Introducción
El dengue es un problema de salud pública, a pesar de los esfuerzos por parte de los países para contenerlo y mitigar el impacto de las epidemias. Es una enfermedad infecciosa sistémica y dinámica. La infección puede cursar en forma asintomática o expresarse con un espectro clínico amplio que incluye las expresiones graves y las no graves. Después del periodo de incubación, la enfermedad comienza abruptamente y pasa por tres fases: febril, crítica y de recuperación. El dengue requiere abordarse como una única enfermedad con presentaciones clínicas diferentes que van de estados benignos hasta evolución clínica severa y desenlaces que causan la muerte. 1
Se reconoce hoy al dengue como la más importante arbovirosis a nivel mundial. La incidencia mundial del dengue ha aumentado de forma espectacular en los últimos decenios. Alrededor de un 40 % de la población mundial corre el riesgo de contraer la enfermedad. El dengue aparece en las regiones de clima tropical y subtropical de todo el mundo, en zonas urbanas y urbanas marginales. Cada año se producen hasta 50 millones de infecciones y más de 20 000 muertes en más de 100 países. La Región de Las Américas ha sido una de las más afectadas por el dengue y su forma más grave, el dengue hemorrágico. 2
Se calcula que más de dos mil millones de personas se encuentran en situación de riesgo y la enfermedad produce gran afectación social y económica, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS), (3 la considera uno de principales problemas de salud de la humanidad. Por tanto, para que en una ciudad, región o país se produzca transmisión de la enfermedad, tienen que estar presente, de forma simultánea, el virus, el vector y el huésped susceptible.
En Cuba la primera epidemia de dengue fue detectada en el año 1977 y a finales de 1980 contaba con casi la mitad de su población a riesgo de una infección por dengue. Luego a principios de 1981 se reporta por primera vez en la región la introducción del virus Den 4 (Dominica) y la primera gran epidemia de dengue hemorrágico en Cuba. 4,5
La provincia de Sancti Spíritus no está ajena a esta situación, ocurren eventos caracterizados por una gran sobremorbilidad por esta enfermedad y en el Policlínico Dr. Rudesindo Antonio García del Rijo sucede algo muy similar.
La tendencia provincial, tanto de la reactividad, como la focalidad a Aedes aegypti y la incidencia del síndrome febril agudo (SFA) es ascendente en el primer semestre, donde son declarados en transmisión de dengue varias áreas de salud en los municipios de Cabaiguán (Guayos), Trinidad (áreas urbanas) y Sancti Spiritus (áreas Sur, Norte y Centro).
En el primer semestre del año en curso se han notificado un total de 13 885 (SFA) para una tasa de 2 977,4x100 000 habitantes, al presentar una tasa de incidencia por encima a la media provincial los municipios Sancti Spíritus con 5 184,3 y Trinidad con 3 414,1.
La Teoría de los Cuidados de Swanson, concibe los cuidados como una forma educativa de relacionarse con un ser apreciado hacia el que se siente un compromiso y una responsabilidad personal. (6
Resultado con lo anterior el objetivo de la investigación es evaluar la intervención de Enfermería sobre conocimientos en dengue sustentada en la teoría de Swanson.
Métodos
Investigación cuantitativa de diseño pre-experimental con pre y post test, contextualizada en el consultorio médico y enfermera de la familia No. 5 del Policlínico Dr. Rudesindo Antonio García del Rijo del municipio y provincia Sancti Spíritus, Cuba en el período comprendido de noviembre 2018 a noviembre de 2019.
El universo estuvo constituido por 201 personas de 15 y más años de edad pertenecientes al consultorio antes mencionado. Para la selección de la muestra se utilizó el programa estadístico Epidat versión tres, con un nivel de confianza del 95 %.
Se incluyeron las personas que estuvieron de acuerdo a participar en la investigación y se excluyeron las personas con enfermedades psiquiátricas, retraso mental, demencia senil, imposibilitados de responder de forma adecuada las preguntas de la encuesta de conocimientos.
Para diagnosticar el nivel de conocimientos inicial de la población sobre el dengue se aplicó la encuesta confeccionada por los autores de la investigación y validada por el método Delphi de sondeo de expertos.
Se diseñó la intervención de Enfermería al tener en cuenta las necesidades de aprendizaje de la población detectadas en la etapa de diagnóstico. Se agruparon los pacientes seleccionados de una misma manzana. Las técnicas educativas se aplicaron con una frecuencia semanal por un tiempo de una hora.
Se aplicó desde el punto de vista estadístico la prueba de Mcnemar para evaluar las diferencias estadísticas en muestras emparejadas (antes y después), a través de programas computacionales con un nivel de confianza de 95 %.
