Introducción
La mayoría de las autoras y autores emplean el término pubertad para designar los cambios físicos y morfológicos que acompañan el desarrollo sexual, mientras que hablan de adolescencia para referirse a los aspectos del crecimiento psico-social a partir de la pubertad.1
El Diccionario de la Real Academia Española la define así: “Pubertad. (Del lat. pubertas, -ātis). f. Primera fase de la adolescencia, en la cual se producen las modificaciones propias del paso de la infancia a la edad adulta”.1,2
Mirtha Cucco considera que se hace necesario dar entidad a la pubertad como etapa en la que comienzan y se instauran los cambios fisiológicos puberales con sus consecuencias biológicas, que conllevan importantes transformaciones a todos los niveles de la vida. Continúan diciendo que es una etapa crucial en el proceso de crecimiento del ser humano, ya que se produce nada más y nada menos que la adquisición de la capacidad de procrear y la habilitación de la sexualidad genital. Este significativo e importante proceso, de notable impacto en la vida del ser humano, implica la transformación del cuerpo de niño o niña en un cuerpo con características adultas, cuando aún no lo es, con todo lo que ello supone.1
Esta vital adquisición, provoca por tanto, que se produzcan cambios en todas las esferas de actuaciones de la vida del ser humano, incluida la escuela, en tal sentido también se producirán cambios en las relaciones con los maestros y con los iguales, siendo la escuela un espacio privilegiado que ocupa una buena parte del tiempo en la vida de los púberes.2,3
Un primer acercamiento al escenario de estudio, la Secundaria Básica XXX Aniversario de la Batalla de Guisa, permitió identificar algunos elementos relacionados con los comportamientos que predominaban en los púberes y que los profesores identificaban como “problemáticos”, resultando evidente el desconocimiento por parte de algunos profesores y de los propios púberes de las características esenciales de esta etapa evolutiva y su incidencia en el comportamiento de las personas. Esto produce desencuentro en las funciones de ambos protagonistas del proceso en la escuela, educadores y educandos, dificultando la descodificación de lo que realmente está pasando y el poder dar mejor orientación a los protagonistas esenciales en este proceso, los púberes.
Por tal motivo se hace necesario el estudio referido a las características fundamentales de la pubertad en un grupo de estudiantes de secundaria básica de Bayamo, quedando establecido como objetivo de la investigación identificar algunos Indicadores de Realidad del entorno escolar de un grupo de púberes.
Métodos
Se realizó un estudio diagnóstico descriptivo con el objetivo de precisar cuáles son algunos de los indicadores de realidad que con relación al entorno educativo son evidenciados por el grupo en estudio.Como población se tomaron los 123 estudiantes de octavo grado de la secundaria básica XXX Aniversario de la Batalla de Guisa, del municipio de Bayamo en la provincia de Granma, en el período comprendido entre septiembre del 2018 y junio del 2019. Como muestra de docentes se tomaron los 28 profesores que impartían clases a octavo grado, constituyendo el 100% de la población. La muestra se conformó de manera aleatoria por 33 púberes, lo que representa el 26.2% de la población. Se utilizaron diferentes variables entre las que encontramos edad, sexo, raza, nivel cultural, hábitos tóxicos. Los datos fueron obtenidos mediante la investigación y procesados en el método del aleatorio simple, y colocaron en tablas para un mejor procesamiento de la información. Se realizó un diagnóstico inicial para identificar si los púberes en estudio conocían las características de la etapa de la vida en la que se encontraban. (Anexo)
Resultados
La tabla 1, representala relación de los púberes con sus iguales, predominando la respuesta negativa con 20 púber, que identificaron, que la amistad entre púber no es una amistada verdadera, que existen conflictos entre ellos en esta etapa y solo 13 púber si encontraron como positiva la amistad y lealtad entre púber.
En la tabla 2, se muestra lasituación de los maestros con respecto a los púberes, se encuentra que existen criterios erróneos de los profesores con relación a la actitud de los púberesy esto está dado por incomprensiones y desconocimiento del manejo de esta edad de la vida, donde existen tantos conflictos.
