Introducción
La seguridad del paciente se ha establecido como parte de normas indispensables para brindar servicios de salud con calidad en todas las instituciones sanitarias, debido al grado de peligrosidad que existe en cada proceso de atención. Un evento adverso es un daño no intencional causado al paciente, relacionado directamente con los cuidados en salud. 1
El estudio sobre los eventos adversos relacionados a los cuidados en salud, se ha convertido desde la década de los setenta en un tema de gran interés, porque buscan implementar medidas correctivas y preventivas a nivel sanitario, con la finalidad de disminuir la problemática económica, jurídica y social. Por tal razón en países desarrollados, se llevan a cabo numerosas investigaciones locales y multicéntricas que cuantifican los problemas de salud y permiten construir estándares para la vigilancia de estos fenómenos. 2
La Organización Mundial de la Salud (OMS), menciona que uno de cada diez pacientes sufre algún daño derivado de la atención en salud en el mundo. Frente a esta situación la misma establece la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente con la finalidad de fomentar la investigación como elemento esencial en el mismo y así disminuir los incidentes ocasionados a los pacientes hospitalizados en una entidad sanitaria. 3
Las úlceras por presión, las flebitis y las caídas son eventos que se presentan con mayor frecuencia durante los cuidados proporcionados por enfermería. Estos se producen mayormente en pacientes de 65 años. El personal de enfermería es quien tiene mayor contacto con el paciente; por lo que relacionan a estos con los eventos adversos, ya que pueden detectar incidentes relacionados con los cuidados que ellos mismos proporcionan y de los otros profesionales sanitarios. 4)
En Ibarra, Ecuador se realizó un estudio por Vaca Aúz AJ et al. (5) donde se determinaron que el 50 % de los eventos adversos se tipifican con sucesos sin lesión y el 34,6 % de los casos presentaron lesión o complicación; sin embargo el 100 % de eventos adversos fueron evitables; el mismo confirma que el profesional de enfermería es el que tiene mayor contacto con los pacientes dentro de una institución de salud; no obstante se pueden presentar inconvenientes que afectan de forma negativa la calidad de los servicios ofrecidos, en la actualidad existe un aumento de riesgo en la salud relacionados a la asistencia sanitaria, ya sea por los tratamientos, cuidados, o por su estancia en un centro hospitalario. Esta circunstancia es muy preocupante tanto para el ejercicio profesional y la seguridad del paciente. 5
En la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, no se evidencia estudios publicados que aborden este problema, a pesar de ser una política institucional de salud dentro de la seguridad del paciente. Por tal motivo el estudio tiene por objetivo describir la incidencia de los eventos adversos en la unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Medicina Interna del Hospital General Dr. Gustavo Domínguez de Santo Domingo de los Tsáchilas, Ecuador 2018.
Métodos
Se realizó un estudio transversal con enfoque cuantitativo observacional, descriptivo; en pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos y servicio de medicina interna del Hospital General Dr. Gustavo Domínguez Zambrano, de Santo Domingo de los Tsáchilas, desde el 1 de junio al 31de julio de 2018.
El universo de estudio estuvo conformado por 2 807 pacientes que estuvieron ingresados en el periodo mencionado, a ellos se les aplicó los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
Criterios de inclusión:
Pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos y servicio de medicina interna
Tener una estancia hospitalaria mayor a 24 horas
Previo consentimiento informado
Pacientes mayores de 18 años
Criterios de exclusión:
Para la obtención de la información se utilizó un check list que fue validado por criterio de expertos por consenso, los expertos fueron profesionales de gran trayectoria y conocedores de la temática; este instrumento se empleó para obtener y verificar la información que permita determinar los eventos adversos.
El instrumento aplicado a los pacientes consta de tres bloques:
En la primera parte se recolecta datos clínicos del paciente como: Ubicación, código, diagnóstico principal, edad, género, días de hospitalización. El segundo bloque incluyó aspectos sobre factores de riesgo: factores intrínsecos (catéter venoso periférico y central, sonda vesical, tubo endotraqueal, traqueostomía), factores extrínsecos (alteración de estado neurológico, déficit motor, sedación, pacientes con incapacidad para moverse confinamiento en cama, comorbilidades: (diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, desnutrición). Por último, en la tercera parte se evaluó los eventos adversos (flebitis, úlceras por presión, caídas, infección de las vías urinarias, bacteriemia, neumonías intrahospitalarias).