Para la intervención de enfermería (sustentada en el modelo de Kristen Swanson), (7 los investigadores realizaron una amplia revisión de literatura nacional e internacional disponible sobre la teoría de Kristen Swanson e intervenciones en el nivel de conocimientos sobre prevención del dengue, se tuvieron en cuenta las necesidades de conocimientos identificadas en los pacientes. Con esta información se estructuraron los ejes temáticos (contenido de la intervención tales como temas y objetivos a tratar) y metodológicos (forma en la que debería realizarse la intervención, como número, frecuencia, duración y actividades dentro de cada sesión) de la intervención. Apoyados en estos elementos y en los de la teoría de Kristen Swanson, citado por Espinoza Belen Rojas J et al. 8 (Cuadro 1).
Se estructuró la intervención aplicable al contexto cultural cubano, contó con 12 sesiones, con frecuencia semanal, donde la enseñanza se aplicó a través de conferencias, cine debate, talleres spot y dramatizados con duración aproximada de una hora por sesión. Al comienzo de cada actividad se midió lo impartido en el encuentro anterior a través de lluvias de ideas, preguntas orales, así como demostraciones de las técnicas fundamentales, cuando fue necesario en algunos ancianos se realizó reforzamiento de contenidos de manera personalizada.
Los aspectos éticos del estudio fueron analizados y aprobado por la Comisión de Ética del Consejo Científico de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus y por la Dirección Municipal de Salud del Municipio Sancti Spíritus. Se obtuvo por escrito el consentimiento informado de cada uno de los pacientes, en el cual se explicaron los objetivos del estudio y se estableció la voluntariedad de participar y de abandonar el estudio en el momento que lo desearan, se les pidió además el compromiso de no participar en ningún otro tipo de intervención (con fines investigativos).
Resultados
Según grupos de edad y sexo, el grupo de edad más representativo lo constituyó el de 45 a 54 años con 72 pacientes 35,82 %, de ellos el 24,11 % perteneciente al sexo femenino y el 11,55 % al sexo masculino.
Con respecto al nivel de escolaridad, se aprecia la mayor cantidad en el grupo de secundaria terminada con 90 personas 44,77 % seguido del grupo con preuniversitario terminado con 55 personas para un 27,36 %.
El nivel de conocimientos de las personas encuestadas antes y después de la intervención sobre qué es el dengue se aprecia en la tabla uno. El 87,56 % de la población encuestada antes de la intervención mostró niveles de conocimientos adecuados, una vez concluida las actividades educativas el por ciento de individuos con niveles de conocimientos adecuados que se incrementaron al 97,51 % (Tabla 1).
Se relacionó el nivel de conocimientos de las personas encuestadas antes y después de la intervención sobre cómo se trasmite el dengue. Antes de la intervención solo el 57,71 % de las personas incluidas en el estudio alcanzaron niveles de conocimientos adecuados. Después de las actividades de capacitación esta cifra se incrementó al 100 % (Tabla 2).
Se muestra el nivel de conocimientos de las personas encuestadas antes y después de la intervención sobre cuáles son los síntomas y signos que presenta una persona con dengue. Resulta significativo que el nivel de conocimientos adecuado se incrementó de 37,31 % antes de la intervención de enfermería a 96,01 % después de la intervención (Tabla 3).
Al relacionar el nivel de conocimientos de las personas encuestadas antes y después de la intervención educativa sobre qué medidas son necesarias para evitar el dengue se obtuvo que solo el 53,02 % de la población encuestada mostró niveles de conocimientos adecuados antes de la intervención. Una vez desarrolladas las actividades educativas este valor se incrementó al 92,09 % (Tabla 4).
Se aprecia el nivel de conocimientos de las personas encuestadas antes y después de la intervención de enfermería sobre la conducta a seguir en caso de presentar algún síntoma o signo de la enfermedad, se evidenció que el nivel de conocimientos adecuado antes de la intervención de 92,56 % se incrementó al 100 % una vez concluidas las actividades educativas. Los cambios observados fueron significativos (p=0,000) (Tabla 5).
Resulta significativo destacar que en todas las preguntas de la encuesta de conocimientos una vez concluidas las actividades educativas las personas incluidas en la investigación alcanzaron resultados muy adecuados.
Discusión
El fracaso de las campañas preventivas tradicionales, basadas en el control del Aedes aegypti mediante la aspersión de insecticidas de efecto adulticida, ha obligado a plantear nuevas perspectivas de posible solución para el problema. La participación comunitaria ha surgido como una alternativa de control. Esta se concibe como el proceso por el cual los habitantes de las comunidades, individual o colectiva, asumen responsabilidades para identificar necesidades, perfilar potenciales soluciones y planificar las estrategias de resolución ante los problemas de salud. (9
En la investigación hubo un predominio de personas comprendidas en las edades de 45 a 54 años y del sexo femenino, este resultado se debe a que en el consultorio donde se llevó a cabo el estudio el sexo femenino y este grupo de edad constituyen los más representativos.