Interrogantes de los maestros en esta etapa. | Respuestas |
---|---|
No saben que hace con los púber | 19 |
Presentan una sobre carga de rol | 26 |
No identifican las necesidades de los púberes en esta etapa. | 28 |
La tabla 3,explica la relación del púber con los estudios y los profesores, 21 casos consideran que los estudios son una carga, son tedioso, en relación con los profesores, reconocen que esta figura soloda quejas y amenazan, pero no hacen nada. Siendo así como la mayoría delos púberesperciben los estudios y la actitud de los profesores hacia ellos.
Relación púber con el estudio y los maestros | Respuestas |
---|---|
Los estudios son una carga | 21 |
Los estudios son tediosos | 21 |
Se estudian demasiada materias. | 14 |
Se extrañan los profesores de la primaria. | 16 |
Cada profesor exige por separado. | 14 |
Los profesores hablan en mala forma. | 14 |
Los profesores amenazan pero no hacen nada. | 17 |
Los profesores dan quejas. | 21 |
Discusión
Para un mejor entendimiento de los indicadores de realidad en el entorno escolar, decidimos dividirlo en categorías de análisis, las cuales son las siguientes: Relación de los púberes con sus iguales, relación de los púberes con sus profesores y relación de los púberes con los estudios
Relación de los púberes con sus iguales
Según refiere la literatura consultada en esta etapa de la vida el grupo de amigos pasa a ocupar un lugar importante, incluso algunos autores plantean que los vínculos afectivos con el grupo ocupa un lugar predominante como actividad rectora en la etapa. 3 sin embargo el 60% de la muestra, o sea, 20 de los púberesestudiados al preguntarles sobre las relaciones de amistad emitieron respuestas como,”no se puede confiar en los amigos”,“los amigos te traicionan y se aprovechan de ti”, “los amigos se olvidan de ti”, “los amigos de la primaria, esos si eran amigos,los de ahora no”, “los amigos a veces son buenos y a veces son malos”, “los amigos son malos y quieren que uno sea como quieran ellos”. Por otra parte, también encontramos respuestas relacionadas con: “los amigos siempre se ayudan y se respetan”, “los amigos se cuentan todo”, “los amigos siempre te acompañan en las buenas y en las malas y te ayudan en lo que sea necesario”, estas respuestas fueron emitidas por los 13 púberes restantes, lo que representa el 39%. Estos resultados nos hablan a favor de que existen diferentes tendencias a debate, en una de ellas se hace evidente una idealización de las relaciones de amistad, en la que el amigo debe aceptarte todo y estar siempre de tu lado sin hacer cuestionamientos; por otra parte, existen criterios relacionados con que la amistad es algo muy difícil de lograr y otra tendencia muestra claras valoraciones inadecuadas con relación a la amistad. Esto evidentemente habla a favor de una contradicción entre lo que los púberes idealizan como ellos sienten que es la amistad y los vínculos reales que pueden desarrollar entre ellos. En tal sentido, creemos oportuno señalar el hecho de que todavía algunos púberes se encuentran atravesados por el duelo no resuelto, que significa el paso de una etapa de vida a la siguiente y arrastran con ellos vivencias que les resultaron placenteras en la primaria y que aún no han logrado superar, de esta forma se les facilitaríala adaptación a las nuevas exigencias y relaciones de amistad.