Como criterio para la presencia del evento se consideró como antecedente si lo traía de otro servicio o entidad de salud, si un paciente desarrollaba eventos distintos al mismo tiempo o durante la estancia, cada uno se consideraba aparte. En la segunda y tercera parte del instrumento se empleó la observación del paciente e historias clínicas.
La variables empleadas fueron: cuantitativas continuas (edad), discretas (días de hospitalización). Variables cualitativas dicotómicas (género, diagnóstico, área, catéter venoso periférico y central, sonda vesical, tubo endotraqueal, traqueostomía, alteración de estado neurológico, déficit motor, sedación, confinamiento en cama, comorbilidades, flebitis, úlceras por presión, caídas, infección de las vías urinarias, bacteriemia, neumonías intrahospitalarias).
El análisis de los datos realizó de manera estadística haciendo uso del programa Statistical Package for the Social Sciences Versión 20 (SPSS) que permitió la creación de las tablas estadísticas con fiabilidad de los datos, además se utilizó la hoja de cálculo Excel donde se tabuló y organizó la información obtenida. Para la redacción de la información se hizo uso de las tablas con el propósito de presentar clara y ordenada la información; expresada en frecuencia y porcentajes. Es importante mencionar que, a los pacientes con incapacidad para brindar información debido a su estado de salud, se les solicitó a los familiares el consentimiento informado. Además, para certificar el anonimato de la información recolectada, se asignó a cada instrumento de recolección de datos un código con la finalidad de identificarlo durante el proceso de estudio.
Resultados
El grupo que presentó mayor frecuencia de eventos adversos fue el comprendido dentro del rango de 31 a 65 años, por tanto, el adulto intermedio es el más afectado; en cuanto a la variable género no existen diferencias en la frecuencia, datos observables en la (Tabla 1).
Se observó que los eventos adversos se presentaron con un mayor porcentaje en aquellos que tenían una estadía entre siete días y mayor a este (Tabla 2).
El servicio de Medicina Interna fue el área de mayor frecuencia de eventos adversos (Tabla 3).
La flebitis fue el evento adverso más reportado 64 %; seguido de las úlceras por presión 16 % en el Servicio de Medicina Interna; en la Unidad de Cuidados Intensivos se reportó un gran porcentaje de infecciones intrahospitalarias y flebitis como se muestra en la (Tabla 4).
El factor de riesgo intrínseco más importante en la génesis de los eventos adversos es la comorbilidad y en el caso de los extrínsecos la colocación de catéteres venosos periféricos, datos evidenciados en la (Tabla 5).
Discusión
En la actualidad los eventos adversos son una gran problemática en la seguridad del paciente; a pesar de los esfuerzos que se han realizado su incidencia sigue en aumento. Según Ferreira Umpiérrez A et al. 6 mencionan que la cultura de seguridad debe prevalecer en las instituciones y procesos sanitarios, requerimiento esencial para evitar los eventos adversos, también se genera un aprendizaje de errores de forma proactiva, formativa y generadora de buenas prácticas.
El estudio mostró que en cuánto a la frecuencia de eventos adversos no existió diferencias significativas con respecto al género; sin embargo es importante destacar que si puede influir en su incidencia por diversos factores (esperanza y estilo de vida, enfermedades, accidentes). Esta situación no coincide con el reporte por Zárate-Grajales RA et al. (7 donde se evidencian que los incidentes adversos son más frecuentes en el sexo masculino y en edad productiva.
La investigación registró un elevado índice de eventos adversos en pacientes de edades avanzadas; es decir a medida que se incrementa la edad, mayor es la probabilidad de sufrir un evento adverso; información que difiere del estudio de Zárate-Grajales RA et al. 7 quienes demuestran que la mayoría de estos eventos, suceden en edades pediátricas con una media de 5,2 años. En concordancia con nuestro estudio, Achury-Saldaña D et al. 8 señalan que la mayoría de eventos adversos se presentan en una edad promedio de 65 años.