Resultados similares a está investigación fueron publicados por Benítez Pérez MO, 10) quienes en su investigación obtuvo que el grupo de edad de 45 a 49 años y el sexo femenino resultaran ser los más frecuentes. De igual forma Ochoa Ortega MR et al. (11) presentaron resultados similares en su estudio.
A la hora de diseñar e implementar actividades educativas en la comunidad el nivel de escolaridad constituye un importante elemento a tener en cuenta, pues mientras más elevado sea el mismo mucho más fácil será de introducir y comprender los conocimientos que se quiere trasmitir y mejor aplicación de los mismos una vez concluida la intervención de enfermería.
El bajo nivel de escolaridad puede traer aparejado desconocimiento acerca de la enfermedad, así como de sus mecanismos de trasmisión y prevención, por lo que constituye un importante factor de riesgo en enfermedades infecciosas como el dengue. Mentor Sarría V et al. 12) plantean que las actividades educativas a desarrollar en individuos con nivel de escolaridad media pueden ser entendidas con facilidad siempre y cuando se utilice un lenguaje adecuado y no técnico.
León Ramentol CC et al. 13) plantearon en su investigación el 52 y el 92,5 % de la población encuestada antes de la intervención, no conocían lo que es el dengue, al no coincidir esto con los resultados alcanzados.
Conocer la vía de transmisión del dengue es el eslabón fundamental de la cadena epidemiológica para accionar y evitar la enfermedad, según plantea en su investigación Morales Mayo MD et al. (14
En la investigación al aplicar la encuesta de conocimientos inicial no se obtuvo niveles de conocimientos adecuados ya que muchas personas relacionaron la vía de trasmisión del dengue con el contacto directo con otra persona infestada o por una herida contaminada.
Al concluir la investigación concuerdan con los resultados obtenidos por Linero Terán AS et al. 15 en su estudio obtuvieron que el 100 % de la población alcanzó niveles de conocimientos adecuados.
Alvarado Castro VM et al. (16) en sus investigaciones obtuvieron un incremento del nivel de conocimientos sobre cómo se transmite el dengue en ambos grupos en estudio al terminar las actividades educativas.
En la investigación las personas encuestadas antes de la intervención no alcanzaron niveles de conocimientos adecuados sobre los síntomas y signos que caracterizan a la enfermedad. Esos resultados obedecen al desconocimiento de mucho de los encuestados quienes no contestaron la pregunta o seleccionaron respuestas incorrectas como diabetes mellitus, aumento de la presión arterial.
González Valdéz LM et al. (17 en su trabajo consideran que las personas no conocen de manera correcta las manifestaciones clínicas de la enfermedad, por lo que no asisten de forma rápida al médico al impedir la toma de medidas para evitar la propagación y modifican la evolución de la enfermedad, hacia un diagnóstico tardío y mayor aparición de complicaciones.
En el estudio a pesar de que las personas conocen el dengue, los resultados evidencian que antes de la intervención no existían suficientes conocimientos de todas las medidas que podemos adoptar para evitar el mismo: como el uso de mosquiteros, repelentes y evitar la acumulación de basuras y vertederos. Algunas personas identificaron medidas sanitarias incorrectas para esta enfermedad como evitar hervir el agua y clorarla, usar nasobuco.
En el área de salud estudiada la población mostró comportamientos y prácticas inadecuadas en los exteriores de la vivienda. Se considera que entre las causas fundamentales que propician estos hechos se encuentran: la población no valora el riesgo de enfermar de dengue y resta importancia a las medidas para eliminar los criaderos, no tienen conciencia de la magnitud del problema, no tienen sentido de pertenencia comunitaria.
Una vez concluida la investigación y aplicadas todas las técnicas participativas de educación para la salud, el nivel de conocimientos se incrementó, al coincidir con los autores Rodríguez Salazar CA et al. 18) y Regueira Betancourt SM et al. 19 La mayoría de los encuestados respondieron de forma acertada opción de acudir al médico lo antes posible. Tamayo Escobar OE et al. (20, Sigüenza Murgueitio JM et al. (21 y Correa Martínez L et al. (22 en sus respectivas investigaciones obtuvieron resultados similares.
Los resultados de la investigación evidencian la eficacia de la intervención de enfermería donde se alcanzó niveles adecuados de conocimientos en todas las preguntas que conformaron la encuesta