, al menos, se han de tomar todas las acciones médicas permisibles para lograr una mejor calidad de vida en los pacientes adultos mayores con cáncer colorrectal y prologar la sobrevida de estos, vivir con más calidad es vivir más, lo que es un reto para la salud pública en Cuba y en específico para la Atención Primaria de Salud.