En mención a la estancia hospitalaria se obtuvo un promedio mayor a siete días según la revisión de historias clínicas, se evidenció que mientras más prolongada sea la permanencia en una unidad sanitaria habrá mayor predisposición a sufrir eventos adversos. Ceballos Acevedo TM et al. 9 refieren que las estadías prolongadas son a causa de diversos factores: personal de salud, administración hospitalaria, pacientes y relación entre entidades de la red de atención.
Medicina Interna es un servicio donde la mayoría de usuarios hospitalizados son pacientes crónicos, suceso que predispone a que se originen incidentes adversos.
Zárate-Grajales RA et al. 10 reportaron que estos se presentan con mayor frecuencia en servicios de hospitalización en pacientes con afecciones respiratorias, cardiacas y neurológicas. Este resultado difiere al estudio realizado por Achury-Saldaña D et al. 11 encontraron que la mayor frecuencia de estos surge en las áreas de cuidados intensivos, debido a la tecnología utilizada, el grado de intervención, complejidad de los pacientes, el tipo de medicamentos empleados y la interacción simultánea de muchas personas con el paciente.
La flebitis estuvo asociada a la presencia de factores de riesgo. Dragana M et al. 12 mostraron que el personal de enfermería considera al mismo como un problema significativo y que su incidencia es un indicador de la calidad del cuidado enfermero que se proporciona. Por otro lado, Vaca A et al. 5 señalan que la aparición de este evento estuvo condicionado principalmente por el tratamiento farmacológico recibido y una mala técnica al momento de canalizar. Las úlceras por presión estuvieron relacionadas con la inmovilización del paciente, comorbilidades y días de hospitalización, lo cual difiere a lo mencionado por Hernández Valles JH et al. (13 que refirieron que estos eventos se desarrollan por la omisión del cuidado enfermero.
Por otro lado, las infecciones intrahospitalarias, hoy llamadas infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) (neumonías, infección de las vías urinarias y bacteriemia), fue otro evento adverso que se presentó con mayor frecuencia en la unidad de cuidados intensivos, relacionado a pacientes de mayor susceptibilidad a usar insumos invasivos (ventilador mecánico, traqueostomo, tubo endotraqueal, sonda urinaria, catéteres periféricos y centrales). Resultado igual al de Zaragoza Crespo R et al. (14 concluyeron que las principales entidades en la infección nosocomial del paciente crítico se relacionan al uso de un dispositivo invasivo o a la realización de alguna práctica diagnóstica o terapéutica.
Las caídas se atribuyeron a las alteraciones neurológicas, nivel de consciencia, déficit motor y la edad. Hay que tomar en cuenta estudios como el de Sebben Pasa T et al. 15 aluden que las caídas son incidentes de menor frecuencia y que la oportuna identificación sirve como aliado en el proceso de trabajo del enfermero y en la promoción de la seguridad del paciente en el ambiente hospitalario, ya que estas permiten clasificar los pacientes, identificar riesgos y listar estrategias de prevención.
Las características intrínsecas y extrínsecas del paciente influyen en la presencia de eventos adversos. Es importante destacar que el factor intrínseco (comorbilidad) es transcendental en el desarrollo de incidentes adversos. Así mismo, se ha evidenciado que la presencia de factores extrínsecos como el uso de dispositivos invasivos (catéter venoso periférico) son componentes desencadenantes de estos. Navas Torres J et al. 16 manifiestan que el conocer las particularidades del paciente, del ambiente de la prestación del cuidado y de los prestadores, permite orientar acciones hacia la prevención de estos riesgos inherentes al cuidado.
Conclusiones
Es notorio la elevada incidencia de eventos adversos: flebitis, úlceras por presión e infecciones intrahospitalarias encontrados en ambos servicios durante la investigación, mismos que conllevan a elevar el índice de morbimortalidad en dicha institución, lo que hace plantear la necesidad vital de revisar la atención que se brinda a los pacientes con la finalidad de lograr la calidad y calidez, que es un principio laboral de los profesionales de la salud en el Ecuador.