Por supuesto, esta situación de duelo no resuelto no está legalizada ni es consiente para los púberes, como tampoco es frecuente que se encuentren los espacios en que las personas, y ellos en especial, puedan elaborar los duelos correspondientes con los desprendimientos que implica el tránsito de una etapa de vida a otra, o sea, las cosas que “dejamos atrás”, o le decimos adiós, para poder estar mejor preparados para entrar en contacto con nuevas vivencias.2,3
Otro aspecto que queremos señalar con relación a los vínculos con los iguales, es que, como señala la literatura consultada, al adquirir el púber la capacidad de procrear y la habilitación de la sexualidad genital, esto marca e incide en los espacios de socialización de los púberes, en tal sentido e independientemente de las valoraciones que tienen sobre la amistad, ellos prefieren pasar más tiempo con sus iguales que en el espacio familiar. La satisfacción de esta nueva necesidad no se logra en el espacio familiar y sí en contacto con los semejantes, algunas respuestas obtenidas con relación al tema fueron “los padres no nos entienden y los socios sí”.4,5
Relación de los púberes con sus profesores
Antes de comenzar el análisis de este acápite queremos partir del hecho que consideramos que en esta etapa de la vida los adultos y en especial los maestros, deben ocupar una posición diferente con relación a la manera en que interactúan con los púberes y esta nueva posición debería pasar por la identificación de las necesidades que son básicas y elementales para esta etapa. La tarea de los adultos sería descodificar lo que les está ocurriendo y devolvérselos adecuadamente. Coincidiendo con Mirtha Cucco,1 por lo que decodificar implicaría comprender las situaciones por las que atraviesan los púberes, pero sin caer en situaciones de paridad. Esto posibilitaría un mejor entendimiento de las causas o razones de muchas de las conductas que asumen los educandos en esta etapa.
Sin embargo, de los 28 profesores, lo que significa el 100% de la muestra, ninguno logra identificar las necesidades a las que se enfrentan los púberes en esta etapa de la vida y al hablar sobre características de la etapa hacen alusión a que “están insoportables”, “no quieren estudiar”, “solo están para la bobería”, “sólo les interesan las fiestas”, “en ocasiones casi ni te dejan dar clases”, “se ríen por todo”, “tienen una bobería encima”… lo que conlleva a una peyorativización de la edad y por consiguiente una inadecuada descodificación de las necesidades de los púberes.
Por otra parte, 19 profesores (67,8%)refieren en sus respuestas que en muchas ocasiones “no saben qué hacer con ellos”, “que por mucho que les hablan ni siquiera los respetan”. Desde nuestras posiciones teórico-metodológicas entendemos estas reacciones como situaciones de impotencia ante la imposibilidad de articular límites claros que partiendo de la decodificación de las necesidades de los púberes les permita ir articulando las adquisiciones y los desprendimientos de la etapa en aras de la ir articulando la autonomía en el proceso de crecer. Lo que suele suceder al no tener claro este elemento es que entonces los adultos ejercemos con los púberes el autoritarismo, todo lo cual entorpece y dificulta la relación que los adultos establecen con este grupo etario.6-8
Otro elemento significativo es que 26 de los profesores, equivalente al 92.8% de la muestra refirió que desde las exigencias que se les hace al rol de maestros está el de ser casi los padres de estos educandos, lo que desde nuestra visión no sólo tergiversa la función que debe ocupar el maestro en el proceso de crecimiento de estos púberes, sino que también se convierte en una sobrecarga del rol.
Esto nos permite identificar como indicador de realidad,que existe desconocimiento por parte de los profesores de los cambios fundamentales que se producen en esta etapa de la vida, así como también existe desconocimiento de las características generales de esta etapa y su consiguiente relación con las respuestas conductuales de los púberes. Por otra parte, como otro indicador, podemos identificar que hay confusión con el lugar que deben ocupar los maestros para facilitar el tránsito por la etapa.
Percepción de los púberes con respecto al estudio y los maestros.
Analizando ahora lo que refieren los púberes con relación a sus profesores, como principales resultados encontramos que el 70% de la muestra, o sea 21 púberes respondieron que los profesores solo están esperando las reuniones de padres para dar quejas de ellos, “no dejan de darle quejas a mi mamá”, “después de las reuniones de padres siempre termino castigado”, son algunas de las respuestas ofrecidas. Otro elemento que refirieron 17 de ellos, o sea, el 56.6% es que los profesores “los amenazan mucho, pero al final todo es un cuento, no hacen nada”, “te dicen que te van a manchar el expediente y es mentira”, “te dicen que te van a quitar el aval…. y no es verdad”.
Este elemento nos corrobora el hecho referido anteriormente, con relación a que en muchas ocasiones los maestros no encuentran las vías adecuadas para ejercer su autoridad, desde la posición y el control que deben ejercer en el aula existe una distorsión del papel que debe jugar como adulto primordial y referente para sus educandos, lo que conduce a la impotencia de ejercer el control a través de amenazas. Otro aspecto que ratifica este criterio es que 16 púberes, para un 53% refirió que sus profesores en muchas ocasiones los amenazan con sacarlos de las aulas u otros tipos de sanción, coincidiendo nuestra investigación con estudios realizados por autores como.9-11
Es significativo también señalar que 14 púberes en sus respuestas manifestaran que los profesores en muchas ocasiones “les hablan en mala forma”, “nos dicen cosas que nos disgustan” (46.6% de la muestra) este dato aporta elementos relacionados con que se pierde de vista el lugar del respeto hacia el otro y que debe predominar en cualquier relación, en tal sentido, los maestros exigen respeto, madurez, sin embargo, no son recíprocos con el respeto con el que deben ser tratados sus educandos. Esto coloca al adulto primordial, en este caso al maestro, en situaciones de paridad con el púber, y tergiversa la función de guía, referente y conductor del proceso.
El 70% de la muestra, o sea, 21 de los púberes en estudio, califica a los estudios como “tediosos”, o describe frases relacionadas con la sensación de percibir los estudios como “una carga”. Algunas de estas frases son: “son demasiados contenidos”, “que se piensan que es uno para estudiar tanto”, “todos los días tenemos que entregar diferentes tareas de diferentes asignaturas”. Lo anterior confirma que para los púberes el estudio se vivencia en ocasiones como un deber, cuando debía entenderse como la función cultural que permite establecer relaciones de autonomía con relación al conocimiento, para incorporar códigos de la cultura que favorezcan el crecimiento.
Por otra parte, encontramos todavía púberes que se encuentran detenidos en la forma en que recibían los conocimientos o los enseñaban en la primaria; 16 de ellos, lo que representa el 53% de la muestra refiere que extraña la forma en que los trataban los maestros de primaria, “en la primaria los maestros tenían más paciencia con nosotros”, “en la primaria los maestros pasaban más tiempo con nosotros, ahora vienen te dan el turno de clases y se van”. Esto habla a favor de duelos no resueltos que guardan relación con el tránsito de una etapa de vida a otra, o del tránsito de una enseñanza a otra. Al no estar adecuadamente elaborados estos duelos se dificulta la adaptación a la nueva situación de aprendizaje, ya que al estar anclados en el dolor que les provoca “que no sea como antes”, se les dificulta la adaptación para la obtención del conocimiento. Es por eso que podemos plantear que un indicador de realidad es que no hay una adecuada elaboración del duelo que implica el paso de una enseñanza a la otra y esto puede entorpecer el proceso de aprendizaje.
En tal sentido también existe una sensación de sobrecarga en los estudios, asociada a la cantidad de materias y los tiempos en los que se evalúan las mismas. Del total de la muestra, 14 púberes, que representan el 46%, hicieron alusión a que son demasiadas materias y que cada profesor tiene sus exigencias en cada asignatura, algunas respuestas fueron “para cada profesor su asignatura es la más importante”, “los calendarios siempre están muy cargados”, “ya no puedo más, a veces no sé ni qué asignatura voy a estudiar”.
Conclusiones
Los púberes desconocen las características de la etapa y la incidencia de estas en su conducta.Existe una contradicción entre la idealización que hacen de la amistad y el espacio real que deben ocupar los iguales en esta etapa.Desconocen cómo incide la adquisición de la capacidad de procrear y la habilitación de la sexualidad genital en sus relaciones con los iguales y la familia.Los profesores desconocen las características generales de esta etapa, los cambios fundamentales que se producen y su relación con las respuestas conductuales de los púberes. Existe confusión con respecto al lugar que deben ocupar los maestros para facilitar el tránsito por esta etapa.Persiste una inadecuada elaboración del duelo que implica el paso de una enseñanza a la otra, lo que entorpece el proceso de aprendizaje. Los estudios se perciben como una carga para los púberes en estudio.